Está en la página 1de 5

Material Informativo

Club Naturalista de la Laguna de Apoyo

PREPARACIÓN DE TINTURAS MADRES


PARA DILUIRSE EN MICRODOSIS

Investigación y texto:
Ezequiel D`León Masís

Coordinador SAMU LAB

Masaya, Nicaragua. Febrero, 2020.


PRESENTACIÓN

Este documento es un breve material de apoyo que recoge los más importantes aspectos
a tener en cuenta en lo que tiene que ver con la preparación de tinturas madres y su
posterior empleo para la producción de goteros de microdosis de uso fito-terapéutico.
No pretendemos abarcar todos los detalles relacionados a un tema que sólo las
prácticas de laboratorio especializado o, por igual, de laboratorio doméstico pueden
afianzar en cada persona interesada. El objetivo es tan sólo que quienes hayan participado
del Taller de Microdosis cuenten entonces con una base información que se pueda
consultar y, a partir de eso, tener elementos para realizar sus propias investigaciones,
cuestionar y experimentar. Dicho taller ha sido coordinado por Edgar Castañeda y
facilitado por mi persona en Febrero y Marzo de 2020 para el Club Naturalista de la
Laguna de Apoyo, no obstante esperamos que cualquier otra persona que acceda a esta
información le pueda ser de alguna ayuda.
El enfoque global que hemos utilizado para la adaptación y redacción del siguiente
contenido, como del taller mismo, se basa en los valores humanos de la experimentación
en herbolaria medicinal que el Dr. Lucien Engelmajer solía insistir: OBSERVAR, SABER,
PRESERVAR, RECUPERAR LA SALUD, CONOCER, COMPRENDER y ACTUAR SIN
FANATISMO.
Finalmente, no omitimos reconocer que la lógica de análisis de procesos que se
comparte acá se inspira en el modelo de “construir simplicidad para la aplicabilidad
efectiva” que la Red Alforja de Educación Popular ha promovido durante tantos años en
América Central desde el trabajo que no pocos facilitadores de espacios de aprendizaje
consideramos como legado cultural.
PREPARACION DE TINTURAS MADRES
PARA DILUIRSE EN MICRODOSIS
1. ¿Qué es una microdosis?
Literalmente, hablamos de una pequeña dosis de solución líquida fito-terapéutica.
Esta pequeña dosis es una concentración preservada (no oxidada) que contiene las
propiedades curativas de una planta específica: puede ser de una o dos de sus
partes o, bien, de todas: raíz, tallo, hojas, flores, fruto, etc.

2. ¿Qué tipo de plantas se usan para crear microdosis?


Cualquier planta que hayamos usado en nuestro propio cuerpo previamente para
sanar alguna dolencia o enfermedad, la cual es recolectada viva. Debemos tener
conocimiento básico sobre sus propiedades medicinales, así como de sus
posibilidades tóxicas.

3. ¿Cuál es el proceso paso a paso para la preparación de micro-dosis?


Hay muchas variantes de este método, sin embargo, en América Central es muy
común seguir los siguientes pasos:
a. Preparativos iniciales del trabajo de campo y del laboratorio (puede ser
nuestra cocina doméstica bien limpia): tener a mano herramientas de
jardinería, los recipientes que se emplearán, papel de envolver, pipeta,
machacador improvisado (o mortero), etiquetas, libreta, entre otros.
b. Recolección de planta ejemplar: se elige qué planta se va a localizar y
emplear, además de decidir si se usará todas sus partes o una de sus
partes, según lo que hayamos planificado en cuanto al poder curativo del
medicamento que queremos elaborar.
c. Trabajo de laboratorio: con un poco de agua esterilizada (precalentada y
enfriada) se machaca y tritura la planta (“maceración”) o, también, se puede
hacer un cocimiento denso y espeso del ejemplar recolectado. A este
empleo de agua se le llama “hidrogenación catalítica”, es decir, un poco de
agua nos ayuda a machacar o cocer sin alterar las propiedades activas de la
planta.
d. Mezcla con alcohol: una vez machacada y/o cocida la planta ejemplar,
procedemos a mezclarla con alcohol común de consumo comercial (ron de
28 volúmenes ó más, pero no más de 50 volúmenes). PROPORCION:
usamos 50% de alcohol blanco y 50% del agua que viene como extracción
de la maceración. El alcohol es en este caso una sustancia anti-oxidativa
pues preserva y hasta amplía las propiedades medicinales de la planta en el
sistema nervioso y digestivo del ser humano. Es correcto asimismo usar
otros tipos de alcoholes de bar, en caso que se quisiera y pudiera hacerlo
(ej. vodka, brandi, coñac, etc.).
e. Colar y hacer embotellado de la tintura madre: como resultado del paso
anterior tenemos una “tintura madre”, es decir, el líquido de donde será
posible sacar las microdosis. Esta tintura debemos colarla y embotellarla en
un frasco obscuro, taparlo bien, etiquetarlo (nombre de planta, lugar y fecha
de elaboración, tipo de alcohol usado y nombre del practicante). No será
ningún inconveniente si al colar se infiltran algunos restos pequeñísimos de
la planta.
f. Precipitado centesimal: una vez enfrascada la tintura madre, se palmea la
base del recipiente 100 veces, con la tapa de cierre hacia arriba, lo que
permite que las moléculas líquidas de mezcla sean una sola unidad (a esto
se le llama “isomería dinámica”).
g. Almacenar en reposo: la tintura madre la almacenamos aislada,
normalmente con otras tinturas, bajo sombra o, si no es posible, con luz baja
natural. En el trópico centroamericano, la tintura necesita 15 noches de
reposo como mínimo para que sea considerada útil.
h. Envasar microdosis: conseguimos goteros pequeños (que no superen
capacidad de 50 mililitros), preferiblemente de material oscuro y vidrio; pero
podemos hacerlo en goteros de plástico también, si es con eso con lo que
contamos. A los 50 mililitros de agua esterilizada del gotero vamos a agregar
de 10 a 15 gotas de la tintura madre, más 6 a 12 gotas de alcohol común.
Palmeamos cada gotero aproximadamente 15 veces y finalmente lo
etiquetamos (la etiqueta debe señalar: se trata de una microdosis de “tal
planta”, con base de alcohol de “tal volumen” más agua esterilizada, lo
mismo que las propiedades curativas conocidas de la planta, datos sobre
quién y dónde lo ha producido, el vencimiento (2 años). Este es el fin del
paso a paso. Podemos compartir o vender o simplemente experimentar.
4. ¿A qué se le llama “planta ejemplar” y por qué?
Le llamamos ejemplar botánico o “biotipo” al espécimen adecuado para crear
tinturas madres y microdosis. Si encontramos una comunidad o zona de cultivo de
plantas de la misma especie, vamos a elegir el “biotipo”. Esto quiere decir:
recolectaremos aquel ejemplar que esté sano y vigoroso. En otras palabras,
debemos observar muy atentamente qué comportamiento reproductivo tienen las
plantas (su producción de semillas, flores, frutos o esporas, etc.), además de notar y
comprobar que sus hojas están hidratadas y que tenga un anclaje de raíz firme en
el suelo. Según Lucien Engelmayer: “entre más adaptado al ambiente y más vital
sea el espécimen de una planta, entre mejor use éste los beneficios de luz, suelo y
agua, ése será nuestro biotipo para crear medicamentos”.

5. ¿Quién empezó a hablar de “biotipo” en el mundo de la botánica?


Un naturalista sueco llamado Carlos de Linneo (1707-1778) fue uno de los primeros
en utilizar esta palabra. Según Linneo las plantas todas y cada espécimen en
particular tenían un “carácter con actitud única”. Linneo afirmaba que, aparte de la
forma que tenga una planta superficialmente, existe una actitud vital de
sobrevivencia y adaptación llamada “connatus” (o “potencia”). Para este naturalista,
cada especie y cada espécimen posee potencias tóxicas defensivas y potencias
suaves sanadoras. Por ejemplo: la sábila (aloe vera) es aparentemente espinosa y
un animal por ello le teme, sin embargo, las hojas son por dentro frágiles y
gelatinosas. Esta relación de un “carácter” agresivo y de suavidad tendría que ver
con las propiedades que esta planta tiene en el caso especial de quemaduras y
heridas de la piel en humanos: el fuego o el filo hiriente es agresivo y la piel es
suave. La planta tiene ambas características. No importa si estamos de acuerdo con
Linneo o si consideramos su punto de vista anticuado o muy poético. El hecho es
que nadie niega que cuando observamos con atención al espécimen biotipo
podemos relacionar sus propiedades curativas con sus cualidades vitales y
maneras de adaptación al medio en que vive. Esto es lo específico y útil que
podemos recordar a la hora de recolectar nuestros biotipos para microdosis:
OBSERVAR, CONOCER, COMPRENDER, ACTUAR.

6. Principios fundamentales del uso terapéutico de las microdosis


a. Antes de recomendar el uso de este tipo de medicamentos a alguien, es
honesto de nuestra parte haber usado uno mismo las microdosis por
experiencia propia.
b. Las microdosis son un complemento para la sanación de padeceres y
enfermedades, pero nunca pueden presentarse como tratamiento principal o
mágico.
c. Las únicas personas autorizadas para diagnosticar enfermedades o
dolencias son el personal médico o los fito-terapeutas que han estudiado en
profundidad los procesos de salud y enfermedad del cuerpo y la mente
humana. O sea: no por el solo hecho de ser productores de estos
medicamentos vamos a estar en capacidad de diagnosticar a nadie de nada.
d. El uso de las microdosis de herbolaria debe ser consultado por el paciente
con su terapeuta.
e. El modo de uso de las microdosis es “sub-lingual” (bajo la lengua): se suele
recomendar un empleo de 2 a 4 gotas, tres veces por día. Para una
efectividad curativa, el uso de microdosis requiere que el paciente no haya
hecho ningún enjuague bucal previamente, ni haber usado antes pasta
dental o haber comido alimentos condimentados con otras especias de
sabor o de olor intenso, etc.
f. Si el paciente tiene una reacción alérgica o efecto secundario a la microdosis
en uso, deberá suspender su empleo.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
PARA LA REDACCION DE ESTE DOCUMENTO

 Bellamy, David. El mundo de las plantas. Madrid, España: Interibérica, 1975.


 Burriel, Fernando. Química analítica cualitativa: Teoría y semimicrométodos. Magallanes: Madrid,
España, 1970.
 Celsi, Santiago A. Química orgánica. Kapelusz: Buenos Aires, Argentina, 1964.
 Colección La Salle (sin autor). Biología: Botánica-Zoología. Hospicio: León, Nicaragua, sin año.
 Engelmajer, Lucien. Realidad, sintomatología y reflexiones. Le Pᾰtre: Valencia, España, 1989.
 Esau, Katherine. Anatomía vegetal. ER: La Habana, Cuba, 1986.

También podría gustarte