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Manual Polietileno
Manual Polietileno
Manual técnico
Tuberías de polietileno
Manual técnico
© AseTUB, 2008
© de esta edición, AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación), 2008
ISBN: 978-84-8143-563-4
Depósito Legal: M-12506-2008
Impreso en España – Printed in Spain
Edita: AENOR
Diseño y maqueta: AENOR
Realizado por: MPO Ibérica
Todos los derechos reservados. No se permite la reproducción total o parcial de este libro,
por cualquiera de los sistemas de difusión existentes, sin la autorización previa por escrito
de AENOR.
Nota: AENOR no se hace responsable de las opiniones expresadas por el autor en esta obra.
Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
1.1. Objeto y alcance del manual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
1.2. Los materiales plásticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
1.2.1. Termoplásticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
1.2.2. Termoestables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
1.3. Evolución histórica y situación actual del uso de las tuberías de PE . . . 22
AseTUB
Prólogo
En cuanto a las condiciones de instalación previstas, se han considerado tanto las ins-
talaciones enterradas convencionales como otras posibles disposiciones como, por
ejemplo, conducciones aéreas, subacuáticas, sin apertura de zanja, en acometidas, etc.
Para la caracterización de todo lo anterior se han tenido en cuenta de manera espe-
cial las especificaciones incluidas en la vigente normativa española y europea al res-
pecto, así como lo considerado en abundante bibliografía técnica en la materia
(manuales técnicos de diferentes países, etc.).
Respecto a la estructura del manual, complementariamente a las especificaciones
que integran el cuerpo básico del mismo se han adjuntado una gran cantidad de
ejemplos, comentarios, estudios comparativos, etc., que ayuden a entender su con-
tenido de la mejor manera posible.
Por último, y con idea de que el manual sea lo más práctico posible, así como para
facilitar al máximo su utilización, se han incluido una gran cantidad de tablas y
figuras que ilustren las ideas en él recogidas.
Este manual se complementa con un programa de cálculo mecánico de tuberías de
PE enterradas, diseñado por la ingeniería alemana IngSoft, y al cual se puede acce-
der libremente a través de la web de AseTUB (www.asetub.es).
Los materiales plásticos son básicamente de dos grandes tipos: los termoplásticos y
los termoestables.
4%
Polietileno
Etileno
(PE)
Monómero
Policloruro
cloruro
de vinilo
de vinilo
(PVC)
(VCM)
PETRÓLEO
Polipropileno
Propileno
(PP)
Otros plásticos
96%
Transporte,
calefacción, etc.
1.2.1. Termoplásticos
Los materiales termoplásticos están formados por cadenas moleculares lineales o
ramificadas.
Como característica de ellos es destacable que pueden ver cambiar su forma una o
varias veces por la acción combinada de temperatura y presión (de forma que
cuando la temperatura se eleva se reblandece y al enfriar se endurece). El proceso
de reblandecimiento de los termoplásticos comienza a temperaturas relativamente
bajas (60 a 120 ºC), lo cual introduce restricciones en determinadas aplicaciones.
Los termoplásticos utilizados para la fabricación de tuberías, además del propio
polímero contienen pequeñas cantidades de sustancias adicionales (aditivos), tales
como: estabilizantes, lubricantes, colorantes, modificadores de impacto u otros.
De los materiales plásticos empleados en tuberías para el transporte de agua son
termoplásticos, entre otros, el PVC-U, el PP y el PE.
22 Tuberías de polietileno. Manual técnico
1.2.2. Termoestables
Los materiales termoestables están formados por cadenas moleculares tridimensio-
nales.
A diferencia de los termoplásticos, en los termoestables, durante su fabricación, se
ha operado una reacción química irreversible que impide cambiar de forma las pie-
zas con ellos producidas.
Los polímeros termoestables tienen, en general, mejores propiedades mecánicas a
elevadas temperaturas que los termoplásticos.
De los materiales plásticos empleados en tuberías para el transporte de agua es ter-
moestable el poliéster reforzado con fibras de vidrio (PRFV).
Otros
10% Agua potable
Riego
3% 23%
Film
3%
Calefacción
2%
Protección
de cables
7%
Recubrimiento
tubos de acero
6% Saneamiento
20%
Industrial
8%
100
80
Porcentaje de cada material
Otros
PE
60
Hormigón
Fibrocemento
Fundición
40
20
0
1994 1996 1998 2000 2002 2004
Año
dichas encuestas fue en el año 1998 (antes también se utilizaba, si bien se conside-
raba dentro de la categoría general de “otros materiales”), creciendo desde enton-
ces año tras año la cuota de utilización de este material.
Según los datos de las últimas encuestas, aproximadamente el 15% de las redes de
distribución de agua potable de España en la actualidad son de PE, con una ten-
dencia creciente conforme avanzan los años, lo cual es un porcentaje considerable-
mente aceptable. Además, el PE es el material con mayor crecimiento en la distri-
bución de las redes españolas en los últimos años.
Los materiales dominantes en las redes de abastecimiento en España son el fibroce-
mento y la fundición, si bien, al contrario que en el caso del PE, su tendencia es
regresiva (en el año 1994 el 85% de las redes españolas eran de estos dos materia-
les, mientras que en 2004 el porcentaje había descendido al 70%).
Los valores anteriores deben ser manejados con cautela, pues factores como la
población encuestada, su distribución territorial, etc., varían de unos años a otros y
son variables que pueden distorsionar los resultados de la encuesta.
En cualquier caso, sí puede afirmarse que hay un porcentaje muy amplio aún en
España de conducciones de fibrocemento (que en los próximos años deberán ir siendo
sustituidas por otros materiales, pues la instalación de este material en redes nuevas
está prohibida desde el año 2002) y conducciones de fundición (que presentan una
cierta tendencia a la baja). El PE, por el contrario, muestra una tendencia creciente.
Lo anterior, no obstante, se refiere al conjunto de las redes exteriores de los edifi-
cios. En el ámbito específico de las acometidas, el PE, es el material dominante en
España, tal como se pone de manifiesto en la figura 1.4, según los datos de la
última encuesta de AEAS de 2004.
Es de destacar que las conducciones de plomo para la conducción de agua en aco-
metidas se han ido sustituyendo desde hace varios años debido a los conocidos pro-
blemas de salud (saturnismo) que pueden provocar y a la publicación del RD
140/2003 que establece la calidad del agua para consumo humano y donde se espe-
cifican los valores máximos de plomo en agua.
En otros países de la Unión Europea la situación es muy diferente, pues desde hace
muchos años el consumo de tuberías de polietileno experimenta un crecimiento
mantenido, debido a una mayor presencia, un mejor conocimiento de las posibili-
dades y aplicaciones de las conducciones de este material, tal como se pone de
manifiesto en las figuras siguientes.
Por ejemplo, según estudios de Borealis (2005), aproximadamente el 75% de las
redes de agua potable europeas nuevas son de PE; en diámetros pequeños, el por-
centaje es mayor (véase la figura 1.5).
Introducción 25
Otros
19%
Acero galvanizado
4%
Plomo
14% Polietileno
63%
Otros estudios revelan resultados similares. Por ejemplo, en la figura 1.6 (datos de la
Asociación Europea PE 100+, Pavan y Frassine, 2006) se estima que en Europa
Occidental aproximadamente el 70% de las redes de agua potable nuevas son de PE.
En determinadas aplicaciones, el empleo del polietileno es cada vez más frecuente
como material para las conducciones. Aparte del anteriormente referido caso de las
acometidas (donde en España es un material mayoritario), en otros usos de las con-
ducciones (como los emisarios submarinos, las conducciones instaladas sin aper-
tura de zanja u otras) se observa un empleo cada vez mayor de las tuberías de PE.
Por ejemplo, en los emisarios submarinos, el PE es un material de referencia,
empleándose masivamente en conducciones de grandes diámetros. En las tablas 1.1
y 1.2 se reflejan, a título orientativo, algunos ejemplos de emisarios submarinos
construidos en PE en España y otros países en los últimos años.
26 Tuberías de polietileno. Manual técnico
90
80
Porcentaje de cada material
70
60
50
40
30
20
10
0
1999 2001 2003 2005
80 80
60 60
40 40
20 20
0 0
1999 2001 2003 2005 1999 2001 2003 2005
Año Año
100
80
Porcentaje de cada material
60
Otros
Fundición
40 PE
20
0
1993 1996 1999 2002
Año
1.200 3,2
Portugal – Guía (Cascais) 1988
1.000 0,2
Portugal – T. Paço (Lisboa) 1989 1.400 0,3
1.600 0,6
España – Pinedo (Valencia) 1991
1.200 0,3
España – Las Palmas (Gran Canaria) 1993 1.000 0,3
Portugal – (CELBI y SOPORCEL) 1989/95 1.200 1,5
Portugal – Matosinhos (Oporto) 1995/97 1.200 3,8
Portugal – Expo (Lisboa) 1997 1.200 0,5
España – Vigo 1997 1.400 0,7
Portugal – San Jacinto (Aveiro) 1997/98 1.600 3,3
(continúa)
28 Tuberías de polietileno. Manual técnico
2.1. Introducción
En el presente capítulo se muestran las principales características técnicas de los
tubos y accesorios de polietileno (así como las de la materia prima constitutiva),
independientemente de cuál sea la aplicación de la conducción.
Una tubería fabricada a partir de un polietileno de alta densidad presenta una alta
rigidez circunferencial, lo cual favorece la resistencia a la presión hidráulica interior.
Además, se mejora la resistencia a la propagación de fisuras. Por el contrario, el
empleo de un polietileno de baja densidad supone que la tubería resultante sea más
flexible, lo cual favorece la instalación y la resistencia a los impactos.
En cualquier caso, y sea cual sea el proceso industrial utilizado, al polímero base
obtenido (resina de polietileno virgen en forma de polvo) se le deben añadir aditi-
vos de estabilización (antioxidantes, pigmentos y colorantes, estabilizantes o
lubricantes), obteniéndose finalmente la materia prima (PE) para la fabricación
de tuberías o accesorios, en forma de granza o de granos (denominándose a la
mezcla obtenida compuesto).
Desde este momento, y para la fabricación de un tubo o un accesorio a partir de la
granza (véase el apartado 2.3), se necesitan las tres siguientes operaciones:
• Fusión de la materia.
• Conformado por extrusión (tubos) o por inyección (accesorios).
• Enfriamiento.
Las dos características más determinantes del polietileno como materia prima son
la densidad y el índice de fluidez (pues indican el grado de polimerización bajo
unas condiciones de presión y temperatura determinadas), si bien en ellas inciden
de gran manera las otras tres propiedades antes enunciadas.
Las características de las tuberías y accesorios fabricados con polietileno se desarro-
llan en el apartado 2.6.
Aunque las propiedades del PE varían según cual sea su proceso de polimerización,
en general este plástico es sólido, incoloro, traslúcido, termoplástico, graso al tacto
Características técnicas básicas de los tubos y accesorios de PE 35
2.2.3. Densidad
La densidad del polietileno oscila entre 0,91 y 0,96 g/cm3 en función de cuál sea el
proceso de polimerización.
Las principales propiedades físicas directamente relacionadas con la densidad son la
rigidez, la dureza y la resistencia térmica; al aumentar la densidad, lo hacen tam-
bién la dureza y la rigidez.
Tabla 2.1. Incidencia del peso molecular en las propiedades del polietileno
Mn
Mw
Cadenas
lineales CH2 CH2 CH2
CH2 CH2
Cadenas
CH2 CH2 CH2 CH2
medianamente
CH CH2 CH
ramificadas
CH2 CH2
CH2 CH2
CH2 CH2
CH3 CH3
Cadenas
muy
ramificadas
La viscosidad con baja tasa de cizallamiento La viscosidad con alta tasa de cizallamiento
La procesabilidad en estado fundido La resistencia a la fisura bajo tensión
El índice de fluidez también está muy relacionado con la estructura molecular. Lar-
gas cadenas moleculares generan una elevada viscosidad a pequeños esfuerzos cor-
tantes, mientras que pequeñas cadenas a grandes esfuerzos cortantes producen
bajas viscosidades. En consecuencia, un polietileno con una distribución molecular
amplia tiene una curva de viscosidad-esfuerzo cortante mucho más plana que uno
que tenga una distribución molecular estrecha.
40 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Los valores habituales del índice de fluidez de los polietilenos utilizados en la fabri-
cación de tuberías oscilan entre 0,2 y 1,40 g/10 min (190 ºC y 5 kg), en función
de la densidad del polietileno.
2.2.7. Cristalinidad
Según sea el grado de cristalinidad, las propiedades del polietileno, la densidad
entre ellas, varían. El polietileno cristaliza al enfriar la masa fundida; las cadenas
moleculares largas se ordenan en subsectores plegados en cristalitos muy diminutos
unidos a través de sectores amorfos, formando estructuras denominadas esferulitas.
La cristalización resulta más efectiva cuanto más cortas sean las cadenas y menor su
grado de ramificación. El componente cristalino, por tanto, presenta mayor densi-
dad que el amorfo.
El grado de cristalización en el polietileno oscila en una horquilla amplia, del 35 al
80%. No obstante, habitualmente, en los polietilenos de alta densidad se alcanzan
cristalizaciones entre el 60 al 80%, y en los de baja densidad, entre el 50 y el 60%.
En la tabla adjunta se resumen los valores del grado de cristalinidad de los polieti-
lenos usualmente empleados para la fabricación de tuberías, junto a algunas otras
características específicas (véase la tabla 2.4).
Por catalizadores a
poca temperatura y Cadenas > 0,950
PE 100 85% 10,0
baja presión, incorporando ramificadas (alta)
copolímeros de mejora
3 4 6 7 8
2
1 5 6
3 4
2
• Acciones correctivas.
• Manejo, almacenaje y embalaje.
Los ensayos que deben realizarse para la comprobación de las características técni-
cas básicas de la resina de PE empleada en la fabricación de los tubos de PE, deben
ser los establecidos en las tablas indicadas en las normas de producto (por ejemplo,
UNE-EN 12201, UNE-EN 13244, UNE-EN 1555) (véanse las tablas 2.5 y 2.6).
Si para una instalación concreta fuera necesario evaluar la resistencia al ataque quí-
mico del polietileno, se comprobará lo indicado en la UNE 53389 (equivalente a
la ISO/TR 10358).
Parámetros de ensayo
Método
Características Requisitos
de ensayo
Parámetro Valor
Temperatura
23 ºC
de ensayo
Densidad del Debe ser UNE-EN
≥ 930 kg/m
compuesto Número conforme con la ISO 1183
de muestras Norma UNE-EN
ISO 1183
Contenido en
(2 al 2,5) % Debe ser conforme con
negro de carbono ISO 6964
en masa la Norma ISO 6964
(compuesto negro)
Dispersión del
Debe ser conforme con
negro de carbono ≤ grado 3 ISO 18553
la Norma ISO 18553
(compuesto negro)
Dispersión
Debe ser conforme con
del pigmento ≤ grado 3 ISO 18553
la Norma ISO 18553
(compuesto azul)
(continúa)
Características técnicas básicas de los tubos y accesorios de PE 47
Parámetros de ensayo
Método
Características Requisitos
de ensayo
Parámetro Valor
Temperatura
Tiempo de 200 ºC
de ensayo
inducción a la ≤ 20 min UNE-EN 728
oxidación Número
3
de probetas
Carga 2,16 kg
0,2 g/10 min a
1,4 g/10 min Temperatura 190 ºC
Índice de fluidez UNE-EN
Tiempo 10 min
en masa (MFR) ISO 1133
para PE 40 Debe ser Condición D
Desviación máxima
del ± 20% del Número conforme con la
valor especificado de probetas Norma UNE-EN
ISO 1133
Carga 5 kg
0,2 g/10 min a
1,4 g/10 min Temperatura 190 ºC
Índice de fluidez
UNE-EN
en masa (MFR) Tiempo 10 min
ISO 1133
para PE 63, PE 80
Debe ser Condición T
y PE 100 Desviación máxima
del ± 20% del Número conforme con la
valor especificado de probetas Norma UNE-EN
ISO 1133
48 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Parámetros de ensayo
Método
Características Requisitos
de ensayo
Parámetro Valor
Debe ser
Número conforme con la
de probetas Norma UNE-EN
ISO 13479
Efecto sobre la
Debe ser conforme con las legislaciones nacionales existentes
calidad del agua
Las probetas sometidas
Resistencia a al ensayo a la
la intemperie intemperie debe cumplir Radiación solar
≥3,5 GJ/m2 UNE-EN 1056
(compuestos azules todos los requisitos acumulada
solamente) de las siguientes
características
a) Tiempo de
inducción a la Debe ser conforme con la tabla 1 de esta norma UNE-EN 1056
oxidación
UNE-EN ISO
b) Alargamiento Debe ser conforme con la tabla 5 de la
6259-1 e
en la rotura Norma UNE-EN 12201-2
ISO 6259-3
c) Resistencia Debe ser conforme con la tabla 3
UNE-EN 921
hidrostática a 80 ºC de la Norma UNE-EN 12201-2
(continúa)
Características técnicas básicas de los tubos y accesorios de PE 49
Parámetros de ensayo
Método
Características Requisitos
de ensayo
Parámetro Valor
Diámetro del
250 mm
tubo (dn)
Relación de
SDR 11
dimensión del tubo
Temperatura
0 ºC
de ensayo
Resistencia a la
Medio del ensayo Aire ISO 13477
propagación rápida Parada
(ensayo S4)
de fisuras Presión interna de
ensayo para:
• PE 100 10,0 bar
• PE 80 8,0 bar
Debe ser conforme
Número
con la Norma
de probetas
ISO 13477
Diámetro del
500 mm
tubo (dn)
Relación de
SDR 11
dimensión del tubo
Temperatura
0 ºC
de ensayo
Resistencia a la EN ISO
Medio del ensayo Aire
propagación rápida Parada 13478
de fisuras Presión interna de (FST)
ensayo para:
• PE 100 24,0 bar
• PE 80 20,0 bar
Debe ser conforme
Número
con la Norma
de probetas
EN ISO 13478
50 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Los ensayos que deben realizarse sobre los tubos de PE una vez fabricados son los
que se indican en las tablas 2.7, 2.8 y 2.9.
Parámetros de ensayo
Método
Características Requisitos
de ensayo
Parámetro Valor
Tapones Tipo a)
Debe ser conforme
Duración del
con la Norma
acondicionamiento
UNE-EN 921
Número
3
de probetas
Esfuerzo (tensión)
circunferencial
para:
• PE 40 7,0 MPa
• PE 63 8,0 MPa
• PE 80 10,0 MPa
• PE 100 12,4 MPa
Tapones Tipo a)
Debe ser conforme
Duración del
con la Norma
acondicionamiento
UNE-EN 921
Resistencia Número
hidrostática Sin fallo de ninguna 3
probeta durante de probetas UNE-EN 921
a 80 ºC
el ensayo Tipo de ensayo Agua en agua
Temperatura
80 ºC
de ensayo
Duración
165 h
del ensayo
(continúa)
Características técnicas básicas de los tubos y accesorios de PE 51
Parámetros de ensayo
Método
Características Requisitos
de ensayo
Parámetro Valor
Esfuerzo (tensión)
circunferencial
Resistencia para:
hidrostática Sin fallo de ninguna
probeta durante • PE 40 2,5 MPa UNE-EN 921
a 80 ºC
el ensayo • PE 63 3,5 MPa
• PE 80 4,5 MPa
• PE 100 5,4 MPa
Tapones Tipo a)
Debe ser conforme
Duración del
con la Norma
acondicionamiento
UNE-EN 921
Número
3
de probetas
Esfuerzo (tensión)
circunferencial
para:
• PE 40 2,0 MPa
• PE 63 3,2 MPa
• PE 80 4,0 MPa
• PE 100 5,0 MPa
52 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Parámetros de ensayo
Método
Características Requisitos
de ensayo
Parámetro Valor
Forma de la
Tipo 2
probeta
Alargamiento Velocidad UNE-EN
100 mm/min
en la rotura ≥350% de ensayo ISO 6259-1 e
para e ≤ 5 mm ISO 6259-3
Debe ser conforme
Número de
con la Norma
probetas
UNE-EN ISO 6259-1
Forma de la
Tipo 1
probeta
Alargamiento Velocidad UNE-EN
50 mm/min
en la rotura para ≥350% de ensayo ISO 6259-1 e
5 mm < e ≤ 5 mm ISO 6259-3
Debe ser conforme
Número de
con la Norma
probetas
UNE-EN ISO 6259-1
Forma de la
Tipo 1
probeta
Velocidad
25 mm/min
de ensayo
Debe ser conforme
Número de
con la Norma
probetas
UNE-EN ISO 6259-1
Alargamiento UNE-EN
en la rotura ≥350% o ISO 6259-1 e
para e ≤ 12 mm ISO 6259-3
Forma de la
Tipo 3
probeta
Velocidad
10 mm/min
de ensayo
Debe ser conforme
Número de
con la Norma
probetas
UNE-EN ISO 6259-1
Carga 2,16 kg
Temperatura
190 ºC
de ensayo
Índice de fluidez Cambio del UNE-EN
en masa MFR MFR tras la Duración ISO 1133,
10 min
para PE 40 transformación ± 20% del ensayo condición D
Debe ser conforme
Número de
con la Norma
probetas
UNE-EN ISO 1133
(continúa)
Características técnicas básicas de los tubos y accesorios de PE 53
Parámetros de ensayo
Método
Características Requisitos
de ensayo
Parámetro Valor
Carga 5 kg
Temperatura
190 ºC
Índice de fluidez de ensayo
Cambio del UNE-EN
en masa MFR
MFR tras la Duración ISO 1133,
para PE 63, PE 80 10 min
transformación ± 20% del ensayo condición T
y PE 100
Debe ser conforme
Número de
con la Norma
probetas
UNE-EN ISO 1133
Temperatura
200 ºC
Tiempo de inducción de ensayo
≥20 min UNE-EN 728
a la oxidación Número de
3
probetas
Efecto sobre la Se aplican las legislaciones nacionales, y/o los proyectos de norma
calidad del agua actualmente en elaboración
2.5. Definiciones
En el presente apartado se define la terminología recogida en normas y común-
mente empleada en el sector de los tubos de materiales termoplásticos, así como la
habitualmente utilizada para caracterizar a las tuberías para el transporte de agua a
presión de manera específica.
Resumen
Importante
PRFV ID / OD
Hormigón ID
Gres ID
Fundición Aproximadamente ID
Acero OD
DN
SDR =
e
• Serie (S): parámetro adimensional que permite clasificar los tubos. Se define
como la relación del radio medio teórico (rm) y el espesor nominal (e).
rm DN − e
S= rm =
e 2
SDR − 1
S=
2
EI
Sc =
D3m
E
Sc =
96 S3
1 - 1,12 - 1,25 - 1,4 -1,6 -1,8- 1,12 - 1,25 - 1,4 - 1,6 - 1,8 - 2 - 2,24 - 2,5 - 2,8 -
3,15 - 3,55 - 4 - 4,5 - 5 - 5,60 - 6,3 - 7,1 - 8 - 9 - 10 - 11,2 - 12 - 14 - 16 - 18 -
20 - 22,4 - 25 - 28 - 32 - 35,5 - 40 - 44 - 50 -56 - 63 - 71 - 80 - 90- 100
Características técnicas básicas de los tubos y accesorios de PE 57
Nota
La serie de números de Renard, que debe su nombre al matemático francés, está normalizada
en la Norma ISO 3 y responde a la división de una década en diez partes iguales a escala
logarítmica, de manera que resulta la siguiente serie numérica:
(10 10 )n
con n = 1, 2, 3, ...
MRS
σs =
C
Resumen
Como síntesis de los parámetros específicos para caracterizar el comportamiento mecánico de los
tubos de materiales termoplásticos, en la figura 2.7 se representa de forma esquemática la rela-
ción entre todos ellos (LCL, MRS, C, σs).
Tensión
MPa
20 ºC
σ LCL
MRS C
σs
50 años Tiempo
Nota
Los conceptos de LCL y MRS para la caracterización de los tubos de materiales termoplásticos
son los utilizados en Europa siguiendo las directrices al respecto de las normas ISO.
En América, sin embargo, y alternativamente a los anteriores conceptos, la resistencia de
cálculo a la tracción del material constitutivo de la tubería a largo plazo la identifican con la
denominada HDB (Hidrostatic Basis Design, Base Hidrostática de Diseño), que, simplificadamente,
es la resistencia a tracción que se supone tendrá el material dentro de, aproximadamente, 11 años
(100.000 horas).
Evidentemente, por su propia definición, el MRS es siempre inferior (o como mucho igual) al
HDB (simplificadamente, el HDB o el MRS son la resistencia que se le supone al material den-
tro de 11 o 50 años, respectivamente).
Otros términos que también se emplean para caracterizar las presiones que
se solicitan a una conducción son los siguientes:
Características técnicas básicas de los tubos y accesorios de PE 59
1,2
Factor de corrección, Fc
1,0
0,8
0,6
0,4
0 10 20 30 40 50
Temperatura (ºC)
2 e σs
PN =
DN
σs
PN =
S
Resumen
En la tabla 2.13 se concreta la relación entre los principales términos utilizados para caracteri-
zar las presiones hidráulicas (Norma UNE-EN 805).
Características físicas
• Densidad.
• Permeabilidad al gas.
• Color.
• Otras características físicas.
Características térmicas
• Comportamiento ante la temperatura.
• Estabilidad a la luz y a la intemperie.
• Resistencia a las radiaciones.
• Comportamiento frente a la acción del fuego.
Características eléctricas
Características hidráulicas
62 Tuberías de polietileno. Manual técnico
2.6.1. Introducción
Casi todas las propiedades de los tubos de materiales plásticos varían con el tiempo
y la temperatura. En concreto, la máxima temperatura admisible del agua transpor-
tada en las tipologías más habituales de tubos de materiales termoplásticos, en fun-
ción de las aplicaciones, son las que se indican en la tabla 2.14.
Tuberías de Tuberías de
abastecimiento saneamiento
PE 45 ºC 45 ºC 95 ºC
Material PVC 50 ºC 45 ºC 95 ºC
PP 70 ºC 45 ºC 100 ºC
Importante
Tal y como se ha puesto de manifiesto en el texto, es muy importante, y singular de las propie-
dades de los tubos de materiales termoplásticos, que sus características técnicas varían en fun-
ción de la temperatura y del tiempo.
PE 40 PE 80 PE 100
0,91 0,93
Densidad (aproximada) g/cm3 a 0,93 a 0,95
> 0,95
Contenido en sustancias volátiles mg/kg < 350 < 350 < 350
C
150 150 150
(Hazen-Williams)
64 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Comparativa
Deformaciones
σ (tensión)
(MPa)
Material Material viscoelástico
elástico
Tiempo de duración
de la carga (t)
σ0 Creep
Relajación
ε0
ε (deformación) (%)
35
N/mm2
30
35
σ (tensión)
30
15
10
0
250 550 750 1 000
%
ε (deformación)
PE 40 PE 63 PE 80 PE 100
LCL (N/mm ) 2 4,00 a 4,99 6,30 a 7,99 8,00 a 9,99 10,00 a 11,19
MRS (N/mm2) 4,0 6,3 8,0 10,0
σs (N/mm2)
Nota
La clasificación del PE en las clases antes normalizadas (PE 40, 63, 80 y 100) es como se realiza
habitualmente en Europa. En América, por el contrario, se normalizan los tres tipos de polieti-
leno siguientes: PE 2406, PE 3406 y PE 3408, cuyos HDB (véanse notas en el apartado 2.5.1)
son 1.250 psi para los dos primeros y 1.600 psi para el PE 3408 (8,61 y 11,02 N/mm2, respec-
tivamente). Incluso a veces se utiliza un cuarto tipo de PE, el PE 1404, cuyo HDB es 800 psi
(5,52 N/mm2).
Los anteriores valores normalizados del LCL y MRS son los que se estima tendrá
el material a largo plazo (50 años). Para determinar la resistencia que el material
tendrá a lo largo del tiempo se realizan ensayos según la metodología recogida en
la Norma UNE-EN ISO 9080, a diferentes temperaturas (20 ºC, 40 ºC, 60 ºC y
80 ºC), durante periodos de tiempo, obteniéndose las conocidas como curvas de
regresión o de referencia que relacionan (a escala de papel doble logarítmico)
dichas tres variables (resistencia del material, tiempo y temperatura).
Estas líneas extrapoladas para 50 años permiten conocer los valores de los paráme-
tros LCL y MRS, que son la base para definir la tensión de diseño σs en función
del coeficiente de diseño C (véanse definiciones de todo ello en el apartado 2.5).
Las curvas de regresión a escala bilogarítmica tienen siempre un aspecto similar,
descendiendo la resistencia después de un determinado tiempo de uso. La parte
recta corresponde a las roturas por alargamiento, mientras que la parte con pen-
diente pronunciada representa las roturas por agrietamiento por tensión sin defor-
mación del tubo.
Ejemplo
Las curvas de referencia tienen siempre un aspecto similar, tal como el que se muestra, a título
de ejemplo, en la figura 2.12, para un tubo de PE 80 (izquierda) o para un PE 100 (derecha).
68 Tuberías de polietileno. Manual técnico
50
50 40
40
30
30 25
25 20
20 10 ºC
15
20 ºC
15
10 ºC 30 ºC
20 ºC
9
50 ºC
9 30 ºC 8
60 ºC
8 40 ºC 7 70 ºC
7 50 ºC 6 80 ºC
6 60 ºC
70 ºC
5
5
80 ºC 4
4
3
3
2,5
2,5
2 2
1,5 1,5
1 1
1 10 102 103 104 105 106 1 10 102 103 104 105 106
Tiempo (horas) Tiempo (horas)
El mínimo valor del módulo de elasticidad de las tuberías de PE a corto plazo, E0,
es de 800 a 1.000 N/mm2, y a largo plazo, E50, de 130 a 160 N/mm2 (depen-
diendo del tipo de PE) a 20 ºC. En el diseño de las conducciones se utiliza el valor
del módulo de elasticidad a largo plazo.
A otras temperaturas, el módulo de elasticidad a largo plazo, E50 (el empleado en
el diseño de las conducciones), toma, orientativamente, los valores que se indican
en la figura 2.13.
El polietileno sometido a una tensión muy alta pero durante escasos segundos,
como es el caso de las acciones puntuales del tráfico o del golpe de ariete, ofrece un
módulo de elasticidad muy alto en esos primeros momentos, lo que significa un
excelente comportamiento del PE ante los efectos puntuales.
Características técnicas básicas de los tubos y accesorios de PE 69
3.000
Módulo de eleasticidad, MPa
2.500
2.000
1.500
1.000
500
0 10 20 30
Temperatura (ºC)
Comparativa
En la tabla 2.17 se analiza el valor del módulo de elasticidad del polietileno frente a materia-
les alternativos.
Como puede verse, es el más bajo de todos los materiales termoplásticos, los cuales, a su vez,
son siempre inferiores a los materiales convencionales.
Tabla 2.17. Comparación del valor del módulo de elasticidad del polietileno
frente a materiales alternativos
Módulo de elasticidad
(N/mm2)
30 600
25 500
Alargamiento (%)
20 400
Tensión (MPa)
15 300
Tensión
10 200
Alargamiento
5 100
0 0
0 10 20 30 40
Temperatura (ºC)
Comparativa
Los valores del alargamiento en la rotura en los tubos de PE frente a materiales alternativos
son los que se indican en la tabla 2.18.
Puede apreciarse cómo la elasticidad del PE hace que su alargamiento en la rotura sea consi-
derablemente superior al resto de materiales alternativos.
Alargamiento en la rotura
(%)
PE >350
PVC ≥80
Material
Fundición 5 a 10
Acero 10 a 24
Características técnicas básicas de los tubos y accesorios de PE 71
2.6.2.7. Flexibilidad
La flexibilidad de los tubos de PE hace posible que puedan ser instalados curvando
en frío los propios tubos, sin necesidad de emplear accesorios. Los radios de curva-
tura máximos se pueden calcular aproximadamente con las siguientes fórmulas:
(0,5 × OD)2
Tubos para presiones nominales elevadas: R c =
ε
Rc radio de curvatura, en mm
Rm radio medio de la tubería, en mm
e espesor de la tubería, en mm
OD diámetro exterior de la tubería
ε alargamiento de las fibras superficiales, en porcentaje; no debe superar
el valor de 2,5% a largo plazo
PE 40 PE 80 PE 100
4,0 20 x DN 30 x DN 50 x DN
6,0 20 x DN 20 x DN 30 x DN R
DN
10,0 20 x DN 20 x DN 20 x DN
PN
16,0 20 x DN 20 x DN
20,0 20 x DN 20 x DN
25,0 20 x DN 20 x DN
hm
h1
h2
R
L = 0,01745 · β · R
h1 = 2 · R · sen2 β / 2
β
h2 = 2 · R · sen β / 2
hm = R · (1 – cos β / 2)
R
1,50
1,25 h1/R
h2/R
hm/R
h1/R ; h2/R ; hm/R ; h1/h2
1,00 h1/h2
0,75
0,50
0,25
0,00
0 15 30 45 60 75 90
ángulo beta
Figura 2.16. Definición geométrica de una curva trazada con una tubería de PE
74 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Ejemplo
Para ilustrar el comportamiento de los tubos de PE ante potenciales seísmos, en la tabla 2.20
se resumen las roturas observadas en conducciones de PE en recientes terremotos en diferen-
tes partes del mundo, las cuales, como puede verse, son mínimas.
2.6.2.8. Robustez
Comparativa
Con ensayos como los antes descritos para estimar la resistencia a la abrasión de la
superficie interior de una conducción de PE, y tras realizar 400.000 cambios de sentido
del esfuerzo, se han obtenido resultados de abrasión en tubos de PE del orden de 1 mm,
valor muy inferior a los alcanzados en materiales alternativos, tal como puede verse en
la figura 2.18.
La superficie exterior de los tubos puede ser raspada o arañada por las agre-
siones externas a las que el tubo se vea sometido. Debe procurarse que nin-
guna imperfección suponga una pérdida de espesor de más del 10% del total
para garantizar que las propiedades mecánicas de los tubos permanezcan
inalteradas.
Especial atención debe prestarse a aquellos tubos de PE que se vayan a insta-
lar mediante tecnologías sin apertura de zanja (perforación horizontal diri-
gida o bursting, especialmente) (véase el capítulo 15).
Esta propiedad representa la facilidad con la que una fisura (producida por
un golpe accidental, por ejemplo) puede propagarse a lo largo de muchos
metros de una conducción. El riesgo de propagación rápida de una fisura se
eleva cuando aumentan el diámetro, el espesor o la presión.
Para evaluar la resistencia a la propagación de fisuras se realizan ensayos en
los tubos de PE según la metodología recogida en las Normas ISO 13477 1,
UNE-EN ISO 13478 o UNE-EN ISO 13479.
1
Nota del editor: la nueva versión de la Norma ISO 13477 está en fase de adopción como pro-
yecto de Norma PNE-prEN ISO 13477.
Características técnicas básicas de los tubos y accesorios de PE 77
Nota
La resistencia a la propagación rápida de fisuras (RCP o stress cracking) es una de las propie-
dades más determinantes en las tuberías de PE, tanto más importante cuanto más peligroso
sea el fluido transportado.
Una buena resistencia a la propagación de fisuras permite desarrollar tubos de gran diámetro
para presiones elevadas en condiciones de seguridad.
En la actualidad, las tuberías de PE 80 o PE 100 tienen una buena resistencia a la propaga-
ción de fisuras, frente a los primeros polietilenos de los años 1960, los cuales eran relativa-
mente rígidos y propensos a agrietarse.
78 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Comparativa
La densidad de los tubos de PE, en comparación con otros materiales, es un valor realmente
bajo, tal como puede verse en la tabla 2.21.
PE 0,93 a 0,96
PVC 1,35 a 1,46
Material Hormigón 2,30
Fundición 7,15
Acero 7,85
Rigidez Aumenta
Dureza Aumenta
Resistencia a la tracción en el punto de fluencia Aumenta
Alargamiento Disminuye
Temperatura de reblandecimiento Aumenta
Resistencia al choque a bajas temperaturas Disminuye
Resistencia a los productos químicos Aumenta
Permeabilidad Disminuye
Características técnicas básicas de los tubos y accesorios de PE 79
π × OD × L × Pi × t
V = P×
e
Coeficiente P
(cm3/m · bar)
Nitrógeno 0,018
Aire 0,029
Monóxido de carbono 0,036
Gas natural 0,056
Metano 0,056
Argón 0,066
Sustancia
Oxígeno 0,072
Etano 0,089
Helio 0,150
Hidrógeno 0,220
Dióxido de carbono 0,280
Dióxido de azufre 0,430
80 Tuberías de polietileno. Manual técnico
2.6.3.3. Color
Azul
Abastecimiento agua
Negro con bandas azules
Negro
Saneamiento o drenaje
Negro con bandas marrones
Negro
Reutilización de aguas
Negro con bandas marrones o moradas
Aplicación Agricultura Negro con bandas verdes
Amarillo
Gas Amarillo-anaranjado
Negro con bandas amarillo-anaranjadas
Amarillo
Canalizaciones eléctricas Naranja
Rojo, etc.
Nota: en tubos para abastecimiento de agua, y debido a la alta radiación solar que hay en España,
se recomienda utilizar tubos de color negro con bandas azules
Además de las características físicas descritas en los apartados anteriores, los tubos
de PE son inertes, inodoros, insípidos, inoxidables, insolubles e inocuos, cualida-
des óptimas para la conducción de agua potable, entre otras aplicaciones. El PE
conserva intactas las características organolépticas del agua potable sin modificar su
color, olor y sabor.
Nota
Una de las características más destacables de los tubos de polietileno es su excelente resisten-
cia a la corrosión en cualquier tipo de medio.
De hecho, en ocasiones, las tuberías de materiales metálicos (acero o fundición), que sí requie-
ren protecciones contra la corrosión, recurren a recubrimientos a base de polietileno para evi-
tar la posible acción de los terrenos agresivos.
Los tubos de PE, por tratarse de poliolefinas de alto peso molecular, presentan una
estructura apolar, lo que les proporciona una excelente resistencia a los agentes quí-
micos. Gracias a su inercia química, son resistentes a los ácidos inorgánicos (clorhí-
drico, sulfúrico, etc.), álcalis, detergentes, rebajadores de tensión, aceites minerales
o productos de fermentación.
En el PE no se producen los procesos electroquímicos que provocan corrosión en
los metales. Únicamente los agentes oxidantes fuertes, como los peróxidos y ácidos
82 Tuberías de polietileno. Manual técnico
a alta concentración, así como los halógenos, los pueden atacar después de una
acción prolongada.
No sufren ninguna alteración por efecto del agua de mar, terrenos salinos o ácidos,
así como por vertidos urbanos o industriales.
Para ilustrar el buen comportamiento químico de las tuberías de PE, y a título de
ejemplo, en la tabla 2.25 se indica el comportamiento de los tubos de PE ante dife-
rentes compuestos químicos. En cualquier caso, debe atenderse a lo especificado en
el Informe UNE 53389 IN Tubos y accesorios de materiales plásticos. Tabla de clasifica-
ción de la resistencia química.
Comportamiento
PE 80
PE 40
PE 100
Comparativa
En las tablas 2.26 y 2.27 se analizan las principales características térmicas (coeficiente de
dilatación y coeficiente de conductividad) de las tuberías de PE frente a otros materiales.
Coeficiente lineal de
dilatación térmica
(mm/m · ºC)
PE 0,17 a 0,22
PVC 0,06 a 0,08
PP 0,11 a 0,18
Material
Hormigón 0,012
Fundición 0,012
Acero 0,011
84 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Coeficiente de
conductividad térmica
(kcal/m · ºC)
PE 0,35 a 0,37
Material PVC 0,16
PP 0,14 a 0,22
Importante
Los tubos de PE protegidos con negro de carbono (y, en consecuencia, de color negro o negro
con bandas de algún color identificativo de la aplicación a que estén destinados) pueden ser
Características técnicas básicas de los tubos y accesorios de PE 85
Europa
2,51
2,93
3,35
4,19
5,03
5,86
Comparativa
La rugosidad del PE (así como la de los demás materiales plásticos) es inferior a la del resto
de materiales alternativos. Por ejemplo, en la Guía Técnica sobre tuberías para el transporte de
agua a presión (CEDEX, 2003) se incluían las figuras 2.22 y 2.23 como orientativas de la
rugosidad de los diferentes tipos de conducciones.
Rugosidad k absoluta
PRFV
PE
PVC
Acero
Fundición
Rugosidad n de Manning
PRFV
PE
PVC
Acero
Fundición
Hormigón
Por otra parte, unos valores para la rugosidad C de Hazen-Williams podrían ser los
siguientes (Liria, 1995):
• Fibrocemento 140
• Hormigón 128
• Acero nuevo 130
• Acero usado 110
• Fundición 130
• PVC y PE 150
2.6.8. Reciclabilidad
Todo consumo genera un residuo. Los residuos plásticos son un recurso valioso
como para deshacerse de ellos sin aprovecharlos como fuente de materia (reciclado)
o fuente de energía (valorización energética).
Una vez concluida su vida útil, las tuberías de polietileno pueden ser recicladas de
forma mecánica mediante un proceso de triaje, limpieza y granceado convirtién-
dose en una nueva materia prima que a su vez puede servir para la fabricación de
otros productos, dando así al material una nueva vida útil. Como ejemplo, señalar
el reciclado de tuberías de polietileno empleadas de manera generalizada en el sec-
tor de riego. Su utilización en el tiempo es limitada y su recogida selectiva, trata-
miento y reciclado permite su utilización en nuevos productos, por ejemplo:
mobiliario urbano (vallas, bancos, bolardos, señalización vial, etc.), palés, bolsas,
envases, etc.
Además, gracias al alto poder calorífico de los plásticos, similar al fuel-oil y al gas
natural y superior al carbón, los residuos de tuberías de polietileno pueden conver-
tirse en fuente de energía –electricidad, calor– contribuyendo de forma relevante al
ahorro energético y la sostenibilidad. Por ejemplo, puede aprovecharse el conte-
nido energético de los residuos plásticos como combustible en plantas cementeras,
como sustituto del carbón, como co-combustible en plantas térmicas para la pro-
ducción de energía eléctrica, etc.
Nota
Por su importancia en el ámbito de la normalización de los tubos de materiales plásticos en
España, deben destacarse como referencia las actividades del Comité Técnico de Normaliza-
ción AEN/CTN 53 de AENOR Plásticos y caucho, y especialmente su subcomité 2 Tuberías y
accesorios de plástico.
Igualmente, y ahora en el ámbito de la certificación de productos, el Comité Técnico de Certifi-
cación, también de AENOR AEN/CTC 001 Plásticos, es el órgano encargado del seguimiento
de la marca de calidad voluntaria de AENOR para productos plásticos. La certificación de tube-
rías de PE para la protección de cables (véase el apartado 3.8) se lleva a cabo a través del
Comité Técnico de Certificación de AENOR AEN/CTC 030 Aparamenta y pequeño material
eléctrico para instalaciones de baja tensión.
Parte 3: Accesorios.
Parte 4: Valvulería y equipo auxiliar.
Parte 5: Idoneidad del sistema.
Parte 6: Recomendaciones para la instalación.
Parte 7: Evaluación de la conformidad.
(continúa)
92 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Nota
Como se ha indicado, dichas guías tienen por objeto compilar la normativa y reglamentación
vigente sobre la materia, así como establecer unos criterios generales en lo relativo al proyecto,
instalación y mantenimiento de tuberías bien para el transporte de agua a presión, indepen-
dientemente de cuál sea su destino final (abastecimientos, regadíos, etc.), o bien para redes de
saneamiento y drenaje urbano.
Dichas guías, en rigor, no tienen, carácter normativo. No son tampoco un libro de texto, ni tan
siquiera un manual en el sentido estricto de los términos, pero constituyen una herramienta,
auspiciada desde la Administración General del Estado, para la correcta utilización de la actual
normativa y reglamentación relativa al ámbito de las tuberías para el transporte de agua.
Características técnicas básicas de los tubos y accesorios de PE 95
Marca comercial PE 100 DN 110 x 10 SDR 11 PN 16 bar UNE-EN 12201 AENOR 001/XXX ‰ lote YYY
3.1. Introducción
Los tubos de PE ofrecen soluciones óptimas para conducciones de muy diversa
naturaleza (agua, gas, canalización eléctrica, fluidos industriales).
Algunas de las aplicaciones de las tuberías de PE se detallan a continuación:
• Conducción de agua potable.
• Saneamiento.
• Microirrigación.
• Reutilización de agua.
• Conducción de gas.
• Protección de cables.
• Drenaje.
• Transporte de sólidos.
• Emisarios submarinos.
• Rehabilitación de conducciones existentes.
• Instalación sin apertura de zanja.
• Refrigeración de líneas eléctricas.
• Protección de conducciones de calefacción.
98 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Nota
En la tabla 3.1 están reproducidas las dimensiones normalizadas previstas en UNE-EN 12201.
No obstante, en España no se utiliza el PE 63 y de toda la serie de presiones nominales indica-
das son de uso habitual las PN 4, 6, 10, 16, 20 y 25 (obtenidas a partir de un coeficiente de
seguridad C de 1,25).
En la tabla 3.1, las PN asociadas a cada MRS y serie S están calculadas a partir de
la siguiente expresión, supuesto un coeficiente de seguridad C de 1,25, que es el
mínimo recomendado que establece la Norma UNE-EN 12201:
σs MRS
PN = σs =
S C
PE 40 10 8 6 5 4 3,2 2,5
PN PE 63* 16 12,5 10 8 6 5 4 3,2 2,5
(C = 1,25) PE 80 25 20 16 12,5 10 8 6** 5 4 3,2
PE 100 25 20 16 12,5 10 8 6** 5 4
* PE 63 no se utiliza en España.
** Los valores reales calculados son 6,4 bar para PE100 y 6,3 bar para PE80.
Nota: en negrita están indicadas las presiones habituales.
100 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Ejemplo
PFA PEA
(bar) (bar)
Nota
En rigor, los distintos comités técnicos de CEN deberían haber incluido en las respectivas nor-
mas de producto las relaciones de PN con PFA, PMA y PEA, si bien en las normas europeas de
los tubos de PE sólo se relaciona la PN con la PFA y la PEA, no estando determinado, por tanto,
cuál es la relación entre PN y PMA.
Naturalmente, ello no quiere decir que los tubos de PE no soporten las sobrepresiones debidas
al golpe de ariete, sino que no está normalizado el valor de la sobrepresión que es admisible
para cada valor de PN. Además, en estas tuberías, debido al menor módulo de elasticidad, el
golpe de ariete causado por una solicitación hidráulica determinada es menor que en otros
materiales (acero, fundición u hormigón).
En cualquier caso, si se adopta como criterio que el golpe de ariete admisible sea el provo-
cado por una onda de celeridad similar a los valores normalizados en otros materiales (fundi-
ción, por ejemplo), sobrepresiones del orden del 25 o el 30% son razonablemente admisibles.
Existen algunos estudios recientes al respecto en donde, por ejemplo (Balairón, 2006), se pro-
pone que en los tubos de PE la PMA sea 1,30 veces la PFA (si el C es de 1,25).
102 Tuberías de polietileno. Manual técnico
50
40
S 5 (SDR 11)
S 6,3 (SDR 13,6)
30 S 8 (SDR 17)
SN (kN/m )
S 10 (SDR 21)
S 12,5 (SDR 26)
S 16 (SDR 33)
20
S 20 (SDR 41)
10
0
500 600 700 800 900 1.000 1.100 1.200 1.300 1.400 1.500 E (MPa)
Comparativa
En la figura 3.2 se representan las relaciones entre rigidez nominal SN, serie S y módulo de
elasticidad a corto plazo en el PE (en color morado, E de 800 a 1.100 MPa) frente a los mate-
riales termoplásticos alternativos: PVC-U (color verde, E = 3.000 MPa) y PP (color crema, E de
1.200 a 1.800 MPa).
Puede verse cómo, al ser el PVC-U y el PP materiales con un mayor módulo de elasticidad,
para iguales geometrías resultan tubos más rígidos que los fabricados en PE. En cualquier
Características específicas de los tubos de PE según aplicaciones 103
caso, la rigidez del tubo depende tanto de su geometría como de la composición (módulo de
elasticidad) de su material constitutivo.
100
80
S 2,5 (SDR 6)
S 3,2 (SDR 7,5)
S 4 (SDR 9)
60 S 5 (SDR 11)
SN (kN/m2)
20
S 20 (SDR 41)
0
500 1.000 1.500 2.000 2.500 3.000 3.500
E (MPa)
Los tubos de PE empleados en las redes de abastecimiento son aptos para uso ali-
mentario y según la Norma UNE-EN 12201 pueden ser azules o negros con ban-
das azules (en la actualidad resulta más habitual esto último, véase la figura 3.3).
Figura 3.3. Tubos de PE de color negro con bandas azules para abastecimiento
104 Tuberías de polietileno. Manual técnico
* PE 63 no se utiliza en España.
** Los valores reales calculados son 6,4 bar para PE100 y 6,3 bar para PE80.
Nota: en negrita están indicadas las presiones habituales.
106 Tuberías de polietileno. Manual técnico
La norma UNE-EN 13244 establece que estos tubos deben ser de color negro o
negro con bandas preferiblemente marrones. Se fabrican desde diámetro DN 32 mm
hasta 1.600 mm.
Nota
1m Área de aplicación U
Área de aplicación D
Área de aplicación UD
S 10 12,5 16
DN Tolerancia SDR 21 26 33
SN 8 4 2*
b) Tipo B. Aquellos cuya superficie interna es lisa, pero la superficie externa no.
En esta tipología hay muchos posibles diseños diferentes según como sea el
acabado de la superficie exterior del tubo (tubos corrugados, nervados, etc.)
(véase la figura 3.7).
Tubos de tipo A1
Nota
El fundamento mecánico de estos tubos es aumentar la rigidez anular del tubo mediante el
incremento del momento de inercia como consecuencia del diseño de su estructura de pared.
En comparación con tubos tradicionales, es de destacar la importante reducción de peso, man-
teniéndose la misma rigidez.
La rigidez circunferencial puede ser de 4, 8 o 16 kN/m2. Las clases 4 y 8 son las que
se utilizan habitualmente. Las longitudes usuales de estos tubos suelen ser 6 o 12 m.
3.5.2. Microirrigación
Los tubos de PE para microirrigación deben cumplir con lo especificado por la
Norma UNE 53367 Plásticos. Tubos de polietileno PE 32 y PE 40 para microirrigación.
Características y métodos de ensayo.
La gama de productos normalizados es la que se indica en la tabla 3.9. Estos tubos
se clasifican por su MRS, DN y PN.
PE 32 PE 40
DN
S 10 S 6,3 S4 S 12,5 S8 S5
(mm)
PN 2,5 PN 4 PN 6 PN 2,5 PN 4 PN 6
σs MRS
PN = σs =
S C
Como en los tubos para agua a presión, si se emplean coeficientes de seguridad C ma-
yores, la relación entre la PN y el SDR variaría tal y como se muestra en la tabla 3.2.
16 3,0 2,3
20 3,0 2,3
25 3,0 2,3
32 3,0 2,3
40 3,7 2,3
50 4,6 2,9
63 5,8 3,6
75 6,8 4,3
90 8,2 5,1
110 10,0 6,3
125 11,4 7,1
140 12,7 8,0
160 14,6 9,1
180 16,4 10,2
200 18,2 11,4
225 20,5 12,8
250 22,7 14,2
280 25,4 15,9
315 28,6 17,9
355 32,3 20,2
400 36,4 22,7
450 40,9 25,5
500 45,4 28,3
560 50,9 31,7
630 57,2 35,7
Características específicas de los tubos de PE según aplicaciones 115
Nota
Como puede verse en la tabla anterior, la gama de dimensiones normalizada para los tubos de
PE para el transporte de gas es una fracción de la de las conducciones de abastecimiento
(UNE-EN 12201, véase la tabla 3.1), reduciendo el número de diámetros y presiones nomina-
les normalizadas, así como contemplando solamente el PE 80 y PE 100 como posibles tipos de
PE (no el PE 40 ni el PE 63). Igualmente, el coeficiente de diseño recomendado en UNE-EN
1555 para las conducciones de gas es 2 frente al 1,25 normalizado en UNE-EN 12201 para
las tuberías de abastecimiento de agua.
• Señalización urbana.
• Cables para la protección de tirantes en puentes, pasarelas y construcción en
general.
Nota: posiblemente en breve esta Norma UNE-EN 13689 sea sustituida por la norma, de con-
tenido similar, ISO 11295 Técnicas de rehabilitación de sistemas de tuberías mediante el uso de tubos y
conexiones plásticos
Rehabilitación
de sistemas de
canalización
Mantenimiento
y reparación
Sustitución Sustitución
Renovación
sin zanja a cielo abierto
Sustitución utilizando
Entubado simple
torpedo rompedor
Sustitución utilizando
Entubado ajustado
microtuneladora
Entubado con
tubos discretos
4.1. Introducción
Un accesorio (o pieza especial) es aquel componente que, intercalado entre los
tubos, permite cambios de dirección o de diámetro, empalmes, obturaciones, etc.
Hay muchos accesorios disponibles en PE para las diferentes aplicaciones a que se
pueden destinar estas conducciones (agua potable, saneamiento, gas, etc.), lo cual
facilita de forma importante su utilización.
Y además de los anteriores accesorios, hay también disponibles otros elementos
complementarios en PE para intercalar en las redes de tuberías y facilitar la explota-
ción de la conducción, como, por ejemplo, válvulas o pozos de registro. En el pre-
sente capítulo se analizan las principales características de todos ellos.
Por otro lado, en función de cómo sea el sistema de unión de la conducción (véase
el capítulo 5 de este manual), los accesorios pueden ser de los siguientes tipos:
• Accesorios para uniones por soldadura a tope.
• Accesorios para uniones por electrofusión.
• Accesorios para uniones mecánicas.
• Accesorios para uniones mediante bridas.
Comparativa
16
20
25
32
40
50
63
75
90
110
125
140
160
180
200
225
250
280
315
355
400
450
500
560
630
710
800
900
1.000
1.200
1.400
1.600
130 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Portabridas Válvula
En cualquier caso, y sea cual sea la tipología de las anteriores, los accesorios electrosol-
dables se componen de diferentes partes, tal y como se muestra en las figuras 4.3 y 4.4.
Deben fabricarse por inyección a partir de PE 80 o 100, no siendo nunca admisi-
ble ni el PE 40 ni el PE 63. Se pueden utilizar en tubos de SDR 17,6 para diáme-
tros mayores de 90 mm y en tubos de SDR 11 para todos los diámetros.
1. Espira calefactora. 2
3
2. Bornes para acoplar los conectores de las 1
4
máquinas de soldadura.
3. Testigos de soldadura que indican que se ha
completado la fusión.
4. Tope interior central para facilitar la introducción
del accesorio hasta la profundidad correcta. Este
tope se puede eliminar fácilmente para permitir
el desplazamiento del accesorio sobre el tubo,
por ejemplo, para reparaciones.
Figura 4.4. Ejemplo de accesorio (codo 45º) para uniones por electrofusión
Accesorios y otros elementos complementarios 133
1 2 3 4 5 6
1 2 3 4 5 6
Codo rosca hembra Enlace mixto rosca macho T rosca hembra Tapón
Codo grifo Codo mixto rosca macho T tres bocas iguales Reducción macho-hembra
Figura 4.9. Esquema de los accesorios para uniones mediante bridas (izquierda)
y detalle de un portabridas (derecha)
Nota
Es posible utilizar las uniones mediante bridas en tuberías de prácticamente todos los materiales.
Por ello, las dimensiones, emplazamiento y número de taladros están normalizados en normas
internacionales en función del diámetro y la presión a la que esté sometida la canalización, con
valores iguales para todos los materiales, lo que hace posible el ensamblaje de todos los tipos
de accesorios, bombas, válvulas y otros elementos con las mismas plantillas de taladrado.
La unión de este tipo de accesorios se realiza siempre por junta elástica, garanti-
zando siempre la máxima estanquidad.
Accesorios y otros elementos complementarios 139
4.4. Válvulas
Los materiales y elementos constituyentes utilizados en la fabricación de las válvu-
las (incluyendo elastómeros, grasas y cualquier parte metálica que pueda utilizarse)
deben ser resistentes al medio ambiente interior y exterior, así como los otros ele-
mentos del sistema de canalización, y deben tener una esperanza de vida, en las
condiciones de uso, al menos igual a la de los tubos de PE.
Para conducciones de PE hay diversos tipos de válvulas para el corte del fluido. Las
características que estos productos deben cumplir se recogen en diferentes normas.
Entre los diferentes tipos de válvulas más comunes podemos distinguir:
• Las válvulas de bola de PE, utilizan una bola con un agujero por el que pasa el
flujo en posición abierta y, cuando esta bola se rota 90º, el flujo queda cortado.
Este tipo de válvulas tienen el cuerpo soldado y por lo tanto no se puede des-
montar. Además de en redes de abastecimiento de agua se emplean también
para conducciones de gas.
Se fabrican hasta diámetro 225 mm con presiones nominales de 10 bar para
agua y 5 bar para gas. Hasta el diámetro 160 mm se pueden encontrar para
un uso con presiones de 16 bar con agua y 10 bar para gas.
También se emplean en conducciones de PE, válvulas de bola de PP, aunque
también pueden ser de otros materiales (PVC-U, ABS...), que están preparadas
para soldarse a la conducción de PE por electrofusión o por soldadura a tope, o
que llevan acoplamientos para embridar accesorios para uniones mecánicas.
Estos tipos de válvulas pueden ser manuales o automatizadas por medio de actua-
dores neumáticos o eléctricos que abren o cierran cuando reciben una señal eléc-
trica exterior.
Los actuadores neumáticos son un sistema robusto, de bajo coste y adecuado a
numerosos requisitos, pero requieren aire comprimido que en instalaciones al exte-
rior puede resultar un inconveniente.
Las válvulas eléctricas hacen posible seleccionar estados intermedios y definir posi-
ciones finales de apertura y cierre.
Ambos tipos de válvulas se pueden utilizar conjuntamente con equipos de medida
y control; además con la adaptación de otros mecanismos se puede regular la aper-
tura según la intensidad o voltaje de la señal recibida (principalmente en válvulas
eléctricas).
El medio que transporta la conducción será quien determine la selección del tipo
de válvula, junto con los criterios de presión y temperatura.
También pueden ser modulares (compuestos por un módulo base, uno de reducción
a 600 mm de diámetro y diferentes módulos intermedios para el ajuste de altura que
son los llamados empalmes. Su unión se realiza mediante junta de caucho).
No hay en la actualidad ninguna norma nacional o europea sobre pozos de registro
de pared compacta, si bien sí hay alguna especificación norteamericana al respecto,
como, por ejemplo, la Norma ASTM F 1759-97 Standard Practice forDesign of
High Density Polyethylene (HDPE)Manholes for Subsurface Applications. Los pozos
de PE deben ser de diámetro 1.000 mm o, excepcionalmente, 800 mm. Las aco-
metidas a estos pozos se unen a ellos también por soldadura.
Hay también disponibles arquetas de registro prefabricadas de materiales termo-
plásticos de pared estructurada (PE, PP o PVC), admitiéndose diferentes diseños y
dimensiones (véase la figura 4.14). También existen pozos de inspección prefabri-
cados, de diferentes diseños (como los mostrados en la figura 4.15). Pueden ser de
una única pieza o estar compuestas por un módulo base y otro de recrecido (al cual
ajusta directamente el cerco y la tapa de registro) hasta alcanzar la altura necesaria.
Incluso pueden disponer de un tercer módulo de ajuste telescópico que permita
adaptarse a la forma exacta del terreno que rodea la arqueta.
En ambos casos, los pozos y arquetas profundas o poco profundas, deben cumplir
con los requisitos especificados en la Norma UNE-EN 13598 Sistemas de canaliza-
ción en materiales plásticos para saneamiento y evacuación enterrados sin presión.
Poli(cloruro de vinilo) no plastificado (PVC-U), polipropileno (PP) y polietileno (PE).
Accesorios y otros elementos complementarios 143
Cuando se produzcan saltos en la rasante del colector, de más de un valor del orden
de 0,60 o 1 m, se deberán construir pozos de resalto que esencialmente consisti-
rán en un pozo con un conducto vertical de diámetro igual o superior a 250 mm
(véanse ejemplos en las figuras 4.16 y 4.17).
Los pozos de PE pueden utilizarse también para alojar estaciones de bombeo en
redes de saneamiento y drenaje de pequeño tamaño, como, por ejemplo, los casos
mostrados en la figura 4.18.
144 Tuberías de polietileno. Manual técnico
4.6. Conclusión
En definitiva, existe una amplia gama de accesorios y elementos complementarios
que hacen que se pueda disponer de unas redes de conducción homogéneas, que
garantizan en todo momento la estanquidad del sistema.
5 Sistemas de unión
5.1. Introducción
Las tuberías de PE admiten una gran variedad de sistemas de unión, y los más fre-
cuentes son los siguientes:
• Soldadura por electrofusión.
• Soldadura a tope.
• Unión mediante accesorios mecánicos.
• Unión mediante bridas.
• Unión por junta elástica (tubos estructurados).
Nota
Las tuberías de PE son una tecnología en permanente estado de evolución, de manera que se
encuentran en desarrollo constantes innovaciones en los antes citados sistemas de unión. Tam-
bién hay investigaciones muy avanzadas sobre nuevas tipologías de unión. Por ejemplo, en la
actualidad hay en estudio otro posible nuevo sistema de unión para los tubos de PE, la solda-
dura mediante rayos infrarrojos, habiéndose ya realizado experimentaciones al respecto en
conducciones de gas por el Edison Welding Institute en Columbus (Ohio, Estados Unidos) y por
otras compañías similares.
al cual se consigue que el material fundido de las zonas a unir se entremezcle entre-
lazándose sus macrocoléculas. Es un sistema de unión económico y que garantiza
uniones estancas, fiables y resistentes a la tracción.
Hay que cerciorarse previamente de que los materiales a unir puedan soldarse entre
sí, lo cual sucede cuando sus índices de fluidez son del mismo grupo. Sólo se pue-
den soldar tubos de PE 80 y PE 100. Los tubos de PE 40 se unen únicamente por
accesorios mecánicos.
En cualquier caso, la calidad de una unión depende de la cualificación del operario,
de la calidad de la maquinaria empleada y de la adecuación a los procedimientos de
soldadura normalizados.
A este último respecto, en España hay en la actualidad normativa técnica específica
relativa a estos sistemas de unión (Norma UNE 53394 IN relativa a condiciones
de instalación de tubos de PE).
En relación con la cualificación del operario, es recomendable que las compañías
responsables de la instalación exijan a los soldadores la acreditación de una forma-
ción específica al respecto que garantice su cualificación profesional (por ejemplo,
el carné profesional de especialista en instalación de sistemas de tuberías plás-
ticas que emite AseTUB, véase el apartado 16.3).
Comparativa
Ejemplo
Soldadura Soldadura
por electrofusión a tope
Correcto
Incorrecto
De todos ellos el más característico es la máquina de soldar; ésta puede ser, básica-
mente, de dos grandes tipos: monovalente o polivalente, debiendo cumplir en cual-
quier caso con lo especificado por la Norma ISO 12176-2.
Las máquinas monovalentes sólo pueden funcionar con un tipo de accesorios para
los que la máquina ha sido diseñada, y los parámetros de la soldadura (básicamente
el tiempo) se pueden introducir bien manual o automáticamente.
Cuando se trabaje con este tipo de máquinas, y tras quitar los tapones que prote-
gen los terminales del manguito, se conectan los cables a dichos terminales. A con-
tinuación se introduce en la máquina de soldar el tiempo de soldadura necesario (el
cual debe venir marcado en el accesorio, y es aplicable cuando se trabaja a tempera-
turas entre –5 y +25 ºC) y se arranca el equipo, asegurándose de que se completa
el tiempo de fusión.
Las máquinas polivalentes, por su parte, pueden soldar accesorios de diferentes
fabricantes y son generalmente automáticas, ofreciendo la posibilidad de operar
directamente a través de lectores de códigos de barras, tarjetas magnéticas o micro-
procesadores (incluso disponen a veces de una conexión a PC para el almacena-
miento de los datos), de manera que el tiempo de fusión lo establece automática-
mente la máquina, modificándolo según la temperatura ambiente medida por el
propio equipo.
Si, por el contrario, se está trabajando con máquinas manuales, y debido a que la
temperatura de los tubos y accesorios que se van a soldar influye en el tiempo de
soldadura, es necesario cambiar el tiempo de fusión de acuerdo con las tablas facili-
tadas por el fabricante.
Sistemas de unión 151
Nota
Como se ha indicado, las máquinas de soldar por electrofusión pueden ser de muy diversa natu-
raleza, si bien las más avanzadas son capaces de proporcionar una potencia de salida gradual y
continua a distintos niveles de tensión e intensidades reguladas, permitiendo, además, almacenar
datos de fusión reales, así como su lectura para futuras utilizaciones (véase la figura 5.2).
Cada vez son más las compañías que conservan estos registros para la localización
de los diferentes componentes.
Todo lo anterior hace que la electrofusión sea una técnica utilizada habitualmente
en la unión de tubos y accesorios de PE en agua y gas.
156 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Nota
En la soldadura por electrofusión no se pueden unir dos tubos rectos directamente el uno al
otro, siendo necesario emplear un manguito de unión (que contiene la espira calefactora); en
la soldadura a tope sí se unen los tubos unos a otros directamente (véase la figura 5.1).
Nota
Al igual que ocurría en la soldadura por electrofusión, hay una gran variedad de categorías
de máquinas para realizar soldaduras a tope. Las más evolucionadas incorporan en su
diseño avances tecnológicos que facilitan enormemente la operación, como, por ejemplo,
los siguientes:
• Disponen de un lector de banda magnética para captar a través de una tarjeta especí-
fica la información que establece los parámetros de fusión.
• Posibilidad de detectar y registrar como error en la soldadura que los tubos hayan sido
liberados de las mordazas de fijación antes de finalizar por completo el ciclo de solda-
dura, o si ha existido una suspensión eléctrica durante el proceso de fusión.
• Van equipadas con una memoria capaz de almacenar los datos de un gran número de
uniones (del orden de 250 y más) para posteriormente poder volcar en un PC la infor-
mación básica de la soldadura (trazabilidad).
Cuando los tubos de PE se unan mediante soldadura a tope en obra, existen dos
posibilidades: que la conducción esté fija en su emplazamiento definitivo y se vaya
desplazando el equipo de soldadura, o la contraria, esto es, que sea el equipo de
soldadura el que se mantenga en una misma ubicación y la conducción se vaya tras-
ladando a su colocación definitiva posteriormente (una vez soldada). En este
último caso deben extremarse las precauciones para no dañar el tubo durante el
traslado, evitando especialmente las posibles rayaduras. Los equipos para la solda-
dura a tope (aun disponiendo de los componentes básicos antes enunciados) son
diferentes en un caso o en otro, según deban o no tener capacidad de movimiento
(véanse las figuras 5.5, 5.6 y 5.7).
Presión (MPa)
1 2 3 4 5 6
Tiempo (s)
t1 t2 t3 t4 t5 t6
Con anterioridad, no obstante, hay que hacer una serie de operaciones previas,
como las siguientes:
• Emplazamiento de la maquinaria necesaria.
• Colocación y alineado de los tubos en la máquina.
• Refrentado.
• Colocación de la placa de soldar.
Tabla 5.2. Parámetros en el proceso de soldadura a tope (Norma UNE 53394 IN)
Altura inicial
Tiempo Tiempo Tiempo Tiempo
del cordón
T2 (s) T3 (s) T4 (s) T5 (min)
h (mm)
Una vez realizada la soldadura, debe verificarse visualmente que la misma está
correctamente realizada, comprobando el cordón resultante (véase la tabla 5.3).
Aspecto Comentario
El cordón es demasiado
Exceso de presión
estrecho y largo
En cuanto a las tolerancias admisibles, es deseable que la anchura total del cordón bt
oscile entre unos valores extremos bt,máx y bt,mín calculados conforme a las fórmulas
seguidamente indicadas. Los espesores parciales del cordón (b1 y b2; véase la figu-
ra 5.19) deben cumplir con la expresión indicada en las tablas 5.4 y 5.5.
Tabla 5.4. Anchura del cordón de soldadura en función del espesor del tubo
(valores aproximados)
Anchura
del cordón
bt (mm)
3 4a6
4 4a7
5 5a8
6 6a9
Espesor
8 7 a 10
del tubo 9 8 a 11
e (mm)
11 9 a 12
13 10 a 14
16 11 a 15
18 12 a 16
19 12 a 18
(continúa)
Sistemas de unión 167
Tabla 5.4. Anchura del cordón de soldadura en función del espesor del tubo
(valores aproximados) (continuación)
Altura
del cordón
bt (mm)
22 13 a 18
24 14 a 19
27 15 a 20
30 16 a 21
Espesor
34 17 a 22
del tubo 40 18 a 23
e (mm)
45 20 a 25
50 22 a 27
55 24 a 30
60 26 a 32
65 28 a 36
b t ,min ≥ 0,9 ⋅ b t ,m
b t ,max ≤ 1,1 ⋅ b t ,m
b t ,max + b t ,min
b t ,m =
2
κ (mm)
5.3.4. Rendimientos
En la tabla 5.6 se indican unos rendimientos medios razonables en el proceso de
soldadura a tope como técnica para unir tubos de PE.
Tales rendimientos corresponden a instalaciones sencillas; en instalaciones de difi-
cultad media o grande, los rendimientos disminuirán.
Por otro lado, cuando el tipo de instalación así lo requiera, se pueden efectuar más
soldaduras en el mismo tiempo si se disponen dos equipos, puesto que durante el
tiempo de enfriamiento T5 se puede efectuar una soldadura con el segundo equipo.
Sistemas de unión 169
DN PN N.º soldaduras
tubo (mm) tubo (bar) día/8 h
10 20
110
16 16
10 19
125
16 15
10 13
140
16 11
10 14
160
16 13
10 13
180
16 12
10 11
200
16 10
10 10
225
16 9
10 9
250
16 8
10 9
280
26 8
10 8
315
16 7
10 7
355
16 6
10 6
400
16 5
6 6
500
10 5
6 5
560
10 4
6 5
630
10 4
6 4
710
10 3
6 4
800
10 3
6 4
900
10 3
6 3
1.000
10 3
1.200 6 3
1.400 6 3
1.600 6 2
170 Tuberías de polietileno. Manual técnico
1 2 3 4 5 6
1 2 3 4 5 6
Este sistema de unión presenta, básicamente, las tres grandes ventajas siguientes:
a) Se pueden unir tubos de PE con otros de materiales diferentes.
b) Son muy adecuados para conexiones en sitios de difícil acceso.
c) Permiten el desmontaje de la unión durante el servicio de la tubería.
3. Alinear los dos tubos e insertarlos hasta la marca indicada. Hasta el diámetro
160 mm la inserción puede ser manual. Para diámetros superiores se usará
tráctel o desplazador (véase la figura 5.33).
el cual es el encargado de acoplar la plantilla de las bridas a cada uno de los extre-
mos de la tubería a unir.
Las dimensiones de las plantillas de las bridas están normalizadas en normas inter-
nacionales, de manera que sean compatibles con cualquier material (véase el apar-
tado 4.2.4).
Ejemplo
Manguito
electrosoldable
Brida
Polietileno Acero
Junta Brida
Portabridas de PE
6.1. Introducción
El diseño hidráulico de una tubería tiene por objeto principal la determinación del
diámetro de la misma. En el presente capítulo se especifican unos criterios básicos
que deben seguirse en el diseño hidráulico de una conducción según se trate de
redes de abastecimiento de agua urbanas (a presión) o de saneamiento (en lámina
libre), pues son los empleos más frecuentes de las conducciones de PE.
desde el origen hasta el punto de suministro, de manera que, para una situa-
ción definida de consumos en los nudos, pueden calcularse los caudales cir-
culantes por las tuberías sin más que aplicar la ecuación de continuidad; es
decir, el caudal circulante por una conducción es igual a la suma de los con-
sumos en los nudos situados aguas debajo de la misma. Lo típico de estas
redes es que tienen un gran número de puntos terminales y en cada uno de
los cuales hay, o puede haber, una toma o acometida de agua.
b) Redes malladas: tienen todas sus tuberías interconectadas entre sí, de manera
que el agua puede llegar a un punto siguiendo varios caminos, al contrario que
en las anteriores redes ramificadas, en las que el agua sólo llega a cada punto
siguiendo un camino único. En consecuencia, en las redes malladas los cau-
dales circulantes por las conducciones no quedan definidos aplicando las
ecuaciones de continuidad, sino que es necesario para definirlos, además,
aplicar las ecuaciones de equilibrio de la malla.
c) Redes mixtas: corresponderían a diseños que contienen tramos de red
mallada y tramos de red ramificada. Por ejemplo, es frecuente en redes rami-
ficadas disponer algún anillo de refuerzo para mejorar o equilibrar las presio-
nes o aumentar la dotación de alguna zona concreta, si bien esto suele ser
casi siempre una práctica realizada sobre redes existentes en las que, por el
motivo que sea, hay alguna insuficiencia en el suministro de agua.
La mayor parte de las redes para abastecimiento de agua potable se proyectan nor-
malmente con disposición ramificada. Sólo en las redes de distribución en entor-
nos urbanos, en donde se exige al sistema una gran seguridad en el suministro y
otras cualidades complementarias como el mantenimiento del agua en circulación
permanente en todos los anillos de la red, aunque existan tramos sin consumos, es
cuando se recurre masivamente a los diseños mallados.
Nota
que existan suficientes válvulas de corte que permitan aislar un sector relativamente poco
importante. En una red ramificada, por el contrario, la rotura de una conducción deja sin servi-
cio a todos los tramos que estén aguas abajo.
En las redes malladas, además, las pérdidas de carga que se producen son menores y no se
suceden estancamientos del agua, lo que redunda en una mejor calidad de suministro.
Unos valores habituales de las dotaciones brutas en España para diversos tama-
ños de poblaciones y niveles socioeconómicos pueden ser los que se indican en la
tabla 6.1 (MOPTMA, 1992).
Nota
En España las dotaciones brutas urbanas oscilan habitualmente entre 150 y 500 l/hab/día, com-
prendiendo en tales cifras, en cualquier caso, una gran variedad de conceptos (consumos domésti-
cos, necesidades comunes o de servicios públicos, dotaciones industriales, pérdidas, etc.), inclu-
yendo la eficiencia en la distribución del sistema. En otros países, como en Estados Unidos, las
dotaciones son mucho mayores (200 a 1 500 l/hab/día), debido al diferente estilo de vida, basado
en la baja densidad urbana de sus poblaciones o la mayor superficie de zonas ajardinadas.
Nota
El caudal punta tiene por finalidad considerar la variabilidad de los consumos a lo largo de las
horas del día, de los días del mes y de los meses del año.
Así, es frecuente considerar que el día punta del año consume 1,5 veces lo del día medio y en
ese día, en la hora máxima, se consume 1,5 veces lo que la hora media. Ello quiere decir que
la punta máxima del año es de 1,5 x 1,5 = 2,25 veces el consumo medio anual. Un criterio
similar al anterior y muy utilizado en España en el diseño de una gran cantidad de abasteci-
mientos a poblaciones es el propuesto por la antigua reglamentación del Ministerio de Obras
Públicas para el proyecto de abastecimientos menores de 12 000 habitantes, según el cual la
punta de cálculo se obtenía repartiendo el consumo medio diario en 10 h, lo que equivale a
fijar un coeficiente de punta de 2,4 (que es el criterio antes propuesto).
Si los cálculos se hicieran con mayor detalle debería considerarse también el hecho de que, a
medida que la población atendida aumenta, el coeficiente de punta disminuye. Es, por ejem-
plo, el criterio seguido por el Canal de Isabel II en Madrid, organismo que calcula el caudal
punta Qp en función del caudal medio Qm (ambos en l/s) mediante la siguiente expresión, con
un valor máximo de 3 para el coeficiente de punta.
Q p = 1,8 [Q m +(Q m )0,5] ≤ 3 Q m
En cualquier caso, sea cual sea el criterio seguido, el caudal máximo real de diseño de las
redes de abastecimiento es el caudal medio mayorado por el coeficiente de punta que, habi-
tualmente, oscila entre 2 y 3.
Diseño hidráulico 181
Presión mínima
(m.c.a.)
1 19
2 22
3 26
4 29
5 32
Número 6 36
de plantas 7 39
8 42
9 45
10 49
11 52
12 55
Nota
La diferencia entre la presión máxima en la red (60 m.c.a.) y la mínima (véase la tabla 6.2) es
la pérdida de carga máxima disponible en el cálculo de la red. Esto implica que habitualmente
no es posible abastecer con la sola presión de la red edificios de más de 8 o 9 plantas, ya que
182 Tuberías de polietileno. Manual técnico
la pérdida de carga admisible máxima sería de 18 o 15 m (60 m menos 42 o 45), valor clara-
mente escaso. Ello implica que los edificios más altos necesitan sus propios grupos de bombeo
que suplementen la presión necesaria y cuyo cálculo es ajeno a la red domiciliaria.
A partir de los valores antes establecidos para las presiones máximas y mínimas se
diseña la red para las dos hipótesis siguientes:
a) Consumo mínimo: la presión en todos los puntos debe ser inferior a la
máxima (60 m.c.a.).
b) Consumo máximo: la presión en todos los puntos debe ser superior a
la mínima (véase la tabla 6.2).
La pérdida de carga total (∆H) en una conducción será la suma de las pérdidas de
carga continuas (∆Hc) y las localizadas (∆Hl), las cuales se deben calcular conforme
se explica en los siguientes apartados.
∆ H = ∆H c + ∆H l
∆H c f v2
J= = ×
L ID 2g
0,25
f= 2
⎡ ⎛ k 2,51 ⎞⎤
⎢log ⎜⎜ + ⎟⎟⎥
⎣ ⎝ 3,71 ID Re f ⎠⎦
Los valores que se adopten para la rugosidad son determinantes en los resultados
obtenidos en el cálculo. Dependen fundamentalmente del material de la conduc-
ción, si bien otros factores que también habría que considerar para la fijación de la
rugosidad serían los siguientes, entre otros:
• El número de uniones de la canalización.
• El número y tipología de piezas especiales.
• La antigüedad de la conducción y el estado de conservación.
• La temperatura del agua transportada.
• La presencia de irregularidades en el trazado.
• La ovalación de la tubería.
Nota
Las expresiones anteriores son las conocidas como “fórmulas racionales” (derivadas de la
aplicación de la teoría de la hidráulica), si bien, no obstante, además de ellas, existen nume-
rosas “fórmulas empíricas” para el cálculo de las pérdidas de carga. Son, por ejemplo,
las de Ganguillet y Kutter (1869), Manning (1890), Bazin (1897), Hazen-Williams (1920),
Scimemi (1925) o Scobey (1931), entre otras, si bien hay referencias hasta incluso del siglo XVIII
(Chézy, 1765).
De todas ellas, las de Manning y Hazen-Williams son, quizá, las que más empleo tienen en la
práctica, aunque pueden presentar errores respecto a las racionales, de manera que su empleo
debe hacerse con precaución y sólo para cálculos aproximados.
En concreto, la expresión de Manning (adimensional) es la siguiente:
6,35 v 2 n2
J=
(ID )4/3
En las tablas 6.3 y 6.4 se representan las pérdidas de carga por rozamiento (en m/min)
en tuberías de polietileno para el transporte de agua a presión para diferentes cauda-
les, velocidades y diámetros calculadas conforme a la expresión de Darcy-Weisbach y
Colebrook (para una rugosidad k = 0,003 mm).
Ejemplo
Calcular el diámetro interior de una conducción de PE de 2 km de longitud que haya de
transportar un caudal de 100 l/s a 20 ºC con una pérdida de carga admisible de 1 bar.
∆Hc 10
J= = = 0,005 m/m
L 2 000
Entrando en la tabla 6.3, con J = 0,005 m/m y Q = 100 l/s se obtiene que el diámetro interior
de la conducción deberá ser 300 mm.
Por otro lado, también puede verse que para ID = 300 mm y Q = 100 l/s, la velocidad de cir-
culación del agua será de 1,25 m/s.
Ejemplo
Calcular la capacidad de transporte de agua a 20 ºC de una conducción de PE de DN 630
mm y SDR 11, de 1 km de longitud, en la que la pérdida de carga admisible sea de
0,5 bar.
Según la figura 3.1 el espesor de un tubo de DN 630 mm y SDR 11 es de 57,2 mm, de manera
que su diámetro interior ID es de 515,6 mm (630 – 2 x 57,2).
La pérdida de carga unitaria valdrá:
∆Hc 5
J= = = 0,005 m/m
L 1 000
186 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Entrando en la tabla 6.3 con J = 0,005 m/min e ID = 515 mm se obtiene que la capacidad
de transporte de la conducción es de 460 l/s.
Por otro lado, también puede verse que para ID = 515 mm y Q = 460 l/s la velocidad de cir-
culación del agua será de 2,30 m/s.
Ejemplo
Calcular la pérdida de carga (a 20 ºC) en una conducción de PE de DN 630 mm y SDR 11,
de 1 km de longitud, en la que la velocidad de circulación del agua sea de 1 m/s.
Según la tabla 3.1, el espesor de un tubo de DN 630 mm y SDR 11 es de 57,2 mm, de manera
que su diámetro interior ID es de 515,6 mm (630 – 2 x 57,2).
En la tabla 6.3 puede verse que para ID = 515 mm y v = 1 m/s la capacidad de transporte es
de 200 l/s.
Entrando en la misma tabla podemos observar que con Q = 200 l/s e ID = 515 mm se obtiene
que la pérdida de carga unitaria es de 0,0004 m/min, con lo que la pérdida de carga unitaria
valdrá:
∆Hc = J × L = 0,0004 × 1 000 = 0,4 m = 0,04 bar
Comparativa
PRFV
PE
PVC
Acero
Fundición
Hormigón
1800
n = 0,008 (PE)
1600 n = 0,011 (acero)
caudal en conducción de PE (L/s)
n = 0,012 (fundición)
1400
n = 0,013 (hormigón)
1200
1000
800
600
400
200
0
0 200 400 600 800 1000
caudal en material alternativo (L/s)
En cualquier caso, las pérdidas de carga calculadas con las expresiones anteriores
corresponden al caso de transportar agua a la temperatura de 20 ºC. Si la tempera-
tura del agua fuera diferente a dicho valor, las pérdidas de carga se calcularían
mediante la siguiente expresión:
Jt = Fc · J20 ºC
1,15
Re < 0,000015
1,10
R e >0,000015
1,05
Factor Fc
1,00
0,95
0,90
0,85
0 10 20 30 40 50
Temperatura (ºC)
Por último, además de las anteriores pérdidas de carga continuas, J, deben calcu-
larse también las pérdidas de carga localizadas en los accesorios y en las válvulas, las
cuales se determinan mediante la siguiente expresión:
v2
∆H l = K ⋅
2g
Coeficiente K
K 0,10 0,05
2Lv 2L
∆P = ± si T>
gT a
9 900
a=
Dm
48,3 + K c
e
1010
Kc =
E
av 2L
∆P = ± si T<
g a
E Kc Dm e a
Material
(kg/m2) (mm) (mm) (m/s)
Ejemplo
Para ilustrar el hecho de cómo la velocidad de circulación del agua debiera ser el resultado de
un ejercicio de optimización económica de la red que minimizara los costes totales de la tube-
ría, puede citarse, por ejemplo, el caso de una impulsión, en la que para bombear un caudal
dado, al aumentar la velocidad admisible disminuye el diámetro (menores costes de instala-
ción) pero se incrementan las pérdidas de carga (elevándose, en consecuencia, los costes
energéticos), existiendo, por tanto, una velocidad que hace mínima la suma de ambos costes.
Algo parecido ocurre en una red mallada por gravedad, en la que las pérdidas de carga
admisibles estén fijadas previamente. En este caso, existen numerosas combinaciones de diá-
metros en cada tramo (y en consecuencia diferentes velocidades del agua) para lograr dicho
objetivo, de manera que sólo una será la que corresponderá al coste mínimo de la red (véase
la figura 6.3).
196 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Costes
v (m/s)
v (m/s) v (m/s)
(Clement-Galand, 1979) (Granados, 1986)
4,0 2,0
3,5 1,8
Caudal, línea gruesa (m /s)
2,5 1,3
2,0 1,0
1,5 0,8
1,0 0,5
0,5 0,3
0,0 0,0
0,00 0,20 0,40 0,60 0,80 1,00 1,20 1,40 1,60
ID (m)
Nota
Hay varios motivos que justifiquen el hecho de que los diámetros tengan que tener unos valo-
res mínimos. En primer lugar estaría la circunstancia, por ejemplo, de que solamente para con-
ducir los caudales necesarios en caso de incendios se necesitarían diámetros mínimos de 75 o
110 mm, según el tamaño de la población abastecida.
Por otro lado, cuanto menor sea el diámetro, mayores son las pérdidas de carga (disminuyendo
las presiones disponibles en los terminales de la red), ocurriendo que, en diámetros pequeños,
al disminuir el diámetro, el coste decrece menos de lo que aumenta la pérdida de carga. Este
hecho aconseja también no utilizar diámetros excesivamente pequeños en las redes.
b) Redes malladas: el cálculo de una red mallada es más complejo que el de una
red ramificada, pues a las dificultades de optimización de diámetros de éstas,
se une el hecho de que no se conoce el caudal realmente circulante por cada
tramo. Un primer avance en el diseño de redes malladas fue la introducción
del método de Hardy Cross, el cual se basaba en el cumplimiento de las dos
condiciones hidráulicas siguientes:
• En cada nudo (punto de confluencia de varios tramos) la suma algebraica
de caudales debe ser cero (con un signo los que entran y con otro los que
salen).
• En cada una de las mallas o circuitos cerrados, la suma de las pérdidas de
carga de todos los tramos es cero, independientemente del sentido del
recorrido de la malla, y teniendo en cuenta que el sentido del caudal
puede ser o no coincidente, lo cual afecta al signo de la pérdida de carga.
que puede seguirse para definir la solución inicial es, partiendo del nudo por
el que la red se alimenta, descomponer el caudal entre los diversos tubos
salientes, de forma proporcional al cuadrado de sus diámetros, lo cual equi-
vale a suponer una velocidad constante. A los caudales así obtenidos se les
restan los consumos y el total de los que llegan a un nudo se descompone
entre los tubos salientes con el mismo criterio anterior.
El método de Hardy Cross aproxima una a una todas las ecuaciones de la
malla (que en redes muy tupidas pueden llegar a ser muchas), de manera que
hoy en día se han desarrollado métodos matemáticos que, partiendo de las
mismas bases de cálculo, aproximan todas las ecuaciones a la vez en su con-
junto, resolviendo un sistema de ecuaciones lineales para cada aproximación,
de manera que la convergencia es mucho más rápida. Dentro de esta familia
de métodos más avanzados pueden citarse, por ejemplo, el método de New-
ton Raphson o el de Aguinaga.
En cualquier caso, la resolución práctica de todos estos métodos iterativos
para el cálculo de redes malladas se hace en la práctica hoy en día con la
ayuda de herramientas informáticas.
Aunque hay una gran cantidad de programas de ordenador disponibles en el
mercado para el diseño de redes malladas, puede destacarse, por ejemplo, el
conocido como EPANET. Dicho programa ha sido desarrollado por la Divi-
sión de Recursos Hídricos y Suministros de Agua (anteriormente División
de Investigación del Agua Potable) del Laboratorio Nacional de Investiga-
ción para la Prevención de Riesgos (NRMRL) de la Agencia para la Protec-
ción del Medio Ambiente de EE.UU. (USEPA), cuya versión española ha
sido traducida en la Universidad Politécnica de Valencia. Es un software de
dominio público, que puede bajarse y distribuirse libremente desde el sitio
web www.epa.gov/ORD/NRMRL/wswrd/epanet.html.
Nota
Efectivamente, en una red mallada fijado el caudal y pérdida de carga admisible de cada
tramo, a criterio del proyectista, se pueden diseñar múltiples combinaciones. Por ejemplo, dis-
poner tubos de gran diámetro en cabecera y pequeños en los terminales, o viceversa, cum-
pliendo siempre los condicionantes del problema: suministrar el caudal solicitado manteniendo
una presión mínima en los terminales.
Ante la gran variedad de soluciones posibles para este problema, hace años se desarrollaron
unas metodologías (conocidas como métodos aproximados) que pretendían introducir criterios
homogéneos en el cálculo de las redes. Unos estaban basados en el establecimiento de crite-
Diseño hidráulico 201
rios de velocidad recomendable, otros en la forma de ordenamiento del cálculo por arterias
independientes o por sectores, y finalmente otros en el reparto uniforme a lo largo de cada
arteria de la pérdida de carga disponible en la misma.
Estos métodos aproximados fueron muy utilizados en España en la década de los años 1960 y
1970, si bien fueron pronto abandonados por los expertos para dar paso a otros cuyo objetivo
era la búsqueda del diseño más económico. La condición de coste mínimo de la red era con-
cluyente, ya que si bien existen infinitas soluciones que resuelven el problema hidráulico, y que
por tanto dan un servicio correcto al usuario, cada una con su costo, la que interesa es aquella
que sea económicamente más favorable.
Para ello se siguieron distintas vías apoyadas en los conocimientos matemáticos de la época,
siendo destacable el método de Labye (1975) por sus contribuciones a los conocimientos sobre
técnicas de optimización de redes de tuberías. El método discontinuo de Labye era un algo-
ritmo de optimización de redes ingenioso y rápido que, aunque no podía tener en cuenta en el
proceso de cálculo la variación del timbraje de las tuberías, supuso un importante avance en el
dimensionamiento de las redes. No obstante, las limitaciones de cálculo de la época hacían
que este método supusiera una simplificación excesiva que hacía que la solución que aportaba
no fuera la óptima.
Ello hizo que a partir de la década de 1980 dejara de utilizarse este método, pasándose a utili-
zar desde entonces métodos de cálculo basados en la programación lineal y dinámica, que
permiten obtener la curva real de costes de la red teniendo en cuenta la evolución del timbraje
de los tubos en cada uno de sus tramos (el método Granados de 1985, por ejemplo).
Nota
Antiguamente (cuando los métodos de cálculo no estaban tan desarrollados como en la actua-
lidad), el cálculo de las redes malladas se hacía convirtiéndolas en ramificadas haciendo unos
“cortes virtuales” en las conducciones, de manera que la red se podría calcular conforme los
criterios descritos anteriormente para las redes abiertas.
El procedimiento anterior, pese a lo rudimentario del mismo, era el propuesto en las antiguas
instrucciones del Ministerio de Obras Públicas para el cálculo de redes de abastecimiento (años
1960), en las cuales una forma de obtener una primera solución de los cortes virtuales era ele-
girlos de manera que la longitud de la conducción entre cada punto de corte y el origen fuera
aproximadamente igual por los dos caminos posibles, calculando a continuación la red.
Para cada punto de corte se obtendrían dos presiones distintas, según el camino recorrido. Para
que los resultados del cálculo puedan ser considerados como definitivos solía exigirse que la
diferencia de dichas presiones en cada punto de corte fuera inferior al 20% de la pérdida de
carga entre dicho punto de corte y el origen de la red. Si esto no se cumplía, el resultado se
202 Tuberías de polietileno. Manual técnico
consideraba como un predimensionado, teniendo que afinar el cálculo variando los puntos de
corte virtual y los diámetros.
Obviamente, hoy en día las redes malladas no se calculan con las metodologías anteriores, sino
que se emplean procedimientos mucho más exactos, como los descritos en párrafos anteriores.
Nota
Hoy en día hay una tendencia generalizada a que las nuevas redes de saneamiento sean de
tipo separativo.
Por otro lado, está comprobado que las primeras aguas de lluvia presentan una importante
carga contaminante por lo que, en las redes unitarias, si no se dispone de algún tratamiento
para estas aguas pluviales, se pueden generan importantes contaminaciones en el medio
receptor. Estudios de la US Environmental Protection Agency, en 1983, sobre 2 300 aguaceros
en 81 estaciones de 22 ciudades distintas estimaban valores medios de 100 mg/l de sólidos en
suspensión, 10 mg/l de DBO5 y 65 mg/l de DQO como indicadores de la contaminación de
las primeras aguas de lluvia.
Debe, por último, tenerse en cuenta también que la conversión de una red unitaria existente en
la actualidad en separativa es una tarea prácticamente inabordable con resultados eficientes
por lo dificultoso de la misma.
Dd × C r × P
QD m = QD min = 0,25 × QD m
86,40
Para el cálculo del caudal punta de las aguas residuales domésticas, pueden emple-
arse diversas fórmulas, como por ejemplo las siguientes, propuestas por diferentes
administraciones:
Diseño hidráulico 205
• Confederación del Norte: QDp = QDm + 2,6 x (QDm)0,7 si QDm > 2 l/s
QDp = 5,5 x (QDm)0,2 si QDm < 2 l/s
Para el cálculo de las aguas residuales de otros orígenes (industrial, sector terciario,
equipamientos dotacionales, etc.) se deben seguir criterios similares adaptados a
cada caso particular.
Ejemplo
Calcular los caudales de aguas residuales necesarios para el diseño de la red de sanea-
miento de una población de 12 000 habitantes que tenga una actividad industrial comer-
cial media.
Conforme a las dotaciones de abastecimiento normalizadas en la tabla 6.1, los valores de los
caudales medio y mínimo de diseño serán los siguientes:
Siguiendo, por ejemplo, los criterios de la Confederación Hidrográfica del Norte, el caudal
punta sería el siguiente:
Periodo de retorno
Tipo de zona
Sin sobrecargar Poniendo la red en
la red carga sin inundar
Áreas rurales 1 10
Áreas residenciales 2 10
Pasos inferiores 10 50
Nota
La fijación del periodo de retorno para el que diseñar las redes de drenaje es una cuestión
compleja. Cuanto más elevado sea, mayores serán los costes de la red, pero menores los
daños causados por potenciales inundaciones. Y, en sentido contrario, pequeños periodos de
retorno implican costes bajos de inversión, pero importantes afecciones durante el servicio a
causa de las recurrentes inundaciones que se producirán. En consecuencia, y en la más pura
Diseño hidráulico 207
teoría, el periodo de diseño de las redes de drenaje debería ser el que hiciera mínima la suma
de ambos costes (los de inversión y los asociados a las inundaciones producidas durante el
servicio de la red). Este razonamiento es similar al establecido para la optimización de las velo-
cidades de diseño en las conducciones a presión (véase el apartado 6.2.6).
Lo que ocurre es que el principio básico antes enunciado es difícil de cuantificar monetaria-
mente en la realidad, de manera que, en la práctica, se suelen exigir periodos de retorno de
diseño del orden de 10 años, valores que, se supone, producen el mínimo de costes antes
explicado (véase la figura 6.8).
Coste de la conducción
Coste total
Coste debido a las inundaciones
Costes
T (años)
C e × It × A
QP = K ×
3,6
En relación con los valores a adoptar para la intensidad media de precipitación, It,
y para el coeficiente de escorrentía, Ce, los criterios a seguir son los relacionados a
continuación.
Baleares: entre 11 y 12
Canarias: 8 en la vertiente norte y en islas de marcado relieve
9 en la vertiente sur y en islas de topografía suave
Ceuta y Melilla: entre 10 y 11
Pd = YT × P
C coeficiente de escorrentía
Pd precipitación total diaria correspondiente a un periodo de retorno T, en mm
212 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Coeficiente
C
Rural 0,50
Ejemplo
Calcular conforme a la metodología del método racional el caudal de aguas pluviales
generado en una cuenca de tipo rural en las cercanías de Zaragoza, de 0,25 km2 de
superficie, en la que el mayor cauce tenga una longitud de 800 m y un desnivel de 46 m.
Al estar en las cercanías de Zaragoza, el parámetro I1 / Id valdrá 10 (véase la fig. 6.9) y la rela-
ción It / Id:
It 280,1 − 0,430,1
= 10 × = 12,05
Id 280,1 − 1
Diseño hidráulico 213
De las figuras 6.10 y 6.11 se obtiene que Cv es 405 y P = 45 mm, respectivamente, de manera
que el cuantil YT será 1,4995 (adoptando un periodo de retorno de 10 años). En consecuencia,
la precipitación total diaria Pd asociada a dicho periodo de retorno valdrá:
67,45
Pd = 1,4995 × 45 = 67,45 mm Id = = 2,81 mm/h
24
Al tratarse de una zona rural puede adoptarse un coeficiente de escorrentía medio C de 0,50,
de manera que el caudal de cálculo valdría:
Conducciones de
Qmáx = QDp
aguas residuales
Qmáx Qmáx = QDp + QP
Conducciones de
Qmáx = QP
aguas pluviales
Ejemplo
Calcular los caudales de diseño de una red de saneamiento y drenaje unitaria que hubiera
de recoger los caudales generados en la aglomeración urbana y de la escorrentía rural
calculadas en los ejemplos de los anteriores apartados 6.3.2 y 6.3.3.
Conforme a los criterios resumidos en la tabla 6.12, los caudales de diseño de la red de sane-
amiento y drenaje serían los siguientes:
Qmáx = 1 410 + 58 = 1 468 l/s Qmín = 7,5 l/s
Velocidad Llenado
∆H c v 2 n 2
J= = 4
L R H3
J pendiente de la conducción
Hc pérdida de carga continua, en m
L longitud del tramo, en m
v velocidad del agua, en m/s
RH radio hidráulico de la conducción, en m
Am
RH =
Pm
Vp / V
0,9
Qp / Q
0,8
0,7
0,6
h/ID
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0 1,1 1,2
Vp / V y Qp / Q
h Calado
ID Diámetro interior
Q Caudal a sección llena
Qp Caudal a sección parcialmente llena
V Velocidad del agua a sección llena
Vp Velocidad del agua a sección parcialmente llena
Ejemplo
En el presente ejemplo, por último, se pide dimensionar la conducción de PE necesaria
para transportar los caudales Qmáx = 1 460 l/s y Qmín = 7,5 l/s, sabiendo que la pendiente
que debe tener es del 0,9%.
Hagamos, en primer lugar, un tanteo para verificar si una conducción de diámetro interior 800
mm sería suficiente. Su capacidad hidráulica a sección llena (Q) y la velocidad resultante (v)
serían las siguientes, calculadas según la expresión de Manning (n = 0,008 para el PE):
0,82
Q = 1,56 = v ⋅ S = v ⋅ π π v = 3,11 m/s
4
Entrando en la figura 6.12 con el valor anterior se obtiene que la relación h/ID es aproximada-
mente 0,75, valor razonable para el llenado de la conducción ante el caudal máximo.
Para verificar que la velocidad es correcta, entrando en la figura 6.12 con el valor obtenido de
llenado (0,75) se obtiene que la relación entre la velocidad para el caudal de cálculo y la velo-
cidad a sección llena es 1,13, de manera que la velocidad para el caudal máximo será:
vp = 1,13 · v = 1,13 x 3,11 = 3,48 m/s
Es un valor inferior a 6 m/s que es el admisible para situaciones esporádicas (véase la tabla 6.13;
el caudal de avenida para periodo de retorno de 10 años puede considerarse una situación
excepcional).
Qp 0,0075
= = 0,0048
Q 1,56
Entrando en la figura 6.12 con el valor anterior se obtiene que la relación h/ID es aproximada-
mente 0,05; a su vez, para ese valor, en la misma figura se obtiene que la relación entre la
218 Tuberías de polietileno. Manual técnico
velocidad para el caudal de cálculo y la velocidad a sección llena es 0,32, de manera que la
velocidad para el caudal mínimo será:
vp = 0,32 · v = 0,32 x 3,11 = 0,99 m/s
Es un valor superior a 0,3 o 0,6 m/s, que son los valores mínimos admisibles normalizados en
la tabla 6.13.
En consecuencia, si los caudales de diseño son Qmáx = 1 460 l/s y Qmín = 7,5 l/s y la pendiente
es del 0,9%, la conducción de PE deberá tener un diámetro interior de 800 mm.
Nota
Al igual que en las redes de abastecimiento, en las de saneamiento también suelen fijarse unos
valores mínimos a los diámetros de las conducciones que las componen, si bien, en este caso,
los criterios para normalizar dichos valores mínimos son diferentes.
En concreto, el principio básico seguido para la determinación de los diámetros mínimos de
las conducciones que forman parte de las redes de saneamiento es que deben tener una sec-
ción tal que se evite la formación de atascos. Habitualmente, las conducciones de saneamiento
y drenaje, junto a las aguas residuales o pluviales, transportan todo tipo de objetos (elementos
sólidos, trapos, ramas de árboles, hojas, etc.), de manera que si la conducción es muy pequeña
podría atascarse.
7 Diseño mecánico
3
E⎛ e ⎞
Sc = ⎜ ⎟⎟
12 ⎜⎝ D m ⎠
Con los criterios anteriores, el comportamiento de un tubo puede variar con el diá-
metro y el espesor (un comportamiento flexible para diámetros grandes y espesores
reducidos puede tornarse en rígido para diámetros pequeños y elevados espesores),
si bien, en la mayoría de los casos, resultaban como tubos rígidos los de hormigón,
como semirrígidos los de fundición y como flexibles los de acero y los plásticos.
Lo anterior puede verse claramente en la figura 7.1 (Water Authorities Association,
1988), en la cual se representa dónde se ubicaría cada material de los usualmente
empleados en conducciones (incluso el extinto fibrocemento) en función de su rigi-
dez (en línea continua se marcan las utilizaciones más frecuentes de cada material y
en discontinua las menos).
En la figura puede apreciarse el efecto antes comentado de que un tubo de un
mismo material puede resultar con rigideces muy variables en función de la geo-
metría (los valores menores del rango de rigideces cubierto por cada material
corresponden a los diámetros grandes y viceversa). Los tubos de PE resultan flexi-
bles para cualquier geometría.
PRFV
ACERO
PE
PVC-U
FUNDICIÓN DÚCTIL
FIBROCEMENTO
HORMIGÓN
Es
Sr =
8 S (1 − υ s2 )
Sr rigidez relativa
Es módulo de elasticidad o de reacción del relleno de la zanja
υs módulo de Poisson del suelo, para el que generalmente se utiliza el valor 0,3
S rigidez circunferencial de la tubería
222 Tuberías de polietileno. Manual técnico
PMA
15
PN 8 (SDR 21)
PN 10 (SDR 17)
10
PN 12,5 (SDR 13,6)
5
PN 16 (SDR 11)
0
PN 20 (SDR 9)
0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600
DN PN 25 (SDR 7,4)
30 PE 80
PN 3,2 (SDR 41)
25
PN 4 (SDR 33)
20 PN 5 (SDR 26)
PN (bar)
15 PN 6 (SDR 21)
10 PN 8 (SDR 17)
PN 10 (SDR 13,6)
5
PN 12,5 (SDR 11)
0
PN 16 (SDR 9)
0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600
DN PN 20 (SDR 7,4)
30 PE 63
25 PN 2,5 (SDR 41)
20 PN 3,2 (SDR 33)
PN (bar)
PN 4 (SDR 26)
15
PN 5 (SDR 17,6)
10 PN 6 (SDR 17,6)
5 PN 8 (SDR 13,6)
PN 10 (SDR 11)
0
0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600 PN 12,5 (SDR 9)
DN PN 16 (SDR 7,4)
30 PE 40
PN 1,6 (SDR 41)
25
PN 2,5 (SDR 26)
20
PN 3,2 (SDR 21)
PN (bar)
15 PN 4 (SDR 17,6)
10 PN 5 (SDR 13,6)
PN 6 (SDR 11)
5
PN 8 (SDR 9)
0
PN 10 (SDR 7,4)
0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600
DN
Ejemplo
Una tubería de PE de DN 400 mm que vaya a estar sometida a una DP de 1,5 N/mm2 y a una
MDP de 2,00 N/mm2 no podrá ser de PE40, sino que habrá de seleccionarse de PE 63, 80 o
100. En cualquier caso, deberá ser de PN 16, equivalente a una serie de espesores S5, S4
o S3,2 según se trate, respectivamente, de PE 100, 80 o 63 (supuesto un coeficiente de seguri-
dad C de 1,25). A su vez, la MDP (2,00 N/mm2) es inferior a 1,50 veces la PFA (o la PN), de
manera que la conducción resiste las sobrepresiones asociadas al golpe de ariete.
⎡ N 100 M ⎤
σ = 10 ⎢ ± αK ⎥
⎣S W ⎦
q vt − q h
δ = CV 100
St
3
Et ⎛ e ⎞
St = ⎜ ⎟⎟
12 ⎜⎝ rm ⎠
DN − e
rm =
2
Ejemplo
En la figura 7.3 se han representado (conforme a UNE 53331 IN y extractadas de la Guía téc-
nica sobre tuberías para el transporte de agua a presión; CEDEX, 2003) las alturas de enterra-
miento que hacen que queden fuera de servicio los tubos de PE en la hipótesis de actuación
conjunta de la presión interior y de las cargas externas.
Corresponden a tuberías de PE80, supuesto un valor de la tensión admisible a largo plazo de
14,4 N/mm 2 y suponiendo que las condiciones de cálculo correspondan a los siguientes pará-
metros:
228 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Las presiones hidráulicas que se han supuesto en el cálculo que soliciten a la tubería son las
siguientes:
• Tubos de la serie S 20: 0,20 N/mm 2
• Tubos de la serie S 12,5: 0,32 N/mm 2
• Tubos de la serie S 8: 0,5 N/mm 2
Se ha representado con línea fina las situaciones en las que la solicitación condicionante es la
deformación y en línea gruesa cuando el estado tensional producido sea el que deja fuera de
servicio a la tubería.
De esta forma, por ejemplo, si un tubo de DN 600 mm va a instalarse enterrado con un ángulo
de apoyo de 60 º y sometido a una DP de 0,32 N/mm 2 y no hay garantías de la compactación
del relleno, no deberían de excederse profundidades de unos 0,75 m (véase la figura 7.3). Si
tiene que ser instalado con un cubrimiento de tierras de 2 m, deberá ser de la serie S8.
Compactación Compactación
Hipótesis consideradas de compactación en las zanjas
alta baja
Valor de cálculo del ángulo de rozamiento interno del relleno (ρ ‘) 25º 8,33º
Módulo de compresión del relleno en la parte superior del tubo (E1) 8,0 N/mm2 1,2 N/mm2
Módulo de compresión del relleno alrededor del tubo (E2) 8,0 N/mm2 1,2 N/mm2
Módulo de compresión del terreno en la zona lateral del tubo (E3) 10,0 N/mm2 1,2 N/mm2
Módulo de compresión del terreno en la zona inferior del tubo (E4) 10,0 N/mm2 10,0 N/mm2
Diseño mecánico 229
Ángulo de apoyo 90º. Relleno bien compactado Ángulo de apoyo 90º. Relleno mal compactado
8 8
S 20
7 S 20 7
S 12,5
6 S 12,5 6
S8
Altura de tierras (m)
4 4
3 3
2 2
1 1
0 0
0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000 0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
DN DN
Ángulo de apoyo 60º. Relleno bien compactado Ángulo de apoyo 60º. Relleno mal compactado
8 8
7 7 S 20
6 6 S 12,5
S8
Altura de tierras (m)
5 5
4 S 20 4
S 12,5
3 3
S8
2 2
1 1
0 0
0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000 0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
DN DN
Ejemplo
En la figura 7.4 se han representado (conforme a UNE 53331 IN y extractadas de la Guía téc-
nica sobre tuberías para el transporte de agua a presión; CEDEX, 2003) las alturas de enterra-
miento que hacen que queden fuera de servicio los tubos de PE en la hipótesis de actuación
exclusiva de las cargas externas.
Corresponden al caso del PE80, supuesto un valor de la tensión admisible a largo plazo de
14,4 N/mm 2 y suponiendo que las condiciones de instalación sean idénticas a las del ejemplo
anterior.
Se ha representado con línea fina las situaciones en las que la solicitación condicionante es la
deformación y en línea gruesa cuando el estado tensional producido sea el que deja fuera de
servicio a la tubería.
De esta forma, por ejemplo, si un tubo de DN 600 mm va a instalarse enterrado con un ángulo
de apoyo de 60 º y sometido a una DP de 0,32 N/mm 2 y no hay garantías de la compactación
del relleno, no deberían de excederse profundidades de unos 0,75 m (véase gráfico de relleno
mal compactado en la figura 7.4). Si tiene que ser instalado con un cubrimiento de tierras de
2 m, deberá ser de la serie S8.
En esta hipótesis pésima de carga (actuación única de las cargas externas), en los
tubos de PE, prácticamente siempre el estado deformacional es limitante antes que
el estado tensional. No obstante, suele ser más condicionante la hipótesis anterior
(actuación conjunta de presión interna y acciones externas) que ésta (sólo acciones
externas).
Diseño mecánico 231
Ángulo de apoyo 90º. Relleno bien compactado Ángulo de apoyo 90º. Relleno mal compactado
8 8
7 S 20 7 S 20
S 12,5
6 6
S8
Altura de tierras (m)
4 4
3 3
2 2
1 1
0 0
0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000 0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
DN DN
Ángulo de apoyo 60º. Relleno bien compactado Ángulo de apoyo 60º. Relleno mal compactado
8 8
S 20
7 7
S 12,5
6 S 20 6
S8
Altura de tierras (m)
5 S 12,5 5
4 4
3 3
2 2
1 1
0 0
0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000 0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
DN DN
Pcrit
≥C
q vt
Pcrit = 2 S t × S sh
Condiciones de la zanja
Tipo
Altura del recubrimiento por encima de la generatriz
superior del tubo H: m
234 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Anchura de la zanja, B: m
Ángulo de inclinación de las paredes de la zanja, β: grados
Tipo de apoyo 2α =MMM
Tipo de suelo. Grupo.
Tipo de relleno
Ángulo de rozamiento interno ρ =MMM
Grado de compactación % Proctor Normal
Peso específico de las tierras de relleno, γ : kN/m3
Sobrecargas concentradas
Cargas de tráfico:MMMCamión de MMMt Nº de ejes:MM
Sobrecargas repartidas
Cargas
Tipo de pavimento
Módulos de compresión de los materiales de pavimentación:
Primera capa:
Módulo de compresión Ef1 N/mm2
Altura, h1 m
Segunda capa:
Módulo de compresión Ef2 N/mm2
Altura, h2 m
8.1. Introducción
En el presente capítulo 2 se desarrollan algunas recomendaciones para las instalacio-
nes enterradas de las tuberías de PE (desde el transporte de la tubería, su montaje y
tendido, hasta la ejecución del movimiento de tierras necesario para situarla en la
zanja), las cuales son la disposición más frecuente de las conducciones.
2
Este capítulo ha sido redactado por D. Fernando Espejo Almodóvar, ingeniero técnico de
obras públicas, profesor titular de escuela universitaria en la Universidad de Salamanca y secreta-
rio académico de la Escuela Politécnica Superior de Ávila.
236 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Figura 8.2. Los tubos en rollos deben transportarse colocados de manera horizontal
Figura 8.3. Los tubos no deben sobresalir en voladizo de la caja del camión
8.2.2. Manipulado
Las operaciones de carga y descarga deben realizarse de tal manera que los distin-
tos elementos no se golpeen entre sí o contra el suelo. La descarga debe hacerse, a
ser posible, cerca del lugar donde deban ser colocados, evitando que el tubo quede
apoyado sobre puntos aislados.
La descarga de los tubos y accesorios debe realizarse ordenadamente, y podrá
hacerse fácilmente con la mano o con equipos. Se evitará arrojarlos desde el camión
al suelo, o golpearlos violentamente; asimismo se evitarán arrastres por el suelo o
contactos con objetos de filo cortante (véase la figura 8.5).
8.2.3. Acopio
A la llegada de los tubos a obra y previa a la recepción se comprobará que la carga
no haya sufrido ningún tipo de deterioro por afloje de amarres, pérdida de protec-
ciones, etc., retirándose cualquier material que plantee dudas sobre su posible uso,
controlando su ubicación para evitar confusiones posteriores.
Instalaciones enterradas 239
Comparativa
Cuando la manipulación sea manual, la altura máxima del apilado no debe poner en peligro
la seguridad del personal. La altura de apilado no debe exceder el valor que se indica en la
tabla 8.1 (según materiales), no debiendo, en ningún caso, excederse alturas de 3 m (mejor
1,5 m) (véanse las figuras 8.9, 8.10 y 8.11).
Instalaciones enterradas 241
PRFV PVC-U PE PP
110 12 10 10
150 9
200 8 7 6 6
300 6
315 4 4 4
DN
400 5 3 3 3
500 4 2 3 3
600 - 700 3 2 3 3
800 - 1.200 2 1 2 2
1.400 - 2.400 1 1 1
8.3. Trazado
En cuanto al trazado de las conducciones, son de aplicación general todas las reco-
mendaciones recogidas en el apartado 5.3, sobre los criterios de proyecto de las
zanjas para alojamiento de tuberías, de la Guía técnica sobre tuberías para el trans-
porte de agua a presión (CEDEX, 2003).
Instalaciones enterradas 243
Hterr
H1 B1 H1
H1 B1
β
β
B ≥ 4 · Dn
B2
B1 H2
H2 H1 Hterr
B1
H1
β β
DN
h ≥ DN
Figura 8.14. Zanja ataluzada en su parte superior
Profundidad sobre
generatriz superior
(m)
8.5. Excavaciones
Aunque las zanjas pueden abrirse a mano o mecánicamente, lo más usual es esto
último, debiendo quedar alineadas en planta y con la rasante uniforme, de acuerdo
con lo indicado en el proyecto. Es aconsejable que la apertura de zanja, la coloca-
ción de las tuberías y el relleno, vayan lo más adecuadamente acompasados, y que
no esté demasiado tiempo abierta, para evitar el peligro de desprendimientos,
inundaciones o meteorización del terreno, ni daños a las tuberías ya colocadas ade-
más de evitar posibles accidentes.
En general, debe excavarse hasta un espesor por debajo de la línea de la rasante
igual al de la cama de apoyo, si existe, siempre que el terreno sea uniforme y no
meteorizable. Cuando el fondo de la zanja quede irregular, por presencia de pie-
dras, restos de cimentaciones, etc., será necesario realizar una sobre-excavación
por debajo de la rasante de unos 15 a 30 cm, para su posterior relleno, compacta-
ción y regularización. El relleno de estas sobre-excavaciones, así como el de las
posibles grietas y hendiduras que hayan aparecido en el fondo de la zanja, se debe
efectuar, preferentemente, con el mismo material que constituya la cama o apoyo
de la tubería.
En el caso de terrenos meteorizables o erosionables por las lluvias en los que las
zanjas vayan a estar abiertas durante un plazo en el que su rasante pueda deterio-
rarse, deben dejarse sin excavar unos 20 cm sobre dicha rasante, ejecutándose
éstos poco antes del montaje de la tubería. Especial atención hay que prestar a la
estabilidad de la zanja al comienzo de periodos lluviosos tras una temporada de
tiempo seco.
Si la naturaleza del terreno no asegura la suficiente estabilidad de la tubería, debe
procederse a su mejora bien por compactación, por sustitución por otro adecuado,
por consolidación por procedimientos especiales o cimentaciones singulares, tales
como apoyo discontinuo en bloques, pilotaje, etc.
Los productos de la excavación aprovechables para el relleno posterior de la zanja
deben depositarse en caballeros situados a un solo lado de la zanja, dejando una
banqueta del ancho necesario para evitar su caída, con un mínimo de 60 cm o 1 m.
Los que no sean utilizables en el relleno se deben transportar y depositar en los ver-
tederos o escombreras previstos. En particular, la tierra vegetal que se encuentre en
las excavaciones deberá removerse, recomendándose su acopio y posterior reposi-
ción en la traza de la tubería, al objeto de paliar el impacto ambiental que la misma
haya podido producir.
248 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Nota
Retrocargadora
Es la máquina para excavar zanjas por excelencia. En la parte frontal tiene una pequeña pala
cargadora (de 0,5 a 1,5 m3) y en la parte posterior una retro. La retro puede, a su vez, ser sus-
tituida por otros accesorios, como un martillo rompedor.
Excavan por debajo del nivel del suelo alcanzando profundidades de hasta 6 m y anchuras de
pala del orden de 1 m.
Lo habitual es que vaya montada sobre neumáticos (de mayor diámetro los del eje trasero), lo
que le permite bastante movilidad y transporte a distancias apreciables.
Zanjadora
Especialmente diseñadas para la apertura rápida de zanjas continuas en campo abierto, son
unas máquinas que excavan por debajo del nivel del suelo dejando una zanja del ancho dese-
ado perfectamente acabada, con el fondo plano, lista para instalar en ella la tubería. Los
modelos normales trabajan a profundidades de 1,5 a 2,5 m, abriendo zanjas de 30 a 75 cm
de ancho. Las de mayor potencia alcanzan 5 o 6 m de profundidad por 1,5 m de anchura.
Instalaciones enterradas 249
8.6. Montaje
Los tubos, a su llegada al lugar de instalación, se repartirán a lo largo de la conduc-
ción y en el caso de que la zanja no está abierta en el momento de la descarga se
colocarán, siempre que sea posible, en el lado opuesto a aquel en que se piensen
depositar los productos de la excavación, y de tal forma que queden protegidos del
tránsito de vehículos, explosivos, etc. (véase la figura 8.15).
Antes de colocar la tubería en zanja, ésta debe estar limpia de objetos extraños
como piedras, pedazos de madera, etc., que pudieran perjudicar a la tubería.
Durante el tendido en zanja, la tubería debe tener los puntos de apoyo suficientes
(rodillos), con el fin de que sirvan de guías para no rozarla contra las paredes; des-
pués, estos elementos deben ser retirados.
La tubería deberá reposar libremente en el fondo de la zanja, sobre el correspon-
diente lecho de arena (véanse las figuras 8.16 y 8.17).
La alta flexibilidad del PE le confiere características importantes en el proceso de
montaje y tendido, ya que podrán unirse fuera de la zanja los tubos e instalarse con
radios de curvatura pequeños sin necesidad de accesorios. Se recomiendan los valores
indicados en la tabla 8.4 para temperaturas de 20 ºC.
Para otras temperaturas, será necesario controlar la temperatura ambiente dado que
a 0 ºC estos radios se incrementarán 2,5 veces. Entre 0 y 20 ºC el radio se extrapo-
lará linealmente.
250 Tuberías de polietileno. Manual técnico
PE 40 PE 80 PE 100
4,0 20 x DN 30 x DN 50 x DN
6,0 20 x DN 20 x DN 30 x DN
10,0 20 x DN 20 x DN 20 x DN
PN
16,0 20 x DN 20 x DN
20,0 20 x DN 20 x DN
25,0 20 x DN 20 x DN
Paso de la tierra
sobre la tubería
Fuerza que
moviliza a través
de la resistencia
pasiva de la materia
Movimiento
exterior lateral
de la tubería
mín
0,3 m mín
relleno
0,3 m
selecc. relleno
selecc.
2α Pj · DN
mín 2α
0,1(1+DN) m
material granular
material granular
compactado
compactado
Con carácter general se recomienda que el material granular a emplear en las camas
de apoyo sea no plástico, exento de materias orgánicas y con un tamaño máximo
de árido de 25 mm, pudiendo utilizarse arenas gruesas o gravas preferentemente
rodadas, con granulometrías tales que, en cualquier caso, el material empleado sea
autoestable (condición de filtro y de dren).
Las camas granulares hay que realizarlas en dos etapas. En la primera se ejecuta la
parte inferior de la cama, con superficie plana, sobre la que se colocan los tubos,
acoplados y acuñados. En una segunda etapa se realiza el resto de la cama relle-
nando a ambos lados del tubo hasta alcanzar el ángulo de apoyo indicado en el
proyecto.
254 Tuberías de polietileno. Manual técnico
8.8. Rellenos
Una vez concluido el montaje de la tubería y realizadas las pruebas pertinentes, se
procederá al relleno de la zanja y a su posterior compactación.
Deben distinguirse dos zonas de relleno, el principal de la zona alta, y el envolvente
alrededor del tubo, en la zona baja de la zanja.
Como se ha venido comentando a lo largo de este capítulo estas conducciones son
susceptibles de deformarse permanentemente en razón de la carga y de su tiempo
de aplicación de la citada carga.
Es necesario limitar esta deformación de acuerdo con las normas establecidas,
mediante los cálculos necesarios para el enterrado de este tipo de tuberías (UNE
53331 IN).
Tabla 8.5. Valores medios del módulo de Young para distintos suelos
Tamaño
máximo árido
(mm)
50-90 13
Tamaño 110-200 20
nominal
(mm) 225-355 25
≥ 400 40
siendo D15, D50 y D85 los tamaños de partícula definidos en un ensayo gra-
nulométrico para porcentajes de finos del 15, 50 y 85%, respectivamente, y
DR, el tamaño para el relleno, y DS, el del suelo adyacente.
258 Tuberías de polietileno. Manual técnico
• Cobertura de tierras.
• Vida útil de la instalación.
• Nivel freático.
Clases de compactación
N.º de pasadas
N.º de pasadas
Calidad
Calidad
Calidad
Vibro-compactadores ligeros (25) + 15 2-4 + 15 2-4 + 10 2-4
(adecuados para la compactación
Pisones vibrantes ligeros (100) 0 20-30 3-4 + 15-25 3-5 + 20-30 3-5
Tipos de compactadores y peso en servicio (kg)
Vibro-compactadores medianos (25 - 60) + 20-40 2-4 + 15-30 2-4 + 10-30 2-4
compactadores medianos y pesados
(adecuados para la compactación
Vibro-compactadores pesados (60 - 200) + 40-50 2-4 + 20-40 2-4 + 20-30 2-4
Pisones vibrantes medianos (100 - 500) 0 20-40 3-4 + 25-35 3-4 + 20-30 3-5
de la zona alta)
Pisones vibrantes pesados (500) 0 30-50 3-4 + 30-50 3-4 + 30-40 3-5
El relleno de la zanja se realizará una vez colocada y probada la tubería. Debe reali-
zarse por capas sucesivas de unos 10 cm hasta una altura de 30 cm sobre la genera-
triz superior de los tubos, consiguiendo un 95% del Proctor Normal en la compac-
tación. El proceso de compactación debe realizarse de forma equilibrada a ambos
lados del tubo para igualar la presión sobre el mismo.
Instalaciones enterradas 261
El relleno inicial que va directamente sobre el tubo se debe compactar por procedi-
mientos manuales donde sea necesario. La compactación mecánica del relleno prin-
cipal directamente sobre el tubo no debe comenzar hasta que la profundidad del
relleno sea de, al menos, 30 cm sobre la generatriz superior del tubo.
En los casos en que resulte peligrosa la utilización de compactadores de tamaños
medios y grandes, por estar los rellenos muy próximos a otras conducciones, se
deben ejecutar los rellenos por capas de espesor pequeño (10 o 15 cm) compactán-
dose con máquinas ligeras, como rodillos arrastrados a mano, bandejas vibrantes,
pisones, etc.
Una vez colocado y compactado el material de relleno lateral alrededor del tubo, se
debe colocar y compactar el resto del relleno para prevenir asientos de la superficie.
No se recomienda usar equipos de vibración para operar directamente sobre el
tubo hasta que haya sido colocada una altura mínima de 1 m de relleno.
En cualquier caso, complementariamente a lo anterior, pueden seguirse las reco-
mendaciones en materia de compactación (según sea la altura de enterramiento) de
la tabla 8.8.
La compactación del material de relleno efectuado con material seleccionado se rea-
liza con un pisón de cabeza plana o aparato similar, con el fin de evitar que las tube-
rías resulten influenciadas por esfuerzos dinámicos.
Compactación recomendada
Rodillo liso
0,5 < H ≤ 1,0 Lateral y superior Estática 5t
Neumáticos
Rodillo liso
H (m) Estática 10 t
1,0 < H ≤ 2,0 Lateral y superior Neumáticos
Rodillo liso
Estática 30 t
H > 2,0 Lateral y superior Neumáticos
8.9. Entibaciones
Si existe una característica que define el proyecto de cualquier obra lineal es la
variabilidad de terrenos que cualquier traza atraviesa en su desarrollo. Este hecho
exige al proyectista analizar cómo esta heterogeneidad puede influir en la estabili-
dad de la obra. En el caso del tendido de tuberías, sean del tipo que sean, la zanja
no se ve exenta de esta peculiaridad, por lo que será necesario que cualquier diseño
prevea aquellos sistemas que garanticen tanto la estabilidad de los taludes como la
seguridad de los operarios.
Profundidad
crítica (m)
Arcillosos 1,50
Estos valores podrán verse alterados por la conjunción de varios factores, entre los
que destacan la climatología y las sobrecargas, y que finalmente determinarán la
elección del sistema de entibación.
En cualquier caso, las protecciones se instalarán en el momento que se observe
algún síntoma de inestabilidad.
Entre los factores que determinarán la estabilidad de los terrenos podemos consi-
derar:
• Ángulo de rozamiento.
• Granulometría.
• Consistencia.
• Humedad.
• Permeabilidad.
• Estratigrafía, buzamiento y fallas.
• Factores climatológicos (aguas, lluvias, hielos, sequía).
• Vibraciones.
Terrenos
Restos rocosos,
45º 1/1 40º 4/5 45º 1/1 40º 4/5
pedregosos, derribos
Arena fina no arcillosa 30º 3/5 20º 1/3 30º 6/10 20º 1/3
La entibación con paneles de madera hoy en día sólo se emplea como solución
puntual y para profundidades pequeñas, no superiores a 2 m. En zonas urbanas con
muchos servicios transversales a la zanja presenta la ventaja, por ejemplo, de su
mayor accesibilidad, pero en la actualidad es raro proyectar un sistema de entiba-
ción en su totalidad mediante paneles de madera.
La entibación mediante blindajes ligeros consiste en unos paneles, habitualmente
de aluminio, de fácil manejabilidad que se unen longitudinalmente mediante senci-
llas sujeciones. Son de aplicación en terrenos de cierta consistencia y en profundi-
dades de hasta 3 m.
La entibación mediante cajones de blindaje consiste en el montaje fuera de la zanja
de distintas planchas con sus extremos reforzados que configuren un cajón que
pueda introducirse en la zanja de una sola vez o a medida que aumente la profundi-
dad con la ayuda de la maquinaria de la excavación. Se emplea en profundidades de
hasta 3 o 4 m.
La entibación por paneles deslizantes con guías, por último, es uno de los sistemas
más utilizados en la actualidad. Se trata de unas planchas deslizantes que se intro-
ducen en el terreno a través de unos perfiles-guía que se han colocado previamente,
los cuales, a su vez, pueden ser simples o dobles. Con este sistema es fácil alcanzar
profundidades de hasta 7 u 8 m.
Atendiendo a su estructura, los sistemas de entibación se clasifican de la siguiente
manera (véanse las figuras 8.22 y 8.23):
• Entibación sujeta por el centro (CS).
• Entibación sujeta por los bordes (ES).
• Entibación de corredera (R). Puede ser simple (RS), doble (RD) o triple
(RT).
• Cajón para arrastre (DB).
A su vez, los travesaños que sujetan los paneles de la entibación pueden ser de algu-
nos de los siguientes tipos:
• Con ajuste de longitud regulable (SV).
• Con ajuste de longitud a intervalos fijos (SI).
• No ajustables (SN).
266 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Entibación por paneles de madera Entibación por paneles deslizantes con guías
Entibación sujeta por el centro (CS) Entibación sujeta por los bordes (ES)
El sistema de entibación empleado debe ser tal que permita su puesta en obra sin
necesidad de que el personal entre en la zanja hasta que ésta esté lo suficientemente
soportada. En cualquier caso, debe ser conforme con las Normas UNE-EN 13331-1
y UNE-EN 13331-2.
Cada día, al comenzar la jornada de trabajo, deben revisarse las entibaciones y la
estabilidad de las zanjas (véase la figura 8.24).
El diseño, dimensionamiento y cálculo de la entibación serán de la exclusiva res-
ponsabilidad del contratista de las obras, quién deberá presentar a la dirección de
obra, si así lo requiere, los planos y cálculos justificativos de la misma. En cualquier
caso, los paneles que componen el sistema de entibación seleccionado deberán
tener al menos una resistencia de 30 kN/m2.
media ladera una cuneta de recogida de pluviales. Esto permitirá, debido a las espe-
ciales características de los tubos de PE, por su flotabilidad, un correcto tendido de
los tubos y un aseguramiento de la entibación.
Es importante distinguir entre “agotamiento” (referido al caso en que el nivel freá-
tico está por encima del fondo de la zanja, y existe por tanto entrada de agua en la
misma) y “rebajamiento” (en aquellos casos en los que gracias a un descenso artifi-
cial del nivel freático, la excavación se realiza en seco).
Como norma general, se procurará excavar las zanjas en sentido ascendente de la
pendiente con objeto de permitir el drenaje de las aguas en el punto bajo, procu-
rando evitar la inundación de las zanjas por aguas superficiales y en todo caso pre-
viendo los medios necesarios para el agotamiento y evacuación de éstas.
En aquellos casos donde sea preciso trabajar bajo el nivel freático (por ejemplo,
zanjas en playas o en terrenos pantanosos), se sumergirá la tubería empujándola
uniformemente mediante elementos de cantos suaves, antes de cubrirla, o podrá
recurrirse a técnicas de rebajamiento, tipo well-point (véase la figura 8.25).
9.1. Introducción
Toda conducción de abastecimiento, tras haberse instalado, debe someterse a una
prueba de presión para garantizar la integridad de los tubos, uniones, accesorios y
otros componentes tales como macizos de anclaje. Asimismo, las instalaciones de
saneamiento deben ser probadas antes de su puesta en funcionamiento para com-
probar su estanquidad. Se asegura así una instalación correcta.
En el presente capítulo se describe la metodología que debe seguirse para la prueba
de las tuberías de PE una vez instaladas y previo a la recepción, para los dos
empleos más habituales de estas conducciones en el sector del agua: abastecimiento
y saneamiento.
En España, en la actualidad, la reglamentación básica de la Administración General
del Estado a seguir para la realización de las pruebas de la tubería instalada está regu-
lada por lo indicado en los Pliegos de Prescripciones Técnicas Generales para tuberías
de abastecimiento de agua (1974) o de saneamiento de poblaciones (1986). En cual-
quier caso, en los años 2003 y 2007, respectivamente, el CEDEX ha publicado la Guía
técnica sobre tuberías para el transporte de agua a presión y la Guía técnica sobre redes de
saneamiento y drenaje urbano que actualizan el contenido de los anteriores pliegos.
De todas formas, cualesquiera que sean las pérdidas fijadas, si éstas son sobrepasa-
das, el contratista, a sus expensas, repasará todas las juntas y tubos defectuosos; asi-
mismo está obligado a reparar cualquier pérdida de agua apreciable aun cuando el
total sea inferior al admisible.
Con todo ello, unas longitudes razonables para los tramos oscilan entre 500 y
1.000 o incluso 2.000 m.
Antes de empezar la prueba deben estar colocados en su posición definitiva todos
los tubos, los accesorios, las válvulas y demás elementos de la tubería, debiendo
comprobarse que las válvulas existentes en el tramo a ensayar se encuentran abier-
tas y que las piezas especiales están ancladas.
Cuando la tubería se disponga enterrada, la zanja debe estar parcialmente rellena,
dejando las uniones descubiertas. Asimismo debe comprobarse que el interior de la
conducción está libre de escombros, raíces o cualquier otra materia extraña.
La bomba para introducir la presión hidráulica puede ser manual o mecánica,
pero en este último caso debe estar provista de llaves de descarga o elementos
apropiados para poder regular el aumento de presión. Irá colocada en el punto
más bajo de la tubería que se vaya a ensayar y debe estar provista, al menos, de
un manómetro, el cual debe tener una precisión mínima de 0,02 N/mm2. La
medición del volumen de agua, por su parte, debe realizarse con una precisión
no menor de 1 l.
En cualquier caso, pero especialmente en los de altas presiones, durante la realiza-
ción de la prueba de la tubería instalada, deben tomarse las medidas de seguridad
necesarias para que en caso de fallo de la tubería no se produzcan daños a las per-
sonas y que los materiales sean los mínimos posibles. A estos efectos debe ponerse
en conocimiento del personal que pudiera ser afectado que se está realizando una
prueba, no debiendo permitirse el acceso al tramo que se esté ensayando, ni traba-
jar en tajos cercanos. En este sentido, los manómetros deben ser colocados de
forma tal que sean legibles desde el exterior de la zanja.
De acuerdo con todo lo anterior, la prueba consta, en general, de las tres etapas
siguientes, conforme puede apreciarse en la figura 9.1:
• Etapa preliminar o de relajación.
• Etapa de caída de presión.
• Etapa principal.
276 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Presiones Etapa
caída de
presión
Etapa preliminar Etapa principal
Pz Mantener bombeando Pz
P ≥ 0,7 Pz
∆P ∆P’ < 25 KPa
P – ∆P
Hipótesis a
Hipótesis b
3
STP (N/mm2)
0
0 1 2 3
MDP (N/mm2)
Nota
El objeto de esta etapa preliminar es que la tubería se estabilice, alcanzando un estado similar
al de servicio, a fin de que durante la posterior etapa principal los fenómenos de adaptación
de la tubería, propios de una primera puesta en carga, no sean significativos en los resultados
de la prueba. Como fenómenos de adaptación más característicos de una primera puesta en
carga, pueden destacarse los siguientes:
• Movimientos de recolocación en uniones, accesorios, anclajes, válvulas y demás ele-
mentos.
• Expulsión del aire de los alojamientos en las uniones y en general en toda la tubería.
• Saturación de la tubería, en los casos de materiales absorbentes (hormigón).
• Deformación de los tubos.
⎡ 1 ID ⎤
∆Vmáx = 1,2 × V × ∆p × ⎢ + ⎥
⎣Ew e × E ⎦
Nota
b) Prueba de estanquidad
Presión de prueba, STP: La presión máxima estática del tramo
Pérdida de agua admisible (en l): K1 x L x ID
K1 coeficiente (0,25 en el PE)
L longitud del tramo en prueba (en m)
ID diámetro interior del tubo (en m)
Duración de la prueba: Dos horas
Después de que las tuberías y/o registros estén llenos y la presión de prueba reque-
rida aplicada, puede ser necesario un acondicionamiento. Generalmente será sufi-
ciente con una hora. A continuación se llenará completamente de agua la tubería y
el pozo de aguas arriba del tramo a probar, cuidando que la presión de prueba esté
comprendida entre 0,10 y 0,50 kg/cm2.
Transcurridos 30 minutos del llenado de los tubos se inspeccionarán los tubos, las
juntas y los pozos, comprobándose que no haya pérdidas de agua significativas. En
concreto, serán admisibles las siguientes pérdidas:
0,15 l/m2 para las tuberías
0,20 l/m2 para tuberías incluyendo los pozos de registro
0,40 l/m2 para los pozos de registro
En cualquier caso, los valores de la presión de prueba (STP), la duración del ensayo
(t) y el descenso de presión admisible (∆P) son los establecidos en la tabla 9.1 para
los tubos de PE, según cuál sea el diámetro nominal de la tubería y el método de
ensayo (LA, LB, LC, LD) seguido (véanse las figuras 9.4 y 9.5).
El tiempo de duración del ensayo con aire es el indicado en la tabla 9.1, según el
diámetro de la tubería y el método considerado por el responsable de la instalación
(LA, LB, LC o LD). Recomendamos utilizar el método LD por ser el que tiene
mayor garantía.
Este ensayo se realiza colocando tapones en los pozos de registro y en el ramal de
acometida, asegurando así una comprobación completa del tramo a ensayar.
Se debe iniciar el proceso con una presión inicial (p0) del 10% superior a la requerida
por el ensayo, y debe ser mantenida durante 5 min aproximadamente. A continua-
ción, la presión deberá ajustarse a la de la prueba, tal como se indica en la tabla 9.1,
Inicio
Decidir
aire el método agua Proceder con la
de prueba prueba de agua
apropiado
no no
¿Está la
pérdida de Cambio
no ¿Es el fallo sí sí
presión dentro a la prueba
de unos límites marginal?
de agua
aceptables?
sí
Aceptar
LA 10 2,5 5 5 7 10 14 19 24
LB 50 10 4 4 6 7 11 15 19
LC 100 15 3 3 4 5 8 11 14
La prueba con agua es mucho más compleja que la realizada con aire. No obstante,
en aquellas situaciones donde el ensayo con aire no se cumpla, se debe recurrir a
esta prueba, y si da positiva, el tramo ensayado será aprobado.
Los pasos a seguir para realizar esta prueba son los siguientes:
a) Colocar los tapones neumáticos en los pozos de registro y en las arquetas de
inspección e introducir una presión interior en los mismos entre 5 y 7 bar.
b) Desde el punto más bajo de la tubería, para que salga el aire, y a través del
pozo de registro, llenar la tubería de agua.
c) Controlar que las dos columnas de agua, una en cada tapón, tienen una pre-
sión máxima de 500 mbar (5 m.c.a.) en el pozo inferior de aguas abajo y una
presión mínima de 100 mbar en el pozo superior o el de aguas arriba.
d) Introducir agua siempre que el nivel de cada una de estas columnas de agua
descienda a 10 mbar (0,1 m.c.a.).
e) Verificar si la cantidad de agua introducida durante los 30 min de la prueba
está dentro de los límites definidos en la norma e indicados anteriormente.
Inicio
Aplicar la Encontrar
prueba razones y
de agua corregir
¿Está la
pérdida de
no
presión dentro
de unos límites
aceptables?
sí
Aceptar
Tubería
DN (mm) D int (mm) Material Marca
Pozo
D int (mm) Ladrillo PF Hormigón PF Plástico
Acometidas
N.o D int (mm) Material Longitud (m)
LA 10 2,5 5 5 7 10 14 19 24
LB 50 10 4 4 6 7 11 15 19
LC 100 15 3 3 4 5 8 11 14
Método aconsejado: LD
Condiciones aplicadas:
P0 (mbar) Tiempo (min) ∆padm (mbar) ∆preal (mbar)
Tiempo prueba (>30 min) Dint tubería (m) (Consultar catálogo fabricante)
10.1. Introducción
En el presente capítulo se incluyen algunos criterios de proyecto que se recomienda
seguir en el caso de instalar tuberías de PE sin enterrar bajo tierra.
Como se indicó en el apartado 2.6.5.2, en principio, los tubos de polietileno pue-
den deteriorarse si permanecen a la intemperie, de forma que, especialmente en ins-
talaciones aéreas, para evitar tal inconveniente, la composición de los tubos con-
tiene negro de carbono. De esta manera, el color de los tubos es siempre negro, o
negro con bandas de algún color identificativo del servicio al que esté destinado
(véase el apartado 2.6.3.3).
∆L incremento de longitud, en mm
α coeficiente de variación térmica lineal, en mm/moC (0,20 de media en el PE)
∆T variación de la temperatura, en oC (respecto a 20 oC)
L longitud inicial de la tubería, en m
288 Tuberías de polietileno. Manual técnico
200
180 L=1m
L=2m
L=3m
160 L=4m
L=5m
L=6m
140 L=7m
L=8m
Alargamiento (mm)
120 L=9m
L = 10 m
100
80
60
40
20
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Diferencia temperatura (ºC)
σ = 10 −3 ⋅ E ⋅ α ⋅ ∆T
σ tensión, en MPa
E módulo de elasticidad del material (1.000 MPa de media en el PE)
α coeficiente de variación térmica lineal, en mm/moC (0,20 de media en el PE)
∆T variación de la temperatura, en oC
Instalaciones aéreas 289
Comparativa
Aunque el coeficiente de dilatación térmico lineal del PE es muy superior al de materiales alter-
nativos, al ser su módulo de elasticidad considerablemente inferior, las tensiones producidas
en la conducción, si se evitan los alargamientos térmicos, resultan inferiores.
Lo anterior puede verse reflejado en la sencilla tabla 10.1.
E a corto plazo α E ·α
(MPa) (mm/m/oC) (MPa/oC)
Sin embargo, la dilatación térmica puede ser absorbida en los cambios de dirección,
sin necesidad de recurrir a los anteriores componentes. En concreto, son tres las
posibles disposiciones más frecuentes para compensar la dilatación gracias a los
quiebros del trazado: en “L”, en “Z” o en “U”. Todos ellos se basan en disponer
una serie de anclajes fijos y móviles de manera que permitan que la conducción se
dilate por efecto de la temperatura lo suficiente para evitar que parezcan tensiones
excesivas. Las dimensiones que se deben respetar en cada caso son las que se indi-
can en los apartados siguientes.
L1
Lb2
Lb1
Punto fijo
Punto móvil
Supuesta conocida la ubicación de uno de los puntos fijos, la localización del otro
punto fijo y del punto móvil Lb1 y Lb2 (en mm) debe calcularse conforme a las
siguientes expresiones:
3 ⋅ DN ⋅ ∆L1 ⋅ E 50 3 ⋅ DN ⋅ ∆L b1 ⋅ E50
L b1 = L b2 =
0,15 ⋅ σ S 0,15 ⋅ σ S
Instalaciones aéreas 291
∆L 1 = α ⋅ ∆T ⋅ L 1 ∆L b1 = 0,001 ⋅ α ⋅ ∆T ⋅ L b1
MRS
σS =
C
En la figura 10.4 se representan los valores de las longitudes Lb1 o Lb2 (en relación
con L1 o de Lb1, respectivamente) en función del DN, la variación de temperatura
a que se vea sometida la conducción y el tipo de PE de la tubería.
292 Tuberías de polietileno. Manual técnico
2.000 PE 40 2.000 PE 63
1.800 T = 10 ºC 1.800 T = 10 ºC
T = 20 ºC T = 20 ºC
T = 30 ºC T = 30 ºC
1.600 1.600
T = 40 ºC T = 40 ºC
T = 50 ºC T = 50 ºC
1.400 1.400
Lb1 x L1–0,5 o Lb2 x Lb1–0,5
1.000 1.000
800 800
600 600
400 400
200 200
0 0
0 100 200 300 400 500 0 100 200 300 400 500
DN (mm) DN (mm)
1.800 T = 10 ºC 1.800 T = 10 ºC
T = 20 ºC T = 20 ºC
T = 30 ºC T = 30 ºC
1.600 1.600
T = 40 ºC T = 40 ºC
T = 50 ºC T = 50 ºC
1.400 1.400
Lb1 x L1–0,5 o Lb2 x Lb1–0,5
1.200 1.200
1.000 1.000
800 800
600 600
400 400
200 200
0 0
0 100 200 300 400 500 0 100 200 300 400 500
DN (mm) DN (mm)
Ejemplo
En el presente ejemplo se van a acotar las dimensiones de la disposición en L que tendría que
tener una tubería de PE para absorber las dilataciones térmicas producidas por la variación de
temperatura para el siguiente caso:
Material del tubo: PE 100 (C = 1,25; σS = 8 N/mm2)
DN: 500 mm
E50: 150 N/mm2
α: 0,20 mm/mºC
∆T: 30 ºC
L1: 4 m
Las dimensiones del resto de posibles disposiciones descritas en este apartado para absorber
las dilataciones producidas en un tubo de PE por efecto de la temperatura (en Z o en U) se cal-
cularían de manera similar.
Aplicando la formulación desarrollada en el presente apartado, se obtendrían los siguientes
resultados:
∆L1 = 0,20 ⋅ 30 ⋅ 4 = 24 mm
3 ⋅ 500 ⋅ 24 ⋅ 150
Lb1 = 0,001⋅ = 2,121 m
0,15 ⋅ 8
A iguales conclusiones se podría haber llegado, utilizando los gráficos de la figura 10.4:
−0,5
Lb1 ⋅ L1 = 1050 L1 = 4 m
Lb1 = 2,1 m
Lb2 ⋅ Lb1
−0,5
= 1050 Lb1 = 2,1 m
Lb2 = 1,5 m
294 Tuberías de polietileno. Manual técnico
L1
Punto fijo
Lb2 Punto móvil
Lb1
Lb2
Supuesta conocida la ubicación de uno de los puntos fijos, la localización del otro
punto fijo y de los puntos móviles debe calcularse conforme las mismas expresio-
nes que en el caso anterior (véase el esquema adjunto):
3 ⋅ DN ⋅ ∆L1 ⋅ E 50 3 ⋅ DN ⋅ ∆L b1 ⋅ E50
L b1 = L b2 =
0,15 ⋅ σ S 0,15 ⋅ σ S
Pueden utilizarse las figuras del apartado anterior para determinar las longitudes
Lb1 o Lb2 (en relación con L1 o de Lb1, respectivamente) en función del DN, la
variación de temperatura a que se vea sometida la conducción y el tipo de PE de
la tubería.
Instalaciones aéreas 295
L1 L1
Lb2 Lb2
Lb1
Punto fijo
Lom Punto móvil
Supuesta conocida la ubicación de uno de los puntos fijos, la localización del otro
punto fijo y de los puntos móviles deben calcularse conforme las mismas expresio-
nes que en el caso anterior (véase el esquema adjunto):
3 ⋅ DN ⋅ ∆L1 ⋅ E 0 3 ⋅ DN ⋅ ∆L b1 ⋅ E 0
L b1 = L b2 =
0,15 ⋅ σ S 0,15 ⋅ σ S
La longitud Lom puede suponerse igual a la del tramo Lb1. Pueden utilizarse las
figuras del apartado 10.3.2 (figura 10.4) para determinar las longitudes Lb1 o Lb2
(en relación con L1 o de Lb1, respectivamente) en función del DN, la variación de
temperatura a que se vea sometida la conducción y el tipo de PE de la tubería.
296 Tuberías de polietileno. Manual técnico
PE 40 PE 80 PE 100
DN PN 4 PN 6 PN 10 PN 4 PN 6 PN 16 PN 4 PN 6 PN 16
tubo (bar) (bar) (bar) (bar) (bar) (bar) (bar) (bar) (bar)
Correcto Incorrecto
F F F F
B B
F B F
Lo evidente es que hacer una instalación aérea de cierta longitud con tubería de PE
y que quede completamente recta, es imposible, ya que por sus características, la
tubería acabará serpenteando. Una forma de solucionar la parte estética es colo-
cando la tubería en una bandeja suficientemente ancha para que la misma serpen-
tee en su interior (véanse las figuras 10.9 y 10.10).
presente apartado, el área de la superficie de apoyo del macizo sea como mínimo la
calculada mediante la siguiente expresión:
⎛ π ⋅ ID 2 ⎞
c g ⋅ MDP ⋅ ⎜⎜ ⎟
⎟
A mín = 1,5 ⋅ ⎝ 4 ⎠
⎛ OD ⎞
cp ⋅⎜H + ⎟
⎝ 2 ⎠
cp
cg
(kN/m3)
Los diseños de los macizos pueden ser de geometría muy diversa (rectangulares,
cuadrados, cónicos, etc.), si bien en cualquier caso prevalece como criterio último
para su dimensionamiento el que tengan un peso que iguale el empuje máximo que
se vaya a producir.
Con este criterio, los macizos deben tener un volumen V (m3), supuesta una densi-
dad del hormigón (t/m3), de al menos:
F
V = 10 − 4 ⋅
γ
siendo F la fuerza de empuje que solicita al macizo de anclaje (en N), la cual se cal-
cula conforme a las expresiones siguientes en función del tipo de singularidad.
Detalles constructivos especiales 303
11.1.1. Codos
En los codos (véase la figura 11.1), la fuerza de empuje F que solicita al macizo de
anclaje se calcula mediante la siguiente expresión:
F = MDP ⋅ A U ⋅ C F
C F = 20 ⋅ sen(α / 2)
FX = MDP ⋅ A U ⋅ C Fx FY = MDP ⋅ A U ⋅ C Fy
C Fx = 10 ⋅ (1 − cos α ) C Fy = 10 ⋅ senα
En la tabla 11.2 se indican los valores de CF, CFx, CFy y β en función del ángulo α.
CF CFx CFy β
Ejemplo
Determinar el volumen de hormigón que debe tener un macizo de anclaje que se coloque en
un codo de 45º en una conducción de PE 100 de DN 450 y PN 10 que esté solicitada a una
presión MDP de 6 bar.
Según la tabla 3.1, un tubo de PE 100, PN 10 y DN 450 tiene un espesor de 26,7 mm y en
consecuencia un ID de 396,6 mm y un Au de 1 235 cm2. Por otro lado, para un codo de 45º,
el coeficiente CF (véase la tabla 11.2) vale 7,65, de manera que el empuje que se producirá
en el codo valdrá:
F = 6 · 1 235 · 7,65 = 56 701 N = 56,7 kN
56 701
V = 10 − 4 ⋅ = 2,3 m3
2,4
Detalles constructivos especiales 305
Por otro lado, si la conducción está enterrada a una profundidad de 4 m en un terreno arenoso,
la superficie mínima recomendada que deberá tener el macizo vendrá dada por la expresión:
⎛ π ⋅ 0,3962 ⎞
0,766 ⋅ 103 ⋅ 6 ⋅ ⎜⎜ ⎟
⎟
⎝ 4 ⎠ = 3,3 m
A mín = 1,5 ⋅
⎛ 0,450 ⎞
60 ⋅ ⎜ 4 + ⎟
⎝ 2 ⎠
El cálculo del volumen de un macizo de anclaje en otras disposiciones (T, bridas, etc.) se haría
de manera similar a lo expuesto en este ejemplo, conforme a las pautas desarrolladas en este
apartado para cada caso en particular.
11.1.2. Derivaciones
En las derivaciones o T (véase la figura 11.2), la fuerza de empuje F que solicita al
macizo de anclaje se calcula mediante la siguiente expresión:
F = 10 ⋅ MDP ⋅ A U 2
F = 10 ⋅ MDP ⋅ (A U1 − A U 2 )
11.1.4. Tapones
En los tapones (véase la figura 11.4), la fuerza de empuje F que solicita al macizo
de anclaje se calcula mediante la siguiente expresión:
F = 10 ⋅ MDP ⋅ A U
F = C α ⋅ (V + P) ⋅ L
Coeficiente de rozamiento µ
0,2 0,4 0,6
30o 3,21 1,51 0,19
35o 4,02 2,41 0,81
o 4,80 3,30 1,80
40
45o 5,55 4,16 2,77
50o 6,25 4,99 3,73
55o 6,91 5,78 4,66
α 60 o 7,51 6,53 5,55
o 8,06 7,23 6,40
65
70o 8,55 7,88 7,20
75o 8,97 8,46 7,95
80o 9,32 8,98 8,64
85o 9,60 9,43 9,26
90o 9,81 9,81 9,81
308 Tuberías de polietileno. Manual técnico
En la figura 11.6 se representan unos valores habituales para la resistencia del polie-
tileno durante la instalación (σamn) en función de la temperatura (izquierda), así
como las longitudes máximas de tuberías de PE a instalar en pendiente (Lmáx)
en función de la σamn y de la pendiente de la rasante (α), supuesto un coeficiente
de rozamiento (µ) de 0,4 (derecha), calculadas conforme a lo antes expuesto.
40 500
35 400
Temperatura (ºC)
Lmax (m)
30 300
- 20º
- 15º
- 10º
0º
25 10º
200
15º
20º
25º
35º
45º
20 100
1 2 3 4 5 6 0 1 2 3 4 5
Resistencia del PE durante la instalación (MPa) Resistencia del PE durante la instalación (MPa)
Y la fuerza necesaria para anclar dicho tramo, se calculará según la siguiente expresión:
Ft = 100 ⋅ σ ⋅ A r
Abrazadera
Pieza de apoyo
DN Paso nominal
(mm) (mm)
20 15
25 20
32 25
40 32
50 40
63 50
75 65
90 80
110 100
125 100
140 125
160 150
180 150
200 200
225 200
250 250
280 250
315 300
355 350
400 400
450 450
500 500
560 550
630 600
710 700
800 800
900 900
1.000 1.000
1.200 1.200
1.400 1.400
1.600 1.600
12 Tuberías de PE
en acometidas
12.1. Introducción
En el presente capítulo se especifican unas condiciones técnicas recomendadas que
deben garantizarse en el diseño de las acometidas de agua, tanto de abastecimiento
como de saneamiento, ámbito en el que las tuberías de PE, gracias a su flexibilidad,
son las más utilizadas.
• Albañal.
• Entronque.
13.1. Introducción
Aunque en este capítulo 3 se hablará de emisarios submarinos (terminología que,
en sentido literal, designa al vertido de efluentes al mar), casi todas las afirmaciones
que se hacen pueden extenderse a otras instalaciones similares, como son las con-
ducciones submarinas de transporte de agua, tomas de agua, etc., tanto en el mar
como en otros medios acuáticos.
Los tubos de PE se han impuesto frente a otros materiales para su uso en emisarios
submarinos dado que tienen enormes ventajas (véase la figura 13.1).
A la hora de comparar los costes de la tubería, deben tenerse en cuenta los costes
de instalación de la tubería en el fondo del mar, dado que representan una parte
importante del total. Es por ello que la tubería de PE casi siempre es la más com-
petitiva, dado que su instalación es mucho más sencilla que con otros materiales.
Sin embargo, la instalación de un emisario submarino no es una tarea fácil, por lo
que se han producido, con demasiada frecuencia, fallos en la misma. Es fundamen-
tal hacer un estudio profundo de las condiciones de fondeo, teniendo en cuenta
todos los parámetros que influyen en el mismo. Sólo consultores expertos, que
conozcan la obra tan bien como el proyecto, pueden asesorar en estos temas. Si no
se hace así se corren dos riesgos:
• Se producen fallos y roturas durante el fondeo.
• Se sobredimensionan los elementos que constituyen la instalación (lastres,
bridas, tuberías, embarcaciones, etc.) para obtener un coeficiente de seguri-
dad suficiente frente al desconocimiento existente.
3
El presente capítulo ha sido redactado por D. Eloy Pita Olalla, ingeniero de caminos, canales y
puertos y director general de la empresa INCREA.
320 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Podemos resumir las particularidades citadas, de forma breve, diciendo que “la
clave es la instalación”.
13.5.2. En servicio
El emisario debe ser estable frente al oleaje y corrientes, a cualquier profundidad.
Cuando un tubo está en el fondo marino, en libre contacto con el movimiento
marino, experimenta unas fuerzas que pueden originar su desplazamiento. El posi-
ble desplazamiento transversal se analiza mediante la formulación de Morrison.
Por ello, el peso sumergido del emisario (conjunto tubería más lastres) debe ser
suficientemente grande teniendo en cuenta el periodo en el que va a estar desprote-
gido y las posibles acciones incidentes. Sin embargo, la flexibilidad del PE y la natu-
raleza cíclica de las acciones del oleaje permiten que la tubería “culebree” sin sufrir
ningún daño cuando un temporal actúa contra la tubería apoyada en el fondo del
mar (véase la figura 13.3).
324 Tuberías de polietileno. Manual técnico
La escollera crearía un dique sumergido que protege al mismo con una o varias
capas (cuando se hacen necesarios filtros intermedios entre la escollera exterior y la
grava que pueda rodear el tubo). En tubos de PE es aconsejable que el árido en
contacto con el tubo sea de pequeño tamaño, para que el contacto sea más homo-
géneo.
Además de la defensa frente a la acción del mar, la protección es necesaria para evi-
tar posibles acciones accidentales sobre el tubo:
• Caída de objetos.
Tuberías de PE en emisarios submarinos 325
• Impacto de anclas.
• Impacto o arrastre de aparejos de pesca.
El tramo que está en el fondo (en este caso, el hincado) permanece fijo en su situa-
ción final.
El nuevo tramo a unir se transporta flotando, lleno de aire, hasta la zona de unión.
Se introduce progresivamente agua por un extremo, con lo que empieza su hundi-
miento por dicho extremo (en el extremo contrario, la válvula de aire permanece
ligeramente abierta para permitir su salida). En un momento dado, el tubo toca el
fondo y su extremo va inclinándose hasta que descansa en cierta longitud sobre el
lecho marino, mientras que el otro extremo flotará sobre la superficie.
En este instante se procede a la unión de ambos tramos, abriéndose las bridas cie-
gas, acercándose ambos extremos y ejecutando la brida de unión de los mismos.
Lógicamente, la válvula de salida del aire debe estar cerrada para mantener fijada la
posición del nuevo tramo. Una vez que ya se han llevado los dos extremos a la posi-
ción buscada, se prosigue la inundación del emisario, con lo que éste va hundién-
dose y apoyando en el fondo.
Los estados tensionales que sufre el tubo son similares a los del caso de unión de
los tramos en el fondo.
En primer lugar, el tubo está sobre el fondo. Al introducirle aire, su extremo
asciende hasta que aparece en la superficie y forma la característica “S”. En este
momento, se iza el tubo a una plataforma de trabajo, donde se unirá al siguiente
tramo, que permanecía flotando en la superficie.
Si la plataforma está suficientemente baja y la longitud del tubo en la superficie del
mar es suficientemente grande antes de izarlo a la plataforma, los esfuerzos en esta
fase son similares a los de la fase en que se forma la “S”. Tras realizarse la unión, el
conjunto formado por los dos tramos se deja sobre la superficie del mar, con lo que
la forma de la curva vuelve a ser la correspondiente a la “S”.
Para evitar tensiones locales y esfuerzos excesivos durante los izados, es siempre
imprescindible el empleo de un balancín con eslingas adecuadas. A medida que el
agua inunda el tubo, la “S” se desplaza hacia el extremo vacío. Llega un momento
en que el extremo vacío desaparece de la superficie, hundiéndose hasta que se
apoya en el fondo.
En el proceso de fondeo, el tubo pasa por las fases que se muestran en las figuras
13.6 y 13.7, las cuales dan lugar a unos momentos flectores, que pueden tomar
valores excesivos, generados por las cargas verticales de flotación y de peso propias
del tubo. Las fases son las siguientes:
• Fase 1. Tubo flotando en la superficie: el tubo está vacío y permanece recto,
sin ningún esfuerzo, sobre la superficie marina, salvo los debidos a los empu-
jes horizontales.
330 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Fase 1
Fase 5
Fase 2
Fase 6
Fase 3
Fase 4
la longitud apoyada en el fondo, con lo que la “S” que se forma entre éste y la
superficie del mar va desplazándose. La forma de esta “S” y la altura hasta
la que llega el agua del tubo se mantienen constantes, sufriendo solamente
un desplazamiento horizontal. Lo mismo sucede con las cargas y la ley de
momentos flectores.
Es este momento el instante en el que se procede a unir los tramos nuevos al
existente en el fondo del mar, si se realiza la unión en el fondo.
• Fase 5. Tubo por debajo de la superficie del mar: según va ingresando agua
en el tubo, la longitud vista en la superficie disminuye hasta que el tubo
abandona la misma. Dado que hay una parte todavía llena de aire, el tubo
presenta una longitud por encima del fondo marino. Si el tubo fuese muy
rígido, el extremo podría incluso asomar por encima de la superficie.
El tubo se comporta como una ménsula con su parte extrema cargada hacia
arriba y la parte cercana al fondo cargada hacia abajo.
• Fase 6. Tubo sobre el fondo: cuando no queda aire dentro del tubo, éste des-
cansa completamente apoyado sobre el fondo, con lo que no aparecen
esfuerzos, salvo los debidos a posibles curvaturas del fondo.
Punto de
inflexión
Fase 1
Fase 5
Fase 2
Punto de Punto de
inflexión inflexión
Fase 6
Punto de
Fase 3 inflexión
Fase 4
13.7.2.2. La abolladura
13.7.3.2. Abolladura
13.8. Conclusiones
El fondeo de tuberías de PE por el método de fondeo controlado por inundación
progresiva tiene innumerables ventajas, dado que se reducen enormemente las ope-
raciones submarinas, que siempre son caras, difíciles y largas.
Para poder beneficiarse de las importantes ventajas de este método es preciso, pre-
viamente, tener un conocimiento claro del comportamiento estructural de la tube-
ría puesto que, de lo contrario, pueden producirse problemas por la flexión longi-
tudinal de la misma.
En cada caso particular, será necesario realizar cálculos precisos que modelen todas
las situaciones por las que pasa la tubería.
14.1. Introducción
Con el paso del tiempo, las redes de tuberías (abastecimiento, saneamiento) van
deteriorándose paulatinamente, lo que hace necesario establecer una estrategia para
el mantenimiento y rehabilitación de las mismas que contrarreste dicho deterioro.
El mantenimiento de las tuberías hace referencia a aquellas operaciones habitua-
les, y por tanto periódicas, que se realizan con vistas a retardar o corregir el dete-
rioro de las redes, mientras que la rehabilitación de la tubería se refiere a aquellas
técnicas de reacondicionamiento que, aprovechando en lo posible la infraestructura
existente, mejoran sus características mecánicas e hidráulicas retornando, en la
medida de lo posible, la condición de la tubería a su estado inicial, o cuando menos
mejorando su nivel de servicio.
Las operaciones de mantenimiento más habituales son, básicamente, la inspección,
la limpieza y las reparaciones puntuales de averías. Estas operaciones se describen
en el presente capítulo. Las posibilidades de rehabilitación de conducciones exis-
tentes mediante tuberías de PE se analizan en detalle en el capítulo 15.
Rendimiento
(m/jornada)
mín. máx.
Hay dos sistemas para la introducción de la cámara de televisión, bien con un cable
guía propulsor o bien con un robot (cámara autopropulsada). Las cámaras con
cable guía se utilizan en conducciones de pequeño diámetro donde no existe la
posibilidad de introducir un robot o no es económicamente viable. La cámara es
empujada con un cable semirrígido que al mismo tiempo le suministra electricidad
y transmite la señal. Son apropiadas para tuberías a partir de 50 mm de diámetro.
Los robots de inspección consisten en una cámara montada sobre un dispositivo
tractor capaz de desplazarse a lo largo de la tubería. Están adaptados para conduc-
ciones de 160 mm de diámetro en adelante.
En ambos casos, las cámaras pueden realizar movimientos combinados de oscila-
ción y giro, de manera que con ellas se pueden observar con detalle los distintos
elementos de la red (pozos, arquetas, colectores, acometidas, etc.), definiendo su
localización precisa, así como verificando su estado y defectos que puedan presen-
tar, tales como acumulación de sedimentos, presencia de arenas que produzcan
atascos totales o parciales, existencia de raíces de árboles cercanos, acometidas
defectuosas, etc., para así facilitar las actuaciones que se precisen realizar.
Mantenimiento y reparaciones 337
Entre los posibles inconvenientes de la inspección visual frente a las técnicas geofí-
sicas descritas en el apartado siguiente puede destacarse el hecho de que la infor-
mación que se proporciona es algo imprecisa, así como que el coste del sistema es
habitualmente mayor que los demás procedimientos (habida cuenta de que
requiere más mano de obra). Además, requiere que la tubería se encuentre vacía,
mientras que el resto de sistemas realizan la inspección con la red en servicio.
14.3. Limpieza
Las operaciones principales de mantenimiento periódico de las redes de tuberías
hacen referencia sobre todo a la limpieza de las mismas, tarea que puede realizarse
en el ámbito de las conducciones de PE básicamente por alguna de las siguientes
técnicas, las cuales varían en función del conducto y del tipo de suciedad:
• Limpieza con agua.
• Limpieza con equipos accionados mediante cable.
• Limpieza con equipos autopropulsados.
• Limpieza química.
Densidad Densidad
3.000 kg/m3 1.500 kg/m3
63 1,3 0,7
90 1,6 0,8
DN (mm) 110 1,8 0,9
160 2,3 1,1
2.000 2,6 1,3
Diámetro boquilla
25 0,5
50 2,8 0,1
80 7,0 0,7
100 1,1
120 1,6
140 2,2
Caudal 150 2,5 0,8
(l/min) 180 4,4 1,2
200 1,5
250 2,3 0,7
300 3,4 1,0
350 1,3
400 1,8
450 2,3
Máximo caudal
80 180 310 500
recomendado (l/min)
342 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Diámetro Diámetro
de la cápsula de la cápsula
tubos están incluidos en el rango permitido de la pieza, que la misma está garanti-
zada por el fabricante para ambos materiales y que sea de PN igual o superior a la
de la instalación.
Pueden hacerse reparaciones utilizando piezas con bridas. Este sistema facilita la
utilización de cilindros con materiales diferentes al del tubo averiado si bien preci-
san del uso de cuatro piezas con brida, teniendo en cuenta que las que se acoplen a
la tubería de polietileno deben ser electrosoldables o en caso de que exista presen-
cia de agua serán con junta mecánica autoblocantes.
En tuberías de polietileno de pequeño diámetro (hasta 90 mm) pueden realizarse
reparaciones utilizando accesorios mecánicos de compresión (manguitos de repara-
ción de latón autoblocantes).
En todos los casos, el proceso a seguir es como el que se detalla continuación:
1) Cortar la sección dañada de la tubería y asegurarse de que el corte es perpen-
dicular al eje de la misma.
2) Medir la distancia entre los extremos de la tubería y cortar un tramo de la
tubería a insertar de longitud igual a la distancia medida menos 10 mm.
3) Limpiar los extremos de la tubería en una longitud ligeramente mayor a la
longitud del manguito.
4) Medir la profundidad del manguito y marcar el valor medio en cada
extremo. Colocar los manguitos de reparación en ambos lados del tramo de
tubería a insertar y deslizarlos uno hacia otro para permitir insertar dicho
tramo entre los dos extremos libres.
5) Insertar la nueva tubería y alinear.
6) Deslizar los manguitos en sentido opuesto uno de otro hasta las marcas rea-
lizadas, asegurándose de que la unión de los dos extremos quede centrada en
los mismos.
7) Realizar la unión siguiendo el procedimiento habitual para cada manguito.
En caso de utilizarse manguitos de electrofusión, entre los pasos 3 y 4 habría
que realizar el raspado de las tuberías y preparado del manguito (véase pro-
cedimiento en capítulo 5).
En las reparaciones con corte de tubo debe tenerse en cuenta la dilatación y posible
contracción del tubo, siendo por ello recomendable el empleo de manguitos elec-
trosoldables o el uso de piezas de reparación con elementos resistentes a la tracción
(autoblocantes) (véase la figura 14.5).
348 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Reparación con
manguitos
electrosoldables
DN 20 a DN 630
Reparación con
portabridas
y brida loca
DN 90 a
DN 1.600
15.1. Introducción
La instalación de conducciones mediante técnicas sin apertura de zanja (conocidas,
en ocasiones, como trenchless technologies o aplicaciones no dig) es un procedimiento
cada vez más utilizado, habida cuenta de las ventajas que presentan estas tecnologías
(bien sea para rehabilitar o sustituir conducciones existentes en la actualidad o para
la instalación de nuevas tuberías como alternativa a los sistemas convencionales).
Efectivamente, las unidades de obra imprescindibles en una instalación convencio-
nal (excavaciones, rellenos, entibaciones, agotamiento del nivel freático, apoyos de
las conducciones, etc.) son en gran medida soslayables en el caso de utilizar tecno-
logías sin zanja. Tales operaciones pueden representar del orden del 70% del presu-
puesto total de una conducción y, además, suponen un proceso en ocasiones largo
y en el que se incurren en numerosas afecciones a terceros y peligros para los traba-
jadores.
Simplificadamente, las principales ventajas de las tecnologías sin zanja frente a las
técnicas convencionales pueden resumirse en las siguientes:
• Menores afecciones al entorno urbano.
• Seguridad en el trabajo.
• Cruces con obras lineales.
• Menores afecciones a los servicios existentes.
• Mayor flexibilidad en el trazado.
• Menores afecciones medioambientales.
356 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Frente a lo anterior, las tecnologías sin zanja requieren un personal más cualificado
que el empleado en los sistemas convencionales, así como el uso de maquinarias
complejas y, en general, tecnologías más avanzadas (informática, cartografías de
precisión, telemando y telecontrol, etc.).
Los tubos de PE presentan importantes ventajas para este tipo de aplicaciones sin
apertura de zanja, como las siguientes:
• Flexibilidad del material.
• Resistencia a la abrasión.
• Resistencia a la tracción (gracias a las uniones mediante soldadura).
• Posibilidad de unir tramos largos de conducción.
Todo ello hace que sea un material con un alto grado de utilización en estas aplica-
ciones sin zanja. En el presente capítulo se describen las principales técnicas emple-
adas en la actualidad, clasificadas en las tres categorías siguientes:
a) Técnicas para la rehabilitación de las conducciones existentes: comprenden
aquellas técnicas de reacondicionamiento que, aprovechando en lo posible la
infraestructura existente, mejoran sus características mecánicas e hidráulicas
retornando, en la medida de lo posible, la condición de la tubería a su estado
inicial, o cuando menos mejorando su nivel de servicio. Las principales
metodologías son las siguientes:
• Entubado simple (sliplinig).
• Entubado ceñido (close fit).
• Encamisado (cured in place).
15.2. Rehabilitación
15.2.1. Introducción
Con el paso del tiempo, las redes de tuberías (abastecimiento, saneamiento o gas) van
paulatinamente deteriorándose, lo que hace necesario establecer una estrategia para el
mantenimiento y rehabilitación de las mismas que contrarreste dicho envejecimiento.
Como se indicó en el apartado 14.1, el mantenimiento de las tuberías hace refe-
rencia a aquellas operaciones habituales, y por tanto periódicas, que se realizan con
vistas a retardar o corregir el deterioro de las redes, mientras que la rehabilitación
de la tubería (de acuerdo a como antes se ha definido) se refiere a aquellas técnicas
de reacondicionamiento que, aprovechando en lo posible la infraestructura exis-
tente, mejoran sus características mecánicas e hidráulicas retornando, en la medida
de lo posible, la condición de la tubería a su estado inicial, o cuando menos mejo-
rando su nivel de servicio.
Las operaciones de mantenimiento más habituales son, básicamente, la inspección,
la limpieza y las reparaciones puntuales de averías (véase el capítulo 14).
En cuanto a la rehabilitación, cabe distinguir entre rehabilitación global o parcial
según la actuación abarque toda la red o se trate simplemente de acciones puntua-
les de mejora (serían simples reparaciones en este caso).
Las tecnologías más frecuentemente empleadas en el ámbito de la rehabilitación
parcial ya fueron descritas en el apartado 14.4.
La rehabilitación global, por su parte, puede ser no estructural, cuando no se
mejora la resistencia mecánica de la conducción (la estructura de la canalización se
encuentra en buen estado, pero existen problemas derivados de incrustaciones,
corrosión interna, etc.) o estructural, en el caso de que se haya perdido total o par-
cialmente la capacidad mecánica de la conducción y sea preciso reforzarla.
El primer caso (rehabilitación global no estructural) se refiere básicamente a la
aplicación de revestimientos en el interior de la tubería y dentro del segundo
(rehabilitación global estructural) hay una amplia gama de posibles actuaciones
358 Tuberías de polietileno. Manual técnico
15.2.2. Normativa
Durante los últimos años se han promovido diferentes proyectos normativos enca-
minados a desarrollar especificaciones técnicas que regulen los procedimientos
habitualmente empleados en la rehabilitación de conducciones existentes mediante
tuberías de materiales plásticos. Las iniciativas más representativas, en España y la
Unión Europea, al respecto, son las siguientes:
• ISO/TR 11295 Techniques for rehabilitation of pipeline systems by the use of plas-
tics pipes and fittings.
• UNE-EN 13689 Guía para la clasificación y el diseño de sistemas de canaliza-
ción en materiales plásticos utilizados en la renovación.
• UNE-EN 14409-1 Sistemas de canalización en materiales plásticos para la reno-
vación de redes de conducción de agua enterradas. Parte 1: Generalidades.
• UNE-EN 14409-3 Sistemas de canalización en materiales plásticos para la reno-
vación de redes de conducción de agua enterradas. Parte 3: Entubado con tubos
ajustados.
Nota
Esta tecnología fue inicialmente concebida en los primeros años de la década de los 80 para
tuberías de saneamiento, si bien, en la actualidad, se ha extendido el procedimiento también a
las redes de abastecimiento.
Debe hacerse notar que, si la conducción a rehabilitar es de mayor rugosidad que la de PE
(hormigón, fundición o acero), la disminución de la rugosidad obtenida puede compensar en
términos de capacidad hidráulica la pérdida de sección en la que se incurre.
La localización de estos pozos debe ser de tal manera que se afecte lo menos
posible al tráfico rodado. Las dimensiones son variables en función de la
geometría de la conducción, el sistema de unión, la profundidad, etc. De
manera orientativa, para tuberías unidas mediante soldadura a tope puede
ser suficiente que la longitud de estos pozos sea unas 12 veces el diámetro
de la conducción. La anchura es recomendable que sea, como mínimo, el
diámetro de la conducción incrementado en 0,30, 0,40 o 0,60 m en fun-
ción de que el diámetro sea inferior a 500 mm, esté comprendido entre 500
y 1.000 mm o sea superior a 1.000 mm, respectivamente.
e) Unión de la nueva conducción: lo normal es que la nueva conducción vaya
unida por soldadura a tope, realizando las uniones en el exterior y formando
así tramos largos de tubería, antes de ser introducida dentro de la conduc-
ción a rehabilitar. Es de aplicación lo especificado en el capítulo 5 de este
manual al respecto de los sistemas de unión.
f) Introducción de la nueva conducción en la antigua: habitualmente, la con-
ducción de PE se introduce en la antigua mediante un cable de tracción que
va unido a la conducción a través de un cono reductor (o cabezal). Es muy
importante el correcto diseño del cabezal de unión, pues debe garantizar un
agarre seguro a la conducción sin transmitir tensiones excesivas. El esfuerzo
de tracción debe ser progresivo, sin grandes variaciones.
En redes de saneamiento, una variante de esta técnica es que la introducción
de la nueva conducción en el interior de la antigua se realice por empujado,
técnica conocida como entubado discreto (véase la figura 15.2).
Para el empuje de los tubos hay disponible en el mercado una gran variedad
de maquinaria variando que el empuje se haga bien hidráulica o mecánica-
mente o que se haga desde el interior del pozo de registro (como en el ejem-
plo mostrado) o desde la superficie, justo al lado del pozo.
g) Relleno del espacio anular comprendido entre la nueva y la antigua con-
ducción: a resultas de la aplicación de este sistema de rehabilitación, siem-
pre queda un espacio entre ambas conducciones (la nueva y la vieja),
debiendo rellenarse, habitualmente, de mortero de cemento y bentonita.
La misión de este revestimiento es prevenir filtraciones y aumentar la rigi-
dez de la conducción, de manera que en función de las necesidades estruc-
turales de cada aplicación en particular podrá o no ser necesario. Por
ejemplo, en las conducciones de abastecimiento es frecuente poder
obviarlo, pero en las de saneamiento es siempre recomendable en orden a
aumentar la rigidez de la conducción. En cualquier caso, tal relleno se
trata de una operación bastante delicada, debiendo emplearse morteros a
362 Tuberías de polietileno. Manual técnico
Rt OD 2 − ID 2 R t ⎛ 1 1 ⎞
Tmáx = ⋅π ⋅ = ⋅ π ⋅ DN 2 ⋅ ⎜ − ⎟
C 4 C ⎝ SDR SDR 2 ⎠
1000
SDR 6
SDR 7,5
SDR 9
800 SDR 11
SDR 13,6
SDR 17
SDR 17,6
600 SDR 21
SDR 26
Tmax (t)
SDR 33
SDR 41
400
200
0
0 250 500 750 1000 1250 1500
DN (mm)
necesidad de tener que rellenar con mortero de cemento el espacio anular que
quedaba comprendido entre la antigua y la nueva conducción.
La nueva tubería suele ser de polietileno (véase el apartado 3.10.4), aunque excepcio-
nalmente también puede ser de PVC-U, si bien este material se emplea mucho menos
(incluso en diámetros pequeños hay experiencias con polietileno reticulado PE-X).
Pueden rehabilitarse tramos de hasta unos 1.000 m por turno de trabajo. El sistema
es de aplicación aunque la conducción a rehabilitar presente curvas en su trazado.
Nota
Esta tecnología fue inicialmente concebida para tuberías de gas, y se basa en la flexibilidad de
los tubos de materiales plásticos (especialmente el polietileno) y en el principio de que los mate-
riales plásticos tienen una cierta “memoria” que hace que recuperen su forma inicial cuando se
les induce una deformación, aunque dicha recuperación de la sección se suele hacer mediante
aplicación de presión interior.
deben identificar perfectamente todas las acometidas, válvulas, piezas especiales, etc.,
que pueda haber en el trazado de la tubería a renovar.
Es necesario construir sendos pozos en cada uno de los extremos de la conducción
a renovar, uno para introducir la tubería y el otro para extraer la maquinaria. Tam-
bién es imprescindible construir un by pass provisional desde el que mantener el
servicio mientras duren las tareas de renovación.
Como se ha indicado, el material más frecuentemente empleado en este procedimiento
es el PE, gracias a su flexibilidad. Al igual que como ocurría en el caso del entubado
simple (véase el apartado 15.2.3), la nueva conducción va unida por soldadura a tope,
realizando las uniones en el exterior y formando así tramos largos de tubería, antes de
ser introducida en el espacio de la actual conducción. En consecuencia, es de aplicación
lo especificado en el capítulo 5 de este manual al respecto de los sistemas de unión.
Previo a la renovación de la tubería, deben desconectarse todas las acometidas de la
conducción a sustituir para posteriormente volver a ser repuestas una vez hayan
acabado por completo los trabajos.
Lo que sí debe tenerse en cuenta de forma clara es que para el éxito de una instala-
ción nueva sin apertura de zanja, todos y cada uno de los servicios existentes en la
actualidad que interfieran en el trazado de la conducción deben estar perfectamente
identificados y determinadas sus características (dimensiones, cotas, etc.).
Igual cabe decir de la geotecnia, de la que debe tenerse un muy buen conocimiento
antes de comenzar los trabajos, lo que obliga a la realización de numerosos son-
deos, catas, reconocimientos, ensayos en laboratorio, etc.
En resumen, las improvisaciones en las tecnologías sin zanja deben ser mínimas, ya
que una vez comenzada la instalación, el sistema debe funcionar en continuo, ya
que se adapta mal a los cambios de trazado, a las variaciones geotécnicas respecto a
las previstas, etc., pues ello obliga a tener que interrumpir el proceso y eso es siem-
pre un suceso costoso.
2000
1800
1600
1400
Diámetro (mm)
1200
1000
800
600
400
200
0
0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600 1800 2000
Longitud (m)
3. Laboratorio acreditado:
Es el encargado de ensayar los tubos y accesorios seleccionados durante la ins-
pección, de acuerdo con los requisitos de la norma o especificación técnica
correspondiente.
Nota
En el año 1970, ANAIP creó la Marca de Calidad “Plásticos Españoles”. Con la fundación de
AENOR y el comienzo de sus actividades de certificación de producto, en el año 1987 los cer-
tificados existentes se trasformaron en los actuales certificados de marca “‰” de AENOR. La
industria del plástico ha sido pionera en solicitar la certificación AENOR para sus productos y
demostrar así la calidad de los mismos. El primer producto certificado fue una tubería plástica,
y hoy en día la gran mayoría de productos plásticos certificados son tuberías.
La certificación de productos se ha desarrollado enormemente en los últimos años, siendo un
instrumento imprescindible para elevar el nivel de calidad de los productos y empresas del país.
Implica la necesidad de mantener la calidad de forma continuada.
Otorgando el derecho al uso de la Marca de Calidad de Producto, AENOR certifica que el pro-
ducto cumple todos los requisitos establecidos en la norma (UNE, UNE-EN o ISO) correspon-
diente y que es idóneo para la aplicación a la que se destina.
380 Tuberías de polietileno. Manual técnico
16.2. Marcado CE
El marcado CE sobre un producto implica que éste está afectado por una directiva
europea y que el fabricante, cuando fija el marcado sobre su producto, declara que
cumple con los requisitos exigidos en dicha directiva, a través de las exigencias
recogidas en una norma armonizada (véase la figura 16.2).
Las áreas de aplicación de las tuberías plásticas para las que en breve estará en vigor
una norma europea armonizada son:
• Abastecimiento de agua y conducciones a presión (UNE-EN 15014).
• Alcantarillado y saneamiento (UNE-EN 15013).
• Desagüe y evacuación (UNE-EN 15012).
• Agua fría y caliente (UNE-EN 15015).
Comparativa
Es muy importante diferenciar el significado del marcado CE para los sistemas de conduccio-
nes plásticas y la marcas AENOR, como una marca de calidad voluntaria. Las principales dife-
rencias son:
El marcado CE:
• Es requerido legalmente y, por tanto, de obligatoria aplicación a partir de la fecha prevista.
• No interviene ninguna entidad externa para comprobar el cumplimiento de la mayoría de
las características exigidas por la norma armonizada. Es el propio fabricante el que
declara haber realizado unos ensayos iniciales y que los resultados son correctos.
• Significa que el usuario final ha de asegurarse de que el producto es apto para su uso y
cumple con la legislación nacional.
• El marcado CE no es una marca de calidad.
Nota
Es evidente que una deficiente instalación de las conducciones puede contribuir a que se pro-
duzcan infiltraciones del exterior, roturas, fugas, etc., destacando que no sólo es importante la
elección de los materiales y productos de calidad certificada, sino que es necesaria su correcta
instalación para salvaguardar la calidad del agua y su gestión.
En algunos tipos de instalaciones (como, por ejemplo, las conducciones de gas o las de fonta-
nería) se requiere que los operarios dispongan de una acreditación que, además de validar sus
conocimientos, otorgue confianza al usuario sobre el trabajo realizado. En el ámbito de las
conducciones para el transporte de agua, hasta ahora no ha existido ninguna acreditación
específica, si bien AseTUB puso en marcha en el año 2004 el proyecto del carné profesional
de especialista en instalación de redes de abastecimiento, riego y saneamiento.
En este sentido, tanto en la Guía técnica sobre tuberías para el transporte de agua a presión
(CEDEX, 2003) como en la Guía técnica sobre redes de saneamiento y drenaje urbano (CEDEX,
2007) se hace la siguiente mención:
“El montaje de la tubería debe realizarse por personal experimentado, que, a su vez,
deberá vigilar el posterior relleno de la zanja, en especial la compactación de las zonas
más próximas al tubo.
Es conveniente que el personal encargado en las tareas de montaje y manipulación de las
tuberías en todas las fases de su instalación tenga la mejor capacitación y conocimiento
posible al respecto.”
Calidad en los sistemas de conducciones 383
Los cursos para la obtención del mencionado carné AseTUB están dirigidos a pro-
fesionales del sector que realizan instalaciones de redes de abastecimiento, riego y
saneamiento. Estos cursos se imparten, en colaboración con compañías de agua, en
reconocidos centros de formación que disponen de completas instalaciones para la
realización y desarrollo, tanto de la parte teórica, como de la parte práctica (taller y
zanja).
Para obtener más información sobre convocatorias e inscripción de los cursos se
puede consultar la página web de AseTUB o contactar directamente con los cen-
tros de formación.
El programa de los cursos está dividido en cuatro módulos:
Módulo 1: Introducción
Introducción al carné del instalador.
Tipologías de agua: potable y residuales.
Conceptos generales sobre: abastecimiento, riego y saneamiento.
Descripción: materiales plásticos y tradicionales.
Normativa y certificación de producto.
Conocimientos básicos de hidráulica. Caudales. Pérdidas de carga.
Simbología e interpretación de planos.
El periodo de vigencia del carné es de cinco años. Durante este tiempo, el instala-
dor debe llevar un Registro de todas las Instalaciones Realizadas (RIR).
Calidad en los sistemas de conducciones 385
Para proceder a la renovación del carné, el titular debe enviar el RIR a AseTUB.
Cada RIR es analizado por el Comité de Evaluación y Seguimiento, quien dicta-
mina la renovación automática del carné, o propone al instalador una actualización
de conocimientos (véase la figura 16.4).
16.4. Conclusión
Sólo cumpliendo la legislación y normativa, utilizando tuberías plásticas de calidad
certificada y realizándose la instalación por profesionales cualificados, puede obte-
nerse una garantía de calidad real.
A Tablas de utilidad
Apéndice A
6
mega M 10 1.000.000 megawatio MW
kilo k 103 1.000 kilómetro km
2
hecto H 10 100 hectogramo hg
1
deca da 10 10 decanewton daN
100 1 Pascal Pa
–1
deci d 10 0,1 decilitro dl
–2
centi c 10 0,01 centímetro cm
Submúltiplo
1 0,1 0,001 10–6 6,2137 x 10–7 3,937 x 10–2 3,2808 x 10–3 1,0936 x 10–3
10 1 0,01 10–5 6,2137 x 10–6 0,3937 3,2808 x 10–2 1,0936 x 10–2
–4
1.000 100 1 0,001 6,2137 x 10 39,37 3,2808 1,0936
106 100.000 1.000 1 0,62137 39.370 3.280,8 1.093,6
1,6093 x 106 160.934 1.609,34 1,6093 1 63.360 5.280 1.760
25,4 2,54 0,0254 2,54 x 10–5 1,5783 x 10–5 1 8,3333 x 10–2 2,7778 x 10–2
304,8 30,48 0,3048 3,048 x 10–4 1,8939 x 10–4 12 1 0,3333
–4
914,4 91,44 0,9144 9,144 x 10 5,6818 x 10–4 36 3 1
litros litros litros metros cúbicos metros cúbicos metros cúbicos pies cúbicos pies cúbicos
segundo minuto hora segundo minuto hora minuto hora
(l/s) (l/min) (l/h) (m3/s) 3
(m /min) (m3/h) (ft3/min) (ft3/h)
kilogramo libra
newton kilonewton
fuerza fuerza
(N) (kN)
(kgf) (lbf)
kilogramo metro
libra pie milímetro
pascal milibar bar atmósfera centímetro columna
cuadrado de mercurio
(Pa) (mbar) (bar) (atm) cuadrado de agua
(lb f/in2) (mm Hg)
(kg/cm2) (mca)
1 0,01 10–5 9,869 x 10–6 1,019 x 10–5 1,450 x 10–4 1,019 x 10–4 7,506 x 10–3
100 1 0,001 9,869 x 10–4 1,019 x 10–3 1,450 x 10–2 1,019 x 10–2 0,7501
5
10 1.000 1 0,9869 1,0197 14,5033 10,1968 750,062
101.325 1.013,25 1,0133 1 1,0332 14,6954 10,3319 760
98.067 980,67 0,9807 0,9678 1 14,2229 10 735,563
6.895 68,95 6,895 x 10–2 6,804 x 10–2 7,030 x 10–2 1 0,7031 51,7168
–2 –2
9.807 98,07 9,807 x 10 9,678 x 10 0,1 1,4223 1 73,5585
133,32 1,3332 1,333 x 10–3 1,351 x 10–3 1,359 x 10–3 1,933 x 10–2 1,359 x 10–2 1
unidades
kilogramo kilowatio
julio kilojulio caloría kilocaloría watio hora térmicas
metro hora
(J) (kJ) (cal) (kcal) (Wh) británicas
(kgm) (kWh)
(btu)
1 0,001 0,2388 2,388 x 10–4 0,102 2,777 x 10–4 2,777 x 10–7 9,478 x 10–4
1.000 1 238,846 0,2388 101,972 0,2778 2,777 x 10–4 0,9478
–3 –3
4,1868 4,186 x 10 1 0,001 0,4269 1,163 x 10 1,163 x 10–6 3,968 x 10–3
4.186,8 4,1868 1.000 1 426,935 1,163 1,163 x 10–3 3,9683
–3 –3 –3
9,8067 9,806 x 10 2,3423 2,342 x 10 1 2,724 x 10 2,724 x 10–6 9,294 x 10–3
3.600 3,6 859,845 0,8598 367,098 1 0,001 3,4121
6 5 5
3,6 x 10 3.600 8,5985 x 10 859,845 3,671 x 10 1.000 1 3.412,142
1.055,056 1,0551 251,996 0,252 107,568 0,2931 2,930 x 10–4 1
Apéndice A. Tablas de utilidad 391
kilogramo
kilocaloría caballo caballo de
watio kilowatio metro
hora de vapor potencia
(W) (kW) segundo
(kcal/h) (CV) (HP)
(kgm/s)
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396 Tuberías de polietileno. Manual técnico
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UNE-EN ISO 13478 Tubos termoplásticos para el transporte de fluidos. Determinación
de la resistencia a la propagación rápida de fisuras (RCP). Ensayo a escala real (FST).
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UNE-EN 14409-1 Sistemas de canalización en materiales plásticos para la renovación
de redes de conducción de agua enterradas. Parte 1: Generalidades.
UNE-EN 14409-3 Sistemas de canalización en materiales plásticos para la renovación
de redes de conducción de agua enterradas. Parte 3: Entubado con tubos ajustados.
Normas ISO
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ISO/TR 10358 Plastics pipes and fittings – Combined chemical-resistance classification
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ISO/TR 11295 Techniques for rehabilitation of pipeline systems by the use of plastics
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ISO 11413 Plastics pipes and fittings – Preparation of test piece assemblies between a pol-
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ISO 11414 Plastics pipes and fittings – Preparation of polyethylene (PE) pipe/pipe or
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ISO 12176-1 Plastics pipes and fittings – Equipment for fusion jointing polyethylene
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ISO 12176-2 Plastics pipes and fittings – Equipment for fusion jointing polyethylene
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Bibliografía y normativa 401
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Otras normas
ASTM F1759-97 Standard practice for design of high-density polyethylene (HDPE)
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ASTM D2487-06 Standard practice classification of soils for engineering purposes (uni-
fied soil classification system).
ATV A 127 Richtlinie für die statische Berechnung von Abwasserkanälen und leitungen.
DS/INF 70-2 Plastics pipes. Butt fusion of polyolefine pipe systems – Fusion methodology.
DVS 2207-1 Welding of thermoplastics – Heated tool welding of pipes, pipeline compo-
nents and sheets made of PE-HD.
NBN T 42-010 Polyethylene pipes and fittings – Directives for the execution and testing
of welded assemblies.
NEN 7200 Plastics pipelines for the transport of gas, drinking water and waste water –
Buttwelding of PE pipes and fittings of PE 63, PE 80 and PE 100.
UNI 10520 Saldatura di materie plastiche. Saldatura ad elementi termici per contatto.
Saldatura di giunti testa a testa di tubi e/o raccordi in polietilene per il trasporto di
gas combustibili, di acqua e di altri fluidi in pressione.
UNI 10967 Saldatura di tubi e/o di raccordi in polietilene tipo PE 100 per il trasporto
di gas combustibili, di acqua e di altri fluidi in pressione.
IGN 4-08-01 Bedding and sidefill materials for buried pipelines.
WIS 4-08-02 Specification for bedding and sidefill materials for buried pipelines.
WIS 4-32-08 Specification for the fusion jointing of polyethylene pressure pipeline systems
using PE80 and PE100 materials.
WIS 4-32-14 Specification for PE80 and PE100 electrofusion fittings for nominal sizes
up to and including 630 mm.
WIS 4-32-15 Specification for PE80 and PE100 spigot fittings and drawn bends for
nominal sizes up to and including 1 000.