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Religiones mistéricas: MITRA

Sacramentos de iniciación
Pbro. Jesús Sánchez Pichardo
S. José Ángel Vergara Esquivel
El mitraísmo, nacido en Irán, se extendió desde España hasta la India, desde Germania
hasta África. En Roma apareció tarde, al final del s. I d. C. El mitraísmo llegó a su apogeo a
principios del s. IV, en tiempos de Diocleciano, quien concedió categoría de religión oficial
del imperio a la del Sol, al cual iba unido. La política religiosa de Juliano representa sus
últimas sacudidas, ensombrecido ya por la protección de Constantino al cristianismo. La
persecución anti pagana de Teodosio destruyó los mítreos, o santuarios de Mitra y el
mitraísmo pervivió cada vez más lánguidamente hasta entrado el s. V.
Son desconocidos los textos sagrados del mitraísmo. El saber sobre la mitología mitraica
queda reducido a los relieves existentes en casi todos los mítreos y de diversas referencias
escritas de época tardía. Se puede resumir así los hechos fijos del núcleo del mito mitraico:
Mitra según la tradición, nace de una roca, que por lo mismo es llamada genetrix, como la
chispa de fuego salta del pedernal. Poco después es ya venerado por unos pastores, que
habían contemplado el portento. Como hecho notable de su vida está la persecución del
toro, cuya cola terminaba en tres espigas. Mitra lo alcanza, lo apresa y lo lleva sobre sus
hombros a una caverna. Allí realiza la tauroctonia o sacrificio de este toro, el primordial
creado por Ahura-Mazda, escena reproducida en incontables relieves. En casi todos ellos es
representado como joven cubierto con el gorro frigio, con túnica y capa colgantes del
hombro izquierdo y la rodilla fija en el toro, al cual clava el cuchillo con la mano derecha;
debajo suelen aparecer la serpiente que succiona la sangre de virtualidad cósmica, el
escorpión que intenta inutilizar el semen fertilizante. Después de diversas peripecias
termina su paso sobre la tierra tras la lucha con el dios solar, el cual, una vez reconciliados,
le sube en su carro al cielo. Antes, para despedirse, celebra un banquete.
Mitra nunca fue considerado como divinidad suprema. Es el dios del cielo diurno y
nocturno (Irán), del diurno (India), pero siempre distinto del dios supremo y subordinado a
él. Esta categoría de dios del cielo en su totalidad corresponde a Ahura-Mazda, Zeus,
Júpiter, etc. La posición de Mitra intermedia entre el cielo y la tierra, junto con su
subordinación a Ahura-Mazda, le convirtieron en mediador entre éste y los hombres, al
mismo tiempo que ocupó un puesto medio entre este principio del bien y el del mal.
El rito iniciático es la señal externa de adscripción a esta clase de religiosidad. En la
religión étnico-política se nacía, a la telúrico-mistérica se llegaba mediante un rito especial,
que suponía determinadas disposiciones interiores, una especie de bautismo. Todas las
creencias y prácticas de la religiosidad mistérica están marcadas por el sello soteriológico y
escatológico, y buscan la salvación de cada iniciado alcanzada de modo perfecto en el más
allá de la muerte, momento en que se consuma la unión con la divinidad.

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