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Contaminación del suelo en vertederos: estudios de un vertedero en la

República Checa

D. Adamcová1 , M. D. Vaverková1 , S. Bartonˇ 2 , Z. Havlícek ˇ 3 , and E. Broušková ˇ

1. Department of Applied and Landscape Ecology, Faculty of Agronomy, Mendel

University in Brno, Zemedˇ elská 1, 613 00 Brno, Czech Republic

2. Department of Technology and Automobile Transport, Faculty of Agronomy, Mendel

University in Brno, Zemedˇ elská 1, 613 00 Brno, Czech Republic

3. Department of Morphology, Physiology and Animal Genetics, Faculty of Agronomy,

Mendel University in Brno, Zemedˇ elská 1, 613 00 Brno, Czech Republic

Introduccion

La degradación del suelo causada por las actividades humanas tiene importantes

efectos adversos en los entornos y ecosistemas de todo el mundo (Thomaz y Luiz, 2012;

Bai et al., 2013; Li et al., 2013; Chen et al., 2015), y los residuos sólidos son un problema

medioambiental importante y emergente. Se calcula que se producen entre 0,5 y 4,5 kg

por persona al día de residuos sólidos en diferentes regiones del mundo (Bakare et al.,

2005; Swati et al., 2014). Las formas más comunes de gestionar la eliminación de estos

residuos son los vertederos y las incineradoras. En realidad, hasta el 95 % del total de los

residuos sólidos urbanos (RSU) recogidos se eliminan en vertederos en todo el mundo

(El-Fadel et al., 1997; Swati et al., 2014), y el vertido es el principal método de eliminación

de RSU utilizado en ciudades modernas (Wong et al., 2015). Se pensaba que los

vertederos eran el método seguro de eliminación de los RSU, pero esto solo es cierto

para los vertederos diseñados adecuadamente. Un vertedero diseñado permite la


eliminación final de los residuos sólidos de forma segura minimizando el impacto en el

medio ambiente, ya que los vertederos modernos vertederos modernos suelen estar

revestidos con capas de material absorbente y de plástico para evitar que los

contaminantes se filtren al suelo y al agua (Swati et al. y el agua (Swati et al., 2014).

La gestión inadecuada de la eliminación de residuos suscita la preocupación del

público por los posibles efectos nocivos para las comunidades locales y el medio

ambiente. Estas preocupaciones probablemente se han vuelto más pragmáticas cuando

recientes estudios intensivos demostraron un mayor riesgo para la salud humana causado

por la exposición a sustancias químicas tóxicas, como las dioxinas y compuestos afines, y

metales pesados en estos vertederos (Agusa et al., 2003; Minh et al., 2003). Los

vertederos que contienen materiales peligrosos se encuentran hoy en día bajo

observación crítica por sus peligros potenciales, lo que da lugar a la necesidad de realizar

análisis de riesgo exhaustivos junto con el suelo y las aguas subterráneas que se han

contaminado con sustancias químicas que se filtran desde los vertederos. Se han

publicado varios informes que documentan sobre la caracterización de los lixiviados y su

efecto en la contaminación de las aguas subterráneas (Boels y Fleming, 1993), pero se

dispone de poca información sobre el efecto de los vertederos en la contaminación del

suelo (Hernández et al.,1996) y sus efectos toxicológicos.

El suelo es la parte clave del sistema terrestre, ya que controla los ciclos

hidrológicos, erosivos, biológicos y geoquímicos. El sistema del suelo también ofrece

bienes, servicios y recursos a la humanidad (Keesstra et al., 2012; Mol y Keesstra, 2012;

Berendse et al., 2015; Brevik et al., 2015; Decock et al, 2015; Smith et al., 2015). Por ello,

es necesario investigar cómo los suelos se ven afectados por el uso de las sociedades

humanas. La contaminación es una de esas actividades humanas perjudiciales y


necesitamos más información y evaluación de la contaminación del suelo (Kardanpour et

al., 2015; Mahmoud y El-Kader, 2015; Riding et al., 2015; Roy y Mcdonald, 2015;

Sacristánet al, 2015; Wang et al., 2015).

La contaminación de la tierra y el suelo por metales pesados se ha convertido en

una preocupación medioambiental crítica debido a sus potenciales efectos ecológicos

adversos. Los metales pesados se encuentran de forma natural en bajas concentraciones

en los suelos. Sin embargo, se consideran contaminantes del suelo debido a su amplia

presencia, así como a su toxicidad aguda y crónica (Youn-Joo, 2004).

Más recientemente, las altas concentraciones de metales pesados como el As, el

Cd, el Cu, el Pb y el Zn en los suelos, se han notificado en varios países. Por ejemplo, se

han registrado importantes impactos adversos del As en la salud humana se han

registrado en Bangladesh, India y China; se afirma que millones de personas de personas

están potencialmente en riesgo de envenenamiento por As (Bhattacharya et al., 2012).

Del mismo modo, la acumulación de Cd en los despojos de los animales de pastoreo en

Nueva Zelanda y Australia los hizo inadecuados para el consumo humano y afectó al

acceso de los productos cárnicos a los mercados de ultramar (Loganathan et al., 2008).

Del mismo modo, se ha manifestado la preocupación por el desarrollo urbanístico de los

emplazamientos hortícolas que contenían niveles tóxicos de metales(loides) como el As,

el Cu y el Pb en los suelos como consecuencia del uso excesivo de fungicidas y

herbicidas ricos en estos metales(loides) (Pietrzak y Uren, 2011).

Las plantas pueden utilizarse como bioindicadores para la evaluación de la

toxicidad en ecosistemas acuáticos y terrestres (Gorsuch et al., 1991). La presente

investigación tenía como objetivo evaluar la contaminación del suelo en un vertedero (en
funcionamiento) y en las proximidades de un vertedero de RSU. El objetivo principal de

este estudio fue la caracterización de muestras de suelo procedentes de un vertedero

situado cerca de Klatovy, en suroeste de la República Checa, en relación con su

contenido de metales pesados. El otro objetivo era recomendar algunas plantas sensibles

para evaluar el efecto de fitotoxicidad en una especie vegetal. Se seleccionó la mostaza

blanca (Sinapis alba L.) como la especie vegetal de prueba debido a su sensibilidad a una

amplia gama de contaminantes. Para evaluar la fitotoxicidad del suelo del vertedero se

realizó un estudio de laboratorio.

2 Material y métodos

2.1 Descripción del emplazamiento

El vertedero investigado (Štepánovice, 49◦ 26015.93400 N, 13◦16055.35200 E,

aproximadamente 405 m s.n.m.) está situado en la región de Pilsen, al oeste de la

República Checa. Comenzó a funcionar en 1996 con un volumen autorizado de 569 000

m3; en la actualidad, se utiliza para eliminar residuos municipales mixtos. El vertedero

estaba formado por tres subvertederos: el vertedero A (cerrado en 2003, con una

superficie de 8750 m2); el vertedero B (en funcionamiento desde 2003, con una superficie

de 26 000 m2); el vertedero C (que funcionará tras el cierre de la parte B). El volumen

total de ambas partes (A, B) del vertedero es de 289 000 m3. La vida útil prevista de la

instalación es hasta el año 2018 (Vaverková y Adamcová, 2014a).

Cada día se autoriza el vertido de hasta 37,5 t de residuos tras un cuidadoso

análisis: los residuos eliminados incluyen los sólidos urbanos, los residuos no peligrosos y

el material para la cubierta del vertedero. Los residuos pueden incluir restos de papel,

plásticos y metales, embalajes, neumáticos usados, productos textiles, materiales de

construcción, cenizas de incineradoras de RSU, terrenos contaminados procedentes de la


recuperación del medio ambiente, etc. En este artículo no se presentan detalles concretos

sobre la composición de los residuos, la cantidad de residuos almacenados en el

vertedero y la gestión de los gases del vertedero. La información y los datos detallados se

describen en otros artículos (Vaverková y Adamcová, 2014a, b, c).

El vertedero está situado sobre una capa de arcilla natural impermeable; los

límites del fondo y de los laterales pueden variar según el período de cultivo. Sin

embargo, suelen incluir varias capas de protección, como una capa de arcilla compacta

(100 cm), membranas geotextiles, grava (50 cm), geomembranas (2,5 mm), tela no tejida

(1200 g m-2), y productos de pulpaproductos.

Las cubiertas de los vertederos (superior y lateral) están formadas por una capa

de residuos (terreno) para estabilizar la superficie, sistemas de drenaje, arcilla compacta

(20 cm), bentonita del suelo y una capa de suelo vegetal (hasta 100 cm). Un manto

herbáceo y/o la forestación con vegetación local completará la recuperación del entorno

tras el cierre de cada parcela. Sistemas de tratamiento de lixiviados, así como de

recuperación, recogida y tratamiento de gases están en funcionamiento. El vertedero está

situado en la parte norte de un valle ampliamente valle abierto dirigido hacia el O-E. El

vertedero está rodeado al N y al S por un cinturón de vegetación dominado por Pinus

sylvestris. El paisaje de colinas de la parte occidental de la zona de estudio se utiliza para

la agricultura, al igual que las tierras bajas del este. El clima de la zona es típicamente

interior, con precipitaciones medias anuales superiores a 582 mm y una temperatura

media anual de 8,0 ◦C (Vaverková y Adamcová, 2016).

2.2 Recogida de muestras

Las muestras de suelo se recogieron en el vertedero a una profundidad de

10 cm (Fig. 1) en 2014. Se recogieron en contenedores de plástico esterilizados. Las

muestras de suelo congeladas y molidas se homogeneizaron tamizándolas a través de un


tamiz de acero inoxidable de 0,2 mm de acero inoxidable, y se almacenaron en

contenedores sellados a -4°C hasta su análisis. Los materiales se analizaron para

determinar el contenido de metales pesados (Hg, Cd, Pb, Cu, Zn, Co, Ni, Cr, Mn). Las

muestras examinadas se llevaron al laboratorio de pruebas (Departamento de Química y

Bioquímica de la Facultad de Agronomía de la Universidad Mendel de Brno) para su

análisis.

En la figura 1 se indican los puntos de muestreo en los que se recogieron

muestras de suelo. En total se determinaron ocho puntos de muestreo. Las muestras

recogidas en los puntos de muestreo 6, 7 y 8 se utilizaron como muestras ciegas. Las

muestras de los puntos de muestreo 4 y 5 se recogieron directamente del cuerpo del

vertedero, y las muestras 1, 2 y 3 se tomaron en el borde del cuerpo del vertedero. Las

asignaciones de los sitios de muestreo se eligieron sobre la decisión de los autores y

sobre la base de la comparación mutua del cuerpo del vertedero y sus bordes con la más

cercanos al vertedero (suelo de uso agrícola y bosques).

2.3 Procesamiento de la muestra y análisis químico

Se utilizó una digestión por microondas (Ethos SEL, Milestone, Italia) para aislar

los analitos de las muestras sólidas. Las muestras de suelo se secaron al aire y se

tamizaron. Se utilizó una fracción < 2 mm para el análisis; 200 ± 0,1 mg de muestras de

suelo secas y homogeneizadas se utilizó para la digestión parcial en el horno de

microondas utilizando 3 mL de HNO3 concentrado y 9 mL de HCl concentrado a 200 ◦C y

1000 W durante 30 minutos. Los digeridos del suelo se ajustados al volumen final de 25

mL con agua desionizada.

Se utilizó un espectrómetro electrotérmico de absorción atómica (AAS ZEEnit 60,

Analytic Jena, Alemania, equipado con corrección Zeeman) se utilizó en las condiciones

recomendadas por el fabricante para determinar de Cd (228,8 nm), Pb (283,3 nm), Co


(240,7 nm) y Cr (359,3 nm). Las longitudes de onda se indican entre paréntesis. Como

modificador, se utilizó un 1% de Pd / Mg(NO3)2.

Espectrómetro de absorción atómica de llama (AAS ZEEnit 60, Analytic Jena,

Alemania, equipado con corrección Zeeman) se utilizó en las condiciones recomendadas

por el fabricante para la determinación de Cu (324,7 nm), Zn (213,8 nm), Ni (232,0 nm) y

Mn (279,5 nm). Para la determinación de los analitos se utilizó una llama de aire acetilado.

Las longitudes de onda se indican entre paréntesis.

El contenido total de mercurio en las muestras de suelo se midió con

espectrómetro de absorción atómica AMA 254 (Advanced Mercury Analyzer) controlado

por el software WinAMA(ambos de Altec, Praga, República Checa). Las muestras sólidas

homogeneizadas se pesaron (100 ± 0,1 mg) en botes de de combustión previamente

limpiados y se introdujeron en el analizador AMA254. Durante el análisis, la muestra se

secó a 120 ◦C durante 90 s y se descompuso térmicamente a 550 ◦C durante 180 s bajo

un flujo de oxígeno. El mercurio atrapado selectivamente se liberó posteriormente del

amalgamador de oro mediante un breve calentamiento y finalmente cuantificado (ciclo de

medición, 60 s) como Hg0 mediante la técnica de vapor frío AAS a 253,65 nm.

Los LOD (límites de detección) de los métodos fueron de 0,1 para el Hg, 0,02 para

el Cd, 0,38 para el Pb, 3,08 para el Cu, 3,70 para el Zn, 4,92 para el Co, 9,00 para el Ni,

0,70 para el Cr y 12,10 µg kg-1 para el Mn. Los resultados de resultados concuerdan con

los valores certificados.

2.4 Especies vegetales de prueba

Las especies de prueba fueron la mostaza blanca (Sinapis alba L.). Se

seleccionaron porque se sabe que son sensibles a una gama de productos químicos. La

mostaza blanca es ideal para estudiar los suelos y los extractos de suelo (Gerencsér et

al., 2010; OECD Guideline 208 for the Testing of Chemicals, 2003). Las semillas se

esterilizaron superficialmente sumergiéndolas durante 2 minutos en una solución


comercial de hipoclorito de sodio (2 %) a la que se añadieron unas gotas de Tween-20.

Luego se enjuagaron dos veces en agua destilada estéril. Las cáscaras de semillas

dañadas o vacías se desecharon.

2.5 Prueba de fitotoxicidad

El experimento en maceta de tierra se realizó en condiciones de laboratorio. Las

macetas de tierra (de 10 cm de altura y 11 cm de diámetro) se llenaron sin apretar con

200 g de medio. A continuación, se esparcieron 100 semillas de mostaza blanca en la

superficie, con una fina capa de arena de sílice y se cubrieron con una placa de vidrio

(para evitar la evaporación). placa de vidrio (para evitar la evaporación). El posible efecto

toxicológico se evaluó según la norma CSN EN 13 432 sobre el crecimiento de las plantas

dicotiledóneas. El medio era tierra especializada para la germinación y el crecimiento de

las plantas, enriquecido con muestras de suelo (25 %, 50 % p/p). El suelo de referencia

estaba compuesto por turba y arena de sílice. Las plantas se cultivaron en condiciones

controladas durante 21 días. Se mantuvo constante la humedad a un nivel del 70 ± 25 %

de la capacidad de absorción de agua. Las pruebas de toxicidad se realizaron a una

temperatura ambiente de laboratorio de 22 ± 10 ◦C, y se utilizó luz continua. Los valores

obtenidos de dos experimentos realizados simultáneamente fueron promediados y

presentados (capacidad de germinación, biomasa vegetal).

3 Resultados y discusión

A partir del análisis químico de las muestras sólidas con absorción atómica, los

valores de lixiviación de los metales variaron en un amplio rango como sigue: Hg (0,0300-

0,0663 mg kg-1), Cd (0,0600-0,2044 mg kg-1), Pb (2,5703-8,5287 mg kg-1), Cu (32,43-

51,24 mg kg-1), Zn (25,67-41 97 mg kg-1), Co (2,953-12,712 mg kg-1), Ni (32,65-140,03

mg kg-1), Cr (64,06-190,73 mg kg-1) y Mn (547,52-701,39 mg kg-1). Los valores de

lixiviación de metales encontrados en este estudio en valores de lixiviación de metales

encontrados en este estudio se muestran en la Tabla 1.


Figura 1. Mapa del vertedero de Štepánovice y puntos de muestreo

Tabla 1. Contenido de metales pesados en las muestras de suelo examinadas.

La figura 2 muestra los resultados evaluados gráficamente del contenido de

metales pesados en muestras individuales de suelo con un límite marcado. Para aquellos

metales pesados cuyos límites están establecidos en el Decreto del Ministerio de Medio

Ambiente de la para aquellos metales pesados cuyos límites etiquetados la República

Checa no. 13/1994, en su versión modificada, que establece los detalles de la protección

del fondo de tierras agrícolas. Para los metales pesados Cd, Pb, Zn y Co, ninguna de las
ocho muestras de suelo examinadas superaba los límites especificados en el decreto,

como muestran los gráficos de la Fig. 3. Para el Cu, Ni y Cr, algunas de las muestras de

suelo recogidas superaban los límites establecidos en la legislación pertinente. En el caso

del Cu, el límite máximo para este metal pesado es de 50 mg kg-. Las muestras que

superaron el límite de Cu fueron las siguientes: muestra 2 (58,62 mg kg-1), la muestra 6

(51,24 mg kg-1) y la muestra 8 (50,20 mg kg-1). Para el Ni, el límite máximo está fijado en

25 mg kg-1. Este valor umbral fue superado por todas las ocho muestras de suelo; el valor

más alto se midió en la muestra 2 (140,03 mg kg-1). El valor máximo permitido para el Cr

(40 mg kg-1) fue superado por las ocho muestras, siendo la muestra 2 la que presentó el

valor más alto (190,73 mg kg-1). No se han establecido valores establecidos para la

presencia de Mn y Hg en el suelo. Tras determinar los niveles de metales pesados en las

muestras de suelo recogidas determinado, se comprobó la fitotoxicidad.

A los catorce días del establecimiento del experimento se contaron los brotes y el

número de plantas que crecían en las macetas de tierra se contaron. Los datos se

representaron en tablas y se tomaron fotografías para documentar el curso del

experimento. La capacidad de germinación y el crecimiento de la mostaza blanca se

muestran en la Fig. 3. A los 21 días de iniciado el experimento, se repitió el recuento de

brotes y plantas en crecimiento, y se registraron los resultados y se tomaron fotografías.


Figura 2. Contenido de metales pesados en las muestras de suelo
examinadas con los valores límite marcados establecidos en el
Decreto no. 13/1994 Coll.Mn, Hg - no se establecen valores límite en
el Decreto no. 13/1994 coll.

Figura 3. Muestras de mostaza blanca.


Los valores se calcularon a partir de los datos obtenidos y los resultados se

evaluaron. El número de brotes (número de plantas en crecimiento de plantas en

crecimiento) en las muestras de suelo examinadas y en el del experimento en blanco se

comparó para todas las proporciones de de mezcla. La capacidad de germinación se

calculó como porcentaje de los valores correspondientes obtenidos en los suelos del

experimento en blanco.

En la tabla 2 se enumeran los valores medios calculados a partir de los resultados

obtenidos tras la realización del experimento, así como los porcentajesde capacidad

germinativa para cada muestra de suelo examinada. La figura 4 muestra la expresión

porcentual de la capacidad de germinación de las semillas de mostaza blanca (25% del

suelo de las muestras 1-8) después de 14 días desde el inicio del experimento y después

de 21 días (fin del experimento).

La máxima capacidad de germinación de las semillas de mostaza blanca a una

concentración del 25 % se alcanzó para la muestra 1, tanto en el periodo de 14 días (139

%) como después de 21 días (137 %). El segundo valor más alto lo exhibió la muestra 2

(131 % después de 14 días y 136 % después de 21 días). Los terceros valores más altos

se midieron en las muestras 3 y 8, donde después de 14 días la capacidad de

germinación alcanzó el 106 y el 111 %, respectivamente, y después de 21 días la

capacidad de germinación fue del 110 y 107 %,respectivamente.


Tabla 2. Valores medios y porcentajes de capacidad de germinación de semillas

de mostaza blanca para las muestras examinadas.

Figura 4. Comparación de la capacidad de germinación a una concentración del 25 %.

Incluso la muestra 4 presenta valores elevados de capacidad germinativa a los 14

días (102 %) y a los 21 días (103 %). El 100 % de capacidad de germinación fue
alcanzado también por la muestra 5 después del período de 21 días cuando la capacidad

de germinación de la semilla alcanzó el 100 %. Los valores más bajos de capacidad de

germinación de las semillas de mostaza blanca fueron los de las muestras 6 y 7. La

capacidad de germinación de la muestra 6 fue del 85% a los 14 días y del 91 % a los 21

días, y la de la muestra 7 fue del 80 a los 14 días y del 86% a los 21 días.

La figura 5 muestra la expresión porcentual de la capacidad de germinación de las

semillas de mostaza blanca (50 % del suelo de las muestras 1-8) tras 14 días desde el

inicio del experimento y después de 21 días (fin del experimento).

Figura 5. Comparación de la capacidad de germinación de las muestras de suelo a una

concentración del 50%.

Figura 6. Resultados de la capacidad de germinación de las semillas de mostaza blanca

(a concentraciones del 25 y 50 %).


A una concentración del 50 %, todas las muestras (muestras 1-8) presentaron

valores de capacidad de germinación de las semillas superiores al 100 %, una vez

después de 14 días y de nuevo después del período de 21 días. Los valores más altos de

capacidad germinativa se dieron en la muestra 1 después de 14 días (138 %) y después

de 21 días (133 %). La segunda capacidad de germinación más alta se observó en la

muestra 5, donde alcanzó el 123 después de 14 días y el 122 % después de 21 días. El

tercer lugar en capacidad de germinación de las semillas de mostaza blanca fue ocupado

por la muestra 7 (122 después de 14 días y 119 % después de 21 días).

Se observó un aumento de la biomasa vegetal en las plantas que crecían en

placas con muestras de suelo del cuerpo del vertedero y sus alrededores, pero no

aparecieron cambios de aspecto, crecimiento lento o lesiones necróticas. Las pruebas de

ecotoxicidad muestran que los suelos (a una concentración del 50%) recogidos en el

cuerpo del vertedero cuerpo del vertedero, borde del cuerpo del vertedero, y su vecindad

alcanzan altos valores porcentuales de capacidad de germinación de las semillas de

mostaza blanca mostaza blanca (101-137 %) (Fig. 6). A una concentración del 25 %, las

muestras de suelo analizadas presentan valores más bajos de capacidad de germinación

-en particular las muestras 3 a 8-, aunque la capacidad de germinación de las semillas en

las ocho muestras de suelos analizadas oscila entre el 86 y el 137 %.


Figura 7. Los valores del factor p (ANOVA).

El análisis de la varianza figura en el cuadro 3. La p (ANOVA) se calculó utilizando

el software Maple. El valor p determina el nivel de significación, en el que es posible

rechazar la hipótesis de que ambos modelos utilizados son equivalente.

El valor p se compara con una constante previamente elegida (normalmente 0,05);

cuando es menor, se rechaza la equivalencia de los modelos se rechaza. Tres casos en

los que la suposición es que el comportamiento de las muestras es diferente del

comportamiento de los blancos en un 5 % de significación están marcados en la Tabla 3.

Se proporcionaron cuatro mediciones para cada muestra -dos concentraciones y dos

tasas de germinación. Se dispone de cuatro valores de p están disponibles para cada

muestra. Ninguna muestra puede ser descartarse en la mayoría de los casos (véase la

Fig. 7). Los valores del factor p (ANOVA) para la germinación después de 14 días se

representan en el eje x de la Fig. 7, y los valores del factor p (ANOVA) para la

germinación después de 21 días se trazan en el eje y. El área verde es el requisito de


germinación equivalente - H0 para muestras y espacios en blanco satisfechos

positivamente en el rango estándar de significación 0,05-5 %. Las zonas rosas indican el

incumplimiento satisfacer esta condición para uno de los índices de germinación (14 o 21)

días. La muestra 5 se encuentra en esta zona, pero está justo por debajo de la línea para

el porcentaje de germinación de 21 días, y satisface el porcentaje de germinación de 14

días. La muestra 1 también se encuentra en esta zona para el porcentaje de germinación

de 21 días, pero sólo para el 25 de concentración. Ninguna muestra se encuentra en la

zona roja donde la hipótesis H0 puede ser rechazada positivamente. Debido a esto es

posible considerar la hipótesis de que H0 no se ve significativamente afectada por los

vertederos.

4 Conclusiones

Se determinó una prueba de fitotoxicidad para evaluar la ecotoxicidad de tierra de

vertedero. Catorce días después del establecimiento del experimento, se contaron los

brotes y el número de plantas en crecimiento que había en las macetas de tierra. Los

datos se representaron en tablas y se tomaron fotografías para documentar el transcurso

del experimento. Veintiún días después del inicio del experimento, se repitió el recuento

de los brotes y de las plantas en crecimiento, y se registraron los resultados. Se repitió el

recuento de brotes y plantas en crecimiento, se registraron los resultados y se tomaron

fotografías. Los resultados se evaluaron a partir de los datos obtenidos. El número de

brotes (número de plantas en crecimiento) en las muestras de suelo y en el suelo del

experimento en blanco se comparó para todas las proporciones de mezcla. La capacidad

de germinación se calculó como porcentaje de los valores correspondientes obtenidos en

el suelo del experimento en blanco. Los resultados en las tablas (capacidad de

germinación de las semillas) son valores medios obtenidos en el experimento realizado.


Tabla 3. Análisis de la varianza.

La prueba de crecimiento de la planta puede ser un buen protocolo para evaluar la

fitotoxicidad del suelo contaminado por metales pesados. La mostaza blanca es una

planta sensible que puede utilizarse como bioindicador de metales pesados. Las muestras

de suelo 1 a 8, que se tomaron de el cuerpo del vertedero, el borde del cuerpo del

vertedero y sus alrededores cumplen los límites de metales pesados Co, Cd, Pb y Zn

especificados en la legislación aplicable. Los valores umbral de Hg y Mn no están

establecidos en la legislación, pero se han determinado valores para las necesidades de

la entidad explotadora del vertedero. Para los metales pesados Cr, Cu y Ni algunas

muestras superaron los valores umbral, concretamente la muestra 2, que alcanzó los
valores más altos de todas las muestras analizadas para el Cr, el Cu y el Ni. Para el Cr y

el Ni los valores

fueron varias veces superiores a los valores de las demás muestras.

Después de la muestra 2, los segundos valores más altos de Cr, Cu y Ni fueron

mostrados por la muestra 6 y también por la muestra 7 (particularmente para el Cr y el Ni).

Estas dos muestras superaron los límites establecidos, pero sus valores medidos no eran

tan altos como en el caso de la muestra 2.

Se observó un aumento de la biomasa vegetal en las plantas que crecían en

placas con muestras de suelo del cuerpo del vertedero y sus alrededores, pero no

aparecieron cambios de aspecto, crecimiento lento o lesiones necróticas. Las pruebas de

ecotoxicidad muestran que los suelos (a una concentración del 50%) recogidos del cuerpo

del vertedero, del borde del cuerpo del vertedero y de sus alrededores alcanzan altos

valores porcentuales de capacidad de germinación de las semillas de mostaza blanca

(101-137 %). Con una concentración del 25 %, las muestras de suelo analizadas

muestras de suelo analizadas presentan valores más bajos de capacidad de germinación

-en particular las muestras 3 a 8-, pero la capacidad de germinación de las semillas en las

ocho muestras de suelos analizadas oscila entre el 86 y el 137 %.

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