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Escultura de Henry Moore con el título Familia. Barclay School, Stevenage, Hertfordshire,
Gran Bretaña.
No hay consenso sobre la definición de la familia. Jurídicamente está definida por algunas
leyes, y esta definición suele darse en función de lo que cada ley establece como
matrimonio. La familia nuclear moderna no es el único modelo de familia como tal, sino
que se encuentra legitimada como modelo hegemónico de lo que se impone culturalmente
como normal. Las formas de vida familiar son muy diversas, dependiendo de factores
sociales, culturales, económicos y afectivos. La familia, como cualquier institución social,
tiende a adaptarse al contexto de una sociedad. Esto explica, por ejemplo, el alto número de
familias extensas en las sociedades tradicionales, el aumento de familias monoparentales en
las sociedades industrializadas y el reconocimiento legal de las familias homoparentales en
aquellas sociedades cuya legislación ha reconocido el matrimonio homosexual.
Índice
1 Tipos de familias
2 Etimología
3 Origen y concepción
4 Historia de la familia en Occidente
o 4.1 Rol de las mujeres
o 4.2 Tamaño de la familia
o 4.3 Impacto de las separaciones conyugales
o 4.4 Reconocimiento legal del matrimonio homosexual
5 Véase también
6 Referencias y notas
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
Tipos de familias
Las familias están clasificadas en los siguientes tipos:
Etimología
El término familia procede del latín famīlia, "grupo de siervos y esclavos patrimonio del
jefe de la gens", a su vez derivado de famŭlus, "siervo, esclavo", que a su vez deriva del
osco famel. El término abrió su campo semántico para incluir también a la esposa e hijos
del pater familias, a quien legalmente pertenecían, hasta que acabó reemplazando a gens.
Tradicionalmente se ha vinculado la palabra famŭlus, y sus términos asociados, a la raíz
fames («hambre»), de forma que la voz se refiere, al conjunto de personas que se alimentan
juntas en la misma casa y a los que un pater familias tiene la obligación de alimentar.
[cita requerida]
Origen y concepción
La familia supone por un lado una alianza, el matrimonio, y por el otro una filiación, los
hijos.5
Las familias suelen estar constituidas por unos pocos miembros que suelen compartir la
misma residencia. Dependiendo de la naturaleza de las relaciones de parentesco entre sus
miembros, una familia puede ser catalogada como familia nuclear o familia extensa. El
nacimiento de una familia generalmente ocurre como resultado de la fractura de una
anterior o de la unión de miembros procedentes de dos o más familias por medio del
establecimiento de alianzas matrimoniales o por otro tipo de acuerdos sancionados por la
costumbre o por la ley (como el caso de las sociedades de convivencia en México).
La integración de los miembros de la familia, como en el caso de los grupos de parentesco
más amplios como los linajes, se realiza a través de mecanismos de reproducción sexual o
de reclutamiento de nuevos miembros. Si se considerara que la familia debe reproducirse
biológicamente, no podrían conceptualizarse como «familias» aquellos grupos donde Ego 6
o su consorte (o ambos) están incapacitados de reproducirse biológicamente.
Árbol genealógico de los dioses olímpicos. En azul, los que siempre se consideran
olímpicos, en verde los variables, y en negro, los demás personajes.
Desde una perspectiva biológica, niñez y adultez son distintas. Sin embargo, estas
diferencias estarán socialmente dadas por las concepciones que existan respecto de ellos,
por los desafíos que se les planteen, por las tareas que se espera que cumplan o por los
comportamientos que se supone deben tener, entre otros aspectos. Además, estas
concepciones tendrán diferencias, muchas veces sustantivas, de sociedad en sociedad, en
determinados momentos históricos y según sea el grupo cultural. (...) Desde “ritos de
pasaje” que hacen explícito, a través de un acto social, el paso de una etapa a otra, sin
embargo, su caracterización y exigencias tampoco son homogéneas. En la cultura
occidental, la niñez como construcción cultural sólo surge alrededor del siglo XVIII,
consolidándose posteriormente.
(...) La familia entendida como espacio de cuidado de los niños y niñas, de preocupación
por su bienestar, y el infante como un ser distinto del adulto, con características propias.
Como señala Ochoa, en cada año en París eran amamantados por sus madres. Otros mil
recién nacidos, los niños de las familias privilegiadas, eran amamantados por nodrizas fuera
de París. Muchos morían ante lo que hoy consideraríamos indiferencia de los padres,
quienes frecuentemente ignoraban el paradero de sus hijos.
Una hipótesis similar había sido realizada por Engels, quien sostuvo que lo que la sociedad
llama "civilización" es un proceso centrado en la organización de las familias, la que
evolucionó desde los primitivos gens hasta la forma moderna como manera de acumular
riquezas, pero no por parte de la sociedad sino en forma individual. En su concepto, el
fenómeno obedece a la lucha de clases, genera injusticias y es insostenible:11
Los estudios históricos muestran que la estructura familiar ha sufrido pocos cambios a
causa de la emigración a las ciudades y de la industrialización. El núcleo familiar era la
unidad más común en la época preindustrial y aún sigue siendo la unidad básica de
organización social en la mayor parte de las sociedades industrializadas modernas. Sin
embargo, la familia moderna ha variado ,con respecto a su forma más tradicional, en cuanto
a funciones, composición, ciclo de vida y rol de los padres. El Instituto de Política Familiar
(IPF) expresa en su informe Evolución de la familia en Europa (2006) que:
Las crisis y dificultades sociales, económicas y demográficas de las últimas décadas han
hecho redescubrir que la familia representa un valiosísimo potencial para el
amortiguamiento de los efectos dramáticos de problemas como el paro, las enfermedades,
la vivienda, las drogodependencias o la marginalidad. La familia es considerada hoy como
el primer núcleo de solidaridad dentro de la sociedad, siendo mucho más que una unidad
jurídica, social y económica. La familia es, ante todo, una comunidad de amor y de
solidaridad.
12
Otras funciones que antes desempeñaba la familia rural, tales como el trabajo, la educación,
la formación religiosa, las actividades de recreo y la socialización de los hijos, en la familia
occidental moderna son realizadas, en gran parte, por instituciones especializadas. El
trabajo se realiza normalmente fuera del grupo familiar y sus miembros suelen trabajar en
ocupaciones diferentes lejos del hogar. La educación, por lo general, la proporcionan el
Estado o grupos privados. Finalmente, la familia todavía es la responsable de la
socialización de los hijos, aunque en esta actividad los amigos y los medios de
comunicación han asumido un papel muy importante.
Algunos de estos cambios están relacionados con la modificación actual del rol de la mujer.
En las sociedades más desarrolladas la mujer ya puede ingresar (o reingresar después de
haber tenido hijos) en el mercado laboral en cualquier etapa de la vida familiar, por lo que
se enfrenta a unas expectativas mayores de satisfacción personal respecto de hacerlo sólo a
través del matrimonio y de la familia.
Tamaño de la familia
En los años 1970 el prototipo familiar evolucionó en parte hacia unas estructuras
modificadas que englobaban a las familias monoparentales, familias del padre o madre
casado en segundas nupcias y familias sin hijos. En el pasado, las familias monoparentales
eran a menudo consecuencia del fallecimiento de uno de los padres; actualmente, la mayor
parte de las familias monoparentales son consecuencia de un divorcio, aunque muchas
están formadas por mujeres solteras con hijos. En 1991 uno de cada cuatro hijos vivía sólo
con uno de los padres, por lo general, la madre. Sin embargo, muchas de las familias
monoparentales se convierten en familias con padre y madre a través de un nuevo
matrimonio o de la constitución de una pareja de hecho.
A partir de los años 1960 se han producido diversos cambios en la unidad familiar. Un
mayor número de parejas viven juntas antes de, o sin, contraer matrimonio. De forma
similar, algunas parejas de personas mayores, a menudo viudos o viudas, encuentran que es
más práctico desde el punto de vista económico cohabitar sin contraer matrimonio.
Véanse también: Adopción por parejas homosexuales y Matrimonio entre personas del
mismo sexo.
Adopción
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Se entiende por adopción o filiación adoptiva al acto jurídico mediante el cual se crea un
vínculo de parentesco entre dos personas, de forma tal que establece entre ellas relaciones
análogas o muy similares a las que resultan jurídicamente de la paternidad.
Hace mucho tiempo la adopción se veía como un acto de caridad, hoy en día la adopción
es vivir la experiencia de poder disfrutar tener un hijo. Antes de adoptar tiene que haber un
proceso de reflexión, dejando un poco de tiempo transcurrir, pues no es sólo una cuestión
de cariño.1 Además, dada la función de protección del menor a que responde, se asumen las
obligaciones de cuidar del adoptado.
Las legislaciones establecen unos requisitos mínimos para poder adoptar, entre los cuales
son comunes:
1. Una edad mínima del adoptante que suele superar la de la mayoría de edad y, en
ocasiones, una edad máxima.
2. Plena capacidad de ejercicio de los derechos civiles.
3. No ser tutor en ejercicio del adoptado.
La adopción plena surte los mismos efectos que la filiación por naturaleza, y generalmente
el adoptante tiene que reunir unos requisitos más exigentes que en la adopción simple,
donde no existe sustitución automática de apellidos ni el hijo adoptado ocupa un lugar
similar en el orden de sucesión testamentaria con los hijos naturales.
Esta división encuentra sus orígenes en la adopción romana. En Roma existían la adrogatio
y la adoptio. La última a su vez se subdividía en adoptio plena y minus plena, en la plena se
daba la cesión de la patria potestad en la minus plena se formaba un vínculo entre adoptante
y adoptado que podía (pues no era forzoso)generar derechos de sucesión.2
Índice
1 Adopción por países
o 1.1 Ecuador
o 1.2 Argentina
o 1.3 Chile
o 1.4 Perú
o 1.5 Colombia
1.5.1 Concepto de adopción
1.5.2 La adopción y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF)
1.5.3 Gratuidad de la Adopción
1.5.4 Quiénes pueden adoptar según el régimen legal colombiano
1.5.5 Los tiempos de espera
o 1.6 España
1.6.1 Historia
1.6.2 Actualidad
o 1.7 Guatemala
o 1.8 República Dominicana
1.8.1 Carácter de las Adopciones Internacionales
2 Problemas asociados
o 2.1 ¿Se debe decir al menor que es adoptado?
3 Véase también
4 Bibliografía
5 Enlaces externos
6 Referencias
Argentina
Puede ser adoptante toda persona que reúna los requisitos establecidos por la ley cualquiera
fuese su estado civil debiendo acreditar residencia permanente en el país por un período
mínimo de cinco años y ser por lo menos dieciocho años mayor que el adoptado.
Chile
Esta figura jurídica se encuentra regulada por la Ley Nº 19.620 que dicta las normas sobre
adopción de menores (publicada en el Diario Oficial con fecha 5 de agosto de 1999), por su
Reglamento contenido en el Decreto Supremo Nº 944 de 2000 del Ministerio de Justicia, y
por el Convenio de La Haya sobre Protección del Niño y Cooperación en Materia de
Adopción Internacional de 1993, y que fue ratificado por Chile en el año 1999.
Perú
El Título II del Código de los Niños y Adolescentes (artículos 115 a 132) define y regula
las adopciones. Así mismo, el Capítulo Segundo del Título I de la Sección Tercera del
Código Civil (artículos 377 a 385).
Colombia
Concepto de adopción
Objeto
Consiste en proteger al menor adoptado, niño, niña o adolescente que adquiere la calidad de
hijo por un extraño, el adoptable, que asume la posición de padre para darle el verdadero y
adecuado hogar y tratar al menor como su hijo.
Esencia
Gratuidad de la Adopción
• Los cónyuges (esposos). • Las personas solteras, viudas o separadas. • La pareja formada
por un hombre y una mujer que demuestre una convivencia ininterrumpida de por lo menos
dos años. Este término se contará a partir de la sentencia de Divorcio, si alguno de ellos
hubiera estado casado o con un vínculo matrimonial anterior. • El guardador al pupilo o ex
pupilo, una vez aprobadas las cuentas de su administración. • El cónyuge o compañero
permanente, al hijo del cónyuge o compañero, que demuestre una convivencia
ininterrumpida de por lo menos dos años.
Como otros países, los expedientes para adoptar niños mayores o con necesidades
especiales y grupos de hermanos se tramitan con carácter prioritario. Las adopciones de
niños de 6 y 7 años tienen en la actualidad un tiempo de espera de apenas 6 meses (dato de
enero 2009). En cambio, las familias que están ahora recibiendo asignaciones de niños de 0
a 3 años, llevaban algo más de tres años esperando.
España
Historia
Actualidad
Según esta legislación la adopción es una herramienta para proporcionar una familia a
niños o niñas que carecen de ella.
Las parejas o personas solteras que desean adoptar a nivel nacional deben presentar su
correspondiente solicitud (normalmente en impreso normalizado) a los Servicios de
Protección de Menores de sus respectivas Comunidades Autónomas y posteriormente
pasaran a una lista de espera para su valoración. El proceso de valoración se lleva a cabo
mediante una serie de entrevistas, visitas domiciliarias y presentación de documentación.
Las autoridades estudiarán los citados informes hasta que decidan conceder o rechazar la
idoneidad de los solicitantes. Una vez valorados y reconocidos como idóneos para la
adopción, pasarán a una lista de selección, a los efectos de proponer la asignación de un
menor, formalizándose el Acogimiento Familiar preadoptivo (pudiendo ser este
administrativo o judicial). Se inicia el procedimiento de acoplamiento del menor en el
domicilio familiar y posteriormente se presenta la propuesta de adopción por la entidad
pública. El juez, previa valoración de la documentación e informe del fiscal, dictará auto de
adopción y finalmente se realizará la inscripción en el Registro Civil, a los efectos de
modificar los apellidos.
De conformidad con el art. 175 del Código Civil, los adoptantes deben reunir los siguientes
requisitos:
1. Ser mayores de 25 años (basta que uno de ellos haya alcanzado dicha edad).
2. Que la diferencia máxima de edad entre adoptado y adoptante no sea superior a 40 años
(En las parejas se tiene en cuenta la persona de menor edad).
3. Haber presentado la correspondiente solicitud en el Registro de Adopciones.
4. Poseer unas condiciones psico-pedagógicas y socio-económicas mínimas como pueden
ser.
5. Que el medio familiar reúna las condiciones adecuadas para la atención del menor
respecto a su salud física y psíquica (situación · · Socio-económica, habitabilidad de la
vivienda, disponibilidad de tiempo mínimo para su educación).
6. En el caso de cónyuges o personas que convivan habitualmente de hecho, que exista una
relación estable y positiva. ( Se valora convivencia mínima de 2 años).
7. Que existan motivaciones y actitudes adecuadas para la adopción.
8. Que exista voluntad compartida por parte de ambos en el caso de ser cónyuges o parejas
de hecho.
9. Que exista aptitud básica para la educación de un niño.
10. Será negativo que los solicitantes condicionen la adopción a las características físicas, al
sexo o a la procedencia socio-familiar de los menores, así como la ocultación o
falseamiento de datos relevantes para la valoración por parte de los solicitantes.
En España se permite la adopción por parte de parejas del mismo sexo desde el año 2005,
cuando entró en vigor la ley de matrimonio que eliminaba la discriminación entre parejas
de distinto y mismo sexo.
Guatemala
República Dominicana
Los padres adoptivos cuando se encargan de niños extranjeros deben entender mejor a sus
futuros hijos,respetar su cultura, no perder el contacto con sus raíces, porque esos niños en
algún momento desean conocerlas.6
Los Ciudadanos extranjeros pueden adoptar menores en la República Dominicana, bajo las
mismas condiciones previstas para los nacionales dominicanos. Estas son de carácter
privilegiado o plenas. A través de esta facultad el menor adoptado ve extinguirse todo
parentesco con sus padres o familia biológica, y a su vez los efectos jurídicos con estos.
Problemas asociados
¿Se debe decir al menor que es adoptado?
p.84 Fermín,R. Mercante.(1987) “La revelación de la verdad es, por otra parte, una
solución no sólo de elección, desde el punto de vista moral, sino aceptable desde una óptica
humana, para aquel problema psicológico de los orígenes de los menores adoptados”. En
estos casos es importantísimo reconocer el mayor inconveniente que tienen que enfrentar
los matrimonios al adoptar niños pequeños y mucho más si ya están en mayor desarrollo. El
ser adoptado no es algo que se debe ocultar, ni se tiene que ocultar. Estas son personas que
han sido escogidas por la sociedad para ser instruidas, guiadas y amadas, solo tienen que
encontrar el momento indicado para que sea revelada su realidad. Ocultarle la realidad a
estos niños es alejarlos de su origen y esto lo que va a ocasionar son frustraciones, malos
actos, rebeldía y hasta colocarse en contra de esas personas que no revelaron su deseo de
saber. Esto se puede evitar si los padres fuesen instruidos al comienzo de la adopción,
para que vean la ventaja oportuna de la verdad. Los padres adoptivos tienen que conocer y
entender a su pequeño, porque de esta manera reconocerá su temperamento, sensibilidad y
nivel intelectual; se le puede decir en el momento que él lo pueda entender.
Cuando el menor adoptado tiene una edad significativa y si su infancia ha sido conflictiva o
traumática se suelen dar serios problemas de adaptación a la familia adoptante que se
incrementan en la adolescencia. Niños con una infancia violenta pueden mostrarse
igualmente agresivos con su familia imposibilitando una convivencia mínimamente
aceptable. p.1 Silvia Bleinchmar. “Pero estas marcas sólo pueden ser medidas
individualmente a partir de la significación que tengan para el niño que está en vías de
construirse y por las significaciones que construya respecto a ellas a partir de las palabras
que el adulto deja decaer en función de sus propios fantasmas”. Estos niños tienen que crear
un hábito de resilencia para darle sentido a los padecimientos que se sufren en la infancia y
a partir de ese significado poder desarrollar un proyecto de vida lleno de sentido. Muchos
de estos niños/adolescentes insisten en mantenerse atrapados por esas circunstancias sólo
lamentándose y negándose a crecer. Cada persona es única y tiene una manera diferente de
asimilar las experiencias. Muchas veces los traumas han servido para despertar la
conciencia y ser una persona nueva que se atreve a hacer lo que nunca hubiera hecho en
circunstancias normales.7
Este problema parte tanto por una legislación deficitaria en materia de adopción como por
el hecho de que las adopciones son un fenómeno poco documentado por su escasa historia
como acto normalizado. La mayoría de los países mientras sí que obligan a los adoptantes a
cumplir una serie de requisitos, no contrastan la viabilidad de la adopción en lo que al
menor se refiere, ya que a éste no se le realizan pruebas psicológicas para evaluar tanto su
sociabilidad como su capacidad afectiva, ni se realizan recomendaciones en esa vía a las
familias adoptantes. Ofrecer plenas garantías a los menores no tiene por qué ir reñido con
una mínima protección y garantías de las familias adoptantes, que incluya un seguimiento
psicológico del menor desde el momento de su adopción.
Adopción internacional
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Índice
1 Requisitos
2 Fuentes de niños y padres adoptivos
3 Países de destino
4 Leyes de Adopción Internacional
o 4.1 Criticas de la Haya
5 Esfuerzos de reforma
6 Adopción Internacional después de un desastre
7 Referencias
Requisitos
Los requisitos necesarios para comenzar el proceso de la adopción internacional pueden
variar dependiendo del país de los padres adoptivos. Por ejemplo, mientras que la mayoría
de los países requieren los candidatos padres adoptivos primero consiguen la aprobación
para adoptar, en alguno, como Belgica, la aprobación se puede recibir solamente de una
Agencia Estatal, mientras que en otros los casos, él pueden ser obtenidos de una agencia de
adopción privada.
En los Estados Unidos, la primera fase del proceso está operado por una agencia acreditada.
Cada agencia o facilitador trabaja con un diverso sistema de países, aunque algunos se
centren solamente en un solo país. Mientras que algunos países permiten la adopción
independiente (es decir, una adopción internacional no hecha en la coordinación con una
agencia), es raro que ellos vayan por esta ruta, especialmente con su primera adopción.
Un expediente para una adopción internacional contiene una gran cantidad de información
sobre los padres adoptivos anticipados. Esto incluye típicamente la información financiera,
la comprobación de antecedentes, las huellas digitales, la revisión del estudio de hogar de
un asistente social, un reporte psicológico y otra información de apoyo. Por lo general, el
Trabajador/a Social que realiza la valoración necesitará mínimo dos entrevistas con los
futuros adoptantes; en una primera entrevista se analizarán aspectos como: situación
sanitaria, estado de la vivienda, situación económica, presencia de otros miembros en la
unidad familiar; la segunda entrevista se realizará en el domicilio familiar, a fin de valorar
su adaptación a las necesidades del futuro menor/es adoptados, así como la dinámica de la
familia.
Una vez más los requisitos variarán extensamente de un país a otro, e incluso de región a
región en países grandes tales como Rusia. Una vez que es completado, el expediente se
somete para la revisión a las autoridades apropiadas en el país de origen del niño. Después
de que se repase el expediente y aprueban a los padres anticipados para adoptar, los
atribuyan un niño elegible.
Ellos envían generalmente a los candidatos padre información sobre el niño, tal como edad,
género, historia de la salud, etc. Una fecha de encuentro puede ser incluida, informando a
los padres cuando pueden viajar para encontrar al niño y para firmar cualquier documento
adicional requerido.
Dependiendo del país, los padres pueden tener que hacer más de un viaje para terminar el
proceso legal.
Los países más comunes para la adopción internacional por padres en los Estados Unidos,
para el año 2007 son: China (5,453) Guatemala (4,728), Rusia (2,310), Etiopía (1,255),
Corea del Sur (939), Vietnam (828), Ucrania (606), Kazakstán (540), India (416), Liberia
(353), Colombia (310), y Filipinas (265). (Departamento de Estado de EE.UU.). Otros
países menos comunes incluyen: Bulgaria, Australia, Kenia, Haití, y Polonia. Estas
estadísticas pueden variar de año a año mientras cada país altera sus reglas; Rumania,
Bielorrusia y Camboya fueron también importantes hasta que el gobierno reprimió las
adopciones para eliminar el abuso en el sistema y se disminuyó el flujo. Vietnam
recientemente firmó un tratado, abriendo sus puertas a la adopción. China es uno de los
países principales, en donde las niñas adoptadas sobrepasan a los niños; debido a la cultura
china que prefiere hijos en combinación con el plan de control de natalidad implementado
en 1981, aproximadamente el 95% de los niños adoptados en China son del sexo femenino.
Aunque en la India también hay un notable exceso de adopciones en niñas (68%), la
mayoría de los otros países están más o menos parejos. Corea del Sur es un país que tiene
un exceso bastante grande de adopciones en niños; aproximadamente 60% son del sexo
masculino. Este es un cambio de los años 80, cuando la mayoría de las adopciones
coreanas, aproximadamente cerca de dos tercios eran del sexo femenino. La adopción en
Etiopía ha llegado a ser una opción popular para las familias adoptivas en los Estados
Unidos. Según el Departamento de Estado de Los Estado Unidos, se emitieron 441 visas
para huérfanos a niños de Etiopía en el 2005, y 732 en el 2006.1
Países de destino
Los países con un número relativamente elevado de las adopciones internacionales en
comparación con el número de nacimientos son Noruega, España y Suecia,
respectivamente, 12,8, 12,4 y 11,7 por 1000 nacidos en 2004. Bélgica y los Países Bajos,
respectivamente, se adopten 7,0 y 6,9 niños por cada 1000 nacimientos en el extranjero, los
Estados Unidos 5.5. El país que la mayoría de los niños en el extranjero fue acompañada
por el número de nacimientos en 2004, Bulgaria siguió por Belarús, Rusia y Guatemala2
Los objetivos principales del convenio son: -Establecer salvaguardas para asegurarse de
que las adopciones entre países ocurran en los mejores intereses del niño y con el respeto
por los derechos fundamentales de él o ella según lo reconocido en Derecho Internacional.
-Establecer un sistema de cooperación entre los estados contratantes para asegurar que los
salvaguardas sean respetados y al mismo tiempo prevenir el rapto, la venta o el trafico de
niños. -Asegurar el reconocimiento entre Estados Contratantes de adopciones hechas
acorde con la Convención.
Desde octubre de 2008, esta Convención ha sido ratificada por 76 países. Irlanda y La
Federación Rusa son signatarios, pero no han ratificado.4
Lo siguiente es una cita de la convención: "La adopción Internacional será hecha en los
mejores intereses del niño y respetando sus derechos fundamentales. Para prevenir el rapto,
la venta o el tráfico de niños, cada estado deberá tomar como prioridad, medidas apropiadas
para permitir al niño permanecer al cuidado de su familia de origen."
Criticas de la Haya
Esfuerzos de reforma
Debido a la apelaciones y a las obvias dificultades que representa la adopción internacional,
el movimiento de reforma busca influenciar a los gobiernos para que empleen regulaciones
que velen primero que nada por los intereses de los niños, pero que respondan también a los
intereses de los miembros de familia biológica y adoptiva.6 Esta posición se opone a la
viabilidad económica del comercio de niños y a la relativa falta de interés mostrado por los
gobiernos para resolver los graves problemas con la adopción internacional. Si bien las
organizaciones internacionales han sancionado medidas superficiales, estos acuerdos son a
menudo meras repeticiones de lo que tantas veces se expresa en las leyes juveniles
elementales, que incluye el uso frecuente de la expresión "el interés superior del niño". La
última interrogante sobre la adopción internacional es quién debe decidir el interés superior
del niño, y no sólo eso, sino la forma en la cual dicha decisión se hace, lo cual es muy
importante para el niño y la madre biológica.
Adopción homoparental
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La adopción por parte de parejas del mismo sexo es legal en catorce países y en algunas
jurisdicciones de otros tres; además, es legal la adopción del hijo del cónyuge en otros
cinco. Sin embargo, no es reconocida en la mayor parte de los países, aunque en algunos se
debate permitirla.
Índice
1 Situación legal o jurídica en el mundo
o 1.1 Argentina
o 1.2 Canadá
o 1.3 España
o 1.4 Israel
o 1.5 México
o 1.6 Sudáfrica
o 1.7 Uruguay
2 Aceptación
o 2.1 Sociedad
o 2.2 Comunidad científica
3 Véase también
4 Referencias
Un bebé en coche junto a sus padres en una marcha del orgullo gay.
La discriminación sexual jurídica puede presentarse en dos modalidades, una represiva que
pune ciertas prácticas o conductas sexuales y otra denegatoria que niega ciertos derechos.
La homosexualidad ha sido despenalizada en los países occidentales pero en la mayoría aún
se les niega el derecho al matrimonio y la adopción.1
La adopción conjunta por parte de parejas del mismo sexo es legal en los siguientes países:
Andorra (2005)2
Argentina (2010)
Bélgica (2006)
Brasil (2010)3
Canadá (1999 en adelante, y dependiendo de la provincia)4 5 6 7 8 9
Dinamarca (2010)10
Islandia (2006)11
Países Bajos (2001)12
Noruega (2009)13
Sudáfrica (2002)14
España (2005)
Suecia (2002)15
Reino Unido: Inglaterra y Gales (2005),16 Escocia (2009),17 e Irlanda del Norte
(incierto)18
Uruguay (2009)19 20
La adopción conjunta por parte de parejas del mismo sexo es legal en las siguientes
jurisdicciones:
En los siguientes países la adopción del hijo del cónyuge está permitida, por lo que el
cónyuge puede adoptar al hijo biológico, o incluso adoptivo, de su pareja:
Finlandia (2009)26 27
Alemania (2004)2
Groenlandia (2009)
Israel (2005)2 (Israel permitió la adopción en el extranjero y la adopción conjunta
completa en varios casos28 29 )
Eslovenia (2011)30
En las siguientes jurisdicciones la adopción del hijo del cónyuge está permitida, por lo que
el cónyuge puede adoptar al hijo biológico, o incluso adoptivo, de su pareja:
Argentina
En Argentina la ley permite la adopción por una persona, sin referencia alguna a la
identidad o preferencia sexual del adoptante. Tras la modificación del Código Civil el 15 de
julio de 2010 se permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, otorgándoles así el
derecho de adoptar conjuntamente, con los mismos requisitos que ya existían para los
matrimonios entre personas de distinto sexo.
Canadá
España
En ningún caso queda probado el hecho de que un menor sufra problemas psicológicos
porque sus padres sean homosexuales. Diversos estudios estiman que tanto una pareja
homosexual como heterosexual pueden educar de igual modo a los niños. Hacia finales de
2011, se habían celebrado en España un total 22.124 bodas entre personas del mismo sexo,
de las que 897 se habían discuelto en divorcio o separación42 , según datos del INE. Una
encuesta de 2011 realizada en España reveló que un 56% de los ciudadanos se muestra a
favor de que las uniones entre personas del mismo sexo se denominen «matrimonio» y de
que puedan adoptar hijos. 43
Israel
México
Sudáfrica
Sudáfrica es el único país africano que permite la adopción conjunta a las parejas del
mismo sexo. La decisión de 2002 del Tribunal Constitucional en el caso de Du Toit v
Ministerio de Bienestar Social y Desarrollo de la Población enmendó la Ley de Cuidado
Infantil de 1983 para permitir tanto la adopción conjunta como la adopción del hijo del
cónguye.45
La Ley de Cuidado Infantil ha sido sustituida por la Ley de la Infancia de 2005, que permite
la adopción conjunta, ya sea por parejas de distinto o mismo sexo, o del hijo del cónguye.46
El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal desde 2006, y es equivalente al
matrimonio entre personas de sexo opuesto para todos los efectos, incluida la adopción.
Uruguay
Opinión pública sobre los derechos de
los homosexuales
A favor de Diferencia
Estado la con el
adopción matrimonio
A principios del año 2009 se aprobó el proyecto,
Países Bajos 69% -13
que es parte de una modificación al Código de la
Niñez y la Adolescencia, que habilitó a parejas Suecia 51% -20
con cuatro años de unión civil o concubinato
-incluidas las homosexuales- a solicitar un menor Dinamarca 44% -25
en adopción. La ley fue promulgada por el Poder
Ejecutivo en octubre de 2009,47 siendo Uruguay Austria 44% -5
el primer país de América Latina en abrir las
adopciones a las parejas homosexuales.48 En Bélgica 43% -18
noviembre del 2012 comenzó en el Congreso el
España 43% -13
debate acerca de la posibilidad de abrir el
matrimonio a las parejas homosexuales.49 50 Alemania 42% -10
A mediados de 2012, dos mujeres en unión Luxemburgo 39% -19
concubinaria recibieron en adopción a la hija
biológica de una de ellas.51 Francia 35% -13
Malta 7% -11
Nota: Datos del Eurobarómetro,
septiembre-octubre de 2006.52
emocional, psicológica y conductual del menor. Estos datos han demostrado que no existe
riesgo para los menores como resultado de crecer en una familia con uno o más
progenitores gays.53
La catedrática Judith González, de la Universidad de Nueva York, señala que: "En escasas
ocasiones existe un consenso tan amplio en cualquier área de las ciencias sociales como en
el caso de las familias con progenitores gays, por lo que la American Academy of
Pediatrics y todas las grandes organizaciones profesionales con experiencia en el bienestar
de los menores han emitido informes y resoluciones apoyando los derechos de gays y
lesbianas como progenitores".54 Estas organizaciones incluyen a la American Academy of
Pediatrics,53 la American Academy of Child and Adolescent Psychiatry,55 la American
Psychiatric Association,56 la American Psychological Association,57 la American
Psychoanalytic Association,58 la National Association of Social Workers,59 la Child Welfare
League of America,60 la North American Council on Adoptable Children,61 y la Canadian
Psychological Association (CPA). La CPA ha mostrado su preocupación sobre el hecho de
que algunas personas e instituciones estén tergiversando los hallazgos de la investigación
psicológica para apoyar sus posturas, más basadas en otros sistemas de creencias o
valores.62 La postura oficial de la Federación española de sociedades de sexología (FESS ),
que representa a 26 Sociedades Científicas y a más de 1.600 especialistas en Sexología, es
de pleno apoyo al matrimonio y la adopción por parte de parejas homosexuales.63 No hay
investigaciones que apoyen la creencia generalizada de que el género de los progenitores
sea importante para el bienestar de los menores.64
Algunos grupos minoritarios creen que los menores criados por progenitores homosexuales
desarrollarán también preferencias homosexuales o bisexuales,65 o que tendrán más
probabilidades de tener una relación del mismo sexo o de sufrir diversas patologías.66
Véase también
Adopción
Familia homoparental
Familia
Heterosexismo
Homofobia
Homosexualidad
Legislación sobre la homosexualidad en el mundo
LGBT
Movimiento LGBT
Paternidad
Paternidad
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Para el episodio de la serie House, véase Paternidad (House).
La paternidad (del lat. paternĭtas, -ātis) hace referencia a la cualidad de padre o progenitor
masculino o macho. El término, por extensión, puede referirse a ambos progenitores. La
maternidad es el término para referirse en exclusiva a la cualidad de madre.
Índice
1 Concepto de paternidad
2 El papel del varón en la reproducción
3 Modelos de paternidad
o 3.1 Época prehistórica
o 3.2 Época de la antigüedad clásica
o 3.3 Época medieval
o 3.4 Época moderna
o 3.5 Época postmoderna
o 3.6 Época contempóranea
4 Referencias
5 Bibliografía
6 Véase también
7 Enlaces externos
Concepto de paternidad
Sócrates, padre de la mayéutica. La paternidad es un concepto que describe al fundador de
una corriente de pensamiento.
Todas las sociedades occidentales y orientales conocidas en todos los tiempos históricos
han sido patriarcales. La paternidad siempre dependió de la voluntad del padre.6 Ha
dependido históricamente del consentimiento (o no) del varón hasta la aparición de las
pruebas de paternidad mediante el estudio de ADN.
Aun así, en muchos casos continúa dependiendo de la voluntad paterna: en el caso de
donación de esperma por parte de un tercero el padre reconocido es el esposo de la mujer
inseminada y no el donante. Es decir, quien expresó su voluntad de ser padre lo será, por el
contrario el dador del espermatozoide, quien no tiene voluntad ni dona paternidad, no lo
será.7 8 9 10
En el caso de una madre soltera el varón no necesita su consentimiento para reconocer al
niño. En todo caso será ella quien tenga que realizar una demanda para solicitar una prueba
de paternidad y demostrar que ese varón no es el padre biológico del niño.
Un varón puede reconocer como suyo un niño que no es su hijo biológico y ser considerado
su padre sin incurrir en delito (no sucede lo mismo en el caso de la mujer que si inscribe un
niño ajeno como propio comete un delito grave).11
Las dos funciones primordiales de la paternidad, pater y genitor, son las de la nominación y
la de la transmisión de la sangre. El fundamento de la definición de paternidad está en el
derecho romano.
Atenea, en la mitología griega, diosa que reinvindica el privilegio de haber nacido sin
ayuda de una madre, fruto de un embarazo cerebral atribuido a su padre, que se posibilitó
cuando Zeus, padre de los dioses, se tragó a Metis (mitología), la madre.
Aristóteles creía que la mujer proporcionaba solamente la materia, que era la menstruación
o menstruum, a partir de la cual la forma inmaterial masculina construía el embrión
humano. Afirmaba que la semilla masculina actuaba sobre la materia femenina
coagulándola formando el embrión.
Según Aristóteles, el útero de una hembra fecundada debería contener sangre y semen;
según Galeno, una mezcla de semen masculino y femenino. Hipócrates afirmaba que el
esperma se derivaba de todas las partes del cuerpo del padre y daba origen a las mismas
partes en los hijos.
Durante siglos se culpó a las mujeres cuando procreaban solo hijas del sexo femenino.
El espermatozoide fue descubierto por Anton van Leeuwenhoek en 1677 gracias al
microscopio.
Durante la mayor parte del siglo XVIII duró la controversia entre los ovistas, quienes
sostenían con Karl Ernst von Baer que solamente la mujer aportaba todo el embrión y los
animalculistas que sostenían que sólo los animálculos espermáticos lo generaban y que los
hijos heredaban sólo los rasgos paternos.
En la actualidad se sabe que el espermatozoide masculino es el que define el sexo del
embrión humano que lleva la mitad de los genes de ambos progenitores.
Modelos de paternidad
La determinación de los lugares atribuidos al padre o a la madre han sido imposiciones
sociales y culturales que también fueron cambiando con el tiempo. Según las épocas
existieron diferentes modelos de paternidad. Con el paso del tiempo la figura del padre fue
perdiendo poder en beneficio no de las madres sino de sus hijos, a medida que el concepto
de infancia fue cambiando.
Época prehistórica
En la época de los cazadores-recolectores el mecanismo de reproducción humana era
desconocido por los seres humanos. El conocimiento de los animales en libertad no
proporcionaba una fuente de conocimiento de este mecanismo. La sociedad era matrilineal
y el sexo estaba vinculado exclusivamente al placer y libre de los controles sociales que
luego sobrevienen. No existía la pareja heterosexual y las mujeres de racionaban con
distintos hombres y mujeres.
Los aborígenes de Oceanía y Australia, por ejemplo creen que las relaciones sexuales
sirven para preparar a la mujer para entra del espíritu del niño.14
Los paters, las cabezas de las familias patricias, descendientes de los primeros senadores
romanos que formaban el grupo social privilegiado.
En la Antigüedad clásica coincidente con la Edad Antigua, en la familia patriarcal,
dominada por el varón, los hijos nacían en el hogar paterno y la descendencia era
patrilineal: los hijos e hijas portaban el apellido paterno exclusivamente. El modelo por
excelencia de padre patriarcal era el Pater familias romano que ostentaba el poder
absoluto.1
La familia del Pater familias era un conjunto, una casa, un grupo que incluía a todas las
personas libres que formaban el núcleo familiar, sin distinción de edad ni de que hubiesen o
no contraído matrimonio, todos los parientes, descendientes, allegados, amigos, las mujeres
entradas a la familia mediante el matrimonio y sus descendientes, a los adoptados y
arrogados, a los domésticos, esclavos, esclavas y sus descendientes, el ganado, las tierras y
todos los objetos de su casa. No todos los varones eran considerados padres de su
descendencia, la patria potestas o patria potestad era un privilegio del cual los esclavos
estaban privados. El pater, o «protector», romano ejercía el derecho sobre todos los
aspectos de la vida de sus descendientes, poseía el derecho a la vida y la muerte, podía
enajenarlos «ius vendendi», abandonarlos o exponerlos «ius exponendi» o entregarlos en
«noxa» a la víctima de delito por ellos cometido o «ius noxae dandi», y decidía todo lo
referente a la educación de los niños.
El pater era quien autorizaba a las mujeres a amamantar o no a sus hijos. El niño solo era
considerado hijo si era reconocido por el pater, no importaba si era fruto de una relación
matrimonial o no. La relación entre biología y filiación no era muy estricta, que fuera el
genitor biológico carecía de importancia pues lo que daba el padre era la filiación: sólo
valía el reconocimiento paterno que se realizaba cuando el pater alzaba en brazos a su hijo.
Si no lo hacía, aunque fuera un hijo de su esposa legítima no se lo consideraba padre del
niño y su destino era el abandono y la muerte. Este alzamiento podía realizarlo con un niño
que no fuera de su propia sangre, como en la «adopción», y los resultados eran los mismos.
Podía declararlo heredero y amo de la casa a su muerte aunque tuviera otros hijos nacidos
dentro del matrimonio.17
El «pater familias» era el que decidía si un niño recién nacido iba a ser aceptado por la
sociedad romana o no. Si el pater no había levantado en brazos, el bebé recién nacido iba a
terminar expuesto en un santuario o en un basurero público para que muriera o para que se
lo llevara cualquiera, generalmente un mercader de esclavos. En Grecia se exponía con
mayor frecuencia a las niñas y en Roma a los nacidos con algún tipo de malformación o
simplemente si el pater no deseaba más hijos, por ejemplo, por problemas de herencia.18
En cambio, a diferencia de los romanos; en la misma época, los judíos, los germanos y los
egipcios sí conservaban a todos sus hijos. Para los romanos, los bastardos, si no habían sido
expuestos, adoptaban el nombre de la madre sin ningún tipo de reconocimiento de la
paternidad ni de legitimación. Esto es lo que sucedía, por ejemplo, con los múltiples hijos
que el pater tenía con sus esclavas. En cambio, los esclavos libertos adoptaban el nombre
de familia de su antiguo amo.18
Época medieval
En la Edad Media con la aparición del padre cristiano convivieron distintos modelos de
paternidad según el patrimonio en juego. La estructura familiar de la Alta Edad Media
todavía recordaba a la que se manifestaba tanto en la sociedad romana como germánica al
estar integrada por el núcleo matrimonial -esposos e hijos- y un grupo de parientes lejanos,
viudas, jóvenes huérfanos, sobrinos y esclavos. Todos estos integrantes estaban bajo el
dominio del varón -bien sea de forma natural o por la adopción- quien descendía de una
estirpe, siendo su principal obligación la de proteger a sus miembros. El padre era el
guardián de la pureza de sus hijas como máximo protector de su descendencia. Un ataque al
pudor de la mujer, aún con su consentimiento, era una deshonra para su padre. La violación
era considerada un atentado contra la autoridad patriarcal, la de el padre y no contra el
cuerpo de la mujer misma. El adulterio en las mujeres -toda relación sexual sin
consentimiento del padre, aún siendo viudas o solteras- era castigado con la muerte. Sin
embargo, los germánicos practicaban la poligamia y además de los varones nacían
abundantes descendientes de las relaciones sexuales con las esclavas. Las madres no tenían
una relación de ternura con sus hijos. La Iglesia prohibió la poligamia, declaró la
indisolubilidad matrimonial (la ley burgundia y la ley romana autorizaban el divorcio) y
prohibió el matrimonio entre primos muy frecuente en esa época, aunque recién en el siglo
X los dictados eclesiásticos en defensa de la monogamia y en contra del divorcio
comenzaron a surtir efecto.20
Las religiones politeistas adoraban tanto a dioses masculinos como a dioses femeninos, a
padres como a madres pero para el Judaísmo y el Cristianismo dios solo era padre. El poder
del dios cristiano limitó el poder del pater y apareció la concepción de paternidad espiritual.
La figura del padrino en el bautismo se volvió importante. Jesús no engendró hijos y dijo
que la ley de la sangre no debe prevalecer sobre la ley del espíritu. A través del padre dios
resplandece y la mujer y los niños le deben obediencia y sumisión. Los derechos de dios
limitaron los derechos del padre humano y este debía respetar la vida de sus retoños.1
San Gregorio Magno, padre de la Iglesia. Se llama Padres de la Iglesia a los escritores
eclesiásticos de los primeros siglos del cristianismo cuyo conjunto doctrinal es considerado
fundamento de la fe y de la ortodoxia en la Iglesia.
Pero esta paternidad biológica solo tiene valor si se corresponde obligatoriamente con una
función simbólica. Con el cristianismo sólo era declarado padre quien se sometía a la
legitimidad sagrada del matrimonio. Los niños concebidos por fuera del matrimonio,
aunque tuvieran lazo de sangre, comenzaron a ser considerados bastardos y no
pertenecientes a ninguna familia.22
La paternidad era un efecto de la ley y se establecía por el solo hecho de que la mujer con
que el varón estuviese casado pariera un hijo.
Esta regla persiste hasta nuestros días en muchos países, y es preciso hacer un juicio por
paternidad si es necesario modificarla. Por ejemplo: el artículo 312 del código civil belga
dice que «El niño concebido durante el matrimonio tiene por padre al marido ».
Esta presunción de reputar al marido como padre de los hijos de su mujer nacidos durante
el matrimonio es una regla de moralidad familiar. Esta regla de moralidad sustituye lo que
anteriormente existía como las revisaciones periódicas de la mujer por parte de las parteras
designadas por el marido en el derecho romano, el depósito de la mujer en la «casa
honesta», el derecho a «la custodia del vientre», mediante el cual se colocaban guardias en
la puerta de la habitación de la mujer y la disposición enel Digesto o «Digestum», del 533,
Libro 25, tit 3 L.1, sobre las tres luces que debían quedar siempre encendidas en la
habitación de la madre a fin de evitar la sustitución del hijo.23
Los padres no solo tenían el poder de reconocer a sus hijos sino, lo más importante, el
poder de no reconocerlos.6
Época moderna
En el siglo XVI la jerarquía garante del orden era primero Dios, luego el el Rey y luego el
padre. Varones menores de 30 y mujeres menores de 25 dependían jurídicamente del padre
para casarse, entrar al convento o disponer de sus bienes. El padre decidía los matrimonios,
exigía respeto y obediencia y podía enviar a sus hijos varones a prisión y a las mujeres al
convento si lo desobedecían.22 Para Jean Bodin la familia debía perpetuar la soberanía del
padre.
En el siglo XVII el niño comenzó a entrar en contacto con la vida afectiva del padre pero
los manuales de instrucción infantil recomendaban los castigos corporales frecuentes como
modo de dominar la voluntad de los niños, para evitar la insubordinación y sus malas
inclinaciones.21
En la concepción de autoridad paterna sostenida por Thomas Hobbes el poder del padre no
es natural sino construido y lo ejerce a la manera de un pequeño rey en su casa.
El sistema de la patria Potestad comenzó a ser cuestionado recién en el llamado Siglo de las
Luces, siglo XVIII, cuando aparecieron las primeras leyes que se oponían al despotismo
brutal del padre a partir del asesinato durante la Revolución francesa del soberano-padre
que esclavizaba a sus hijos desde hacía mil trescientos años.16 Decía el código:
“La voz imperiosa de la Razón se ha hecho oir, ya no hay patria potestad, establecer los
derechos por coerción es engañar a la naturaleza”.
Después de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano el padre pasó a ser
un padre sometido a la ley y respetuoso de los derechos adquiridos. El matrimonio dejó de
ser un pacto indisoluble garantizado por la presencia divina y se convirtió en un contrato
libremente consentido entre un varón y una mujer. Apareció por primera vez la idea de que
los niños tienen derecho a tener una familia, sean nacidos o no dentro del matrimonio.22
En las colonias españolas, el matrimonio era el único camino abierto a la mujer, para lo
cual tener una dote era algo fundamental. En Buenos Aires, hubo un caso muy escandaloso
protagonizado por las hermanas de Bernardino Rivadavia. Ambas mujeres estaban de
novias con los hermanos Gabriel y José Garzón. A pesar de estar prometidas en
matrimonio, no se sabe porqué, el padre prohibió el casamiento y la entrada de los novios a
su casa. Los hermanos Garzón lo demandaron judicialmente exigiéndole el cumplimiento
del contrato firmado. Las niñas estuvieron encerradas en su casa y no tenían permiso de
salir, prácticamente secuestradas. Los novios solicitaron judicialmente el traslado de las
novias y el virrey del Pino prestó el concurso de las fuerzas públicas para eso. El padre
demandó ante la Real Audiencia de Buenos Aires quien anuló lo actuado. González
Rivadavia encerró a sus hijas en un convento. Mientras tanto uno de los novios falleció y la
novia se volvió loca. El otro prometido continuó el juicio hasta 1812. Finalmente Manuela
Rivadavia y José Garzón lograron casarse . El padre, quien perdió el juicio, fue condenado
a pagar las costas del juicio pero en 1816 desheredó a sus hijas.25
En El contrato social Jean-Jacques Rousseau decía que la familia era el primer modelo de
las sociedades políticas, el jefe era la imagen del padre, el pueblo era la imagen de los hijos.
Honoré de Balzac dijo que al cortarle la cabeza al rey Luis XVI de Francia la Revolución
francesa decapitó a todos los padres de familia. Apareció en la sociedad una preocupación
por la pérdida de los valores tradicionales. Se hacían caricaturas irrespetuosas de Luis XVI.
Ya no se temía ni se respetaba al padre. La familia se hallaba en peligro y se temía por su
disolución.
En el Código napoleónico (base de los códigos civiles y los sistemas jurídicos actuales de la
mayoría de los países europeos y americanos) las mujeres volvieron a quedar bajo la patria
potestad del marido perdiendo los derechos que habían ganado durante la revolución
francesa. Este código sostenía que el padre ejercía su autoridad sobre la persona de su hijo,
administrando sus bienes, dirigiéndolo, vigilándolo, corrigiéndolo (incluso tenía el derecho
de enviarlo a prisión), eligiendo su lugar de residencia, controlando sus amistades, su
correspondencia y educándolo. El derecho de castigo corporal se atribuía exclusivamente al
padre, único que ejercía la autoridad. El código napoleónico acentuaba el aspecto
voluntario de la filiación, el reconocimiento del hijo era un derecho discrecional del padre
independientemente de todo consentimiento de la madre y de ningún control sobre su
veracidad. Los hijos producto del adulterio materno carecían de legitimidad y de filiación.
Hegel describía a la familia como una de las estructuras básicas de la sociedad que
descansa sobre la institución del matrimonio monogámico que une por consentimiento a un
varón y una mujer: el marido se enfrenta al mundo externo o sobre sí mismo y la mujer,
convertida en madre, goza de una auténtica libertad dentro del seno del hogar. En un
momento en que la figura de la madre y la maternidad tomaban jerarquía aparecía la idea de
que el padre debía separar a la madre de su hijo para permitir su independencia.
Para muchos, como decía Johann Jakob Bachofen, cualquier movimiento de emancipación
de las mujeres constituía una amenaza para el porvenir del género humano. Algunos
autores, que a partir de Lewis Henry Morgan creían en la existencia de un matriarcado
anterior que podría retornar, estaban preocupados por el porvenir de la familia y la
decadencia de la autoridad paterna. Además de los ya citados, figuras como Friedrich
Engels, Johann Jakob Bachofen, Louis de Bonald o Hippolyte Taine.22
Karl Marx considerado el padre del marxismo, el socialismo científico y el comunismo
moderno. La paternidad es un concepto que también define al fundador de una disciplina o
sistema.
Tanto que en 1870 el sociólogo francés Frédéric le Play, preocupado porque la evolución
social llevaba a la disolución de la familia y la decadencia del padre intentó concebir un
programa de preservación de la familia tradicional. En esa época, la familia moderna o
familia conyugal nuclear o restringida, contracción de la familia extendida anterior,
apareció con un modelo fundado en el amor romántico de la pareja. En 1892 Émile
Durkheim definía la familia moderna limitada al padre, la madre y los hijos, familia nuclear
producto de la contracción de la familia de la antigua organización patriarcal.26 Durante el
siglo XIX declinó el poder divino del padre, el centro de gravedad dentro de la familia se
desplazó y apareció la figura de la madre y la maternidad. Se incitaba a las madres a
amamantar a sus hijos y a no dejarlos con nodrizas. La familia como célula básica de la
sociedad comenzaba a tomar conciencia de sus deberes de amor y educación en torno a los
niños. El matrimonio burgués se asociaba al amor romántico, al sentimiento amoroso entre
los cónyugues y hacia sus hijos y aparecía en la época victoriana la prohibición del placer
sexual fuera del matrimonio no solo para la mujer sino también para el varón. El padre
doméstico sucedió al héroe guerrero de la época feudal. El padre convirtió el poder que
había perdido en el escenario de las batallas y la caballería a la vida económica y privada.
El eje del consenso normativo de la tradición moderna en torno a la paternidad era la
obligación paternal de protección y seguridad económica de las mujeres y los niños. Este
arreglo histórico produjo una división de la participación de las mujeres y los varones en la
procreación y en la responsabilidad de educar al niño, esquemas que se reproducen de
generación en generación a través de la separación organizada de la parentalidad entre la
mujer que sería la proveedora de los cuidados maternos y el padre proveedor de la
manutención económica, dueño de la autoridad para poner los límites al niños y
responsable de separar a la madre incestuosa del niño.6
La imagen del padre padrone era la del amo de su domesticidad en cuanto ponía límites a
su mujer y sus hijos. El orden familiar burgués se apoyaba en la autoridad del marido, la
subordinación de las mujeres y la dependencia de los niños. Pero el padre, Jefe de familia,
veía cada vez más limitados su privilegios. Ahora tenía obligaciones morales y si no las
respetaba el Estado podía suplantarlo. La paternidad prolongaba su función autoritaria pero
del padre dominador subsistía solo la noción de la autoridad, el respeto y la distancia,
mientras que el vínculo con la madre se convirtió en ternura.
El modelo burgués fue el del padre confinado al territorio privado de su casa. La Iglesia
perdió parte de sus poderes en beneficio del Estado. El padre-padrone asimiló vida privada
y vida laboral, amo solo en su domesticidad dentro de su casa. Al salir el padre a trabajar
fuera de su casa apareció la disociación entre la vida familiar, menos valorada, y la vida
profesional, que le ofrecía la posibilidad de reconocimiento y ascenso social.
Thomas Alva Edison, padre del fonógrafo junto a uno. La paternidad es un concepto que
sirve también para describir a un inventor.
Época postmoderna
Pablo Picasso considerado el padre del cubismo.La paternidad es un concepto que sirve
también para describir al creador de una escuela.
Durante el siglo XX la mujer dejó de ser considerada una menor sin derechos jurídicos,
salió a trabajar fuera de casa, a estudiar y fue ganando responsabilidad en la educación de
los hijos que apenas veían al padre.
Según la jurista especialista en bioética Marcela Iacub, en el siglo XX, a partir de la década
de 1960, con la revolución sexual, el modelo tradicional de desigualdad complementaria en
el matrimonio entre el marido y la mujer (ciudadanía política con derecho a voto, manejo
del patrimonio familiar, preeminencia masculina en el dominio de la filiación) dejó lugar a
leyes más equitativas.
Entonces apareció el modelo de filiación «natural» que identificó por primera vez padre
con genitor. Los hijos «naturales» extramatrimoniales pasaron a tener los mismos derechos
que los hijos «legítimos». La pareja procreadora se convirtió en la pareja parental dando
lugar a un nuevo paradigma reproductivo. En este nuevo «orden reproductivo» la pareja
parental reemplazó a la pareja matrimonial. El acto sexual procreativo se convirtió en la
nueva referencia que estructuraba la filiación reemplazando el lugar que antes tenía el
matrimonio.27
Si bien antes, para ser «hijo de», un niño debía nacer dentro del matrimonio - y los hijos
ilegítimos no tenían acceso a ningún tipo de paternidad careciendo de filiación paterna
mientras que los nacidos dentro del matrimonio la tenían aún desconociendo de quien fuera
el esperma que había dado origen a esa vida -, a partir del siglo XX la filiación estaba dada
por quien realizaba el acto reproductivo (coito).
El código napoleónico acentuaba el aspecto voluntario de la filiación mientras que algunas
leyes del siglo XX conducían a una biologización de la maternidad, la paternidad y la
filiación.
La Iglesia, preocupada por los cambios, también se actualizó en algunos temas pero nunca
abandonó sus principios de oponerse al divorcio, al matrimonio igualitario entre parejas del
mismo sexo, a la adopción de niños por parte de homosexuales, a las relaciones sexuales
fuera del matrimonio, a las nuevas técnicas reproductivas, al uso de métodos
anticonceptivos y especialmente al aborto. Para la Iglesia el papel del varón sigue siendo el
de revelar y revivir en la tierra la misma paternidad de Dios.
Por otra parte no faltan, sin embargo, signos de preocupante degradación de algunos
valores fundamentales: una equivocada concepción teórica y práctica de la independencia
de los cónyuges entre sí; las graves ambigüedades acerca de la relación de autoridad entre
padres e hijos; las dificultades concretas que con frecuencia experimenta la familia en la
transmisión de los valores; el número cada vez mayor de divorcios, la plaga del aborto, el
recurso cada vez más frecuente a la esterilización, la instauración de una verdadera y propia
mentalidad anticoncepcional. La familia humana, disgregada por el pecado, queda
reconstituida en su unidad por la fuerza redentora de la muerte y resurrección de Cristo. El
matrimonio cristiano, partícipe de la eficacia salvífica de este acontecimiento, constituye el
lugar natural dentro del cual se lleva a cabo la inserción de la persona humana en la gran
familia de la Iglesia29
Época contempóranea
Benedicto XVI, El Santo Padre.
El Papa Benedicto XVI confirmó que para la Iglesia la paternidad no se define por la
biología:
"San José manifiesta de manera sorprendente, que es padre sin haber ejercitado una
paternidad carnal. No es el padre biológico de Jesús, del cual solo Dios es Padre, y sin
embargo ejercita una paternidad plena y entera. Ser padre es por encima de todo ser
servidor de la vida y del crecimiento. San José ha dado prueba, en este sentido, de una gran
dedicación. Por Cristo ha conocido la persecución, el exilio y la pobreza que de ellas
deriva. Ha debido establecerse en un lugar distinto al de su ciudad. Su sola recompensa fue
la de estar con Cristo"31
En el siglo XXI las nuevas técnicas reproductivas de reproducción asistida trajeron grandes
cambios en los modelos de familia y de paternidad al hacer una nueva diferenciación entre
los orígenes genéticos y la gestación.
El padre genitor dejó de ser incierto a partir de los adelantos de la genética a fines del siglo
XX, cuando los análisis permitieron confirmar la paternidad genética. Entonces se confirmó
la separación radical entre la nominación y el engendramiento. La paternidad se escindió
entre un productor de semen y la función nominativa por el otro. Se diferenciaron el padre
genético, el padre biológico, el padre social, el genitor y la función paterna.
El primer problema es que los polos de las funciones parentales contemporáneas se han
multiplicado en lo que concierne al polo genético y al de gestación. La sexuación de las
funciones parentales requiere, entonces, hacer una diferencia entre los orígenes genéticos
(diferentes gametas, procedencia de los óvulos y los espermatozoides) y de gestación. Así,
por ejemplo, el dador de genes puede ser diferente de la gestadora. La madre puede portar
sus propios óvulos o los de otra mujer, los de su pareja o los de otro hombre. Esto significa
que la gestación no sería la resultante de un acto sexual sino de la procreación asistida.
Hasta no hace mucho los padres de familias numerosas daban sus hijos para criar a los tíos
u otros miembros de la familia. En sociedades actuales como la de los Na en China, los
hermanos son los que tienen a su cargo la crianza de los hijos, mientras que la genitura es
exterior. Es decir, la concepción está disociada de la educación. El vínculo fraterno regido
por la prohibición del incesto cumple una función parental.
No es más cierto que la madre sea irremplazable. Vemos que el padre u otros personajes
maternales también pueden ser adecuados. La evidencia de la maternidad no se opone más
opuesta a la incertidumbre de la paternidad. Ésta puede probarse por el ADN mientras que
la maternidad hoy puede ser clivada entre tres personas o funciones (genética, gestativa o
educativa). No pocos psicoanalistas coinciden en que este tipo de clivajes no da como
resultado necesario niños con problemas psicopatológicos. Los problemas que aparecen
están frecuentemente en relación más con malos funcionamientos de la pareja que con
problemas filiativos.33
Las últimas décadas han sido marcadas, sobre todo en Occidente, por profundos cambios de
valores, comportamientos e identidades. Como ejemplo podemos nombrar las
modificaciones en las condiciones de la procreación (procreación artificial, donante de
esperma anónimo, vientre en alquiler, embriones congelados); los cambios en las formas de
paternidad y de crianza de los hijos (alteraciones en el sistema de atribución del apellido,
padres adoptivos, padres artificiales, monopaternidad, homopaternidad); las demandas de
modificación de sexo (transexualismo); las nuevas prácticas sexuales (sexo por internet); y
los límites impuestos a la sexualidad (por el surgimiento del sida). Sin embargo, estas
transformaciones no son en su esencia un fenómeno completamente nuevo. Pudieran, tal
vez, ser consideradas como «reorganizaciones» colectivas.
Estamos asistiendo a la continuidad de un proceso de cambios cuyos orígenes se remontan
al siglo XVIII con la Revolución industrial. Este proceso se acentuó después de la Primera
Guerra Mundial cuando, al regresar los combatientes del campo de batalla, encontraron a
sus esposas perfectamente adaptadas a trabajar fuera de casa y decididas a no renunciar a
esa conquista. En la década siguiente, conocida como «los años locos», con el apoyo de los
movimientos feministas, se consolidó esta situación, exacerbando el debate ya iniciado en
el siglo XIX sobre el lugar de los hombres y de las mujeres en la reproducción y en las
relaciones sociales y laborales, entre otros aspectos. De tales movimientos resultó una
nueva organización socio-político-económica que llevó, entre muchos otros temas, a una
discusión completamente nueva respecto a la sexualidad, particularmente en relación a los
«peligros» de separar sexualidad y reproducción.
Las reacciones a este «nuevo orden» fueron inmediatas: se habló del fin de la familia, de la
decadencia de las costumbres y de la moral. Una mujer que trabajaba y que tenía acceso a
la pildora anticonceptiva estaba más expuesta a las tentaciones de las relaciones
extramatrimoniales; se pronosticaban problemas psíquicos terribles para los hijos de padres
separados; la presencia menos efectiva de la figura paterna llevaría indudablemente a
dificultades particulares en el sujeto, y así en adelante.
Sin embargo, cuando ahora, a inicios del siglo XXI, miramos para atrás y reevaluamos los
temores de las décadas precedentes constatamos que nada dramático sucedió: las familias
continúan componiéndose y descomponiéndose; los hijos de familias de padres separados
están bien, en algunos casos mejor que aquellos cuyos padres no se separaron; pero las
manifestaciones de una sexualidad que va más allá de las reglas fueron tratadas en forma
prejuiciosa, el asunto del abordaje continúa siendo problemático.
Los estudios realizados por la CEPAL en 2001 mostraron que los varones tienden a no
utilizar métodos anticonceptivos y a restringir su uso por parte de las mujeres, se involucran
en múltiples experiencias sexuales pero desconocen su responsabilidad en los embarazos no
deseados - los cuales quedan a cargo exclusivamente de las mujeres, en su mayoría
adolescentes - y evaden su participación durante los distintos momentos del nacimiento y la
crianza de los hijos. A pesar de que actualmente se subraya el componente afectivo de
cercanía de los hombres con sus hijos y se cuestionan los patrones de relación paterna
basados en el ejercicio violento del poder y de la autoridad, éstos modelos continúan muy
presentes en nuestras sociedades.
Sin embargo, la preferencia por el apellido paterno (el patronímico, del latín patronymĭcus,
y este del griego πατρωνυμικός, que denota la calidad de descendiente) en detrimento del
materno sigue siendo universal en el derecho contemporáneo.35
Sigue siendo obligatorio llevar el apellido paterno incluso en los países en los cuales se
acepta el apellido materno también o cuando se puede elegir llevar primero el apellido
materno.
En algunas legislaciones (como la francesa) el padre legítimo (casado con la madre) tiene
más derechos que el padre natural (no casado aunque haya reconocido a su hijo). En otras
(como la argentina) todos los padres que han reconocido a sus hijos tienen los mismos
derechos sobre ellos. Algunas legislaciones otorgan al padre el derecho de reclamar una
pensión alimentaria al hijo durante su vejez incluso habiendo incumplido su obligación
alimentaria previa y sin que su hijo haya sido nunca mantenido por él.
El reconocimiento del hijo continúa siendo un derecho discrecional del padre en muchos
países, incluso en los que la ley protege a los niños nacidos fuera del matrimonio, como por
ejemplo Argentina, en donde un padre puede reconocer un hijo de madre soltera
independientemente del consentimiento de la madre y sin necesidad de demostrar su
paternidad. La madre sólo puede realizar un juicio para quitarle el apellido si demuestra que
ese varón no es el padre biológico de ese niño. En muchos países si la madre estuviera
casada y el niño fuera fruto de una relación extra-matrimonial ella tendría que realizar un
juicio para demostrar que su esposo no es el padre biológico del niño. En esos casos
corresponde al juez decidir quien ejerce la paternidad del niño independientemente de la
realidad genética.
La paternidad continúa siendo efecto de la ley ya que se establece por el solo hecho de que
la esposa tenga un hijo. Todo niño nacido dentro de un matrimonio es considerado
legalmente hijo del esposo y si este no fuera el caso es necesario realizar un juicio para
modificar su filiación. La paternidad continúa siendo, en el siglo XXI, una cuestión de fe o
de creencia, ya que las pruebas de paternidad se realizan en muy poquísimos casos y
únicamente cuando hay una disputa por filiación.
La descripción del padre se centra todavía hoy en la imagen del hombre que funda una
familia, le da un apellido y una ubicación social, la mantiene económicamente, dicta las
normas internas y la protege en lo material. Se dice a menudo que esa definición de padre
ya no corresponde a la realidad, que las nuevas generaciones han modificado ese papel, que
lo han ensanchado y enriquecido, que hoy el padre y la madre tiene y ejercen roles
igualitarios. Creo que esa opinión es bien intencionada, es voluntarista, y es, acaso,
triunfalista. Pero dudo de que refleje toda la realidad. Creo que habitamos aún una sociedad
machista o, mejor, sexista.
Como el sexismo no está bien visto y nos es políticamente correcto resulta preciso y
tranquilizador adecuar el discurso a los tiempos. Es más fácil, más rápido y menos
arriesgado cambiar un discurso que transformar la realidad. Consecuencia: lo que se dice
pública y socialmente de la paternidad, las imágenes que divulga la publicidad, los medios,
el espectáculo, la tevé a través de sus comedias, los políticos, muchos comunicadores, los
opinólogos, etc, nos hablan de un padre moderno, diferente, presente y partícipe. ¿Es así?
Al ser producto de un modelo masculino que relega, desprecia o mutila nuestro ser sensible,
afectivo y emocional, los hombres sufrimos un doloroso proceso de desintegración. La
presencia de la paternidad es una poderosa herramienta de reparación.36
En la actualidad se dan no solamente licencias por maternidad sino también licencias por
paternidad ante el nacimiento o la adopción de un hijo en muchos países de Occidente para
colaborar en el fortalecimiento del vínculo paterno-filial.
Adán, según las sagradas escrituras judías, cristianas y musulmanas es el primer humano y
padre de todos los humanos. El Adán cromosomal-Y correspondería a un único antepasado
masculino, varón y africano del cual convergería el ADN del cromosoma Y de toda la
población actual de Homo sapiens (seres humanos).
• Suecia fue el primer país que reglamentó la licencia por paternidad en el año 1974
otorgada durante 480 días (dieciséis meses) pagos.
• Noruega, licencia por paternidad desde 1976. Los padres pueden tomarse 6 semanas con
posibilidad de ampliarlas. Ambos padres pueden elegir cómo dividirse la licencia, que es de
44 semanas con el total del sueldo o de 54 semanas con el 80% del salario, ambos padres
pueden tomarse un año sin sueldo.
• Finlandia, licencia por paternidad desde 1976
• Argentina, licencia por paternidad de dos días pero existen un proyectos de alargarlo, uno
a cinco días y otro a treintaycinco.38
Índice
1 Breve historia de la antropología del parentesco
o 1.1 Orígenes
o 1.2 Propuesta de Morgan
o 1.3 Consolidación de la antropología del parentesco familiar
o 1.4 Dos teorías
1.4.1 Teoría de la filiación
1.4.2 Teoría de la alianza
o 1.5 Crítica y nuevas problemáticas
2 Parentesco
o 2.1 Sistemas terminológicos de parentesco
3 Notas
4 Bibliografía
5 Véase también
Precisamente es la obra de estos dos autores la que marca el inicio de los estudios de
parentesco. En su libro Mutterecht (El derecho materno), Bachofen —de nacionalidad
suiza— expone su hipótesis sobre el matriarcado como la forma original de la organización
en las sociedades primitivas. La base de su argumentación la constituía el conjunto de mitos
antiguos en los que las mujeres aparecían como las figuras de autoridad —ejemplo de ello
era el mito de las amazonas—. De acuerdo con Bachofen, el parentesco en las sociedades
primitivas se fijaba a través de la madre, ya que la promiscuidad sexual instintiva de los
seres humanos, habría impedido que los hombres reconocieran a sus propios hijos. Como
corolario de lo anterior, las mujeres poseían también el monopolio del poder político, lo que
dio lugar a una ginecocracia o gobierno de las mujeres.2 Hay que aclarar que la existencia
del matriarcado no fue probada nunca, y que su empleo en el habla cotidiana para referirse
a contextos sociales donde hay predominio femenino es erróneo desde el punto de vista de
la antropología.3 La existencia del matriarcado fue puesta en duda por autores
contemporáneos de Bachofen, como Maine, para quien el matriarcado era sólo resultado de
un error interpretativo de los mitos.
Propuesta de Morgan
L. H. Morgan fue el primer antropólogo que apoyó sus hipótesis sobre el parentesco en datos
empíricos. Su error fue considerar que cada sistema de parentesco estaba relacionado con un
estadio determinado del progreso de la Humanidad.
Para Morgan, los sistemas que llamó descriptivos correspondían a sociedades desarrolladas,
en tanto que los clasificatorios correspondían a las sociedades primitivas o bárbaras. De
esta manera, un sistema de parentesco como el malayo (correspondiente en la actualidad al
sistema hawaiano) estaría relacionado con la familia consanguínea;10 los sistemas iroqués
turanio y ganowaniano están relacionados en la hipótesis de Morgan con la llamada familia
punalúa, característica del período inferior de barbarie, donde un hombre estaría casado con
varias mujeres que no pertenecían a su grupo, y viceversa; otro ejemplo es el que
correponde a la relación a entre la familia monogámica y el sistema esquimal de
parentesco, que Morgan vinculó al surgimiento de las sociedades patriarcales en la
civilización antigua.11 Aunque los sistemas definidos por Morgan continúan en vigencia en
la antropología del parentesco con nombres distintos, tanto la idea de que existen sistemas
clasificatorios y descriptivos como la asociación de estos tipos con ciertos estadios del
desarrollo humano han sido desechados.
La influencia de Morgan no alcanzó sólo a los antropólogos. Federico Engels realizó una
interpretación de la propuesta de Morgan en El origen de la familia, la propiedad privada y
el Estado; y el marxismo mismo refleja la tendencia materialista de su trabajo. En Ancient
Society (La sociedad antigua), Morgan propone una hipótesis sobre la evolución de los
modos de organización social que se asocia a la evolución de las tecnologías y moe
subsistencia, similar a la que es común en la teoría marxista.
Los trabajos de Morgan fueron una base importante para el desarrollo de la teoría
antropológica del parentesco durante la primera mitad del siglo XX. En buena medida, los
problemas que interesaban a los investigadores eran las implicaciones jurídicas y políticas
de las redes de parentesco en sociedades no occidentales. Sin embargo, los puntos centrales
de la teoría de Morgan —y con ella, la del resto de los antropólogos evolucionistas—
fueron puestos en tela de juicio con el desarrollo de los paradigmas relativistas y
funcionalistas en Europa y Estados Unidos durante las primeras décadas del siglo XX. De
esta suerte, Franz Boas descalificó el método de investigación de Morgan y su tendencia a
buscar leyes universales. Para Boas, el conocimiento etnográfico sobre otros pueblos no era
suficiente como para aventurarse a la formulación de leyes unificadoras en las que la
diversidad cultural no tenía cabida; además, Boas desarmó la asociación entre los períodos
étnicos de Morgan y la tecnología y los tipos de organización social (incluidos los tipos de
familia), señalando que todos los elementos que componen una cultura deben ser
entendidos en su contexto cultural y no como parte de una cadena unívoca de sucesiones de
estadios evolutivos de la humanidad (Boas, 1964: capítulo 4).
Truganini y los últimos aborígenes de Tasmania. Los sistemas de parentesco propios de los pueblos
de la Australasia fueron un modelo sobre el que Durkheim y posteriormente Lévi-Strauss
construyeron sus teorías acerca de las estructuras elementales de parentesco y la prohibición del
incesto.
Años más tarde, Bronislaw Malinowski realizaría sus propias investigaciones etnográficas
sobre el parentesco entre los habitantes de las islas Trobriand, al oriente de Nueva Guinea.
Malinowski pretendía encontrar que el modelo universal de familia era el de la familia
nuclear, aunque este tipo de organización no apareciera claramente en varios pueblos. De
esta manera, según Lévi-Strauss, lo que Malinowski —y otros antropólogos sociales
británicos que lo sucedieron— hizo fue desechar la importancia de la indagación en los
sistemas terminológicos de parentesco, que habían sido de vital importancia en las
indagaciones de los antropólogos evolucionistas como Morgan (Lévi-Strauss, 1981). Para
los antropólogos británicos de la primera mitad del siglo XX, el interés de los estudios de
parentesco radicaba en la función de estos en el sistema social de las sociedades, de modo
que otras implicaciones de esta esfera de la sociedad, especialmente las relacionadas con la
dimensión simbólica de los términos con los que las personas se refieren a sus parientes en
diversos pueblos, casi eras pasadas por alto por los antropólogos estructural-funcionalistas.
Dos teorías
Teoría de la filiación
Una madre peruana y su hijo. Para los partidarios de la teoría de la filiación, la esencia del
parentesco radica en la relación entre una pareja y sus hijos, dado que esta relación determina en
algunas sociedades cuestiones fundamentales en la estructura social como la sucesión, la herencia
y la pertenencia a un linaje.
En su intento por explicar la estabilidad de las sociedades africanas sin Estado, primitivas
para Radcliffe-Brown (1974), donde realizaron su trabajo de campo; Evans-Pritchard y
Fortes (1994) sosteían que los nuer y los tallensi estaban organizados principalmente a
través de grupos de filiación unilineal. Estos grupos funcionaban como grupos
corporativos, lo que significa que eran grupos estables con reglas claras de funcionamiento
y una estructura interna capaz de regular las relaciones entre los miembros mediante la
asignación de atribuciones —derechos y obligaciones— a cada uno de ellos, de acuerdo
con la posición que ocupaban en la red estructural.
Los grupos corporativos a los que referían Evans-Pritchard y Fortes se caracterizan porque
sus miembros comparten objetivos comunes, como la administración de los bienes del
grupo y la defensa ante embates de los enemigos. La estabilidad de los grupos corporativos
organizados en torno al parentesco, de acuerdo con estos antropólogos, perduraba más allá
de la muerte de los miembros del grupo y se reproducía de generación en generación. En
este contexto africano, las divisiones territoriales de los pueblos estaban relacionadas con
linajes, haciendo de los lazos "de sangre" y el derecho derivado del nacimiento en un
territorio las dos caras de una misma moneda. (Kuper, 1988: 195). Los lazos de afinidad
entre los parientes que no forman parte del mismo grupo de filiación fueron considerados
por los antropólogos estructural-funcionalistas como cuestiones accesorias —Fortes, por
ejemplo, creó el concepto de filiación complementaria.
Teoría de la alianza
El incesto es considerado por los estructuralistas como una regla que obliga a los grupos a
establecer alianzas con otros colectivos y dar origen de este modo al tejido social. En la imagen,
Edipo y la Esfinge, en un jarrón griego (circa 440 a. C.).
Las sociedades no son entidades estáticas, y los cambios en ellas pueden tener impacto en las
relaciones de parentesco. El reconocimiento de los derechos de minorías como los homosexuales
ha derivado en la consagración legal del matrimonio entre personas del mismo sexo en las
legislaciones de varios países. En la imagen, la boda de Michael Hendricks y René Leboeuf, el
primer matrimonio homosexual en Canadá.
La historia social mundial a partir de la segunda mitad del siglo XX ha puesto en la mesa
nuevas problemáticas que tienen implicaciones en todas las esferas de la sociedad. El
desarrollo industrial en los países más avanzados, los movimientos de liberación nacional,
las migraciones; los movimientos de reivindicación de grupos minoritarios —especialmente
el feminismo y las reivindicaciones del colectivo LGBT—, la aparición de nuevas
enfermedades y hasta el desarrollo tecnológico son sólo algunos de los nuevos problemas
que fueron incorporándose en la perspectiva de los antropólogos dedicados a los estudios
del parentesco. Las nuevas generaciones de estos especialistas, que comenzaron a tomar
notoriedad a partir de la década de 1970, debieron revisar con una mirada crítica las teorías
producidas por sus antecesores y adaptarlas a las necesidades de la sociedad
contemporánea.
Parentesco
El parentesco es considerado por los antropólogos como un lazo social en el que las
relaciones biológicas entre dos personas no necesariamente son relevantes para la
adscripción a una parentela. Desde una base constituida por innumerables investigaciones
etnográficas en centenares de sociedades, las teorías antropológicas coinciden en que no
todas las sociedades conocen la existencia de la consanguinidad biológica, en el sentido que
se entiende en Occidente. En otras palabras, existen algunos pueblos para los que la
concepción de un nuevo ser no tiene qué ver en lo absoluto con la cópula. Por otra parte,
existen casos en los que, conociendo el vínculo entre el acto sexual y la concepción, se
considera que la procreación de un nuevo miembro de la parentela se debe principal o
exclusivamente, al génitor o a la génitrix.17
A. los derechos de las personas, aunque expresados como derechos del individuo, tienen
una dimensión fundamentalmente social que halla su expresión innata y vital en la familia;
B. la familia está fundada sobre el matrimonio, esa unión intima de vida, complemento
entre un hombre y una mujer, que está constituida por el vínculo indisoluble del
matrimonio libremente contraído, públicamente afirmado, y que está abierta a la
transmisión de la vida;
D. la familia, sociedad natural, existe antes que el Estado o cualquier otra comunidad, y
posee unos derechos propios que son inalienables;
E. la familia constituye, más que una unidad jurídica, social y económica, una comunidad
de amor y de solidaridad, insustituible para la enseñanza y transmisión de los valores
culturales, éticos, sociales, espirituales y religiosos, esenciales para el desarrollo y bienestar
de sus propios miembros y de la sociedad;
F. la familia es el lugar donde se encuentran diferentes generaciones y donde se ayudan
mutuamente a crecer en sabiduría humana y a armonizar los derechos individuales con las
demás exigencias de la vida social;
G. la familia y la sociedad, vinculadas mutuamente por lazos vitales y orgánicos, tiene una
función complementaria en la defensa y promoción del bien de la humanidad y de cada
persona;
K. muchas familias se ven obligadas a vivir en situaciones de pobreza que les impiden
cumplir su propia misión con dignidad;
la Santa Sede, tras haber consultado a las Conferencias Episcopales, presenta ahora esta
CARTA DE LOS DERECHOS DE LA FAMILIA e insta a los Estados, Organizaciones
Internacionales y a todas las Instituciones y personas interesadas, para que promuevan el
respeto de estos derechos y aseguren su efectivo reconocimiento y observancia.
Artículo 1 Todas las personas tienen el derecho de elegir libremente su estado de vida y por
lo tanto derecho a contraer matrimonio y establecer una familia o a permanecer célibes.
c) El valor institucional del matrimonio debe ser reconocido por las autoridades públicas; la
situación de las parejas no casadas no debe ponerse al mismo nivel que el matrimonio
debidamente contraído.
Artículo 2 El matrimonio no puede ser contraído sin el libre y pleno consentimiento de los
esposos debidamente expresado.
a) Con el debido respeto por el papel tradicional que ejercen las familias en algunas
culturas guiando la decisión de sus hijos, debe ser evitada toda presión que tienda a impedir
la elección de una persona concreta como cónyuge
b) Los futuros esposos tienen el derecho de que se respete su libertad religiosa. Por lo tanto,
el imponer como condición previa para el matrimonio una abjuración de la de, o una
profesión de fe que sea contraria a su conciencia, constituye una violación de este derecho.
c) Los esposos, dentro de la natural complementariedad que existe entre hombre y mujer,
gozan de la misma dignidad y de iguales derechos respecto al matrimonio.
Articulo 3 Los esposos tienen el derecho inalienable de fundar una familia y decidir sobre
el intervalo entre los nacimientos y el número de los hijos a procrear, teniendo en plena
consideración los deberes para consigo mismos, para con los hijos ya nacidos, la familia y
la sociedad, dentro de una justa jerarquía de valores y de acuerdo con el orden moral
objetivo que excluye el recurso a la concepción, la esterilización y el aborto.
Artículo 4 La vida humana debe ser respetada y protegida absolutamente desde el momento
de la concepción.
a) El aborto es una directa violación del derecho fundamental a la vida del ser humano.
b) El respeto por la dignidad del ser humano excluye toda manipulación experimental o
explotación del embrión humano.
c) Todas las intervenciones sobre el patrimonio genético de la persona humana que no están
orientadas a corregir las anomalías, constituyen una violación del derecho a la integridad
física y están en contraste con el bien de la familia.
d) Los niños, tanto antes como después del nacimiento, tienen derecho a una especial
protección y asistencia, al igual que sus madres durante la gestación y durante un período
razonable después del alumbramiento.
e) Todos los niños, nacidos dentro o fuera del matrimonio, gozan del mismo derecho a la
protección social para su desarrollo personal integral.
f) Los huérfanos y los niños privados de la asistencia de sus padres o tutores deben gozar de
una protección especial por parte de la sociedad. En lo referente a la tutela o adopción, el
Estado debe procurar una legislación que facilite a las familias idóneas acoger a niños que
tengan necesidad de cuidado temporal o permanente y que al mismo tiempo respete los
derechos naturales de los padres.
Artículo 5 Por el hecho de haber dado la vida a sus hijos, los padres, tienen el derecho
originario, primario, e inalienable de educarlos; por esta razón ellos deben ser reconocidos
como los primeros y principales educadores de sus hijos.
a) Los padres tienen el derecho de educar a sus hijos conforme a sus convicciones morales
y religiosos, teniendo presente las tradiciones culturales de la familia que favorecen el bien
y la dignidad del hijo; ellos deben recibir también de la sociedad la ayuda y asistencia
necesaria para realizar de modo adecuado su función educadora.
b) Los padres tienen el derecho de elegir libremente las escuelas u otros medios necesarios
para educar a sus hijos según sus conciencias. Las autoridades públicas deben asegurar que
las subvenciones estatales se repartan de tal manera que los padres sean verdaderamente
libres para ejercer su derecho, sin tener que soportar cargas injustas. Los padres no deben
soportar, directa o indirectamente, aquellas cargas suplementarias que inciden o limitan
injustamente el ejercicio de esta libertad.
c) Los padres tienen el derecho de obtener que sus hijos no sean obligados a seguir cursos
que no están de acuerdo con sus convicciones morales y religiosas. En particular, la
educación sexual —que es un derecho básico de los padres— debe ser impartida bajo su
atenta guía, tanto en casa como en los centros educativos elegidos y controlados por ellos.
d) Los derechos de los padres son violados cuando el Estado impone un sistema obligatorio
de educación del que se excluye toda formación religiosa.
e) El derecho primario de los padres a educar a sus hijos debe ser tenido en cuenta en todas
las formas de colaboración entre padres, maestros y autoridades escolares, y
particularmente en las formas de participación encaminadas a dar a los ciudadanos una voz
en el funcionamiento de las escuelas, y en la formulación y aplicación de la política
educativa.
f) La familia tiene el derecho de esperar que los medios de comunicación social sean
instrumentos positivos para la construcción de la sociedad y que fortalezcan los valores
fundamentales de la familia. Al mismo tiempo ésta tiene derecho a ser protegida
adecuadamente, en particular respecto a sus miembros más jóvenes, contra los efectos
negativos y los abusos de los medios de comunicación.
c) El sistema de familia amplia, donde exista, debe ser tenido en estima y ayudado en orden
a cumplir su papel tradicional de solidaridad y asistencia mutua, respetando a la vez los
derechos del núcleo familiar y la dignidad personal de cada miembro.
Artículo 7 Cada familia tiene el derecho de vivir libremente su propia vida religiosa en el
hogar, bajo la dirección de los padres, así como el derecho de profesar públicamente su fe y
propagarla, participar en los actos de culto en público y en los programas de instrucción
religiosa libremente elegidos, sin sufrir alguna discriminación.
a) Las familias tienen el derecho de formar asociaciones con otras familias e instituciones,
con el fin de cumplir la tarea familiar de manera apropiada y eficaz, así como defender los
derechos, fomentar el bien y representar los intereses de la familia.
Artículo 9 Las familias tiene el derecho de poder contar con una adecuada política familiar
por parte de las autoridades públicas en el terreno jurídico, económico, social y fiscal, sin
discriminación alguna.
a) Las familias tiene derecho a unas condiciones económicas que les aseguren un nivel de
vida adecuado a su dignidad y a su pleno desarrollo. No se les puede impedir que adquieran
y mantengan posiciones privadas que favorezcan una vida familiar estable; y las leyes
referentes a herencias o transmisión de propiedad deben respetar las necesidades y derechos
de los miembros de las familia.
b) Las familias tienen derecho a medidas de seguridad social que tengan presentes sus
necesidades, especialmente en caso de muerte prematura de uno o ambos padres, de
abandono de uno de los cónyuges, de accidente, enfermedad o invalidez, en caso de
desempleo, o en cualquier caso en que la familia tenga que soportar cargas extraordinarias a
favor de sus miembros por razones de ancianidad, impedimentos físicos y psíquicos, o por
la educación de los hijos.
c) Las personas ancianas tienen el derecho de encontrar dentro de su familia o, cuando esto
no sea posible, en instituciones adecuadas, un ambiente que les facilite vivir sus últimos
años de vida serenamente, ejerciendo una actividad compatible con su edad y que les
permita participar en la vida social.
a) La remuneración por el trabajo debe ser suficiente para fundar y mantener dignamente a
la familia, sea mediante un salario adecuado, llamado “salario familiar”, sea mediante otras
medidas sociales como los subsidios familiares o la remuneración por el trabajo en casa de
uno de los padres; y debe ser tal que las madres no se vean obligadas a trabajar fuera de
casa en detrimento de la vida familiar y especialmente de la educación de los hijos.
b) El trabajo de la madre en casa debe ser reconocido y respetado por su valor para la
familia y la sociedad.
Artículo 11 La familia tiene derecho a una vivienda decente, apta para la vida familiar, y
proporcionada al número de sus miembros, en un ambiente físicamente sano que ofrezca
los servicios básicos para la vida de la familia y la comunidad.
Artículo 12 Las familias de emigrantes tienen derecho a la misma protección que se da a las
otras familias.
a) Las familias de los inmigrantes tienen el derecho de ser respetadas en su propia cultura y
recibir el apoyo y la asistencia en orden a su integración dentro de la comunidad, a cuyo
bien contribuyen.
b) Los trabajadores emigrantes tienen el derecho de ver reunida su familia lo antes posible.
c) Los refugiados tienen derecho a la asistencia de las autoridades públicas y de las
organizaciones internacionales que les faciliten la reunión de sus familias.
B. Pacem in terris, parte 1; Gaudium et spes, 48 y 50; Familiaris consortio, 19; Codex Iuris
Canonici, 1056.
Artículo 1 Rerum novarum, 9; Pacem in terris parte I; Gaudium et spes 26; Declaración
universal de los derechos humanos, 16, 1.
Artículo 2 Gaudium et spes, 52; Codex Iuris Canonici. 1057; Declaración universal, 16, 2.
b) Dignitatis humanae, 6.
c) Gaudium et spes, 49; Familiares consortio, 19 y 22; Codex luris Canonici, 1135;
Declaración universal, 16, 1.
Artículo 3 Populorum progressio 37; Gaudium et spes, 50 y 87; Humanae vitae, 10;
Familiares consortio, 30 y 46.
a) Humanae vitae, 14; Declaración sobre el aborto provocado (Sagrada Congregación para
la Doctrina de la Fe), 18 de noviembre de 1974; Familiaris consortio, 30.
b) Juan Pablo II: Discurso a la Pontificia Academia de las Ciencias, 23 de octubre de 1982.
c) Declaración universal, 25, 2. Declaración sobre los derechos del Niño, Preámbulo y 4.
f) Pablo VI: Mensaje para la III Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 1969;
Familiares consortio, 76.
a) Rerum novarum, 10; Familiaris consortio, 46; Convenio internacional sobre los derechos
civiles y políticos, 17.
b) Gaudium et spes 48 y 50.
Artículo 9 Laborem exercens, 10 y 19. Familiaris consortio, 45; Declaración universal, 16,3
y 22; Convenio internacional sobre los Derechos económicos, sociales y culturales, 10, 1.
a) Mater et Magistra, parte II; Laborem exercens, 10; Familiaris consortio, 45; Declaración
universal, 22 y 25; Convensión internacional sobre los Derechos económicos, sociales y
culturales, 7a, II.
Artículo 10 Laborem exercens, 19; Familiaris consortio, 77; Declaración universal, 23, 3.