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¿CÓMO ACOMPAÑAR AL DOLIENTE EN CADA ETAPA DEL DUELO?

Si bien el proceso de duelo será tan único y personal como la propia vida del doliente, podemos
distinguir cinco etapas en las que la persona experimentará una montaña rusa de emociones. Estas
cinco etapas, negación, ira, negociación, depresión y aceptación son parte del proceso de aprendizaje
para convivir con esta muerte identificando nuestros sentimientos y adquiriendo nuevas herramientas
para afrontar la vida. Durante este proceso es primordial el acompañamiento de los familiares y amigos
para que el doliente sienta que tiene un espacio de contención donde puede ser escuchado.

NEGACIÓN

La escucha y la comunicación abierta serán dos herramientas claves en el acompañamiento de esta


etapa.

La negación se caracteriza por un estado inicial de shock que busca sobrellevar el impacto de esta
noticia. Este mecanismo se irá diluyendo progresivamente para iniciar el proceso de curación. Durante
esta etapa, es primordial que la familia brinde un espacio de comunicación abierto en donde el doliente
pueda expresar sus sentimientos sin temor. Siempre es mejor hablar abierta y honestamente sobre
cómo te sientes mostrándote sincero y dispuesto a estar presente cuando él lo necesite. Exprésale
claramente que estos sentimientos son normales y comprensibles por lo que estás dispuesto a
acompañarlo en este camino de reconocimiento emocional sin recriminaciones. Una persona en duelo
puede gritar, obsesionarse con esta muerte e inclusive llorar durante horas. Debes saber que estas
reacciones son normales y que, por lo tanto, no debes juzgarlas así como tampoco presionarlo para
que acelere su proceso de curación.

IRA

Durante esta etapa, el doliente mostrará contestaciones y acciones que expresan una gran irritabilidad
por lo que es importante que la familia sea paciente.

Este enojo con el mundo y con esta muerte puede extenderse a la familia, amigos e inclusive hacia la
propia persona fallecida. Debajo de esta ira se encuentra el dolor y el profundo sentimiento de
abandono. Es importante que tanto la familia como los amigos respeten este momento de furia
brindándole el espacio necesario para que puedan descargar su ira e impotencia por esta pérdida.
Hazle saber al doliente que está bien llorar o enojarse en frente tuyo sin sugerirle cómo él o ella debería
sentirse. No intentes minimizar el dolor y el enojo en el que se ve envuelto ya que se trata de un
sentimiento temporal que es necesario atravesar para progresar en el proceso de curación. Sé
paciente frente a estas reacciones que expresan una mayor irritabilidad y que pueden causar tensión
en el seno familiar.

NEGOCIACIÓN

En esta etapa, los familiares deben dejar que el doliente se haga todas las preguntas que crea
necesarias, aún cuando percibimos el dolor que provocan sus respuestas.
En esta etapa se busca una tregua temporal para negociar el regreso de nuestro ser querido muerto
a cambio de diversas promesas que implican cambios de hábitos y pensamientos. Si bien es doloroso
percibir cómo nuestro ser querido sufre diseñando diversas hipótesis sobre cómo hubiera podido evitar
esta muerte es necesario que no intervengas en el proceso y dejes que experimente estos sentimientos
y preguntas ya que lo acercarán cada vez más a la aceptación de la realidad de la pérdida. Las
personas en duelo suelen relatar una y otra vez cómo ha sucedido esta muerte hasta en sus más
mínimos detalles. Sé paciente frente a la repetición de esta historia ya que es una manera de aceptar
progresivamente la muerte.

DEPRESIÓN

Durante esta etapa es importante brindar un espacio en donde el doliente pueda encontrarse con su
dolor sin sentirse invadido por los demás.

Al dejar atrás los intentos de una negociación, el doliente comienza a centrar su mirada en el presente
observando el gran vacío que ha dejado esta pérdida y encontrándose con un intenso dolor. Esta etapa
depresiva no es un signo de enfermedad mental sino que se trata de una respuesta normal y temporal
frente a una pérdida. Se preguntarán una y otra vez si tiene algún sentido continuar sin él o ella. No le
sugieras al doliente que mire el lado positivo de esta pérdida y ten paciencia con sus respuestas y
reacciones que expresarán una mayor irritabilidad e impotencia. Se trata de una etapa en la que el
doliente busca expresar su dolor por lo que es importante que te muestres predispuesto a la escucha
y contención aunque respetando también sus momentos de soledad.

ACEPTACIÓN

Esta última etapa permite a los familiares y amigos acompañar y estimular el acercamiento del doliente
hacia nuevas relaciones sociales y actividades.

En esta etapa, el doliente acepta la realidad de la pérdida física de su ser querido y busca readaptarse
a un nuevo contexto en el que él ya no estará. No se trata de estar de acuerdo con esta muerte, sino
que se aprende a convivir con ella aceptando que la vida ya no volverá a ser como antes. En este
caso, los familiares y amigos del doliente deberán estimularlo para que dedique un mayor tiempo en
sus amistades y nuevas actividades. No debes presionar al doliente para que lo haga sino acompañarlo
cuando él crea que ya es tiempo de invertir sus energías en otros ámbitos. No lo fuerces para socializar
o volver a trabajar si todavía no se siente preparado ya que esto sólo atrasaría el proceso de curación.

La clave en el acompañamiento de cada una de estas etapas será respetar los sentimientos del
doliente sin presionarlo para que tenga una recuperación más rápida. Recuerda que la única manera
de aceptar la realidad de esta pérdida es ahondando en las emociones que la muerte genera y
encontrando a través de ellas un nuevo sentido a la vida.
ETAPA DEL DUELO ACOMPAÑAMIENTO
NEGACIÓN El doliente podrá hablar abierta y
honestamente sobre cómo se siente. El
acompañante se mostrará sincero y dispuesto
a estar presente cuando el doliente lo
necesite.
IRA El acompañante no debe intentar minimizar el
dolor y el enojo en el que el doliente se ve
envuelto. Deberá ser paciente frente a estas
reacciones que expresan una mayor
irritabilidad.
NEGOCIACIÓN No impedir que el doliente experimente
preguntas sobre cómo podría haber evitado
esta muerte ya que lo acercará a la aceptación
de la realidad de la pérdida.
DEPRESIÓN No sugerir al doliente que mire el lado positivo
de esta pérdida. Respete sus momentos de
soledad pero muéstrese dispuesto a la
escucha.
ACEPTACIÓN Acompañamiento y estímulo para que
dedique un mayor tiempo con sus amistades
y nuevas actividades pero sin ser forzado.

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