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Abraham M.

Cano Díaz
Universidad Nacional Autónoma de México
Museo de las Constituciones
Abraham Moisés Cano Díaz | 313147436
Ensayo.
Versión
Fecha de Publicación: 12/10/2021
http://www.humanidadescomunidad.unam.mx/un-tiro-por-la-culata-al-derecho-la-
interdiccion/

Un tiro por la culata al derecho, la interdicción

Abraham M. Cano Díaz

Negro o blanco, zurdo o diestro, bueno o malo, normal o anormal, son


algunos de los grandes ejemplos de una larga tradición humana por clasificar las
cosas, una obsesión que se tiene desde hace miles de años, gran parte de las
veces con la justificación de tener un orden.

Estas clasificaciones poco a poco fueron registrándose, en libros, cuentos,


manuales de medicina y leyes, incluso algunas veces en sentencias judiciales,
siempre con el mismo fin, ponerle orden al caos humano. Fue así como se
negaban derechos a aquellos que violentaban esa verdad regulada, a esas
personas que no encajaban en el gran rubro de la “normalidad”.

Loco, vago, delincuente, ebrio consuetudinario, mujeres, niños e incapaces,


todos comparten una característica a lo largo de la historia humana, todos, son o
han sido, sometidos a una tutela, ya sea por parte del Estado o por que fueron
considerados incapaces.

Tutores casi siempre del sexo masculino, de tez blanca y adultos, forma de
desplegar un poder y un sometimiento, de declarar que no son dignos de aquellos
derechos de los que sí gozan los considerados “normales”.

Por fortuna de nuestro país, bajo el costo de las voces y la sangre de


aquellas y aquellos que exigen una igualdad, esta situación ha cambiado, pero no
para todos, tampoco tan rápido como se quisiera. Basta con voltear a vernos hace
cien años, en un país que no reconocía a las mujeres como ciudadanas, o hace
apenas cinco años, cuando las personas con discapacidad eran privadas de
derechos fundamentales por no considerarlas capaces de ejercer sus derechos.
Un tiro por la culata al derecho, la interdicción

El ser reconocido como capaz o no, se encontraba sustentado en un


análisis entre dos ciencias que a lo largo de la historia han fungido como amantes,
compinches y confidentes. Por un lado, el derecho, ciencia dictadora de la verdad
“regulada”; y el otro la ciencia médica, ya sea en su modalidad de psicología o de
psiquiatría, ciencia clasificadora del bien y el mal, de lo normal o lo anormal,
misma que desde hace muchos años susurra su consejo al oído del derecho al
momento de imponer castigos o penas.

Como ya lo mencionamos, el ser declarado “incapaz”, ya sea bajo un


dictamen médico o judicial, implica perder derechos humanos como: el derecho a
ser escuchado, a la privacidad, a la libertad de expresión, al voto, al ser parte de
una sociedad. El ser declarado incapaz, significa estar bajo un trato que
deshumaniza y denigra, que excluye, bajo un castigo directo a la dignidad
humana.

Ser interdicto o incapaz no es otra cosa que lo que dispone y ordena la ley,
en la Ciudad de México se puede declarar interdicto a una persona cuando es
mayor de edad y padece de una enfermedad reversible o irreversible misma que
origine que no pueda gobernarse, obligarse o manifestar su voluntad por sí misma
o por algún medio que la supla, esto de acuerdo con el artículo 450 del Código
Civil para el Distrito Federal.

La interdicción, institución de aquella “doctrina noble” del derecho civil, es


una institución cruel, inhumana, discriminatoria y contraria al discurso de los
derechos humanos. Discurso que se jacta de proteger a todos, de brindarle
seguridad e igualdad sin importar el color de piel, el sexo, la edad, la discapacidad
o algún padecimiento médico.

De acuerdo con la Suprema Corte de Justicia de la Nación en 2015, ser


declarado incapaz o interdicto es contrario a los derechos que otorga la
Constitución y con la Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad, pues sustituye en su totalidad la voluntad de las personas, mismas
que deben de ser escuchadas y atendidas, la declaratoria de interdicción atenta
contra la propia existencia de la persona.

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Abraham M. Cano Díaz

Es así como una vez más, a través del propio derecho, se demuestra que
este puede ser también discriminatorio y excluyente, que no es fuente de una
verdad absoluta, pero si de una verdad regulada, verdad dictada por unos
cuantos, verdad que somete y que castiga, verdad que transgrede los derechos
humanos y, por ende, le sale el tiro por la culata, pues violenta aquel orden que
pretende salvaguardar.

Referencias
Congreso de la Ciudad de México. (2021). Código Civil para el Distrito Federal. Ciudad de México:
Consejería Jurídica y de Servicios Legales. Obtenido de
https://data.consejeria.cdmx.gob.mx/images/leyes/codigos/Codigo_civil_para_el_DF_3.1.
pdf

Convención sobre los derechosde las personas con discapacidad. (2013). Observación general
sobre el artículo 12: igual reconocimiento como persona ante la ley. Naciones Unidas.
Obtenido de
https://indiscapacidad.cdmx.gob.mx/storage/app/media/links%20juriddico/comite-sobre-
los-derechos-de-las-personas-con-discapacidad-crpd-observacion-general-n-1-
interpretacion-del-articulo-12.pdf

Foucault, M. (2009). Vigilar y Castigar. nacimiento de la prisión. México: Siglo XXi.

Foucault, M. (2011). Historia de la sexualidad. I. La voluntad de saber (Vol. I). (U. Guiñazú, Trad.)
México: Siglo XXI.

H. Congreso Constituyente de los Estados Unidos Mexicanos. (2021). Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. Ciudad de México: Cámara de diputados. Recuperado el 11 de
02 de 2020, de http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1_201219.pdf

INTERDICCIÓN: RESTRICCIÓN DESPROPORCIONAL A LA CAPACIDAD JURÍDICA DE LAS PERSONAS


CON DISCAPACIDAD, 1368/2015 (Suprema Corte de Justicia de la Nación 13 de marzo de
2019). Obtenido de https://www.scjn.gob.mx/derechos-
humanos/sites/default/files/sentencias-emblematicas/resumen/2020-
12/Resumen%20AR1368-2015%20DGDH.pdf

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