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Tema: La Historia de Mesoamérica

Subtema: El Clásico en las otras área (norte, occidente, golfo y sureste)

López Autin, A., & López Luján, L. (1996 (2001 2ª ed.)). El Clásico en el occidente, norte, golfo de México y
sureste. En El Pasado Indigena (págs. 133-165). Ciudad de México, México: FCE/El Colégio de
México.

Diego Velazco Negrete Historia de Mesoamérica 12/10/20 Tema 5


1. El Occidente en el Clásico (Pág. 133 [76]):

Los señoríos del Occidente: En el occidente se mantuvieron las formas de organización


clasificadas como señoríos. A pesar de que entre los siglos IV a.C. y VII d.C. aumentó la complejidad
socio-política en el occidente, no lo hizo al grado de hacer nítida una división entre Preclásico y
Postclásico, y esto tal vez porque permaneció des comunicada del resto de las culturas
contemporáneas.

-Culturas de Guerrero: Es a lo largo del río Balsas en Guerrero que se pueden observar
influencias de Centro de México.
Asentamientos urbanísticos y arquitectónicos: en los asentamientos ribereños con pirámides
de hasta 30 m de altura, plazas y juegos de pelota.
Cerámica de tradición guerrerense: Su cerámica consiste en vasijas de silueta compuesta,
platos vasos, ollas de cuello corto o sin él y tecomates; es monocroma, de colores anaranjado, rojo,
rojo, bayo o negro, su acabado es lustroso y tienen decoración incisa con motivos geométricos.
Tallado de piedras duras de tradición Mezcala guerrerense: Se realiza tallado en piedras
duras de color verdusco o gris. Esta industria de origen preclásico se conoce como Mezcala, primero
mostro durante él preclásico un estilo de rasgos olmecas, y posteriormente de rasgos teotihuacanos.
Se han encontrado en las localidades guerrerenses de La Organera y El Mirador, mientras que
muchas provienen de saqueos.

-Culturas del Bajío: Otra tradición son las de las Culturas del Bajío, herederas de Chupícuaro,
ubicadas en Guanajuato y al norte de Michoacán.
Asentamientos urbanísticos y arquitectónicos: Dejaron como vestigios principalmente terrazas
de cultivo, como plataformas y edificios con columnas fabricadas de piedra y lodo.
Cerámica de tradición del Bajío: Su cerámica tiene la forma de cajetes trípodes y vasijas con
asas como una canasta; son polícromas, pulidas y geométricas. Entre sus técnicas se encuentra el
seudocloisionné.

-Culturas del Norte occidental [Colima, Jalisco y Nayarit [ (Tumbas de Tiro) : En el norte de
encuentran los sitios de la «Tradición de las Tumbas de Tiro», los cuales se distribuyen a través de
una larga media luna, que va desde la mitad meridional de Colima, cruzando Jalisco y llegando al
oriente de Nayarit. Esta tradición también arranca en el Preclásico y se extiende hasta el siglo VI
d.C., se caracteriza por sus enterramientos.
Tradición funeraria del Norte occidental: Las tumbas tienen un «tiro vertical» que lleva a una o
varias cámaras excavadas en el subsuelo. Y como ocurre en Colombia el Ecuador, las tumbas están
separadas de las residencias, lo que es una práctica funeraria típica del occidente, en Europa y
Medio Oriente, pero rara en Mesoamérica y en muchos otros pueblos de los Andes Centrales. El tiro
de las tumbas llega a medir 16 m de profundidad. Tienen una pluralidad de cámaras lo cual sugiere
su uso por familias y linajes por largo tiempo. Se acostumbraba colocar ofrendas de cerámica y
ornamentos, en ocasiones de orígenes remotos y de excelente factura lo cual deja ver cierta
jerarquía privilegiada de los linajes.
Cerámica de tradición del Norte occidental: La cerámica es de figurillas, vasijas y
composiciones complejas en forma de maquetas, reproducen escenas familiares y cotidianas, esto
es usado por los etnógrafos como testimonio de las prácticas festivas y la arquitectura vernácula
representada en las maquetas.
Arquitectura vernácula de la tradición del Norte occidental: gracias a las maquetas
depositadas en las tumbas de Tiro, se pueden observar la construcción de casas de uno o más
aposentos, algunas levantadas sobre plataformas, con terrazas y vestíbulos. Muestran techumbres
de cuatro aguas, independientes en cada cuarto, y muestran muros, plataformas y cubiertas
decoradas.
Saqueo sistemático de tumbas/yacimientos: Algo lamentable de estos yacimientos
arqueológicos es que sus investigaciones no han dado resultados tan importantes como los
esperados pues han sufrido de diversos saqueos «sistemáticamente».
Tipos de cerámica del Norte occidental: La cerámica difiere ligeramente de región a región.
Hay tres tipos correspondientes a los estados de Colima, Jalisco y Nayarit:
Cerámica colimota (Colima): Se caracteriza por bellas figuras antropomorfas,
zoomorfas y fitomorfas; realistas, huecas, generalmente recipientes con vertedera, trabajadas con
base en el moldeado, patillaje e incisión, muy bien pulidas, monocromas en rojo, café o negro. Son
famosas las que tienen forma de seres humanos, perros, loros y calabazas. En su fase Comala
destacan los cántaros trípodes, cuyas patas son con frecuencia efigies.
Cerámica Jalisciense (Jalisco): Predominan las piezas antropomorfas. También hay
bules y cajas. En ambas se combina la técnica de modelado con la pintura, roja sobre crema o bayo
en el tipo Ameca y blanca sobre rojo en las llamadas “caras de cordero”. Los seres humanos
representados aparecen aislados y dedicados con frecuencia a actividades cotidianas, con caras
largas y narices prominentes.
Cerámica Nayarita (Nayarit): Fueron poco moldeadas, sus rasgos faciales, prendas y
adornos se pintaron, y para ello se utilizaron el rojo, el negro, el anaranjado y el crema amarillento, o
la decoración al negativo. Representan fundamentalmente a hombres, solos o en grupo; Los
antropomorfismos se distinguen por los ojos muy separados, y profusos adornos como narigueras, y
aretes múltiples en cada figura.

2. El Norte en el Clásico (pág. 157 [78]):

Límites espaciales de las culturas del Norte: En el primer siglo de nuestra era hubo un
crecimiento nunca antes visto en una amplia franja hacia el norte que había sido dominada durante
milenios por pueblos recolectores-cazadores. Los límites fronterizos de la Mesoamérica septentrional
se extendieron 250 km más al norte de los límites que existían en el siglo XVI. Empezando por la
desembocadura del río Panuco,en Tamaulipas subiendo por el río Tamesí, abarcando la Sierra de
Tamaulipas y la zona del Ocampo, en el mismo estado; pasaban por los poblados de Guadalcázar,
Peñasco y San Juan Sin Agua, en San Luis Potosí; posteriormente por Ojo de Agua y Atotonilco, en
Zacatecas, luego Antonio Amaro, Zape y Loma San Gabriel, en Durango, para concurrir en la
desembocadura del rio Mayo en Sonora. Haciendo un recorrido de 1531 km de costa a costa.

Límites temporales de las culturas del Norte: Según las evidencias arqueológicas, la
vida aldeana se arraigo por primera ocasión en esta franja entre el 1 y el 100 d.C. (Siglo I), y esta
misma se mantendría hasta el siglo X.

Hipótesis de origen: Pero se siguen buscando indicios del origen de los agricultores pues
aún no se han encontrado evidencias sobre:
a. Un largo proceso de domesticación vegetal introducido por grupos locales.
b. Un fenómeno de aculturación producto del continuado contacto entre nómadas y
sedentarios.
c. Una colonización por agricultores provenientes del sur o del occidente.

Sin embargo, las tendencias actuales, según las evidencias recopiladas, apuntan a una cuarta
hipótesis:

d. Diversas oleadas de emigrantes originadas de focos tan diversos como Capacha, El


Opeño y Chupícuaro en el occidente; Zacatenco, Tlatilco y Cuicuilco en la Cuenca de
México; y algunos sitios de la costa del Golfo.

3. El Golfo en el Clásico (pág. 144 [82]):


Las influencias del Centro en el Golfo y viceversa: El golfo de México durante el
clásico mantuvo estrechas relaciones con los teotihuacanos, su posición les servía como
exportadora de valiosos bienes, como centro comercial y un lugar estratégico para enclaves. Hay
muchas piezas de cerámica que testimonian a dichas influencias del Centro de México, por ejemplo,
hay un préstamo iconográfico que sobresale en la Mixtequilla, la imagen del dios viejo del fuego, con
su brasero sobre la cabeza, la cual tiene características que ni se encontraban en Teotihuacán.
También se encontró influencias en la concepción arquitectónica de talud-tablero, la cual se propago
en el oriente. Al igual que se encuentran piezas de cerámica producidas en Teotihuacán que
testimonian el intercambio comercial.

Principales asentamientos: Sus principales asentamientos fueron:


en la Mixtequilla se pueden encontrar numerosos sitios repartidos en las cuencas
inferiores del Papaloapan, el Blanco y el Jamapan. Entre estos destaca en Cerro de Mesas, que
podría corresponder a un asentamiento heredero de los epiolmecas. Los registros calendáricos del
sitio corresponden a los años 468 y 533 d.C.
Muy próximo al Cerro de las Mesas se encuentra Matacapan, dicha zona en el área
tiene profundos rasgos teotihuacanos, como un enclave se hipotetiza.

Zona sur del Golfo: En la zona sur del área del Golfo, encontramos:
Veracruz central: Veracruz central, de la cuenca del rio Papaloapan al rio Cazones;
En esta zona encontramos que, con excepción del Tajín, y Matacapan, las demás poblaciones no
dejan ver un cabio cualitativo entre el Preclásico y el Clásico. Entre estos encontramos: Cerro de las
Mesas, Las Higeras, El Zapotal, Remojadas, Nopiloa o Dicha Tuerta donde se encuentran técnicas
constructivas y características del Preclásico.

Arquitectura en Veracruz central clásico: En cuanto a los


asentamientos de esta zona, hubo un aumento de dimensiones entre los del Preclásico y los del
Clásico. Son comunes los centros ceremoniales edificados con lodo, adobes y cantos rodados, En
estos las constricciónes de mayor tamaño eran basamentos piramidales de uno o varios cuerpos.
Sobre dichos basamentos se debieron de erigir capillas de bajareque. Mientras que los pisos de los
edificios son con frecuencia de tierra quemada. Algunos monumentos recubrieron sus muros con
tierra arcillosa, o con delgadas capas de estuco.

Cerámica en Veracruz central clásico: La cerámica se distingue por la


gran calidad artística, y toda ella es ligada a diversos aspectos del culto religioso. En la Mixtequilla,
en sitios como Los Cerros, Apachital, Dicha Tuerta Nopiloa, Remojadas y Tlalixcoyan se produjeron
figurillas infantiles que tienen en su cara una expresión de felicidad y han sido llamados “caritas
sonrientes”. Pero en contraste con estas, también se produjeron en la misma zona, esculturas de
barro próximas al tamaño natural de dioses con expresiones severas. En El Zapotal se encontró un
esqueleto que represento al dios de la muerte. Se divinizaban a las mujeres que morían al momento
del parto y se les llamaba cihuateteo. Al igual que se encuentran diversas piezas zoomorfas
provistas de ruedas, lo cual es bastante extraño, pues en Mesoamérica se ha pensado que nunca se
implemento el mecanismo de la rueda, lo cual ha llegado a ser causa de especulación de influencias
del viejo mundo en la zona.

Zona norte del Golfo: En la zona norte del área del Golfo, encontramos:
La Huasteca hasta cuenca del Pánuco: La Huasteca, hasta la cuenca del
Pánuco.

4. El Sureste en el Clásico (pág. 148 [84])


El área del sureste mesoamericano fue señaladamente maya, aunque hubo algunos pocos
habitantes que cultural y lingüísticamente no pertenecieron a ellos. A grandes rasgos la zona se
divide en tres partes con caracteres geográficos y culturales contrastantes:

Zona sur Maya: Zona sur maya, comprende a los territorios de Chiapas, Guatemala, El
Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica; esta zona es una franja que va de la confluencia de las
Montañas del Norte de Chiapas al Golfo de Nicoya. Aquí los mayas convivieron con otros pueblos
cultural y lingüísticamente ajenos. Aquí predominan las tierras altas (a más de 1200 metros sobre el
nivel del mar), frescas o frías, de relieve accidentado, abundantes valles aislados y cuencas
lacustres de importancia; en la región del Pacífico la altitud desciende, formando una larga faja
costera, con clima tórrido y ricos suelos aluviales.

Zona central Maya: Zona central maya, va del Golfo de México al Cariba, ocupando
tierras bajas, calientes y húmedas, de selva densa, alta y lluviosa. En ella abundan lagos, pantanos y
ríos de amplios meandros. Su centro es Petén, que es el centro Maya por excelencia en la cultura
clásica. A su oriente se encuentra la cuenca de Usmacinta, esta desemboca en el rio Grijalva en la
región Tabasqueña. Al oriente se extiende en la cuenca del rio Belize, y al sur la del Rio de la
Pasión, y al sureste, entre las montañas la rica región del Montagua.

Zona norte Maya: Zona norte Maya, es un poco mas de la mitad septentrional de la
Península de Yucatán. Tiene tierras bajas, con una pluviosidad inferior a la de la zona central. Se
cubre por una selva baja que crece sobre una magra capa de suelo de sedimentación calcárea,
plana, donde solo hay unas pequeñas montañas nororientales que rompen la monotonía. Casi no
tiene ríos superficiales. Por eso sus habitantes se abastecían con los “chultunes” que eran
excavaciones en forma de botella, o en los cenotes que dejaban expuestas a la superficie las
corrientes subterráneas. Se distingue culturalmente:
Al oriente: región Campechana;
Al sur: se colinda con el Petén en la región del rio Bec;
Al centro: se encuentra Chenes;
Al noreste: se encuentra la región serrana del Puuc, la cual influencia en sus
tradiciones y estilos extendiéndose hasta la región de las planicies del norte.
Al este: se encuentra la Costa Oriental.

Aparente paz en algunas ciudades de la zona central: Algunas ciudades de la zona


central parecen no haber sufrido una transición violenta entre el temprano y el tardío, y esto es
contrastante con algunos sitios importantes de Petén y de la cuenca del Usumacinta, donde se dejó
de erigir columnas labradas, sino que por la destrucción de los monumentos parece haber sufrido
«guerras intestinas».
Posterior auge cultural en la zona central maya: Comenzó un “auge cultural” característico
del clásico en la zona central tras un largo periodo de inestabilidad. Este auge se caracterizó por el
aumento de la población, la ampliación de las redes de comercio y la prospera economía dentro del
mundo Maya. Es el momento del auge urbanístico maya, por lo que en este tiempo se construyeron
cientos de ciudades, pueblos, edificios y monumentos pétreos. Las dos ciudades más importantes
fueron:
 En Petén (el centro de la zona central) : Esta fue la zona de mayor florecimiento de la cultura
clásica.
o Tikal:
o Calakmul:
 En Usumacinta

Comentario
Entre los pueblos del clásico que habitaron en Mesoamérica, claramente se puede ver la
influencia teotihuacana en cada uno de sus pueblos correspondientes. Ya sea por restos de vasijas
que se comerciaron, ya sea por enclaves que revelan en sus representaciones escultoras y
pictográficas el estilo teotihuacano. Esto se puede ver en muchas culturas del occidente, del golfo
como en el Tajín, del norte como las diversas tradiciones en San Luís Potosí. Y claramente en el sur,
el cual, sin embargo, sobresalió aún más en su desempeño civilizatorio que el norte. Y podemos ver
en el una uniones no imperiales en las cuales los mayas se sometieran a los teotihuacanos, sino
matrimoniales las cuales si son buscadas en las estelas ceremoniales erigidas pueden encontrarse
con precisión cronológica, ya que los mayas utilizaban tres calendarios sistematizados a partir de la
plena observación de los astros, los cuales contabilizaban y servían no solo para la observación de
los rituales que se practicaban ceremonialmente sino también a la sucesión política entre los
gobernadores de la zona. Y en verdad que esto revela que la sucesión política, la medición del
tiempo, y el culto religioso con los rituales correspondientes estaban entrelazados. Al igual que la
agricultura la cual conformé avanzó el clásico se tuvo que intensificar por el incremento de la
población de las ciudades. Es realmente complejo como este sistema cultural podía encaminarse a
ceremonias rituales realizadas por los políticos en ciertos días específicos de sus reinados junto con
su pueblo en los que se preparaban alimentos para celebrar, pero también se practicaban diversos
tipos de sacrificios y mutilaciones incluso entre los propios gobernantes que se atenuaban con
plantas alucinógenas. Y como esto estaba relacionado con una cuenta calendárica ritual.
Ciertamente es muy impresionante esta manifestación cultural, que visto desde ojos cristianos solo
se puede clasificar como una influencia demoniaca, la cual posteriormente iba a ser confirmada por
los conquistadores.

Todo esto también tiene una tradición filológica y oral transmitida por los pueblos y por los
textos sagrados que se lograron recuperar, por lo que la interpretación de las estelas puede prseguír
por los especialistas, y aun hay muchas cosas que trabajar y descubrir, dento de los restos
arqueológicos.

Referencias
López Autin, A., & López Luján, L. (1996 (2001 2ª ed.)). El Clásico en el occidente, norte, golfo de México y sureste. En El
Pasado Indigena (págs. 133-165). Ciudad de México, México: FCE/El Colégio de México.

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