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54 El a rte de l m otor
El efecto de empequeñecimiento 55
de'bats, e n 1800 · Ni novelesco ni político, ya es .una subes-
,
tructura de la vida cotidiana, con sus sucesos m1scelaneos' mensual de David Copperfield (1 849). Cuando el e mpleado
sus anu ncl· os , sus críticas artísticas
. y. teatrales, sus .. recetas, Je di o e l fascículo, ella le echó una mirada y dijo: "Ah no,
sus relatos de viajes ... Cuando Ülfardm logre reconc1ltar a la éste ya lo leí. El que necesito es el siguiente". Dickens termi-
prensa popular y los hombres de letras fra?c~ses, que por tr~- na: "Al escuchar esto. y consciente de que ni siquiera había
d. · ' n se mostraban hostiles a ella, los ulttmos no tendran escrito la primera palabra de l número que ella pedía, por pri-
JCJO · . 1 d 1 " f 11 t ' "
ás que abrevar en el vJVero socia e o e 111 para en- mera y única vez en mi vida me sentí... espantado".
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contrar rápidamente la inspirac ión e mventar nuevas escue as La aceleración de la informac ión empujaba a su desregu-
orno el realismo y el naturalismo, sin olvidar la novela poli- lación, lo imaginario sustituía la realidad de los hechos. pe-
cial o aun la "literatura de las grandes d.1~tanc1as
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riodistas y publicistas se entregaban al peligroso j uego de los
Periodista en Inglaterra, Stendhal estimaba que la novela pronósticos. Así. en 1927 la prensa francesa apostaba al éxi-
era un espejo recorrido a lo largo de una carretera g~nera_l. to del cruce de este a oeste del Atlántico norte por Nunge sser
P su lado Dickens aplicaba directamente a su obra ltterana y Coli, a bordo del L 'Oiseau Blanc. Unánime, relatará con
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las leyes de una prensa obsesionada por la acelerac1on. oven vigor los detalles de la llegada triunfal de los dos aviadores
periodista enviado al interior por el ~ o nun g Chro n,cle, ~e- a Nueva York, la alegría de los vencedores y el delirio de la
bía transmitir así cada día sus reportajes sobre las c~~pan~s muchedumbre , las palabras his tóricas pronunciadas e n esa
electorales. A la noche, transcribía su texto en una d1lt~encia ocasión ... En el momento mismo e n que el anuncio de la
lanzada al galope. Las partes sucesivas destinadas al nnpre- proeza hacía trepar la tirada de los grandes diarios, los cuer-
sor se remitían, a medida que las redactaba, a e~tafetas a ca- pos y los bie ne de los héroes del día ya habían desaparecido
ballo, ubicadas a intervalos atinadamente escogidos. Toda_su a la al~ura de las costa estadouniden es, que nunca alcanza-
!ª
vida se plegará a este mismo ritmo, por lo que publtcac1ón rán . Sin embargo, redactare y pe ri odistas supieron salir de
de los episodios de sus novelas apenas le dejará cada mes e~e_mal trance acusando al gobierno y a los ministerios inter-
dos semanas de adelanto sobre los distribuidores.? vinient_e s de ha~erlos inducido a error mediante la entrega de
Cuenta que un día vio a una lectora que pedía la entrega fa_lsa_s informa~1ones. Lo que es digno de señalar es que el
publico se enoJó con lo ministros de la República, pero no
guardó rencor a la pre nsa. Hacía mucho tiempo en efecto
q_u_e los su~criptores habían hecho la amalgama ;ntre la ilu~
6. Pierre Assouline, Albert Londres. Vie et mo rr d' 1111 grand re-
~ion de la información a distancia, la virtualidad de la nove-
poner, Balland, 1989. . • · taquí- a por entregas Y la excitación de los juegos de azar organi-
7 Dickens fue un verdadero novelista virtual, al pnnc1p1 0 .
z~dos por los grandes diarios, tómbolas, loterías concursos
grafo· Uudicial, parlamentario) pero tambi.é n dueno
- de b'semana nos
odado sm contar las not" · d 1 • ···
como Al/ the Year Rou11d (300.000 ejemplares). Se lo ha ia ap y los d icta~ ~ a Bolsa, las secciones astrológicas
"el novelista del camino". y réc;::; e~~:;tntecur:iientos dromológicos, rallies, carreras
res, pe estres, automovilísticos, aéreos, ma-
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,. · - En un oénero má grandio o, la prensa in- "li teratura de las grandes distancias" se agotó al mismo tiem-
numo c1c1I ta . o . . po ~ u~ las distancias geográficas, con el efecto de empeque-
.' nizará peligro a exped1c1ones a 1ugares re-
ternac1ona1 orga .
oco de abor a época apacibles. As1,, lo ñec1m1ento provocado por la aceleración de las técnicas de
motos, para, dar Un P , . transmisión y transporte.
ha tiado podran Jugar e uno centavos o unos
lectores mas . . , . , A los periodistas, Hugo le<, hablaba de "cosas vistas"·
· ( 1 prec 1·0 de u d1an o) al ex1to de aventura. tan 1111-
pemques e ., Cendrars, unas décadas más tarde, piensa en '•fotografía~
tica como ta conqui ta del Polo orte ( 1909) o la ascens1on verbales", y en 1928, en Les Annales, Mac Orlan anunciaba:
al Everest, 0 a la po ibilidade del explorador John Row- "Dentro de veinticinco años, todos los escritores reporteros
land Stanley, contratado por el New Yo rk He rald para e ncon- sabrán manejar una cámara". No es necesario ser un hombre
trar a Livingstone en Africa ( 187 1). de letras para manejar una cámara-estilográfica. Los novelis-
En uno u otro momento, todo 1os novelistas o escritore tas reporteros erán barridos rápidamente, luego lo periodis-
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célebre serán croni ta , críticos o corre pon ale de guerra. tas mismos se volcarán a la literatura ... El crítico literario del
La prensa ejercerá así un control ca i ab oluto obre la in- Petit Pa risien, Henri Béraud, amigo de Albert Londres, reci-
dustria del libro, tendrá ·' obre la arte , la letra , el pen a- bía el Goncourt en 1922. Más adelante fundaría, en la edito-
miento, una influencia que ningún príncipe, ningún magi tra- rial Al bin Michel. la colección " Grande Reportajes", insta-
cto, ningún mecena o censor e había atrevido a pretender lando al pe riodismo en las librerías.
hasta entonces", escribirá Loui Veuillot, quien afi rmaba que Este primer repliegue del e crito fue provocado por dos
la revista terminarían por matar al libro. No erán las revis-
acontecimientos esenciales. En el transcurso de los años
tas o los premios literario amañado los que lo matarán, y la veinte, la difusión de noticieros se había convertido en uno
de los componentes habituales del programa de los cines. Un
c_ine de actualidades que, de tod as formas, permanecía para-
8. Contrariamente a los anglosajones, los hombres de letras fran-
lizado debido a los largo plazos necesarios para el montaje
ceses del siglo xvm e mostraban ho tiles a la prensa tal como ésta
era, y manifestaban un profundo desprecio hacia lo buscadores de Y la presentación de sus filmes. Así, pues, esta pérdida de
noticias. Aun cuando, a su manera, un Voltaire era una especie de velocidad daba todavía ventajas a una prensa escrita que se-
celebridad mediática, estimaba que los verdaderos debates de pensa- guiría estando first with the news hasta que la TSH (telegra-
miento debían adoptar un ma rco menos fugaz. En el siglo XIX, es fía si_n ~ilos), reservada al principio para fines militares, se
Emile de Girardin quien reconciliará a los escritores y la gran pren- conv1rt1era, a su vez, en un medio masivo. En 1924, la ante-
sa: Chateaubriand, Planche, Constant, Hugo, Dumas, Sand, Maupas- na ubicada en la cima de la torre Eiffel era "desmilitarizada''
sant, Zola... , y aun, hacia los años veinte, los relatos de viajes a luga- Y un p~riodi ta, Maurice Privat, instalaba un pequeño estudio
res distantes de Gide, Siménon, Mac Orlan, Dorgeles ... Sin embargo, de r~d~o bajo el pilar norte. El primer DIARIO SONORO se di-
en 1883, Hachette había prohibido la venta de las obras de Maupas-
sant en las estaciones de tren, ¡con el pretexto de que ponían en peli- fundma el 3 de noviembre de 1925. Comenzaba cada día a
gro a los viajeros! las 18:00 y era seguido por un programa musical a las 21:00.
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Estos serían también los inicios de los avisos publicitari os y
las típicas de músicas arcaicas ligadas a nociones de distan-
hasta de las primeras formas de telecompra.
cia, timbre y ecos.
En tos Estados Unidos, cinco años antes, día por día,
Al acercarse la gran depresión de los años treinta, los in-
Westinghouse había abierto la primera estación _d e radio co-
gresos publicitarios de la prensa se derrumbaron bruscamen-
mercial oficialmente autorizada, la KDKA. El pn mer progra- te, en tanto los de la TSH no dejaban de aumentar. Los gran-
ma difundido fue político, y consistió en dar los resultados des diarios declararon entonces la guerra a la radio y las
de la elección presidencial Harding/Cox. De hecho, la peque- agenc ias de prensa decidieron dejar de vender infonnaciones
ña estación debía a la cortesía del Post de Pittsburgh los re- a las estaciones, que de allí en más d~bieron recogerlas por sí
sultados que comunicaba con celo y que, por otra parte, se mismas. Era conocer mal la potencia de liberación de las téc-
revelaron inexactos. La radiodifusión se mantendría durante nicas de comunicación. De hecho, luego de muchos sinsabo-
mucho tiempo como tributaria de las inversiones de los gran- res, las actualidades radiales no tardarían en afirmar su supre-
des diarios y de la poderosa infraestructura de las agencias macía con la ayuda de los trágicos acontecimientos que
internacionales. Sin embargo, a partir de 1924 la publicidad conmovieron a Europa. El 12 de marzo de 1938 se transmitió
radiofónica haría su aparición a escala nacional, y en 1925 por las ondas la primera emisión múltiple de la historia. Los
estaría en condiciones de realizarse la comunicac ión por corresponsale que la CBS había instalado en Roma, Berlín y
TSH de un lado al otro del contine nte. París, pudieron dar instantáneamente sus impresiones durante
Muy rápidamente, las estaciones habían escogido su polí- los veinte días de la crisis de Munich, y el carácter intensivo
tica: ya no se trataba de instruir o simplemente de informar, de la información escapó definitivamente a la prensa escrita.
sino de distraer, entretener, cautivar al mayor número de per-
sonas y, para ello, disponían de un recurso específico, un len-
guaje musical universal capaz de renovar e l efecto cinedra- La vieja fórm ula según la cual la información es prácti-
mático del escrito y sobre todo de la novela ... , hasta la camente la única mercancía que y a no vale nada al cabo de
llegada de ese famoso 23 de octubre de 1927 que debía seña- veinticuatro horas merece, por lo tanto, algunas reflexiones.
lar el ingreso del cine industrial estadounidense en una nue- Como hemos visto, en e l siglo XIX y a principios del xx, en
va era, con los inicios del filme sonoro y el triunfo de El plena fortuna de la prensa, se trata menos de "hacer informa-
cantor de jazz. Esta película contaba la aventura de un blan- ción" que de anticipársele, atraparla sobre la marcha, para fi-
co, hijo de un cantor religioso judío, que se maquillaba de nalmente venderla antes de que sea literalmente superada.
negro para actuar de jazz.man ... La ambigüedad del guión, la Los suscriptores compran menos noticias cotidianas que ins-
sustitución de papeles, etnias, culturas, la ausenc ia casi com- tantaneidad, ubicuidad; dicho de otra manera, su participa-
pleta de diálogos, anunciaban ya la poderosa logística musi- ción en la contemporaneidad universal, en el movimiento de
cal de los Estados Unidos, ese condicionamiento casi militar la futura Ciudad planetaria.
de la música y sus ritmos codificados que volvían a las esca- El poco escrupuloso Bunau Varilla, que había asumido la
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. - d I di·ario Le Mati11 en 1896, no se equivocaba con publicó antes, con la mención poco comprometedora de "de
direcc1 6n e .
--'"ecto acuerdo existente entre la l6g1ca mercan- nuestro corresponsal en Berlín , actualmente en Londres" ...
respecto a1 Pe ,1 , . º6 d., .
ti! y la velocidad de la transferencia _Y l_a transm1s1 n me 1at1- ¡ La duda sobre la lejanía del lugar de emisión se mantenía, y
' a rodeado el título de su d1ano con un doble penta- los suscriptores pagarían por ella!
cas. H a b1 . "M , ·
grama de línea telegráfica y ~scnto como_ e~ergd~: . ufs1ca
moderna de conocimiento rápido, para e l u111co ~ano ran-
cés que une con sus líneas especiales las cuatro primeras ca- "La prensa debía dar muestras de que era capaz de des-
pitales del mundo". Respetuoso .de la técn_ica: trataba a su truir un régimen e improvisar otro en plena revolución" , es-
personal, en cambio, con desprecio. Los pen od1stas y corres- cribe Charles Ledré con referencia a los acontecimientos pa-
ponsales de Le Matin eran asimilados a borro os e m~leados risinos de 1830. La historia muestra que desde su liberación
y debían mantenerse anónimos. Cuando Bunau Var~lla l~s técnica, los medios industriales nunca dejaron de destru ir re-
deje por fin finnar sus artículos, no será con sus apellidos si- gímenes o de traicionarlos después de haberlos improvisado.
no con el nombre de estaciones ferrov iarias. Ya encarnizadamente decididos, en el siglo xvm, a perder a
Otra anécdota relatada por Stéphane Lauzanne en Su Ma- la monarquía absoluta. traicionarán a la República en benefi-
jestad la Prensa (1925) muestra hasta qué punto la pote~cia cio del Directorio y al Directorio en provecho del Imperio.
de liberación de los medios le ganó de mano, desde e l siglo Gracias al juego recíproco de la prensa de o posición, sosten-
XIX al contenido de la información: " Un corres ponsal berli- drán, cuando puedan hacerlo, a la Restauración contra e l Im-
nés' del Times había cometido el grave error de saltar a un perio y luego a la República contra la monarquía ... hasta su
tren para llevarle a su redactor en jefe, en Lo nd res, una noti- encarnizamiento actual contra la democracia consultiva en
cia del más alto interés: los Estados Unidos, en Francia, en Japón ... Pueden encon-
"¡Publíquela esta noche en el Latest lntelligence, fec hán- trarse muchos motivos de orden econó mico para las manio-
dola en Berlín! bras de ese poder paracons titucional cuyos trusts estuvieron
"-¡No, imposible! a menudo, desde el siglo XIX, en manos de hombres políticos
"-¿Cómo imposible? estrechamente ligados a los m edios financieros y diplom áti-
" -Imposible, puesto q ue no es de la última hora ya que cos, desde Emile de Girardin hasta Loucheur, Pierre Laval,
no son más q ue las cuatro de la tarde, y porque no viene de Hennessy, R obert H ersant... Las ambiciones políticas de los
Berlín ya que usted está aqu í. Si no, agregó el célebre Dela- medios no datan de ayer.
ne, vuelva a tomar enseguida el tren de Berlín y te legrafíeme E n el siglo XIX, la gran prensa ya anhelab a que sus sus-
su artículo desde allá. ¡Pero jamás voy a dar como un despa- criptores pasaran de lectores a electores. Algunos, como
cho proveniente de Berlín un artículo que vie ne de Lon- He nry Debergue , proponían incluso suprimir la clase política
dres!". La dificultad técnica fue fi nalmente salvada. El artí- haciendo de las elecciones un j uego de azar e instituyendo
culo no apareció en The Latest lntelligence sino q ue se una especie de tómbola electoral, en la que los diputados se
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elegirían por , orteo entre lo .i°:ple c iudada nos como los
atn buye a los directores de las cadenas un poder discrecional
jurado de la audiencia en lo ~nmmal, y los resultad_os s~ pu-
que niega a los d mgentes de un gobierno electo. Más aún,
blicarían en Jo diario del mt mo modo que las cot1 zac1ones sobreentiende que sólo la censura gubernamental es intolera-
de la Bolsa. ble, y que la ejercida por los directores de las cadenas es per-
Con referencia a Elie Jo eph Bois, hombre corrupto muy fectamente legítima y. lo hemos visto, legal...
vinculado al Quai d' Or ay.* que debía dirigir durante casi Pero. si volvemos simplemente a ese torbellino de la infor-
treinta año Le Petit Pa risie11 (un milló n Y medio de eje m- mac ión donde todo cambia, se intercambia, se abre, se de-
plares por día), Loui e Wei podrá hablar de l " formidable rrumba, se hunde, se ahonda. se levanta, se expande y final -
potencial e lectoral de u diario, que lo pone al abrigo de toda mente se pierde al cabo de veinticuatro horas, y a partir de
acusación". A ouline observa que en la misma época un pá- ahora muc ho menos -en el instante mismo, podría decirse, en
rrafo o una columna dedicado por un periodista a una inter- que surge en tiempo real, las veinticuatro horas del día...-, se
venc ión en lo estrados de la cámara le conferían a aquélla hace entonces claramente evidente que la duración es una
una especie de legitimidad que de otra manera no podría ha- enemiga tan natural de los medios como el agua del incendio:
ber obtenido. ¡si de ve ras pudiera existir una prensa conservadora, sería,
Con respecto a e as redacciones consideradas como las de de el punto de vi ta informacional, una pura aberración !
antecámaras del Parlame1110 y mucho a ntes de que, a u vez, Como la velocidad garantiza el secreto y por lo tanto el
la televisión proporcionara su lote de diputados y senadores, valor de toda información, liberar la potencia de los medios
vue lve sin ce ar la idea de una legitimidad i11forma cional no e entonces aniquilar únicamente la duración de la infor-
con un poder distinto al de la legitimidad democrática, una mación, las de la imagen y su recorrido, sino, con ellas, todo
usurpación de hecho, siempre presente. lo que dura y persiste. Lo que los medios masivos atacan en
Así, en pleno conflicto del golfo Pé rsico, Franc;oise Gi- las otras in titucione (democracia, justicia, ciencia, artes,
roud constataba en Le Nouvel Observateur: "El Primer Mi- religiones, moral, cultura ... ) no son éstas en sí mismas sino
nistro ha puesto en guardia públicame nte a quienes sientan la el instinto de conservación que las funda. Lo que aún les
tentación de explotar la fibra se ntimental (con refere ncia a queda de civilizaciones donde todo era una preparación ma-
los rehenes de Saddam Husse in), pero no tiene ningún medio terial y espiritual dirigida contra la desaparición y la muerte,
de coerción, y es una suerte. Entre dos males nu nca hay que donde comunicar era sobrev ivir, permanecer.
escoger la censura. Corresponde a los responsables de las ca- En 1915, al principio de la Primera Guerra Mundial, Karl
denas dar muestras de juicio". Razonamiento manifiesto, que Kraus, el "periodi ta desertor", denunc iaba " la abominable
amalgama de cierta vida afectiva y de un objeto habitual, la
prensa, aceptada sin recelos por los pueblos con su fraseolo-
gía nociva" :
• Sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, en Pa-
"Las almas son torpedeadas. Y entre corresponsalías de
rís (n. del t.).
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ouerra, se aborda la batalla contra la censura, la K" erra con-
;ª el servic io obligato rio, la ca111pa1ia contra e l empréstito. flava<,! F:n cuanto a Hollywood y la UFA , se beneficiaban en-
Es decir: pe riodi. tas, comerciantes y pacifi tas ha n hablado tonces con la ayuda fi nanciera de la induc;tria pesada y de los
durante toda u vida como oldado . Que e atengan a ello, tranc;portes. ¿También hay que pensar. como el emperador
entonce . i hablan como tales. Los soldados, s in embargo, Carlos r de Austria-Hungría inmediatamente después del pri-
deberían habl ar de otra manera, no como periodistas que ha- mer conflicto mundial, que "si a los dia rios les gustan los
blan co mo oldados, ino como oldado . No hay d uda, em- hermosos crímenes, Les gustan todavía más Las hermosas
p ero, de que esta separación ya no p uede realizarse."9 guerras, y que sin la prensa la matan.,a de 1914 no s e habría
acido de la guerra c ivile o internacio nales y de la lo- producido"? ¿O como Bísmarck, que acusaba a los diarios de
estar en el origen de por lo menos tres guerras y añadía: "To-
gí tica de lo ejército , el moderno complejo informacional
do país termina algún día siendo responsabilizado por los vi-
conserva de ella , olapadamente, los atributos ho micidas.
drios rotos por su prensa"? Todavía podemos comprobarlo en
"¿Hay una relació n íntima entre la invenció n simultánea de la
el Líbano, en la India. en Rusia... en Yugoslavia. A tal punto,
pólvora de cañó n y la de la tinta de imprenta?", preguntaba
que la Comisión Europea. apoyada especialmente por la
Karl Kraus, una vez más. Puede agregarse, al azar, que existe UNESCO, decidió en 1993 mitigar la peligrosidad de los dife-
esa relación entre la ametralladora y la cámara, la nitrocelulo- rentes medios armando un barco-radio, el Droit de parole
sa y la pelíc ula, el radar y el vídeo ... pero también entre los [Derecho a La palabra]. que dispone de un transmisor de cin-
trucos de La ilustración gráfica y fotográfica, luego cinemato- cuenta kilovatios con un alcance de alrededor de doscientos
gráfica y televisiva e n la actualidad, y el antiguo camuflaj e kilómetros. Con base a la altura de la costa dálmata. en aguas
militar que e ocupaba de ocultar a la vista de los observado- internacionales. Ueva a bordo un equi po de siete periodistas
re armamento , convoye , movimientos de tropas, para final- profesionale serbios. croatas, eslovenos y bosnios que tienen
mente dejar perplejo al adversario, que ya no sabía dónde em- por mi ió n aportar a los habitantes de la ex federació n una in-
pezaba y dónde terminaba la realidad. No es por lo tanto una formación pluralista, lo más objetiva posible. El Droit de pa-
casualidad que L 'Excelsio r, el primer gran diario francés que ro/e transmite la veinticuatro horas del día y alterna noticias,
supo utilizar sistemáticamente las fotografías de actualidad en debates. programa musicales. Sus promotores esperan con
primera plana, fuera financiado por Bazil Zaharoff, e l célebre ello alejar el odio y contrarrestar la propaganda belicista de
traficante de armas que había hecho fortuna en 1914... Duran- lo diferente medios, empleando con fines pacíficos la "reci-
te ese mismo conflicto, Alemania, que veía flaquear su es- procidad de acció n", la capacidad mutua para orientarse, del
fuerzo bélico , ¡compró bajo cuerda una parte de los órgan~s acontecimiento y los medios masivos. 10
de prensa franceses y hasta intentó apropiarse de la agencia