Está en la página 1de 2

La galaxia de Andrómeda, también conocida como Galaxia Espiral M31, Messier 31 o

NGC 224, es una galaxia espiral con un diámetro de doscientos veinte mil años luz
(en lo que concierne a su halo galáctico) y de unos ciento cincuenta mil años luz
entre los extremos de sus brazos. Es el objeto visible a simple vista más lejano de
la Tierra (aunque algunos afirman poder ver a simple vista la galaxia del
Triángulo, que está un poco más lejos). Está a 2,5 millones de años luz2 en
dirección a la constelación de Andrómeda. Es, junto con nuestra propia galaxia, la
más grande y brillante de las galaxias del Grupo Local, que consiste en
aproximadamente 30 pequeñas galaxias más tres grandes galaxias espirales:
Andrómeda, la Vía Láctea y la galaxia del Triángulo.

La galaxia se está acercando a nosotros a unos 300 kilómetros por segundo,4 y


algunos especulan que ambas colisionen en unos 5860 millones de años en el futuro
fusionándose en una galaxia mayor,5 en el evento conocido como Lactómeda.

Aunque muchos confunden Andrómeda y Enana del Can Major, por pensar que una de
ellas es la más cercana a la Vía láctea, lo que bien es cierto que Andrómeda es la
galaxia espiral más cercana a la Vía Láctea, la Enana del Can Major es la galaxia
más cercana a la nuestra, no obstante la existencia de la cercana galaxia se ha
disputado,6 en caso de no existir la Enana del Can Mayor, el título de la galaxia
más cercana correspondería a la Enana Elíptica de Sagitario (véase Anexo:Galaxias
más cercanas).

Estimaciones de su masa y luminosidad


La masa total de la galaxia de Andrómeda es difícil de calcular, encontrándose en
la literatura valores que van desde alrededor de 4×1011 masas solares hasta
1,37×1012 masas solares; en un estudio reciente se ha calculado una masa total para
esta galaxia de aproximadamente 1,3×1012 masas solares, distribuida como sigue:
1,2×1012 masas solares de materia oscura y 1,4×1011 masas solares en forma de
materia bariónica, a su vez distribuidas en 1,3×1011 masas solares en forma de
estrellas y 7,7×109 masas solares en forma de gas (hidrógeno y helio).7

Algunos científicos creen que la Vía Láctea contiene mucha más materia oscura y
podría ser más masiva que M31.8 Sin embargo, observaciones recientes del telescopio
espacial Spitzer revelaron que la M31 contiene un billón de estrellas (1012),
excediendo por mucho el número de estrellas en nuestra galaxia. 9

Además de esto, algunos autores postulan que es la segunda galaxia intrínsecamente


más brillante en un radio de 10 megaparsecs alrededor de nuestra galaxia, solo
superada por la galaxia del Sombrero (aunque quizás NGC 253 también la supere en
brillo);10 sin embargo, al verse casi de canto, es difícil calcular su luminosidad
total sin la extinción de su brillo causada por el polvo interestelar al verse así,
de modo que se obtienen luminosidades distintas según el modelo empleado (por
ejemplo, un estudio muy reciente sugiere una magnitud absoluta en el azul de –
20,89, que con el índice de color corregido dado en él (0,6) da una magnitud
absoluta de aproximadamente -21,511), aunque en general se está de acuerdo en que
Andrómeda es más luminosa que la Vía Láctea.

Historia observacional
La primera referencia existente a la galaxia de Andrómeda data del año 961, y fue
hecha por el astrónomo persa Azophi, a la que en su Libro de las Estrellas Fijas
describe como una «nube pequeña en la constelación de Andrómeda».

La primera observación telescópica corresponde a Simon Marius en 1612. En 1764,


Charles Messier la incluye en su catálogo con el número 31, dándole erróneamente el
crédito de su descubrimiento a Marius en vez de a Azophi. William Herschel observó
en su región central un débil brillo rojizo, pensando que era la más cercana de las
grandes nebulosas y que no podía estar a más de 2000 veces la distancia a Sirio.
En 1864, William Huggins observó su espectro, y observó que no se parecía al que
cabría esperar en un objeto nebuloso y sí al de uno hecho de estrellas, por lo que
M31 era un objeto formado por estrellas (sin embargo, siguió siendo considerada
durante mucho tiempo como una nebulosa). En 1885 apareció una supernova (catalogada
como S Andromedae, y hasta la fecha la única registrada en ella) en su región
central. Apareció en agosto de dicho año con magnitud próxima a la 6.ª, ascendió
hasta la 5, 4.ª hacia el 17 de dicho mes para ir perdiendo brillo paulatinamente;
dejó de verse en febrero de 1886: todavía el 1 de febrero de ese año pudo medirla
Asaph Hall con el gran refractor instalado en Washington, encontrándola con
magnitud 16.ª. Se ha calculado que su magnitud absoluta fue de –18,2. Debido a que
se consideraba este objeto como muy cercano, la supernova fue considerada en su
tiempo como una nova.

Heber Curtis descubrió en 1917 una nova genuina en Andrómeda, y buscando en placas
fotográficas anteriores encontró 11 más. Al parecer 10 magnitudes más débil que las
novas registradas en la Vía Láctea, supuso que el objeto estaba a 500 000 años luz
y que tanto ella como otros objetos similares, conocidos por entonces como
"nebulosas espirales", no eran nebulosas sino galaxias independientes. Esto fue la
causa de un famoso debate en 1920 entre este astrónomo y Harlow Shapley —que
defendía que eran en realidad nebulosas cercanas—, y que llegó a su fin cuando en
1925 Edwin Hubble encontró estrellas cefeidas en fotografías de Andrómeda, dejando
claro que tales objetos son en realidad galaxias similares a la nuestra, solo que a
grandes distancias, de modo que la "nebulosa de Andrómeda" (denominación que aún se
encuentra en textos antiguos) pasó a ser conocida definitivamente como la "galaxia
de Andrómeda".

En 1943 Walter Baade fue el primero en discernir estrellas dentro de la región


central de la galaxia de Andrómeda, y también demostró que había dos tipos de
cefeidas, lo que significó duplicar su distancia hasta un valor ya muy cercano al
aceptado actualmente.

Ya en 1940 Grote Reber detectó emisiones de radio procedentes de esta galaxia, y en


1950 se realizaron los primeros radio mapas de ella, descubriendo también los
astrónomos ingleses Brown y Hazard que esta galaxia emitía ondas de radio en la
banda de los 158,8 MHz, siendo la primera galaxia descubierta como objeto emisor de
ondas de radio.

Galaxia de Andrómeda en el infrarrojo. Combinación de imágenes tomadas por el


Telescopio Spitzer.
Robin Barnard, de la Open University, ha detectado 10 fuentes de rayos X en la
galaxia de Andrómeda (publicados el 5 de abril de 2004), utilizando observaciones
del observatorio orbital XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea. Su hipótesis es
que pueden ser posibles candidatos a agujeros negros o estrellas de neutrones, que
calientan el gas entrante a millones de grados emitiendo rayos X. El espectro de
las estrellas de neutrones es el mismo que el de los supuestos agujeros negros,
pero se distinguen por sus masas —menores en el primer caso—.

Recientemente se ha hecho pública la que hasta la fecha es la imagen de más alta


resolución de Andrómeda en ultravioleta, tomada por el Telescopio Swift, y que
muestra más de 20 000 fuentes brillantes en esa longitud de onda en ella.

También podría gustarte