TRAS LAS HUELLAS DE MIS PASOS

ELEVAR EL ALMA A SU ORIGEN

Sonmer Garrido Díaz

Sonmer09@hotmail.com
“El alma es una substancia dotada de razón destinada
a regir el cuerpo” (Hipona De, trad. 1951c, XIII, 22)

Una de las tareas primordiales de la vida al saber que somos cuerpo y alma, es adentrarnos
al conocimiento por buscar nuestra propia alma, descubrir su santuario, vivificarlo y
encontrarnos con la imagen del Creador, disfrutar de Él, su bondad, su grandeza, su vida,
para luego devolverla a su fuente original. Eso será conocer la gran Verdad.

Conocer el alma es conocer su fuente, origen, facultades, su grandeza; la fuerza con la que
ella pueda manejar al cuerpo, que en definitiva esa es la intención de venir a este mundo y
no que nuestro cuerpo maneje al alma.

Es el alma (y no el cuerpo) quien sabe que existe, que se ama, que se recuerda y se conoce.
Mientras tanto el cuerpo sabe que tiene un alma, que esa alma está aferrada a él y cree que
esa alma muere con él. Y… de pronto el cuerpo sabe que hay una semilla de eternidad en él
a través de su alma.

Con un soplo el Creador hizo el alma y el Creador sabe que ese soplo (esencia) viene de la
nada; es decir de la nada nos creó. San Agustín quien argumentaba lo que he dicho, fue
combatido por Vicente Victor que llegó a manifestar que el alma fue creada de la misma
sustancia de Dios. Escribía San Agustín; “1. O las almas se propagan de aquella que se le
dio al primer hombre. 2. O se les da a todos un alma nueva. 3. O ya existen las almas en
alguna parte y vienen a los cuerpos por designio divino. 4. O espontáneamente”

San Agustín fundamentaba sus razones en aceptar que las almas ya preexistían y que al
sexto día fue infundida en el cuerpo. Dios ha creado un alma racional, es decir, a su imagen
y la ha multiplicado al infundirla en el cuerpo. Por eso descansa de tantas cosas que ha
creado. Al paso de los años ha creado almas nuevas inspiradas en las primeras creadas.
 El alma tiene memoria, inteligencia y voluntad y estas tres razones están
relacionadas entre sí. Por su memoria es capaz de recorrer las imágenes de todas clases,
esas que son acarreadas por los sentidos. Igual los recuerdos que son las impresiones que
están dentro del propio ser y sobre los cuales se construyen o se destruyen sucesos futuros.
A la memoria del alma se llega por los sentidos del cuerpo el cual también tiene su propia
memoria biológica.

La inteligencia nos diferencia de las bestias. Por la mente comprendemos lo que es

justo e injusto, verdadero o falso. Por la inteligencia somos capaces de transformarnos para
perfeccionarnos o autodestruirnos.

Con la voluntad elegimos.