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Proyecto de Conservacion Qoricancha Shirley
Proyecto de Conservacion Qoricancha Shirley
Presentado por:
CAHUANA SILVA,SHIRLEY
PRESENTACION
De los innumerables monumentos que encierra el Cusco -la Ciudad Milenaria de los Incas- ninguno
ha despertado tanto interés como el TEMPLO DEL SOL o KORICANCHA, el principal Santuario
Incaico, cuya magnitud y trazado, hoy tratamos de desentrañar. Este monumental templo fue
destruido y saqueado por los conquistadores españoles. En su lugar, los padres de la Orden de los
Predicadores, decidieron construir la actual Iglesia y Convento de Santo Domingo.
Los enigmas a descifrar son muchos, a pesar de tantos estudios realizados con posterioridad a los
informes recogidos por los cronistas. Pensamos que esto obedece a que casi todos los intentos de
explicación real de los misterios que encierra el Templo del Sol, fueron más trabajos de carácter
literario que de una sistemática investigación arqueológica.
De su antiguo esplendor, sólo se conservan algunos ambientes interiores absorbidos por el actual
Convento Cristiano de Santo Domingo, y un muro exterior de suave curvatura asociado a dos
fuentes que corresponden a las épocas Killke e Inca, una obra de perfecta ingeniería, que nos
permite imaginar cómo era esa construcción sagrada que tanto impresionó a los cronistas.
Sus muros internos, encajados y moldeados con precisión milimétrica, sorprenden aún más cuando
se sabe que durante el Imperio Incaico no estaban desnudos, sino que todas las paredes del templo,
según refirió el cronista Garcilaso de la Vega a finales del siglo XVI, “estaban cubiertas de arriba
a abajo de planchas y tablones de oro”.
Y añade Garcilaso que “en el testero, que llamamos altar mayor, tenían puesta la figura del sol,
hecha de una plancha de oro, el doble más grueso que las otras planchas que cubrían las paredes.
La figura estaba hecha con su rostro en redondo, y con sus rayos y llamas de fuego, todo de una
pieza, ni más ni menos que la pintan los pintores. Era tan grande que tomaba todo el testero del
templo de pared a pared”.
Contaba también con un jardín artificial, en el que todo: árboles, setos, flores, pájaros, ollas,
cántaros, tinajas, una fuente, figuras de hombres, mujeres y niños estaban hechos de oro. En el patio
había asimismo un “maizal” cuyas plantas todas eran de plata y las mazorcas de oro. El campo
cubría una extensión de una hectárea y media de maíz de oro. De donde con mucha razón y
propiedad llamaron al Templo del Sol y a toda la casa KORICANCHA, que quiere decir barrio de
oro.
INTRODUCCION
La arquitectura puede ser considerada como una forma del discurso social y
en ciertos casos, constituye una representación simbólica de una ideología social específica;
comunicando la forma de concebir su espacio y cosmos, que tienen las sociedades.
Desde esta perspectiva, la arquitectura y urbanismos en los andes, desde su inicios compone una
micro-representación de la formas de pensar del hombre andino y su arquitectura no es más que un
reflejo miniaturizado de la forma de concebir su cosmos, donde se expresa poder, prestigios,
opresión, creencias, miedos, intereses, etc. La arquitectura Inca, es un claro ejemplo de ello, las
formas se fusionan, para llevar a cabo un objetivo, perpetuar el sistema ideológico y contribuir a la
armonía del cosmos.
ANALISIS ARQUITECTONICO
Durante el gobierno del Inca Pachacuteq, noveno gobernador del imperio y considerado como el
gran transformador del impero –es más-, fue él quien termina de formalizar el gran imperio del
Tahuantinsuyo.
En este período se reforma el santuario, en el año de 1438, y fue suntuosamente decorado, con oro,
por eso la denominación de Qoricancha que en quechua significa: “barrio de oro” o “palacio de oro”
Cuando sucede la conquista en 1532, las tierras y edificios son repartidos entre los vencedores, y la
tierra donde se encontraba el templo fue dada a Juan Pizarro, el hermano del conquistador Francisco
Pizarro. Él, a su vez se lo regala a la orden de los Dominicos que en 1534, forman el primer
convento Dominico en el Perú
El frontis del edificio era el típico muro incaico, con piedras ciclópeas y, según los relatos, solía
tener una banda continua de oro puro de unos 10 centímetros aproximadamente que estaba a 3
metros sobre el suelo; este oro se llevó a España como trofeo de la conquista.
Según Gasparini y Margolles, esta cenefa de oro se usaba para simular el corte entre la piedra del
muro del adobe que conformaba la pared superior. El muro llegó a tener más de 60 metros de largo
y era parte de un sistema de andenes que bajaban hasta el rio. Las piedras decrecen en tamaño hacia
arriba, es decir, las piedras más grandes están abajo para mantener la estructura.
El techo era de madera y cubierta con paja cortada finamente, ichu. Como se solía hacer al
momento de la evangelización sabemos que era un templo pues se construyó el convento encima.
Esto era muy típico en el proceso evangelizador porque así el templo mantenía su estatus sagrado.
Dada la perfección de los muros, especialmente por los terremotos que azotan el país, estos se
mantuvieron como cimiento pero fueron cubiertas con yeso y pintadas, nuevamente, por motivos de
evangelización.
En ellos se pintaron imágenes católicas para así poder tapar cualquier rasgo pagano. Estas se
descubren después de un fuerte terremoto en 1950 pues el yeso se cuarteo y se cayó. Originalmente
se conocía este templo como Inti Kancha, templo del sol. Fue uno de los más venerados y
respetados templos de la capital. También se le conocía como “el recinto de oro”, era un lugar
sagrado donde se veneraba al dios INTI, el sol. Aquí solo se podía entrar en ayunas, descalzos y con
una carga en la espalda como señal de humildad, según el sacerdote mayor Huíllac-Uma.
Es interesante como aún se mantienen estas tradiciones en el Perú. En muchas ocasiones religiosas,
como la procesión del señor de los milagros o la fiesta de la candelaria o el corpus Christie es muy
común ir descalzo o cargar algo en la espalda pues muestra el respeto y la humildad que se tiene al
ser venerado
UBICACIÓN
El Qoricancha se levantó sobre una terraza de origen pluvial, en la explanada que separaba los ríos
Tullumayo y Huatanay, en la actualidad las avenidas de Tullumayo y del Sol. Los meandros de los
dos ríos, condicionaron a los arquitectos incas a modificar el medio ambiente natural mediante un
sistema de bellas andenerías artificiales, configurando la parte inferior del felino andino (puma)
representado en todo el urbanismo de la Ciudad.
El Qoricancha ocupaba la parte de la cola del puma y la cabeza Saqsaywaman. A este sector bajo se
le denominaba barrio de PUMAC-CHUPAN (en español “cola del puma”) y culminaba la ciudad en
la unión que forma un delta donde convergen exactamente las aguas de los dos ríos.
ARQUITECTURA
Plano de la iglesia de Santo Domingo (en oscuro) sobre el que se muestra (en rojo) los muros incas
del antiguo Qoricancha. En amarillo el espacio que ocuparían los recintos incas, algunos de ellos
destruidos completamente. Abajo a la derecha, reconstrucción hipotética del Qoricancha de los
Incas.
COMPARACION DE PLANOS
Dentro del cerco, se hicieron varios recintos rectangulares, que delimitaban por lo menos un patio
central. La mampostería es de excelente calidad.
Las estructuras incaicas del muro perimétrico se conservan en parte en el lado occidental, donde
está el muro curvado, parte de uno de los andenes, tres fragmentos en el sur, gran parte en el lado
oriental y fragmentos de cimentación al norte. Estos cuatro muros delimitaban un espacio
trapezoidal con un ángulo occidental curvado. Dentro de este perímetro se conservan muros de
cuatro recintos, reconstruidos en parte.
Este Templo estuvo constituido de cuatro recintos o capillas además del más importante dedicado al
Sol, contaba con sendos jardines (de oro), una gran Cancha (cercado o patio), donde existía una
fuente de piedra octogonal (monolita) de uso ceremonial. Además había otras fuentes nutridas por
cuatro canales provenientes de Ahuacpinta o Mutcapu¨quio. La residencia de los sacerdotes estaban
incorporadas, tenían además unos andenes hacía la parte occidental llegando al río Huatanay.
Estaba en un sitio cuadrado con un cerco de piedra, tenía cuatro puertas, las mismas que
daban a cuatro calles principales (Murúa); mientras Garcilaso de la Vega dice que sólo tenía
una sola puerta que miraba al Norte y otras secundarias de servicio, existían cinco recintos
independientes alrededor del patio aunque Cobo llegó a ver tan solo cuatro principales que
eran capillas. Las paredes en el interior estaban cubiertas de planchas de oro así como las
puertas.
Accediendo por la puerta principal que estaba en la pared frontal del templo se ingresaba a
una especie de patio pequeño, donde informa Cobo, que ponían la imagen del sol de día
hecha de oro con rostro humano y tenía engastado en ella muchas piedras preciosas, de
noche lo llevaban a su capilla que estaba orientada al Norte y que se encontraba
completamente recubierta del metal precioso, en este mismo recinto por debajo de la figura
del sol sentados en sillas de oro estaban los cuerpos embalsamados de los gobernantes, el
que estaba de frente al sol era la momia de Huayna Cápac.
Los demás recintos estaban dedicados en primer lugar a la Luna considerada Mujer del Sol,
al Arco Iris, al Trueno, al Relámpago, al Rayo, a las Pléyades, al lucero Venus, igualmente
había recintos dedicados al sumo sacerdote (Willaq Humu) y para las mamaconas que
estaban al cuidado del dios Sol manteniendo el fuego encendido día y noche y decían ser
mujeres del sol
Lo más destacado en este lugar sacro es la calidad con la que pulieron la piedra, obteniendo
muros de gran grosor y un magnífico acabado, donde las juntas entre las piedras son tan
perfectas que es imposible que ingrese una tarjeta de visita.