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Prevención y Control de Enfermedades Respiratorias
Prevención y Control de Enfermedades Respiratorias
La neumonía, una infección de los pulmones, afecta anualmente y sin razón a millones de
personas en todo el mundo. La neumonía con frecuencia se puede prevenir y por lo general se
puede tratar. Disminuya su riesgo de contraer neumonía con vacunas y otras prácticas de vida
saludables.
Los adultos de los 19 a los 64 años de edad que tengan ciertas afecciones o que sean
fumadores activos.
La vacuna antigripal se debe administrar a todas las personas con un mayor riesgo de
complicaciones (ancianos, personas con enfermedades crónicas, embarazadas) o en personas
sanas que estén en estrecho contacto con personas de alto riesgo de desarrollarlas (personal
sanitario).
Se recomienda a las personas alérgicas al huevo, hablar con su médico de cabecera antes de
recibir la vacuna.
Reducir el consumo de alcohol. El consumo excesivo de alcohol está asociado con el mayor
riesgo de que la neumonía sea más grave, debido a que afecta a componentes esenciales del
sistema inmune.
Evitar el contacto con niños enfermos. Evitar el contacto con niños que estén enfermos, sobre
todo con aquellos que tengan una infección respiratoria.
Mantener una adecuada higiene bucal. Una mala higiene bucal incrementa el riesgo de tener
una neumonía. La mala higiene bucal contribuye a la formación de placa y colonización de la
boca por microorganismos que pueden alcanzar los pulmones cuando ocurren micro
aspiraciones.
La neumonía es la principal causa individual de mortalidad infantil en todo el mundo. Se
calcula que la neumonía mató a unos 920 136 niños menores de 5 años en 2015, lo que
supone el 15% de todas las defunciones de niños menores de 5 años en todo el mundo.
Causas
Diversos agentes infecciosos —virus, bacterias y hongos— causan neumonía, siendo los más
comunes los siguientes:
Haemophilus influenzae de tipo b (Hib): la segunda causa más común de neumonía bacteriana;
Factores de riesgo
La mayoría de los niños sanos pueden combatir la infección mediante sus defensas naturales,
pero los niños inmunodeprimidos presentan un mayor riesgo de contraer neumonía. El sistema
inmunitario del niño puede debilitarse por malnutrición o desnutrición, sobre todo en
lactantes no alimentados exclusivamente con leche materna.
la contaminación del aire interior ocasionada por el uso de biomasa (como leña o
excrementos) como combustible para cocinar o calentar el hogar;