Está en la página 1de 7



   


 


      !""#

$ %&'()*&$ )*$ +

, -+ $ *&.- /)+)0.&$ 1)

MILTON ZAMBRANO PÉREZ

RESUMEN

En este ensayo se explica qué es la historia oral. También se analiza su importancia dentro de
la historiografía contemporánea, sobre todo como herramienta para estudiar aspectos de la
tradición, la memoria colectiva o de los perfiles de pensamiento de individuos o grupos,
entre otros tópicos.

Así mismo, el autor destaca la importancia de la historia oral en la formación de historiado-


res y en la investigación histórica que tiene como objeto de estudio el Caribe colombiano.

Palabras clave
Historia oral, fuente oral, investigación histórica, tradición, memoria histórica…

ABSTRACT

In this essays explains what is oral history. It also analyzes its importance in the contemporary
historiography, especially as a tool to study aspects of tradition, collective memory or thought
profiles of individuals or groups, among other topics.

Likewise, the author stresses the importance of oral history in the formation of historians
and historical research that aims to study the Colombian Caribbean.

Key words
Oral history, oral sources, historical research, tradition, historical memory…

*
Historiador e investigador. Docente Universidad del Atlántico.


 


                ! "##$

Hablar de la historia oral implica, en es el uso de las llamadas fuentes ora-


cierto modo, remontarse hasta los orí- les y la utilización, además, de recur-
genes de la historiografía. Ya en la an- sos técnicos y métodos para trabajar
tigüedad los primeros historiadores tales fuentes.
utilizaron fuentes orales para construir
sus relatos, de modo parecido a como Pero la historia oral no se reduce a sim-
lo hacen los contemporáneos. ples técnicas, métodos o fuentes, pues
también implica puntos de vista éticos,
Pero una diferencia de fondo con el políticos e ideológicos que se asocian
ejercicio de los antiguos consiste, pre- en una opción de vida, en un progra-
cisamente, en que la historia oral hoy ma aplicado por la mayoría de los his-
ya adquirió la mayoría de edad como toriadores que se deciden por esta al-
labor investigativa dentro de la disci- ternativa historiográfica: la revaloriza-
plina histórica. Para muchos historia- ción de procesos culturales sometidos
dores de Europa y de América repre- al ostracismo, como consecuencia de
senta una rama especial capaz de nu- prejuicios ideológicos o de otro tipo;
trir de nuevos temas y problemas a la la recuperación de la memoria asocia-
historiografía, aparte de agregarle otras da a los mitos, a las leyendas, a las tra-
perspectivas. De este enfoque partici- diciones más caras de pueblos e indi-
pan desde marxistas como Paul viduos, o integradas a las secuelas de
Thompson hasta representantes del una guerra, de las luchas populares o
giro lingüístico promovido por inves- de los conflictos de clases o étnicos.
tigadores norteamericanos1 , por men- De acuerdo con lo anterior, no es raro
cionar dos casos. encontrar a los historiadores orales
implicados en la historia inmediata, en
Técnica o método, rama o auxiliar de la historia contemporánea que trae apa-
la historiografía reciente, míresela rejado un compromiso político a favor
como se la quiera mirar, lo cierto es de las víctimas, a favor de los grupos
que la historia oral ha originado más mayoritarios de la población, lo cual
de un debate y, hoy por hoy, adquirió abre la posibilidad de asumir posicio-
en muchos países una independencia nes militantes que buscan la transfor-
relativa que la ha convertido en una mación de situaciones existentes en el
especialidad que ya no puede verse ahora. Con esto se derrumba el viejo
como una simple moda. mito de que la historia sólo debe ocu-
parse del pasado sin comprometer la
Lo que induce a una primera diferen- acción social del historiador en el pre-
ciación de esta forma de hacer historia sente. Los ejemplos de España y Ar-

1
Desde la óptica marxista, véase Paul Thompson, La voz del pasado, Ediciones Alfons El Magnanim-Institució
Valenciana D’ estudis i Investigació, Valencia, España, 1988. Una visión desde el giro lingüístico se expresa en
Graciela de Garay, “La entrevista de historial oral: ¿monólogo o conversación?”, en Revista Electrónica de
Investigación Educativa, Vol. 1, No. 1, consultado en: http://redie.uabc.mx/vol 1 no 1/contenido-garay. html,
1999, p.p. 81 y ss.


 


                ! "##$

gentina, países que sufrieron durante curso derivado de la historia oral pue-
el siglo XX graves conflictos político- de ser más que eso, más que el análisis
militares, son más que visibles en el o la narración apoyada en fuentes que
punto que tratamos ahora.2 nos aportan datos sobre lo que pudo
haber sido y ya no es, acerca de un
Otro asunto problematizado por esta pasado que sólo existe en nuestra ima-
rama de la historia se relaciona con el ginación, como categoría histórica
carácter del discurso que resulta del imprescindible, o como residuos en las
ejercicio investigativo. Lo tradicional fuentes que tenemos la fortuna de en-
dentro de la disciplina es que los aser- contrar en el presente.
tos del historiador tengan cierto grado
de verosimilitud en función de los da- Dependiendo de los temas o problemas
tos que nos aportan las fuentes, las que a tratar, la construcción intelectual del
a su vez son concebidas como huellas historiador oral puede adquirir cierto
o indicios de lo que pudo haber ocu- grado de independencia por cuanto no
rrido en el pasado. Discurso, fuente, le es imprescindible la demostración
indicio, pasado, son elementos comu- de ninguna verdad ligada a elementos
nes a cualquier tratamiento historiográ- externos al propio discurso; resulta
fico contemporáneo, independiente- irrelevante la correspondencia entre un
mente del bagaje teórico-metodológi- significante y lo significado, entre un
co que ilumine al investigador. Así ha complejo de signos y lo que represen-
sido desde la irrupción del positivis- tan estos, entre un discurso que simula
mo; así es hoy, a pesar de las mutacio- simbólicamente el pasado y lo que su-
nes del marxismo historiográfico y del ponemos fue este, verificado con un
giro crítico observado en Annales.3 acervo de fuentes en las cuales reca-
bamos la información necesaria para
La historia oral también opera de este hacer las comprobaciones pertinentes.4
modo, también juega con el deseo de
verdad, con el interés por la verosimi- Lo anotado anteriormente se presenta
litud de los asertos del historiador en en aquellos casos en los que investiga-
relación con las huellas del pasado, mos acerca de las motivaciones de un
buscando un acercamiento inteligen- protagonista, acerca de su estructura
te, imaginativo, con lo que pudo haber de pensamiento; o cuando queremos
ocurrido en los años idos. Pero el dis- elaborar un testimonio de las tradicio-

2
Un texto clásico para el caso español es el de Ronald Fraser, Recuérdalo tú y recuérdalo a otros. La historia
oral de la Guerra Civil española, Barcelona, Crítica, 1973.
En cuanto a temas de historia oral para Argentina, véase Graciela de Garay y César Tcach (Coordinadores),
Temas de historia oral en dos naciones de América Latina: Argentina y México, Editorial Mora, México D.F,
México, 2003.
3
El giro crítico se analiza detalladamente en Gérard Noiriel, Sobre la crisis de la historia, Frónesis-Cátedra,
Madrid, España, 1997, p.p 149 y ss.
4
Abundante material sobre este problema se encuentra en Jorge Aceves (Compilador), Historia Oral, Instituto
Mora, México D.F., México, 1997.


 


                ! "##$

nes de un pueblo o recuperar parte de vos donde se guardan los acervos do-
su memoria colectiva, por citar algu- cumentales. Y esto último es válido
nos ejemplos. tanto para los niños de la primaria que
estén en condiciones de hacerlo, como
La historia oral se ocupa, especialmen- para los estudiantes universitarios. En
te, de problemas contemporáneos aso- el terreno de la formación de historia-
ciados con la memoria colectiva o in- dores en el nivel superior, podría ser
dividual, con las tradiciones, con el también extremadamente útil como un
estudio de las ideologías o de la pre- plato suculento que rompe con el menú
sencia política o social de los trabaja- tradicional en que la preparación fun-
dores asalariados, de los campesinos, dada en el libro, la clase dentro del aula
de las víctimas de un conflicto o de sus y la consulta en archivos parecen ago-
victimarios. En su campo problemáti- tar la paciencia de nuestro paladar in-
co también caben los mitos, las leyen- telectual. ¿Por qué no enseñar a apren-
das o todas las demás expresiones de der a investigar fuera del salón de cla-
la mentalidad popular colectiva que ses y con escenarios, recursos y perso-
queramos resaltar. Si bien sus mayo- najes que nos harían vivir experiencias
res aportes se han concentrado en el más agradables que cuando nos acari-
estudio de los sectores populares, de cia un ejército de hongos?5
todos aquellos grupos o individuos
anónimos, invisibilizados, no se des- No debe entenderse esta pregunta
carta su empleo para analizar a los in- como una descalificación apresurada
tegrantes de los grupos hegemónicos, de la manera más común que utiliza-
de las élites, teniendo como norte el mos para formar a nuestros historia-
escrutinio de su papel en un proceso dores; no: es, tan sólo, un llamado de
social concreto o el análisis de sus pro- atención que nos indica la existencia
pias características de clase. de otros caminos para alcanzar el mis-
mo propósito: la más completa prepa-
La historia de vida, la microhistoria en ración de los investigadores en las ca-
sus múltiples manifestaciones, la bio- rreras de historia.
grafía, la prosoprografía, la historia
barrial, entre otras, pueden nutrirse con La fuente oral, masiva o individuali-
los aportes de la historia oral. Así mis- zada, aunque es el más importante, no
mo, la enseñanza de nuestra disciplina es el único ingrediente de la historia
encuentra en ella un importante instru- oral. La entrevista, el entrevistado, el
mento para aprender historia investi- entrevistador, el cuestionario, los re-
gando en un escenario que, quizás, sea cursos técnicos y su uso, han ocupado
más gratificante que la simple consul- la atención de los especialistas inter-
ta en los libros de texto o en los archi- nacionales. El análisis de las calidades

1
Ver Thad Sitton et al., Historia Oral: una guía para profesores (y otras personas), México D.F, México, 2005.


 


                ! "##$

específicas que debe poseer un entre- Tampoco prescinde de la preparación


vistado (expresividad, información, de proyectos, con todos los requisitos
perfil psicológico, entre otras), llenó exigidos en nuestra profesión, tales
de contenido libros y números de re- como la presentación de unos proble-
vista, sirviendo además de problema mas, de unas hipótesis, de unos objeti-
para los debates en encuentros organi- vos, entre otros asuntos. Es pertinente
zados por instituciones especializadas decir que la preparación de la entre-
de Europa, Estados Unidos y América vista constituye un proceso complejo
Latina. que implica una investigación previa,
a veces bastante ardua; por lo general,
Los límites y las habilidades del entre- ésta se inscribe en un cuerpo de infor-
vistador, el estudio de las condiciones mación obtenido de fuentes escritas o
indispensables para efectuar una bue- de otro tipo. No es, para nada, el sim-
na entrevista, las inhibiciones que se ple acto mecánico de confeccionar
crean entre los agentes de la entrevista unas preguntas, de crear el ambiente
por el uso de la grabadora, del aparato propicio para el desarrollo del diálogo
de video o de cualquier otro medio tec- o de vigilar el adecuado funcionamien-
nológico, también han sido discutidos to de los medios técnicos, pues repre-
por los historiadores orales.6 senta el epicentro de ciertas acciones
creativas del historiador que son un
Quizás se esté cosechando entre uste- proceso con eventos investigativos pre-
des la idea de que los fundamentos de vios y con soluciones intelectuales
la historia oral no se diferencian de los constructivas posteriores. En todo el
del periodismo. Y en verdad hay simi- conjunto de sus operaciones, el inves-
litudes (e influencias) entre esta for- tigador suele actuar de acuerdo con una
ma de hacer historia y cierta clase de corriente de pensamiento historiográ-
periodismo investigativo, como tam- fico especial o haciendo gala de un
bién la hay con los métodos cualita- eclecticismo inteligente que le facilite
tivos utilizados en la antropología. Pe- el uso de métodos, técnicas y teorías
ro aunque exista esa influencia, la his- de procedencia diversa. De acuerdo
toria oral ha elaborado su propia tex- con lo anterior, el historiador oral es
tura, nadando dentro de los parámetros también un historiador a secas que se
de la historiografía contemporánea. rige por las convenciones que delimi-
tan nuestro oficio.
Dependiendo del tema y de los proble-
mas a resolver, un trabajo investigati- Sin dejar de lado el debate, ya bizanti-
vo centrado en fuentes orales no ex- no, entre quienes opinan que la histo-
cluye el cruce de fuentes para verifi- ria oral es una rama especial de la his-
car datos o para hacer más completos toriografía y quienes aducen que es una
los puntos de vista del historiador. simple técnica o método complemen-

6
Jorge Aceves (Compilador), Historia Oral, op. cit., passim.


 


                ! "##$

tario de la historia, es bueno decir que historiografía o un simple instrumen-


puede ser ambas cosas dependiendo to accesorio para construir el texto
del objeto de estudio y de los proble- histórico.
mas que nos propongamos resolver. El
uso intensivo (y a veces exclusivo) de Alrededor de la historia oral florecen
la fuente oral predetermina cierto gra- resultados que trascienden el acto in-
do de especialización; los objetivos y vestigativo: no sólo documentos escri-
la clase de información que necesite- tos, transcripciones, libros o ensayos,
mos definen el contenido de los resul- sino grabaciones sonoras, archivos de
tados investigativos, que pueden lue- la memoria en voz, entre otros produc-
go expresarse por escrito o por cual- tos. Estos materiales básicos pueden
quier otra vía. En síntesis, los objetos servir para otras investigaciones, como
de estudio, los problemas a enfrentar lo indica la experiencia internacional8
y los resultados de la investigación, han
llevado a constituir una rama especia- En Colombia y en la Costa Caribe co-
lizada compuesta por investigadores lombiana, no contamos con una tradi-
que suelen organizarse en asociacio- ción notable en cuanto al ejercicio de
nes para darle curso a sus debates es- la historia oral. En el Caribe ésta ni
pecíficos. En España, Estados Unidos, siquiera representa una preocupación
México o Argentina, por mencionar importante en nuestras carreras de his-
algunos países, existen desde hace al- toria.
gún tiempo dichas asociaciones, las
cuales poseen medios impresos perió- Pero no es por falta de materia, por-
dicos y una presencia notable en la red que los asuntos están ahí, todavía vír-
mundial Internet.7 genes o con muy poco tratamiento. Las
tradiciones, la memoria y el olvido, los
Pero la historia oral suele concebirse asuntos relativos a la cultura simbóli-
también como una herramienta com- ca, a la denominada identidad de nues-
plementaria dentro de una investiga- tros grupos humanos, de las poblacio-
ción más vasta, donde sus instrumen- nes pequeñas, de los barrios, de los
tos especiales contribuyan a ampliar sectores populares, están aún esperan-
el horizonte del estudioso. En resu- do la mano del investigador histórico.
men, el objeto de estudio, la comple- Problemas de la vida cotidiana, los
jidad de los asuntos a resolver, el pa- mitos y leyendas de los aborígenes, su
pel de la fuente oral y los métodos o economía y estructura social, aguardan
técnicas para su tratamiento, definen el acercamiento de los historiadores.
si la historia oral es una rama de la

7
Un ejemplo: Entre siglos, Revista de Historia Oral y Recuperación de la Memoria Histórica, España, varios
números localizables en Internet.
8
Philippe Joutard, Esas voces que nos llegan del pasado, Fondo de Cultura Económica, México D.F., México,
1986, passim.


 


                ! "##$

La historia oral puede ser un camino regionalismo que impregnó casi toda
para convertir en conocimiento lo que su obra; y se sobrepone a las críticas
sólo es materia, parafraseando a Pie- que le aplicaron a sus métodos de in-
rre Vilar9 . vestigación desde la orilla de los his-
toriadores. Con Orlando habría que
Algunos de los intelectuales costeños hacer algo parecido a lo que Georges
ya asumieron el reto de afrontar parte Duby11 propone hacer con Marx: no
de tales asuntos, aunque todavía que- botar el niño junto con el agua de la
da mucho por hacer. Uno de ellos fue bañera, es decir, aprovechar sus valio-
Orlando Fals Borda, reconocido en el sos aportes y dejar a un lado todo cuan-
país como un sólido investigador que to sea inútil.
hizo aportes sustanciales al conoci-
miento de nuestra región. Su Historia El mejor homenaje que podemos ofre-
doble de la Costa10 quedará ahí como cer a Fals Borda, consiste en continuar
el legado de un intelectual multidisci- su obra para profundizar en el conoci-
plinar y comprometido, que ilumina el miento de la Región Caribe colombia-
horizonte desde el ángulo metodoló- na. Su experiencia práctica como in-
gico y teórico. Podría decirse que la vestigador de la cultura popular es un
investigación-acción participativa (mé- modelo a seguir, especialmente por
todo que ligó a la de la actividad como quienes quieran utilizar la discutible
militante político a favor de los secto- pero fructífera historia oral. Esta ma-
res populares) es hermana sanguínea nera de hacer historia podría conver-
de la historia oral. En tal sentido, de- tirse en el vehículo para estructurar un
beríamos considerar a Orlando como programa de investigación que impac-
un importante pionero de ésta forma te el conocimiento histórico y hasta la
de hacer historia: un pionero que supo formación de historiadores en nuestras
trazar una meta: la de la importancia carreras de historia. Los directivos, los
de investigar los detalles del desarro- profesores y los estudiantes interesa-
llo de la cultura popular en cada una dos en la disciplina tienen la última
de sus expresiones. palabra para convertir esta meta en un
proyecto vital que redunde en benefi-
El aporte de Fals Borda rebasa su pro- cio de los habitantes de este Caribe
yecto político; también, el excesivo diverso.

9
Pierre Vilar, Iniciación al vocabulario del análisis histórico, Crítica, Barcelona, España, 1980, p. 17 y ss.
10
4 volúmenes, Carlos Valencia Editores, Bogotá, 1980-1986.
11
George Duby, Diálogo sobre la historia, Alianza Editorial, Madrid, España. 1988, pp 101 y ss.



También podría gustarte