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1. Penas accesorias
Es aquella que no puede aplicarse independientemente, sino que va unida a otra llamada pena
principal. Las penas accesorias pueden cumplirse al mismo tiempo que las principales o después
de éstas
2. Delito de sedición
El delito de sedición viene tipificado en el Capítulo I del Título XXII del Código Penal, dentro de
los delitos contra el orden público, concretamente en los artículos 544 a 549.
Conviene poner de relieve que en el Código Penal de 1973 tanto la sedición como la rebelión se
recogían en el Título II, dentro de los delitos contra la seguridad interior del Estado. Sin
embargo, el nuevo Código ha ubicado el delito de rebelión en el Título XXI, dentro de los delitos
contra la Constitución.
Dice el artículo 544 que son reos de sedición «los que, sin estar comprendidos en el delito de
rebelión, se alcen pública y tumultuariamente para impedir, por la fuerza o fuera de las vías
legales, la aplicación de las leyes o a cualquier autoridad, corporación oficial o funcionario
público, el legítimo ejercicio de sus funciones o el cumplimiento de sus acuerdos, o de las
resoluciones administrativas o judiciales».
b) Este alzamiento ha de ser público, esto es, abierto, exteriorizado, anárquico y desordenado o
en tropel, aunque nada impediría, según opinión unánime, que de ser organizado y ordenado
también se aplicará el precepto analizado.
e) En lo que respecta al sujeto pasivo, éste es variadísimo, desde el poder legislativo hasta las
corporaciones públicas, pasando por la autoridad, [...] ». Sobre esta cuestión, CARBONELL
MATEU y VIVES ANTÓN afirman que el sujeto pasivo de la sedición, es pura y sencillamente, el
Estado, añadiendo que la institución o autoridad particular contra la que en concreto se dirija el
ataque no es el titular del bien jurídico y, en consecuencia, no puede ser conceptuada sujeto
pasivo del delito.
Como dice VÁZQUEZ IRUZUBIETA es un delito que se comete con dolo específico (para impedir,
dice el precepto), y lo que se impide ha de ser la aplicación de las leyes o que cualquier
autoridad, funcionario o corporación oficial ejerza sus funciones o se cumplan las resoluciones
administrativas o judiciales, lo que indica que el alzamiento público y tumultuario tiende a
interferir en el normal desenvolvimiento de las instituciones impidiendo la actividad legítima de
los funcionarios que las ponen en marcha.
Dicen CARBONELL MATEU y VIVES ANTÓN que, a diferencia de la sedición militar (arts. 91 y ss.
del Código Penal Militar), que constituye básicamente una desobediencia colectiva, la sedición
común es, como señala acertadamente el Tribunal Supremo, una «rebelión en pequeño»,
caracterizada por la menor entidad de los fines ilícitos perseguidos. A título de ejemplo, citan la
S.T.S. de 5 de abril de 1983, que calificó de sedición un motín carcelario con el propósito de
obtener un indulto, conducta que claramente no puede merecer el calificativo de rebelde.
Las razones de esta protección especial vienen dadas porque estas personas ostentan, bien la
representación de un Estado o se encuentran protegidas internacionalmente por Tratados y
cualquier ataque contra las mismas resulta el mismo de carácter pluriofensivo, al constituir un
atentado a las personas, su integridad u otros bienes y al mismo tiempo una agresión contra el
Derecho de Gentes, con prevalencia de este último como bien jurídico protegido
Estos actos también se denominan crímenes de lesa humanidad. Leso significa agraviado,
lastimado, ofendido: de allí que crimen de lesa humanidad aluda a un crimen que, por su
aberrante naturaleza, ofende, agravia, injuria a la Humanidad en su conjunto.