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La Unganga

De Unganga, Bakisi y AntepasadosConceptualmente el Nkisi (Nkisi pl. Bakisi) es un espíritu de la


naturaleza, una “fuerza numen” con personalidad propia, perenne e indestructible, que se creó a partir
de la relación de Nzambi Mpungo,“uivanga naveka”, el que se hizo a sí mismo, con los reinos de la
naturaleza “ekulungundo biawonsono” todo lo existente en el caso de los Bakisi Banene (grandes
bakisi) o que dicha capacidad de trasformación fue otorgada por esté como son el caso de los Bakisi
Nsi. Se cree que todo en la Naturaleza Visible está dotado de “espíritu” un tipo de “energía vibrante”
que le otorga a cada elemento existente una personalidad singular dotada de cualidades mágicas (la
parte invisible) y curativas (la parte visible) y de propósitos objetivos cuando intervienen en el ámbito
cotidiano y subjetivos cuando su propósito o finalidad es mágica y que tiene como fin último servir de
conexión al Muntu (ser humano) con todos los elementos de la Vida Participada. El Nganga Nkisi
(sacerdote del nkisi) no está en capacidad de crear un Nkisi, aunque sí que puede acceder a él y
manipular su “vibración” por intermedio de los antepasados para sus fines rituales.

Los Bakisi se expresan en una “vibración sinérgica” entre el elemento visible y su análogo invisible y
como

resultado de esa simbiosis mística nace y actúa la magia Mayombe. Todas las cosas de la Naturaleza
Visible se entrelazan en una interconexión incesante emanada del centro cósmico que es Nzambi
Mpungo y esta propiedad intrínseca de los elementos los convierte en poseedores de poder, Mpungo.
Término este ultimo que define la cualidad, función o

propósito de todos los elementos visibles con sus análogos invisibles. Los Bakisi intervienen por
nosotros ante Nzambi Mpungo, divinidad suprema del Mayombe. A ellos se les convoca por intermedio
de losBakulo (antepasado) mediante ritos y ofrendas con el único fin de aplacarlos o influenciarlo con
el ánimo de conseguir su benevolencia, para solucionar nuestras dificultades cotidianas, ya sean del
orden individual o colectivo. El culto Mayombe basa su dogma en esos dos

pilares fundamentalmente, los Bakisi y los Bakulo.

De Unganga, Bakisi y AntepasadosEl bakongo está convencido de que todas las esferas de su vida
están influenciadas por esas energía emparentada con los Bakisi y que las situaciones adversas o
favorables de cualquier índole que se nos presentan cotidianamente son consecuencia directa de la
intervención de esos “espíritus”. Quienes nos proporcionan bienestar y confort cuando estamos en
sintonía con sus “vibraciones benéficas” o nos causan desgracias y males cuando lo estamos con sus
“vibraciones maléficas”.

Las Bakisi por intermedio de los Bakulo nos castigan con calamidades y desordenes en nuestra vida si
trasgredimos algún tabú, ley tradicional o nos descuidamos en su atención. El rito de ofrendas
propiciatorias restaura la armonía con el espíritu y nos devuelve los favores perdidos del Nkisi causante
del desorden, igualmente hace al Bakulo susceptible de entendernos y mediar por nuestras carencias y
aspiraciones.

Todo lo existentes en la “Naturaleza Visible” es susceptible de poseer o ser habitado por uno o varios
espíritus.

Existen tres tipos de Bakisi que sustentan y animan todas las cosas de la Naturaleza Visible. Para darles
un orden digamos que, el primer tipo son los ya mencionados los Bakisi Banene (grandes espíritus) que
se expresan en piedras, montañas, arboles, fenómenos atmosféricos y telúricos etc., energías en estado
puro emparentados con Nzambi Mpungo,

luego están los Bakisi Bakulo, que son el alma de los antepasados, léase seres humanos
exclusivamente, que son los principales intermediarios entre el Nganga Nkisi y los Bakisi Banene del
primer tipo. Un último tipo son los Bakisi Nsi (espíritus de animales) estos son de origen animal, peces,
insectos, reptiles y mamíferos, son su alma y una vez que han muerto pueden ser atrapadas,
manipuladas y fundamentadas por el Nganga Nkisi por su condición de “vibraciones sinérgica” y
poseer además Mpungo, cualidades y propósitos útiles para realizar los hechizos y rituales.

Los Bakisi del primer tipo pueden habitar en un árbol, una piedra, el mar, los ríos, en la lluvia, el rayo u
otros fenómenos atmosféricos o también en un determinado entorno como pueden ser pequeños
bosques, riachuelos o lugares con

especial “poder”, su espectro irradia todo el entorno de su hábitat, dándole al lugar un carácter sagrado
y mágico, el cual mediante el rito adecuado puede ser “tratado” para hacerlo propicio a nosotros y
como consecuencia obtener amparo y protección de la entidad espiritual que lo habita o mediante el
ruego hacer que los Bakisi intervenga para solucionarnos problemas. Era el caso de los innumerables
bosques sagrados del antiguo Manikongo, alguno de los cuales aún hoy existen,

donde el Nganga Nkisi (sacerdote) que “trata” a los espíritus que allí habitan, intercede por nosotros
para propiciar, la tan necesaria lluvia, garantizar una abundante cosecha, rogar para llevar un embarazo
a buen término, curar enfermedades de diversa índoles, u otros problemas más terrenales.

De Unganga, Bakisi y Antepasados

Fueron estos Bakisi los que dieron origen en Cuba a las unganga, prendas, fundamentos, calderos o
simplemente nganga. Estos receptáculos mágicos del Mayombe cubano son una reminiscencia de estos
bosques sagrados africanos. La imposibilidad de ejercer el culto abiertamente obligo al africano a
sintetizar el entorno donde habita el Nkisi en un espacio reducido y que tenía la ventaja de poderse
trasportar, esconder o guardar con facilidad de curioso y sobre todo de la policía que castigaba a
quienes ejercían este tipo de prácticas religiosos en tiempos de la colonia. De aquí que se aprecie como
en las zonas rurales los africanos pudieron conservar la tradición de consagrar árboles, lagunas y otros
entornos naturales a sus Bakisi para realizar sus ritos directamente en ellos y el fenómeno de la
creación de la “prenda” en su forma de caldero ya sea de barro, hierro u otro material como lo
conocemos actualmente fue más tardío, cuando esté habito surgido en los centros urbanos se había
generalizado por toda la isla.

El “fundamento” de Mayombe es un micromundo, la representación resumida del entorno mágico


propicio al Nkisi Banene que va a vibrar en ella, que lo convierte en una “centro de poder” desde donde
el espíritu actúa y donde en Tata Nkisi (sacerdote o dueño de un Nkisi. Literalmente, padre del Nkisi)
sintoniza esta energía para realizar sus ritos y hechizos con igual eficacia que si lo hiciera en el entorno
verdadero. Porque el poder de la “prenda” no merma en relación a su tamaño o al grado de mimetismo.
Esto se debe fundamentalmente a que cumple con dos de las principales Leyes de la Magia Mayombe.
El Principio de Semejanza, el cual nos dice que “lo semejante produce efectos semejantes, porque todo
lo que es semejante o parecido tiene influencia reciproca” este principio que se aplica en todas las
culturas animistas del mundo,

es considerado el más importante y el que resumen mas acertadamente el significado de sus ritos y
“objetos de poder”. Y el Principio de Atracción por el cual una energía femenina debe fundamentarse
con elementos masculinos y viceversa de forma que se atraigan entre sí, porque de lo contrario se
repelan. La hembra atrae al macho así como la tierra (femenina) atrae a la semilla (masculina).

Podemos concluir entonces afirmando que la unganga tiene que estar vinculada a un Nkisi Banene,
quien es el portador y ejecutor de su Mpungo y por consiguiente sus componentes no son más que un
compendio de elementos que existen en el entorno natural donde este habita. Arboles, minerales,
animales que son afines a su “poder mágico” y desde donde el Nganga Nkisi va a manipular su “fuerza
mística” para conseguir sus propósitos. También la componen los Bakisi Nsi que completan la
personalidad del Bakisi Banene transfiriéndole aquellas cualidades de las que carece y de las cuales el
Nganga Nkisi va a hacer usos para sus fines mágicos.

Extracto del libro inédito de Tata Kansi Kiese Dioses y Espíritus: El mayombe cubano y sus orígenes
africanos.

El corazón de la unganga I

[...] me voy a detener esta vez, por haber escrito ya sobre eso, en el significado de lo que es unganga,
fundamento, prenda, quindembo, caldero o tareco. Voy directo al meollo del asunto, al “corazón” de
ese receptáculo mágico del
Mayombe y que [...]

El corazón de la unganga (final)

El esclavo en Cuba intento la materialización de un “centro de poder”, que le sirviera para animar la
unganga, y a su vez fuera un vinculo visible para hacer las ofrendas y sacrificios a su espiritualidad, y
atraer para su auxilio a sus ancestros. Así que en un principio, inmediatamente después de su
cautiverio, lo que existió y antes que nada, fue el espíritu, ellos aclamaban, imploraban, rogaban a su
espiritualidad. Sus invocaciones a la naturaleza, se convirtieron en ritos necesarios para obtener ventaja
sobre sus captores y en el caso de los cimarrones sus perseguidores, los rancheadores.[… que me
convierta en maja para escapar sigilosamente sin ser visto. Dame ojos de búho para huir en la noche
oscura. Dame la dureza de la jicotea para que el látigo no me haga daño…] imagino así sus plegarias a
la Madre Naturaleza, era tan vil e infrahumana su situación de desamparo, que se aferraría a todo
aquello que de una u otra forma le fuera útil. Lachatanere relata que caían en trance [… algunos negros,
caían en transe para poder soportar la tortura del cepo y el látigo. Y más de uno, “montado con lo suyo”
se rebeló contra el mayoral, y como no podía morir, porque “era el mismo Nsasi” quien estaba allí
incorporado, se burlaba así del castigo…] y nos dice Cabrera que: […hasta se

trasportaban a su tierra, Kongo dia ntotila, gracias al poder que le confería la posesión de sus “ancestros
africanos”...] De entre estos esclavos, solo unos pocos eran conocedores de las técnicas secretas de la
magia, sabiduría reservadas para los cultos iniciáticos, o sociedades secretas, y fueron ellos los que con
un afán irrenunciable

de superar toda dificultad, y aferrados a sus antepasados, consiguieron perpetuar su cultura en la isla,
hasta nuestros días de una forma autóctona y singular.

El corazón de la unganga se dota de “poder”, que es la fuerza sobrenatural, que hace de ella una deidad
asimilada de

la propia selva. Este procedimiento se inicia con la escogencia de los elementos análogos al poder que
el Nganga quiere dominar. Pero lo importante no son los materiales, sino que estos tengan su
espiritualidad, ¡¡¡de que sirve tener un pájaro carpintero en la unganga, una lechuza, un palo de
vencedor, un caracol, o hasta un grano de arena o tierra, si no tiene espiritualidad!!!. El “corazón de la
unganga” va de eso, de la espiritualidad de la naturaleza y su relación

intrínseca con el Nganga. Es el motor que anima y desde donde vibra toda la fuerza numen de la
unganga. Y básicamente es un híbrido único para cada Nganga, quien celoso de su secreto, no lo revela,
ni lo reproduce nunca más de forma idéntica, es su “tratado”, su mayor secreto. El Nganga es
conocedor de que una fuerza superior puede anular “su tareco”. Y de que le sería muy fácil a su
enemigo, destruirle “sus cosas” si es conocedor de la composición de ellas. Antiguamente en el
mayombe cubano montar una unganga era una cosa seria, ninguna Tata Nganga se lo

tomaba a la ligera, y hasta hubo grandes Tata en Cuba que no “parieron prendas” eso era cosa de
mucho secreto.

En la religión Kongo y por tanto en el mayombe afrocubano, el individuo es conocedor de una norma,
si alguien conoce tu “pacto totémico”, es decir el animal por el que tú vibras, puede usar a una especie
depredadora de ese animal, para anular tu fuerza y dominarte. Igual se diría en Cuba si alguien conoce
el nombre verdadero de tu Muerto lo puede atraes, robar o anular. Al igual que si conoce que le gusta, o
quien era en vida. De aquí que los mayomberos sean recelosos de hablar de “sus cosas”.

En Cuba donde el Muerto de la unganga ocupa un lugar central en el mayombe, también forma parte
fundamental de ese híbrido, ya que en última instancia es a él a quien se le dota de las propiedades y
cualidades de los elementos que conforman el “corazón de la unganga” es el Nfumbe quien puede volar
de noche, transformándose en lechuza o poseer poderosas garras de halcón para atrapar a un enemigo, o
ser duro como el jiqui, agarrar como la kimbanza, ver como la tiñosa, olfatear el rastro como el perro o
simplemente matar con el veneno de piñón.

“fondo canasta principio primero” rezaun refrán del mayombe afrocubano, lo que nos viene a decir que
es en el fondo de la unganga donde se concentra el poder de la misma y su mayor secreto. Allí sobre el
diagrama sagrado que representa al Nkisi se deposita su “corazón” en forma de envoltorio de paja de
maíz o de hojas de plátano y telas rojas, banca, negra y amarilla, (los colores por separado o mezclados,
eran en dependencia del Nkisi que habitaría la unganga) atado con hilo de algodón, cuerda de majagua
y encerado. En algunas casas lo hacían de kimbanza (Dactyloctenium aegyptium). No falta el ñame del
sacu-sacu porque “amarra el nfumbe a la unganga”. Dentro el “misterio” la espiritualidad materializada
del Nkisi y el Nfumbe así como los rastros del Nganga. Desde ese momento el Nganga Nkisi y el
nfumbe com

esos elementos, minerales, vegetales y animales, trabajas, hechiza y actúa en el mundo visible e
invisible. Alguno de estos elementos se convierten en tabú para el Nganga quien tiene que abstenerse
de cortarlos, tocarlos o comerlo, porque destruye su “personalidad mágica” concepto Kongo que nos
remite a los poderes trasformadores y vibratorios que hacen al Nganga Nkisi poderoso.

Este “misterio” se alimenta, por primera y una única vez, con la sangre del animal totémico de forma
que se anime “cobre vida” y selle el pacto del Nganga con la energía del Nkisi, el nfumbe en este caso
actúa como mediador, como si de un

ancestro se tratase. Una vez sellado el pacto es indisoluble y no se podrá ni cambiar, ni modificar sin
riesgo de grandes inconvenientes, que pueden ser mortales para el Nganga. Tres principios importantes
se aplican a este “corazón”. El de analogía, el de semejanza y el de simpatía, en su conjunto estas leyes
fundamentales de la magia animista, son las que le dan significado y utilidad al “corazón de la
unganga”.

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