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2 EL LEGADO ROMANO

La presencia de Roma en la Península Ibérica se prolongó desde finales del si glo llac. hasta
principios del siglo V d.c. Durante este tiempo, la Peninsula co noció un intenso proceso
de romanización

2.1. Los pueblos prerromanos


Desde los inicios del siglo V a.C., la Península Ibérica se dividía en dos zonas
culturales diferentes. En las costas este y sur se situaban los iberos, que estaban
influidos por el contacto con las colonizaciones púnica y griega, y presentaban
características comunes, aunque nunca constituyeron una unidad étnica o politi ca. El resto de
la Península estaba habitado por los celtas, diferentes entre ellos, pero con rasgos
culturales comunes aportados por las migraciones indoeuropeas.
Los pueblos iberos (turdetanos, bastetanos, edetanos, layetanos, etc.) pre sentaban
una economía agrícola basada en los cereales, la vid y el olivo, pero también
cultivaban plantas para uso textil (lino y esparto). Los iberos del sur explotaban de forma
intensiva las minas y desarrollaron una importante meta lurgia, en la que
destacan la fabricación de armas (falcata ibérica) y la orfebre ría. Otras
actividades artesanales eran la elaboración de cerámica y de tejidos, y gracias al
comercio comenzaron a acuñar moneda propia. Algunos de los pue blos iberos
desarrollaron la escritura. Habitaban en poblados amurallados, si tuados en
zonas de fácil defensa, y su organización social se basaba en la tribu. Existía
una cierta jerarquia social en relación al poder económico y militar, con la
presencia de una aristocracia guerrera.
La Dama de Baza, escultura ibera del siglo IV aC En la escultura ibérica aparecen unas fiquras femeninas,
de gran tamaño y he chas de piedra, que iban ataviadas según la moda de las damas de la sociedad
ibérica. Su finalidad pudo ser funeraria o religiosa.

Describe las características de la escultu ra. ¿Qué función tenían los utensilios
de positados a los pies de la dama?
Los diferentes grupos de pueblos celtas (vacceos, lusitanos, carpetanos, cel
tiberos, etc.) habitaban las tierras de la Meseta y de la costa atlántica peninsu lar, y
tenían una economia rudimentaria y autosuficiente, con un comercio muy
escaso. Los habitantes de los llanos desarrollaron una agricultura basada en el cultivo
de los cereales, mientras que los pobladores del Sistema Central e Ibérico eran
fundamentalmente ganaderos. Elaboraban cerámica y tejidos y eran
expertos metalurgicos, sobre todo en la producción de objetos de hierro y de
bronce. Se asentaban en poblados (castros) situados en zonas elevadas, y
compuestos de casas circulares distribuidas de manera desordenada. Su
organi zación social era de tipo tribal, hablaban un idioma indoeuropeo y no
conocían la escritura

IBEROS Y CELTAS
2.2. La conquista romana
Mar Cantábrico

GALAICOS 5
ASTURES
VASCONES
CANTABROS

ILERGETEST
AIRENOSOS
CELTIBEROS
VACCEOS
GERGESTANOS LAY INDIGETES
ILERCAVONES
E
LAYETANOS
La conquista romana de la Península Ibérica se realizó en di versas etapas,
interrumpidas por periodos de inactividad bélica. La primera etapa (218-197
a.C.) se produjo dentro del esce nario general de la segunda guerra púnica
entre Roma y Carta go. Los romanos, con el fin de impedir el paso hacia
Italia de Aníbal, jefe del ejército cartagines, enviaron a la Península dos
ejércitos que desembarcaron en Emporion el año 218 a.C. Du rante doce años
lucharon contra los cartagineses y sus aliados hispanos y, hacia el año 197 a.C.,
lograron expulsar a los carta gineses y dominar la costa mediterránea y el
sur peninsular.
LUSITANOS
VETTONES
EDETANOS
CARPETANOS
BALEARICOS
ORETANOS
CONTESTANOS
a neo
TURDETANOS
BASTETANOS
La segunda etapa (197-133 a.C.) comportó la conquista de la Meseta, que se
caracterizó por la feroz resistencia que opu sieron los pueblos indigenas,
sobre todo lusitanos y celti ros. Finalizadas estas guerras, que se desarrollaron sobre
todo
Mar
OLCL
area ibérica area celta indoeuropea)
LA CONQUISTA ROMANA DE LA PENINSULA
LAS PROVINCIAS ROMANAS DE HISPANIA (SIGLO IV)
Mar Cantábrico
Narbo
Brigantium
CANTABROS
218 a.C.
Mar Cantábrico
Gigia Lucus B
Pompaelo Legio. Amaya Asturice Pallantial Brigaefumy 1Cluna n
mpapel Osca avaTARRACONEN
29-19 a.C.
Numancia
Emponon
Palantie Septimanca
CELTIBEROS 133 a.d.
Tude
Osca
Jo Emporion Gerunda
Herda
GALLAR
Bracara
Ilerda
195 a.cl
Tarraco
Barcino
Tarraco
123 a.c
Brigaetum
a lsaraugustas
Septimanca Bilbilis (Portus Cale Salmantica Segontia
Placentia Conimbriga e Caesarobrigar Toletum Valentia
139..C
Tolatum
COSITANOS
Pollentia Mago
152 ac
Norbal
Saguntum
CARTHAGINEN
209 a.C.
193 as
"iterráneo
Emerita
Olisipo Salacia =
2 Saetabis
BALEARICA
Cortlubab

BAETICA
Corduba
206 a.c
Perráneo
Castulo
Cartago Nova M
Italica

Cartago Nova
Hispalis
Onoba Gades
Anticaria Urd Malaca
Man
Mediter
mar
territorios conquistados hasta
el ano 197 a.C. territorios conquistados hasta el ano 154 a.C. territorios
conquistados hasta el año 29 a.C. territorios conquistados hasta el año 19 a.C.
dirección de las campanas romanas mas importantes campanas de Viriato
Tarraco capital de provincia
principales vías romanas vias menos importantes rutas maritimas
ICL
©LCL
entre los años 154 y 133 a.C., únicamente restaron fuera del poder romano
las tierras del norte. La última etapa tuvo lugar a finales del siglo I (29-19
a.C.), ya en época del emperador Augusto, cuando fueron sometidas
las belicosas tri bus de cántabros y astures, con lo que se dio por
finalizada la conquista de la Peninsula.
• Observa el mapa de la izquierda y expli
ca las etapas de la conquista romana de Hispania. ¿En qué zonas encontraron mayor
resistencia los romanos? ¿Por
qué?

• Observa el mapa de la derecha e identi


fica las provincias en que los romanos dividieron Hispania y sus respectivas ca
pitales.
2.3. La romanización de Hispania
La conquista y pacificación del territorio supuso la explotación de las
tie rras, la implantación de las formas de organización social romanas
y la difu sión de su religión, cultura y costumbres. A todo este largo
proceso se le cono ce como romanización. Tras finalizar la conquista de
Hispania, Augusto la dividió en tres provincias: la Baetica con capital en
Córdoba, la Tarraconensis con capital en Tarraco, y la Lusitania con
capital en Emerita Augusta. Más adelante se crearon nuevas provincias: la
Carthaginensis, la Gallaecia y la Balearica. Al frente de estas provincias
se hallaba un gobernador del que de pendían una serie de funcionarios
encargados de las cuestiones administrativas, jurídicas, militares y fiscales.
• Explica el itinerario de las dos principales
calzadas romanas en Hispania. ¿Qué
nombre recibían?

• ¿Cuáles eran los principales puertos ma


rítimos?
PARA SABER MAS
Roma impuso en Hispania sus estructuras económicas: la formación de la
tifundios, la propiedad privada de la tierra, la utilización de mano de obra
es clava, la ciudad como centro de producción y de intercambio de
mercancías y el uso de la moneda. Igualmente, se asentó una
estructura social basada en la formación de clases según su riqueza:
una reducida aristocracia (senadores y caballeros) que poseía cargos,
tierras y fortunas, una burguesía acomodada de negociantes y propietarios
de villas agrícolas y un numeroso grupo de trabaja dores libres
(campesinos y artesanos). Asimismo, se generalizó el trabajo de los
esclavos, que estaban privados de todo derecho.

La actividad agrícola y ganadera continuó siendo la base económica


de los hispanos, aunque se introdujeron nuevas técnicas, como el
barbecho, el regadío y la utilización de animales de tiro. Los cultivos
esenciales fueron, en secano, los cereales, la vid y el olivo: y en regadío,
los frutales y las hortalizas. Respecto a la ganadería, los rebaños de ovejas
continuaron dominando las tierras de la Meseta. La artesanía y el
comercio tuvieron un intenso desarrollo en las ciu dades, donde se
generalizó el sistema monetario romano. Buena parte de la pro ducción
artesanal se exportaba a Roma, y destacaban por su calidad las armas
de Calatayud y Toledo, los panos finos de Játiva y los salazones de la
Bética.
La rebelión de los lusitanos y el ase dio de la ciudad celtibérica de
Numan cia fueron dos relevantes episodios de la resistencia a la
conquista romana de los pueblos indígenas.
Un caudillo lusitano, llamado Viriato, se rebeló contra el poder de Roma e
inició una guerra de guerrillas para desgastar al enemigo. En el año 139 a.C.
fue asesina do por sus propios oficiales, que habían pactado la rendición
a cambio de tierras y privilegios.

Para someter Numancia, en el 134 a.C., el ejército romano rodeó la


ciudad con sie te campamentos para cortar el contacto con el exterior.
Tras resistir ocho meses, la ciudad se rindió agotada por el hambre y
las dificultades.
LAS RIQUEZAS DE HISPANIA
Con la romanización, las ciudades aumentaron y se convi tro administrativo, juridico, politico y
económico de la His
tas ciudades aumentaron y se convirtieron en el cen
dico, politico y económico de la Hispania romana. Estas
jo las reglas del urbanismo romano y se llenaron de edifica Tones (foros, acueductos,
templos, circos, anfiteatros...) que constituyen uno de los legados mas importantes del pasado
romano. Las urbes esta
por un Consejo (Curia). elegido por los ciudadanos entre la oligarquía lo cal. Una excelente red
de calzadas las comunicaba entre sí y con el resto del imperio. Cabe destacar la Via Augusta,
que recorria todo el levante peninsular y atravesaba los Pirineos para llegar a Roma. y la Via de la
Plata, que unia Emerita
Augusta (Merida) con Asturica Augusta (Astorga).
Inmediatamente después (de Italia), y exceptuando las fabulosas regiones de la
India, he de hablar de Hispania, al menos de las regiones costeras, es (Hispania), en verdad,
pobre en parte, pero donde es fer til, da abundancia de cereales, aceite, vino, caballos y
metales de todo tipo, igual que la Galia, pero Hispania le gana por el es parto de sus
regiones desérticas, por la be lleza de sus colorantes, por su espíritu por el trabajo, por sus
esclavos robustos, por la resistencia de sus hombres y por su cora zón vehemente.
PLINIO EL VIEJO: Historia natural, siglo I.
La presencia romana también introdujo nuevos elementos culturales: una lengua común, el
latin, la religion romana y, más tarde, la cristiana y el dere cho romano, que acabaron
cohesionando dentro del Imperio a los habitantes de Hispania, sobre todo cuando a partir del
siglo III d. C. se concedió la ciudada nia romana a todos los habitantes del Imperio. Esta
integración se muestra en el hecho de que Hispania fue cuna de intelectuales como
Séneca, Quintiliano y Marcial, y de emperadores como Trajano, Adriano y
Teodosio.

2.4. Crisis y caída del Imperio


A partir del siglo III, el fin de las conquistas y la concesión del derecho de
ciudadanía al conjunto de los habitantes del Imperio produjeron una disminu ción
considerable de los ingresos fiscales del Estado y un encarecimiento pro gresivo
de la mano de obra esclava, cada vez menos rentable. En consecuencia, el
sistema económico mediante el cual el Imperio había conseguido grandes ri
quezas empezó a entrar en crisis. Paralelamente, las fronteras comenzaron a
verse presionadas por los pueblos bárbaros que habitaban al otro lado del li
mes. Para hacer frente a esta situación, los emperadores tendieron a gobernar
de forma dictatorial y los complots para acceder al poder se sucedieron. En
muchas provincias, las autoridades locales acabaron asumiendo el poder y con
trolando a los ejércitos mercenarios a su mando.
Se exporta de Turdetania (al sur de His pania) mucho trigo y aceite. No sólo en
cantidad sino también muy bueno. Tam bién se exporta cera, miel, pez (...). Los
barcos se fabrican allí de madera indígena. Además hay en Turdetania sal fósil y no
pocos ríos salados. Además se hace no po ca salazón de pescado. Antes ha venido de
Turdetania, también, mucha tela para ves tidos, pero hoy (viene sólo) lana (...). Esta
lana es de hermosura insuperable.
ESTRABÓN: Geografía, III, siglo I.

I
. ¿Cuáles eran las principales riquezas de
la Hispania romana?

Las provincias de Hispania, como el resto del Imperio, padecieron los efec tos de
esta situación. En el campo, los esclavos empezaron a ser sustituidos por
colonos, muchos de los cuales eran pequeños propietarios que, para hacer
frente a la situación de crisis e inseguridad, se vieron obligados a entregar su
tierra a un propietario más poderoso y a seguir trabajándola a cambio de una
parte de la cosecha. De este modo se había dado el primer paso hacia la servi tud,
uno de los fundamentos básicos del feudalismo medieval. La artesanía
también experimentó un importante freno, las ciudades comenzaron a
despo blarse y el Imperio, a ruralizarse. Los enfrentamientos por la defensa de
las fronteras imperiales (guerras con los germánicos, los sármatas, los persas,
etc.) provocaron un colapso del comercio que mantenía Hispania con el resto del
mundo romano.

El aislamiento de Hispania se acentuó, a partir del año 260, por la devasta dora
invasión de la Península por bandas de francos y alamanes. Los saqueos y las
revueltas campesinas subsiguientes hundieron definitivamente la econo mía y la
vida urbana. A partir de ese momento, Hispania ya no se recupero y, en el
marco de una economía empobrecida y ruralizada, las provincias hispáni cas
volvieron a un régimen de autosuficiencia, a la práctica del trueque y a la casi
desaparición de la economía monetaria.

En el siglo V, el último emperador fue depuesto por los pueblos bárbaros


que ocuparon Roma (476). El Imperio romano y toda su estructura se hundieron
definitivamente y se impuso un clima de inseguridad en todo Occidente.
La construcción de la muralla romana de Lugo se inició en la segunda mitad del siglo III, para
protegerse de las amenazas de los pueblos bárbaros. Tiene una longitud de 2117 m, y la anchura
de sus muros es de 4,20 m, alcan zando los 7 m en algunos tramos.

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