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¿Cómo Pueden Activarse Los Virus?
¿Cómo Pueden Activarse Los Virus?
Diversos agentes físico-químicos (temperatura, luz ultravioleta, pH, medio iónico y solventes
lipídicos) pueden actuar sobre los constituyentes del virión produciendo su inactivación. El
conocimiento de la sensibilidad o resistencia de los virus a estos agentes es importante para:
1) determinar sus formas de transmisión, 2)emplear métodos de inactivación viral adecuada
para materiales contaminados que necesitan desinfección, 3) efectuar el tratamiento correcto
del agua potable, etc. 4) conocer la viabilidad de muestras clínicas para diagnostico virologico.
5) conservar adecuadamente las vacunas virales, en especial aquellas a virus vivo y atenuado.
7.1.1 Temperatura
La mayoría de los virus son lábiles al calor. Es suficiente una Hora a 55-60° C para inactivar la
mayoría de los virus por desnaturalización de las proteinas de la cápside. Constituyen
excepciones a esta regla el virus hepatitis B, los adenoasociados y Viroides, que resisten esa
temperatura.
Como regla general, la vida media de la mayoria de los viriones libres puede ser medida en
segundos a 60° C, en minutos a 37° C, en horas a 4° C, en dias a -20° C, en meses a -70° C y en
años a -196° C.
La esterilización por calor seco en estufa (1% hora a 180 C) o por calor húmedo en autoclave
(20 a 30 minutos a 120° C y a 1 1/2 atmósferas de presión por encima de la presión
atmosférica) destruye todos los virus, incluyendo a los más resistentes como el de hepatitis B.
Por esta razón, la estufa o el autoclave son instrumentos usados para esterilización de diversos
materiales de uso médico.
La temperatura ambiente inactiva muchos virus, aunque el tiempo requerido depende de las
caracteristicas de la familia. El virus hepatitis B y los poxvirus (viruela) pueden conservar su
infectividad a temperatura ambiente durante meses, lo que facilita la transmisión por medio
de fomites, aun en ausencia de contacto directo con el enfermo. Por el contrario, los
ortomixovius (influenza), los paramixovirus (sarampión, sincicial respiratorio, etc.) o los
herpesvirus se inactivan rápidamente en pocas horas a temperatura ambiente. En estos casos,
se requiere un contacto directo con el enfermo o fomites contaminados para lograr su efectiva
transmisión a un nuevo hospedador.
En relación al diagnóstico virológico, la conservación adecuada de las muestras provenientes
de pacientes para el aislamiento viral es fundamental. Estas muestras deben ser conservadas a
4° C enviadas rápidamente al laboratorio en hielo granizado o con enfriadores de uso
doméstico. Es importante evitar la congelación ya que muchos virus, en especial aquellos con
envoltura como el virus sincicial respiratorio, o citomegalovirus son muy sensibles a la
congelación y descongelación.
Los virus se conservan mejor en medios isotónicos y a pH fisiologico, aunque algunos pueden
soportar un amplio rango de pH y fuerzas iónicas. Por ejemplo, los enterovirus resisten el pH
ácido del estómago y por esa razón puede penetrar por via digestiva en aquellos casos en que
es imprescindible preservar la infectividad, como por ejemplo en la preparación de vacunas a
virus vivo y atenuado, se adicionan sales de MgCl, ya que aumentan la resistencia de los virus a
la inactivación térmica.
7.1.3 Radiaciones
Asimismo, puede usarse luz ultravioleta para desinfectar áreas de trabajo en el laboratorio
(flujos laminares, mesadas, etc). La fuente emisora es un tubo germmicida y la radiación
emitida actúa formando dimeros entre las cadenas adyacentes de pirimidinas. Dado que la luz
ultravioleta posee escaso nivel de penetración, sólo puede emplearse en la desinfección de
áreas que reciban directamente la luz emitida.
Las radiaciones ionizantes (Cobalto 60) se utilizan para esterilizar materiales plásticos de uso
médico (sondas, catéteres. Jeringas, etc) o de laboratorio (botellas, tubos y policubetas para
cultivos celulares). En la actualidad, la mayor parte del material descartable se esteriliza por
este método.
Las vacunas a virus inactivados están constituidas por suspensiones de virus en las que se
inactiva la infectividad pero se conserva la antigenicidad. El formaldehido es un inactivante
clásico y fue usado por Jonas Salk para preparar la primera vacuna antipoliomielítica. EI
formaldehido reacciona con los grupos amino de las proteinas y con los ácidos nucleicos. Otros
inactivantes utilizados para vacunas son la luz ultravioleta y la betapropiolactona.