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LA FE

Introducción:
Uno de los mejores capítulos en toda la Biblia sobre la fe es el capítulo once de Hebreos.
Cualquier estudio profundo sobre la fe debería incluir el estudio de esta carta y ver el ejemplo
que nos dieron estos hombres y mujeres de fe.

De acuerdo con Pablo, ahora permanecen:


“La fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor” (1
Corintios 13: 13).

Definitivamente los tres son importantes. Sin la esperanza de la vida eterna, no tendríamos
razón por la cual vivir. Sin amor no podríamos experimentar la naturaleza de Dios en nuestras
vidas. Estas dos son vitales al cristiano. Pero nuestro estudio hoy será sobre la fe.

1. ¿QUÉ ES LA FE?

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Hebreos 11:1

1. La fe está en el tiempo presente. Lo cree ahora. Lo recibe ahora. Actúa ahora. Una de
las grandes diferencias entre la fe y la esperanza está en el tiempo verbal.

2. La esperanza está generalmente relacionada con el futuro, mientras tanto que la fe


está relacionada con el presente.

A veces oímos decir que alguien está dando un paso de fe en una nueva aventura.
Generalmente quieren decir que no saben lo que va a pasar o que es lo que el futuro tiene
para ellos. Sólo sienten el impulso de hacer algo nuevo y lo hacen.

El tipo de fe definida en Hebreos 11:1 No opera de esta manera. En cambio, la fe verdadera


en Dios tiene sustancia. Cuando una persona se lanza en esta clase de fe, se estará parando
sobre Roca sólida. LA SUSTANCIA ES FE EN LA ETERNA E INALTERABLE PALABRA DE DIOS.

1. Aunque no haya evidencia física de nuestra fe, tenemos suficiente evidencia en la


Palabra de Dios.

2. La evidencia de lo que creemos es nuestra fe en la Palabra de Dios. Dios es un testigo.


El nunca miente. Si tomamos a Dios por Su Palabra, esa Palabra va a pasar la prueba
porque es eterna.

3. ¿CÓMO ADQUIRIMOS FE?

Así que la fe es por el oír, y el oír por la Palabra de Dios. Romanos 10: 17 La mejor manera
de obtener fe es oyendo la Palabra de Dios.

Es importante que no solo la escuchemos con nuestros oídos, sino que también la
escuchemos con nuestro corazón. El oír la Palabra de Dios en nuestros corazones se
requiere mente abierta y hambre por el mensaje de Dios.
A. Sugiero que leamos la Biblia en voz alta, particularmente el Nuevo Testamento. Dígase
las escrituras a sí mismo.
B. Ponga su nombre donde el mensaje es personal. Haga una lista de las promesas que
la Palabra de Dios tiene para usted.
C. Por fe, crea, reciba y confiésela diariamente. La fe crecerá a medida que oímos
continuamente la Palabra de Dios.

4. ¿QUIÉN PUEDE TENER FE?

Dios nos ha dado una medida de fe a cada uno, esto es, a los cristianos:

1. Conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Romanos 12:3


2. Pablo está escribiendo a los Cristianos en Roma., pero también Dios nos da la fe que
necesitamos para ser salvos antes de ser Cristianos.
3. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de
Dios. Efesios 2:8

Evidentemente, cualquier persona que escucha la Palabra de Dios y la recibe puede ejercitar
la fe. Eso incluye a todos aquellos que oirán y obedecerán La Palabra de Dios, salvos o en el
proceso de ser salvos.

La gente que no oye la Palabra de Dios o que no la obedecen no tienen la clase de fe que es
de Dios. La fe requiere el oír y el obedecer.

2ª Tesalonicenses 3: 2 y para que nos veamos libres de los hombres perversos y malignos;
porque la fe no es de todos.

5. LA FE ACTÚA DE ACUERDO CON LA PALABRA DE DIOS

Dios ha puesto una mesa delante de nosotros llena de abundantes bendiciones. Naturalmente
hablando, si alguien pone una mesa hermosa de comida delante de nosotros sabemos qué
hacer con ella.
No nos sentamos deseando y esperando que podamos tener algo de esa comida. No nos
quejamos a nuestro huésped de que no tenemos suficiente. Ni nos enojamos porque alguien
en la mesa recibe una porción grande. Comenzamos a servimos la comida.

De la misma manera de esta ilustración, ha sido puesta delante de nosotros una mesa para
que nos sirvamos y nos llenemos. Probablemente hay más en la cocina si vaciamos las ollas.
Sabemos que todos los que están a la mesa tienen los mismos derechos y privilegios de
recibir su porción de cada plato.

Ahora, La Palabra de Dios es lo mismo. Dios ha hecho amplia provisión para cada uno de
nosotros para suplir todas las necesidades en nuestras vidas. Él nos promete una provisión
llena y abundante. Depende de nosotros si la pedimos y la tomamos.

Dios quiere que simplemente creamos Su Palabra y que tomemos lo que ha sido puesto
delante de nosotros. Dios no se ofende si tomamos todo lo que necesitamos. Lo que
recibimos de Él va a venir como resultado de alcanzar y reclamar activamente Sus promesas.
Marcos 10: 51-52 Respondiendo Jesús le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo:
Maestro, que recobre la vista. Y Jesús le dijo: Veté, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró
la vista, y seguía a Jesús en el camino.

6. LA FE NO ES UN SENTIMIENTO

A veces la gente basa sus experiencias espirituales en sentimientos y emociones. Los


problemas surgen cuando los sentimientos y emociones cambian. Si no han sido arraigados
en la Palabra de Dios, la duda se levantará sobre si la experiencia ha sido genuina o no.

A. Para que la fe sea consistente, debe estar basada en algo con más estabilidad que
nuestros sentimientos. Nuestra fe debe de estar basada en Jesús: Hebreos 12:2
B. Ninguna persona es salva porque se siente salva. Es salva porque ha creído en el
unigénito Hijo de Dios:
C. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree. Juan 3:18
D. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre. Juan 1:12-13

¡Los sentimientos son influenciados por lo que vemos, lo que leemos, y lo que oímos, pero el
que tiene puesta su fe en Jesús puede sentirse muy bien hoy, cansada mañana, y sola la
próxima semana, pero… La Palabra de Dios va a decir lo mismo ayer, hoy, y siempre:
Hebreos 13: 8

Todos somos expuestos a cosas que no son consistentes con la Palabra de Dios. Si éstas
cosas controlan nuestros sentimientos y nuestros sentimientos controlan nuestra fe, podemos
ser cristianos y todavía estar controlados por las artimañas de Satanás.

Nuestra fe debe estar controlada por la Palabra de Dios, no por lo que sentimos, ni por lo que
aparentan las circunstancias, ni tampoco por lo que otros nos dicen. “Porque andamos por
fe, y no por vista” 2 Corintios 5:7.
Nuestros ojos, oídos, corazón y boca deberían estar a tono con la Palabra de Dios.

No mirando nosotros a las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se
ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 2 Corintios 4:18

Conclusión:
Esta debe de ser nuestra fe, en las cosas eternas, no en lo que se ven.
Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo
puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la
diestra del trono de Dios. Hebreos 12:2

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