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Que Debo Saber Sobre El Derecho A La Salud
Que Debo Saber Sobre El Derecho A La Salud
La concepción popular de la salud ha estado marcada por una noción de funcionalidad cuya
característica principal es la de señalar a la enfermedad como un estado opuesto (Gutiérrez,
1985). Sin embargo, la salud y la enfermedad hacen parte de un proceso dinámico en el que
interactúan una serie de factores determinantes provenientes del contexto en el que se
desenvuelve el individuo, así como sus comportamientos particulares (Lalonde, 1996; Grau
Abalo J., 2016a; Blum, 1971).
Los factores asociados con el contexto se han denominado determinantes sociales de la salud 1,
definidos como “las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y
envejecen, incluido el sistema de salud” (OMS, s.f), que a su vez son el resultado del ejercicio
político y las decisiones económicas a nivel global y local; y se consideran como elementos
determinantes en el establecimiento de inequidades sanitarias tanto como en la aparición de
enfermedades.
Este enfoque hace parte de la formulación de políticas en salud en Colombia y reconoce como
determinantes sociales aquellos referidos particularmente al contexto sociopolítico, a las
condiciones socioeconómicas y a los comportamientos de los individuos, así como el sistema de
salud; cuya afectación mediante el establecimiento de prácticas políticas particulares y la
búsqueda de equidad en salud, tiene el potencial de modificar las condiciones de vulnerabilidad
de la población y por ende fortalecer el capital social (Frenz, 2005).
1
En la política nacional, se entiende por Determinantes Sociales de Salud aquellos factores
que determinan la aparición de la enfermedad, tales como los sociales, económicos, culturales,
nutricionales, ambientales, ocupacionales, habitacionales, de educación y de acceso a los
servicios públicos, los cuales serán financiados con recursos diferentes a los destinados al
cubrimiento de los servicios y tecnologías de salud (Ley 1751, 2015, art. 9, parágrafo).
Fuente: MSPS, 2013, p.80.
Los comportamientos que hacen parte del estilo de vida son modificables y pueden afectar de
forma positiva o negativa la salud, de manera que pueden constituirse en factores de riesgo o
factores protectores en el proceso salud-enfermedad (Grau Abalo, 2003; Ryff y Singer, 1998).
Así pues, un factor de riesgo puede entenderse como “cualquier rasgo, característica o
exposición de un individuo que aumente su probabilidad de sufrir una enfermedad o lesión”
(OMS, en web)2; mientras que los factores protectores son como la otra cara de una moneda, y
se entienden como aquellos hábitos o comportamientos que disminuyen la posibilidad de un
padecimiento y propenden por la calidad de vida (Grau Abalo, 2003).
2
Ver http://www.who.int/topics/risk_factors/es/
3
La carta de Otawa indica “La promoción de la salud consiste en proporcionar a los pueblos los
medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma. Para
alcanzar un estado adecuado de bienestar físico, mental y social un individuo o grupo debe ser
capaz de identificar y realizar sus aspiraciones, de satisfacer sus necesidades y de cambiar o
adaptarse al medio ambiente. La salud se percibe pues, no como el objetivo, sino como la
fuente de riqueza de la vida cotidiana. Se trata por tanto de un concepto positivo que acentúa
los recursos sociales y personales así como las aptitudes físicas. Por consiguiente, dado que el
concepto de salud como bienestar transciende la idea de formas de vida sanas, la promoción
de la salud no concierne exclusivamente al sector sanitario” (Disponible en:
http://www.fmed.uba.ar/depto/toxico1/carta.pdf).
acciones educativas, persuasivas y motivacionales, orientadas a favorecer la ejecución de
comportamientos saludables, las cuales pueden realizarse desde dos áreas: (a) actividades
sociopolíticas para la defensa de la salud-ambiente, orientada a la mejora de las condiciones de
vida; y (b) educación en estilo de vida, asociada con la modificación del comportamiento de los
individuos (Oblitas, 2003).
Con base en lo anterior, es importante tener en cuenta que en Colombia, el derecho fundamental
a la salud es uno de los derechos que más protección tiene, pero igualmente, es uno de los que
más se vulnera. Con la Constitución Política de 1991 esta protección se hace más notoria, ya
que trae los principios de universalidad, eficiencia y solidaridad. El artículo 48, al referirse a la
seguridad social, la describe como
Con posterioridad, al pronunciarse sobre el derecho a la salud, la Constitución establece que “la
atención de la salud y el saneamiento ambiental son servicios públicos a cargo del Estado”
(Const., 1991, art. 49), de manera que debe garantizarse a todas las personas el acceso a los
servicios de promoción, protección y recuperación de la salud. Corresponde al Estado organizar,
dirigir y reglamentar la prestación de servicios de salud a los habitantes y de saneamiento
ambiental, conforme a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad. También
establecer las políticas para la prestación de servicios de salud por entidades privadas, y ejercer
su vigilancia y control.
Son fundamentales aquellos derechos respecto de los cuales existe consenso sobre su
naturaleza fundamental y todo derecho constitucional que funcionalmente esté dirigido a
lograr la dignidad humana y sea traducible en un derecho subjetivo. (Corte
Constitucional, T-760, 2008)
Esta posición jurisprudencial con relación a la protección del derecho a la salud se concretó
normativamente con la expedición de la Ley Estatutaria de Salud, Ley 1751 de 2015, cuyo
control previo de constitucionalidad se ejerció a través de la Sentencia C-313 de 2014. Así las
cosas, tanto en el artículo 1 como en el 2, se dispone que la salud es un derecho fundamental
autónomo e irrenunciable y que comprende –entre otros elementos– el acceso a los servicios de
salud de manera oportuna, eficaz y con calidad, con el fin de alcanzar su preservación,
mejoramiento y promoción4.
4
Ver Sentencia T-121 de 2015
La Ley estatutaria 1751 de 2015 reconoce expresamente la salud como un derecho fundamental
autónomo, de manera que a nadie puede negársele el acceso al servicio de salud, el cual debe
ser oportuno, eficaz y de calidad.
Es importante tener en cuenta con la diferente normatividad, que en Colombia, frente al tema de
salud, se ha establecido que la salud no es solamente la prestación de un servicio para la
atención de una enfermedad, sino que es un derecho que tiene la ciudadanía. En este contexto,
es importante resaltar los principios de la Ley 1751 de 2015: