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SUPLEMENTO ESPECIAL
ESCRIBEN
◆ Norberto Galasso ◆ Felipe Pigna ◆ Alejandro Slokar ◆ Nicolás Trotta
El frustrado regreso San Martín y su legado garantista
Por Felipe Pigna* en la actual guerra contra el Brasil, por el con- Guido: “Si sentimientos menos nobles que los Por Alejandro W. Slokar * genio Americano abjura con horror las crueles ac- judicial afligen a los pueblos cuando frustran el ob- viados de sus prisiones y S.E. ordenó que todas las gen. Desgraciadamente es necesario que hayan de-
vencimiento en que estaba de que hubieran si- que poseo a favor de nuestro suelo fuesen el Nor- titudes de sus antiguos opresores y que el nuevo ai- jeto de su institución”, rubricó. Este modelo ju- causas concluyesen dentro del término de 20 días”. lincuentes, y que estos sean inmolados en las aras
nezolano ambicioso, sinuoso, mujeriego, sin ra insuficientes para dar batalla. Bolívar la- cia y el hecho de que estén a punto de batir- El 26 de julio, a las dos de la tarde, San Mar- dia. En ese reducido lapso se encierra el llama- pintar a su propia hija y una litografía con el
valores éticos. Y lo que resultó fue que el se- menta no poder darle más y a su vez, cree que se a duelo en Londres, en 1825). Además, en tín y Bolívar se encuentran en Guayaquil. Des- do “misterio de Guayaquil”. rostro de Bolívar que resulta definitoria pues
gundo se impuso sobre el primero obligán- los absolutistas no son 19.000 sino 15.000. Perú existe gran división y en esos días lo obli- pués de los saludos de práctica, conversan a Pero no hay misterio en Guayaquil. Ambos la coloca en su dormitorio, enfrente de su ca-
dolo a renunciar y le robó la gloria de dar San Martín comprende que hay que unir los gan a renunciar a su ministro Monteagudo. solas durante una hora y media. Al día siguien- Libertadores expresan, con sus contradiccio- ma. Es decir, cuando se despierta, al prime-
término a la campaña hispanoamericana. De ejércitos, pero como no puede haber dos je- En cambio, Bolívar tiene todavía el apoyo de te, vuelven a reunirse, sin testigos, e intercam- nes y limitaciones, el fervor de los pueblos que ro que ve es a Bolívar y lo mismo, a la no-
allí, se deduce que San Martín le guardó ren- fes, propone que Bolívar comande y él ser su la Gran Colombia. Por todo esto, San Mar- bian ideas entre la una y las cinco de la tarde. desean liberarse y los han gestado, llevándo- che, es el último, cuando se acuesta. ¿Puede
cor, de por vida, a ese Bolívar pícaro que ob- segundo jefe. Bolívar no lo acepta y tiene gran tín juzga que el venezolano es el que está en En una sola oportunidad interrumpen el diá- los inevitablemente a esa reunión de Guaya- sostenerse entonces que San Martín fue tram-
tuvo la fama y se la negó a él. parte de razón: el Protector de Perú no podía mejores condiciones para concluir la campa- logo secreto, cuando Bolívar abre la puerta pa- quil. Ambos actúan de la mejor manera para peado por Bolívar o que le tenía rencor? Sal-
Los hechos refutan esta fábula. Después regresar al Perú como segundo del jefe de la ña. Entonces decide dejarle su ejército, para ra solicitar una documentación a su edecán, a expresar esas ansias, esos reclamos, esos anhe- vo que se tratase de un caso extremo de ma-
de libertar Chile y tomar Lima, San Mar- Gran Colombia (inclusive los peruanos rece- que se unifique bajo el mando de Bolívar, y fin de mostrársela a San Martín. los. Sólo mentalidades microscópicas pueden soquismo… Parece difícil, ¿no es cierto?
tín debe liberar el interior del Perú donde laban de Bolívar por su control sobre Ecuador, retirarse a Chile, donde permanece a la espe- Concluida las dos entrevistas, la misma no- buscar la explicación de su conducta en fac-
estima que existe un ejército realista de al que ellos consideraban territorio peruano). ra de la entrada de Bolívar en el Perú. Acti- che del día 27 San Martín asiste a una fiesta tores subalternos. ✱ Historiador.
II III
Por Nicolás Trotta *
San Martín
mero en las filas peninsulares en donde cursó to de los caudillos federales en 1819. A este
su carrera militar y participó en diversas bata- respecto se referirá posteriormente en una car-
llas, tanto en África como en España (la más ta a Tomás Guido del 20 de octubre de 1845
renombrada de las cuales resultó ser la batalla afirmando: “yo no pertenezco a ningún par-
de Bailén, en oportunidad de la invasión napo- tido (…) soy del partido americano”6.
leónica a la península ibérica) y haber vuelto Otra de sus manifestaciones políticas con-
y el ideario
sus armas luego en contra de los realistas en el tundentes por el grado de su alcance, lo cons-
escenario americano. Incluso hay quienes, por tituye la misma naturaleza del ejército de los
esta circunstancia, lo tildan de desertor de los Andes, “su propio ejército” podríamos decir,
ejércitos del rey. Esta afirmación ha sido soste- puesto que él mismo lo ha creado. Y son las
nida por diversos autores españoles, quienes acu- tropas, sus oficiales más precisamente, quie-
san de esta condición a varios patriotas sudame- nes lo designan jefe por medio del Acta de
antiabsolutista
ricanos. Entre estos historiadores destaca Eduar- Rancagua y enarbolan una bandera que les es
do Comín Colomer, que atribuye la condición propia, la bandera de los Andes.
de desertor a San Martín como consecuencia Finalmente, tal vez su acto político de ma-
de su ingreso en la logia masónica de Cádiz2. yor trascendencia y el que delinea claramente
Sin embargo, a poco de indagar algo más en el perfil de su figura, pasa por su histórico re-
la vida y obra del prócer se comprende que ta- nunciamiento frente a Bolívar, a quien cede su
les apreciaciones son erróneas e incluso injus- ejército, su posición de poder y el usufructo de
tas. Erróneas porque, como señala Ricardo Pic- ría contra los representantes del Rey, no obra- tín promovió intensamente: declaración de la sus hazañas militares. Nunca más lejos de la
cirilli, San Martín solicitó su retiro del Ejérci- ría contra España sino contra el absolutismo”4. soberanía del pueblo, supresión de títulos de traición, San Martín renunció a la gloria en el
to Peninsular, y lo obtuvo por Real decreto en Parece entonces necesario resaltar el aspecto nobleza, libertad de vientres, derogación del mismo acto en el que la obtenía para siempre.
fecha 19 de septiembre de 1811, lo cual deja eminentemente político de San Martín. Esto servicio personal de los indios, libertad de cul- Movido por convicciones despojadas de ambi-
sin efecto la acusación de deserción3. E injus- supone hacer a un lado por un momento la tos y de imprenta, abolición de los tormentos, ción de poder y opuesto a la lucha fratricida.
tas, al menos por dos motivos: en primer lu- imagen broncínea y ecuestre del prócer, que ha acuñación de moneda, proclamación de sím- En conclusión, podemos decir que la prin-
gar, mal puede atribuírsele deslealtad a quien suscitado tanta admiración por parte de unos bolos patrios, entre otros más que, como los cipal preocupación de San Martín fue la derro-
ingresara al ejército español a los once años de como encono por parte de otros, para plante- mencionados, reflejan fuertemente la concep- ta del Absolutismo y que más allá de los loca-
edad y una vez formado competentemente, arnos algunas cuestiones que resultan funda- ción liberal y moderna de quienes los promul- lismos y las adscripciones territoriales, el Liber-
decidiera brindar su lealtad a una causa a la mentales: ¿Basado en qué principios promovió garon. Y podemos observar también su actua- tador se preocupó por generar siempre las con-
cual habría de dedicarle toda su vida: la lucha San Martín la convocatoria a la Asamblea del ción directa en el terreno político, tanto en la diciones que le permitieran actuar con indepen-
contra el absolutismo. Y en segundo lugar, por- año 1813, diagramó en acuerdo con Güemes producción de hechos políticos como símbo- dencia de los poderes de turno, embarrados en
que tal visión parece afectada de un reduccio- la defensa estratégica del territorio leal a la Re- los de su ideario y su concepción de la sobera- sus rencillas particulares y siempre deseosos de
nismo insostenible, el de considerar a la Gue- volución, y planificó y ejecutó el cruce de los An- nía, tales como la entrega del sable que utilizó echar mano a los talentos y recursos que San
rra de la Independencia como un enfrenta- des y la liberación de Chile y Perú? en sus campañas a Juan Manuel de Rosas co- Martín desplegaba. Frente a esto, y en una si-
miento entre dos naciones diferentes, y no co- Para indagar en esta tarea disponemos de las mo reconocimiento a su resistencia frente a la tuación sumamente difícil y enrevesada, San
mo lo que las interpretaciones históricas más palabras del propio San Martín, por ejemplo agresión anglo francesa; o como su negativa a Martín demostró la firmeza de su criterio, la
reconocidas actualmente señalan que fue: una aquellas que pronunciara durante su campaña aceptar la oferta de Lavalle, a cargo del gobier- claridad de objetivos que le brindaba su idea-
guerra civil que opuso, tanto en España como al Perú en referencia a la sublevación del Te- no de Buenos Aires a principios de 1829, de rio anti absolutista, y su intenso humanismo.
en América, a los partidarios del absolutismo niente Coronel Rafael del Riego en enero de asumir el mando del ejército y la provincia, en Parafraseando al Libertador digamos que San
contra los defensores de las libertades cívicas 1820, quien se declaró en rebeldía contra Fer- repudio a su accionar homicida y a las ante- Martín fue lo que debía ser, consciente de que,
y la superación del oscurantismo político y cul- nando VII proclamando la constitución libe- riores maquinaciones rivadavianas. de no ser así, de haberse dejado arrastrar por el
tural, que la monarquía absoluta representa- ral de 1812. Dijo el Libertador: “La Revolu- Junto a estas manifestaciones podemos ob- violento remolino de las pasiones facciosas de
ba. Al respecto el historiador Norberto Galas- ción Española es de la misma naturaleza que la servar también sus claras muestras de inde- su época, no hubiese sido nada.
so hace mención a un pasaje del libro de Ro- nuestra: ambas tienen a la libertad por objeto pendencia de criterio, cuando rechazara el
dolfo Terragno “Maitland & San Martín” en y la opresión, por causa”5. mando del Ejército del Norte en 1814, o cuan- Notas
el cual el autor, citando a su vez a un historia- Por otro lado, podemos reparar en los dic- do incurriera en franca desobediencia frente 1. Perón, Juan D. “Discurso de clausura del año San-
dor, el marqués de Lozoya, consigna que “El támenes de la Asamblea del año XIII, cuya al Director Supremo, al negarse a tomar par- martiniano, 1950. Citado en Urriza Manuel (2007). San
Martín y Bolívar vistos por Perón. Colihue. Buenos Ai-
MIERCOLES 17 DE AGOSTO DE 2016
San Martín que, una vez en América, lucha- convocatoria, como ya se ha dicho, San Mar- tido por el poder central ante el levantamien-
res.
2. Comín Colomer, Eduardo (1956). “Lo que España
debe a la Masonería”. Editora Nacional. Madrid. Ci-
tado en Lappas, Alcibíades (1982). San Martín y su
ideario liberal. Editorial Símbolo. Buenos Aires.
3. Piccirilli, Ricardo (1967). ¿San Martín conoció a Gui-
do en Londres?. En Investigaciones y Ensayos Nº3.
Academia Nacional de la Historia. Buenos Aires.
4. Citado en Galasso, Norberto (2006). San Martín ¿pa-
dre de la patria? o Mitre ¿padre de la historia? Edicio-
nes Nuevos Tiempos. Buenos Aires. Pg. 14.
5. Citado en Galasso, N. op cit. Pg. 42.
6. Citado en Galasso, N. op cit. Pg. 49.