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Clase II.

- El Capital: dinero, mercancía, capital

El funcionamiento de la ley de valor - trabajo del sistema de


coordinación de acciones de producción e intercambio de
mercancías conlleva una operación básica de articulación entre
dinero y mercancía: la metamorfosis de mercancía en dinero y la
metamorfosis del dinero en mercancía. El cambio de forma
proporciona las condiciones de posibilidad del intercambio de
volúmenes iguales de valor al enfrentar entre sí el valor relativo de
una mercancía frente el valor equivalencial de otra mercancía. Del
conjunto de mercancías intercambiadas en el mercado, existe una
mercancía que cumple con la función específica de expresar el
valor de las mercancías restantes: se efectúa, así, “el
desdoblamiento de la mercancía en mercancía y dinero.”1
La mercancía dinero es la forma de equivalente general
sobre la cual se expresa el valor de las mercancías restantes. Como
equivalente general de valor, la forma dinero no es sino el reflejo
del valor de cambio de cada una de las mercancías que se le
oponen en el proceso de intercambio mercantil. A través de esta
forma universalista de igualación el valor de cambio relativo de la
mercancía se transforma en el valor de cambio equivalencial del
dinero. El desdoblamiento de la mercancía en mercancía y dinero
representa la metamorfosis de la forma valor, mudanza
engendrada por la adopción de un cambio de materia. Esta
primera metamorfosis mercantil se corresponde con una segunda
metamorfosis dada de manera simultánea, que transforma, en el
mismo proceso de cambio, el valor equivalencial de la mercancía -
dinero en un nuevo valor relativo de una mercancía específica.

1
Marx, Karl, El capital. Crítica de la economía política, Fondo de Cultura
Económica, México, 1982.
Consecuentemente el proceso de cambio mercantil comporta dos
actos de cambio, a saber: un acto de venta por el cual la mercancía
muda en dinero y, paralelamente, un acto de compra por el cual el
dinero muda en mercancía.
La ecuación del intercambio equivalencial se compone de
una acción de venta, donde la metamorfosis de valor cambia la
mercancía en dinero, y, contemporáneamente, una acción de
compra, donde la metamorfosis de valor cambia el dinero en
mercancía. En este sentido puede afirmarse que el intercambio
mercantil es una relación social mutuamente referida entre
productores privados independientes que condensa dos acciones en
un mismo acto de cambio: la venta de mercancía por dinero es, a
su vez, la compra de mercancía por dinero. En la dualidad de esta
metamorfosis mercantil el primer acto de enajenación constituye al
poseedor de la mercancía en propietario - vendedor y al poseedor
de dinero en propietario - comprador, e inmediatamente después,
el segundo acto de enajenación constituye, inversamente, al
primero de los poseedores en propietario - vendedor y al segundo
de los poseedores en propietario - comprador.

Expresado con el lenguaje del álgebra marxiana puede decirse que


la primera metamorfosis transforma, desde la perspectiva del
propietario vendedor, la forma relativa del valor de la mercancía en
la forma equivalente del valor dinero (M - D) y, desde la
perspectiva del propietario comprador, la forma equivalente del
valor dinero en la forma relativa del valor la mercancía (D - M).
Debido a la permanente recursividad del proceso de intercambio,
este conjunto de recíprocos actos de compra y venta se repite
nuevamente; quien fue propietario vendedor, poseedor de
mercancía, se convierte en propietario comprador, poseedor de
dinero, y, viceversa, quien fue propietario comprador, poseedor de
dinero, deviene en propietario vendedor, poseedor de mercancía.
Visto desde la perspectiva del observador, la metamorfosis de valor
del sistema de actos de compra y venta de mercancías toma la
figuración completa de una relación única: M - D - D - M.
De la metamorfosis de la mercancía en dinero inscripta
mediante la fórmula M - D - M, Marx pasa a explicar la
transformación del dinero en capital, esto es, el funcionamiento del
sistema de acciones de producción y de circulación de plusvalor,
partiendo de la fórmula D - M - D para arribar a luego a la fórmula
D - M - D'. Ambas transformaciones de valor, sin embargo,
presentan algunas afinidades, puesto que “se desdoblan en las
mismas dos fases contrapuestas, M - D, venta, y D - M, compra ...
enfrentán(dose) los mismos dos elementos materiales, mercancía y
dinero, y dos personas revestidas con los mismos papeles
económicos, un comprador y un vendedor ... representan(do) la
unidad de las mismas fases contrapuestas ... oper(ándose) esta
unidad por la actuación de tres contratantes: uno que no hace más
que vender, otro que se limita a comprar y un tercero que
desempeña alternativamente los papeles de comprador y
vendedor ... sin embargo ... ambos ciclos M - D - M y D - M - D (se
diferencian por) el orden inverso en que se desarrollan las mismas
fases contrapuestas del proceso de circulación.” 2 Sobra el trazo de
esta última diferencia, el primer ciclo completo de la metamorfosis
del valor realiza la conversión de la mercancía en dinero (M - D) y
la inversión del dinero en mercancía (D - M): la finalidad de la
mercancía está en su consumo qua valor de uso; el segundo ciclo
completo de la metamorfosis del valor realiza, opuestamente al
anterior, la conversión del dinero en mercancía (D - M) y la
inversión de la mercancía en dinero (M - D): la finalidad del dinero
está en su circulación qua valor de cambio. Mientras la
metamorfosis del ciclo M - D - M opera una diferencia cualitativa de
la materia concreta de la primera a la segunda mercancía, la
2
Ibidem
metamorfosis del ciclo D - M - D efectúa una diferencia cuantitativa
de la forma valor de la primera a la segunda mercancía, que,
entonces, modifica la inscripción original de la fórmula, mudándola
de la siguiente manera: D - M - D'. Esta inscripción de la diferencia
cuantitativa no es sino el “excedente que queda después de cubrir
el valor primitivo ... lo que yo llamo plusvalía”, esto es, el proceso
de autovalorización del sistema capitalista.
Si consideramos que la esfera de la circulación consiste
exclusivamente en relaciones de intercambio de valores de cambio
de equivalentes, la transformación del dinero en capital debe
desarrollarse, entonces, a través del funcionamiento, en la esfera
de la producción, de un valor de uso creador de un valor no
equivalencial. El proceso de creación del plusvalor del sistema de
acción capitalista presupone, en consecuencia, por un lado, una
proposición sobre el rasgo universal de funcionamiento que
enuncia que toda mercancía está sujeta a relaciones de estricta
equivalencia de valor con respecto a cualquier otra y, por otro lado,
una proposición sobre el rasgo excepcional de funcionamiento que
enuncia que existe al menos una mercancía que está sujeta
únicamente a relaciones de no equivalencia de valor respecto a
cualquier otra: esta mercancía peculiar que transfiere un valor
equivalente - el valor de cambio - y, simultáneamente, crea un
valor no equivalente - el valor de uso - es la fuerza de trabajo. Bajo
estas proposiciones de regulación, Marx piensa las acciones de
producción y circulación del sistema capitalista mediante el cual se
intercambian, mediados a través del cambio entre la mercancía -
fuerza de trabajo y la mercancía - salario, volúmenes equivalentes
de valor de cambio y volúmenes no equivalentes de valor de uso. El
sistema de acción capitalista lleva a término la coordinación de la
producción e intercambio de montos equivalentes de las
mercancías fuerza de trabajo y salario, mensurables, conforme al
imperio de la ley de valor - trabajo, en cantidades equivalentes de
valor de cambio; pero también, el sistema de acción capitalista
conduce a la coordinación de la producción e intercambio de
montos no equivalentes de mercancías fuerza de trabajo y salario,
medidos con arreglo al diferencial entre el valor transferido y el
valor creado por el gasto de energía humana. La mercancía fuerza
de trabajo está, así, sometida a una doble sujeción: su
funcionamiento es regido, por un lado, por el carácter universal de
la ley del valor - trabajo que coordina el ciclo de intercambio de
equivalentes de la esfera de la circulación y, por otro lado, por el
carácter excepcional de creador de valor que coordina el ciclo de
generación del plusvalor. Cuando está incluida en la juridicción de
la ley de valor - trabajo, el valor de cambio de la fuerza de trabajo
es, como para toda mercancía, un equivalente de valor respecto al
tiempo de trabajo necesario representado por el valor contenido en
la mercancía salario; cuando está excluida de la legislación de la
ley de valor - trabajo, el valor de uso de la fuerza de trabajo es, a
excepción de toda mercancía, un excedente de valor respecto al
tiempo de trabajo necesario representado por el valor contenido en
la mercancía salario.
Concluyendo puede afirmarse que el funcionamiento del
valor de uso de la fuerza de trabajo representa la excepcionalidad
excluida de la regulación universal de la ley del valor trabajo. Si
consideramos que la ley del valor - trabajo representa el carácter
universal y necesario del funcionamiento del sistema capitalista,
esto es, lo que no cesa de funcionar, el valor de uso de la fuerza de
trabajo representa el carácter excepcional y posible, esto es, lo que
cesa de funcionar: “El valor (de cambio) de la fuerza de trabajo se
reduce al valor de una determinada suma de medios de vida (...) El
proceso de consumo de la fuerza de trabajo es, al mismo tiempo, el
proceso de producción de la mercancía y de la plusvalía.”3

3
Ibidem

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