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La implementación en la práctica

Algunos ejemplos recientes de nuestras interacciones en materia de gasto social


con los países ofrecen enseñanzas valiosas:

 Durante la implementación del programa respaldado por el FMI, Egipto


amplió a más del doble la cobertura de sus transferencias monetarias, de
las que se beneficiaron 2.3 millones de hogares.
 En Ghana ayudamos a crear margen el presupuesto para aumentar el
gasto en educación pública, de modo que el país pueda lograr el objetivo de
proveer una educación secundaria universal.
 Brindamos asesoramiento a Japón sobre el diseño de opciones para la
reforma de las pensiones, tan necesaria en una sociedad que envejece.

Es importante reconocer que la presencia de un atractivo informe en una


estantería no beneficia a nadie. Por tal motivo, para ejecutar nuestra estrategia de
gasto social estamos procurando incorporarla de forma más intrínseca en nuestras
labores, para que al trabajar con los distintos países podamos hacerles
recomendaciones adaptadas más específicamente a sus preferencias y
circunstancias.

Colaboración con socios

Ya sea que abordemos la desigualdad o que brindemos asesoramiento sobre


gasto social, somos conscientes de que no podemos hacerlo sin ayuda.

Nuestra visión es la de una alianza en la que organizaciones internacionales,


instituciones académicas, autoridades nacionales, la sociedad civil y el sector
privado trabajan juntas para reforzar las políticas de gasto social y sentar las
bases para el cumplimiento de los ODS.

 Por ejemplo, hace poco me reuní con los ministros de trabajo de los países
del G-7, que cuentan con una amplia experiencia en cuestiones sociales,
laborales y de empleo que puede ser útil para apuntalar nuestro
asesoramiento sobre políticas. Y nosotros en cambio podemos ayudar
dando más relevancia a estos temas en el diálogo más general sobre
política económica en torno a la estabilidad y el crecimiento.
 Además, organismos internacionales como el Banco Mundial y la
Organización Internacional del Trabajo cuentan con conocimientos
invaluables sobre gasto social.
 Y la sociedad civil, los sectores académicos, los centros de estudios y los
sindicatos aportan sus propios puntos de vista acerca del gasto social, que
enriquecen nuestras opiniones, nos ayudan a resistir cualquier tentación de
caer en una endogamia intelectual, y nos permiten apreciar mejor las
condiciones específicas de cada país.
Desde luego, en lo que se refiere a gasto social, no hay una solución aplicable a
todos los casos. Los países tienen diferentes preferencias, enfrentan retos
distintos y tienen diversas aspiraciones. Pero si trabajamos juntos es más
probable que formulemos las preguntas correctas y que por ende encontremos las
respuestas correctas.

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