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Álvarez

 Palau   1  
 

Gerardo Álvarez Palau


Profesora Eva María Suárez Tello
Seminario de síntesis y evaluación II
Nueve de mayo de 2016

Las ruinas del futuro: Ciencia ficción, riesgos existenciales y posthumanismo

Resumen:

La ciencia ficción puede ayudarnos a entender de mejor manera el futuro de la humanidad y


los riesgos existenciales planteados por Nick Bostrom si se buscan textos que trabajen
precisamente esos conceptos y se utiliza la teoría que nos permita reconocer el
posthumanismo o los riesgos existenciales como parte esencial de ciertos cuentos del
género de la ciencia ficción. La interpretación que los textos permiten logrará también
expander el conocimiento que se tiene al respecto de los riesgos existenciales y el
posthumanismo al explorar el contexto en que estos fenómenos posiblemente se darán.

Abstract:
Science Fiction can help us to understand the future of humanity and the existential risks
pointed out by Nick Bostrom if we can trace posthumanity or existential risks as an esential
part of certain SF literary works. By the interpretation of such literary works, the
knowledge we currently have about existential risks might be expanded, for we could
explore the possible context among which this existential risks might happen.

Palabras clave: Ciencia ficción, riesgos existenciales, posthumanismo.

Key words: Science fiction, existential risks, posthumanism


Álvarez  Palau   2  
 
Índice

Introducción…………………………………………………………………………………4
Capítulo uno. El futuro de la humanidad y los riesgos existenciales.………………………6
1.1 El futuro de la humanidad: cuatro caminos posibles……………………………7
1.1.1 Extinción………………………………………………………………8
1.1.2 Colapso recurrente…………………………………………………….9
1.1.3 Meseta (Plateau)……………………………………………………..10
1.1.4 Posthumanidad……………………………………………………….11
1.2 Los riesgos existenciales……………………………………………………….12
1.2.1Clasificación de los riesgos existenciales…………………………….14
1.2.2Ponderar los riesgos…………………………………………………..15
1.2.3 El sesgo psicológico: el peligro de una buena historia………………16
Capítulo dos. Escape a un mejor punto de mira…………………………………….…..…19
2.1 La ciencia ficción: los alcances del género…………………………………….20
2.1.1 Ciencia ficción, ciencia y vacilaciones éticas………………………..21
2.1.2 Novum, polos de tensión y extrañamiento cognoscitivo…………….24
2.2 Un punto de mira mejor………….…………………………………………….27
Capítulo tres. Otros mundos como este mundo………………………………………..…..29
3.1 Carne y metal: La guerra después del hombre………………………………...30
3.2 Variaciones de la cabra: ‘Una línea infinita de presidentes’………………….33
3.3 The Plague: Un mundo inhabitable……………………………………………34
3.4 El último americano: La guerra de la humanidad.…………………………….36
Conclusiones………………………………………………………………………………42
Referencias………………………………………………………………………..…..…..44
Anexos…………………………………………………………………………………….45
Álvarez  Palau   3  
 
Introducción

El presente ensayo trabaja uno de los temas más importantes, y sin embargo escasamente
trabajados, desde el ámbito de la filosofía: El futuro de la humanidad.
En el capítulo uno, apoyándonos en las extrapolaciones que realiza el filósofo Nick
Bostrom en dos de sus ensayos más importantes, exploraremos el concepto de
Posthumanidad y los caminos que tenemos hacia ella. La idea es generar es generar lo que
Bostrom llama a better understanding of the picture, entender porque el siguiente paso en
la evolución humana vendrá más que probablemente de la mano de la tecnología, con todo
lo bueno y todo lo bueno que esta evolución, acelerada por demás, podrá traer.
En el segundo capítulo trabajaremos la teoría de la ciencia ficción desde la
perspectiva de Jean Gattegno en su libro La ciencia ficción, Itsvan Csicsery-Ronay y
Charles Elkins (ambos publicados en la famosa revista Science Fiction Studies) y sobre
todo Darko Suvin en Metamorfosis de la ciencia ficción. Lo que se quiere es reunir un
aparato teórico que nos permita trabajar con los riesgos existenciales y el posthumanismo
como elementos explorables de la ciencia ficción. Como se verá en el segundo capítulo, lo
que al final se logra es una redefinición de los conceptos de Bostrom, o mejor una
ampliación de dichos conceptos, que nos resulta útil para poder trabajar.
Finalmente, en el último capítulo trabajaremos con cuatro cuentistas
contemporáneos de ciencia ficción que trabajan explícitamente los riesgos existenciales y/o
la posthumanidad como parte integral de su narración. Bernardo Fernández (Bef),
mexicano, plantea una guerra entre dos vertientes distintas de posthumanos en Carne y
Metal. Jeff VanderMeer en Variaciones de la cabra, plantea simultáneamente varios
posibles futuros catastróficos. En The Plague, Ken Liu explora un mundo hostil después de
que nanobots autorreplicantes salen al medio ambiente y mutan todo. Finalmente, en El
último americano, John Kessel plantea una serie de catástrofes globales que ocasionan el
fin de la humanidad como la conocemos.
Lo que se quiere lograr con este ensayo es generar una idea más amplia al respecto
de los riesgos existenciales apoyándonos en la ciencia ficción, que a fin de cuentas es, de
entre los géneros literarios, el que trabaja siempre con el futuro y explorar la posibilidad de
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que los productos artísticos que trabajan con el futuro pueden, además de representar un
sesgo psicológico peligroso, proporcionar herramientas para trabajar con la idea de futuro.
Básicamente queremos buscar, por medio de la teoría literaria, la teoría de la ciencia
ficción y algunos de los trabajos canónicos de la ciencia ficción, respuestas acerca de la
pertinencia o no de la ciencia ficción como herramienta para reconocer las posibilidades
para el futuro de la humanidad así como la exploración de los riesgos posibles.
Veamos si logramos nuestro objetivo.
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Capítulo uno
El futuro de la humanidad y los riesgos existenciales
Todo hombre piensa en el futuro. En su futuro individual. Piensa en él todo el tiempo, va
proyectando el diario diciendo “desayunaré un par de huevos” o “llegaré a la oficina a las
ocho cuarenta”. Va haciendo planes. Planes también para el resto del año o para la década
por venir. Todo hombre puede también pensar en el futuro del hombre en general, del
hombre como grupo. Puede poner en perspectiva el estado de cosas en el mundo y
proyectar, extrapolando los problemas que aquejan a la especie y sus posibles soluciones,
así como las oportunidades de supervivencia y expansión que ahora existen y su
plausibilidad, para hacerse un cuadro más o menos preciso del futuro del hombre.
La pregunta por el futuro de la humanidad es de una importancia capital. La
seriedad con la que esta pregunta se plantee puede acabar determinando la existencia o no
de un mañana para nosotros y cuáles serán las condiciones en las que nos encontremos si
ese mañana llega. Esto aplica tanto para el futuro local y a corto plazo (Cholula en veinte
años por ejemplo) como para el futuro global en tiempos remotos (cualquier año del mundo
dentro de mucho tiempo) y para las modificaciones que la condición humana pueda sufrir
con el paso del tiempo.
Sin embargo, el preguntarse seria y metódicamente por el futuro de la humanidad no
es para nada un tema nuevo. Hoy las universidades más renombradas del mundo como el
MIT u Oxford tienen programas enteros al respecto de lo que se viene para el hombre a
corto y largo plazo. Es en Oxford precisamente donde se encuentra el Future of Humanity
Institute (FHI), dedicado a habilitar investigadores en matemáticas, filosofía y ciencias para
hacer preguntas acerca del futuro de la humanidad como conjunto. Basándonos en dos
textos del director del FHI, Nick Bostrom, es que trataremos de hacer un dibujo
aproximado de los posibles destinos del hombre.
Solo es posible hacer un estudio del futuro haciendo abstracción. Eliminando las
fluctuaciones a corto plazo, los pormenores, para hablar en líneas generales. “A discussion
about the future of humanity is about how the important fundamental features of the human
condition may change or remain constant in the long run.” (Bostrom, 1). Cómo pueden
cambiar las características fundamentales de la condición humana, de eso se trata cuando
hablamos de futuro. No se hablará de los pequeños cambios, de los cambios triviales y
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pequeños que puedan acontecerle al hombre, porque eso no es predecible, no es forseeable,
y tampoco importante. Se hablará en cambió de lo fundamental, aquello que supondría
cambios radicales en lo que se concibe como “lo humano”, incluso al grado de terminar con
la humanidad como la conocemos para pasar a otra cosa.
Se trata entonces de estudiar lo general, no lo particular en el futuro del hombre.
Abarcar a grandes rasgos lo posible para equivocarse menos en lo que desde este tiempo
puede verse hacia delante. Se trata de dibujar en líneas generales el futuro para poder,
cuando sea necesario, tomar decisiones que beneficien a todos los hombres.
En el primer ensayo que estudiaremos, The Future of Humanity, Bostrom esbozará
cuatro escenarios para el futuro de la humanidad: Extinción, colapso recurrente, meseta
(plateau) y posthumanidad. En el segundo ensayo, Existential Risks: Analizing Human
Extinction Scenarios and Related Hazards, el filósofo realizará una distinción entre riesgos
existenciales y catástrofes globales y elaborará una lista de los posibles riesgos
existenciales. Además tocará un punto central para este ensayo: los psychological biases o
sesgos psicológicos.

1.1 El futuro de la humanidad: cuatro caminos posibles.

It is relatively rare for humanity’s future to be taken seriously as a subject


matter on which it is important to try to have factually correct beliefs. There
is nothing wrong with exploiting the symbolic and literary affordances of an
unknown future, just as there is nothing wrong with fantasizing about
imaginary countries populated by dragons and wizards. Yet it is important to
attempt (as best we can) to distinguish futuristic scenarios put forward for
their symbolic significance or entertainment value from speculations that are
meant to be evaluated on the basis of literal plausibility. Only the latter form
of “realistic” futuristic thought will be considered in this paper. (2)

Al inicio de Future of Humanity, Nick Bostrom realizará una distinción interesante, que
marcará en adelante el tono de todo su trabajo. Para poder darle a su investigación mayor
rigor científico, elegirá separarse (“lo mejor que se pueda”) de escenarios futurísticos de
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valor meramente simbólico o que sirven para entretener y nada más, para decantarse por
especulaciones que pueden ser evaluadas en base a la posibilidad de que sucedan. Se aleja
entonces de la ficcionalización de los futuros posibles para mirarlos en función de su
plausibilidad.
Teniendo en cuenta que cualquier predicción que pueda hacerse es verdadera solo en cierto
grado “prediction is a matter of degree” (Bostrom, 3), entonces al decantarse por las
especulaciones más plausibles, más posibles, lo que hace el filósofo es, de alguna forma,
cubrirse las espaldas, acercarse a los futuros que tienen más posibilidad de realizarse y
eliminar en la medida de lo posible el riesgo de equivocarse al hacer predicciones. No
tendría caso preguntarse qué tan posible es que la sociedad que Asimov imagina en su saga
de La fundación llegue a conformarse, porque ya existen prefiguraciones sociales que
auguran o anuncian hacia donde puede que vaya encaminado el futuro de la humanidad.
Lo que viene a continuación es una breve explicación de los escenarios que Bostrom
plantea en su trabajo.

1.1.1 Extinción
Hay dos maneras en las que una forma de vida puede extinguirse. Una, la más sencilla, se
refiere al escenario en el cual todos los especímenes de una forma de vida mueren y la otra,
más compleja, es aquel escenario en el cual una forma de vida evoluciona en una o varias
formas de vida diferentes.
La gran mayoría de los riesgos de extinción de nuestra especie corren a cuenta de la
propia humanidad. De hecho, en un ensayo titulado How Unlikely Is A Doomsday
Catastrophe escrito junto con Max Tegmark, Bostrom muestra, utilizando las matemáticas
y la astronomía, la gran improbabilidad de que, por ejemplo, un asteroide choque con la
tierra y termine con la vida o algo parecido. La humanidad ha experimentado a través de su
historia toda la gama de catástrofes naturales, como erupciones volcánicas, sequías,
maremotos etcétera y ha sobrevivido a todas y cada una de ellas. Sería difícil argumentar
que alguno de estos fenómenos pueda provocar su extinción. El verdadero riesgo estriba en
aquellos riesgos que nosotros mismos hemos provocado. En los nuevos fenómenos (novel
phenomena) que el hombre introduce en el medio. La subida de los mares como efecto del
cambio climático por ejemplo, o un invierno nuclear producido por el uso indiscriminado
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de armamento de destrucción masiva o el uso descontrolado de alguna nueva tecnología
particularmente nociva o peligrosa:
The most severe existential risks of this century derive from expected
technological developments. Advances in biotechnology might make it
possible to design new viruses that combine the easy contagion and
mutability of the influenza virus with the lethality of HIV. Molecular
nanotechnology might make it possible to create weapons systems with a
destructive power dwarfing that of both thermonuclear bombs and
biowarfare agents. Superintelligent machines might be built and their actions
could determine the future of humanity – and whether there will be one. (10)
Y sin embargo esa misma tecnología aún no desarrollada y peligrosa puede ayudar a
mitigar los riesgos de extinción de nuestra especie. Pongamos un ejemplo famoso. Las
máquinas súper inteligentes, inteligencias artificiales o IA pueden ser el último invento que
el hombre necesite hacer. Una primera IA, con una mucha mayor capacidad que el hombre
para los porcesos cognitivos, podrá encargarse de hacer todas las invenciones necesarias en
el futuro: mejoras impresionantes en la salud, el desarrollo de la tecnología upload,
métodos efectivos y rentables para el viaje interplanetario etcétera. Todo dependería de la
manera en que controlamos la IA en nuestro beneficio, sin permitirle que tome acciones en
contra nuestra.
Bostrom distinguirá finalmente entre catástrofes globales (en donde hay posibilidad
de retorno al estado de cosas anterior como una catástrofe ambiental, por ejemplo) y la
extinción (donde la especie es aniquilada sin remedio), pero estudiaremos esto con más
detalle cuando trabajemos los riesgos existenciales.

1.1.2 Colapso recurrente.


Se debe distinguir, dirá Bostrom, diferentes tipos de colapso de la sociedad. Del
primero de ellos, colapso local, se tienen muchos ejemplos, como los que expone Jared
Dyamond en su libro Colapso: La caída de la civilzación polinesia en la isla de Pascua, el
declive maya en Mesoamérica, el deterioro del tejido social/ agrícola en Montana, Estados
Unidos y otros más. Son los ejemplos históricos y son casos aislados. En todos los casos
anteriores sucedió que otro grupo humano continuó el camino donde la sociedad que
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colapsó quedó varada. El otro tipo de colapso sucedería solo en lo que se da por llamar “el
mundo globalizado” e implicaría la caída de toda la red global de civilización. Si esto
llegara a pasar, ¿qué es lo que sigue?:
[…] If the collapse is of such a nature that a new advanced global
civilization can never be rebuilt, the outcome would qualify as an existential
disaster. However, it is hard to think of a plausible collapse which the human
species survives but which nevertheless makes it permanently impossible to
rebuild civilization. Supposing, therefore, that a new technologically
advanced civilization is eventually rebuilt, what is the fate of this resurgent
civilization? Again, there are two possibilities. The new civilization might
avoid collapse[…]. Alternatively, the new civilization collapses again, and
the cycle repeats[…]. (14)
Si el ciclo de colapsos no puede romperse, tras una serie de colapsos vendría
necesariamente la extinción de la especie, pero si el ciclo se rompe se abren para la
humanidad dos posibilidades, que veremos a continuación:

1.1.3 Meseta (Plateau).


Es difícil imaginar un escenario en el cual la humanidad pueda abandonar el ciclo
de colapsos para entrar en un estado de inmovilidad en el cual el hombre no experimente
movimiento alguno ni hacia el colapso ni hacia la evolución. Lo natural o, para decirlo
mejor, lo más plausible, sería que el hombre “avanzara” (pero avanzar no necesariamente
en el sentido de mejorar) hacia la posthumanidad, que veremos a continuación. Además la
meseta, el estatismo, implicaría abandonar ciertas tendencias sociales establecidas hace
mucho, como el crecimiento económico, que es el ejemplo que Bostrom proporciona.
Sin embargo es posible que el hombre elija no adelantarse hacia lo posthumano por
ejemplo en el caso de que un gobierno terriblemente controlador vea como beneficio para
mantenerse en el poder que la tecnología posthumana no salga a la luz, como sucede en el
cuento El Último americano de John Kessel. Sin embargo sería difícil que eso sucediera
porque dicho gobierno deberá sofocar cualquier intento de avance tecnológico en cualquier
parte del mundo.
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1.1.4 Posthumanidad
Más factible que la Meseta es la opción de posthumanidad. Para Bostrom la palabra
posthumanidad (posthumanity) se refiere a la condición existencial que reune una o varias
de las siguientes características:
• Población mayor a tres billones de personas.
• Esperanza de vida mayor a quinientos años.
• Una buena porción de la sociedad tiene capacidades cognitivas dos veces
mayores al máximo actual.
• Control casi completo de la información sensorial para la mayoría de la
gente la mayoría del tiempo.
• El sufrimiento psicológico ocurre solo en raras ocasiones.
• Cualquier característica comparable.
Para el lector incauto cualquiera de los puntos anteriores resulta inverosímil. El
promedio de esperanza de vida ronda los setenta años, ¿cómo puede decirse que algún día
el hombre vivirá un tiempo más de siete veces mayor a ese? El sufrimiento ha acompañado
al hombre desde siempre, incluso forma parte de la condición humana, ¿es válido decir que
un día este desaparecerá? ¿cómo podemos decir que de alguna forma lograremos aumentar
nuestra capacidad cognitiva de forma tan significativa? Bostrom propone dos rutas hacia la
posthumanidad.
La primera tiene como elemento principal el tiempo y se refiere a un crecimiento
gradual hasta llegar a la condición posthumana (“y más allá”, dirá Bostrom). Sencillamente,
si la tecnología necesaria para que una condición más allá del hombre se dé, puede ser
lograda siguiendo una serie de pasos lógicos y aprovechando el proceso autocatalítico de la
tecnología, entonces, pasado el tiempo suficiente para que dicha tecnología se desarrolle, la
condición posthumana llegará. Si pudieramos observar el avance hacia lo posthumano en
una gráfica, veríamos una línea que lentamente se eleva en el eje de las Y (avance
tecnológico) mientras avanza en el eje de las X (tiempo). Esto se resume en la siguiente
aseveración de Bostrom, llamada por él mismo la Tecnological completion conjecture:
[…] under the assumption that technological development continues on a broad
front, one might expect that in the long run, most of the important basic capabilities
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that could be obtained through some possible technology, will in fact be obtained
through technology[…]
[…]If scientific and technological development efforts do not effectively cease, then
all important basic capabilities that could be obtained through some possible
technology will be obtained. (5)

De esta forma, con el tiempo, se llegaría a la condición posthumana.

La segunda posibilidad, defendida por cientícos famosos como Ray Kurzweil,


director de ingeniería en Google, es la ruta de la singularidad. Esta se refiere a un periodo
de crecimiento tecnológico súper acelerado que nos permita llegar velozmente a la
condición posthumana. En una gráfica donde el eje Y es avance tecnológico y el eje X
tiempo veríamos una línea que sube abruptamente: “Proponents of the singularity
hypothesis usually believe not only that a period of extremely rapid technological
development will usher in posthumanity suddenly, but also that this transition will take
place soon – within a few decades.” (10)
Como puede verse, los cuatro caminos que presenta Nick Bostrom en Future of
Humanity reconocen a grandes rasgos dos posibilidades: la extinción de la humanidad,
posiblemente después de una serie de colapsos, o la evolución al posthumanismo a través
de la tecnología. El siguiente ensayo que estudiaremos hace un recuento de los posibles
peligros que pueden detener al hombre en su carrera tecnológica por sobrevivir.

1.2 Los riesgos existenciales.

Es necesario para conocer los peligros que acechan a la humanidad tanto a corto
como a largo plazo, realizar una tipología del riesgo, organizar los peligros en categorías
para tener bien claro cuáles de entre todos son los más apremiantes y también qué podemos
hacer desde ahora para evitar que esos riesgos en potencia se conviertan en riesgos de facto.
Bostrom propone la siguiente tipología: Por un lado tenemos el factor intensidad; si se trata
de un riesgo personal, local o global. Por el otro el factor de cantidad, el tamaño del riesgo
al que un grupo se enfrenta; si este es soportable o terminal. Así se genera un grupo de seis
tipos de riesgos: personal/soportable o personal/terminal, local/soportable o local/terminal,
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global/soportable o global terminal. De cada uno de estos binomios pueden obtenerse
ejemplos (algo personal/soportable sería una enfermedad con posibilidad de curación, un
ejemplo de local/terminal sería el caso de Chernobyl), de todos excepto el último caso:
global/terminal, este binomio representa a los riesgos existenciales. Dice Bostrom:

[An existential risk is] One where an adverse outcome would either annihilate
Earth-originating intelligent life or permanently and drastically curtail its potential.
[…]one where humankind as a whole is imperiled. Existential disasters have major
adverse consequences for the course of human civilization for all time to come. (3)

La diferencia con cualquier otro tipo de riesgo es entonces evidente. No puede


compararse ni siquiera con un daño global del que de alguna forma u otra la humanidad
pueda recuperarse. En este caso el daño es permanente y supone la extinción inmediata de
la especie o un daño tan profundo que la recuperación de la humanidad es imposible. La
diferencia, sin embargo, no estriba tan solo en la magnitud del daño que puedan ocasionar,
sino en el reto que supondría para el hombre enfrentar un riesgo de tal magnitud. Bostrom
expone cinco puntos que hacen que los riesgos existenciales sean de “naturaleza especial”:

• No hay forma de aprender por experiencia (como históricamente la humanidad a


resuelto sus crisis), no es posible hacer una prueba y error ni corregir el rumbo. Solo
es posible trabajar los riesgos a través de la previsión (foresight).
• “We might find it hard to take them as seriously as we should simply because we
have never yet witnessed such disasters” (5). Como no hemos presenciado nunca
algún desastre de ese tipo, puede resultar difícil creer que un riesgo existencial (RE)
puede suceder. Por eso mismo no sería muy provechoso confiar en que las
instituciones gubernamentales puedan responder a ellas, o implementar políticas
pensadas para mitigar la posibilidad de que un RE suceda.
• Como la reducción de los riesgos existenciales supone un bien público global, un
asunto en el que deben tomar parte la totalidad de las naciones del mundo, incluso si
para que eso pase sea necesario pasar por encima de la soberanía nacional, puede
suceder lo que Jared Dyamond en Colapso denomina “la tragedia de lo común”:
Como la responsabilidad es de todos y el bien en cuestión le pertenece a todos,
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nadie en particular toma cartas en el asunto, porque todos deberían hacerlo. Algo
muy parecido sucede ahora con el problema del calentamiento global.

Teniendo esto en cuenta, Bostrom realizará una clasificación de los riesgos


existenciales, que presentaremos a continuación.

1.2.1 Clasificación de los riesgos existenciales

1.- Golpes (bangs): La vida en la tierra se extingue a partir de un desastre que resulta de
un accidente o bien de una acción de destrucción deliberada. Entre los riesgos existenciales
del tipo Bang, el filósofo sueco incluye el calentamiento global exacerbado, la
nanotecnología autorreplicante que sale al medio ambiente y lo consume (riesgo conocido
como Grey Goo), inteligencia artificial mal programada, la posibilidad de que vivamos en
una simulación de computadora y esta sea apagada, el holocausto nuclear, una epidemia
global y otras.

2.- Crujidos (crunches): Este tipo de riesgo existencial se refiere a los posibles eventos
que impedirían que el hombre desarrolle la posthumanidad. Aunque Bostrom considera
que, de entre los riesgos existenciales, los agrupados en el grupo crunches tienen menor
posibilidad de suceder, los eventos listados resultan bastante verosímiles, e incluyen por
ejemplo el agotamiento de recursos, la posibilidad de que un gobierno global mal dirigido
detenga el progreso científico, y el detenimiento paulatino de las capacidades de invención
humanas.

3.- Chillidos (shrieks): La condición posthumana es adquirida, pero sin que su potencial
pueda ser plenamente explotado. Bostrom incluye en este grupo eventos como un regimen
totalitario represivo que no permite que la posthumanidad explote, la posibilidad de que una
upload específica impere sobre las demás, dominándolas, y una inteligencia artificial mal
programada o con misiones o finalidades mal establecidas.

4.-Gemidos (whimpers): La condición posthumana es adquirida, pero dirige a la especie


hacia un punto en el cual todo aquello que consideramos valioso es olvidado o tomado en
cuenta solo de manera mínima. Ejemplos de esto pueden ser la posibilidad de que una
especie extraterrestre nos extermine, o que nuestra propia evolución nos dirija hacia olvidar
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los valores primarios de la humanidad.

Como puede observarse, la gran mayoría de los riesgos existenciales son de carácter
tecnológico, amenazas que nosotros mismos arrojamos sobre nosotros. Sin embargo es
importante notar que ponerle un freno al desarrollo tecnológico supondría tambien un
riesgo existencial en el grupo de los crunches, ya que impediría la evolución del hombre.
La respuesta entonces estribaría no en detener el avance de la ciencia, sino en realizar una
ponderación de los riesgos posibles y realizar propuestas para generar un marco legal y
ético que nos permita solucionar los problemas que los avances tecnológicos puedan
ocasionar, y aprovechar de mejor manera los beneficios que estos puedan traerle al hombre

Para efectos de este trabajo nos centraremos en la ponderación de riesgos y más


específicamente en uno de los modos indirectos de ponderación, los psychological biases o
sesgos psicológicos.

1.2.2 Ponderar los riesgos

Bostrom resaltará dos métodos que permiten realizar una ponderación o estimación de
las probabilidades que hay para que tal o cual riesgo existencial llegue a suceder. Lo que él
llama la manera directa (direct way) se refiere a lo siguiente:

What we could call the direct way is to analyze the various specific failure-modes,
assign them probabilities, and then subtract the sum of these disaster-probabilities from
one to get the success-probability. In doing so, we would benefit from a detailed
understanding of how the underlying causal factors will play out. For example, we
would like to know the answers to questions such as: How much harder is it to design a
foolproof global nanotech immune system than it is to design a nanobot that can survive
and reproduce in the natural environment? (16)

Con el método directo es posible lograr un estimado a partir de parámetros dados


por las respuestas obtenidas. Se hace la siguiente pregunta: ¿qué tanto más dificil resultaría
desarrollar las condiciones que permitan que una tecnología dada resulte inofensiva con
respecto a la dificultad que representa desarrollar las condiciones que pueden volverla
peligrosa? Aunque la respuesta vendría necesariamente en forma de conjetura (guesses), el
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estimado arrojaría una tendencia, útil para reconocer posibles lineas de acción.

Con el método indirecto la cosa es diferente. El estimado se realiza a través de


teorías dadas, teorías que arrojan luz en el asunto del futuro porque, como cualquier teoría,
fueron pensadas a partir de características generales del mundo en que vivimos. La
importancia del método indirecto reside en que al, observar el futuro a partir de cierta
teoría, no le es necesario hacer ningún tipo de predicción, además trabaja las distintas
visiones del futuro, las posibles equivocaciones que el hombre común puede cometer al
ponderar los RE, lo que se llama psychological biases, que discutiremos a continuación.
Dice Bostrom:

There are theoretical constraints that can be brought to bear on the issue, based on
some general features of the world in which we live. There is only a small number
of these, but they are important because they do not rely on making a lot of guesses
about the details of future technological and social developments. (15)

Un buen ejemplo aclaratorio del método indirecto está en la paradoja de Fermi,


teoría que reduce la posibilidad de un encuentro con especies inteligentes de otros planetas,
y nuestra posible aniquilación por parte de estas. Si existen miles de millones de forma de
vida inteligente ¿por qué ninguna ha contactado con nosotros? Debe haber entonces un
Gran Filtro que elimine la posibilidad de que una especie inteligente pueda ponerse en
contacto con otra y por eso no hemos podido conocer a ninguna. Así el método indirecto
elimina un posible riesgo existencial.

Otro elemento que le otorga solidez al método indirecto está en los psychological biases o
sesgos psicológicos, que estudiaremos con detenimiento a continuación.

1.2.3 El sesgo psicológico: El peligro de una buena historia

Suppose our intuitions about which future scenarios are “plausible and realistic” are
shaped by what we see on TV and in movies and what we read in novels. […]We
should then, when thinking critically, suspect our intuitions of being biased in the
direction of overestimating the probability of those scenarios that make for a good
story, since such scenarios will seem much more familiar and more “real”. This
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Good-story bias could be quite powerful. When was the last time you saw a movie
about humankind suddenly going extinct (without warning and without being
replaced by some other civilization)? While this scenario may be much more
probable than a scenario in which human heroes successfully repel an invasion of
monsters or robot warriors, it wouldn’t be much fun to watch. So we don’t see many
stories of that kind. If we are not careful, we can be mislead into believing that the
boring scenario is too farfetched to be worth taking seriously. […] (19).

Uno de los puntos más importantes que expresan la razón por la cual los riesgos
existenciales (RE) no se parecen a nada que la humanidad haya enfrentado antes, tiene que
ver con la escala desde la cual se debe trabajar para mitigar las posibilidades de que estos
sucedan. La única manera en que se puede disminuir el riesgo es haciendo un esfuerzo a
escala global. Es aquí donde entra en juego el concepto introducido por Jared Dyamond, y
que vimos anteriormente en el texto: la tragedia de lo común. Como la mitigación de los
RE es responsabilidad de todos los gobiernos del planeta, y no solo de unos cuantos
individuos aislados, nadie “en particular” toma cartas en el asunto, porque todos “en
general” deberían hacerlo. Este problema se agudiza aún más cuando se trata de tomarle el
peso a riesgos existenciales que implican un avance tecnológico todavía desconocido para
el hombre, como sucede en algunos de los casos de grupos de REs como Bangs y Shrieks.
Es cosa de ciencia ficción, diría cualquiera, no es factible, y entonces trabajar para mitigar
ciertos riesgos se echa en saco roto.

La gran mayoría del discurso acerca del futuro, dice Nick Bostrom, nos llega en
forma de ficción. Películas, comics, novelas y cuentos con el futuro como tópico: ciencia
ficción. Todos conocemos algo de ciencia ficción. Hemos visto Terminator, o Alien o
Solaris o Robocop. Hemos leído Fahrenheit 451 de Bradbury, o algo de Julio Verne, algo
de Wells o algo de Huxley. Hemos leído Saga, la novela gráfica ganadora del premio Isner.
Discursos sobre el futuro. Y no pasamos de noche por esos discursos. Como toda obra de
arte, la ciencia ficción ha modificado nuestra forma de pensar y de ver. La aseveración de
Bostrom entonces resulta muy interesante. Las buenas historias nos alejan de ponderar con
claridad y respetando las previsiones (foresights) que pueden resultar más atinadas, por
medio de la verosimilitud nos han creado un criterio falso de lo que puede ser o no factible
Álvarez  Palau   17  
 
en cuanto a los riesgos para el futuro.

¿Será eso cierto? ¿La ciencia ficción nos aparta de reconocer los riesgos existenciales
posibles? Cuando de lo que se trata es de obtener el mejor cuadro posible del futuro, hay
que hacer esta pregunta con mucho cuidado. En el siguiente capítulo analizaremos la teoría
de la ciencia ficción para reconocer las características que posiblemente pueden darle al
género la capacidad de aportar algo al pensamiento del futuro y la ponderación de mismo,
más allá del foresight y los sesgos psicológicos.
Álvarez  Palau   18  
 
Capítulo 2
Escape a un mejor punto de mira
No podemos conocer el futuro. Podemos tan solo hacer conjeturas, tratar de sopesar el
presente y el pasado y desde ahí dibujar un futuro posible. Extrapolar. Solo eso puede
hacerse, tomar, como dice Ursula K. LeGuin, “cierta tendencia o fenómeno del aquí-y-
ahora, purificarlo e intensificarlo […] y extenderlo al futuro. Si esto continúa, esto otro
pasará. Se ha hecho una predicción” (LeGuin, XI). Cuando Nick Bostrom elabora una lista
de riesgos existenciales, como vimos en el capítulo pasado, lo que hace es extrapolar
(véase, por ejemplo, el primer riesgo existencial (RE) esbozado dentro del grupo de los
bangs, Deliberate Use of Nanotechnology, o cualquier otro). La validez del trabajo de
Bostrom radica en que la serie de fenómenos que se extrapolan en él son, según su criterio,
aquellos que tienen más probabilidad de suceder. Su concepción del futuro, y de los riesgos
que ese futuro traerá para el hombre, debe ser, dentro de lo que cabe, más certera que otras,
porque él conoce los fenómenos específicos de los cuales una extrapolación permitirá
obtener lo que el llama “a clearer understanding of the […] picture” (Bostrom,1). Y sin
embargo, en cada una de las categorías de RE deja una opción abierta a lo desconocido, un
inciso que solamente dice “something unforseen”.
En Existential Risks: Analizing Human Extinction Scenarios and Related Hazards,
Bostrom también elabora, como vimos, acerca de los sesgos psicológicos. La pregunta a
responder a ese respecto es la siguiente: Nuestras “intuiciones” acerca del futuro están
conformadas (shaped) por lo que vemos en películas y leemos en novelas que tienen el
futuro como tópico. La especulación acerca del futuro humano está lleno de buenas
historias (de hecho Bostrom llama también “good story bias” al sesgo psicológico), ¿no
deberíamos desconfiar entonces de los futuros planteados meramente por su valor
simbólico, que plantea la cultura de masas? Una buena historia podría, según él, malear
nuestra percepción al respecto de los RE y limitar nuestra posibilidad de comprenderlos y
de, si resulta necesario, resolver las crisis que estos provoquen.
El presente capítulo explora el aparato teórico que trabaja para reconocer las
características y los límites del género literario que tiene el futuro como tópico: la ciencia
ficción. Exploraremos la idea de que, si bien el sesgo psicológico es real en cuanto a la
percepción de los futuros posibles, la ciencia ficción tiene algo más que ofrecer, y aunque
Álvarez  Palau   19  
 
ningun género literario que se precie tiene alguna ‘función’ (en realidad no ‘sirve’ para
nada), la ciencia ficción, siendo el género que por antonomasia trabaja con el futuro,
aunque un futuro que es antes que nada un recurso literario, puede enseñarnos muchas
cosas sobre él, y no solo supone un “sesgo” peligroso cuando se quiere sopesar el futuro
sino que, muy al contrario, puede ser un punto de mira mejor cuando se quiere mirar hacia
delante, hacia los futuros posibles para la humanidad.

2.1 La ciencia ficción: los alcances del género


La ciencia ficción, aunque cultura de masas, no es solamente space opera y Viajes
extraordinarios a la Julio Verne. Cualquiera que haya leído tan solo a Wells o a Bradbury
puede darse cuenta de eso. El género ha pasado de ser una herramienta para la reflexión
acerca de las “aportaciones y conquistas futuras de la ciencia”, como dice Jean Gattegno, a
ser el pincel que dibuja los nuevos mapas del infierno, para usar la expresión de Kingsley
Amis. Ha dado un salto, parafraseando a Darko Suvin, de lo cosmológico al diagnóstico y
la advertencia. Occidente, habiendo abandonado una infancia donde la técnica y la ciencia
debían ser herramientas luminosas que llevarán al hombre a expandir sus fronteras y sus
dominios, se topará, después de Hiroshima y Nagasaki, con un futuro negro. Y bajo la luz
de esa perspectiva la ciencia ficción también se oscurecerá. Perderá, por así decirlo, la
inocencia. Empezará a dibujar los nuevos mapas del infierno. Y los seguirá dibujando hasta
ahora, bien entrado ya el siglo XXI, cuando una serie de catástrofes posibles engrosan la
lista de riesgos existenciales para la humanidad.
Por esto, porque la ciencia ficción hace entre otras cosas un dibujo de los infiernos
que pueden caer sobre nosotros mañana o pasado mañana, es que la ciencia ficción nos
interesa. Pero la ciencia ficción, pronto lo veremos, es a final de cuentas, un asunto
histórico. Para lanzarse a ficcionar sobre el futuro, el autor de ciencia ficción debe estar, y
lo está siempre, arraigado fuertemente a su contexto histórico y al pasado. El género de la
cf, salido de su infancia, beberá de muchas fuentes para madurar. No solo se empapará de
ciencia dura, sino también de la antropología, psicología, sociología y otras ciencias
humanas. En muchas ocasiones, la serie del Ekumen de Ursula K. LeGuin es gran ejemplo
de ello, el uso de las humanidades le dará a la ciencia ficción elementos narrativos nuevos,
dinámicos y poderosos.
Álvarez  Palau   20  
 
La relación del género para con la ciencia cambiará necesariamente. Ya no tiene para el
lector una función pedagógica, como en el caso de Verne, y cuando lo intente, como sucede
en ciertas Space Operas, la cosa irá mal. El futuro para el hombre ya no es luminoso, los
avances tecnológicos no solo no han emancipado a la humanidad, muy al contrario, la
tecnología ha cubierto de sangre al hombre, dos Guerras Mundiales y una Guerra Fría lo
atestiguan. Cambió la perspectiva del futuro, y con ella cambió el género. ¿Cómo se
relacionan desde entonces ciencia y ciencia ficción? ¿Cómo, con qué elementos, se dibujan
los nuevos mapas del infierno?

2.1.1 Ciencia ficción, ciencia y vacilaciones éticas


Jean Gattegno (1935-1994) elabora en su libro La ciencia ficción un análisis de la
historia del género y también plantea ciertos problemas a resolver. Uno de ellos se titula
‘La ciencia ficción y la ciencia’ (115), veamos.
La relación ciencia ficción/ciencia tiene que ver en todo con la actitud del autor
hacia la ciencia misma. Así, poniéndolo en contexto, resulta natural que Verne tuviera hacia
el lector lo que podría catalogarse como una misión pedagógica. Mostrar el luminoso
horizonte científico y tecnológico, en su tiempo esa era la tendencia.
En tiempos de Julio Verne, debido a la ideología dominante, la ciencia era el
motor de la historia, al igual que el centro de un culto. Resultaba natural
interrogarse sobre la magnitud de los beneficios que nos reportaría, […] No
obstante, la reacción antiprogresista de los años veinte, se tradujo dentro de
la ciencia ficción en un viraje de esa pregunta: ¿cómo será el universo donde
el hombre pueda realizar todas esas cosas? […] siendo evidente la
posibilidad y aún la probabilidad, de realizar descubrimientos técnicos o
científicos prodigiosos, queda por estudiar […] el marco en que se
producirán. (Gattegno, 24)
A partir de ese ‘viraje’ se instaurará en la ciencia ficción lo que Itsvan Csicery-
Ronay llama vacilaciones éticas o ethical hesitations, que veremos más adelante. El asunto
de la cf ha cambiado. Obtenida la certeza de que el proceso autocatalítico de la tecnología y
la ciencia seguirá su curso de bola de nieve haciendose más y más grande al bajar la
pendiente, de que el cambio a escala humanidad vendrá muy probablemente gracias a la
Álvarez  Palau   21  
 
tecnología y no a otra cosa (para bien o para mal), al escritor de cf le toca llenar los huecos
que la prospectiva de la ciencia, porque no es su terreno ni es `lo que le toca,` pueda dejar.
Le toca al escritor vacilar, hacer experimentos, porque no hace ni quiere hacer predicciones.
Decir, si cierta tecnología se desarrolla en el futuro, entonces, tal vez, suceda en este
contexto y tal vez tenga estas implicaciones. Vacilar. Explotar al máximo cierto novum
científico/tecnológico y explorar las posibilidades de transformación de la sociedad y el
medio que esta pueda traer, eplorar “el marco en que [estas innovaciones] se producirán”.
Así, mientras Bostrom extrapola una lista dada de peligros para la humanidad en su
conjunto, los Existential Risks, lo que la ciencia ficción hace en algunas ocasiones, es
explorar profundamente esas extrapolaciones, “literalizar las metáforas de la ciencia”
(Csicsery-Ronay, 9). La dificultad estriba en poder encontrar y elegir cuentos que realicen
específicamente esas exploraciones y que literalizen la metáfora científica de forma que nos
permitan hacer una exploración de la misma. En el tercer capítulo se analizan algunos
cuentos que, según los criterios que establecerán en este capítulo, exploran
satisfactoriamente las extrapolaciones que Bostrom realiza en su ensayo.
La ciencia ficción se mueve alrededor de dos gaps (lo traduciré como brecha a falta
de algo mejor) que comprenden diferentes cosas. La primera de ellas se refiere a la
vacilación entre la posibilidad de que cierto novum sea imaginado, y la posibilidad de que
este novum sea plausible, realizable, […] “It is a gap that lies between the conceivability of
future transformations and the possibility of their actualization.” (1). La segunda brecha
nace de la anterior y se refiere a, por un lado, la creencia en que necesariamente la
aparición del novum en el relato traerá inexhorablemente cambios, transformaciones
sociales en el contexto de la narración, y, por el otro, la reflexión, como también propone
Gattegno, acerca de las posibles interpretaciones que puedan hacerse de esos cambios, de
esas transformaciones en el contexto. La segunda bracha oscila entre…
[…]on the one hand, belief in the immanent possibility (and perhaps
inexorable necessity) of those transformations, and, on the other, reflection
about their possible ethical, social, and spiritual interpretations (i.e., about
their embeddedness in a web of social-historical relations). This gap
stretches between conceiving of the plausibility, i.e., the prospective factual
reality, of historically unforeseeable innovations in human experience […]
Álvarez  Palau   22  
 
and their broader ethical and social-cultural implications and resonances. SF
thus involves two forms of hesitation—a historical-logical one (how
plausible is the conceivable novum?) and an ethical one (how
good/bad/altogether different are the transformations that would issue from
the novum?)[…] (1)
Para efectos de este ensayo nos interesa la segunda forma de vacilación, la
vacilación ética que permite estudiar las posibles implicaciones y ramificaciones que la
aparición de cierto novum pueda tener en la vida humana y en la continuación de esa vida.
Es a partir de esta vacilación que la ciencia ficción puede aportar a lo dicho por Bostrom,
pero dejemos eso para más adelante. Debemos, antes que nada, estudiar aquello que
provoca las vacilaciones en la ciencia ficción: el novum. Para eso hay que acercarnos a
Darko Suvin, y su libro Metamorfosis de la ciencia ficción.
Cualquier narración de ciencia ficción se ubica en algún punto entre la utopía y la
distopía. Sucede siempre en otro lugar y presenta otros mundos como este mundo en un
tiempo que no es precisamente este. Así mismo la cf, como vimos, plantea fenómenos
(cierto novum, dependiendo obviamente de la narración en cuestión) que pueden plantearse
como problemas a resolver, como un elemento problematizador del mundo en el que se
ubican. Plantea problemáticas y luego trabaja en torno a la dirección que estas posiblemente
tomarán. En la introducción a The Left Hand of The Darkness, Ursula K. Leguin habla al
respecto:
Let´s say (says Mary Shelley) that a young doctor creates a human being in
his laboratory; let´s say (says Phillip K. Dick) that the Allies lost the Second
World War; let´s say this or that is such and so, and see what happens […]
(LeGuin, 12).
De eso se trata, de ver qué es lo que pasa cuando se plantea tal o cual problema.
Hacer, para utilizar la terminología de Bostrom, forseeing. Vacilar. La vacilación ética (qué
tan bueno o malo o sencillamente distinto´ puede resultar el novum planteado), puede verse
también, tiene un peso importante. La cf como género no se preguntará por el hombre sino
que preguntará ¿cuál hombre?, y no se preguntará por el mundo, sino que preguntará ¿cuál
mundo?
Álvarez  Palau   23  
 
Pero ¿qué es lo qué hace particular como género a la ciencia ficción? ¿qué es lo que
permite al género plantearse los problemas que se plantea, ficcionarlos y darles, de alguna
forma u otra, respuesta? “[…]¿cuál es el común denominador, cuya presencia resulta
lógicamente necesaria y que debe ser hegemónico en una narración para que podamos
llamar a esta de cf? En otras palabras, ¿cómo determinar el dominio propiamente dicho de
la ciencia ficción?” […] (Suvin, 94).

2.1.3 Novum, polos de tensión y extrañamiento cognoscitivo


Darko Suvin, quien es probablemente el teórico más destacado de la ciencia ficción,
reconoce que el género utiliza mayormente dos modelos narrativos: la analogía y la
extrapolación. El primero de ellos, la analogía, se refiere, según el diccionario de la RAE, a
la “relación de semejanza entre cosas distintas” o al “razonamiento basado en la existencia
de atributos semejantes en seres o cosas diferentes”. El autor de cf construye una nueva
realidad a partir de una analogación de la realidad empírica en que este vive. Se inventa un
mundo como este mundo, un mundo que responde directamente al nuestro, para ficcionar.
En cuanto al segundo modelo, vimos al inicio de este capítulo que la extrapolación
se refiere sencillamente a tomar un elemento o un fenómeno de la realidad actual,
intensificarlo y dibujar una tendencia posible de este fenómeno hacia el futuro. “Si esto
continúa, esto otro pasará. Se ha hecho una predicción” (LeGuin, XI) dijímos con Ursula K.
Le Guin, y dijimos también que ese era el método utilizado por Bostrom en uno de los
ensayos que estudiamos en el capítulo uno. Sin embargo, si miramos con cuidado podemos
darnos cuenta de que la extrapolación es una forma extrema de analogía, “un caso límite,
unidimensional, y científico de la analogía.” (Suvin, 110). Extrapolar es, a final de cuentas,
realizar la siguiente operación: yo tomo un fenómeno actual y lo llevo a sus últimas
consecuencias en un futuro hipotético. Se ha hecho una analogía, aunque esta sea extrema.
Se ha realizado una ficcionalización de un mundo posible, un mundo que se parece a este.
Se ha hecho una analogía.
La ciencia ficción, nos dirá Suvin, tiene sus polos de fricción en dos elementos. La
realidad alterna; “una realidad narrativa lo bastante autónoma e intransitiva para que se la
explore a fondo en lo tocante a sus propiedades y a las relaciones humanas que
conlleva[…]” (Suvin, 114) y el novum:
Álvarez  Palau   24  
 
[El] Novum de innovación cognoscitiva es un fenómeno o una relación
totalizadora que se desvía de la norma de realidad del autor o del lector
implícito. No hay duda, claro está, de que toda metáfora poética es un
novum […] Sin embargo, aunque la cf válida tiene profundas afinidades con
la poesía y con la prosa realista innovadora, su novedad es “totalizadora” en
el sentido de que significa un cambio en todo el universo del relato o, al
menos, de aspectos de importancia fundamental (y que, por consiguiente,
constituye un medio para captar analíticamente todo el relato). (95)
La tensión, generada tanto por la realidad autónoma como por el novum, resulta a
partir de la relación del lector con lo Otro, representado precisamente por el novum, por lo
diferente, lo nuevo que se presenta en la narración. El efecto generado será particular de la
ciencia ficción, pues la novedad presentada es ‘totalizadora’, hegemónica, lo que la
diferencia de todos los demás géneros. Como en la cf existe la constante presencia de una
cogniscion científica, generadora del novum, el género no solo permite, sino que requiere
de lo cognoscitivo.
Habría sin embargo que puntualizar algo acerca del novum. Como este es un
concepto móvil, dependiendo de la narración a estudiar este estará en tal o cuál lugar o será
representado por ta o cuál cosa, es también imposible de definir satisfactoriamente. Por
suerte, se puede por lo menos dimensionar la magnitud del novum. Existen, de nuevo
dependiendo de la narración que se tome por ejemplo, distinciones claras en cuanto a los
diferentes grados de intensidad del novum. Así, se puede abarcar con el concepto del
novum desde una invención discreta, como dice Suvin, hasta lo más trascendental y grande.
Servirá poner aquí un ejemplo. No hay diferencia entre el novum que presenta Philip K.
Dick al principio de Do androids dream of electric sheep?, el Penfield o mood organ, que
te permite controlar a la perfección tus emociones e incluso planificarlas, y el novum que
presenta Ken Liu en The Plague: los nanobots que han salido al medio ambiente y
consumen todo, poniendo en peligro inminente la existencia y el futuro de la humanidad.
Así como Bostrom realiza una distinción entre riesgos (nótese por ejemplo la distinción
estudiada ya entre Global Risks y Existential Risks), se podría realizar una categorización
de los distintos novums a partir de la intensidad del cambio en el hombre que provocan.
Álvarez  Palau   25  
 
La relación ciencia ficción/ ciencia ha cambiado de nuevo. Antes vimos que se pasó
de la ingenuidad, de la pedagogía falsa del positivismo, a dibujar los nuevos mapas del
infierno. Se hizo necesario para la ciencia ficción pensar en los posibles contextos en que el
desarrollo científico (para bien o para mal) sucederá. Ahora, a partir del concepto de novum
cognoscitivo, podemos ver que esa relación es mucho más estrecha. El novum es necesario
para el género de la ciencia ficción, y este solo puede ser imaginado por el lector a partir de
su horizonte científico:
“[…] si el novum es la condición necesaria de la cf […], es condición
suficiente del género la validación de la novedad mediante una cognisción
científicamente metódica a la que el lector se ve llevado inexorablemente.
Aunque, desde luego, no es posible comprobar de modo empírico en un
laboratorio o mediante observaciones en el campo esa cognición presente en
una obra de creación verbal, sí se la puede desarrollar metódicamente contra
el telón de fondo de un conjunto ya existente de cognisciones o, por lo
menos, como un “experimento mental” atenido a una lógica científica
aceptada, es decir, cognoscitiva”. (Suvin, 97)
El novum responde siempre a las logicas de su tiempo. Se desarrolla no solo a partir
de “una lógica científica ‘aplicada’ sino gracias a ella. Por lo tanto, continuará diciendo
Suvin, la ciencia es el “horizonte limitador de la cf” (98) y la realidad en que se ficciona
solo es “interpretable con base en el horizonte científico o cognoscitivo. La tesis de
cualquier relato de cf se refiere siempre a una posibilidad real, enmarcada esta siempre a la
lógica científica imperante, por lo tanto, si el relato de cf en cuestión responde plenamente
al proyecto científico actual, tratará, desde la ficción, de dar respuesta a lo planteado por la
teoría científica, de explorar el contexto en que los avances tecnológicos se realizarán y de,
como vimos con Csicery-Ronay, literalizar las metáforas de la ciencia por medio del relato.
Para terminar con el novum debemos resaltar una última característica de este. El
novum debe ser reconocido como una categoría histórica. Lo imaginado corresponderá
necesariamente con el contexto en que el autor escribe. El novum, dice Suvin “nació en la
historia y en ella se le juzga” (114). El juicio que recibirá de parte del lector será realizado a
partir de que tanto, cognoxcitivamente, corresponde el novum con la realidad, que tanto es
verosímil, y a su grado de pertinencia: “El novum esencial de cualquier relato de cf debe
Álvarez  Palau   26  
 
ser juzgado… por las nuevas percataciones que permita y pueda permitir en las relaciones
imaginarias, pero coherentes y de este mundo—es decir históricas—que presente.” (114)
El novum en última instancia es un elemento que permite el desarrollo de nuevas
‘percataciones’. El novum, y con él la ciencia ficción entera, es un elemento exploratorio de
la realidad y también, a través de él, utilizándolo, navegando a su alrededor, podemos
explorar los posibles contextos en que lo nuevo, lo Otro tecnológico, aparecerá,
expandiéndo así, con la vacilación ética que permite la cf, el conocimiento que tenemos de
los riesgos existenciales para la humanidad.
 
2.2 Un punto de mira mejor
Queda solamente la tarea de redimensionar la concepción de los ER para que se
pueda dar cabida a la ciencia ficción como elemento explorador de estos peligros para la
humanidad. Utilizando el sustento teórico adquirido previamente en este capítulo
cambiaremos el enfoque dado a los ER para que nos sea permitido realizar un foreseeing
profundo de el contexto en que estos se generarán, foreseeing que, como veremos, no puede
permitirse ni la ciencia ni la filosofía. Antes bien, este debe ser un esfuerzo retórico, un
esfuerzo de la ciencia ficción.
El ejercicio de foreseeing se realiza en el siguiente capítulo. Esta última parte del
capítulo dos pretende dibujar los terminos a partir de los cuales ese foreseeing se realiza.
– Los riesgos existenciales pueden ser planteados por la ciencia ficción como novum
de innovación cognoscitiva.
Supongamos que alguien escribe un cuento de ciencia ficción que explora como
novum uno de los riesgos existenciales planteados por Nick Bostrom. Supongamos
que se toma el riesgo existencial uno del grupo de los Bangs (Deliberate use of
nanotechnology) y se escribe un cuento. El RE ha pasado a ser novum de
innovación cognoscivitiva, ha pasado a ser un recurso literario. Pero la
ficcionalización del RE permite una exploración, a través de la utilización de
elementos retóricos, del mismo, lo que hace posible su estudio y exploración.
– El futuro de la humanidad, la posthumanidad, puede a su vez también ser planteado
por la ciencia ficción como novum.
Álvarez  Palau   27  
 
De nuevo supongamos que alguien escribe un cuento que tiene como temática el
paso de la humanidad al posthumanismo. Se ha ficcionalizado la posthumanidad al
proponerla como novum, pero, una vez más, esa ficcionalización permite la
exploracición profunda y el estudio de la posthumanidad y sus posibilidades.
– Las vacilaciones éticas que subyacen en un texto de ciencia ficción funcionan como
herramienta para reconcer las ‘percatciones’ que el novum, en este caso el RE que
se quiera, puedan ofrecer.
Vimos anteriormente que un relato de ciencia ficción se interroga, explicita o
implícitamente, acerca de lo bueno o malo que es o puede ser cierto novum, así
como acerca de la diferencia que este pueda engendrar en la vida. La aparición de
cierto RE como novum en un relato de ciencia ficción provocará necesariamente,
tanto en el lector como en los personajes que habitan el ´otro mundo´ de la obra, un
dilema ético, una reflexión en torno al novum mismo. Esto tendrá como
consecuencia que las ‘percataciones’ que provoca el novum salgan a la luz. Se
conoce así con mayor detalle el riesgo existencial en cuestión al ficcionarlo y
transformarlo en novum.
– Aunque el psychological bias es real, no debemos desconfiar de las percataciones
que un texto de ciencia ficción puede ofrecer acerca de los riesgos existenciales. Se
trata más de encontrar una ciencia ficción que resulte válida en este sentido que de
descartar completamente a la ciencia ficción como herramienta para conocer más a
fondo los RE. Pero ¿qué ciencia ficción es esa?
El novum, como vimos, se corresponde siempre con el contexto histórico del autor.
Entonces, para encontrar narraciones que trabajen explícitamente con los riesgos
existenciales, debemos atenernos a las producciones literarias de las últimas
décadas. Escritores como Jeff VanDerMeer, el ya mencionado Ken Liu e incluso
William Gibson, trabajan de alguna forma u otra con los RE. Esta es la cf válida
para nosotros y la que vale la pena analizar en el tercer capítulo.

 
Álvarez  Palau   28  
 
Capítulo 3
Otros mundos como este mundo
En el primer capítulo de este trabajo realizamos un breve resumen de dos ensayos del
filósofo Nick Bostrom que tienen como tema el futuro de la humanidad y la posible
evolución del hombre hacia algo más allá del hombre, la posthumanidad, y que trabajan
también los posibles riesgos que podrían sofocar las posibilidades de que el hombre
obtenga dicha posthumanidad, llamados riesgos existenciales. Hablamos también del
anthropic bias, el fenómeno por el cual, según Bostrom, la concepción que tengamos del
futuro y de los riesgos para el futuro se ve sesgada por las historias de ciencia ficción, o que
tengan el futuro como tópico, que conozcamos.
En el segundo capítulo argumentamos que la ciencia ficción, por su estructura, por la
configuración de una obra de este género y por los alcances del mismo en cuanto a
exploración de tópicos, a técnicas narrativas como la analogía y la extrapolación, y a la
utilización de un novum de innovación cognoscitiva como centro rector de la trama de
cualquier obra de cf, puede ayudarnos a entender mejor cómo pueden surgir, en qué
contexto, de qué forma, los peligros más graves para el futuro de la humanidad, aunque no
negamos que el anthropic bias es real. Finalmente elaboramos algunos puntos a través de
los cuales redimensionamos la concepción de los riesgos existenciales y el futuro humano
que plantea Bostrom para que nos sea posible explorarlos a través de la ciencia ficción.
Ahora es momento de analizar los Riesgos existenciales (RE) desde ese punto de mira,
de ver si en verdad la ciencia ficción representa un punto de mira mejor para mirar el futuro
y sus riesgos.
Darko Suvin, el teórico en el que nos vasamos mayormente en el capítulo anterior,
argumenta que hay ciencia ficción que es mayormente válida que otra, esto tiene qué ver
con el uso que tal o cuál ficción hace del novum. Entre más percataciones permita el novum
presentado, más válida será la historia que se cuenta. En la validez del novum quiere
sentrarse nuestro argumento. Se quiere mostrar cuentos de ciencia ficción, que no novelas
porque este ensayo se transformaría en libro, que utilicen como novum el posthumanismo y
los riesgos existenciales para mostrarlos, evidenciarlos y estudiarlos. No me parece que sea
posible encontrar novum más válido.
Álvarez  Palau   29  
 
Pero ¿qué cuentos escoger? El género de la ciencia ficción ha tenido una gran cantidad
de producción narrativa desde inicios del siglo XX, ¿dónde, de entre toda la marea,
encontrar los cuentos que nos sirven? La respuesta está en buscar entre las producciones
más recientes, esto pensando en que los autores contemporáneos comparten el horizonte
científico/tecnológico del que se desprenden la mayoría de las ideas del posthumanismo.
Entonces, sabiendo que el novum que plantea la cf proviene directamente del horizonte
científico/tecnológico del autor, es más probable que los autores contemporáneos trabajen
los temas que Bostrom plantea como riesgos existenciales.
Para trabajar los RE como novum debemos buscar entre los escritores apenas maduros,
que trabajan todavía activamente en construir el corpus de su obra. Ahora estudiaremos
cuatro cuentos de cuatro escritores muy contemporáneos que trabajan explícitamente los
existential risks o lo planteado, y anteriormente estudiado en el capítulo uno, The Future of
Humanity.
Veremos que cada uno de los cuentos estudiados a continuación plantea una historia,
reciente o lejana, de la humanidad como conjunto. Una historia que obviamente es futuro
para nosotros pero que para los personajes de la narración representa el pasado. En cada
uno de los cuentos se echará un vistazo a ese pasado particular de la narración, un pasado
específico que permitirá el desarrollo de las acciones. Este vistazo al pasado nos
proporcionará un contexto más amplio para conocer el novum que se plantea. Llamaremos
a esta característica de las narraciones escogidas, historicidad.

3.1 Carne y Metal: La guerra después del hombre


Bernardo Fernández (Bef) es el escritor mexicano de ciencia ficción más reconocido y
más ampliamente publicado. Nació en el Distrito Federal en 1972. Su libro más reciente,
Escenarios para el fin del mundo, ofrece un conjunto de cuentos en donde se abordan
diferentes problemáticas para el futuro. Resulta de particular interés para este ensayo el
octavo cuento de esta colección, titulado Carne y metal.
En The Future of Humanity, casi al final del texto, Bostrom nos muestra la siguiente
gráfica:
Technological development
Álvarez  Palau   30  
 

Time
Fig. 1. Future of Humanity, Nick Bostrom.
El eje de las Y, que siempre es el vertical, se refiere como podemos ver, al
desarrollo tecnológico, mientras que el de las X, horizontal, se refiere al tiempo
transcurrido. Las dos líneas marcadas por las diagonales (las líneas que se ven así: /////)
marcan el rango de condiciones que podríamos considerar como propio de la condición
humana, pero modifíquese en cierto grado esas condiciones, ya sea por medio de una
evolución prolongada o por medio del uso de tecnología, y lo que es considerado como
humano desaparece hacia algo diferente. Alárguese la línea temporal y lo ´humano´ tiene
un tiempo de vida bastante corto, ya que por mucho tiempo fue pre-humano, homo habilis,
homo neandertalensis y otros y luego, pasada cierta cantidad de siglos, nos iremos volcando
hacia la posthumanidad. Entre más tiempo pase y mayor progreso tecnológico sea logrado,
más cerca nos hallaremos de modificar la condición humana.
Esto, el volcarse de lo humano hacia lo posthumano, es lo que trabaja Bef en Carne y
Metal. Imaginemos que han pasado mil años y que la posthumanidad ha sido alcanzada
¿cómo ha cambiado el hombre y qué conflictos se han generado a partir de estos cambios?
¿cómo y en qué piensa ahora el ser en que el hombre sea ha convertido? Esa es la
vacilación ética, siguiendo a Csicsery-Ronay, que aparece en el cuento. La posthumanidad
misma es el novum de innovación cognoscitiva, y las percataciones que permite serán
percataciones al respecto del concepto mismo de posthumanidad.
En el cuento un niño ‘meca’, seres que descienden de humanos pero que hace mil años
se fusionaron con máquinas (“… y cuando el hombre vió que podía integrarse a la máquina
construyó prótesis para hacerse uno con ella” (Fernández, 118) narra Bef), pregunta a su
tutor, una inteligencia artificial, acerca de los carbos, el grupo antagonista de los mecas,
personas que “[…] Prefirieron experimentar con la carne. Mezclar cromosomas,
Álvarez  Palau   31  
 
recombinar líneas genéticas. Convertirse ellos mismos en posthumanos a través de la
automodificación”. (Fernández, 120)
Este antagonismo marcará la pauta de la historia y permitirá también la aparición de la
característica de historicidad en el cuento. A una pregunta del pequeño ‘meca’ le seguirá, a
modo de respuesta, una presentación, por parte de su tutor, de los hechos del pasado. Para
consultar el fragmento que estudiaremos a continuación, dirigirse al anexo uno.
Como vimos en el capítulo dos, cualquier trabajo de ciencia ficción tiene en el novum
de innovación cognoscitiva su centro de gravedad dramático, y ese novum permitirá, lo
decimos con Darko Suvin, percataciones en el lector, que nos permitirán, en casos como los
que ahora estamos estudiando, conocer el novum mismo, entre otras cosas. Ahora debemos
preguntarnos cuál es la percatación que, en razón de lo visto antes con Bostrom, permite el
cuento de Bef.
En el cuento, como puede verse en el anexo uno, late sin duda una confrontación:
mecas y carbos se enfrentan militarmente desde hace mil años y ambos están en búsqueda
de ‘Hijatierra’ ya que ‘Madretierra’ tuvo que ser abandonada. El conflicto, nos dice Bef,
puede rastrearse incluso hasta 1945, el conflicto entre los Aliados, que tenían la bomba
atómica y representan a los mecas, y los Nazis, que buscaban la supremacía racial aria y
representan a los carbos. La confrontación de ambos novums, ambas posthumanidades, es
la que, de hecho, permite la percatación en este cuento.
Ambos grupos son posthumanos, y han llegado a la posthumanidad usando caminos
radicalmente distintos, unos desde la unión de carne con máquina, y otros “a través de la
automodificación” (Fernández, 120). Aquí está entonces la percatación en Carne y Metal:
el desarrollo de la posthumanidad, siendo que las tecnologías que lo pueden posibilitar son
variadas, no será unívoco, sino que, probablemente, existan varios caminos hacia él.
Debemos entonces imaginar ese proceso como un recorrerse de varios caminos, no como
un solo sendero por el que la humanidad va caminando, y debemos plantearnos los
problemas que esta multiplicidad de posthumanidades puedan suscitar, tratar de preverlos
para, en el futuro, poder solucionarlos si resulta necesario.
El cuento de Bef, en última instancia, plantea una concepción distinta de la
posthumanidad. Una concepción que, tomada a grandes rasgos, no en los pequeños detalles,
debe ser tomada en cuenta.
Álvarez  Palau   32  
 
3.2 Variaciones de la cabra: ‘Una línea infinita de presidentes’
Jeff VanderMeer ha ganado casi todos los premios que pueden ganarse escribiendo
ciencia ficción en inglés: El Nébula, el World Fantasy Award, el premio de la BSFA, y
otros. Es impulsor de un movimiento literario que él denomina New Weird, y que se
caracteriza, según sus propias palabras, por expresar “insatisfacción e inceridumbre sobre la
realidad” (VanderMeer citado por Fernández, 629).
En su cuento Variaciones de la cabra, esa insatisfacción se hace latente. El
personaje principal/narrador es el presidente de lo que queda de los Estados Unidos. Una
guerrilla de fanáticos evangelistas ha destrozado el centro del país usando ‘misiles divinos’,
pero él debe atender un asunto de relaciones públicas: debe leer un cuento a los niños de
una escuela que se cae a pedazos. La nación ya no es lo que era antes a nivel global y sin
embargo es en casa es donde los problemas abundan verdaderamente. Los Angeles ha
colapsado, Nueva York también. El pentágono, a partir de la tortura de un tipo específico
de personas llamados ‘los adeptos’, ha obtenido la información necesaria para construir una
máquina del tiempo. Las lecturas concuerdan, todos los adeptos lo dicen, algo catastrófico
sucederá en septiembre. Las esperanzas están puestas en la máquina y sin embargo esta no
es lo que se esperaba. No viaja al futuro, sino que se conecta con universos alternos. El
presidente, de alguna forma, se hará consciente de esos otros universos, de sus catástrofes
particulares, de sus colapsos específicos y los hará atravesar la narración en un presente
ficcional donde las cosas, como puede verse, no podrían ir peor.
El cuento de VandeerMeer resulta interesante para nuestra argumentación sobre
todo en dos aspectos. Primero, la concepción de un presente y futuro contingentes, sujetos a
la casualidad: Cualquier cosa puede pasar, y la amenaza de los riesgos existenciales está
latente. La multiplicidad de escenarios planteados le permite abarcar al autor varios
existential risks en un solo cuento, como veremos. Segundo, una idea del foreseeing propia
del cuento que vale la pena estudiar, y que plantea al mismo tiempo un acercamiento del
foreseeing a través de la ficción. El anexo dos abarca un fragmento del cuento que puede
ayudar a clarificar las cosas.
Vayamos con el aspecto número uno. Como puede verse en el anexo dos, la
máquina no es una máquina del tiempo, sino que “los adeptos han estado asomándose a
universos paralelos” (VanderMeer, 640). En estos universos aparecerán distintos novums
Álvarez  Palau   33  
 
que Bostrom plantea como riesgos existenciales. En uno de esos universos, cierta
investigación biotecnológica se sale de control y termina desencadenando una guerra
nuclear. En otro se está perdiendo la guerra contra un “[…]prototipo de especies
inteligentes creado por los humanos, que ha escapado y se reproduce rápidamente […]”
(650). En otro los misiles alcanzan al presidente. En otro el sistema político se desmorona y
las personas se asesinan al por mayor en las calles “[…]como en Ruanda, pero sin
machetes, con pistolas[…]” (651). En otro, la crisis todavía no explota, es once de
septiembre y dos aviones se estrellan contra edificios en Nueva York. Es una alusión a la
realidad… y un aviso a lo que se viene. Este cuento es en conjunto un aviso. Esto puede
pasar, nos dice VanderMeer. Este riesgo es posible.
Trabajemos ahora el aspecto número dos. El cuento maneja una idea del foreseeing
atravesada por la ciencia ficción. Veamos:
[…]los adeptos no parecían transmitir información literal, sino impresiones y
visiones del futuro, filtradas a través del paisaje de los sueños. Como si las
drogas que habían perfeccionado, que habían transformado la manera en la que
soñaban los adeptos, simultaneamente mejoraran y destruyeran de distintas
maneras el foco de las visiones. (VanderMeer, 640).
Posiblemente sea eso lo que sucede con la ficción. La ‘información literal’, el
foreseeing, no puede ser transmitido literalmente sino solo por medio de ‘impresiones’,
pero la manera en que estas ‘impresiones’ aparecen, al mismo tiempo destruyen y mejoran
esas impresiones. Habrá que buscar con cuidado las percataciones que el novum permite,
filtradas apenas ‘a través del paisaje de los sueños’.
¿Y qué percataciones permite el novum en Variaciones de la cabra? Una máquina
que permite conocer otros universos, realidades de mundos como este, variaciones, pone de
manifiesto la posibilidad de que los escenarios planteados como riesgos existenciales. La
extrapolación realizada pone de manifiesto el peligro al que estamos expuestos y hace
evidente la posibilidad de los riesgos existenciales.

3.3 The Plague: Un mundo inhabitable


Ken Liu, el autor del cuento que vamos a analizar a continuación, nació en Lanzhou,
China, y a los once años migró a los Estados Unidos. Escribe sus cuentos de ciencia ficción
Álvarez  Palau   34  
 
en inglés y ha ganado gran cantidad de premios. Su obra más famosa, The Paper
Menagerie, ganó el Hugo, el Nebula y el World Fantasy Award. Algo así no había sucedido
en la historia de la ciencia ficción anglosajona.
En The Plague, la obra más corta de entre las que vamos a analizar, Liu cuenta la
historia del encuentro entre una niña y un hombre. El hombre, protegido por un traje
especial, vivirá por un tiempo con el grupo de la niña. Ellos son muy distintos entre sí y
sus diferencias son resultado de una crisis. Cincuenta años atrás, nanobots con capacidades
de autorreplicación, “[…]horrors that went out of control and made the world unlivable…”
(Liu), hicieron del mundo un jardín de muerte y mutaciones. Los que pudieron, “Those
with money—my ancestors—[…]” (Liu) se pertrecharon bajo domos y miraron a los demás
morir. Sin embargo los nanobots, mutando a la gente y transformándolos en otra cosa,
dejaron que la vida siguiera. La tensión en el cuento será generada a partir de esta
desconfianza que roza en el antagonismo que tienen los de afuera para con la gente del
domo y viceversa. El hombre no mutado tiene la pretensión de ayudar a los que no fueron
salvados por el domo (“We in the Dome must save her” (Liu), dice), mientras que la chica,
narrador también, el otro polo de la historia, quiere mostrarle al hombre visitante que la
diferencia de su grupo no hace a su grupo inferior: “Mother is right. He has not come to
learn, but I must teach him anyway” (Liu). El anexo tres incluye un fragmento del cuento
que trabaja la aparición de los nanobots y la solución, a medias, del problema que esto trae.
No hay que mirar demasiado para darnos cuenta que en The Plague, el novum, el
corazón mismo del cuento, está constituido por uno de los riesgos existenciales (ER) que
plantea Bostrom: Accidental misuse of nanotechnology, que aparece en la lista de ER de los
bangs.
Aquellos ‘horrores que se salieron de control’, y que hicieron del mundo un lugar
‘inhabitable’ equivalen al riesgo que Bostrom plantea en su ensayo mediante el ejercicio de
los métodos narrativos principales de la ciencia ficción: la analogía y la extrapolación, solo
que en el cuento de Liu la utilización de dichos métodos narrativos a una escala mayor
permite el conocimiento del contexto en que ese riesgo existencial apareció, como sucede
también en los demás cuentos que estamos estudiando. El riesgo existencial, en este caso el
mal uso accidental de nanotecnología (fenómeno también conocido como Grey Goo),
planteado como novum en una narración, permite ciertas percataciones acerca del mismo,
Álvarez  Palau   35  
 
permite o da cabida a un mayor preguntarse acerca de cierto elemento
tecnológico/científico latente en la narración, en este caso un riesgo existencial.
Recordando que debemos trabajar nuestras conclusiones ampliamente para que estas
tengan un sentido de acuerdo o que le añadan algo a lo dicho por Bostrom, debemos
preguntarnos por las percataciones que el novum permite en el cuento de Ken Liu, sin
salirnos, obviamente, de lo planteado por el propio cuento.
Como vimos en el cuento, la población humana se divide entre los que están afuera y
los que están adentro del domo. El domo es el arma contra ‘la plaga’. En ese mundo como
el nuestro, el hombre sí tiene forma de responder a la amenaza de los nanobots, aunque
rudimentariamente. Una percatación válida o aceptable no significa que el lector diga algo
así como ‘oh, mira, ¡por qué no construimos entinces una serie de domos en múltiples
lugares y la amenaza del Grey Goo queda eliminada!’. No, se trata de algo más sutil, es casi
un ver entre líneas, hacer interpretación.
Utilizando lo que se expone en The Plague podemos enunciar la siguiente percatación:
La concreción de cualquier escenario de riesgo existencial polarizará, aún más radicalmente
que en la actualidad, los dos estratos opuestos de la sociedad. Dicho simple y llanamente, la
población pobre se verá plenamente golpeada por la catástrofe, mientras que los ricos
tienen todavía alguna posibilidad de reaccionar. Combatir y planificar para resolver los RE
puede significar también la posibilidad para los menos favorecidos de tener una
oportunidad. A final de cuentas, como dice el narrador masculino del cuento “An accident
of birth put me inside the Dome and her outside” (Liu).

3.4 El último americano: La guerra de la humanidad


John Kessel es un escritor estadounidense ganador, en dos ocasiones, del premio
Nébula. Para finalizar este capítulo analizaremos su cuento El último americano, incluido
en su libro del 2008, The Baum Plan for Financial Independence and Other Stories.
Kessel plantea en su cuento, por lo demás narrado en forma poco usual, pero interesante
(como una reseña, realizada por alguien llamado ‘El Viejo’, hecha al trabajo de alguien
llamado ‘Fiona 13’), la historia entera del siglo XXI, a través de los ojos de uno de sus
personajes más importantes: Andrew Steele. Nacido el primero de enero de 2001, será una
de las figuras más representativas del siglo. Pasará de ser hijo de padres bautistas devotos, a
Álvarez  Palau   36  
 
ser blogero de gran éxito, a ser militar, después criminal de guerra, luego, tras intentar
publicar sus ideas filosóficas y ser rechazado, Steele se decantará por el arte. Su novela,
¿Qué hay de malo con los héroes? Se volverá un enorme best seller y la versión
cinematográfica del libro catapultará a Andrew para que se convierta en “[…]el más
redituable productor de Hollywood desde Spielberg[…]” (562). Debido a crisis mundiales y
personales que detallaremos más adelante, Steele abandonará el cine por la religión. Será el
arquitecto y padre, transformando su novela a un credo, de la Iglesia de la Humanidad.
Finalmente, catapultado por el Partido de la Humanidad, Steele ocupará la presidencia de
los Estados Unidos por más de treinta años, periodo marcado, como el anterior, por la
guerra y la crisis, como veremos, pero de una manera distinta, pues ya ha pasado el caos
que hoy se está acercando y, de alguna manera, las cosas en el mundo están más en calma.
Sin embargo, la humanidad como raza está amenazada. “[…]Steele, al morir en 2100,
ejemplificaba al siglo XXI y a sus habitantes de una manera que rebasa lo metafórico”
(Kessel, 550)
La vida de Andrew Steele, como la del siglo, se verá marcada por las catástrofes a las
que el mundo se ve sometido. Veamos cuales son estas ordenándolas cronológicamente,
que es como aparecen en el cuento.
Durante sus primeros años de adultez, Steele “[…]Tuvo que luchar para sobrevivir a la
Larga Emergencia resultado de la escasez de petróleo y los desastres ambientales
provocados por el calentamiento global que golpearon al planeta en 2020” (Kessel, 559).
Esto equivaldría no a un riesgo existencial, sino a un riesgo global pues, según se ve en el
cuento, la humanidad se recupera de esto, aunque a duras penas. Sin embargo, como puede
verse en el anexo cuatro, después de la Larga Emergencia vendrá El Colapso. Una plaga de
nanobots “[…] ha estallado en Los Ángeles, después de hacer estragos durante un mes en
Brasil[…]” (563), y una serie de catástrofes parecidas terminará con más del cincuenta por
ciento de la población mundial. Por esa razón Steele creará la Iglesia de la Humanidad, un
credo que “[…]atravesó todas las barreras étnicas, raciales, sexuales, de preferencia de
género, clase y edad. Todos eran humanos. Todos iguales” (566) Esta religión, véase el
anexo cinco, por su masivo alcance, catapultará a Andrew Steele a la presidencia de los
‘Estados Unidos Reconstituidos’.
Álvarez  Palau   37  
 
Ya como presidente, el presonaje impulsará un “paquete legislativo denominado
Iniciativa Humanidad” (567) el cual busca segregar a las personas que puedan ser
catalogadas como posthumanos. Esto desencadenará una guerra que los humanos no
pueden ganar, porque se enfrentan a algo que los supera en todos los sentidos:
–Si se me permite decirlo, estamos luchando contra nosotros mismos.
Estamos intentando conquistar el propio impulso humano. ¿Quiéren vivir
más? Tarde o temprano todos los que lo desean se convertirán en
posthumanos. ¿Quiéren entender el universo? Cualquiera que tenga la
curiosidad se convertirá eventualmente en posthumano. ¿Quieren paz
mental? Todos los que la quieran tarde o temprano se convertirán en
posthumanos. (569-570)
Ahora los humanos, los pocos humanos que quedan, y así termina el cuento, son casi piezas
de museo que viven segregados en reservas marcianas. Una guerra impulsada por el
puritanismo de Steele, por la idea de que el hombre debe ser de una manera específica, de
que existe algo así como el ‘ser humano normal’ y que no hay más camino evolución para
la especie, ha terminado con la especie misma. Ahora los ‘hiperbrillantes’, los
posthumanos, dominan el planeta… lo que no está del todo mal.
Aunque en El último americano, como vimos, aparecen diferentes elementos
tecnológicos que podrían ser catalogados como novum (véase de nuevo el anexo cinco), el
verdadero novum, que engloba los demás elementos tecnológicos del cuento y los incluye,
el que tiene mayor peso narrativo, es la aparición de la posthumanidad en el horizonte
político social del mundo, la condición que viven los ‘hiperbrillantes’ y que hemos
estudiado con Bostrom.

La percatación que permite el novum dialoga en el caso de este cuento, como en


The Pague de Ken Liu que analizamos anteriormente, directamente con por lo menos dos
de los riesgos existenciales que plantea Bostrom, ambos, por lo demás, bastante parecidos

entre sí: “Misguided world government or another social equilibrium stops technological
progress” (Bostrom, 12), que forma parte del grupo de los crunches, y “Represive
totalitarian regime” (14), que se ubica en el grupo de los shrieks. La diferencia entre estos
dos riesgos existenciales está en que en el primero de ellos, el grupo en el poder (“a
Álvarez  Palau   38  
 
fundamentalist religious or ecological movement” (Bostrom, 12)) controlaría a la población
y no permitiría el desarrollo de las tecnologías posthumanas en absoluto, mientras que en el
otro riesgo existencial, escribe Bostrom “[…]an intolerant world government, based
perhaps on mistaken religious or ethical convictions, is formed, is stable, and decides to
realize only a very small part of all the good things a posthuman world could contain.”
(Bostrom, 14)

Más bien esto, el segundo RE mencionado, es lo que sucede en El último


americano. Después de El Colapso “[…]florecieron muchas tecnologías […]entre ellas la
digitalización de la identidad humana, avances neurológicos sobre el origen del altruismo y
la violencia, la posibilidad de injertos de información, y energía cuántica sin costo[…]”
(Kessel, 566), tecnologías que permitieron la reconstitución de un sistema político más o
menos estable. Sin embargo, otras tecnologías, más radicales que implicaban un cambio en
la condición humana, fueron prohibidas por la ‘Iniciativa Humanidad’.

Recordemos la definición de posthumanidad que Bostrom da en Future of


Humanity. Más que ofrecer ciertos parámetros en donde habite el concepto de
posthumanidad, el filósofo elabora una lista de atributos que la condición posthumana
puede tener. Como puede verse en el cuento, el gobierno de Steele permitió la proliferación
de tecnologías que pueden considerarse como posthumanas (digitalización de la identidad
humana, injertos de infotmación), pero prohibió otras (modificación genética). Esta medida
política equivale a un riesgo existencial, porque el potencial posthumano no podrá ser
alcanzado debido a un control gubernamental de la tecnología. Sin embargo, un segmento
poblacional burla ese control y alcanza un estado posthumano más completo, burlando a su
vez el RE, lo que desencadenará, no por iniciativa de los hiperbrillantes, sino impulsado por
el gobierno ‘intolerante’ de Steele, la Guerra Humana.

La percatación permitida por el novum de la posthumanidad en El último americano


es la siguiente y equivale a una ampliación del riesgo existencial planteado por Bostrom y
estudiado anteriormente. Es muy probable que la aparición de la tecnología que
posibilitará lo posthumano sucite grandes desavenencias que desembocarán posiblemente
en conflictos bélicos que, teniendo en cuenta la enorme capacidad destructiva del
armamento moderno, pueden poner en jaque la existencia de la vida en la tierra. El alcanzar
Álvarez  Palau   39  
 
la posthumanidad no significará necesariamente que la continuación de la vida inteligente
en la tierra esté asegurada, primero vendrá un cisma bastante fuerte, fruto del cambio de
paradigma, y solo después de que este conflicto sea superado, podremos asegurar que
nuestra especie, o nuestra especie evolucionada por medio de la tecnología, podrá seguir
viviendo.

He dicho antes que la ciencia ficción es, por lo menos en el mundo anglosajón pero
cada vez más también en habla hispana y otras, uno de los géneros que gozan de mayor
vitalidad en cuanto a producción y, de nuevo hablando del mundo anglosajón sobre todo, de
una amplia población de lectores. La ciencia ficción es, sin duda, un género que produce
muchísimo cada año, es un flujo constante que nos llega desde hace mucho, desde los
tiempos de Poe y Mary Shelley, desde los tiempos de Verne.
Es de este caudal que extrajimos los cuatro cuentos que analizamos anteriormente.
Tomamos cuatro autores de entre cientos, cuatro cuentos de entre miles. Hay que tenerlo en
cuenta. El análisis realizado anteriormente constituye tan solo una pequeña parte de lo que
podría hacerse si se intentara una investigación literaria de aliento más largo. Aquí
presentamos tan solo cuatro perpectivas, cuatro exégesis o interpretaciones ¿Qué tanto
podría ampliarse cada uno de los riesgos existenciales en cuanto a contexto y posibilidades,
qué tanto la misma lista de riesgos, si tomaramos, por ejemplo, quince cuentos más, y
además novelas, sagas completas, películas, trabajos gráficos y un largo etcétera? Queda
para pensarse y trabajarse.
Pero habría que decir algo al respecto de la ampliación, a partir de la literatura, de
los riesgos existenciales que se plantean partiendo de la filosofía y la ciencia ¿en qué forma,
a partir de la interpretación de los cuentos logramos ampliarlos? ¿se logró, como dijimos
desde el capítulo dos con Jean Gattegno “estudiar […] el marco en que se producirán.” (34)
los avances científico tecnológicos, en específico el contexto o marco en que se producirán
los riesgos existenciales? ¿Podemos decir sin equivocarnos que la percatación que el
novum de innovación cognoscitiva permite en un cuento de ciencia ficción ayudar al
entendimiento y expansión del conocimiento que se tiene al respecto de los riesgos
existenciales hoy?
Álvarez  Palau   40  
 
Responderemos que sí, pero con reservas. Pero es un asunto de la forma en la cuál
la verdad se revela en la literatura, y no un asunto de la existencia o no de una verdad
subyacente en los cuentos. Para comprobarlo basta regresar a los análisis hechos. En estos,
la percatación mostrada es siempre, me parece, tímida. Sin embargo queda la esperanza de
la cantidad. Si se trabajaran más textos, surgirían más percataciones, percataciones que
sumadas, aportarían mucho más al conocimiento que hoy se tiene de los riesgos
existenciales, como aportan los análisis realizados anteriormente.
Los textos de ciencia ficción no revelan una verdad a la manera en que lo haría un
ensayo de corte científico. Toda producción artística oculta su verdad, pero en el rebelarse
de la verdad en la ciencia ficción se realiza, como dice Csicsery-Ronay, una literalización
de la metáfora científica que hace experienciables los posibles adelantos científicos. Ahí
está el valor de la ciencia ficción, o parte de él. Ahí se ubica también su verdad.
Álvarez  Palau   41  
 
Conclusiones

“[…] En el siglo XX vuelve a ser posible la tragedia […], pero se trata de la tragedia de la
ceguera– de las posibilidades históricas que fracasaron– y no de la lucidez- “(Suvin 107)
dice Darko Suvin. Hoy, entrados ya en el siglo XXI, la posibilidad de una tragedia de la
humanidad es, si se puede, incluso más latente que en el siglo anterior. Amenazas
insospechadas antes, anterior territorio de La ciencia ficción, hoy se ciernen sobre nosotros
como verdaderas posibilidades no solo del colapso de la humanidad, sino de una posible
extinción de la vida humana en la tierra.
De nosotros depende que se cumpla o no la tragedia. El afrontar los riesgos
existenciales desde antes de que aparezcan es la única manera de solucionarlos, atacarlos
antes de que estén sobre nosotros. El calentamiento global y las armas de destrucción
masiva ya hicieron su aparición y son amenaza latente. El mundo puede ser destruido de un
día para otro. Pero otras amenazas están ahí también, acechando, como posibilidades en
potencia. Debemos actuar antes de que sea demasiado tarde, antes de que el peligro esté
demasiado cerca.
Este trabajo quiere ser un esfuerzo más que posibilite las acciones que mitiguen los
riesgos existenciales. Ya sea a través de políticas públicas globales o mediante otros
medios, la única manera de trabajar a favor de la mitigación de los Riesgos existenciales es,
en un primer momento, el reconocimiento de que esos riesgos son reales y tienen
posibilidad de suceder.
Vimos en el capítulo tres que a través de la ciencia ficción es posible expandir, en
líneas generales, nuestro conocimiento al respecto de los riesgos existenciales. Eso ya por sí
solo corresponde un importante avance, mientras más conozcamos de los riesgos
existenciales y el posible futuro de la humanidad, mayores posibilidades tendremos de
encauzar ese futuro por una senda que nos permita seguir viviendo como especie y
mejorando paulatinamente la calidad de vida de todos los hombres.
Sin embargo, hay otro asunto en el cual la ciencia ficción puede resultar
provechosa: la retórica. Toda obra de arte quiere hacer creer, suspender la incredulidad.
Cuando la ciencia ficción trabaja narrativas que utilizan como novum los riesgos
existenciales, no solamente está expandiendo de manera general el conocimiento que se
Álvarez  Palau   42  
 
tiene acerca de los mismos. También está empezando a minar las concepciones de futuro
que hoy se tienen, no se trata de adivinación ni de futurología, se trata de ruptura de
paradigmas.
Nick Bostrom y otros han mostrado que buena parte de los riesgos existenciales
tienen una alta probabilidad de suceder y sin embargo poco se ha hecho en la escala política
para empequeñecer la posibilidad de que sucedan. A ese respecto la ciencia ficción, la
retórica propia de la ciencia ficción, puede ayudar. Puede ayudar a convencernos como
especie, de la plausibilidad de dichos riesgos y ayudar así a dar un primer paso para
solucionar problemáticas de una complejidad sin precedentes que pueden, en un futuro que
está a la vuelta de la esquina, poner en entredicho la supervivencia del hombre como
especie y hacer de la historia humana y de la vida en el mundo una tragedia sin
comparación.

Referencias

Bostrom, Nick. The Future of Humanity. Future of Humanity Institute. Oxford,


Inglaterra, 2009.

Bostrom, Nick. Existential Risks: Analizing Human Extinction Scenarios and Related
Hazards. Future of Humanity Institute. Oxford, Inglaterra, 2002.

Suvin, Darko. Metamórfosis de la ciencia ficción. Fondo de cultura económica, México,


México D.F., 1984
Gattegno, Jean. La ciencia ficción. Fondo de cultura económica, México, México D.F.,
1985.
K. leGuin, Ursula. The Left Hand of the Darkness. Ace Books. USA, New York, 2000
Csicery-Ronay, Itsvan. The SF of Theory
http://www.depauw.edu/sfs/backissues/55/icr55art.htm
Elkins, Charles. Science Fiction Versus Futurology
http://www.depauw.edu/sfs/backissues/17/elkins17.htm
Fernández (Bef), Bernardo. Escenarios para el fin del mundo: relatos reunidos. Editorial
Oceano, México, México, 2015.
Álvarez  Palau   43  
 
Fernández (Bef), Bernardo y Rojo, Pepe (antologadores). 25 minutos en el futuro. Editorial
Almadía. Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 2013
Liu, Ken. The Plague.
http://www.tor.com/2013/07/11/the-plague/

Anexos
Anexo 1
(Carne y metal, Bernardo Fernández Bef págs. 119 a 120).
–Hay un momento en la vida de todo hombre –nunca era fácil llegar a ese punto de la
educación de los niños, pensaba el robot al carraspear– en el que tiene que enfrentarse a dos
o tres verdades.
El niño observaba a su maestro sin pestañear.
–Una de ellas es… que los carbos y los mecas alguna vez fueron humanos.
Los ojos de su alumno se abrieron como platos.
–Yo pensé que eran experimentos fallidos.
–Fue algo así. Por eso comenzó la guerra.
–Pero pensé que había sido desde siempre. Desde el principio de los tiempos.
–Hay quien lo sitúa tan lejos como 1945. Los aliados proclamaban la superioridad de la
bomba, de las máquinas. El eje buscaba la pureza racial, de la carne. Pero esos fueron los
inicios. La auténtica guerra entre mecas y carbos fue más de cien años después. Cuando
tuvimos que abandonar Madretierra.
–Yo pensaba que estabamos separados desde el principio.
–Ese es un error muy común. No fue así. Originalmente hubo mecas y carbos mezclados en
ambos bandos.
–¿Qué fue lo que sucedió?
–Ellos se opusieron al desarrollo de inteligencias artificiales. –Al decir esto, el robot sintió
un escalofrío, ¡el mismo no existiría!
–¿Por qué?
–Prefirieron experimentar con la carne. Mezclar cromosomas, recombinar líneas genéticas.
Convertirse ellos mismos en posthumanos a través de la automodificación.
Hubo un silencio. El niño intentaba asimilar la información.
Álvarez  Palau   44  
 
–Esos animales que vi en los videos ¿son carbos?
–Estrictamente sí, porque son organismos carbónicos. Pero no están automodificados como
nuestros… enemigos.
–¿Ya no somos hermanos?
–No podemos serlo. Sus modificaciones los transformaron en monstruos. En auténticos
engendros. No parecen humanos, ya no. No como nosotros.
Decir nosotros incomodó al androide, pero intentó disimular.
–Ahora –añadió el robot– peleamos por los planetas terraformables. Buscamos dar con
Hijatierra, Nosotros, en nuestras estaciones espaciales. Ellos, en sus biocomplejos
cósmicos. Sin triunfo ni derrota, en un frágil equilibrio militar. Así, desde hace casi mil
años.

Anexo 2
(Variaciones de la cabra, Jeff VanderMeer, págs. 639 a 640)
Es septiembre de 2001, y algo terrible va a suceder, pero por un momento logra olvidarse
de eso.
Y es justo en ese momento cuando su asistente interrumpe su lectura, se le acerca con una
sonrisa falsa y mirada seria, y le susurra al oído.
Y el susurro es como un zumbido, y el zumbido es numinoso y lo abarca todo. La
respiración en su oreja es como una pequeña maldición, una comezón infernal. La sangre
sube rápidamente a su cerebro mientras escucha las palabras y su asistente se retira. Apenas
si se puede mover, y está viendo una luz donde no debería haber ninguna. Las palabras se
desploman en su oreja, como si tuvieran peso.
Y él las recibe, y las sigue recibiendo, y sabe lo que significan, finalmente; sabe lo que
significan a través de su cuerpo.
El asistente le dice; su voz salpicada de alivio:
–Señor presidente, lo han resuelto. No son visiones ni viajes en el tiempo. Son universos
alternos. Los adeptos han estado asomándose a universos alternos. Lo que pasa en aquellos
septiembres puede no suceder aquí. Por eso hemos tenido tantos problemas con la
información. La máquina no es una máquina del tiempo.
Álvarez  Palau   45  
 
Exceptuando que, en el momento en el que el asistente abrió la boca, las palabras se
convirtieron en un gatillo, un catalizador, demasiado tarde para él. La puerta se abre mucho
más que antes. La máquina ya lo ha infectado.
Hay variaciones. Una larga fila de variaciones, detonando en su cabeza, intentando
destruirlo. Una extraña canción triste se esparce dentro de él y tampoco la puede detener.

Anexo 3
(The Plague, Ken Liu, tomado de www.tor.com )
When the plague hit fifty years ago, the berserk nanobots and biohancers ate away people’s
skins, the soft surface of their gullets, the warm, moist membranes lining every orifice of
their bodies.
Then the plague took the place of the lost flesh and covered people, inside and outside, like
a lichen made of tiny robots and colonies of bacteria.
Those with money—my ancestors—holed up with weapons and built domes and watched
the rest of the refugees die outside.
But some survived. The living parasite changed and even made it possible for its hosts to
eat the mutated fruits and drink the poisonous water and breathe the toxic air.
In the Dome, jokes are told about the plagued, and a few of the daring trade with them from
time to time. But everyone seems content to see them as no longer human.
Some have claimed that the plagued are happy as they are. That is nothing but bigotry and
an attempt to evade responsibility. An accident of birth put me inside the Dome and her
outside. It isn’t her fault that she picks at her deformed skin instead of pondering
philosophy; that she speaks with grunts and hisses instead of rhetoric and enunciation; that
she does not understand family love but only an instinctual, animalistic yearning for
affection.
We in the Dome must save her.

Anexo 4
(El último americano, John Kessel, pág. 564)
La muerte de la esposa de Steele ocurrió cerca de la década de las plagas, a la que siguieron
la Guerra Súbita y El Coplapso. Fiona cita los más confiables cálculos de los historiógrafos:
Álvarez  Palau   46  
 
Entre 2040 y2062, la población humana de la Tierra pasó de ocho mil doscientos millones a
menos de dos mil millones. El impacto fue ligeramente mayor en las naciones menos
desarrolladas; pero por otro lado, la resistencia a las plagas fue más alta entre los humanos
de las naciones tropicales. La situación a mediados del siglo transformó la larga emergencia
de 2020 a 2040 –una condición en la que se podría decir que la civilización aún con
dificultades seguía funcionando, y con la que Steele y su generación se las habían
arreglado– en la Agonía, durante la cual el único aspecto de la civilización que se podía
asegurar que funcionaba, incluso en las regiones menos afectadas, era una evaluación
desesperada.
La Larga Emergencia prendió un fervor religioso en todo el mundo. El trastorno social y
político había dejado a millones buscando certezas. Los avances médicos en cuanto a
longevidad, los nuevos medicamentos, la ingeniería genética, la creación de cyborgs y la
inteligencia artificial empujaban en una dirección, mientras que el cambio climático
mundial, la lucha contra las deterioradas condiciones civiles y ecológicas, así como la
perturbación económica, empujaban en otra[…]”

Anexo 5
(El último americano, John Kessel, 566)
“La Iglesia de la Humanidad tuvo un éxito indudable ayudando a millomes de personas, no
solo en Estados Unidos, sino en todo el sangriento planeta, para lidiar con los horrores de la
agonía. Les ayudó a hacer frente común ante pérdidas psicológicas y materiales
inimaginables. Pero no fue el único fundamento de la recuperación. Para el 2060, cuando
una semblanza de orden se había logrado en los asuntos mundiales, los hiperbrillantes,
humanos genéticamente modificados, intentaban encontrar un camino que los sacara de los
callejones sin salida del capitalismo, de sistemas de creencias anticuados y de un sistema
disfuncional de naciones-estado. Este fue un periodo de experimentación sin precedentes,
en el que florecieron muchas tecnologías que eran solo promesas antes de El Colapso, entre
ellas la digitalización de la identidad humana, avances neurológicos sobre el origen del
altruismo y la violencia, la posibilidad de injertos de información, y energía cuántica sin
costo. Muchos de estos avances representaban un reto para la religión. Steele veía en estos
Álvarez  Palau   47  
 
cambios una amenaza en contra de la humanidad fundamental. Y así comenzó su
monstruosa carrera política.”

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