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Estimados amigos:
Estimado Arthur:
He leído ya los e-books “El ser seductor” y “Secretos de Seducción” pero aun me falta
leer “10 Dudas de Seducción Totalmente Aclaradas”. A pesar de ello he leído todos los
boletines de seducción y déjame decirte que tanto los boletines como los e-books han
respondido varias de mis preguntas y me han nutrido de técnicas. Leo todo una y otra
vez para no olvidarlo. Y cada vez parece que lo recuerdo más. Es increíble. Eres un
experto y deseo convertirme en un gran seductor como tú..
Bueno, a pesar de toda la información, sigo teniendo algunas dudas que creí que debía
consultar directamente contigo y aprovechar para contarte una experiencia reciente y
pedirte tu opinión respecto a ella.
A través de los e-books y los boletines, me ha quedado claro que no debo darle
oportunidad de decir no. Si esto es así entonces no debería hacer la típica pregunta de
¿te gustaría salir conmigo? sino sembrar una situación en la que requiera que ella y yo
nos veamos. Entonces mi primera pregunta es:
-Si no debo darle oportunidad de negarse, ¿Qué debo hacer para que ella se vea
conmigo sin que pueda negarse
Tal vez me conteste sólo pero te diré una experiencia que tuve:
Hace algunos meses quería salir con una chica, casualmente fuimos al mismo baile y
nos encontramos ahí. Al final del baile antes de que ella se fuera le dije que tenía que
hablar con ella y tenía que decirle algo. Ella aceptó verme al día siguiente.
-¿Lo que hice fue lo correcto al no invitarla a salir directamente? Y es lo que debo
hacer siempre?
-Si no debo darle el poder de decidir o no debo hacerle la típica pregunta de ¿quieres
ser mi novia?. ¿Que es lo que debo hacer o decir para que ella se convierta en mi novia
oficial?
Estimado Jack:
La afirmación de que no debes darle a una chica la oportunidad de decir no tiene que ver
con una necesidad de congruencia. Si tú le pides a una chica que salga contigo, que te dé
un beso, que sea tu novia, o algo similar, y ella te dice que no, entonces ella necesita ser
congruente con su negativa, lo cual significa que deberás insistir y si tienes suerte ella
aceptará hasta la sexta o séptima vez que se lo pidas. He dicho si tienes suerte porque
también buscará congruencia con su negativa y pensará: él me pidió que saliéramos, yo
me negué, luego entonces él no me interesa.
Por lo tanto, ¿qué puedes hacer? Bien, aunque hay muchas técnicas que trabajan bien
mencionemos dos: Puedes aplicar una alternativa falsa, o puedes jugar con su mente y
hacerle creer que la idea fue suya.
Analicemos el primer caso: La falsa alternativa. Cuando tú dices a una chica ¿quieres
salir conmigo el sábado?, ella tiene dos opciones: responder sí o responder no. Como
lógicamente a ti no te conviene que ella responda no recurres a la alternativa falsa, le das
dos o tres opciones, pero cualquiera de las opciones que elija te beneficia a ti porque va
encaminada hacia tu objetivo.
Pongamos un ejemplo: Tú llamas por teléfono a una chica y tras una breve charla en vez
de simplemente preguntar ¿quieres salir conmigo el sábado? Que da a la chica en
cuestión la oportunidad de decir no, mejor dices Oye, la vez pasada que conversamos
me dijiste que te gusta mucho el cine, en este momento están pasando la película X y la
película Y, ¿cuál te gustaría más ver? Y ella tal vez responda la película Y porque la X
ya la vi, entonces tú dices Sabía que elegirías esa película, ¿cuándo la vemos el sábado
o el domingo?.
Ahora dime, ¿en qué momento de este diálogo le diste la oportunidad de decir no?
Este fue un diálogo que me funcionó muy bien, no se trata de que hagas lo mismo sino
de que captes el fundamento y lo adaptes a tus propias circunstancias:
Comencé con el siguiente comentario: Oye, ¿qué dirá tu novio si sabe que has salido
conmigo?, ella respondió no tengo novio. Yo tenía que hacerla hablar más así que
pregunté simplemente ¿porqué?, a lo que ella respondió Tengo algunos admiradores,
pero ninguno me interesa realmente.
Aquí ya tenía yo una forma de llegar a mi objetivo y esto tomando las palabras de ella,
es decir, le haría creer que la idea de ser pareja era de ella y no mía.
¿Ninguno te interesa? ¿O sea que no sales con ninguno?, pregunté, ella respondió que
efectivamente no había salido con ninguno. Entonces dije: Pero sí saliste conmigo, ¿o
sea que yo sí te intereso?. Ella lógicamente no respondió nada, sólo sonrió nerviosa, en
ese momento sólo toqué su mentón, acerqué mis labios a los suyos y la besé. Ya todo
había sido dicho.
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