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Familia

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Para otros usos de este término, véase Familia (desambiguación).

Escultura de Henry Moore con el título Familia. Barclay School, Stevenage, Hertfordshire,
Gran Bretaña.

La familia, según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es el elemento


natural, universal y fundamental de la sociedad, y tiene derecho a la protección de la
sociedad y del Estado.1 Los lazos principales que definen una familia son de dos tipos:
vínculos de afinidad derivados del establecimiento de un vínculo reconocido socialmente,
como el matrimonio2 —que, en algunas sociedades, sólo permite la unión entre dos
personas mientras que en otras es posible la poligamia—, y vínculos de consanguinidad,
como la filiación entre padres e hijos o los lazos que se establecen entre los hermanos que
descienden de un mismo padre. También puede diferenciarse la familia según el grado de
parentesco entre sus miembros.

No hay consenso sobre la definición de la familia. Jurídicamente está definida por algunas
leyes, y esta definición suele darse en función de lo que cada ley establece como
matrimonio. La familia nuclear moderna no es el único modelo de familia como tal, sino
que se encuentra legitimada como modelo hegemónico de lo que se impone culturalmente
como normal. Las formas de vida familiar son muy diversas, dependiendo de factores
sociales, culturales, económicos y afectivos. La familia, como cualquier institución social,
tiende a adaptarse al contexto de una sociedad. Esto explica, por ejemplo, el alto número de
familias extensas en las sociedades tradicionales, el aumento de familias monoparentales en
las sociedades industrializadas y el reconocimiento legal de las familias homoparentales en
aquellas sociedades cuya legislación ha reconocido el matrimonio homosexual.

Índice
 1 Tipos de familias
 2 Etimología
 3 Origen y concepción
 4 Historia de la familia en Occidente
o 4.1 Rol de las mujeres
o 4.2 Tamaño de la familia
o 4.3 Impacto de las separaciones conyugales
o 4.4 Reconocimiento legal del matrimonio homosexual
 5 Véase también
 6 Referencias y notas
 7 Bibliografía
 8 Enlaces externos

Tipos de familias
Las familias están clasificadas en los siguientes tipos:

 Familia nuclear, formada por la madre, el padre y su descendencia.


 Familia extensa, formada por parientes cuyas relaciones no son únicamente entre
padres e hijos. Una familia extensa puede incluir abuelos, tíos, primos y otros
parientes consanguíneos o afines.
 Familia monoparental, en la que el hijo o hijos vive(n) solo con uno de sus padres.
 Familia homoparental, en la que el hijo o hijos vive(n) con una pareja homosexual.
 Familia hermanastral, es la que esta conformada por dos hermanos que se casan.
 Familia ensamblada, en la que está compuesta por agregados de dos o más familias
(ejemplo: madre sola con sus hijos se junta con padre viudo con sus hijos), y otros
tipos de familias, aquellas conformadas únicamente por hermanos, por amigos
(donde el sentido de la palabra "familia" no tiene que ver con un parentesco de
consanguinidad, sino sobre todo con sentimientos como la convivencia, la
solidaridad y otros), etc, quienes viven juntos en el mismo lugar

por un tiempo considerable.

En muchas sociedades, principalmente en Estados Unidos y Europa occidental, también se


presentan familias unidas por lazos puramente afectivos, más que sanguíneos o legales.
Entre este tipo de unidades familiares se encuentran las familias encabezadas por miembros
que mantienen relaciones conyugales estables no matrimoniales, con o sin hijos. El Día
Internacional de la Familia se celebra el 15 de mayo.3 La familia es considerada la base de
la sociedad.

Según la doctora Leticia Fiorini:4

En la actualidad asistimos a una especie de deconstrucción de la familia nuclear. En las


sociedades globalizadas, posindustriales, postmodernas pareciera que se diversifican las
formas de organización familiar. Por supuesto que esto coexiste, en el marco del
multiculturalismo, con organizaciones sociales donde impera la familia nuclear y la ley del
padre. El contexto muestra un despliegue de variantes antes difíciles de concebir. Las
transformaciones de las familias actuales, la caída del pater familias, la deconstrucción de
la maternidad, así como el auge de las nuevas técnicas reproductivas, al poner en cuestión
que la unión hombre-mujer sea un elemento esencial para la procreación, desafían el
concepto de parentalidad tradicional.

Etimología
El término familia procede del latín famīlia, "grupo de siervos y esclavos patrimonio del
jefe de la gens", a su vez derivado de famŭlus, "siervo, esclavo", que a su vez deriva del
osco famel. El término abrió su campo semántico para incluir también a la esposa e hijos
del pater familias, a quien legalmente pertenecían, hasta que acabó reemplazando a gens.
Tradicionalmente se ha vinculado la palabra famŭlus, y sus términos asociados, a la raíz
fames («hambre»), de forma que la voz se refiere, al conjunto de personas que se alimentan
juntas en la misma casa y a los que un pater familias tiene la obligación de alimentar.
[cita  requerida]

Origen y concepción
La familia supone por un lado una alianza, el matrimonio, y por el otro una filiación, los
hijos.5

Según expone Claude Lévi-Strauss, la familia tiene su origen en el establecimiento de una


alianza entre dos o más grupos de descendencia a través del enlace matrimonial entre dos
de sus miembros. La familia está constituida por los parientes, es decir, aquellas personas
que por cuestiones de consanguinidad, afinidad, adopción u otras razones diversas, hayan
sido acogidas como miembros de esa colectividad.

Las familias suelen estar constituidas por unos pocos miembros que suelen compartir la
misma residencia. Dependiendo de la naturaleza de las relaciones de parentesco entre sus
miembros, una familia puede ser catalogada como familia nuclear o familia extensa. El
nacimiento de una familia generalmente ocurre como resultado de la fractura de una
anterior o de la unión de miembros procedentes de dos o más familias por medio del
establecimiento de alianzas matrimoniales o por otro tipo de acuerdos sancionados por la
costumbre o por la ley (como el caso de las sociedades de convivencia en México).
La integración de los miembros de la familia, como en el caso de los grupos de parentesco
más amplios como los linajes, se realiza a través de mecanismos de reproducción sexual o
de reclutamiento de nuevos miembros. Si se considerara que la familia debe reproducirse
biológicamente, no podrían conceptualizarse como «familias» aquellos grupos donde Ego 6
o su consorte (o ambos) están incapacitados de reproducirse biológicamente.

En estos casos, la función reproductiva se traslada a los mecanismos de reclutamiento


socialmente aceptables —como la adopción—. El reclutamiento de nuevos miembros de
una familia garantiza su trascendencia en eizadora de la familia en Occidente se ha
debilitado conforme se fortalecen las instituciones especializadas en la educación de los
niños más pequeños. Esto ha sido motivado, entre otras cosas, por la necesidad de
incorporación de ambos progenitores en el campo laboral, lo que lleva en algunas ocasiones
a delegar esta función en espacios como las guarderías, el sistema de educación preescolar
y, finalmente, en la escuela. Sin embargo, este fenómeno no se observa en todas las
sociedades; existen aquellas donde la familia sigue siendo el núcleo formativo por
excelencia.

Por otra parte, la mera consanguinidad no garantiza el establecimiento automático de los


lazos solidarios con los que se suele caracterizar a las familias. Si los lazos familiares
fueran equivalentes a los lazos consanguíneos, un niño adoptado nunca podría establecer
una relación cordial con sus padres adoptivos, puesto que sus "instintos familiares" le
llevarían a rechazarlos y a buscar la protección de los padres biológicos. Los lazos
familiares, por tanto, son resultado de un proceso de interacción entre una persona y su
familia (lo que quiera que cada sociedad haya definido por familia: familia nuclear o
extensa; familia monoparental o adoptiva, etc.). En este proceso se diluye un fenómeno
puramente biológico: es también y, sobre todo, una construcción cultural, en la medida en
que cada sociedad define de acuerdo con sus necesidades y su visión del mundo lo que
constituye una «familia».

Historia de la familia en Occidente

Árbol genealógico de los dioses olímpicos. En azul, los que siempre se consideran
olímpicos, en verde los variables, y en negro, los demás personajes.

Antropólogos y sociólogos han desarrollado diferentes teorías sobre la evolución de las


estructuras familiares y sus funciones. Según éstas, en las sociedades más primitivas
existían dos o tres núcleos familiares, a menudo unidos por vínculos de parentesco, que se
desplazaban juntos parte del año pero que se dispersaban en las estaciones con escasez de
alimentos. La familia era una unidad económica: los hombres cazaban mientras que las
mujeres recogían y preparaban los alimentos y cuidaban de los niños. En este tipo de
sociedad era normal el infanticidio (muerte dada violentamente a un niño de corta edad) y
la expulsión del núcleo familiar de los enfermos que no podían trabajar.

Después de la Reforma protestante en el siglo XVI, el carácter religioso de los lazos


familiares fue sustituido en parte por el carácter civil. La mayor parte de los países
occidentales actuales reconocen la relación de familia fundamentalmente en el ámbito del
derecho civil, y no es sino hasta el siglo XVIII que incorporan el concepto de infancia
actual:7 8

Desde una perspectiva biológica, niñez y adultez son distintas. Sin embargo, estas
diferencias estarán socialmente dadas por las concepciones que existan respecto de ellos,
por los desafíos que se les planteen, por las tareas que se espera que cumplan o por los
comportamientos que se supone deben tener, entre otros aspectos. Además, estas
concepciones tendrán diferencias, muchas veces sustantivas, de sociedad en sociedad, en
determinados momentos históricos y según sea el grupo cultural. (...) Desde “ritos de
pasaje” que hacen explícito, a través de un acto social, el paso de una etapa a otra, sin
embargo, su caracterización y exigencias tampoco son homogéneas. En la cultura
occidental, la niñez como construcción cultural sólo surge alrededor del siglo XVIII,
consolidándose posteriormente.

UNESCO: Participación de las familias en la educación infantil latinoamericana

Estos cambios se producen en el contexto de la Revolución industrial. Por un lado, las


nuevas tecnologías hacen posible el trabajo de niños y jóvenes y, por otro, los cambios en la
esperanza de vida hacen que los menores adquieran un mayor valor en términos de
protección a los adultos mayores. De esta forma la familia, que era entendida como una
sociedad que aseguraba la supervivencia de sus miembros y no como un espacio de afecto,
comienza a tomar el concepto actual, principalmente por la acción de educadores cristianos:

(...) La familia entendida como espacio de cuidado de los niños y niñas, de preocupación
por su bienestar, y el infante como un ser distinto del adulto, con características propias.
Como señala Ochoa, en cada año en París eran amamantados por sus madres. Otros mil
recién nacidos, los niños de las familias privilegiadas, eran amamantados por nodrizas fuera
de París. Muchos morían ante lo que hoy consideraríamos indiferencia de los padres,
quienes frecuentemente ignoraban el paradero de sus hijos.

UNESCO: Participación de las familias en la educación infantil latinoamericana

Por su parte, otros autores contemporáneos sostienen que el esquema de familia


predominante en las sociedades industrializadas tiene también una base utilitaria, al
permitir la transmisión de capitales económicos, simbólicos y sociales. Según estos autores,
la familia que se tiende a considerar como "natural" es un constructo de invención reciente
y que puede desaparecer en forma más o menos rápida. El fenómeno subyacente en este
razonamiento es que las palabras no sólo hablan de la "realidad" sino que le otorgan
significado y, por tanto, el definir algo como "normal" es un proceso no neutral que
fomenta lo que se define como tal:9 10

Lo que distingue a nuestras sociedades industrializadas de las sociedades exóticas [es] el


hecho de que nuestros grupos sociales se reclutan menos sobre la base del parentesco que
sobre las clases de edad, la clase social, la afinidad amical, el lugar de trabajo, el ejercicio
del ocio, etcétera", apunta por ejemplo la etnóloga francesa, Martine Segalen. (...) Segalen
afirma que el grupo doméstico antiguo, del cual no existe un único tipo sino varios, "es tan
inestable como la célula conyugal contemporánea". Y que, en este sentido, "nuestra
sociedad no ha inventado ni la movilidad geográfica ni la inestabilidad de los matrimonios
sometidos". (...) Para esta autora, la estructura familiar predominante en las sociedades
industriales es una figura "efímera" y "transitoria" entre los modelos clásicos y los que
están apareciendo actualmente.

Revista Teína: Detrás de la palabra "familia".

Una hipótesis similar había sido realizada por Engels, quien sostuvo que lo que la sociedad
llama "civilización" es un proceso centrado en la organización de las familias, la que
evolucionó desde los primitivos gens hasta la forma moderna como manera de acumular
riquezas, pero no por parte de la sociedad sino en forma individual. En su concepto, el
fenómeno obedece a la lucha de clases, genera injusticias y es insostenible:11

La disolución de la sociedad se yergue amenazadora ante nosotros, como el término de una


carrera histórica cuya única meta es la riqueza, porque semejante carrera encierra los
elementos de su propia ruina. La democracia en la administración, la fraternidad en la
sociedad, la igualdad de derechos y la instrucción general, inaugurarán la próxima etapa
superior de la sociedad, para la cual laboran constantemente la experiencia, la razón y la
ciencia. "Será un renacimiento de la libertad, la igualdad y la fraternidad de las antiguas
gens, pero bajo una forma superior".

F. Engels: El origen de la familia, la propiedad privada y el estado.

Los estudios históricos muestran que la estructura familiar ha sufrido pocos cambios a
causa de la emigración a las ciudades y de la industrialización. El núcleo familiar era la
unidad más común en la época preindustrial y aún sigue siendo la unidad básica de
organización social en la mayor parte de las sociedades industrializadas modernas. Sin
embargo, la familia moderna ha variado ,con respecto a su forma más tradicional, en cuanto
a funciones, composición, ciclo de vida y rol de los padres. El Instituto de Política Familiar
(IPF) expresa en su informe Evolución de la familia en Europa (2006) que:

Las crisis y dificultades sociales, económicas y demográficas de las últimas décadas han
hecho redescubrir que la familia representa un valiosísimo potencial para el
amortiguamiento de los efectos dramáticos de problemas como el paro, las enfermedades,
la vivienda, las drogodependencias o la marginalidad. La familia es considerada hoy como
el primer núcleo de solidaridad dentro de la sociedad, siendo mucho más que una unidad
jurídica, social y económica. La familia es, ante todo, una comunidad de amor y de
solidaridad.
12

Otras funciones que antes desempeñaba la familia rural, tales como el trabajo, la educación,
la formación religiosa, las actividades de recreo y la socialización de los hijos, en la familia
occidental moderna son realizadas, en gran parte, por instituciones especializadas. El
trabajo se realiza normalmente fuera del grupo familiar y sus miembros suelen trabajar en
ocupaciones diferentes lejos del hogar. La educación, por lo general, la proporcionan el
Estado o grupos privados. Finalmente, la familia todavía es la responsable de la
socialización de los hijos, aunque en esta actividad los amigos y los medios de
comunicación han asumido un papel muy importante.

Rol de las mujeres

Véase también: Rol de género.

Algunos de estos cambios están relacionados con la modificación actual del rol de la mujer.
En las sociedades más desarrolladas la mujer ya puede ingresar (o reingresar después de
haber tenido hijos) en el mercado laboral en cualquier etapa de la vida familiar, por lo que
se enfrenta a unas expectativas mayores de satisfacción personal respecto de hacerlo sólo a
través del matrimonio y de la familia.

Tamaño de la familia

En el siglo XX ha disminuido en Occidente el número de familias numerosas. Este cambio


está particularmente asociado a una mayor movilidad residencial y a una menor
responsabilidad económica de los hijos para con los padres mayores,también se debe a que
ya se están realizando grupos de planeacion familiar para evitar tener hijos no deseados, al
irse consolidando los subsidios de trabajo y otros beneficios por parte del Estado que
permiten mejorar el nivel de vida de los jubilados.

En los años 1970 el prototipo familiar evolucionó en parte hacia unas estructuras
modificadas que englobaban a las familias monoparentales, familias del padre o madre
casado en segundas nupcias y familias sin hijos. En el pasado, las familias monoparentales
eran a menudo consecuencia del fallecimiento de uno de los padres; actualmente, la mayor
parte de las familias monoparentales son consecuencia de un divorcio, aunque muchas
están formadas por mujeres solteras con hijos. En 1991 uno de cada cuatro hijos vivía sólo
con uno de los padres, por lo general, la madre. Sin embargo, muchas de las familias
monoparentales se convierten en familias con padre y madre a través de un nuevo
matrimonio o de la constitución de una pareja de hecho.

Impacto de las separaciones conyugales


La familia de padres casados en segundas nupcias es la que se crea a raíz de un nuevo
matrimonio de uno de los padres. Este tipo de familia puede estar formada por un padre con
hijos y una madre sin hijos, un padre con hijos y una madre con hijos pero que viven en
otro lugar, o dos familias monoparentales que se unen. En estos tipos de familia los
problemas de relación entre padres no biológicos e hijos suelen ser un foco de tensiones,
especialmente en el tercer caso.

A partir de los años 1960 se han producido diversos cambios en la unidad familiar. Un
mayor número de parejas viven juntas antes de, o sin, contraer matrimonio. De forma
similar, algunas parejas de personas mayores, a menudo viudos o viudas, encuentran que es
más práctico desde el punto de vista económico cohabitar sin contraer matrimonio.

Reconocimiento legal del matrimonio homosexual

Véanse también: Adopción por parejas homosexuales y Matrimonio entre personas del
mismo sexo.

Las parejas de homosexuales forman familias homoparentales. La descendencia en estas


parejas, si así lo desean, puede tener origen en la adopción, en aquellos lugares donde la
legislación lo permita. Estas unidades familiares aparecieron en Occidente en las décadas
de 1960 y 1970. En los años 1990 se comenzaron a promulgar leyes en diferentes países
que ofrecen protección a estas familias y han legalizado su estatus al reconocer el
matrimonio entre personas del mismo sexo.

Adopción
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Para otros usos de este término, véase Adopción (desambiguación).

Se entiende por adopción o filiación adoptiva al acto jurídico mediante el cual se crea un
vínculo de parentesco entre dos personas, de forma tal que establece entre ellas relaciones
análogas o muy similares a las que resultan jurídicamente de la paternidad.

Hace mucho tiempo la adopción se veía como un acto de caridad, hoy en día la adopción
es vivir la experiencia de poder disfrutar tener un hijo. Antes de adoptar tiene que haber un
proceso de reflexión, dejando un poco de tiempo transcurrir, pues no es sólo una cuestión
de cariño.1 Además, dada la función de protección del menor a que responde, se asumen las
obligaciones de cuidar del adoptado.

Las legislaciones establecen unos requisitos mínimos para poder adoptar, entre los cuales
son comunes:

1. Una edad mínima del adoptante que suele superar la de la mayoría de edad y, en
ocasiones, una edad máxima.
2. Plena capacidad de ejercicio de los derechos civiles.
3. No ser tutor en ejercicio del adoptado.

La adopción reviste dos tipos: plena y simple.

La adopción plena surte los mismos efectos que la filiación por naturaleza, y generalmente
el adoptante tiene que reunir unos requisitos más exigentes que en la adopción simple,
donde no existe sustitución automática de apellidos ni el hijo adoptado ocupa un lugar
similar en el orden de sucesión testamentaria con los hijos naturales.

Esta división encuentra sus orígenes en la adopción romana. En Roma existían la adrogatio
y la adoptio. La última a su vez se subdividía en adoptio plena y minus plena, en la plena se
daba la cesión de la patria potestad en la minus plena se formaba un vínculo entre adoptante
y adoptado que podía (pues no era forzoso)generar derechos de sucesión.2

Índice
 1 Adopción por países
o 1.1 Ecuador
o 1.2 Argentina
o 1.3 Chile
o 1.4 Perú
o 1.5 Colombia
 1.5.1 Concepto de adopción
 1.5.2 La adopción y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF)
 1.5.3 Gratuidad de la Adopción
 1.5.4 Quiénes pueden adoptar según el régimen legal colombiano
 1.5.5 Los tiempos de espera
o 1.6 España
 1.6.1 Historia
 1.6.2 Actualidad
o 1.7 Guatemala
o 1.8 República Dominicana
 1.8.1 Carácter de las Adopciones Internacionales
 2 Problemas asociados
o 2.1 ¿Se debe decir al menor que es adoptado?
 3 Véase también
 4 Bibliografía
 5 Enlaces externos
 6 Referencias

Adopción por países


Ecuador
En ecuador, la institución de adopción, produce sus efectos generales de manera plena, por
lo que existe solo la adopción plena, lo que conllevaría a la trasmisión de apellidos y en el
aspecto sucesorio a participar de heredero legítimo en todo lo referente a la sucesión. En
Ecuador, la regulaciones pertinentes se encuentra en el Código de la niñez y adolesencia
Art 152, y además de las demás codificaciones pertienentes como el Código Civil Art.314.

Argentina

La adopción se encuentra regulada en la ley nacional 24.779, aunque dado el carácter


federal del país, las metodologías y especialmente los procesos previos a la adopción y de
otorgamiento de la guarda difieren en distintas jurisdicciones provinciales.

Puede ser adoptante toda persona que reúna los requisitos establecidos por la ley cualquiera
fuese su estado civil debiendo acreditar residencia permanente en el país por un período
mínimo de cinco años y ser por lo menos dieciocho años mayor que el adoptado.

Chile

Esta figura jurídica se encuentra regulada por la Ley Nº 19.620 que dicta las normas sobre
adopción de menores (publicada en el Diario Oficial con fecha 5 de agosto de 1999), por su
Reglamento contenido en el Decreto Supremo Nº 944 de 2000 del Ministerio de Justicia, y
por el Convenio de La Haya sobre Protección del Niño y Cooperación en Materia de
Adopción Internacional de 1993, y que fue ratificado por Chile en el año 1999.

Perú

El Título II del Código de los Niños y Adolescentes (artículos 115 a 132) define y regula
las adopciones. Así mismo, el Capítulo Segundo del Título I de la Sección Tercera del
Código Civil (artículos 377 a 385).

Colombia

Concepto de adopción

El Código de Infancia y Adolescencia, se refiere a la institución en estas disposiciones,


artículos 61 a 78 y 124 a 128; y en el 61 la define precisando que es, principalmente y por
excelencia, una medida de protección a través de la cual, bajo la suprema vigencia del
Estado, se establece de manera irrevocable, la relación paterno-filial entre personas
extrañas, que no tienen esa relación por naturaleza: Adoptable y adoptivo. De forma
sencilla se sabe que resultan del concepto claramente, un objeto y su esencia.

Objeto

Consiste en proteger al menor adoptado, niño, niña o adolescente que adquiere la calidad de
hijo por un extraño, el adoptable, que asume la posición de padre para darle el verdadero y
adecuado hogar y tratar al menor como su hijo.
Esencia

Es el establecimiento de un parentesco que se llama de adopción, civil o legal; que


conforme a la sentencia de la Corte Constitucional de Colombia C-893 de 31 de enero de
2007, pretende garantizar, la adopción, al menor expósito o en abandono un lugar estable
en donde pueda desarrollarse de forma armónica e integral, constituyendo una relación
paterno-filial entre personas extrañas, que biológicamente no la tienen.3

La adopción y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF)

En Colombia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, es el organismo del Estado


encargado de proteger al menor de edad y garantizarle sus derechos. Para ello cuenta con
instrumentos jurídicos como lo es el Código del Menor, el cual contiene medidas de
protección para los menores en situaciones regulares. Entre estas medidas se encuentra la
adopción.4

Gratuidad de la Adopción

La norma colombiana establece en el Código de la Infancia y la Adolescencia, Artículo 74,


lo siguiente de estricto cumplimiento: “...Ni el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
ni las Instituciones Autorizadas por éste para desarrollar programas de adopción, podrán
cobrar directa o indirectamente retribución alguna por la entrega de un menor para ser
adoptado. En ningún caso podrá darse recompensa a los padres por la entrega que hagan de
sus hijos para ser dados en adopción ni ejercer sobre ellos presión alguna para obtener el
consentimiento...”.

Quiénes pueden adoptar según el régimen legal colombiano

(ART. 68) Código de la Infancia y la Adolescencia Ley 1098 de 2006.

• Los cónyuges (esposos). • Las personas solteras, viudas o separadas. • La pareja formada
por un hombre y una mujer que demuestre una convivencia ininterrumpida de por lo menos
dos años. Este término se contará a partir de la sentencia de Divorcio, si alguno de ellos
hubiera estado casado o con un vínculo matrimonial anterior. • El guardador al pupilo o ex
pupilo, una vez aprobadas las cuentas de su administración. • El cónyuge o compañero
permanente, al hijo del cónyuge o compañero, que demuestre una convivencia
ininterrumpida de por lo menos dos años.

Los tiempos de espera

Aunque el número de adopciones internacionales se ha mantenido estable en los últimos


años, el aumento de solicitudes ha hecho que los tiempos de espera se alarguen cuando lo
que se desea es adoptar niños pequeños.

Como otros países, los expedientes para adoptar niños mayores o con necesidades
especiales y grupos de hermanos se tramitan con carácter prioritario. Las adopciones de
niños de 6 y 7 años tienen en la actualidad un tiempo de espera de apenas 6 meses (dato de
enero 2009). En cambio, las familias que están ahora recibiendo asignaciones de niños de 0
a 3 años, llevaban algo más de tres años esperando.

España

Historia

Desde 1939 hasta 1987, no habia la norma actual5 .

Actualidad

A partir de la entrada en vigor de la Ley 21/1987, de 11 de noviembre, en España se


produce un cambio radical en la concepción de la institución jurídica de la adopción, ya que
la ley induce dos principios fundamentales en los que se basa la adopción: la configuración
de la misma como un elemento de plena integración familiar y el interés del niño adoptado
que se sobrepone a los otros intereses legítimos que se dan en el proceso de la constitución
de la adopción. Por otra parte se potencia el papel de las entidades públicas con
competencia en protección de menores.

La Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor, respecto a la


adopción nacional e internacional, introduce la exigencia del requisito de idoneidad de los
adoptantes, que debe ser apreciado por la entidad pública, y regula meritoriamente la
adopción internacional.

Según esta legislación la adopción es una herramienta para proporcionar una familia a
niños o niñas que carecen de ella.

Las parejas o personas solteras que desean adoptar a nivel nacional deben presentar su
correspondiente solicitud (normalmente en impreso normalizado) a los Servicios de
Protección de Menores de sus respectivas Comunidades Autónomas y posteriormente
pasaran a una lista de espera para su valoración. El proceso de valoración se lleva a cabo
mediante una serie de entrevistas, visitas domiciliarias y presentación de documentación.
Las autoridades estudiarán los citados informes hasta que decidan conceder o rechazar la
idoneidad de los solicitantes. Una vez valorados y reconocidos como idóneos para la
adopción, pasarán a una lista de selección, a los efectos de proponer la asignación de un
menor, formalizándose el Acogimiento Familiar preadoptivo (pudiendo ser este
administrativo o judicial). Se inicia el procedimiento de acoplamiento del menor en el
domicilio familiar y posteriormente se presenta la propuesta de adopción por la entidad
pública. El juez, previa valoración de la documentación e informe del fiscal, dictará auto de
adopción y finalmente se realizará la inscripción en el Registro Civil, a los efectos de
modificar los apellidos.

De conformidad con el art. 175 del Código Civil, los adoptantes deben reunir los siguientes
requisitos:
1. Ser mayores de 25 años (basta que uno de ellos haya alcanzado dicha edad).
2. Que la diferencia máxima de edad entre adoptado y adoptante no sea superior a 40 años
(En las parejas se tiene en cuenta la persona de menor edad).
3. Haber presentado la correspondiente solicitud en el Registro de Adopciones.
4. Poseer unas condiciones psico-pedagógicas y socio-económicas mínimas como pueden
ser.
5. Que el medio familiar reúna las condiciones adecuadas para la atención del menor
respecto a su salud física y psíquica (situación · · Socio-económica, habitabilidad de la
vivienda, disponibilidad de tiempo mínimo para su educación).
6. En el caso de cónyuges o personas que convivan habitualmente de hecho, que exista una
relación estable y positiva. ( Se valora convivencia mínima de 2 años).
7. Que existan motivaciones y actitudes adecuadas para la adopción.
8. Que exista voluntad compartida por parte de ambos en el caso de ser cónyuges o parejas
de hecho.
9. Que exista aptitud básica para la educación de un niño.
10. Será negativo que los solicitantes condicionen la adopción a las características físicas, al
sexo o a la procedencia socio-familiar de los menores, así como la ocultación o
falseamiento de datos relevantes para la valoración por parte de los solicitantes.

En España se permite la adopción por parte de parejas del mismo sexo desde el año 2005,
cuando entró en vigor la ley de matrimonio que eliminaba la discriminación entre parejas
de distinto y mismo sexo.

Actualmente, en el Derecho internacional privado, la adopción está regulada por la Ley


54/2007.

Guatemala

La institución de la adopción fue regulada en Guatemala por primera vez y se definió de la


siguiente manera: "la adopción ó prohijamiento es el acto de tomar por hijo al que no lo es
del adoptante" en el Código Civil de 1877. El Código Civil de 1926 suprimió la institución
de la adopción por considerar que no era necesaria y se prestaba a una gran cantidad de
abusos y crímenes. El Código Civil de 1932 mantuvo el mismo criterio que el Código Civil
de 1926. Fue restablecida en la Constitución de 1945, y se estableció que la adopción se
instituyó en beneficio de los menores de edad y no se reconocen desigualdades legales entre
los hijos naturales y los adoptivos. Posteriormente se emite la primera ley especial en
materia de adopciones, Decreto Legislativo 375, el cual fue publicado en 1947. El actual
código civil, Decreto 106, contenía la normativa sustantiva respecto a la adopción y la
misma era una adopción simple o semi plena puesto que era revocable y además no
generaba un vínculo extendido sino que limitado al adoptante y adoptado (parentesco civil)
El procedimiento de adopción era voluntario y se tramitaba ante Notario. Sin embargo, en
virtud del Convenio Relativo a la Protección del Niño y a la Cooperación en Materia de
Adopción Internacional suscrito por Guatemala, se emite la nueva ley de Adopciones
http://www.unicef.org/guatemala/spanish/Ley_de_Adopciones.pdf (decreto 77-2007) que
no regula sustantivamente la adopción y deroga de forma expresa la normativa contenida en
el Código Civil por lo que deja un vacío legal y una incertidumbre frente a la naturaleza de
la adopción en el país. La nueva ley, en armonización con la de otros países, establece un
ente autónomo (Consejo Nacional de Adopciones) el cual es el encargado de escoger a la
familia y establecer los parámetros para establecer la mejor familia para el adoptado
http://es.wikinews.org/wiki/Guatemala:_Ley_de_adopciones_aun_en_el_Congreso. La ley
es de carácter administrativo y procedimental pero no contiene normas de carácter
sustantivo.

República Dominicana

República Dominicana maneja a través de instituciones gubernamentales facultadas por la


ley 136-03 todo lo relacionado con las Adopciones Internacionales, buscando siempre a
través de las mismas garantizar todo lo mejor para el o la menor adoptado. El segundo
objetivo es establecer un proceso que otorgue las garantias al nuevo hijo de los padres
adoptantes de todas las prerrogativas que la ley le confiere como si fuera este un hijo
engendrado por estos.

Carácter de las Adopciones Internacionales

Los padres adoptivos cuando se encargan de niños extranjeros deben entender mejor a sus
futuros hijos,respetar su cultura, no perder el contacto con sus raíces, porque esos niños en
algún momento desean conocerlas.6

Los Ciudadanos extranjeros pueden adoptar menores en la República Dominicana, bajo las
mismas condiciones previstas para los nacionales dominicanos. Estas son de carácter
privilegiado o plenas. A través de esta facultad el menor adoptado ve extinguirse todo
parentesco con sus padres o familia biológica, y a su vez los efectos jurídicos con estos.

Las adopciones Internacionales en República Dominicana son de carácter irrevocables ya


que el niño obtiene a través de esta un nexo jurídico directo con los padres adoptantes, que
le confiere los mismos derechos que son adquiridos por los hijos biológicos incluyendo su
nacionalidad.

Las Adopciones Internacionales se dividen en dos etapas. La primera Administrativa,


desarrollada por el departamento de adopciones del Consejo Nacional para la Niñez y
Adolescencia (CONANI) entidad gubernamental. La segunda parte del proceso es la
Administrativa Judicial, cuya entidad responsable es el tribunal de niños niñas y
adolescentes de la República.

Problemas asociados
¿Se debe decir al menor que es adoptado?

p.84 Fermín,R. Mercante.(1987) “La revelación de la verdad es, por otra parte, una
solución no sólo de elección, desde el punto de vista moral, sino aceptable desde una óptica
humana, para aquel problema psicológico de los orígenes de los menores adoptados”. En
estos casos es importantísimo reconocer el mayor inconveniente que tienen que enfrentar
los matrimonios al adoptar niños pequeños y mucho más si ya están en mayor desarrollo. El
ser adoptado no es algo que se debe ocultar, ni se tiene que ocultar. Estas son personas que
han sido escogidas por la sociedad para ser instruidas, guiadas y amadas, solo tienen que
encontrar el momento indicado para que sea revelada su realidad. Ocultarle la realidad a
estos niños es alejarlos de su origen y esto lo que va a ocasionar son frustraciones, malos
actos, rebeldía y hasta colocarse en contra de esas personas que no revelaron su deseo de
saber. Esto se puede evitar si los padres fuesen instruidos al comienzo de la adopción,
para que vean la ventaja oportuna de la verdad. Los padres adoptivos tienen que conocer y
entender a su pequeño, porque de esta manera reconocerá su temperamento, sensibilidad y
nivel intelectual; se le puede decir en el momento que él lo pueda entender.

Si bien la adopción suele nacer de la necesidad de ser padres de los adoptantes y de un


espíritu solidario, a menudo se dan problemas asociados a la misma, que muchas veces, por
falta de información o por ilusión, no se tienen en cuenta. p.133 Los autores, (2006). “ Los
cambios son momentos importantes en la vida de todo sujeto, pero en el caso específico del
joven adoptado sería necesario aprovecharlo para adquirir y construir dicha organización
psíquica, unión de la historia anterior a la actual vivida con la familia de adopción,
sintiéndose sujeto autónomo y al mismo tiempo perteneciente al mundo de los adultos en el
que vive”. En el caso de un joven adoptado, crisis adolescente, implica elaboración de la
infancia. Esta es una etapa en la que los adolescentes adoptan y sienten como padres a los
adoptivos ó van huir de ellos y de su propia situación Estos jóvenes van en busca de su
propia identidad, y muchas veces actúan explosivamente y frustrados, buscando ese origen
que les pertenece, de esta manera el podrá adquirir el espacio y el tiempo que lo ubique en
su desarrollo personal. Los padres adoptivos tienen un papel difícil, pero se espera la
comprensión de ellos, como para que estos cambios en el adolescente no sean
catastróficos; tienen que establecer unos vínculos suficientemente fuertes como para resistir
la crisis adolescente.

Cuando el menor adoptado tiene una edad significativa y si su infancia ha sido conflictiva o
traumática se suelen dar serios problemas de adaptación a la familia adoptante que se
incrementan en la adolescencia. Niños con una infancia violenta pueden mostrarse
igualmente agresivos con su familia imposibilitando una convivencia mínimamente
aceptable. p.1 Silvia Bleinchmar. “Pero estas marcas sólo pueden ser medidas
individualmente a partir de la significación que tengan para el niño que está en vías de
construirse y por las significaciones que construya respecto a ellas a partir de las palabras
que el adulto deja decaer en función de sus propios fantasmas”. Estos niños tienen que crear
un hábito de resilencia para darle sentido a los padecimientos que se sufren en la infancia y
a partir de ese significado poder desarrollar un proyecto de vida lleno de sentido. Muchos
de estos niños/adolescentes insisten en mantenerse atrapados por esas circunstancias sólo
lamentándose y negándose a crecer. Cada persona es única y tiene una manera diferente de
asimilar las experiencias. Muchas veces los traumas han servido para despertar la
conciencia y ser una persona nueva que se atreve a hacer lo que nunca hubiera hecho en
circunstancias normales.7

Este problema parte tanto por una legislación deficitaria en materia de adopción como por
el hecho de que las adopciones son un fenómeno poco documentado por su escasa historia
como acto normalizado. La mayoría de los países mientras sí que obligan a los adoptantes a
cumplir una serie de requisitos, no contrastan la viabilidad de la adopción en lo que al
menor se refiere, ya que a éste no se le realizan pruebas psicológicas para evaluar tanto su
sociabilidad como su capacidad afectiva, ni se realizan recomendaciones en esa vía a las
familias adoptantes. Ofrecer plenas garantías a los menores no tiene por qué ir reñido con
una mínima protección y garantías de las familias adoptantes, que incluya un seguimiento
psicológico del menor desde el momento de su adopción.

Adopción internacional
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Niño en un orfanato en Colombia.

La adopción internacional es un tipo de adopción por la cual un individuo o una pareja se


convierten en los portadores legales y permanentes de un niño o niña nacido en otro país.
Los padres adoptivos candidatos deben cumplir una serie de requisitos legales para la
adopción, tanto en su país de residencia y como en el país de origen del niño.

Las leyes de diversos países varían en su voluntad de permitir adopciones internacionales.


Algunos países, tales como China y Corea, tienen reglas y procedimientos relativamente
establecidos para las adopciones internacionales, mientras que otros países la prohíben.
Algunos países, notablemente muchas naciones africanas, han ampliado los requisitos de la
residencia para los padres adoptivos que en efecto eliminan la mayoría de las adopciones
internacionales. Malawi, por ejemplo, requiere la residencia excepto en casos especiales.

Índice
 1 Requisitos
 2 Fuentes de niños y padres adoptivos
 3 Países de destino
 4 Leyes de Adopción Internacional
o 4.1 Criticas de la Haya
 5 Esfuerzos de reforma
 6 Adopción Internacional después de un desastre
 7 Referencias
Requisitos
Los requisitos necesarios para comenzar el proceso de la adopción internacional pueden
variar dependiendo del país de los padres adoptivos. Por ejemplo, mientras que la mayoría
de los países requieren los candidatos padres adoptivos primero consiguen la aprobación
para adoptar, en alguno, como Belgica, la aprobación se puede recibir solamente de una
Agencia Estatal, mientras que en otros los casos, él pueden ser obtenidos de una agencia de
adopción privada.

En los Estados Unidos, la primera fase del proceso está operado por una agencia acreditada.
Cada agencia o facilitador trabaja con un diverso sistema de países, aunque algunos se
centren solamente en un solo país. Mientras que algunos países permiten la adopción
independiente (es decir, una adopción internacional no hecha en la coordinación con una
agencia), es raro que ellos vayan por esta ruta, especialmente con su primera adopción.

Un expediente para una adopción internacional contiene una gran cantidad de información
sobre los padres adoptivos anticipados. Esto incluye típicamente la información financiera,
la comprobación de antecedentes, las huellas digitales, la revisión del estudio de hogar de
un asistente social, un reporte psicológico y otra información de apoyo. Por lo general, el
Trabajador/a Social que realiza la valoración necesitará mínimo dos entrevistas con los
futuros adoptantes; en una primera entrevista se analizarán aspectos como: situación
sanitaria, estado de la vivienda, situación económica, presencia de otros miembros en la
unidad familiar; la segunda entrevista se realizará en el domicilio familiar, a fin de valorar
su adaptación a las necesidades del futuro menor/es adoptados, así como la dinámica de la
familia.

Una vez más los requisitos variarán extensamente de un país a otro, e incluso de región a
región en países grandes tales como Rusia. Una vez que es completado, el expediente se
somete para la revisión a las autoridades apropiadas en el país de origen del niño. Después
de que se repase el expediente y aprueban a los padres anticipados para adoptar, los
atribuyan un niño elegible.

Ellos envían generalmente a los candidatos padre información sobre el niño, tal como edad,
género, historia de la salud, etc. Una fecha de encuentro puede ser incluida, informando a
los padres cuando pueden viajar para encontrar al niño y para firmar cualquier documento
adicional requerido.

Dependiendo del país, los padres pueden tener que hacer más de un viaje para terminar el
proceso legal.

Fuentes de niños y padres adoptivos


Adopción internacional en Holanda.

Los países más comunes para la adopción internacional por padres en los Estados Unidos,
para el año 2007 son: China (5,453) Guatemala (4,728), Rusia (2,310), Etiopía (1,255),
Corea del Sur (939), Vietnam (828), Ucrania (606), Kazakstán (540), India (416), Liberia
(353), Colombia (310), y Filipinas (265). (Departamento de Estado de EE.UU.). Otros
países menos comunes incluyen: Bulgaria, Australia, Kenia, Haití, y Polonia. Estas
estadísticas pueden variar de año a año mientras cada país altera sus reglas; Rumania,
Bielorrusia y Camboya fueron también importantes hasta que el gobierno reprimió las
adopciones para eliminar el abuso en el sistema y se disminuyó el flujo. Vietnam
recientemente firmó un tratado, abriendo sus puertas a la adopción. China es uno de los
países principales, en donde las niñas adoptadas sobrepasan a los niños; debido a la cultura
china que prefiere hijos en combinación con el plan de control de natalidad implementado
en 1981, aproximadamente el 95% de los niños adoptados en China son del sexo femenino.
Aunque en la India también hay un notable exceso de adopciones en niñas (68%), la
mayoría de los otros países están más o menos parejos. Corea del Sur es un país que tiene
un exceso bastante grande de adopciones en niños; aproximadamente 60% son del sexo
masculino. Este es un cambio de los años 80, cuando la mayoría de las adopciones
coreanas, aproximadamente cerca de dos tercios eran del sexo femenino. La adopción en
Etiopía ha llegado a ser una opción popular para las familias adoptivas en los Estados
Unidos. Según el Departamento de Estado de Los Estado Unidos, se emitieron 441 visas
para huérfanos a niños de Etiopía en el 2005, y 732 en el 2006.1

Países de destino
Los países con un número relativamente elevado de las adopciones internacionales en
comparación con el número de nacimientos son Noruega, España y Suecia,
respectivamente, 12,8, 12,4 y 11,7 por 1000 nacidos en 2004. Bélgica y los Países Bajos,
respectivamente, se adopten 7,0 y 6,9 niños por cada 1000 nacimientos en el extranjero, los
Estados Unidos 5.5. El país que la mayoría de los niños en el extranjero fue acompañada
por el número de nacimientos en 2004, Bulgaria siguió por Belarús, Rusia y Guatemala2

Leyes de Adopción Internacional


La buena voluntad de un país de permitir la adopción internacional variará para acomodarse
a las leyes de ese país. Algunos países, tales como China y Vietnam, tienen reglas
relativamente bien establecidas y los procedimientos que los adoptantes extranjeros deben
seguir, mientras que otros, los Emiratos Árabes Unidos (UAE por sus siglas en inglés) por
ejemplo, lo prohíben expresamente. Algunos países, notablemente muchas naciones
africanas, han ampliado los requisitos de la residencia que en efecto eliminan la mayoría de
las adopciones internacionales. Otros, tales como Rumania están cerrados a la adopción
internacional en conjunto, a excepción de adopciones por familiares cercanos (tales como
abuelos). Sin embargo, a partir del 2009, muchos países alrededor del mundo están
completamente cerrados a la adopción internacional debido a acusaciones de exportar a
niños, de vender a nativos a los extranjeros y a la vergüenza que la mayoría de los
gobiernos sienten sobre no poder apoyar a sus propios niños.

Reconociendo algunas de las dificultades y de los desafíos asociados a la adopción


internacional y en un esfuerzo para proteger a los implicados contra la corrupción y la
explotación que a veces lo acompaña, la conferencia de La Haya sobre Derecho Privado
Internacional desarrolló el convenio sobre la Protección de Niños y la Cooperación en lo
que se refiere a la adopción entre países, que entraron a regir el 1 de mayo de 1993.3

Los objetivos principales del convenio son: -Establecer salvaguardas para asegurarse de
que las adopciones entre países ocurran en los mejores intereses del niño y con el respeto
por los derechos fundamentales de él o ella según lo reconocido en Derecho Internacional.
-Establecer un sistema de cooperación entre los estados contratantes para asegurar que los
salvaguardas sean respetados y al mismo tiempo prevenir el rapto, la venta o el trafico de
niños. -Asegurar el reconocimiento entre Estados Contratantes de adopciones hechas
acorde con la Convención.

Desde octubre de 2008, esta Convención ha sido ratificada por 76 países. Irlanda y La
Federación Rusa son signatarios, pero no han ratificado.4

Lo siguiente es una cita de la convención: "La adopción Internacional será hecha en los
mejores intereses del niño y respetando sus derechos fundamentales. Para prevenir el rapto,
la venta o el tráfico de niños, cada estado deberá tomar como prioridad, medidas apropiadas
para permitir al niño permanecer al cuidado de su familia de origen."

Criticas de la Haya

Según los defensores de las adopciones internacionales, mientras en teoría, la Convención


de la Haya es un ideal excelente, en la actualidad su implementación impide muchas
adopciones. Países como India y Guatemala, los cuales ambos tienen una plétora de tráfico
infantil, prostitución, y una superabundancia de huérfanos, ahora están cerrados a
adopciones debido a la Convención de La Haya. El protocolo hace que los gobiernos
trabajen increíblemente lento, crea un proceso riguroso que pocos pasan y en vez de ayudar
a los niños a salir de orfanatos, esto los mantiene dentro de ellos, creciendo y creciendo
hasta que pasan la edad de adopción y simplemente esperan hasta que ellos sean adultos
legales.

Según la ONG "Hope Adoption" La Convención de La Haya es un paso ejemplar en la


dirección correcta por la mayor parte de los gobiernos, pero por otro lado esto en realidad
dificulta la mayor parte de adopciones a las familias que normalmente calificarían,
causando que niños pierdan las oportunidades que les podría haber salvado y cambiado sus
vidas.5

Esfuerzos de reforma
Debido a la apelaciones y a las obvias dificultades que representa la adopción internacional,
el movimiento de reforma busca influenciar a los gobiernos para que empleen regulaciones
que velen primero que nada por los intereses de los niños, pero que respondan también a los
intereses de los miembros de familia biológica y adoptiva.6 Esta posición se opone a la
viabilidad económica del comercio de niños y a la relativa falta de interés mostrado por los
gobiernos para resolver los graves problemas con la adopción internacional. Si bien las
organizaciones internacionales han sancionado medidas superficiales, estos acuerdos son a
menudo meras repeticiones de lo que tantas veces se expresa en las leyes juveniles
elementales, que incluye el uso frecuente de la expresión "el interés superior del niño". La
última interrogante sobre la adopción internacional es quién debe decidir el interés superior
del niño, y no sólo eso, sino la forma en la cual dicha decisión se hace, lo cual es muy
importante para el niño y la madre biológica.

Adopción Internacional después de un desastre


Las campañas de adopciones que se producen después de los desastres tales como
huracanes, tsunamis y guerras están relacionadas con la adopción internacional. A menudo
en estos casos, hay un gran flujo de propuestas adoptivas por parte de extranjeros que
quieren proveer hogares a los niños que quedan desamparados. Si bien la adopción puede
ser una manera de proporcionar familias estables y amorosas a los niños necesitados, se
sugiere también que la adopción en el período inmediatamente posterior al trauma o
trastorno puede no ser la mejor opción.7 Mudar a los niños demasiado rápido a sus nuevos
hogares adoptivos entre extranjeros podría ser un error, porque con el tiempo, puede
suceder que los padres han sobrevivido pero no pudieron encontrar a los niños, o puede ser
que algún pariente o vecino pueda ofrecerles su hogar. Lo mejor en estas situaciones debe
ser proporcionar seguridad y apoyo emocional en lugar del traslado inmediato a una nueva
familia adoptiva.8 Inmediatamente después de un desastre, también existe un riesgo mayor,
y es que los desplazados y / o los niños huérfanos pueden ser más vulnerables a la
explotación y al tráfico de personas.9

Adopción homoparental
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Una pareja de hombres con un niño.

La adopción homoparental es la adopción de un niño por parte de una persona o una


pareja de personas homosexuales, formándose una familia homoparental.

La adopción por parte de parejas del mismo sexo es legal en catorce países y en algunas
jurisdicciones de otros tres; además, es legal la adopción del hijo del cónyuge en otros
cinco. Sin embargo, no es reconocida en la mayor parte de los países, aunque en algunos se
debate permitirla.

Índice
 1 Situación legal o jurídica en el mundo
o 1.1 Argentina
o 1.2 Canadá
o 1.3 España
o 1.4 Israel
o 1.5 México
o 1.6 Sudáfrica
o 1.7 Uruguay
 2 Aceptación
o 2.1 Sociedad
o 2.2 Comunidad científica
 3 Véase también
 4 Referencias

Situación legal o jurídica en el mundo


Legislación relativa a la adopción homoparental en el mundo.      Adopción conjunta o en
solitario legal     Adopción en solitario legal     Adopción conjunta o en solitario
ilegal     Homosexualidad ilegal     Estatus legal desconocido o ambiguo

Un bebé en coche junto a sus padres en una marcha del orgullo gay.

La discriminación sexual jurídica puede presentarse en dos modalidades, una represiva que
pune ciertas prácticas o conductas sexuales y otra denegatoria que niega ciertos derechos.
La homosexualidad ha sido despenalizada en los países occidentales pero en la mayoría aún
se les niega el derecho al matrimonio y la adopción.1

En lo que respecta a la regulación dentro del derecho civil, la adopción homoparental


consiste en que un niño pueda ser adoptado, y así, legalmente sea hijo de los dos miembros
de una pareja compuesta por dos personas del mismo sexo.

La adopción conjunta por parte de parejas del mismo sexo es legal en los siguientes países:

 Andorra (2005)2
 Argentina (2010)
 Bélgica (2006)
 Brasil (2010)3
 Canadá (1999 en adelante, y dependiendo de la provincia)4 5 6 7 8 9
 Dinamarca (2010)10
 Islandia (2006)11
 Países Bajos (2001)12
 Noruega (2009)13
 Sudáfrica (2002)14
 España (2005)
 Suecia (2002)15
 Reino Unido: Inglaterra y Gales (2005),16 Escocia (2009),17 e Irlanda del Norte
(incierto)18
 Uruguay (2009)19 20

La adopción conjunta por parte de parejas del mismo sexo es legal en las siguientes
jurisdicciones:

 Australia: Australia Occidental (2002),21 Territorio de la Capital (2004),21 y Nueva


Gales del Sur (2010).22
 México: Ciudad de México (2010)23 y Coahuila24
 Estados Unidos: Distrito de Columbia (1995), New Jersey (1998), Nueva York
(2002), Indiana (2006), Maine (2007), California, Connecticut, Illinois,
Massachusetts, Oregón, Vermont, Florida25 y el territorio no incorporado de
Guam.21

En los siguientes países la adopción del hijo del cónyuge está permitida, por lo que el
cónyuge puede adoptar al hijo biológico, o incluso adoptivo, de su pareja:

 Finlandia (2009)26 27
 Alemania (2004)2
 Groenlandia (2009)
 Israel (2005)2 (Israel permitió la adopción en el extranjero y la adopción conjunta
completa en varios casos28 29 )
 Eslovenia (2011)30

En las siguientes jurisdicciones la adopción del hijo del cónyuge está permitida, por lo que
el cónyuge puede adoptar al hijo biológico, o incluso adoptivo, de su pareja:

 Australia: Tasmania (2004)21


 Estados Unidos: Pensilvania (2002)

Argentina

En Argentina la ley permite la adopción por una persona, sin referencia alguna a la
identidad o preferencia sexual del adoptante. Tras la modificación del Código Civil el 15 de
julio de 2010 se permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, otorgándoles así el
derecho de adoptar conjuntamente, con los mismos requisitos que ya existían para los
matrimonios entre personas de distinto sexo.

Canadá

En Canadá, la adopción se encuentra regulada por la jurisdicción provincial o territorial,


por lo que las leyes pueden variar de una provincia o territorio a otro. La adopción por
parejas del mismo sexo es legal en todas las provincias y territorios.4 5 6 7 8

España

Se contempla la adopción homoparental desde la regulación del matrimonio entre personas


del mismo sexo en España. Anteriormente, por un lado, la Ley 21/198731 que modificó el
Código Civil en materia de adopción. Y por otro lado, la Ley 35/198832 que reguló por
primera vez las Técnicas de Reproducción Asistida, abrieron de facto, aunque sólo
parcialmente en algunos casos, la homoparentalidad desde el ordenamiento jurídico. En el
primer caso, se autorizó acceder en solitario a individuos solteros, - pudiendo ser el
individuo en cuestión homosexual, si éste ocultaba su orientanción sexual durante el
proceso de idoneidad en el transcurso de una adopción -. En el segundo caso, una mujer
soltera,- pudiendo ser lesbiana pero ocultando dicha condición -, además de poder adoptar,
se le permitió también ser madre biológica en solitario mediante FIV. En ambas
situaciones, fue posible, sólo en algunos casos que pasaran desapercibidos, que las parejas
homosexuales pudieran indirectamente criar niños. Si bien, sólo uno de los miembros de la
unión homosexual disponía de la patria potestad del menor que había adoptado como
soltero o, en caso de parejas de mujeres, que había engendrado mediante FIV.

A partir de 2000, en 4 comunidades autónomas; Aragón33 , Navarra34 , País Vasco,35 y


Cataluña36 se regularon la adopción conjunta a las parejas de hecho homosexuales. En
Andalucía37 , Asturias38 y Cantabria39 se legalizó sólo el acogimiento de menores por parte
de uniones homosexuales. Ya con la Ley 13/200540 , España fue el primer país que
estableció la igualdad total en lo relativo a la adopción y matrimonio para las parejas del
mismo sexo, puesto que cuando entró la nueva legislación española en vigor, el 3 de julio
de 2005, la legislación holandesa no contemplaba la posibilidad de que las parejas
homosexuales adoptasen niños extranjeros. Sin embargo, en la práctica, un matrimonio
entre personas del mismo sexo casi no tiene ninguna posibilidad de adoptar menores
extranjeros41 , puesto que casi todos los países de procedencia de dichos menores suelen
limitar las adopciones únicamente para matrimonios hombre-mujer.

En ningún caso queda probado el hecho de que un menor sufra problemas psicológicos
porque sus padres sean homosexuales. Diversos estudios estiman que tanto una pareja
homosexual como heterosexual pueden educar de igual modo a los niños. Hacia finales de
2011, se habían celebrado en España un total 22.124 bodas entre personas del mismo sexo,
de las que 897 se habían discuelto en divorcio o separación42 , según datos del INE. Una
encuesta de 2011 realizada en España reveló que un 56% de los ciudadanos se muestra a
favor de que las uniones entre personas del mismo sexo se denominen «matrimonio» y de
que puedan adoptar hijos. 43
Israel

El 11 de febrero de 2008 Israel se convirtió en el primer país de Asia en autorizar la


adopción homoparental.44 Los gays y lesbianas no sólo están autorizados a adoptar a los
hijos biológicos de su compañero del mismo sexo, sino también a adoptar otros niños. El
Estado de Israel ya había reconocido, en febrero de 2006, el estatuto de padres legítimos a
una pareja de mujeres, de las cuales una era la madre biológica de los niños que criaba.

México

Desde diciembre del 2009, se permite la adopción a parejas homosexuales en la Ciudad de


México. Fue el Distrito Federal, el primero en el país en autorizar la adopción a
homosexuales, lo cual ha provocado rechazo por parte de la Iglesia católica y ha sido
impugnado sin éxito por el Partido Acción Nacional, en cuya impugnación ante la Suprema
Corte de Justicia de la Nación se elevó a rango federal el reconocimiento y derechos de los
que en el Distrito Federal adopten a un infante o infantes. En el Distrito Federal y otros
estados de la república mexicana la población menor de 35 años se ha manifestado a favor
de la medida, mientras el rechazo, generalmente por cuestiones religiosas se incrementa con
la edad. El 18 de agosto del 2010 el Supremo Tribunal resolvió que las parejas
homosexuales tienen el mismo derecho de poder adoptar a un menor en la Ciudad de
México.

A la fecha diversos expertos en la materia se encuentran investigando sobre el futuro que


tendrá dicha disposición legal, toda vez que públicamente los ministros de la Suprema
Corte han declarado que hay materias como la de seguridad social, que no se encuentran
aún previstas en las leyes aplicables, tal es el ejemplo de las garantías a cargo del Instituto
Mexicano del Seguro Social a hombres y mujeres distintamente, lo que al caso de las
parejas del mismo sexo estarían desprotegidas por el cuerpo jurídico que aplica actualmente
al estado Mexicano.

Sudáfrica

Sudáfrica es el único país africano que permite la adopción conjunta a las parejas del
mismo sexo. La decisión de 2002 del Tribunal Constitucional en el caso de Du Toit v
Ministerio de Bienestar Social y Desarrollo de la Población enmendó la Ley de Cuidado
Infantil de 1983 para permitir tanto la adopción conjunta como la adopción del hijo del
cónguye.45

La Ley de Cuidado Infantil ha sido sustituida por la Ley de la Infancia de 2005, que permite
la adopción conjunta, ya sea por parejas de distinto o mismo sexo, o del hijo del cónguye.46
El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal desde 2006, y es equivalente al
matrimonio entre personas de sexo opuesto para todos los efectos, incluida la adopción.

Uruguay
Opinión pública sobre los derechos de
los homosexuales
A favor de Diferencia
Estado la con el
adopción matrimonio
A principios del año 2009 se aprobó el proyecto,
Países Bajos 69% -13
que es parte de una modificación al Código de la
Niñez y la Adolescencia, que habilitó a parejas Suecia 51% -20
con cuatro años de unión civil o concubinato
-incluidas las homosexuales- a solicitar un menor Dinamarca 44% -25
en adopción. La ley fue promulgada por el Poder
Ejecutivo en octubre de 2009,47 siendo Uruguay Austria 44% -5
el primer país de América Latina en abrir las
adopciones a las parejas homosexuales.48 En Bélgica 43% -18
noviembre del 2012 comenzó en el Congreso el
España 43% -13
debate acerca de la posibilidad de abrir el
matrimonio a las parejas homosexuales.49 50 Alemania 42% -10
A mediados de 2012, dos mujeres en unión Luxemburgo 39% -19
concubinaria recibieron en adopción a la hija
biológica de una de ellas.51 Francia 35% -13

Reino Unido 33% -13


Aceptación
Irlanda 30% -11
Sociedad República
24% -28
Checa
Éste es uno de los reclamos de los homosexuales
que más debate y oposición ha suscitado, tal y Finlandia 24% -21
como se muestra en la tabla; mientras que hay 8
estados europeos en los que el matrimonio entre Italia 24% -7
personas del mismo sexo es apoyado por más del Portugal 19% -10
50% de los ciudadanos, las adopciones
homoparentales sólo son aceptadas por más de la Eslovenia 17% -14
mitad de la población en estados como estos
(Países Bajos y Suecia), y hay 4 estados donde Estonia 14% -7
menos del 10% de la población está a favor,
mientras que en ninguno hay un porcentaje tan Hungría 13% -5
bajo de apoyo al matrimonio entre parejas del
mismo sexo. En Polonia, Malta y la República Eslovaquia 12% -7
Checa, la adopción recibe menos de la mitad del
Lituania 12% -5
apoyo popular que el matrimonio.
Bulgaria 12% -3
Comunidad científica
Grecia 11% -4
Existe una amplia evidencia que muestra que los
menores criados por progenitores del mismo Chipre 10% -4
sexo se desenvuelven igual de bien que aquellos
Letonia 8% -4
criados por progenitores de distinto sexo. Más de
25 años de investigación documentan que no Rumania 8% -3
existe relación entre la orientación sexual de los
progenitores y cualquier medida de adaptación Polonia 7% -10

Malta 7% -11
Nota: Datos del Eurobarómetro,
septiembre-octubre de 2006.52
emocional, psicológica y conductual del menor. Estos datos han demostrado que no existe
riesgo para los menores como resultado de crecer en una familia con uno o más
progenitores gays.53

La catedrática Judith González, de la Universidad de Nueva York, señala que: "En escasas
ocasiones existe un consenso tan amplio en cualquier área de las ciencias sociales como en
el caso de las familias con progenitores gays, por lo que la American Academy of
Pediatrics y todas las grandes organizaciones profesionales con experiencia en el bienestar
de los menores han emitido informes y resoluciones apoyando los derechos de gays y
lesbianas como progenitores".54 Estas organizaciones incluyen a la American Academy of
Pediatrics,53 la American Academy of Child and Adolescent Psychiatry,55 la American
Psychiatric Association,56 la American Psychological Association,57 la American
Psychoanalytic Association,58 la National Association of Social Workers,59 la Child Welfare
League of America,60 la North American Council on Adoptable Children,61 y la Canadian
Psychological Association (CPA). La CPA ha mostrado su preocupación sobre el hecho de
que algunas personas e instituciones estén tergiversando los hallazgos de la investigación
psicológica para apoyar sus posturas, más basadas en otros sistemas de creencias o
valores.62 La postura oficial de la Federación española de sociedades de sexología (FESS ),
que representa a 26 Sociedades Científicas y a más de 1.600 especialistas en Sexología, es
de pleno apoyo al matrimonio y la adopción por parte de parejas homosexuales.63 No hay
investigaciones que apoyen la creencia generalizada de que el género de los progenitores
sea importante para el bienestar de los menores.64

Algunos grupos minoritarios creen que los menores criados por progenitores homosexuales
desarrollarán también preferencias homosexuales o bisexuales,65 o que tendrán más
probabilidades de tener una relación del mismo sexo o de sufrir diversas patologías.66

Véase también
 Adopción
 Familia homoparental
 Familia
 Heterosexismo
 Homofobia
 Homosexualidad
 Legislación sobre la homosexualidad en el mundo
 LGBT
 Movimiento LGBT
 Paternidad

Paternidad
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Para el episodio de la serie House, véase Paternidad (House).
La paternidad (del lat. paternĭtas, -ātis) hace referencia a la cualidad de padre o progenitor
masculino o macho. El término, por extensión, puede referirse a ambos progenitores. La
maternidad es el término para referirse en exclusiva a la cualidad de madre.

En antropología y antropología cultural la paternidad es una institución socio-cultural de


filiación. El concepto de paternidad se ha ido transformando con el tiempo en las distintas
civilizaciones y períodos históricos.1

Índice
 1 Concepto de paternidad
 2 El papel del varón en la reproducción
 3 Modelos de paternidad
o 3.1 Época prehistórica
o 3.2 Época de la antigüedad clásica
o 3.3 Época medieval
o 3.4 Época moderna
o 3.5 Época postmoderna
o 3.6 Época contempóranea
 4 Referencias
 5 Bibliografía
 6 Véase también
 7 Enlaces externos

Concepto de paternidad
Sócrates, padre de la mayéutica. La paternidad es un concepto que describe al fundador de
una corriente de pensamiento.

La CEPAL ha definido la paternidad masculina como la relación que los hombres


establecen con sus hijas e hijos en el marco de una práctica compleja en la que intervienen
factores sociales y culturales, que además se transforman a lo largo del ciclo de vida tanto
del padre como de los hijos o hijas. Se trata de un fenómeno cultural, social y subjetivo que
relaciona a los varones con sus hijos o hijas y su papel como padres en distintos contextos,
más allá de cualquier tipo de arreglo conyugal.2

La función de reproducción es del orden biológico y la compartimos con el reino animal,


pero la función paterna es del orden simbólico.3 Los animales se reproducen
instintivamente pero entre ellos no existe la paternidad dado que existen especies cruzadas
que se adoptan mutuamente y mismas especies que se comen a sus crías o procrean con
ellas. Por ende la paternidad es una institución humana cuya función excede lo instintual de
la reproducción.4

El hecho de el padre sea el agente de la procreación no es una verdad de la experiencia


directa. Existieron tribus que, a pesar de tener conocimiento de que una mujer no daba a luz
si no había tenido un coito unos meses antes, atribuían la paternidad a una fuente, a una
piedra, o al encuentro con un espíritu en lugares apartados. La calificación del padre como
procreador no depende del hecho de que el ser humano haya reconocido una cierta
consecución entre acontecimientos tan diferentes como coito y parto sino que es un asunto
que se sitúa en el nivel simbólico.3 Los humanos pueden conocer muy bien que es necesario
que un varón se aparee con una mujer nueve meses antes del parto y sin embargo no
designar a ese varón como padre, el padre designado puede ser no solo un espíritu o dios
sino también un hermano de la mujer, aún sabiendo que no ha tenido relaciones sexuales
con dicha mujer. La palabra engendramiento designa la procreación masculina y no debe
confundirse con filiación que es de orden simbólico y jurídico. La procreación es el hecho
de producir y hacer nacer un niño o niña de un varón y una mujer o de gametos masculinos
y gametos femeninos. La simple constatación de la transmisión de los genes nunca fue
suficiente para identificar a un padre. Para el discurso jurídico la paternidad nunca se redujo
al patrimonio genético y ahora que es posible constatarlo, paradojalmente, muchos menos.
La paternidad incluye una función de autoridad, de cuidado, de protección, de nominación
(pues da el nombre o apellido del padre), una función económica (que incluye la
manutención de los hijos y la transmisión de los bienes y del patrimonio, del latín
Patri=padre y onium= recibido que significa lo recibido por línea paterna, una función
social, cultural, educativa (transmisión de saberes, enseñanza de los valores morales) y
afectiva.1
Hércules, héroe de la mitología griega, fue albergado en el interior del miembro divino (el
muslo) de su padre Zeus, para nacer. Padre prolífico, paradigma de la virilidad, hizo el
amor en una sola noche a las cincuenta hijas del rey Tespio quienes quedaron todas
encintas y alumbraron solo varones, la estirpe de los Heráclidas

El varón, a diferencia de la mujer, nunca fue definido por su paternidad o su capacidad de


ser padre sino por su trabajo y su posición como productor y ciudadano. El padre siempre
fue incierto y la paternidad menos evidente que la maternidad, sin embargo, a pesar de que
sólo existía certeza de quien era la madre, los hijos, históricamente, siempre pertenecieron
al padre presunto o presupuesto.

Según Monique Schneider

La cuestión política está íntimamente urdida en la problemática sobre la que se apoya la


cuestión de la paternidad.5

Todas las sociedades occidentales y orientales conocidas en todos los tiempos históricos
han sido patriarcales. La paternidad siempre dependió de la voluntad del padre.6 Ha
dependido históricamente del consentimiento (o no) del varón hasta la aparición de las
pruebas de paternidad mediante el estudio de ADN.
Aun así, en muchos casos continúa dependiendo de la voluntad paterna: en el caso de
donación de esperma por parte de un tercero el padre reconocido es el esposo de la mujer
inseminada y no el donante. Es decir, quien expresó su voluntad de ser padre lo será, por el
contrario el dador del espermatozoide, quien no tiene voluntad ni dona paternidad, no lo
será.7 8 9 10
En el caso de una madre soltera el varón no necesita su consentimiento para reconocer al
niño. En todo caso será ella quien tenga que realizar una demanda para solicitar una prueba
de paternidad y demostrar que ese varón no es el padre biológico del niño.
Un varón puede reconocer como suyo un niño que no es su hijo biológico y ser considerado
su padre sin incurrir en delito (no sucede lo mismo en el caso de la mujer que si inscribe un
niño ajeno como propio comete un delito grave).11

Las dos funciones primordiales de la paternidad, pater y genitor, son las de la nominación y
la de la transmisión de la sangre. El fundamento de la definición de paternidad está en el
derecho romano.

El papel del varón en la reproducción

Atenea, en la mitología griega, diosa que reinvindica el privilegio de haber nacido sin
ayuda de una madre, fruto de un embarazo cerebral atribuido a su padre, que se posibilitó
cuando Zeus, padre de los dioses, se tragó a Metis (mitología), la madre.

El reparto de roles en la contribución a la fecundación también ha experimentado cambios a


lo largo de la historia.

Aristóteles creía que la mujer proporcionaba solamente la materia, que era la menstruación
o menstruum, a partir de la cual la forma inmaterial masculina construía el embrión
humano. Afirmaba que la semilla masculina actuaba sobre la materia femenina
coagulándola formando el embrión.

Explicaba la herencia por el grado de dominancia de la forma masculina sobre la materia


femenina: prevalecían las características femeninas allí donde el calor vital del macho era
bajo.
El calor vital, fuente de toda la actividad vital, fue descripto en el De Genestione
Animalium como “el espíritu incluido en el semen y en su parte espumosa, y el principio
natural que está en el espíritu”. Se producían monstruosidades cuando la materia femenina
era defectuosa para el fin en cuestión y resistía a la forma masculina.

Según Aristóteles, el útero de una hembra fecundada debería contener sangre y semen;
según Galeno, una mezcla de semen masculino y femenino. Hipócrates afirmaba que el
esperma se derivaba de todas las partes del cuerpo del padre y daba origen a las mismas
partes en los hijos.

En la época medieval los varones estaban convencidos de que la simiente femenina no


cumplía ninguna función en la formación del embrión. Los teólogos de esa época se
preguntaban cual podía ser el riesgo de la descendencia con la emisión de líquidos durante
el orgasmo femenino, pero rechazaban de plano cualquier incidencia de la simiente
femenina en la procreación o la formación del embrión.

En el siglo XIII Alberto Magno, de acuerdo con Aristóteles, rechazó la teoría de


Hipócrates, defendida también por Galeno, de que ambos padres contribuían a la forma
pero siguió a Avicena en sostener que la materia producida por la hembra era una semilla o
humor seminalis, distinta de la menstruación que era alimento.
Alberto Magno creía que la causa de la diferenciación del sexo era que el calor vital
masculino era capaz de mezclar el exceso de sangre en semen, dándole la forma de la
especie, mientras que la mujer era demasiado fría para efectuar ese cambio sustancial.12

Durante siglos se culpó a las mujeres cuando procreaban solo hijas del sexo femenino.
El espermatozoide fue descubierto por Anton van Leeuwenhoek en 1677 gracias al
microscopio.

Durante la mayor parte del siglo XVIII duró la controversia entre los ovistas, quienes
sostenían con Karl Ernst von Baer que solamente la mujer aportaba todo el embrión y los
animalculistas que sostenían que sólo los animálculos espermáticos lo generaban y que los
hijos heredaban sólo los rasgos paternos.
En la actualidad se sabe que el espermatozoide masculino es el que define el sexo del
embrión humano que lleva la mitad de los genes de ambos progenitores.

Modelos de paternidad
La determinación de los lugares atribuidos al padre o a la madre han sido imposiciones
sociales y culturales que también fueron cambiando con el tiempo. Según las épocas
existieron diferentes modelos de paternidad. Con el paso del tiempo la figura del padre fue
perdiendo poder en beneficio no de las madres sino de sus hijos, a medida que el concepto
de infancia fue cambiando.

Época prehistórica
En la época de los cazadores-recolectores el mecanismo de reproducción humana era
desconocido por los seres humanos. El conocimiento de los animales en libertad no
proporcionaba una fuente de conocimiento de este mecanismo. La sociedad era matrilineal
y el sexo estaba vinculado exclusivamente al placer y libre de los controles sociales que
luego sobrevienen. No existía la pareja heterosexual y las mujeres de racionaban con
distintos hombres y mujeres.

Según Dupuis el descubrimiento de la paternidad ocurre hace 6 o 7 milenios (Neolítico) en


las sociedades más adelantadas de la mano de la ganadería. Al colocar a los animales en
cautiverio, se observó que, en ausencia de machos, las hembras no parían. Esto condujo a
un lento proceso de adopción de distintos regímenes patrilineales. A los largo de dicho
proceso se observan distintos grados de adscripción al patriarcado en función de otros
elementos como la sedentarización, el abandono de la caza y la recolección por la
agricultura y la ganadería, la noción de propiedad privada, la guerra, etc.13

Muchas etnias actuales o recientemente extintas mantienen ideas sobre la paternidad


vinculadas a tiempos paleolíticos.

Los aborígenes de Oceanía y Australia, por ejemplo creen que las relaciones sexuales
sirven para preparar a la mujer para entra del espíritu del niño.14

Otro ejemplo de estadio intermedio entre el desconocimiento de la paternidad y la aparición


de la pareja monogámica lo constituye la paternidad múltiple. Según esta creencia, para
que el feto crezca son necesarias varias aportaciones de semen, no necesariamente del
mismo varón. Esta creencia es compartida por diversas culturas en distintos continentes y
no vinculadas lingüísticamente. Los primeros en presentar esta teoría fueron Beckerman y
Valentine a partir de sus investigaciones en pueblos aborígenes de América del Sur (los
pueblos barí y yanomami por ejemplo). Esta idea también está presente en pueblos de
Nueva Guinea e India.15

Época de la antigüedad clásica

Los paters, las cabezas de las familias patricias, descendientes de los primeros senadores
romanos que formaban el grupo social privilegiado.
En la Antigüedad clásica coincidente con la Edad Antigua, en la familia patriarcal,
dominada por el varón, los hijos nacían en el hogar paterno y la descendencia era
patrilineal: los hijos e hijas portaban el apellido paterno exclusivamente. El modelo por
excelencia de padre patriarcal era el Pater familias romano que ostentaba el poder
absoluto.1

La familia del Pater familias era un conjunto, una casa, un grupo que incluía a todas las
personas libres que formaban el núcleo familiar, sin distinción de edad ni de que hubiesen o
no contraído matrimonio, todos los parientes, descendientes, allegados, amigos, las mujeres
entradas a la familia mediante el matrimonio y sus descendientes, a los adoptados y
arrogados, a los domésticos, esclavos, esclavas y sus descendientes, el ganado, las tierras y
todos los objetos de su casa. No todos los varones eran considerados padres de su
descendencia, la patria potestas o patria potestad era un privilegio del cual los esclavos
estaban privados. El pater, o «protector», romano ejercía el derecho sobre todos los
aspectos de la vida de sus descendientes, poseía el derecho a la vida y la muerte, podía
enajenarlos «ius vendendi», abandonarlos o exponerlos «ius exponendi» o entregarlos en
«noxa» a la víctima de delito por ellos cometido o «ius noxae dandi», y decidía todo lo
referente a la educación de los niños.

El patriarcado denegaba a las mujeres todo derecho emanado del alumbramiento.16

El pater era quien autorizaba a las mujeres a amamantar o no a sus hijos. El niño solo era
considerado hijo si era reconocido por el pater, no importaba si era fruto de una relación
matrimonial o no. La relación entre biología y filiación no era muy estricta, que fuera el
genitor biológico carecía de importancia pues lo que daba el padre era la filiación: sólo
valía el reconocimiento paterno que se realizaba cuando el pater alzaba en brazos a su hijo.
Si no lo hacía, aunque fuera un hijo de su esposa legítima no se lo consideraba padre del
niño y su destino era el abandono y la muerte. Este alzamiento podía realizarlo con un niño
que no fuera de su propia sangre, como en la «adopción», y los resultados eran los mismos.
Podía declararlo heredero y amo de la casa a su muerte aunque tuviera otros hijos nacidos
dentro del matrimonio.17

El «pater familias» era el que decidía si un niño recién nacido iba a ser aceptado por la
sociedad romana o no. Si el pater no había levantado en brazos, el bebé recién nacido iba a
terminar expuesto en un santuario o en un basurero público para que muriera o para que se
lo llevara cualquiera, generalmente un mercader de esclavos. En Grecia se exponía con
mayor frecuencia a las niñas y en Roma a los nacidos con algún tipo de malformación o
simplemente si el pater no deseaba más hijos, por ejemplo, por problemas de herencia.18

El matrimonio era un asunto exclusivo de casta y un problema contraactual cuya principal


preocupación era garantizar los derechos del padre.19

En cambio, a diferencia de los romanos; en la misma época, los judíos, los germanos y los
egipcios sí conservaban a todos sus hijos. Para los romanos, los bastardos, si no habían sido
expuestos, adoptaban el nombre de la madre sin ningún tipo de reconocimiento de la
paternidad ni de legitimación. Esto es lo que sucedía, por ejemplo, con los múltiples hijos
que el pater tenía con sus esclavas. En cambio, los esclavos libertos adoptaban el nombre
de familia de su antiguo amo.18

Época medieval

Luis I de Borbón, padre de la Casa de Borbón y la Dinastía Borbón. También se le da el


título de padre al ancestro de un linaje.

En la Edad Media con la aparición del padre cristiano convivieron distintos modelos de
paternidad según el patrimonio en juego. La estructura familiar de la Alta Edad Media
todavía recordaba a la que se manifestaba tanto en la sociedad romana como germánica al
estar integrada por el núcleo matrimonial -esposos e hijos- y un grupo de parientes lejanos,
viudas, jóvenes huérfanos, sobrinos y esclavos. Todos estos integrantes estaban bajo el
dominio del varón -bien sea de forma natural o por la adopción- quien descendía de una
estirpe, siendo su principal obligación la de proteger a sus miembros. El padre era el
guardián de la pureza de sus hijas como máximo protector de su descendencia. Un ataque al
pudor de la mujer, aún con su consentimiento, era una deshonra para su padre. La violación
era considerada un atentado contra la autoridad patriarcal, la de el padre y no contra el
cuerpo de la mujer misma. El adulterio en las mujeres -toda relación sexual sin
consentimiento del padre, aún siendo viudas o solteras- era castigado con la muerte. Sin
embargo, los germánicos practicaban la poligamia y además de los varones nacían
abundantes descendientes de las relaciones sexuales con las esclavas. Las madres no tenían
una relación de ternura con sus hijos. La Iglesia prohibió la poligamia, declaró la
indisolubilidad matrimonial (la ley burgundia y la ley romana autorizaban el divorcio) y
prohibió el matrimonio entre primos muy frecuente en esa época, aunque recién en el siglo
X los dictados eclesiásticos en defensa de la monogamia y en contra del divorcio
comenzaron a surtir efecto.20

Las religiones politeistas adoraban tanto a dioses masculinos como a dioses femeninos, a
padres como a madres pero para el Judaísmo y el Cristianismo dios solo era padre. El poder
del dios cristiano limitó el poder del pater y apareció la concepción de paternidad espiritual.
La figura del padrino en el bautismo se volvió importante. Jesús no engendró hijos y dijo
que la ley de la sangre no debe prevalecer sobre la ley del espíritu. A través del padre dios
resplandece y la mujer y los niños le deben obediencia y sumisión. Los derechos de dios
limitaron los derechos del padre humano y este debía respetar la vida de sus retoños.1

En el año 374 la Iglesia prohibió el infanticidio, modalidad característica de la Antigüedad


hasta el siglo IV D. C. como método anticonceptivo y fue reemplazado por el abandono
como forma peculiar de vínculo paterno-filial entre los siglos IV y XIII, junto con la
entrega a las ama de crianza, la cesión en adopción y la internación en conventos o
monasterios.21

San Gregorio Magno, padre de la Iglesia. Se llama Padres de la Iglesia a los escritores
eclesiásticos de los primeros siglos del cristianismo cuyo conjunto doctrinal es considerado
fundamento de la fe y de la ortodoxia en la Iglesia.

La paternidad ya no derivaba de la voluntad del varón sino de la voluntad de Dios. Sin


abolir la paternidad adoptiva el cristianismo privilegia la paternidad biológica o de sangre,
el padre toma posesión de su hijo sobre todo porque se semen marca su cuerpo y porque le
da un nombre u apellido.

Pero esta paternidad biológica solo tiene valor si se corresponde obligatoriamente con una
función simbólica. Con el cristianismo sólo era declarado padre quien se sometía a la
legitimidad sagrada del matrimonio. Los niños concebidos por fuera del matrimonio,
aunque tuvieran lazo de sangre, comenzaron a ser considerados bastardos y no
pertenecientes a ninguna familia.22

El derecho a la filiación en su categoría de oposicion legítimo-ilegítimo desvalorizando al


hijo natural en beneficio del hijo legítimo fue una inclusión de la Iglesia cristiana.6

La paternidad era un efecto de la ley y se establecía por el solo hecho de que la mujer con
que el varón estuviese casado pariera un hijo.

Esta regla persiste hasta nuestros días en muchos países, y es preciso hacer un juicio por
paternidad si es necesario modificarla. Por ejemplo: el artículo 312 del código civil belga
dice que «El niño concebido durante el matrimonio tiene por padre al marido ».

Esta presunción de reputar al marido como padre de los hijos de su mujer nacidos durante
el matrimonio es una regla de moralidad familiar. Esta regla de moralidad sustituye lo que
anteriormente existía como las revisaciones periódicas de la mujer por parte de las parteras
designadas por el marido en el derecho romano, el depósito de la mujer en la «casa
honesta», el derecho a «la custodia del vientre», mediante el cual se colocaban guardias en
la puerta de la habitación de la mujer y la disposición enel Digesto o «Digestum», del 533,
Libro 25, tit 3 L.1, sobre las tres luces que debían quedar siempre encendidas en la
habitación de la madre a fin de evitar la sustitución del hijo.23

Entonces, en la Edad media el padre le transmitía a su hijo un doble patrimonio: el de la


sangre y el del nombre, que le atribuía una identidad en ausencia de toda prueba biológica y
de cualquier conocimiento del papel respectivo de los ovarios y los espermatozoides en el
proceso de la concepción. La transmisión del nombre del padre tenía diferentes
modalidades: se transmitía el apellido, se le daba al primogénito el mismo nombre de pila
que su padre o su abuelo o su padrino. Solo la nominación simbólica permitía garantizar al
padre que era el progenitor de su descendencia. El padre sólo era un procreador en tanto
padre de la palabra.22

La sociedad de la Baja Edad Media siglo XI era jerárquica y el modelo de paternidad


dependía de la clase social. El destino del niño dependía de su padre.1

Los padres no solo tenían el poder de reconocer a sus hijos sino, lo más importante, el
poder de no reconocerlos.6

• El modelo aristocrático otorgaba gran importancia al linaje, el patrimonio, los títulos


nobiliarios, los privilegios y el honor que se heredaban. El noble no se ocupaba de sus hijos
sino que los confiaba a preceptores y educadores especializados y mantenía
económicamente también a sus hijos bastardos.

• En el modelo campesino el patrimonio era el pequeño terruño, símbolo de libertad y


dignidad. Los niños rara vez eran criados por su padre biológico. Engendraban muchos
hijos y, a pesar de las campañas de la Iglesia, el infanticidio continuaba camuflado en
accidentes.

• Con el surgimiento de la burguesía el modelo de paternidad en la ciudad era el de los


artesanos, comerciantes y los profesionales liberales. En ese modelo lo que transmitía el
padre era un oficio, una profesión, un saber, un talento. El padre trabajaba en casa y
compartía algo de tiempo con sus hijos, pero le estaba vedado expresar sus sentimientos
porque la ternura era vista como signo de vulnerabilidad o debilidad.1

En los siglos XV y XVI, en la época del Renacimiento el amor ya era considerado un


derecho natural por lo que los hijos bastardos eran llamados «hijos del amor». Leonardo da
Vinci, Giorgione, el Aretino, los Borgia eran tan hijos del amor como Bocaccio.24

Época moderna

Abraham, cuyo nombre significa padre de muchos pueblos, es considerado el padre y


fundador del judaísmo. Jehová, para probar su fe, le ordenó el sacrificio de Isaac, su
primogénito, pero un ángel se lo impidió y en su lugar le dio un carnero. Jehová le dijo
entonces que por no haberle rehusado su único hijo multiplicaría su descendencia como las
estrellas del cielo y en su simiente serían benditas todas las naciones de la tierra. Génesis
22:1-19

En la Edad moderna, coincidente con el Antiguo Régimen, existían muchísimos niños


huérfanos que eran criados en orfelinatos o por sus tíos o vecinos.1

En el siglo XVI la jerarquía garante del orden era primero Dios, luego el el Rey y luego el
padre. Varones menores de 30 y mujeres menores de 25 dependían jurídicamente del padre
para casarse, entrar al convento o disponer de sus bienes. El padre decidía los matrimonios,
exigía respeto y obediencia y podía enviar a sus hijos varones a prisión y a las mujeres al
convento si lo desobedecían.22 Para Jean Bodin la familia debía perpetuar la soberanía del
padre.
En el siglo XVII el niño comenzó a entrar en contacto con la vida afectiva del padre pero
los manuales de instrucción infantil recomendaban los castigos corporales frecuentes como
modo de dominar la voluntad de los niños, para evitar la insubordinación y sus malas
inclinaciones.21

En la concepción de autoridad paterna sostenida por Thomas Hobbes el poder del padre no
es natural sino construido y lo ejerce a la manera de un pequeño rey en su casa.

El sistema de la patria Potestad comenzó a ser cuestionado recién en el llamado Siglo de las
Luces, siglo XVIII, cuando aparecieron las primeras leyes que se oponían al despotismo
brutal del padre a partir del asesinato durante la Revolución francesa del soberano-padre
que esclavizaba a sus hijos desde hacía mil trescientos años.16 Decía el código:

“La voz imperiosa de la Razón se ha hecho oir, ya no hay patria potestad, establecer los
derechos por coerción es engañar a la naturaleza”.

La Revolución francesa asesinó simbólicamente al padre al decapitar al Rey- Padre Luis


XVI y promulgó leyes que limitaron el poder de los padres varones. La subordinación de
los hijos ya no era ilimitada.

Caricatura del siglo XVIII de Luis XVI.

La Revolución francesa abolió las diferencias de clase y proclamó la igualdad de los


hombres. Aparecieron los primeros movimientos feministas. En algunos países europeos la
Iglesia se separó del estado. La abolición de la monarquía autoritaria o monarquía absoluta
dio lugar a una nueva forma de organización patriarcal. Apareció la noción de sentimiento
o amor paternal y maternal.

A partir de las modificaciones en las concepciones de la infancia, el padre comenzó a tomar


contacto con sus hijos de otra manera. El nacimiento de la pediatría redujo los castigos
físicos y la mortalidad infantil. El control, sobre los hijos se volvió más mental e intrusivo
que físico. Los niños comenzaron a ser criados por sus padres y amamantados por sus
madres y los castigos físicos comenzaron a ser reemplazados por el confinamiento o el
encierro a oscuras o la negación de los alimentos.21

Después de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano el padre pasó a ser
un padre sometido a la ley y respetuoso de los derechos adquiridos. El matrimonio dejó de
ser un pacto indisoluble garantizado por la presencia divina y se convirtió en un contrato
libremente consentido entre un varón y una mujer. Apareció por primera vez la idea de que
los niños tienen derecho a tener una familia, sean nacidos o no dentro del matrimonio.22

En las colonias españolas, el matrimonio era el único camino abierto a la mujer, para lo
cual tener una dote era algo fundamental. En Buenos Aires, hubo un caso muy escandaloso
protagonizado por las hermanas de Bernardino Rivadavia. Ambas mujeres estaban de
novias con los hermanos Gabriel y José Garzón. A pesar de estar prometidas en
matrimonio, no se sabe porqué, el padre prohibió el casamiento y la entrada de los novios a
su casa. Los hermanos Garzón lo demandaron judicialmente exigiéndole el cumplimiento
del contrato firmado. Las niñas estuvieron encerradas en su casa y no tenían permiso de
salir, prácticamente secuestradas. Los novios solicitaron judicialmente el traslado de las
novias y el virrey del Pino prestó el concurso de las fuerzas públicas para eso. El padre
demandó ante la Real Audiencia de Buenos Aires quien anuló lo actuado. González
Rivadavia encerró a sus hijas en un convento. Mientras tanto uno de los novios falleció y la
novia se volvió loca. El otro prometido continuó el juicio hasta 1812. Finalmente Manuela
Rivadavia y José Garzón lograron casarse . El padre, quien perdió el juicio, fue condenado
a pagar las costas del juicio pero en 1816 desheredó a sus hijas.25

En Francia, muchos reaccionaron contra la revolución buscando restaurar el buen orden


político real del Padre Rey.16

En El contrato social Jean-Jacques Rousseau decía que la familia era el primer modelo de
las sociedades políticas, el jefe era la imagen del padre, el pueblo era la imagen de los hijos.

Honoré de Balzac dijo que al cortarle la cabeza al rey Luis XVI de Francia la Revolución
francesa decapitó a todos los padres de familia. Apareció en la sociedad una preocupación
por la pérdida de los valores tradicionales. Se hacían caricaturas irrespetuosas de Luis XVI.
Ya no se temía ni se respetaba al padre. La familia se hallaba en peligro y se temía por su
disolución.

En el siglo XIX, con la restauración de la monarquía francesa por Napoleón se intentó


restaurar la autoridad del padre y el poder paterno.
José de San Martín, denominado Padre de la patria en Argentina; libertador de Argentina,
Chile y Perú. Padre de la patria es un término usado para describir a un líder político,
fundador de la nación, cuyo heroísmo y autoridad moral hacen de él una fuente de
inspiración. Su imagen aparece en los billetes pues es elevada a la categoría de símbolo
nacional.

En el Código napoleónico (base de los códigos civiles y los sistemas jurídicos actuales de la
mayoría de los países europeos y americanos) las mujeres volvieron a quedar bajo la patria
potestad del marido perdiendo los derechos que habían ganado durante la revolución
francesa. Este código sostenía que el padre ejercía su autoridad sobre la persona de su hijo,
administrando sus bienes, dirigiéndolo, vigilándolo, corrigiéndolo (incluso tenía el derecho
de enviarlo a prisión), eligiendo su lugar de residencia, controlando sus amistades, su
correspondencia y educándolo. El derecho de castigo corporal se atribuía exclusivamente al
padre, único que ejercía la autoridad. El código napoleónico acentuaba el aspecto
voluntario de la filiación, el reconocimiento del hijo era un derecho discrecional del padre
independientemente de todo consentimiento de la madre y de ningún control sobre su
veracidad. Los hijos producto del adulterio materno carecían de legitimidad y de filiación.

Hegel describía a la familia como una de las estructuras básicas de la sociedad que
descansa sobre la institución del matrimonio monogámico que une por consentimiento a un
varón y una mujer: el marido se enfrenta al mundo externo o sobre sí mismo y la mujer,
convertida en madre, goza de una auténtica libertad dentro del seno del hogar. En un
momento en que la figura de la madre y la maternidad tomaban jerarquía aparecía la idea de
que el padre debía separar a la madre de su hijo para permitir su independencia.

Para muchos, como decía Johann Jakob Bachofen, cualquier movimiento de emancipación
de las mujeres constituía una amenaza para el porvenir del género humano. Algunos
autores, que a partir de Lewis Henry Morgan creían en la existencia de un matriarcado
anterior que podría retornar, estaban preocupados por el porvenir de la familia y la
decadencia de la autoridad paterna. Además de los ya citados, figuras como Friedrich
Engels, Johann Jakob Bachofen, Louis de Bonald o Hippolyte Taine.22
Karl Marx considerado el padre del marxismo, el socialismo científico y el comunismo
moderno. La paternidad es un concepto que también define al fundador de una disciplina o
sistema.

Tanto que en 1870 el sociólogo francés Frédéric le Play, preocupado porque la evolución
social llevaba a la disolución de la familia y la decadencia del padre intentó concebir un
programa de preservación de la familia tradicional. En esa época, la familia moderna o
familia conyugal nuclear o restringida, contracción de la familia extendida anterior,
apareció con un modelo fundado en el amor romántico de la pareja. En 1892 Émile
Durkheim definía la familia moderna limitada al padre, la madre y los hijos, familia nuclear
producto de la contracción de la familia de la antigua organización patriarcal.26 Durante el
siglo XIX declinó el poder divino del padre, el centro de gravedad dentro de la familia se
desplazó y apareció la figura de la madre y la maternidad. Se incitaba a las madres a
amamantar a sus hijos y a no dejarlos con nodrizas. La familia como célula básica de la
sociedad comenzaba a tomar conciencia de sus deberes de amor y educación en torno a los
niños. El matrimonio burgués se asociaba al amor romántico, al sentimiento amoroso entre
los cónyugues y hacia sus hijos y aparecía en la época victoriana la prohibición del placer
sexual fuera del matrimonio no solo para la mujer sino también para el varón. El padre
doméstico sucedió al héroe guerrero de la época feudal. El padre convirtió el poder que
había perdido en el escenario de las batallas y la caballería a la vida económica y privada.
El eje del consenso normativo de la tradición moderna en torno a la paternidad era la
obligación paternal de protección y seguridad económica de las mujeres y los niños. Este
arreglo histórico produjo una división de la participación de las mujeres y los varones en la
procreación y en la responsabilidad de educar al niño, esquemas que se reproducen de
generación en generación a través de la separación organizada de la parentalidad entre la
mujer que sería la proveedora de los cuidados maternos y el padre proveedor de la
manutención económica, dueño de la autoridad para poner los límites al niños y
responsable de separar a la madre incestuosa del niño.6

La imagen del padre padrone era la del amo de su domesticidad en cuanto ponía límites a
su mujer y sus hijos. El orden familiar burgués se apoyaba en la autoridad del marido, la
subordinación de las mujeres y la dependencia de los niños. Pero el padre, Jefe de familia,
veía cada vez más limitados su privilegios. Ahora tenía obligaciones morales y si no las
respetaba el Estado podía suplantarlo. La paternidad prolongaba su función autoritaria pero
del padre dominador subsistía solo la noción de la autoridad, el respeto y la distancia,
mientras que el vínculo con la madre se convirtió en ternura.

El modelo burgués fue el del padre confinado al territorio privado de su casa. La Iglesia
perdió parte de sus poderes en beneficio del Estado. El padre-padrone asimiló vida privada
y vida laboral, amo solo en su domesticidad dentro de su casa. Al salir el padre a trabajar
fuera de su casa apareció la disociación entre la vida familiar, menos valorada, y la vida
profesional, que le ofrecía la posibilidad de reconocimiento y ascenso social.

Se redujo el número de hijos. Este padre ya no reconocía a sus hijos extra-matrimoniales


dejándolos en la miseria junto a sus madres solteras, desresponsabilizándose de su
paternidad.1 El padre lo era siempre de los hijos nacidos dentro del matrimonio y si no
estaba casado con la madre del niño no lo era a menos que él expresamente lo consintiera.
En Francia, recién en 1912 la ley permite declarar a un violador «padre» luego de un juicio,
pero fuera de los casos de violación sigue prohibiendo reclamar la paternidad a un hombre
que no la reconoce.27

Thomas Alva Edison, padre del fonógrafo junto a uno. La paternidad es un concepto que
sirve también para describir a un inventor.

Época postmoderna
Pablo Picasso considerado el padre del cubismo.La paternidad es un concepto que sirve
también para describir al creador de una escuela.

Durante el siglo XX la mujer dejó de ser considerada una menor sin derechos jurídicos,
salió a trabajar fuera de casa, a estudiar y fue ganando responsabilidad en la educación de
los hijos que apenas veían al padre.

Según la jurista especialista en bioética Marcela Iacub, en el siglo XX, a partir de la década
de 1960, con la revolución sexual, el modelo tradicional de desigualdad complementaria en
el matrimonio entre el marido y la mujer (ciudadanía política con derecho a voto, manejo
del patrimonio familiar, preeminencia masculina en el dominio de la filiación) dejó lugar a
leyes más equitativas.

Entonces apareció el modelo de filiación «natural» que identificó por primera vez padre
con genitor. Los hijos «naturales» extramatrimoniales pasaron a tener los mismos derechos
que los hijos «legítimos». La pareja procreadora se convirtió en la pareja parental dando
lugar a un nuevo paradigma reproductivo. En este nuevo «orden reproductivo» la pareja
parental reemplazó a la pareja matrimonial. El acto sexual procreativo se convirtió en la
nueva referencia que estructuraba la filiación reemplazando el lugar que antes tenía el
matrimonio.27

Desde comienzos del cristianismo hasta el siglo XX la prioridad absoluta en Occidente en


la definición de la filiación había sido la institución del matrimonio.

Si bien antes, para ser «hijo de», un niño debía nacer dentro del matrimonio - y los hijos
ilegítimos no tenían acceso a ningún tipo de paternidad careciendo de filiación paterna
mientras que los nacidos dentro del matrimonio la tenían aún desconociendo de quien fuera
el esperma que había dado origen a esa vida -, a partir del siglo XX la filiación estaba dada
por quien realizaba el acto reproductivo (coito).
El código napoleónico acentuaba el aspecto voluntario de la filiación mientras que algunas
leyes del siglo XX conducían a una biologización de la maternidad, la paternidad y la
filiación.

Con la aparición de la píldora anticonceptiva se dio la revolución sexual que modificó


profundamente las relaciones varón-mujer y padre-madre. El Estado se ocupó por los
problemas demográficos, el control de la natalidad y la salud pública. En la segunda mitad
del siglo XX apareció la idea de que el niño necesita de un vínculo cercano con su padre
para el desarrollo de su personalidad. La psicología comenzó a ocuparse de asesorar a los
padres sobre las formas de educar a sus hijos. En los ’70 apareció la palabra parentalidad –
parenthood- para definir indistintamente al padre o a la madre. El padre perdió la patria
potestad exclusiva y comenzó a compartirla con la madre. La autoridad paterna se
fragmentó. El Estado asumió las antiguas funciones del padre, no sólo se ocupaba de la
educación y escolarización fuera del hogar sino que podía quitarle un niño al padre por
maltrato o prostitución. Los maestros reemplazaron al padre en la enseñanza apareciendo la
profesionalización de las funciones paternas en educadores, pedagogos, psicopedagogos,
psicólogos, pediatras, puericultores, trabajadores sociales, sociólogos, antropólogos,
psiquiatras y jueces.1

Con la aparición de nuevos modos de parentalidad, familia reconstituída, familia


monoparental, familia igualitaria, matrimonio entre personas del mismo sexo,
homoparentalidades, se produjo una desacralización del matrimonio. El divorcio existió en
todas las épocas históricas pero recién en el siglo XX apareció el concepto de familia
reconstituída o recompuesta. Los niños podían ser educados en una casa en la cual
convivían con hermanastros, madrastras o padrastros, o bajo la autoridad de dos padres o
dos madres. Los antes llamados hijos bastardos pasaron a llamarse hijos naturales y
adquirieron los mismos derechos. En los años ’70 apareció el concepto de familia
monoparental. Recién en el siglo XX se abolió legalmente en los países occidentales
(prevalece en los islámicos) el castigo corporal paterno, lo cual no significa que no siga
presente. Apareció la noción de co-parentalidad, el varón ya no detentó en exclusividad la
patria potestad sobre los hijos. Otra novedad fue el concepto de homoparentalidad y la
discusión sobre si los homosexuales tienen derecho a la adopción de niños.

El nuevo modelo de paternidad generó un incremento en la contribución del tiempo paterno


dedicado al cuidado de los hijos, una mayor conciencia sobre el deseo por tener hijos y
mayores expresiones de afecto y cercanía hacia éstos pero al mismo tiempo se produjo un
relajamiento de las obligaciones de protección y seguridad económica que fueron el eje del
consenso normativo de la tradición moderna en torno a la paternidad.2

La Iglesia, preocupada por los cambios, también se actualizó en algunos temas pero nunca
abandonó sus principios de oponerse al divorcio, al matrimonio igualitario entre parejas del
mismo sexo, a la adopción de niños por parte de homosexuales, a las relaciones sexuales
fuera del matrimonio, a las nuevas técnicas reproductivas, al uso de métodos
anticonceptivos y especialmente al aborto. Para la Iglesia el papel del varón sigue siendo el
de revelar y revivir en la tierra la misma paternidad de Dios.

Su Santidad Juan Pablo II dijo: 28


El amor a la esposa madre y el amor a los hijos son para el hombre el camino natural para
la comprensión y la realización de su paternidad. Sobre todo, donde las condiciones
sociales y culturales inducen fácilmente al padre a un cierto desinterés respecto de la
familia o bien a una presencia menor en la acción educativa, es necesario esforzarse para
que se recupere socialmente la convicción de que el puesto y la función del padre en y por
la familia son de una importancia única e insustituible. Como la experiencia enseña, la
ausencia del padre provoca desequilibrios psicológicos y morales, además de dificultades
notables en las relaciones familiares, como también, en circunstancias opuestas, la
presencia opresiva del padre, especialmente donde todavía vige el fenómeno del
"machismo", o sea, la superioridad abusiva de las prerrogativas masculinas que humillan a
la mujer e inhiben el desarrollo de sanas relaciones familiares. Revelando y reviviendo en
la tierra la misma paternidad de Dios, el hombre está llamado a garantizar el desarrollo
unitario de todos los miembros de la familia.

Por otra parte no faltan, sin embargo, signos de preocupante degradación de algunos
valores fundamentales: una equivocada concepción teórica y práctica de la independencia
de los cónyuges entre sí; las graves ambigüedades acerca de la relación de autoridad entre
padres e hijos; las dificultades concretas que con frecuencia experimenta la familia en la
transmisión de los valores; el número cada vez mayor de divorcios, la plaga del aborto, el
recurso cada vez más frecuente a la esterilización, la instauración de una verdadera y propia
mentalidad anticoncepcional. La familia humana, disgregada por el pecado, queda
reconstituida en su unidad por la fuerza redentora de la muerte y resurrección de Cristo. El
matrimonio cristiano, partícipe de la eficacia salvífica de este acontecimiento, constituye el
lugar natural dentro del cual se lleva a cabo la inserción de la persona humana en la gran
familia de la Iglesia29

En un momento histórico en que la familia es objeto de muchas fuerzas que tratan de


destruirla o deformarla, la Iglesia, consciente de que el bien de la sociedad y de sí misma
está profundamente vinculado al bien de la familia, siente de manera más viva y acuciante
su misión de proclamar a todos el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia,
asegurando su plena vitalidad, así como su promoción humana y cristiana, contribuyendo
de este modo a la renovación de la sociedad y del mismo Pueblo de Dios30

Época contempóranea
Benedicto XVI, El Santo Padre.

El Papa Benedicto XVI confirmó que para la Iglesia la paternidad no se define por la
biología:

"San José manifiesta de manera sorprendente, que es padre sin haber ejercitado una
paternidad carnal. No es el padre biológico de Jesús, del cual solo Dios es Padre, y sin
embargo ejercita una paternidad plena y entera. Ser padre es por encima de todo ser
servidor de la vida y del crecimiento. San José ha dado prueba, en este sentido, de una gran
dedicación. Por Cristo ha conocido la persecución, el exilio y la pobreza que de ellas
deriva. Ha debido establecerse en un lugar distinto al de su ciudad. Su sola recompensa fue
la de estar con Cristo"31

En el siglo XXI las nuevas técnicas reproductivas de reproducción asistida trajeron grandes
cambios en los modelos de familia y de paternidad al hacer una nueva diferenciación entre
los orígenes genéticos y la gestación.
El padre genitor dejó de ser incierto a partir de los adelantos de la genética a fines del siglo
XX, cuando los análisis permitieron confirmar la paternidad genética. Entonces se confirmó
la separación radical entre la nominación y el engendramiento. La paternidad se escindió
entre un productor de semen y la función nominativa por el otro. Se diferenciaron el padre
genético, el padre biológico, el padre social, el genitor y la función paterna.

La visión naturalista de la procreación del siglo XX instituía la diferencia sexual como un


hecho de la naturaleza que la ley se limitaría a registrar: la maternidad estaría definida por
el alumbramiento y la paternidad por el consentimiento. Esta visión entraría en
contradicción con las circunstancias actuales del siglo XXI en las que la sexualidad se
separó de la reproducción, a partir de los anticonceptivos y, en que la reproducción ya no es
el resultado necesario de una relación sexual, a partir de las nuevas técnicas reproductivas.6

Al estar cuestionadas las formas tradicionales de reproducción, de familia, de pareja y de


orden sexual, también se cuestionó la parentalidad misma y por ende la paternidad.32
Si la simple constatación de la transmisión de los genes nunca fue suficiente para identificar
a un padre ahora menos que nunca. El padre genético puede ser el donante anónimo de
esperma pero el padre del bebé, el que designa la ley, el que ejercerá la paternidad será el
esposo de la mujer que haya concebido de esa manera. Esto abrió nuevas posibilidades: las
parejas homosexuales, tanto varones como mujeres, accedieron a estos métodos para tener
descendencia. También las mujeres solteras, homo y heterosexuales comenzaron a
inseminarse artificialmente. Ser madre soltera o hijo de madre soltera dejó de ser un
estigma o una vergüenza. Las familias monoparentales existieron siempre pero en el siglo
XXI se reivindican con plenos derechos.

En el siglo XXI nos encontramos con familias pluriparentales, multiparentales, co-


parentales, biparentales, monoparentales, homoparentales, etc.

Según la doctora Rosa Jaitin:

El primer problema es que los polos de las funciones parentales contemporáneas se han
multiplicado en lo que concierne al polo genético y al de gestación. La sexuación de las
funciones parentales requiere, entonces, hacer una diferencia entre los orígenes genéticos
(diferentes gametas, procedencia de los óvulos y los espermatozoides) y de gestación. Así,
por ejemplo, el dador de genes puede ser diferente de la gestadora. La madre puede portar
sus propios óvulos o los de otra mujer, los de su pareja o los de otro hombre. Esto significa
que la gestación no sería la resultante de un acto sexual sino de la procreación asistida.

Hasta no hace mucho los padres de familias numerosas daban sus hijos para criar a los tíos
u otros miembros de la familia. En sociedades actuales como la de los Na en China, los
hermanos son los que tienen a su cargo la crianza de los hijos, mientras que la genitura es
exterior. Es decir, la concepción está disociada de la educación. El vínculo fraterno regido
por la prohibición del incesto cumple una función parental.

No es más cierto que la madre sea irremplazable. Vemos que el padre u otros personajes
maternales también pueden ser adecuados. La evidencia de la maternidad no se opone más
opuesta a la incertidumbre de la paternidad. Ésta puede probarse por el ADN mientras que
la maternidad hoy puede ser clivada entre tres personas o funciones (genética, gestativa o
educativa). No pocos psicoanalistas coinciden en que este tipo de clivajes no da como
resultado necesario niños con problemas psicopatológicos. Los problemas que aparecen
están frecuentemente en relación más con malos funcionamientos de la pareja que con
problemas filiativos.33

Según el doctor Pablo Roberto Ceccarelli:

Las últimas décadas han sido marcadas, sobre todo en Occidente, por profundos cambios de
valores, comportamientos e identidades. Como ejemplo podemos nombrar las
modificaciones en las condiciones de la procreación (procreación artificial, donante de
esperma anónimo, vientre en alquiler, embriones congelados); los cambios en las formas de
paternidad y de crianza de los hijos (alteraciones en el sistema de atribución del apellido,
padres adoptivos, padres artificiales, monopaternidad, homopaternidad); las demandas de
modificación de sexo (transexualismo); las nuevas prácticas sexuales (sexo por internet); y
los límites impuestos a la sexualidad (por el surgimiento del sida). Sin embargo, estas
transformaciones no son en su esencia un fenómeno completamente nuevo. Pudieran, tal
vez, ser consideradas como «reorganizaciones» colectivas.
Estamos asistiendo a la continuidad de un proceso de cambios cuyos orígenes se remontan
al siglo XVIII con la Revolución industrial. Este proceso se acentuó después de la Primera
Guerra Mundial cuando, al regresar los combatientes del campo de batalla, encontraron a
sus esposas perfectamente adaptadas a trabajar fuera de casa y decididas a no renunciar a
esa conquista. En la década siguiente, conocida como «los años locos», con el apoyo de los
movimientos feministas, se consolidó esta situación, exacerbando el debate ya iniciado en
el siglo XIX sobre el lugar de los hombres y de las mujeres en la reproducción y en las
relaciones sociales y laborales, entre otros aspectos. De tales movimientos resultó una
nueva organización socio-político-económica que llevó, entre muchos otros temas, a una
discusión completamente nueva respecto a la sexualidad, particularmente en relación a los
«peligros» de separar sexualidad y reproducción.

Las reacciones a este «nuevo orden» fueron inmediatas: se habló del fin de la familia, de la
decadencia de las costumbres y de la moral. Una mujer que trabajaba y que tenía acceso a
la pildora anticonceptiva estaba más expuesta a las tentaciones de las relaciones
extramatrimoniales; se pronosticaban problemas psíquicos terribles para los hijos de padres
separados; la presencia menos efectiva de la figura paterna llevaría indudablemente a
dificultades particulares en el sujeto, y así en adelante.
Sin embargo, cuando ahora, a inicios del siglo XXI, miramos para atrás y reevaluamos los
temores de las décadas precedentes constatamos que nada dramático sucedió: las familias
continúan componiéndose y descomponiéndose; los hijos de familias de padres separados
están bien, en algunos casos mejor que aquellos cuyos padres no se separaron; pero las
manifestaciones de una sexualidad que va más allá de las reglas fueron tratadas en forma
prejuiciosa, el asunto del abordaje continúa siendo problemático.

Si tomamos a la familia tradicional, basada en el «poder paterno», como referencia de


normalidad y portadora de las condiciones ideales de la organización psíquica, cualquier
forma de paternidad que escape a ese modelo traería consigo perturbaciones psicosexuales.
Sin embargo, no fue necesario esperar al psicoanálisis para saber lo lejos que está la familia
tradicional de ser un modelo ideal. La práctica clínica es el mejor testigo de las fallas y
equivocaciones en las relaciones familiares.34

La CEPAL también expresó su preocupación por la cantidad de padres que no se hacen


cargo económico de sus hijos, sea porque no los reconocen, porque se han divorciado y no
cumplen con la cuota alimentaria o sea porque conviven con sus hijos pero no aportan
económicamente y el hogar es mantenido por la esposa.

Los estudios realizados por la CEPAL en 2001 mostraron que los varones tienden a no
utilizar métodos anticonceptivos y a restringir su uso por parte de las mujeres, se involucran
en múltiples experiencias sexuales pero desconocen su responsabilidad en los embarazos no
deseados - los cuales quedan a cargo exclusivamente de las mujeres, en su mayoría
adolescentes - y evaden su participación durante los distintos momentos del nacimiento y la
crianza de los hijos. A pesar de que actualmente se subraya el componente afectivo de
cercanía de los hombres con sus hijos y se cuestionan los patrones de relación paterna
basados en el ejercicio violento del poder y de la autoridad, éstos modelos continúan muy
presentes en nuestras sociedades.

Según el informe de la CEPAL:2

Es preciso subrayar que el reconocimiento de los hijos incrementa la probabilidad de que


los padres asuman la paternidad de manera responsable. Este acuerdo de filiación puede
conducir a una responsabilidad paterna más firme respecto de asegurar calidad en los
cuidados y educación conforme a las nuevas representaciones de las necesidades de los
hijos. Entre los enfoques enriquecedores de las nuevas definiciones de paternidad se
cuentan los vinculados a la dimensión doméstica del cuidado y la crianza de los hijos(as).
Estos aportes derivados de la perspectiva de género han contribuido a visualizar la esfera de
la organización doméstica como un ámbito de producción y reproducción de inequidades y
desigualdades de género, en el cual los hombres participan poco y en condiciones de
control y jerarquía sobre las mujeres. Este aspecto de la división sexual del trabajo y la
dinámica doméstica de la vida cotidiana se revela como un ámbito en el que es necesario
ampliar la participación masculina en las tareas domésticas como una forma de flexibilizar
los roles de mujeres y hombres, al tiempo que se favorecen formas más equitativas de
organización doméstica. En este campo, la paternidad responsable hace referencia a las
contribuciones de tiempo que los hombres pueden aportar para la reproducción y
sostenimiento emocional del núcleo familiar. Con este factor se introduce una dimensión
cualitativa referida a la dinámica familiar que permite visualizar los aportes no monetarios
que los hombres pueden hacer en la crianza de los niños(as), así como las contribuciones a
los nuevos modelos de crianza de los hijos(as). Merced a estos enfoques, el nuevo concepto
de responsabilidad paterna ha agregado a las consabidas responsabilidades económicas, las
relativas al comportamiento sexual y reproductivo masculino, así como aquellas derivadas
de un reparto más equitativo en la proveeduría del cuidado para la satisfacción de las
necesidades básicas y afectivas de los niños(as).

Sin embargo, la preferencia por el apellido paterno (el patronímico, del latín patronymĭcus,
y este del griego πατρωνυμικός, que denota la calidad de descendiente) en detrimento del
materno sigue siendo universal en el derecho contemporáneo.35

Sigue siendo obligatorio llevar el apellido paterno incluso en los países en los cuales se
acepta el apellido materno también o cuando se puede elegir llevar primero el apellido
materno.
En algunas legislaciones (como la francesa) el padre legítimo (casado con la madre) tiene
más derechos que el padre natural (no casado aunque haya reconocido a su hijo). En otras
(como la argentina) todos los padres que han reconocido a sus hijos tienen los mismos
derechos sobre ellos. Algunas legislaciones otorgan al padre el derecho de reclamar una
pensión alimentaria al hijo durante su vejez incluso habiendo incumplido su obligación
alimentaria previa y sin que su hijo haya sido nunca mantenido por él.

El reconocimiento del hijo continúa siendo un derecho discrecional del padre en muchos
países, incluso en los que la ley protege a los niños nacidos fuera del matrimonio, como por
ejemplo Argentina, en donde un padre puede reconocer un hijo de madre soltera
independientemente del consentimiento de la madre y sin necesidad de demostrar su
paternidad. La madre sólo puede realizar un juicio para quitarle el apellido si demuestra que
ese varón no es el padre biológico de ese niño. En muchos países si la madre estuviera
casada y el niño fuera fruto de una relación extra-matrimonial ella tendría que realizar un
juicio para demostrar que su esposo no es el padre biológico del niño. En esos casos
corresponde al juez decidir quien ejerce la paternidad del niño independientemente de la
realidad genética.

La paternidad continúa siendo efecto de la ley ya que se establece por el solo hecho de que
la esposa tenga un hijo. Todo niño nacido dentro de un matrimonio es considerado
legalmente hijo del esposo y si este no fuera el caso es necesario realizar un juicio para
modificar su filiación. La paternidad continúa siendo, en el siglo XXI, una cuestión de fe o
de creencia, ya que las pruebas de paternidad se realizan en muy poquísimos casos y
únicamente cuando hay una disputa por filiación.

Según el informe de la CEPAL las impugnaciones de la paternidad son los problemas de


más frecuente presentación en los juzgados con jurisdicción de familia.

Según la CEPAL las transformaciones en la concepción de la paternidad se relacionan con


distintos factores, entre los que cabe mencionar:2

 los cambios en la dinámica sociodemográfica de la población y su relación con el


tamaño y composición de las familias,

 las transformaciones en los papeles sociales de las mujeres, dentro y fuera de la


familia;

 las tendencias hacia la individualización de los derechos, que originan nuevas


demandas públicas y nuevos sujetos sociales, como en el caso de los derechos de las
mujeres, de la infancia, de las personas de la “tercera edad” y de aquellos con
habilidades diferentes, y

 los cambios en las formas de abordaje de la familia, que evidencian la necesidad de


desarrollar nuevas definiciones normativas entre los sujetos, las familias y el Estado

Padre con su hija.


Pero en el siglo XXI la tendencia apuesta a que los hombres creen un vínculo con sus hijos
desde el nacimiento y participen activamente en su crianza concibiendo el proceso de
parentalidad en base a roles compartidos. Los atributos tradicionalmente considerados
femeninos como la ternura, la afectuosidad, la sensibilidad, la vulnerabilidad, los cuidados
corporales, la escucha y la presencia pueden aplicarse también a la paternidad sin que por
eso se vea cuestionada la masculinidad. Un padre de hoy día puede cambiar pañales sin que
se lo considere menos viril.

Dice el licenciado Sergio Sinay:

La descripción del padre se centra todavía hoy en la imagen del hombre que funda una
familia, le da un apellido y una ubicación social, la mantiene económicamente, dicta las
normas internas y la protege en lo material. Se dice a menudo que esa definición de padre
ya no corresponde a la realidad, que las nuevas generaciones han modificado ese papel, que
lo han ensanchado y enriquecido, que hoy el padre y la madre tiene y ejercen roles
igualitarios. Creo que esa opinión es bien intencionada, es voluntarista, y es, acaso,
triunfalista. Pero dudo de que refleje toda la realidad. Creo que habitamos aún una sociedad
machista o, mejor, sexista.

Como el sexismo no está bien visto y nos es políticamente correcto resulta preciso y
tranquilizador adecuar el discurso a los tiempos. Es más fácil, más rápido y menos
arriesgado cambiar un discurso que transformar la realidad. Consecuencia: lo que se dice
pública y socialmente de la paternidad, las imágenes que divulga la publicidad, los medios,
el espectáculo, la tevé a través de sus comedias, los políticos, muchos comunicadores, los
opinólogos, etc, nos hablan de un padre moderno, diferente, presente y partícipe. ¿Es así?

Al ser producto de un modelo masculino que relega, desprecia o mutila nuestro ser sensible,
afectivo y emocional, los hombres sufrimos un doloroso proceso de desintegración. La
presencia de la paternidad es una poderosa herramienta de reparación.36

En la actualidad se dan no solamente licencias por maternidad sino también licencias por
paternidad ante el nacimiento o la adopción de un hijo en muchos países de Occidente para
colaborar en el fortalecimiento del vínculo paterno-filial.
Adán, según las sagradas escrituras judías, cristianas y musulmanas es el primer humano y
padre de todos los humanos. El Adán cromosomal-Y correspondería a un único antepasado
masculino, varón y africano del cual convergería el ADN del cromosoma Y de toda la
población actual de Homo sapiens (seres humanos).

Licencias por paternidad en el mundo:37

• Suecia fue el primer país que reglamentó la licencia por paternidad en el año 1974
otorgada durante 480 días (dieciséis meses) pagos.

• Alemania, licencia por paternidad de catorce meses pagos.

• Noruega, licencia por paternidad desde 1976. Los padres pueden tomarse 6 semanas con
posibilidad de ampliarlas. Ambos padres pueden elegir cómo dividirse la licencia, que es de
44 semanas con el total del sueldo o de 54 semanas con el 80% del salario, ambos padres
pueden tomarse un año sin sueldo.
• Finlandia, licencia por paternidad desde 1976

• España, licencia por paternidad de treinta días.

• Inglaterra, licencia por paternidad de seis meses pagos.

• Canadá, licencia por paternidad de treintaycinco semanas.

• Estados Unidos, en cada Estado y en cada compañía se reglamenta de una manera


diferente pero en líneas generales corresponden quince días.

• Venezuela, licencia por paternidad desde 2007 de catorce días corridos.

• Ecuador, licencia por paternidad desde 2009 de quince días.

• Brasil, licencia por paternidad desde el 2009 de cinco días.

• Chile, licencia por paternidad desde el 2009 de cinco días.

• Paraguay, licencia por paternidad de dos días

• Argentina, licencia por paternidad de dos días pero existen un proyectos de alargarlo, uno
a cinco días y otro a treintaycinco.38

• Colombia, licencia por paternidad desde 2003 de ocho días.39

• Uruguay, licencia por paternidad de dos días40

• Perú, licencia por paternidad de cuatro días41

• Uganda, licencia por paternidad de dos días

Antropología del parentesco


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Uno de los aportes de la antropología del parentesco radica en haber puesto sobre la mesa el
hecho de que los lazos de parentesco son un producto cultural que no necesariamente pasa por la
consanguinidad. En la imagen, una familia de Dejenné (Malí).

La antropología del parentesco, llamada también estudios de parentesco, constituye una


de las áreas con las que dio origen el desarrollo de la antropología moderna durante la
segunda mitad del siglo XIX. El parentesco fue, para los precursores del pensamiento
antropológico, un campo de especial interés, en tanto que advirtieron su importancia en
cuestiones como la pertenencia a un grupo social, la transmisión de la herencia y los
derechos de un linaje, e incluso influía en la dinámica de las relaciones sociales,
especialmente en las sociedades que en aquel tiempo eran calificadas de primitivas.

Índice
 1 Breve historia de la antropología del parentesco
o 1.1 Orígenes
o 1.2 Propuesta de Morgan
o 1.3 Consolidación de la antropología del parentesco familiar
o 1.4 Dos teorías
 1.4.1 Teoría de la filiación
 1.4.2 Teoría de la alianza
o 1.5 Crítica y nuevas problemáticas
 2 Parentesco
o 2.1 Sistemas terminológicos de parentesco
 3 Notas
 4 Bibliografía
 5 Véase también

Breve historia de la antropología del parentesco


Orígenes
El combate de las amazonas, de Rubens (s. XVII). Bachofen pensaba que mitos como el de las
amazonas probaban la existencia de un tiempo remoto en el que las mujeres dominaban la
sociedad en todos sus ámbitos, dando lugar a un matriarcado. La idea está en desuso desde el
principio del siglo XX.

El parentesco apareció como uno de los primeros temas de la antropología evolucionista de


la segunda mitad del siglo XIX. En un tiempo en que la antropología aparecía más como un
entretenimiento, asociado al coleccionismo de antigüedades y objetos de culturas exóticas,
es sintomático que casi todos los primeros interesados en el estudio sistemático de las
culturas de los pueblos considerados en ese tiempo como salvajes1 hayan sido abogados de
profesión, y que una de sus principales materias de estudio la constituyera precisamente el
parentesco. El interés de personajes como J. F. McLennan o Johann Jakob Bachofen en el
parentesco de sociedades antiguas —principalmente la romana y la griega— radicaba en
sus intenciones de encontrar los orígenes de las reglas europeas de parentesco que
determinaban, entre otros asuntos, el derecho a la herencia o a la sucesión.

Precisamente es la obra de estos dos autores la que marca el inicio de los estudios de
parentesco. En su libro Mutterecht (El derecho materno), Bachofen —de nacionalidad
suiza— expone su hipótesis sobre el matriarcado como la forma original de la organización
en las sociedades primitivas. La base de su argumentación la constituía el conjunto de mitos
antiguos en los que las mujeres aparecían como las figuras de autoridad —ejemplo de ello
era el mito de las amazonas—. De acuerdo con Bachofen, el parentesco en las sociedades
primitivas se fijaba a través de la madre, ya que la promiscuidad sexual instintiva de los
seres humanos, habría impedido que los hombres reconocieran a sus propios hijos. Como
corolario de lo anterior, las mujeres poseían también el monopolio del poder político, lo que
dio lugar a una ginecocracia o gobierno de las mujeres.2 Hay que aclarar que la existencia
del matriarcado no fue probada nunca, y que su empleo en el habla cotidiana para referirse
a contextos sociales donde hay predominio femenino es erróneo desde el punto de vista de
la antropología.3 La existencia del matriarcado fue puesta en duda por autores
contemporáneos de Bachofen, como Maine, para quien el matriarcado era sólo resultado de
un error interpretativo de los mitos.

Por su parte, el británico John Ferguson McLennan, desconociendo la obra de Bachofen


que sirvió de punto de partida para numerosas investigaciones etnológicas sobre el
parentesco, publicó cinco años más tarde su propia propuesta, que en algunos puntos
parecía coincidir con la de Bachofen. En El matrimonio primitivo, McLennan argumentaba
que las formas anteriores de organización parental podían ser descubiertas mediante la
observación de ciertos ritos de los pueblos primitivos, entre ellos, el rapto de la novia. La
existencia de esta práctica en varios pueblos era explicada por McLennan como una
supervivencia4 de tiempos remotos en los que el infanticidio femenino era una práctica
generalizada, lo que redundaba en un número reducido de mujeres disponibles para los
hombres maduros. Esto habría generado la aparición de la poliandria5 como la primera
forma de organizar las relaciones de parentesco entre los seres humanos.6

Propuesta de Morgan

L. H. Morgan fue el primer antropólogo que apoyó sus hipótesis sobre el parentesco en datos
empíricos. Su error fue considerar que cada sistema de parentesco estaba relacionado con un
estadio determinado del progreso de la Humanidad.

Un parteaguas en la historia de los estudios de parentesco en la antropología lo constituyó


la obra del estadounidense Lewis H. Morgan. Al igual que Bachofen, Maine y McLennan,
Morgan también era abogado. Desde joven se interesó por los iroqueses y su cultura, al
grado que participó en una sociedad que emulaba la organización social de ese pueblo de
los Grandes Lagos y una de sus obras más conocidas trata de la organización política de las
tribus pertenecientes a ese pueblo.7 Precisamente su contacto con los indígenas de Estados
Unidos le hizo notar algunas peculiaridades lingüísticas de los iroqueses en lo que toca a
los términos de parentesco: había categorías que los occidentales como él distinguían que
no podían ser traducidas de los idiomas indígenas. Posteriormente, tras uno de los primeros
intentos de etnografía en campo que se hayan realizado en la historia de la antropología,
Morgan recabó información sobre numerosos sistemas de nomenclatura del parentesco
alrededor del mundo, que finalmente le condujeron a plantear una hipótesis explicativa de
la diversidad lingüística en el paradigma de las relaciones parentales.

La obra clave de Morgan en el campo del parentesco es Systems of Consanguinity and


Affinity of the Human Family (Sistemas de consanguinidad y afinidad de la familia
humana, publicado en 1871), en el que expone sus principales aportaciones al campo de los
estudios de parentesco, que constituyen la piedra base del desarrollo posterior, a pesar de
los errores interpretativos que han sido señalados por varios críticos de su obra.8 En
Sistemas de consanguinidad, Morgan da cuenta de los seis principales tipos de
nomenclatura del parentesco, a los que él define como descriptivos —las familias ariana,
semítica y urálica— y clasificatorios —los tipos malayo, turanio y ganowaniano—.9

Para Morgan, los sistemas que llamó descriptivos correspondían a sociedades desarrolladas,
en tanto que los clasificatorios correspondían a las sociedades primitivas o bárbaras. De
esta manera, un sistema de parentesco como el malayo (correspondiente en la actualidad al
sistema hawaiano) estaría relacionado con la familia consanguínea;10 los sistemas iroqués
turanio y ganowaniano están relacionados en la hipótesis de Morgan con la llamada familia
punalúa, característica del período inferior de barbarie, donde un hombre estaría casado con
varias mujeres que no pertenecían a su grupo, y viceversa; otro ejemplo es el que
correponde a la relación a entre la familia monogámica y el sistema esquimal de
parentesco, que Morgan vinculó al surgimiento de las sociedades patriarcales en la
civilización antigua.11 Aunque los sistemas definidos por Morgan continúan en vigencia en
la antropología del parentesco con nombres distintos, tanto la idea de que existen sistemas
clasificatorios y descriptivos como la asociación de estos tipos con ciertos estadios del
desarrollo humano han sido desechados.

La influencia de Morgan no alcanzó sólo a los antropólogos. Federico Engels realizó una
interpretación de la propuesta de Morgan en El origen de la familia, la propiedad privada y
el Estado; y el marxismo mismo refleja la tendencia materialista de su trabajo. En Ancient
Society (La sociedad antigua), Morgan propone una hipótesis sobre la evolución de los
modos de organización social que se asocia a la evolución de las tecnologías y moe
subsistencia, similar a la que es común en la teoría marxista.

Consolidación de la antropología del parentesco familiar

Los trabajos de Morgan fueron una base importante para el desarrollo de la teoría
antropológica del parentesco durante la primera mitad del siglo XX. En buena medida, los
problemas que interesaban a los investigadores eran las implicaciones jurídicas y políticas
de las redes de parentesco en sociedades no occidentales. Sin embargo, los puntos centrales
de la teoría de Morgan —y con ella, la del resto de los antropólogos evolucionistas—
fueron puestos en tela de juicio con el desarrollo de los paradigmas relativistas y
funcionalistas en Europa y Estados Unidos durante las primeras décadas del siglo XX. De
esta suerte, Franz Boas descalificó el método de investigación de Morgan y su tendencia a
buscar leyes universales. Para Boas, el conocimiento etnográfico sobre otros pueblos no era
suficiente como para aventurarse a la formulación de leyes unificadoras en las que la
diversidad cultural no tenía cabida; además, Boas desarmó la asociación entre los períodos
étnicos de Morgan y la tecnología y los tipos de organización social (incluidos los tipos de
familia), señalando que todos los elementos que componen una cultura deben ser
entendidos en su contexto cultural y no como parte de una cadena unívoca de sucesiones de
estadios evolutivos de la humanidad (Boas, 1964: capítulo 4).
Truganini y los últimos aborígenes de Tasmania. Los sistemas de parentesco propios de los pueblos
de la Australasia fueron un modelo sobre el que Durkheim y posteriormente Lévi-Strauss
construyeron sus teorías acerca de las estructuras elementales de parentesco y la prohibición del
incesto.

Por otra parte, en Europa, las tendencias principales de la sociología y la antropología


social intentaban explicar las instituciones sociales por medio de su función social. Un
ejemplo clásico del tratamiento del parentesco desde una mirada funcionalista lo constituyó
el trabajo de Émile Durkheim. En El suicidio (1897: libro segundo, cap. III), Durkheim
señala que una de las funciones de la familia es proporcionar un ambiente de primera
socialización de las personas. Para Durkheim, los lazos de parentesco se modificaban de
acuerdo con otras condiciones de la vida, y atribuía al debilitamiento de la función de la
familia el aumento de las tasas de suicidios en sociedades industrializadas. Además,
Durkheim sentó las bases de la posterior teoría estructuralista de Claude Lévi-Strauss sobre
la prohibición del incesto. Para Durkheim, esta prohibición es una consecuencia de la
aplicación de las leyes exogámicas que obligan a las personas de un clan a casarse con
miembros de otros clanes; amén de la identificación entre el clan y el tótem, cuyas
relaciones se reflejarían en la prohibición del incesto en los sistemas de parentesco de los
aborígenes australianos.12

Años más tarde, Bronislaw Malinowski realizaría sus propias investigaciones etnográficas
sobre el parentesco entre los habitantes de las islas Trobriand, al oriente de Nueva Guinea.
Malinowski pretendía encontrar que el modelo universal de familia era el de la familia
nuclear, aunque este tipo de organización no apareciera claramente en varios pueblos. De
esta manera, según Lévi-Strauss, lo que Malinowski —y otros antropólogos sociales
británicos que lo sucedieron— hizo fue desechar la importancia de la indagación en los
sistemas terminológicos de parentesco, que habían sido de vital importancia en las
indagaciones de los antropólogos evolucionistas como Morgan (Lévi-Strauss, 1981). Para
los antropólogos británicos de la primera mitad del siglo XX, el interés de los estudios de
parentesco radicaba en la función de estos en el sistema social de las sociedades, de modo
que otras implicaciones de esta esfera de la sociedad, especialmente las relacionadas con la
dimensión simbólica de los términos con los que las personas se refieren a sus parientes en
diversos pueblos, casi eras pasadas por alto por los antropólogos estructural-funcionalistas.
Dos teorías

La mayor parte de la producción antropológica moderna en torno al parentesco está


dominada por dos grandes enfoques. Se trata de la teoría de la filiación y la teoría de la
alianza, cada una con sus particulares intereses teóricos y con propuestas divergentes de
interpretación de las relaciones de parentesco.

Teoría de la filiación

Una madre peruana y su hijo. Para los partidarios de la teoría de la filiación, la esencia del
parentesco radica en la relación entre una pareja y sus hijos, dado que esta relación determina en
algunas sociedades cuestiones fundamentales en la estructura social como la sucesión, la herencia
y la pertenencia a un linaje.

El enfoque de la teoría de la filiación, de acuerdo con Radcliffe-Brown, estaba centrado en la


familia elemental, compuesta por una pareja y su descendencia. En la imagen, una familia
palestina en Ramala.

Artículo principal: Teoría de la filiación.

El desarrollo de la teoría de la filiación —llamada en inglés descent theory, por lo que en


ocasiones se traduce erróneamente el término al español como teoría de la descendencia—
se debe ante todo a los antropólogos sociales británicos que desarrollaron su trabajo a la luz
del paradigma del funcionalismo estructural. Este paradigma tiene raíces profundas en la
tradición sociológica de Émile Durkheim, con la que comparte, entre otras características,
el tratamiento de los fenómenos sociales como cosas, la metáfora de la sociedad como un
organismo coherente y la intención de descubrir las leyes del funcionamiento de las
sociedades humanas. Entre los principales modeladores del paradigma estructural-
funcionalista se encuentran Alfred Reginald Radcliffe-Brown, Edward Evan Evans-
Pritchard, Meyer Fortes y otros más, enfocados especialmente en las sociedades que
habitaban los territorios africanos bajo el dominio de Gran Bretaña.

La teoría de la filiación tiene en Radcliffe-Brown uno de sus principales artífices. De


acuerdo con este autor, un sistema de parentesco —que de acuerdo con él es un término
que se debe emplear como abraviación de sistema de parentesco y matrimonio, o
parentesco y afinidad (Radcliffe-Brown, 1972: 65)— puede ser definido como una red de
relaciones sociales de tipo definido que constituyen parte de toda la red de relaciones
sociales que llamo estructura social (1972: 67). Para Radcliffe-Brown, como para otros
antropólogos que estudiaron el parentesco a la luz de paradigma de la filiación, el corazón
de los sistemas de parentesco lo constituye la familia elemental. Esta familia elemental no
es otra que la familia nuclear característica de las sociedades europeas modernas, es decir,
el conjunto de personas formada por un matrimonio y sus descendientes.13 Como queda
claro en su ensayo sobre las relaciones jocosas entre ego y el hermano de la madre (1972:
107-122), para este antropólogo británico el interés del estudio del parentesco radicaba en
la posibilidad de descifrar los códigos sociales que subyacen en las relaciones entre
parientes. Pero además, la teoría de la filiación se muestra como un enfoque poco
interesado en la explicación histórica de los fenómenos sociales. Ante todo, está interesada
en poner en relieve la estructura de relaciones en una sociedad durante un momento dado,
por lo que necesariamente representa a los sistemas estudiados fuera de cualquier contexto
histórico.14

En su intento por explicar la estabilidad de las sociedades africanas sin Estado, primitivas
para Radcliffe-Brown (1974), donde realizaron su trabajo de campo; Evans-Pritchard y
Fortes (1994) sosteían que los nuer y los tallensi estaban organizados principalmente a
través de grupos de filiación unilineal. Estos grupos funcionaban como grupos
corporativos, lo que significa que eran grupos estables con reglas claras de funcionamiento
y una estructura interna capaz de regular las relaciones entre los miembros mediante la
asignación de atribuciones —derechos y obligaciones— a cada uno de ellos, de acuerdo
con la posición que ocupaban en la red estructural.

Los grupos corporativos a los que referían Evans-Pritchard y Fortes se caracterizan porque
sus miembros comparten objetivos comunes, como la administración de los bienes del
grupo y la defensa ante embates de los enemigos. La estabilidad de los grupos corporativos
organizados en torno al parentesco, de acuerdo con estos antropólogos, perduraba más allá
de la muerte de los miembros del grupo y se reproducía de generación en generación. En
este contexto africano, las divisiones territoriales de los pueblos estaban relacionadas con
linajes, haciendo de los lazos "de sangre" y el derecho derivado del nacimiento en un
territorio las dos caras de una misma moneda. (Kuper, 1988: 195). Los lazos de afinidad
entre los parientes que no forman parte del mismo grupo de filiación fueron considerados
por los antropólogos estructural-funcionalistas como cuestiones accesorias —Fortes, por
ejemplo, creó el concepto de filiación complementaria.
Teoría de la alianza

De acuerdo con la teoría de la alianza, el parentesco es importante en toda sociedad porque es


una dimensión que permite la reproducción de los lazos sociales. Todo sistema de parentesco
giraría, desde esta perspectiva, en torno a la relación establecida entre un hombre y el hermano
de su esposa. En la imagen, un desposamiento tradicional hindú.

El incesto es considerado por los estructuralistas como una regla que obliga a los grupos a
establecer alianzas con otros colectivos y dar origen de este modo al tejido social. En la imagen,
Edipo y la Esfinge, en un jarrón griego (circa 440 a. C.).

Artículo principal: Teoría de la alianza.

En contraste con la propuesta de los africanistas británicos, la teoría de la alianza pone un


especial énfasis en las relaciones sociales que se construyen en torno al matrimonio. La
propuesta fue desarrollada ampliamente por Claude Lévi-Strauss, etnólogo francés cuya
obra Las estructuras elementales del parentesco forma una de las piedras angulares del
paradigma estructuralista de la antropología.

La teoría de la alianza se diferencia en varios aspectos a la teoría de la filiación. En primer


lugar porque no pretende descubrir el funcionamiento social de los lazos de parentesco,
aunque éstos no quedan necesariamente excluidos en el análisis de un sistema. Por otra
parte, vuelve su atención a los sistemas terminológicos del parentesco, que habían sido
minimizados por los antropólogos de la teoría de la filiación. De acuerdo con la teoría de la
alianza, en las terminologías del parentesco se encuentran codificadas esencialmente las
categorías que una sociedad considera incestuosas, y por lo tanto, permiten regular la
distribución de parejas, o en otras palabras, quién puede o debe emparejarse con quién
(Buchler, 1982: 11); de donde puede entenderse el interés que el paradigma de la alianza
tiene en la prohibición del incesto y el llamado átomo del parentesco, nacido de la alianza
entre un hombre que cede los derechos sobre sus hermanas y el hombre que recibe estos
derechos mediante la realización del matrimonio.

En efecto, el funcionamiento social del parentesco no constituye para los estructuralistas el


nodo de los sistemas de nomenclatura del parentesco. Lévi-Strauss afirmó que el sistema de
parentesco, en tanto que concepto, encubre dos dimensiones de las relaciones parentales.

El parentesco no se expresa solamente en una nomenclatura: los individuos o las clases de


individuos que utilizan los términos se sienten (o no se sienten, según los casos) obligados a
una determinada conducta recíproca [...] Así, entonces, junto a lo que nosotros proponemos
llamar el 'sistema de denominaciones' (que constituye, en rigor, un sistema de vocabulario),
hay otro de naturaleza igualmente psicológica y social, que llamaremos 'sistema de las
actitudes' (Lévi-Strauss, 1977: 33).

El sistema de las actitudes —como llamaba Lévi-Strauss al conjunto de prescripciones


sobre los deberes, obligaciones y la forma de conducirse entre parientes que tanto
interesaba a los funcionalistas estructurales como Radcliffe-Brown— no es, desde la
perspectiva de la teoría de la alianza, un reflejo del sistema de denominaciones, ni tampoco
ocurre lo contrario. La relación entre ambas dimensiones del parentesco es innegable, como
reconoce Lévi-Strauss (1977: 37), pero esta relación no es una correspondencia término a
término: desde su punto de vista, los términos del parentesco no constituyen una realidad
únicamente analítica y teórica, sino que forman parte del modo en que cada sociedad vive
las relaciones de parentesco. Por tanto, estos vínculos entre las personas y los grupos son
considerados como mensajes o sistemas de símbolos (Lévi-Strauss, 1977: 49) que pueden
ser decodificados e interpretados hasta en sus consecuencias más profundas.

La existencia de los sistemas de parentesco no es resultado de las relaciones biológicas


entre los sujetos. Por lo tanto, los estructuralistas rechazan las relaciones de filiación como
el núcleo de las relaciones parentales, desechando así la propuesta teórica de los
funcionalistas para los que la familia elemental —madre, padre y descendencia— es el
nodo a partir del cual se teje la trama del parentesco en cada sociedad. Este lugar lo ocupa
la relación de alianza que se establece mediante el matrimonio. Pero esta alianza no es un
pacto entre dos personas: se trata de un pacto entre los grupos de los que provienen los
contrayentes porque el rasgo principal del parentesco humano consiste en requerir, como
condición necesaria de existencia, la relación entre lo que Radcliffe-Brown llama 'familia
elemental' (Lévi-Strauss, 1977: 49).

El énfasis de la teoría de la alianza en la prohibición del incesto —a la que se considera


universal, incluso si la regla es violada en algunos casos (Héritier, 1994: cap. 1)15 —
aparece en numerosos tratados elaborados a la luz de este enfoque teórico. En
Masculino/femenino, Françoise Héritier introduce la cuestión del intercambio de mujeres
entre dos grupos, que presupone su subordinación inherente en todas las sociedades en
aparente contradicción con el valioso papel de la mujer como reproductora de la sociedad.
En otro texto de esta autora francesa, Deux soeurs et leur mère, Françoise Héritier (1994)
introduce un incesto de tercer tipo, que implica una regla casi universal que impide a las
mujeres de un mismo grupo de filiación compartir el mismo marido. Otros autores, como
Louis Dumont abordan la cuestión del matrimonio también como una institución que
permite el establecimiento de relaciones solidarias. Entre los pocos antropólogos formados
en el paradigma estructural-funcionalista que dominó la antropología en el Reino Unido
que luego adoptaron la teoría estructuralista, Edmund Leach (1954) desarrolló su estudio
sobre el matrimonio entre los kachin bajo la premisa de que existen sociedades que
construyen sus sistemas de parentesco en torno a la filiación, mientras que otros, como los
habitantes de Asia sudoriental, lo hacían en torno al matrimonio, por lo que los enfoques
teóricos no necesariamente podían ser aplicados en todos los casos.

Crítica y nuevas problemáticas

Las sociedades no son entidades estáticas, y los cambios en ellas pueden tener impacto en las
relaciones de parentesco. El reconocimiento de los derechos de minorías como los homosexuales
ha derivado en la consagración legal del matrimonio entre personas del mismo sexo en las
legislaciones de varios países. En la imagen, la boda de Michael Hendricks y René Leboeuf, el
primer matrimonio homosexual en Canadá.

La historia social mundial a partir de la segunda mitad del siglo XX ha puesto en la mesa
nuevas problemáticas que tienen implicaciones en todas las esferas de la sociedad. El
desarrollo industrial en los países más avanzados, los movimientos de liberación nacional,
las migraciones; los movimientos de reivindicación de grupos minoritarios —especialmente
el feminismo y las reivindicaciones del colectivo LGBT—, la aparición de nuevas
enfermedades y hasta el desarrollo tecnológico son sólo algunos de los nuevos problemas
que fueron incorporándose en la perspectiva de los antropólogos dedicados a los estudios
del parentesco. Las nuevas generaciones de estos especialistas, que comenzaron a tomar
notoriedad a partir de la década de 1970, debieron revisar con una mirada crítica las teorías
producidas por sus antecesores y adaptarlas a las necesidades de la sociedad
contemporánea.

En estudios como el de Rodney Needham (1971), se ponía en tela de juicio el contenido de


conceptos clave como filiación, matrimonio, parentesco, incesto y otros, con los que
sembró el trabajo de más de un siglo de reflexión sobre el parentesco.16 En años más
recientes, la aparición de nuevas tecnologías de reproducción y fenómenos como el sida
han provocado que la teoría antropológica del parentesco aparezca incompleta o incapaz de
abordar analíticamente esos temas que no aparecían antes de 1980, debido, entre otras
cosas, a que no existían.

Parentesco
El parentesco es considerado por los antropólogos como un lazo social en el que las
relaciones biológicas entre dos personas no necesariamente son relevantes para la
adscripción a una parentela. Desde una base constituida por innumerables investigaciones
etnográficas en centenares de sociedades, las teorías antropológicas coinciden en que no
todas las sociedades conocen la existencia de la consanguinidad biológica, en el sentido que
se entiende en Occidente. En otras palabras, existen algunos pueblos para los que la
concepción de un nuevo ser no tiene qué ver en lo absoluto con la cópula. Por otra parte,
existen casos en los que, conociendo el vínculo entre el acto sexual y la concepción, se
considera que la procreación de un nuevo miembro de la parentela se debe principal o
exclusivamente, al génitor o a la génitrix.17

La adscripción social de un individuo a un grupo de parientes es formulada de acuerdo con


las reglas sociales. De acuerdo con el sistema de parentesco que prime en una sociedad
determinada, un recién nacido es considerado parte del linaje18 del padre (en cuyo caso se
habla de patrilinaje), de la madre (matrilinaje) o en casos muy específicos, se reconoce la
pertenencia a ambos grupos de descendencia. Desde el punto de vista de la ciencia
occidental, esto puede parecer contradictorio, pero debe recordarse que la definición del
parentesco es un asunto cultural y biológico. Existen algunas sociedades, como la
occidental, donde una persona es reconocido socialmente como pariente de los familiares
de la madre y del padre; en estos casos, hablar de linajes carece de cualquier sentido.

Sistemas terminológicos de parentesco

Artículo principal: Sistemas terminológicos de parentesco.

El parentesco es un hecho al mismo tiempo natural y cultural. Las relaciones de parentesco


están basadas en la observación de hechos dados por la naturaleza como el nacimiento de
un niño, el ejercicio de la sexualidad o la muerte de las personas. Sin embargo, está cargado
de contenidos culturales que condicionan la forma en que cada sociedad define las reglas
que rigen esta esfera de la sociedad. Los códigos sociales que regulan la función de las
redes de parentesco están relacionados con los sistemas terminológicos de parentesco, que
pueden ser definidos como el conjunto de palabras que son empleadas por una sociedad
para llamar a los miembros de una parentela. Cada lengua posee un sistema de términos
particular; sin embargo, los análisis antropológicos han arrojado como resultado la
caracterización de todos los sistemas conocidos en seis grandes tipos de sistemas de
nomenclatura.

Carta de los Derechos de la Familia


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La Carta de los Derechos de la Familia responde a un voto formulado por el Sínodo de


los obispos reunidos en Roma en 1980, para estudiar el tema "El papel de la familia
cristiana en el mundo contemporáneo". El Papa Juan Pablo II, en la Exhortación Apostólica
Familiaris consortio instó a la Santa Sede para que preparara una Carta de los Derechos de
la Familia destinada a ser presentada a los gobiernos, organismos y autoridades interesadas
que se publicó en 22 de octubre de 1983.

Carta de los derechos de la familia Preámbulo Considerando que:

A. los derechos de las personas, aunque expresados como derechos del individuo, tienen
una dimensión fundamentalmente social que halla su expresión innata y vital en la familia;

B. la familia está fundada sobre el matrimonio, esa unión intima de vida, complemento
entre un hombre y una mujer, que está constituida por el vínculo indisoluble del
matrimonio libremente contraído, públicamente afirmado, y que está abierta a la
transmisión de la vida;

C. el matrimonio es la institución natural a la que está exclusivamente confiada la misión de


transmitir la vida;

D. la familia, sociedad natural, existe antes que el Estado o cualquier otra comunidad, y
posee unos derechos propios que son inalienables;

E. la familia constituye, más que una unidad jurídica, social y económica, una comunidad
de amor y de solidaridad, insustituible para la enseñanza y transmisión de los valores
culturales, éticos, sociales, espirituales y religiosos, esenciales para el desarrollo y bienestar
de sus propios miembros y de la sociedad;
F. la familia es el lugar donde se encuentran diferentes generaciones y donde se ayudan
mutuamente a crecer en sabiduría humana y a armonizar los derechos individuales con las
demás exigencias de la vida social;

G. la familia y la sociedad, vinculadas mutuamente por lazos vitales y orgánicos, tiene una
función complementaria en la defensa y promoción del bien de la humanidad y de cada
persona;

H. la experiencia de diferentes culturas a través de la historia ha mostrado la necesidad que


tiene la sociedad de reconocer y defender la institución de la familia;

I. la sociedad, y de modo particular el Estado y las Organizaciones Internacionales, deben


proteger la familia con medidas de carácter político, económico, social y jurídico, que
contribuyan a consolidar la unidad y la estabilidad de la familia para que pueda cumplir su
función específica;

J. los derechos, la necesidades fundamentales, el bienestar, y los valores de la familia, por


más que se han ido salvaguardando progresivamente en muchos casos, con frecuencia son
ignorados y no raras veces minados por leyes, instituciones y programas socio-económicos;

K. muchas familias se ven obligadas a vivir en situaciones de pobreza que les impiden
cumplir su propia misión con dignidad;

L. la iglesia católica, consciente de que el bien de la persona, de la sociedad y de la Iglesia


misma pasa por la familia, ha considerado siempre parte de su misión proclamar a todos el
plan de Dios intrínseco a la naturaleza humana sobre el matrimonio y la familia, promover
estas dos instituciones y defenderlas de todo ataque dirigido contra ellas;

M. El Sínodo de los Obispos celebrado en 1980 recomendó explícitamente que se preparara


una Carta de los Derechos de la Familia y se enviara a todos los interesados;

la Santa Sede, tras haber consultado a las Conferencias Episcopales, presenta ahora esta
CARTA DE LOS DERECHOS DE LA FAMILIA e insta a los Estados, Organizaciones
Internacionales y a todas las Instituciones y personas interesadas, para que promuevan el
respeto de estos derechos y aseguren su efectivo reconocimiento y observancia.

Artículo 1 Todas las personas tienen el derecho de elegir libremente su estado de vida y por
lo tanto derecho a contraer matrimonio y establecer una familia o a permanecer célibes.

a) Cada hombre, cada mujer, habiendo alcanzado la edad matrimonial y teniendo la


capacidad necesaria, tiene el derecho de contraer matrimonio y establecer una familia sin
discriminaciones de ningún tipo; las restricciones legales a ejercer este derecho, sean de
naturaleza permanente o temporal, pueden ser introducidas únicamente cuando son
requeridas por graves y objetivas exigencias de la institución del matrimonio mismo y de su
carácter social y público; deben respetar, en todo caso, la dignidad y los derechos
fundamentales de la persona.
b) Todos aquellos que quieren casarse y establecer una familia tienen el derecho de esperar
de la sociedad las condiciones morales, educativas, sociales y económicas que les permitan
ejercer su derecho a contraer matrimonio con toda madurez y responsabilidad.

c) El valor institucional del matrimonio debe ser reconocido por las autoridades públicas; la
situación de las parejas no casadas no debe ponerse al mismo nivel que el matrimonio
debidamente contraído.

Artículo 2 El matrimonio no puede ser contraído sin el libre y pleno consentimiento de los
esposos debidamente expresado.

a) Con el debido respeto por el papel tradicional que ejercen las familias en algunas
culturas guiando la decisión de sus hijos, debe ser evitada toda presión que tienda a impedir
la elección de una persona concreta como cónyuge

b) Los futuros esposos tienen el derecho de que se respete su libertad religiosa. Por lo tanto,
el imponer como condición previa para el matrimonio una abjuración de la de, o una
profesión de fe que sea contraria a su conciencia, constituye una violación de este derecho.

c) Los esposos, dentro de la natural complementariedad que existe entre hombre y mujer,
gozan de la misma dignidad y de iguales derechos respecto al matrimonio.

Articulo 3 Los esposos tienen el derecho inalienable de fundar una familia y decidir sobre
el intervalo entre los nacimientos y el número de los hijos a procrear, teniendo en plena
consideración los deberes para consigo mismos, para con los hijos ya nacidos, la familia y
la sociedad, dentro de una justa jerarquía de valores y de acuerdo con el orden moral
objetivo que excluye el recurso a la concepción, la esterilización y el aborto.

a) Las actividades de las autoridades públicas o de organizaciones privadas, que tratan de


limitar de algún modo la libertad de los esposos en las decisiones acerca de sus hijos
constituyen una ofensa a la dignidad humana y a la justicia.

b) En las relaciones internacionales, la ayuda económica concedida para la promoción de


los pueblos no debe ser condicionada a la aceptación de programas de contracepción,
esterilización o aborto.

c) La familia tiene derecho a la asistencia de la sociedad en lo referente a sus deberes en la


procreación y educación de los hijos. Las parejas casadas con familia numerosa tienen
derecho a una ayuda adecuada y no deben ser discriminadas.

Artículo 4 La vida humana debe ser respetada y protegida absolutamente desde el momento
de la concepción.

a) El aborto es una directa violación del derecho fundamental a la vida del ser humano.
b) El respeto por la dignidad del ser humano excluye toda manipulación experimental o
explotación del embrión humano.

c) Todas las intervenciones sobre el patrimonio genético de la persona humana que no están
orientadas a corregir las anomalías, constituyen una violación del derecho a la integridad
física y están en contraste con el bien de la familia.

d) Los niños, tanto antes como después del nacimiento, tienen derecho a una especial
protección y asistencia, al igual que sus madres durante la gestación y durante un período
razonable después del alumbramiento.

e) Todos los niños, nacidos dentro o fuera del matrimonio, gozan del mismo derecho a la
protección social para su desarrollo personal integral.

f) Los huérfanos y los niños privados de la asistencia de sus padres o tutores deben gozar de
una protección especial por parte de la sociedad. En lo referente a la tutela o adopción, el
Estado debe procurar una legislación que facilite a las familias idóneas acoger a niños que
tengan necesidad de cuidado temporal o permanente y que al mismo tiempo respete los
derechos naturales de los padres.

g) Los niños minusválidos tienen derecho a encontrar en casa y en la escuela un ambiente


conveniente para su desarrollo humano.

Artículo 5 Por el hecho de haber dado la vida a sus hijos, los padres, tienen el derecho
originario, primario, e inalienable de educarlos; por esta razón ellos deben ser reconocidos
como los primeros y principales educadores de sus hijos.

a) Los padres tienen el derecho de educar a sus hijos conforme a sus convicciones morales
y religiosos, teniendo presente las tradiciones culturales de la familia que favorecen el bien
y la dignidad del hijo; ellos deben recibir también de la sociedad la ayuda y asistencia
necesaria para realizar de modo adecuado su función educadora.

b) Los padres tienen el derecho de elegir libremente las escuelas u otros medios necesarios
para educar a sus hijos según sus conciencias. Las autoridades públicas deben asegurar que
las subvenciones estatales se repartan de tal manera que los padres sean verdaderamente
libres para ejercer su derecho, sin tener que soportar cargas injustas. Los padres no deben
soportar, directa o indirectamente, aquellas cargas suplementarias que inciden o limitan
injustamente el ejercicio de esta libertad.

c) Los padres tienen el derecho de obtener que sus hijos no sean obligados a seguir cursos
que no están de acuerdo con sus convicciones morales y religiosas. En particular, la
educación sexual —que es un derecho básico de los padres— debe ser impartida bajo su
atenta guía, tanto en casa como en los centros educativos elegidos y controlados por ellos.

d) Los derechos de los padres son violados cuando el Estado impone un sistema obligatorio
de educación del que se excluye toda formación religiosa.
e) El derecho primario de los padres a educar a sus hijos debe ser tenido en cuenta en todas
las formas de colaboración entre padres, maestros y autoridades escolares, y
particularmente en las formas de participación encaminadas a dar a los ciudadanos una voz
en el funcionamiento de las escuelas, y en la formulación y aplicación de la política
educativa.

f) La familia tiene el derecho de esperar que los medios de comunicación social sean
instrumentos positivos para la construcción de la sociedad y que fortalezcan los valores
fundamentales de la familia. Al mismo tiempo ésta tiene derecho a ser protegida
adecuadamente, en particular respecto a sus miembros más jóvenes, contra los efectos
negativos y los abusos de los medios de comunicación.

Articulo 6 La familia tiene el derecho de existir y progresar como familia.

a) Las autoridades públicas deben respetar y promover la dignidad, justa independencia,


intimidad, integridad y estabilidad de cada familia.

b) El divorcio atenta contra la institución misma del matrimonio y de la familia.

c) El sistema de familia amplia, donde exista, debe ser tenido en estima y ayudado en orden
a cumplir su papel tradicional de solidaridad y asistencia mutua, respetando a la vez los
derechos del núcleo familiar y la dignidad personal de cada miembro.

Artículo 7 Cada familia tiene el derecho de vivir libremente su propia vida religiosa en el
hogar, bajo la dirección de los padres, así como el derecho de profesar públicamente su fe y
propagarla, participar en los actos de culto en público y en los programas de instrucción
religiosa libremente elegidos, sin sufrir alguna discriminación.

Artículo 8 La familia tiene el derecho de ejercer su función social y política en la


construcción de la sociedad.

a) Las familias tienen el derecho de formar asociaciones con otras familias e instituciones,
con el fin de cumplir la tarea familiar de manera apropiada y eficaz, así como defender los
derechos, fomentar el bien y representar los intereses de la familia.

b) En el orden económico, social, jurídico y cultural, la familia y las asociaciones familiares


deben ver reconocido su propio papel en la planificación y el desarrollo de programas que
afectan a la vida familiar.

Artículo 9 Las familias tiene el derecho de poder contar con una adecuada política familiar
por parte de las autoridades públicas en el terreno jurídico, económico, social y fiscal, sin
discriminación alguna.

a) Las familias tiene derecho a unas condiciones económicas que les aseguren un nivel de
vida adecuado a su dignidad y a su pleno desarrollo. No se les puede impedir que adquieran
y mantengan posiciones privadas que favorezcan una vida familiar estable; y las leyes
referentes a herencias o transmisión de propiedad deben respetar las necesidades y derechos
de los miembros de las familia.

b) Las familias tienen derecho a medidas de seguridad social que tengan presentes sus
necesidades, especialmente en caso de muerte prematura de uno o ambos padres, de
abandono de uno de los cónyuges, de accidente, enfermedad o invalidez, en caso de
desempleo, o en cualquier caso en que la familia tenga que soportar cargas extraordinarias a
favor de sus miembros por razones de ancianidad, impedimentos físicos y psíquicos, o por
la educación de los hijos.

c) Las personas ancianas tienen el derecho de encontrar dentro de su familia o, cuando esto
no sea posible, en instituciones adecuadas, un ambiente que les facilite vivir sus últimos
años de vida serenamente, ejerciendo una actividad compatible con su edad y que les
permita participar en la vida social.

d) Los derechos y necesidades de la familia, en especial el valor de la unidad familiar,


deben tenerse en consideración en la legislación y política penales, de modo que el detenido
permanezca en contacto con su familia y que ésta sea adecuadamente sostenida durante el
período de la detención.

Artículo 10 Las familias tienen derecho a un orden social y económico en que la


organización del trabajo permita a sus miembros vivir juntos, y que no sea obstáculo para la
unidad, bienestar, salud y estabilidad de la familia, ofreciendo también la posibilidad de un
sano esparcimiento.

a) La remuneración por el trabajo debe ser suficiente para fundar y mantener dignamente a
la familia, sea mediante un salario adecuado, llamado “salario familiar”, sea mediante otras
medidas sociales como los subsidios familiares o la remuneración por el trabajo en casa de
uno de los padres; y debe ser tal que las madres no se vean obligadas a trabajar fuera de
casa en detrimento de la vida familiar y especialmente de la educación de los hijos.

b) El trabajo de la madre en casa debe ser reconocido y respetado por su valor para la
familia y la sociedad.

Artículo 11 La familia tiene derecho a una vivienda decente, apta para la vida familiar, y
proporcionada al número de sus miembros, en un ambiente físicamente sano que ofrezca
los servicios básicos para la vida de la familia y la comunidad.

Artículo 12 Las familias de emigrantes tienen derecho a la misma protección que se da a las
otras familias.

a) Las familias de los inmigrantes tienen el derecho de ser respetadas en su propia cultura y
recibir el apoyo y la asistencia en orden a su integración dentro de la comunidad, a cuyo
bien contribuyen.

b) Los trabajadores emigrantes tienen el derecho de ver reunida su familia lo antes posible.
c) Los refugiados tienen derecho a la asistencia de las autoridades públicas y de las
organizaciones internacionales que les faciliten la reunión de sus familias.

FUENTES Y REFERENCIAS Preámbulo A. Rerum novarum, 9; Gaudium et spes, 24.

B. Pacem in terris, parte 1; Gaudium et spes, 48 y 50; Familiaris consortio, 19; Codex Iuris
Canonici, 1056.

C. Gaudium et spes, 50; Humanae vitae, 12; Familiaris consortio, 28.

D. Rerum novarum, 9 y 10; Familiaris consortio, 45.

E. Familiaris consortio, 43.

F. Gaudium et spes, 52; Familiaris consortio, 21.

G. Gaudium et spes, 52; Familiaris consortio, 42 y 45.

H. Familiaris consortio, 45.

I. Familiaris consortio, 46.

J. Familiaris consortio, 6 y 77.

K. Familiaris consortio, 3 y 46.

L. Familiaris consortio, 46.

Artículo 1 Rerum novarum, 9; Pacem in terris parte I; Gaudium et spes 26; Declaración
universal de los derechos humanos, 16, 1.

a) Codex luris Canonici, 1058 y 1077; Declaración universal, 16, 1.

b) Gaudium et spes, 52; Familiaris consortio, 81.

c) Gaudium et spes, 52; Familiaris corsortio, 81 y 82.

Artículo 2 Gaudium et spes, 52; Codex Iuris Canonici. 1057; Declaración universal, 16, 2.

a) Gaudium et spes, 52.

b) Dignitatis humanae, 6.

c) Gaudium et spes, 49; Familiares consortio, 19 y 22; Codex luris Canonici, 1135;
Declaración universal, 16, 1.
Artículo 3 Populorum progressio 37; Gaudium et spes, 50 y 87; Humanae vitae, 10;
Familiares consortio, 30 y 46.

a) Familiaris consortio, 30.

b) Familiaris consortio, 30.

c) Gaudium et spes, 50.

Artículo 4 Gaudium et spes, 51; Familiaris consortio, 26.

a) Humanae vitae, 14; Declaración sobre el aborto provocado (Sagrada Congregación para
la Doctrina de la Fe), 18 de noviembre de 1974; Familiaris consortio, 30.

b) Juan Pablo II: Discurso a la Pontificia Academia de las Ciencias, 23 de octubre de 1982.

c) Declaración universal, 25, 2. Declaración sobre los derechos del Niño, Preámbulo y 4.

d) Declaración universal, 25,2.

e) Familiares consortio, 41.

f) Familiares consortio, 77.

Artículo 5 Divini illus magistri, 27-34; Gravissimum educationis, 3; Familiaris consortio,


36; Codex luris Canonici, 793 y 1136.

a) Familiares consortio, 46.

b) Gravissimum educationis, 7; Dignitatis humanae, 5; Juan Pablo II:Libertad religiosa y el


Acta final de Helsinki (Carta a los jefes de las naciones signatarias del Acta Final de
Helsinki) 4 b; Familiaris consortio, 40; . Codex luris Canonici, 797.

c) Dignitatis humanae, 5; Familiaris consortio, 37 y 40.

d) Dignitatis humanae, 5; Familiaris consortio, 40.

e) Familiares consortio, 40. Codex luris Canonici, 796.

f) Pablo VI: Mensaje para la III Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 1969;
Familiares consortio, 76.

Artículo 6 Familiaris consortio, 46.

a) Rerum novarum, 10; Familiaris consortio, 46; Convenio internacional sobre los derechos
civiles y políticos, 17.
b) Gaudium et spes 48 y 50.

Artículo 7 Dignitatis humanae, 5; Libertad religiosa y el Acta Final de Helsinki, 4b;


Convenio internacional sobre los derechos civiles y políticos, 18.

Artículo 8 Familiaris consortio, 44 y 48.

a) Apostolicam actuositatem, 11; Familiaris consortio, 46 y 72.

b) Familiaris consortio, 44 y 45.

Artículo 9 Laborem exercens, 10 y 19. Familiaris consortio, 45; Declaración universal, 16,3
y 22; Convenio internacional sobre los Derechos económicos, sociales y culturales, 10, 1.

a) Mater et Magistra, parte II; Laborem exercens, 10; Familiaris consortio, 45; Declaración
universal, 22 y 25; Convensión internacional sobre los Derechos económicos, sociales y
culturales, 7a, II.

b) Familiaris consortio, 45 y 46; Declaración Universal, 25, 1; Convensión internacional


sobre los Derechos económicos, sociales y culturales, 9, 10,1 y 10, 2.

c) Gaudium et spes, 52; Familiaris corsortio, 27.

Artículo 10 Laborem exercens, 19; Familiaris consortio, 77; Declaración universal, 23, 3.

b) Familiaris consortio, 27.

Artículo 11 Apostolicam actuositatem, 8; Familiaris consortio, 81; Convención


internacional sobre los Derechos económicos, sociales y culturales, 11, 1.

Artículo 12 Familiaris consortio, 77; Carta social Europea, 19.

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