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UNIVERSIDAD LA REPÚBLICA

FACULTAD DE INGENIERIA

Ingeniería Civil Industrial Continuidad

ETICA

ÉTICA EMPRESARIAL Y RESPONSABILIDAD SOCIAL


EMPRESARIAL

Profesor: Juan Manuel Torres

Integrantes: Ignacio Jara


Jesús Leiva Pereira
Maximiliano Seura

Rancagua – Chile
11 de Noviembre de 2021
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CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

La gravedad de la crisis de desprestigio que hoy nos atraviesa como


país, de desconfianza de todos con todos, de incredulidad y falta de
esperanza en hallar una solución, obliga a centrarse en lo que está
pasando más que en el deber ser de la ética empresarial. Hablar de por
qué está ocurriendo. De cómo ha evolucionado. Por qué escandaliza
tanto. Qué reacciones está produciendo. En fin, qué se debe o se puede
hacer, si aún es tiempo.

En el siglo XX se creía que el objetivo de todas las empresas seria


maximizar todas las utilidades y buscar sus riquezas, al pasar lo años las
costumbres religiosas fueron buscando otro input respecto a la moralidad
de las empresas, bajo este contexto se comienzan a gestar las primeras
reflexiones éticas de como actuaban las empresas más grandes de ese
instante.

Se convertiría en una responsabilidad social orientada a las


organizaciones que va por encima de los individuos y por encima de los
intereses que estos tengan, esto claramente ayudaría a mejorar las ideas
de ética empresarial y las responsabilidades que tendrían, esto se ve
reflejado hasta la época moderna.

Con el tiempo nos hemos dado cuenta de las malas costumbres que
toman algunos empresarios donde muchos buscan tener mejores
utilidades a todo costo, inclusive hasta los daños medioambientales y
negocios fallidos.

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CAPÍTULO 2. ÉTICA EMPRESARIAL

La ética empresarial pertenece a un campo distinto de la moral personal,


que opera en el ámbito de la conciencia individual. Sin embargo, llega un
momento en que ambos campos se confunden y en Chile gran parte de
los casos conocidos coinciden con otros comportamientos comunes de la
población, de dirigentes y aún de autoridades, que obedecen a una clara
degradación de la moral personal que cruza nuestra sociedad.

Esta se ha producido en muy pocos años, fruto de un acelerado


relajamiento del concepto de autoridad, de un populismo creciente, de un
desborde comunicacional que no distingue el bien del mal, de un afán
desmedido de alcanzar el éxito a cualquier precio, de un temor a exponer
públicamente las discrepancias, de refugiarse en el cómodo status
económico o familiar, e incluso, del debilitamiento de la religión.

Los casos MOP-Gate e Inverlink se ha producido una avalancha de


eventos empresariales que han provocado escándalo: la colusión
confesa de un grupo de farmacias; la adulteración contable de resultados
de una empresa del retail para cobrar bonos inmerecidos; el intento de
perjudicar a accionistas minoritarios en el aumento de capital de una
empresa eléctrica; el cierre obligado de una planta faenadora de cerdos
por generar olores insufribles; la acusación de colusión de mercado de
productores de pollos; una extracción patrimonial a las empresas
Cascadas por parte de su controlador y sus amigos; el uso de facturas
por servicios no prestados para financiar la política y pagar menos
impuestos; el uso grosero de información privilegiada por parte de una
estrella del sector financiero local; el uso de boletas de terceros por parte
de una empresa minera para comprar transversalmente inmunidad
política y, la guinda de la torta, el financiamiento bancario sin garantía de
una dudosa operación inmobiliaria del hijo de la expresidenta.

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Sería más útil dedicar el esfuerzo a identificar las causas e impulsar las
rectificaciones por hacer. Es que estos casos no ocurrían antes No, las
faltas a la ética empresarial han ocurrido siempre, desde que existe el
intercambio, antes que existan las empresas.

Lo nuevo es que, en la medida que nuestra población ha elevado su nivel


de información y de ingresos, que ha mejorado su comprensión de los
fenómenos económicos, que ha tomado conciencia de sus derechos y
encuentra las herramientas y apoyo para defenderlos.

A propósito del perjuicio y el beneficio, un análisis riguroso y diferenciado


de lo que ocurre. Ponerse de acuerdo para perjudicar a los consumidores
es mucho más grave que financiar a los políticos por la vía de boletas
falsas, más aún si no hay evidencia de retribución. Extraer patrimonio a
accionistas minoritarios es mucho más grave que afectar la salud de una
población, que puede resolverse. Reflexionar sobre el porqué de la
avalancha señalada escapa bastante a un análisis empresarial y entra en
el terreno de la psicología humana, del insaciable apetito por tener más
bienes o más poder, al que uno mismo a veces tampoco escapa, de la
insensibilidad por las consecuencias o de la creencia de que se
pertenece a un estadio superior e intocable. Observando a las personas
involucradas, me resulta difícil entender por qué lo hacen y los riesgos
que asumen.

Tampoco me resulta entendible la reacción ante los hechos. Reacciones


destempladas e hipócritas de los detractores de la empresa privada,
como si las faltas fueran generalizadas. O reacciones escurridizas, que
por amistad prefieren minimizar la gravedad o se escudan en el
mecanismo procesal para eludir una opinión o una condena. O
reacciones inconsistentes como ocurrió con la izquierda a comienzos de
esta crisis, mientras los casos afectaban al bando contrario. U omisiones
de la Autoridad de los últimos 20 años, que se lavan las manos como si
no tuvieran responsabilidad.
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La solución no es fácil, pero debemos superar la sensación fatalista de
que no tiene arreglo. El grado de desconfianza es altísimo y no veo a la
persona o grupo de personas con suficiente autoridad moral para
encabezar una solución integral que comprenda todos los ámbitos del
problema, ni tampoco veo receptividad social para un acuerdo político
que sepulte las irregularidades conocidas.

Cada grupo debe reconocer y asumir públicamente un compromiso de


hacerse cargo de "su" propio problema, en un plazo acotado, de llevar a
cabo pequeños o grandes gestos o reformas que convenzan a la
población de que viene un cambio más integral. Tal vez el gobierno de
turno acompañado de representantes idóneos de cada grupo pueda
convocar a estos compromisos.

Los políticos, de enmendar las normas que les permite perpetuarse en el


poder, de rectificar la actitud permisiva y precisar los límites del
financiamiento a la política. Los diferentes poderes e instituciones del
Estado, de aplicar estrictamente las leyes, dejando de lado sus visiones
políticas y afanes de escarmiento. Los medios de comunicación, de ser
más prudentes y equilibrados en la información. Los empresarios y sus
gremios, de distanciarse claramente de las empresas y pares que
cometen irregularidades. Las faltas a la ética están afectando la esencia
misma de la economía de mercado.

2.1 RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

Seguramente en los últimos años has escuchado con frecuencia sobre la


responsabilidad social empresarial y su importancia para las
organizaciones, los consumidores y la sociedad, pero ¿realmente sabes
de qué se trata este concepto?

Para el mundo de los negocios, la responsabilidad social empresarial


(RSE) es un aspecto relativamente moderno, que surgió en el comienzo
del proceso de la transformación digital.

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No fue hasta la última década del pasado milenio que este concepto
empezó a cobrar fuerza, incorporándose a la cultura organizacional de
muchas compañías.

De acuerdo con Gestiopolis.com, un portal especializado en negocios, la


llegada de la globalización, el desarrollo de la conciencia ecológica, las
mayores exigencias de los usuarios y las nuevas tecnologías fueron
algunos de los factores que incentivaron el auge de la RSE.

De esa manera llegamos a la realidad de hoy, en la que muchas


organizaciones, de diferentes tamaños y sectores, se preocupan por ser
una empresa socialmente responsable. Pero ¿realmente qué es la RSE y
cómo saber si una empresa la implementa o no? ¿Ya te has detenido a
pensar en esto?

Responsabilidad social se define como el compromiso y las obligaciones


que asumen los miembros de una comunidad entre ellos y, también, ante
el resto de la comunidad como conjunto. De alguna manera, esto hace
que las compañías vayan un paso más allá y no solo beneficien a su
entorno a través de la generación puestos de empleo y la ampliación la
oferta de productos y servicios.

Al tomar en cuenta la responsabilidad social empresarial, las


organizaciones impactan de manera directa e inmediata la vida de los
ciudadanos y las comunidades a través de programas que impulsan el
desarrollo económico, la educación y muchas otras causas sociales.

Además, la RSE también es una filosofía que se incorpora a la visión de


negocios, basándola en el respeto, los valores éticos, el cuidado del
medio ambiente y la sustentabilidad en general. La importancia de aplicar
la responsabilidad social empresarial, tenemos que clasificar sus
beneficios en dos grupos: los que favorecen de manera directa a las
compañías y los que mejoran el entorno.

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CAPÍTULO 3. CONCLUSIÓN

Concluyo reiterando que una solución es posible. Que recobrar la


confianza no será fácil ni rápido, pero no por ello hay que dejar la tarea.
Que todos podemos y tenemos que aportar lo nuestro. Que los dirigentes
tendrán que asumir el costo de reconocer sus errores y matricularse con
las soluciones.

Los conceptos de ética y responsabilidad empresarial sociales son


diferentes, pero claramente tiene relaciones entre sí a pesar de tener sus
diferencias siempre será difícil generar una separación entre uno y otro.
La ética empresarial tiene diferentes puntos de vistas respecto los
principios universales como hacer bien las cosas, ser útil y justos, esto se
incorpora a los procesos empresariales.

La responsabilidad social abarca un campo mucho más amplio que la


propia organización, tomando todos los aspectos económicos y
transversales, como políticos, sociales, entre otros. Solo podría ser
expresado de forma ética y moral. Para que la ética se desarrolle y sea
más efectiva las empresas deben desarrollar culturas, pero esto no
siempre ocurre, para esto es necesario implementar estándares y
normas que ayuden a la implementación.

Las empresas para tener mejoras deben tener conciencias social y


éticamente morales para tener mejores influencias dentro de los
mercados, con esto concluimos que es necesario que las empresas
tomen las buenas prácticas y valores de esta forma ayudan el
crecimiento empresarial de buena forma y sin consecuencias negativas.

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