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U

B Universitat de Barcelona IL3 Instituto de Formación Continua

VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL


TEMA
CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN
1 DEL DAÑO CORPORAL

DR. GABRIEL MARTÍ AMENGUAL


PROF. TITULAR DE MEDICINA LEGAL Y DIRECTOR DEL MÁSTER EN VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
DE LA UNIVERSIDAD DE BARCELONA.

© de esta edición: Fundació IL3-UB, 2012


MÁSTER EN MEDICINA EVALUADORA Y PERITAJE MÉDICO
DL: B.23382-2012
VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

ÍNDICE Ideas clave ................................................................................................ 4


DEL TEMA
Caso ........................................................................................................ 5

1. Antecedentes históricos de la valoración del daño corporal ............... 6

2. Concepto de daño corporal ............................................................... 7

3. La reparación del daño corporal ........................................................ 8

4. Etiología del daño corporal ............................................................... 9

5. Proceso de valoración del daño corporal ........................................... 10

6. Ámbitos de actuación de la pericial médica en la valoración


del daño corporal ............................................................................. 11
6.1. Extrajudicial............................................................................. 12
6.1.1. Ámbito privado ............................................................ 12
6.1.2. Relaciones de particulares en la administración............ 12
6.2. Judicial ................................................................................... 13

7. Consecuencias perjudiciales del daño corporal que pueden


ser indemnizadas ............................................................................. 15
7.1. Perjuicio patrimonial ................................................................ 15
7.1.1. Perjucio actual ............................................................ 15
7.1.2. Perjuicio futuro ............................................................ 16
7.2. Perjuicio extrapatrimonial ......................................................... 16

8. Resolución 75/7 del comité de los ministros del Consejo


de Europa......................................................................................... 20

9. Pericia médica ................................................................................. 22


9.1. Concepto ................................................................................ 22
9.2. Tipos de pericia médica ........................................................... 22
9.3. Métodos que debe utilizar el perito en la valoración del
daño corporal .......................................................................... 22
9.4. Ámbitos de actuación .............................................................. 23
9.4.1. Pericia médica penal ................................................... 23
9.4.2. Peritación médica en la jurisdicción civil ....................... 26
9.4.3. Prueba pericial en material laboral ............................... 27
9.5. Incompatibilidades a efectos de peritaje privado........................ 28

10. Documentos médico-legales ............................................................ 30


10.1. El parte................................................................................... 30
10.2. Oficio ..................................................................................... 31
10.3. Certificación ............................................................................ 31
10.4. Declaración ............................................................................. 33
10.5. Informe ................................................................................... 34

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11. Cualidades que debe reunir el perito médico en la valoración


del daño corporal ............................................................................. 36
11.1. Formación médica ................................................................... 36
11.2. Conocimientos jurídicos ........................................................... 36
11.3. Cualidades y aptitudes generales ............................................. 36

Concepciones erróneas más frecuentes....................................................... 38

Síntesis ..................................................................................................... 39

Bibliografía................................................................................................. 40

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IDEAS • La valoración del daño corporal afecta a muchos campos de la actividad médica.
CLAVE
• El elevado número de accidentes (tráfico, laborales, domésticos, terapéuticos)
o patologías naturales que deben ser evaluadas ha incrementado el número de
valoraciones de daños personales.
• La gran repercusión económica y social de la valoración del daño corporal, ha
provocado su gran desarrollo, hasta el punto en que algunos autores conside-
ran que en breve tiempo podrá ser incluso especialidad médica independiente.
• Existe una tendencia a unificar los criterios que deben utilizarse para indemni-
zar los daños a las personas en los diferentes países de la U.E.

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CASO El arbitro de un importante partido de fútbol de primera división, durante el encuen-


tro sufrió una contusión en la pierna, como consecuencia del impacto sufrido por un
objeto lanzado por un espectador.

Le asistió el médico del club de fútbol, aunque algunos directivos de dicho club
tuvieron que insistir para que recibiera asistencia, puesto que el colegiado arbitral
decía que no era nada importante.

Después de prestarle asistencia médica, el facultativo responsable del servicio


médico del club le hizo entrega de un informe de asistencia en el cual además de
explicar el diagnostico de la lesión, que consistía en una contusión en la pierna
derecha, se detallaba el tratamiento aplicado, sin embargo, no se emitía ni un pro-
nostico ni una valoración médico-legal de dicha lesión.

Como consecuencia del informe de lesiones y ante la ausencia de pronóstico, la


federación deportiva determinó que, ya que la agresión que había sufrido el cole-
giado había necesitado tratamiento médico, se clausuraba el campo de fútbol para
el partido siguiente.

Cuestiones para reflexionar

• ¿Cree importante que cuando un médico realiza un informe conozca la reper-


cusión de los términos utilizados?
• El facultativo que realizó el informe en el caso comentado, ¿conocía su reper-
cusión?
• ¿Puede el médico aceptar y realizar informes periciales en medicina evaluado-
ra de hechos sobre los que desconozca su valoración, si conoce perfectamen-
te su diagnostico, pronostico y tratamiento?
• ¿Cree que se debe solicitar ayuda a un compañero cuando surgen dudas en la
elaboración de un peritaje, o debe intentar resolverlo uno mismo para que sea
una expresión personal?
• Cuando el perito médico se encuentra con un informe contradictorio de otro
facultativo, ¿qué posición debe adoptar si cree que el compañero está total-
mente equivocado?

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ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO


1. CORPORAL

La valoración del daño corporal no es reciente, ya que debe atribuir su origen histórico a unos códigos
encontrados en la ciudad de Ur, según algunos llamada Zur-Nammu o Er-Engur. Estas leyes fueron pro-
mulgadas por Ur-Nammu (que gobernó entre los años 2112-2095 a.C.), y están escritas con caracte-
res cuneiformes en las denominadas Tablas de Nippur, donde se encuentran referencias a la repara-
ción proporcional al valor de la pérdida.

Aún así, podemos afirmar que el primer tratado importante relativo a la reparación del daño corporal
comienza con el "Código de Leyes" de Hammurabi que data (según el museo del Louvre donde se con-
serva) del período comprendido entre 1792-1750 a.C. Está esculpido en una piedra de basalto de 225
cm. de altura y en su contorno lleva inscritos unos 300 casos, debatidos y juzgados en su reinado en
los que se habla de condenas e indemnizaciones por robo, asesinato, adulterio, contratos y otros liti-
gios personales o profesionales. Las condenas variaban según el rango social de la víctima: el hombre
libre, luego el mushkenum (perteneciente a una clase inferior) y finalmente el esclavo.

Más adelante, entre los años 1500 y 600 a.C. debe destacarse la Ley de Moisés que establecía no
sólo aquellas cantidades que debía cobrar el médico por su trabajo, sino también los castigos que
debía sufrir en caso de una impericia, el cual variaba según el paciente fuera un esclavo o un hombre
libre.

En Grecia se instauraron ayudas por parte del Estado para aquellas personas con bajos ingresos y que
no podían trabajar. Las cantidades que se abonaban dependían de la categoría profesional. Se debe
también a Platón la idea de indemnizar el daño estético.

De Roma proviene la Ley Aquilea, la cual establecía que el hombre libre no tenía precio, a diferencia del
esclavo que si que lo tenía. Justiniano recopiló, asimismo, una importante legislación denominada
"Corpus Iuris Civilis" en la cual se contemplaba la reparación de los gastos médicos y la noción de inca-
pacidad temporal que se indemnizaban de acuerdo con su calificación profesional.

El Fuero Juzgo es el primer código importante, específico de la legislación de la península que


ha llegado hasta nosotros. En él se detallan las indemnizaciones que deben abonarse si se cau-
san lesiones a otra persona; aquéllas varían con la localización y las secuelas o amputaciones
que resulten. Las indemnizaciones serán diferentes si la víctima es un hombre libre o un siervo,
en este último caso la indemnización será la mitad de la que debe abonarse al hombre libre.

Con las Partidas de Alfonso X, cuya compilación tuvo lugar a mitad del siglo XIII, podemos decir que
la Medicina Legal alcanza su madurez en España y evidentemente también la valoración del daño
corporal.

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CONCEPTO DE DAÑO CORPORAL


2.
Una vez ubicada en su historia la valoración del daño corporal, intentaremos definirla. De un
modo sencillo podría decirse que " daño es lo que afecta a la integridad". Ésta es una definición
muy simple, que tiene el inconveniente de no fijar unos limites claros y permitiría incluso que la
enfermedad entrara en dicho concepto, y que adelantamos a modo de orientación.

Otros autores, como Claude Rousseau, dicen que "el daño corporal está constituido por el con-
junto de las repercusiones de un accidente sobre la salud y la integridad anatomo-fisiológica de
la víctima", esto es, por las consecuencias de las heridas o de las lesiones psicológicas.
Recordemos que su concepto de accidente es el de un suceso fortuito debido a la intervención
súbita e imprevista de una causa externa.

Dicen Blanca Pérez Pineda y Manuel García Blázquez de un modo muy sencillo y gráfico que "daño cor-
poral es la consecuencia de toda agresión, exógena o endógena, sobre cualquier parte de la geografía
del cuerpo".

Según la Sentencia del Tribunal Supremo de 13 de junio de 1969, "daño es toda alteración de la salud
o enfermedad, tenga o no origen traumático".

En otra Sentencia del Tribunal Supremo, la de 28 de febrero de 1973, se afirma que "daño es toda
acción u omisión que genere una pérdida o disminución de la integridad corporal humana o de la capa-
cidad laboral, o que cause una perturbación de la incolumidad o bienestar corporal sin menoscabo de
la salud misma, o asimismo produzca cualquier perturbación de la salud en el sentido más laxo que
consista bien en enfermedad física o psíquica".

Según estas sentencias del Tribunal Supremo, podemos considerar que daño es una alteración que ori-
gina un detrimento del bienestar de la persona en relación con su estado anterior. Este concepto exige
valorar, no sólo la alteración, sino también precisar qué se entiende como "bienestar" ya que dicho con-
cepto varía para cada persona. En el tema siguiente, el Prof. Borobia define el concepto de valoración
del daño corporal como "el estudio que se realiza sobre la alteración física, funcional o mental, en un
momento determinado (prefijado previamente o no) para que sirva de base a su reparación", y lo ana-
liza extensa y profundamente.

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LA REPARACIÓN DEL DAÑO CORPORAL


3.
La obligación de reparar el daño causado a otra persona es en muchas ocasiones una consecuencia
de la trasgresión de alguna norma protegida por nuestro Código Penal, que castiga a aquél o aquéllos
que hayan hecho caso omiso de nuestras leyes, para sí mismos o a todos los miembros de nuestra
sociedad, además probablemente tendrá que resarcir a las víctimas aunque esté no sea su objetivo
prioritario.

En otras ocasiones la obligación de resarcir a las víctimas es consecuencia de un contrato previo, del
que nace una obligación contractual en cuyo documento vienen detalladas las obligaciones de repara-
ción derivadas de dicho contrato.

Pero en España la obligación de reparar el daño causado no siempre es consecuencia de una trasgre-
sión de las normas punibles en el Código Penal o como consecuencia de una obligación derivada de la
existencia de un contrato suscrito previamente al siniestro –relación contractual– pues nuestro Código
Civil tiene prevista la obligacion de reparar el daño causado a otra persona en ausencia incluso de cual-
quier pacto o contrato que lo regule, es la denominada relación extracontractual.

Esta obligación de reparación surge como consecuencia del art. 1902 del Código Civil que dice: "El que
por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el
daño causado". La relevancia de este articulo consiste en que de él deriva la obligación de reparación
del daño causado extracontractual, como consecuencia de actos u omisiones no penados y entre per-
sonas que no se encuentran unidas por vínculos contractuales.

La duda que surge es si se deben reparar sólo los daños producidos (daño emergente) o además de
éstos hay que reparar las ganancias que se han dejado de obtener como consecuencia del suceso
dañoso (lucro cesante). Es decir, se tiene que establecer el quantum de la reparación. En este sentido,
el Código Civil se expresa claramente en el art. 1106: "La indemnización de daños y perjuicios com-
prende, no sólo el valor de la pérdida que se haya sufrido, sino también el de la ganancia que se haya
dejado de obtener".

Se aplica el principio de la reparación integra por la que el perjudicado debe ser indemnizado de
forma total, tanto en el orden material como en el moral, incluyendo tanto el daño emergente como
el lucro cesante (según señala la Sentencia del Tribunal Supremo de 20 de febrero de 1982).

El perjudicado tendrá derecho a ser restituido a la situación en la que se encontraba antes de que suce-
diera el hecho que dio lugar al daño.

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ETIOLOGÍA DEL DAÑO CORPORAL


4.
Entendemos por etiologia aquella parte de la Medicina que tiene por objeto el estudio de las causas
de las patologías. Trasladado este término a la valoración del daño corporal, podemos decir que con la
denominación de etiología del daño corporal nos referimos a sus diferentes orígenes.

La primera clasificación que hemos de hacer nos permite distinguir entrela etiología natural y la etiolo-
gía violenta:

– la etiología natural es consecuencia del curso normal, ya sea fisiológico o patológico.


– la etiología violenta comprende aquellas en que ha existido la intervención de una causa ajena,
violenta o extraña.

Esta primera clasificación nos permite ya diferenciar la etiología en dos grupos según su repercusión
judicial, siendo la etiología violenta la que va exigir una exhaustiva investigación para analizar la impor-
tancia de esta influencia externa.

Las etiologías violentas, podemos a su vez subdividirlas en:

– homicidas,
– suicidas,
– accidentales.

Atendiendo a la intervención intencionada podemos distinguir:

– de una o varias personas, caso en el que podemos hablar de agresión o de homicidio,


– causadas por uno mismo, que nos llevaría a hablar de suicidio en el caso de ocasionar la muerte,
– como consecuencia de circunstancias fortuitas, que sería el caso de los accidente, que a su vez
podemos subdividir en accidente de tráfico, domestico, laboral, deportivo o terapéutico, con esta
última denominación nos referimos a los daños sufridos por el paciente en el curso de los trata-
mientos médicos.

1. VIOLENTA
1.1. HOMICIDA
1.2. SUICIDA
1.3. ACCIDENTAL
– Ac. Laboral
– Ac. Trafico
– Ac. Deportivo
– Ac. Doméstico
– Ac. Terapéutico
– Otros
2. NATURAL

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PROCESO DE VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL


5.
Cuando se realiza una valoración del daño corporal podemos distinguir habitualmente tres etapas
claramente diferenciadas y casi siempre con intervención de diferentes profesionales.

La primera corresponde al tratamiento médico, siendo el responsable un equipo asistencial que se


ocupa de curar a la víctima de las lesiones sufridas.

La segunda etapa, que podríamos denominar de evaluación, debe ser efectuada por un especialista
médico-legal.

La tercera etapa corresponde a la valoración que podríamos denominar jurídico-económica que puede
ser efectuada por un jurista o un asegurador encargado de calcular la cantidad de la indemnización
reparadora.

1. LA ASISTENCIA MEDICO-QUIRÚRGICA

Esta será siempre la primera etapa, y necesariamente previa a la evaluación y a la indemnización.

Aquí recogemos los datos que nos proporciona el médico o el equipo especializado que presta asis-
tencia médica o quirúrgica a la víctima. Este personal sanitario, cuando ha finalizado su actuación
asitencial deberá entregar un informe de la asistencia prestada, este documento médico con la des-
cripción de las lesiones y en la mayoría de las ocasiones sin ninguna interpretación médico legal, será
prácticamente siempre imprescindible para una buena evaluación de las lesiones sufridas, siendo para
ello necesario que además de la descripción de éstas se explique su evolución y las complicaciones
que hayan surgido, así como de las exploraciones tratamientos médicos e intervenciones quirúrgi-
cas que hayan sido necesarios aplicar.

2. LA EVALUACIÓN

Debe ser realizada necesariamente por un médico especialista, y para efectuarla será preciso no sólo
conocer los datos médicos aportados por los profesionales que trataron a la víctima, sino que además
habrá que interpretarlos valorando su origen, lesiones predisponentes que pudieran existir, la reper-
cusión de sus secuelas sobre la vida social o laboral, e incluso necesidades futuras de tratamientos
médicos o quirúrgicos, así como, en ocasiones cotejarlo a través de un baremo sobre el cual deben ser
apreciadas las secuelas, y que será utilizado para calcular la indemnización

3. LA INDEMNIZACIÓN

Esta última etapa no es necesario que sea calculada por un médico especialista en valoración del daño
corporal, sino que puede hacerlo un jurista o un especialista asegurador, basándose en los datos de la
evaluación médico-legal. Esta labor de calcular la cantidad de la indemnización del perjuicio en función
de los elementos aportados por el médico especialista podemos denominarla valoración jurídico-eco-
nómica.

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ÁMBITOS DE ACTUACIÓN DE LA PERICIAL MÉDICA


6. EN LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

• EXTRAJUDICIAL
– Ámbito privado
a) Seguro del automóvil
b) Seguro obligatorio de viajeros
c) Seguro sobre personas
d) Seguros de caza
e) Informes sobre capacidad laboral para traslado de un puesto de trabajo dentro de la empresa

– Relaciones de particulares con la administración


a) Valoración en el ámbito laboral de incapacidad temporal, por accidente laboral o no, enfer-
medad profesional o común.
A) Determinación de una incapacidad permanente.
B) Secuela no invalidante por accidente de trabajo o enfermedad profesional.
C) Determinación de minusvalías.
D) Aptitud psicofísica de los conductores de vehículos.
E) Aptitud psicofísica para permisos de armas.
F) Aptitud para embarcaciones de recreo.
G) Protección de los inválidos de guerra.
H) Reconocimiento de lesiones y mutilaciones de guerra.
I) Ayudas a los afectados por el VIH, por transfusión sanguínea.
J) Afectados por el síndrome tóxico.
K) Ayudas a víctimas de delitos violentos dolorosos y contra la libertad sexual.
L) Ayudas y resarcimientos a las víctimas de los delitos de terrorismo.
M) Determinación de la aptitud psicofísica para la prestación del servicio militar.
N) Lesiones sufridas durante el servicio militar
O) Aptitudes psicofísicas de los militares profesionales.
P) Aptitudes psicofísicas de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

• JUDICIAL
– Jurisdicción penal
– Jurisdicción civil
– Jurisdicción laboral
– Jurisdicción penitenciaria
– Contencioso administrativo
– Jurisdicción militar
– Jurisdicción de menores

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La intervención del médico, ante un enfermo o un herido, habitualmente es a efectos curativos o palia-
tivos, pero en ocasiones su actuación tiene una función socioeconómica al actuar como perito en la
valoración de los daños corporales. Lo más frecuente es que dichas actuaciones se complementan de
tal suerte que mientras unos profesionales se ocupan del tratamiento, otros efectuarán la valoración
pericial. Sirvan de ejemplo las lesiones que un trabajador sufre un accidente laboral: unos médicos
curarán sus heridas, pero otros realizarán una función pericial a efectos de determinar si existen secue-
las o una incapacidad permanente para el trabajo.

Vamos a analizar las diferentes circunstancias en que se precisan las actuaciones periciales de carác-
ter médico y también cuando corresponden al ámbito extrajudicial y que otras son judiciales.

6.1. EXTRAJUDICIAL

6.1.1. ÁMBITO PRIVADO

La demanda extrajudicial en muchas ocasiones puede quedar limitada al ámbito privado, son aquellos
casos en que se llega a un acuerdo entre las partes, por todo lo cual no será necesario en la mayoría
de las ocasiones informes a médicos extraños a la organización o institución que interpreta económi-
camente el valor del daño corporal. Las compañías de seguros cuentan con profesionales médicos, en
plantilla o con los que trabajan de forma habitual, siendo éstos quienes emiten la valoración pericial
inicial. Si el damnificado está conforme con la evaluación de este perito, no será necesaria la inter-
vención de ningún otro médico y lo más habitual es que se resuelva en el propio ámbito privado.

Cuando no existe acuerdo con la valoración realizada por el médico de la compañía asegurado-
ra, en vez de acudir a los tribunales de justicia, una solución intermedia es acudir a los tribu-
nales de arbitraje, siempre que este pactado previamente someterse al dictamen de un tercero
en los términos previstos por la Ley de arbitraje de 5 de diciembre de 1988.

Entre los principales ámbitos privados tenemos:

– Seguro del automóvil.


– Seguro obligatorio de viajeros.
– Seguro sobre personas.
– Seguro de caza.
– Informes sobre capacidad laboral para traslado de un puesto de trabajo dentro la empresa.

6.1.2. RELACIONES DE PARTICULARES CON LA ADMINISTRACIÓN

Otro campo muy frecuente de la valoración del daño corporal extrajudicial es el de las relaciones de
particulares con la Administración. Agrupa aquellas actuaciones de la administración pública en que
analizan el daño corporal y lo evalúan. Podemos destacar en dicho ámbito, la declaración de las inca-
pacidades laborales permanentes y su grado por parte del INSS, basándose en los informes de los
EVIS, a excepción de dos provincias del País vasco (Guipúzcoa y Vizcaya) y las cuatro de Cataluña, en
donde existe el CRAM. Cuando exista discrepancia entre la resolución del INSS y el grado de incapaci-
dad que crea una persona que le corresponde se podrá impugnar la resolución administrativa ante los
juzgados de lo Social.
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También podemos destacar como otras valoraciones administrativas importantes:

– la determinación de las minusvalías,


– de los inválidos de guerra,
– sobre la aptitud o no de los soldados para incorporarse al servicio militar,
– sobre la aptitud psicofísica de los conductores de vehículos.

En los períodos de tramitación de los expedientes se pueden aportar informes por médicos ajenos a la
organización administrativa que tramita el expediente. Las resoluciones que ponen fin al expediente
son susceptibles de recursos administrativos y finalmente pueden ser revisados por los Tribunales de
la Jurisdicción Contencioso-Administrativa o en los Tribunales de lo Social.

Los principales ámbitos de la actuación en valoración del daño corporal, que corresponden a relacio-
nes de particulares con la administración son:

– Valoración en el ámbito laboral de incapacidad temporal sea por accidente laboral o no labo-
ral, enf. profesional o enfermedad común.
– Determinación de una incapacidad permanente.
– Secuela no invalidante causadas por acc. trab. y enf. prof.
– Determinación de minusvalías.
– Aptitud psicofísica de los conductores de vehículos.
– Aptitud psicofísica para permisos de armas.
– Aptitud para embarcaciones de recreo.
– Protección de los inválidos de guerra.
– Reconocimiento de lesiones y mutilaciones de guerra.
– Ayudas a los afectados por el VIH, como consecuencia de transfusión sanguínea
– afectados por el síndrome tóxico.
– Ayudas a víctimas de delitos violentos dolosos y contra la libertad sexual.
– Ayudas y resarcimientos a las víctimas de los delitos de terrorismo.
– Determinación de la aptitud psicofísica para la prestación del servicio militar.
– Lesiones sufridas durante el servicio militar.
– Aptitud psicofísicas de los militares profesionales.
– Aptitud psicofísica de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

6.2. JUDICIAL
El tercer ámbito de la actuación pericial médica es el judicial, al que se acude, en la mayoría de las oca-
siones, cuando no se llega a un acuerdo entre el particular y la entidad aseguradora, o los particulares
entre sí, o el trabajador no acepta la resolución de la administración laboral, o existe desacuerdo entre
administración y administrado.
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• Jurisdicción penal. La jurisdicción penal es la que recogerá directamente o por reclamación pre-
via la valoración de los daños personales por agresiones, imprudencias o accidentes que vulne-
ren nuestro Código Penal.
• Jurisdicción civil. La jurisdicción Civil conocerá las reclamaciones de particulares entre sí o de
estos a compañías de seguros sobre indemnización económica por daños corporales en que no
se haya llegado a un acuerdo.
• Jurisdicción laboral. La jurisdicción laboral recogerá entre otros los recursos contra las resolucio-
nes administrativas referentes a incapacidad temporal o permanente y las secuelas de enferme-
dad profesional y accidente laboral.
• Jurisdicción penitenciaria. La jurisdicción penitenciaria valorará diversos daños personales, pero
destacaremos de manera especial la valoración que permite aplicar la libertad condicional cuan-
do los reclusos presentan "una enfermedad muy grave, con padecimientos incurables" de acuerdo
con el Art. 60 del Reglamento penitenciario (Real Decreto 1201/ 1981, de 8 de mayo), que sigue
en vigor esta posibilidad de libertad condicional para enfermos incurables, mediante el artículo
196 del Real Decreto 190/1996 del vigente Reglamento Penitenciario, cuando establece esta
posibilidad para “enfermos muy graves con padecimientos incurables”.
Con objetivo similar al Reglamento Penitenciario, el Art. 80 del código Penal de 1995 posibilita a
los jueces y jribunales sentenciadores, que puedan otorgar la suspensión de cualquier pena
impuesta sin sujeción a requisito alguno en el caso que el penado esté aquejado de "una enfer-
medad muy grave con padecimientos incurables", salvo que en el momento de la comisión del deli-
to tuviera ya otra pena suspendida por el mismo motivo.
• Contencioso administrativo. La jurisdicción contencioso-administrativa conocerá los recursos con-
tra resoluciones administrativas, para poner fin a dicha vía, salvo las que correspondan a materia
laboral.
• Jurisdicción militar. La jurisdicción militar queda reducida a aquella valoración del daño corporal
de las lesiones ocurridas dentro de los cuarteles y por soldados o militares.
• Jurisdicción de menores. La jurisdicción de menores es la que se ocupa de las agresiones físi-
cas, psíquicas o sexuales sufridas por los menores, con una especial participación del ministerio
fiscal.

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CONSECUENCIAS PERJUDICIALES DEL DAÑO CORPORAL


7. QUE PUEDEN SER INDEMNIZADAS

Existen muchas consecuencias perjudiciales de los daños personales que pueden ser indemnizadas,
lo cual no significa que siempre se valoren éstos que a continuación vamos a analizar, puesto que va
a depender del ámbito en que se realiza la indemnización y, por supuesto, del baremo utilizado. Sin
embargo, intentaremos conocer -al menos globalmente- aquellos aspectos que pueden ser objeto de
valoración, a pesar de que muchas veces no sean utilizados.

7.1. PERJUICIO PATRIMONIAL


El art. 1106 del Código Civil establece que la indemnización de daños y perjuicios comprende no sólo
el valor de la pérdida que hayan sufrido, sino también la ganancia que se hayan dejado de obtener. De
acuerdo con él, vemos que existen dos elementos que deben ser resarcidos: el valor de la pérdida sufri-
da o daño emergente y el valor de la ganancia no obtenida o lucro cesante. En su conjunto constituyen
lo que se denomina daños patrimoniales, que pueden resarcirse económicamente mediante unos cál-
culos no excesivamente complejos. Esto los diferencia de los daños personales extrapatrimoniales
(sufrimientos soportados, del ocio, estético, sexual, etc.), que son de difícil valoración y sólo compen-
sables económicamente mediante unos complejos cálculos no exentos de riesgos de subjetividad.
Pasemos a definir y analizar cada uno de ellos.

7.1.1. PERJUICIO ACTUAL

• Daño emergente: son los gastos originados para la reparación integra de las lesiones corporales
sufridas. Comprende los gastos médicos, quirúrgicos, farmacéuticos, rehabilitación u otros.
Incluye también aquellos gastos relacionados como consecuencia de las atenciones que haya reci-
bido el lesionado (ambulancias, medios de transporte, etc.). Este daño emergente puede, a su vez,
subdividirse en sufridos hasta la actualidad o los previsibles para el futuro.
• Lucro cesante: es la consecuencia que imposibilita al lesionado a desarrollar aquellas activida-
des que le proporcionaban unos ingresos económicos, esto es, una incapacidad temporal ocasio-
nada por las lesiones. Corresponde a dicho concepto el dinero que no ingresa el lesionado por
hallarse temporalmente imposibilitado para llevar a cabo su actividad laboral, tanto si es conse-
cuencia directa de la incapacidad física para realizar su tarea, como si depende de la imposibili-
dad de asistir a su centro de trabajo por seguir el tratamiento médico o rehabilitador, o incluso por
otros motivos. Asimismo, se entiende como lo que ha dejado de ganar, aunque en este caso
debe valorarse no sólo la disminución de su capacidad productiva sino también la disminución de
su capacidad para ciertas desarrollar actividades sociales (baile, tenis) y que le proporcionaban
unos ingresos.

La indemnización que recibirá el lesionado por este concepto de incapacidad temporal, será para com-
pensar los ingresos que no ha tenido durante el período en que no ha podido dedicarse a sus activida-
des laborales, el cual necesariamente deberá estar comprendido entre el día del accidente y la fecha de
la consolidación de las lesiones. En ocasiones se puede distinguir si su imposibilidad de dedicarse a
sus actividades laborales ha sido total o simplemente parcial. Pudiendo así hablar de incapacidad tem-
poral total o parcial, según le haya impedido realizar todas o solo algunas de sus actividades laborales.

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Generalmente cuando se habla de incapacidad temporal nos estamos refiriendo a la incapacidad tem-
poral profesional, es decir, los días que no ha podido realizar su actividad profesional habitual. Que en
el caso de un niño o de quien se dedica a las tareas de la casa no remuneradas y sin ningún empleo, el
criterio a utilizar para el primero podría el ser el de los días que ha estado impedido para ir a la escue-
la e incluso para jugar, y en el caso de quien no realiza las tareas de casa los días que no ha podido
atender a dichos trabajos de su hogar.

Para poder recoger dichos colectivos se acostumbra a utilizar el término actividades habituales en vez
de laborales o profesionales.

Para poder recoger dichos colectivos se acostumbra a utilizar el término actividades habituales en vez
de laborales o profesionales.

Del mismo modo, está adquiriendo entidad el poder indemnizar no sólo aquellas actividades laborales,
sino incluso la actividad cotidiana que desarrolla una persona independientemente y al margen de su
actividad laboral.

7.1.2. PERJUICIO FUTURO

• Perjuicio patrimonial futuro (limitación de la capacidad laboral): este apartado será diferente
según sea al ámbito jurisdiccional al que vaya dirigido el informe, ya que son distintos aspectos
los que vamos a valorar.

La valoración será realizada en el ámbito penal cuando las lesiones han sido originadas por una agre-
sión, donde el criterio cronológico ha dejado de tener valor, siendo sustituido por la necesidad de pri-
mera asistencia y de tratamiento médico o quirúrgico (como podemos observar en el caso práctico
expuesto al principio) así como la anulación o grave limitación de la aptitud laboral, y las lesiones inten-
cionales.

Para los daños derivados de un accidente de tráfico, tanto si es analizado en el ámbito civil como penal
o cualquier otro, es de gran importancia la determinación de unas secuelas (limitaciones anatomo-fun-
cionales), describirlas y valorarlas si impiden realizar su trabajo habitual (incapacidad permanente
total) o una incapacidad para cualquier trabajo (incapacidad permanente absoluta), éstas últimas no van
a depender del trabajo que desarrollaba la persona lesionada.

7.2. PERJUICIO EXTRAPATRIMONIAL


• Sufrimientos soportados: denominado por algunos autores pretium doloris o precio del dolor, su
evaluación la denominamos quantum doloris que corresponde a una indemnización por los sufri-
mientos físicos y morales padecidos por la víctima como consecuencia de las lesiones o por los
procedimientos diagnósticos, terapéuticos o rehabilitadores soportados.

La apreciación puede ser cualitativa, basándose en:

– La naturaleza de las lesiones iniciales.


– Los tratamientos aplicados (intervenciones quirúrgicas, rehabilitación).
– Factores personales (edad, sexo).

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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

Existen también unos métodos denominados cuantitativos, que a pesar de la innegable subjetividad del
dolor intentan basarse en el mayor número de datos objetivos, entre ellos tenemos:

1. Método de Thierry y Nicourt: que permite valorar 7 grados de dolor:


– Muy ligero.
– Ligero.
– Moderado.
– Medio.
– Bastante importante.
– Importante.
– Muy importarte.
Estos grados se obtienen valorando
– Las lesiones iniciales.
– El número y el tipo de intervenciones.
– Los yesos, transportes y desplazamientos dolorosos.
– Días de ingreso hospitalario.
– Exploraciones complementarias.
– Tipo de rehabilitación y su duración.
2. Metodo de Muller (1988): propone una escala numérica de siete grados, pero que puede ampliar-
se con valoraciones intermedias.
3. Método de cuantificación de Atal, Rogier y Rousseau: proponen una escala basada en cuatro
criterios:
– Tipo de lesión.
– Duración de la incapacidad laboral en días.
– Días de hospitalización.
– Sesiones y duración de la rehabilitación.
Dan un valor a cada criterio, los cuales luego se suman.

• Perjuicio del ocio: éste es un daño que no ocasiona unos perjuicios económicos directos, pero
que cada día adquiere mayor importancia. Consiste en la limitación de las actividades sociales,
recreativas, deportivas o artísticas que determinan las lesiones, bien sea de un modo temporal
(antes de la consolidación) o con carácter definitivo.
Una de las principales dificultades para valorar este perjuicio es poder conocer si realmente las víc-
timas practicaban este deporte o actividad para la que han quedado imposibilitados o limitados.

• Perjuicio estético: éste es un perjuicio eminentemente subjetivo, ya que su valoración puede


variar mucho de un perito a otro.
Pero el perjuicio estético no comprende solamente lo que se ve (ya sean secuelas estáticas como
cicatrices y deformidades o secuelas dinámicas como las alteraciones de la mímica o de la marcha).
Si no que afecta también a lo que se detecta con los otros sentidos: lo que se puede tocar como
son las rugosidades de la piel, lo que se puede oler como por ejemplo una rinitis infecciosa espe-
cialmente mal olorosa, o lo que se puede oír como es el caso de una voz desagradable o chillona.
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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

Este perjuicio estético puede ser de carácter temporal, que en ocasiones (y en ausencia de otras
lesiones) pude ser motivo incluso de incapacidad temporal como puede ser el caso de un mode-
lo o un artista de cine o teatro.
Pero éste no es el caso de la mayoría de las circunstancias en las cuales una secuela adquiere
el carácter de permanente.
La Ley de Ordenación y Supervisión de los Seguros Privados 30/1995, establece la siguiente valo-
ración, en puntos, de las secuelas estéticas:

LIGERO 1-4
MODERADO 5-7
MEDIO 8 - 10
IMPORTANTE 11 - 14
MUY IMPORTANTE 15 - 20
CONSIDERABLE > 20

• Perjuicio sexual: es el que ocurre como consecuencia de unas lesiones de esta naturaleza. Se
pueden distinguir:
– Impotencia coeundi: incapacidad para el coito, impide al lesionado de la posibilidad de la
relación sexual.
– Impotencia generandi: esterilidad masculina.
– Impotencia concipiendi: esterilidad femenina.
– Impotencia gestandi: incapacidad para la gestación. Exclusiva de la mujer y se debe a causas que
impiden el normal desarrollo del útero gestante debido a alteraciones anatómicas o funcionales.
– Impotencia parturiendi: incapacidad para que se produzca el parto por vías naturales. Por
ejemplo, las alteraciones morfológicas de la pelvis femenina por callos de fracturas, si bien
hoy día puede superarse por medio de la cesárea.

• Perjuicio juvenil: nos referimos a las posibles limitaciones de aquellos jóvenes que al perder algún
curso de sus estudios, verá disminuidas sus posibilidades profesionales o deportivas futuras,
junto con el sufrimiento físico y moral derivado de dicha circunstancia.

• Perjuicio afectivo: dolor moral que en ocasiones se engloba dentro del pretium doloris, pero con
ciertas particularidades. Nos referimos especialmente a la angustia e incertidumbre respecto a
las intervenciones a las que será sometido, respecto a su futuro (si podrá caminar o trabajar como
lo hacía antes de las lesiones).

• Perjuicios a terceras personas: su valoración no corresponde al médico, sino que es el juez o


tribunal que juzga el que debe tenerlo en cuenta (afecta a los sufrimientos morales y de incer-
tidumbre futura de los familiares de la víctima); sólo debería hablarse de esta indemnización
cuando existan unos lazos afectivos sólidamente demostrados.

• Perjuicio patrimonial: se puede considerar desde una doble vertiente:


– ACTUAL
a) Daño emergente
b) Lucro cesante
– FUTURO
a) Limitación de la capacidad laboral
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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
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• Perjuicio extrapatrimonial: se subdivide en:


– SUFRIMIENTOS SOPORTADOS.
– PERJUICIO DEL OCIO.
– PERJUICIO ESTÉTICO.
– PERJUICIO SEXUAL.
a) IMPOTENCIA COEUNDI.
b) IMPOTENCIA GENERANDI.
c) IMPOTENCIA CONCIPIENDI.
d) IMPOTENCIA GESTANDI.
e) IMPOTENCIA PARTURIENDI.
– PERJUICIO JUVENIL.
– PERJUICIO AFECTIVO.

• Perjuicio a terceras personas: su valoración no corresponde al médico sino que es el juez o tri-
bunal que juzga quien debe tenerlo en cuenta (afecta a los sufrimientos morales y de incertidum-
bre futura de los familiares de la víctima), y que está recogido el la Ley 30/1995 con la denomi-
nación de "perjuicios morales de familiares" con una indemnización destinada a compensar a los
familiares próximos al incapacitado en atención a la sustancial alteración de la vida y convivencia,
derivada de las cuidados y atenciones que le deben dispensar. Creemos que sólo debería hablar-
se de esta indemnización cuando existan unos lazos afectivos sólidamente demostrados.

1. PERJUICIO PATRIMONIAL.
1.1. ACTUAL.
– DAÑO EMERGENTE.
– LUCRO CESANTE.
1.2. FUTURO.
– LIMITACIÓN DE LA CAPACIDAD LABORAL.

2. PERJUICIO EXTRAPATRIMONIAL.
2.1. SUFRIMIENTOS SOPORTADOS.
2.2. PERJUICIO DEL OCIO.
2.3. PERJUICIO ESTÉTICO.
2.4. PERJUICIO SEXUAL.
– IMPOTENCIA COEUNDI.
– IMPOTENCIA GENERANDI.
– IMPOTENCIA CONCIPIENDI.
– IMPOTENCIA GESTANDI.
– IMPOTENCIA PARTURIENDI.
2.5. PERJUICIO JUVENIL.
2.6. PERJUICIO AFECTIVO.

3. PERJUICIO A TERCERAS PERSONAS.

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RESOLUCIÓN 75/7 DEL COMITÉ DE LOS MINISTROS


8. DEL CONSEJO DE EUROPA

A continuación analizaremos la resolución adoptada por el Comité de Ministros del Consejo de Europa
el 14 de marzo de 1975 que de alguna manera señala el camino para una aproximación de los países
de la UE y para la unificación de las indemnizaciones en caso de lesiones corporales.

• Motivos y objetivos de la resolución

Por un lado, el objetivo es la indemnización del perjuicio resultante de las lesiones corporales o de falle-
cimiento, en virtud de una responsabilidad extracontractual.

Por otro lado, se pretende la unificación o armonización de las reglas jurídicas en los diferentes estados.

En cuanto a los motivos, existen grandes diferencias entre los sistemas jurídicos de los estados miem-
bros sobre que clase de perjuicios deben ser indemnizados en los casos de lesiones corporales y falle-
cimiento. Por ello, la Resolución pretende que se proceda a una aproximación paulatina sin renunciar
a conseguir, en el futuro, una unificación.

• Características de la resolución 75/7

Entre lo más destacable de la Resolución 75/7 del Comité de los Ministros del Consejo de Europa rela-
tiva a la reparación de los perjuicios en caso de lesiones corporales y de fallecimiento, figura que:

1. No se exige ningún compromiso formal de los estados miembros.


2. No se quiere forzar la intervención del legislador.
3. Se tiende a evitar que los estados, sin motivos particulares, se alejen con reformas legislativas
de los principios que enuncia.

• Disposiciones generales

1. La persona que ha sufrido un perjuicio tiene derecho a la reparación del mismo. Debe ser repues-
to en una situación tan próxima como sea posible a la que hubiera disfrutado, si el hecho daño-
so no se hubiera producido.
2. La indemnización debe ser calculada según el perjuicio en el día de la vista judicial.
3. La sentencia del juicio debe mencionar las indemnizaciones acordadas para los diferentes tipos
de perjuicio.

• Reparación en caso de lesiones corporales

1. Los gastos ocasionados a la víctima por el hecho dañoso han de ser reembolsados. Incluso los
gastos provocados por un aumento de sus necesidades.
2. Debe efectuarse un reembolso de los gastos sufridos al estar incapacitado para realiza los tra-
bajos domésticos.
3. La evaluación de la perdida de ganancia debe ser calculada tanto por el período anterior al juicio
como por el futuro. A tal fin debe tenerse en cuenta, el grado de incapacidad y el tipo de actividad
que desarrollaba la víctima, así como la duración probable de sus actividades laborales en rela-
ción a la previsión estimable de su vida.
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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

4. La reparación de la pérdida de ganancia puede ser efectuada por la asignación de una renta
o por la atribución de un capital.
5. Cuando se ha asignado una renta, el montante de ésta puede aumenta o disminuir en caso
de reducción o aumento de las capacidades de trabajo de la víctima, debido a una agrava-
ción o mejoría de su estado de salud.
6. Cuando la perdida de ganancia se repara con un capital, sólo se admite un aumento en los
casos de nuevo perjuicio.
7. Los esfuerzos realizados por la víctima para obtener en su trabajo el mismo resultado cons-
tituyen un perjuicio que debe ser reparado.
8. La víctima debe ser indemnizada del perjuicio estético, de los dolores físicos y de los sufri-
mientos psíquicos.
9. Los dolores físicos y los sufrimientos psíquicos deben ser indemnizados en función de su
intensidad y duración, sin tener en cuenta la fortuna de la víctima.
10. El padre, la madre y el consorte de la víctima que en razón de un daño a la integridad física
o mental de la misma padeciesen sufrimientos psíquicos, sólo serán indemnizados en caso
de sufrimientos de un carácter excepcional.

• Reparación en caso de fallecimiento

1. Los gastos ocasionados por el fallecimiento y, en particular, los gastos funerarios deben ser
reembolsados.
2. El fallecimiento de la víctima da lugar a un derecho de reparación legal del perjuicio patri-
monial a:
– Quienes tenía obligación alimentaria legal.
– Quienes tenía obligación alimentaria legal (por estar obligado por sentencia judicial en
casos de divorcio o separación).
3. La reparación del perjuicio patrimonial causado por el fallecimiento de la víctima puede ser
mediante renta o capital.
4. Cuando el perjuicio patrimonial causado por el fallecimiento de la víctima ha sido reparado
por la atribución de una renta, el montante de ésta puede ser revisado cuando las circuns-
tancias que hayan servido de base estén modificadas.
5. Cuando el perjuicio patrimonial causado por el fallecimiento de la víctima ha sido reparado
por la atribución de un capital, no se admitirá ninguna revisión posterior.
6. Los sistemas jurídicos que actualmente no conceden un derecho de reparación por los sufri-
mientos psíquicos a terceros después del fallecimiento de la víctima, no debe acordar la
reparación más que al padre, madre, cónyuge, novio o hijos; con la condición de que existan
unos lazos de afecto estrechos.

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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

PERICIA MÉDICA
9.
9.1. CONCEPTO

La pericia médica es una declaración de conocimientos de un tercero (ni parte ni testigo) sobre
hechos conocidos dentro de la investigación o del proceso, fundamentada en criterios de la cien-
cia médica y prestada ante el juez o los órganos investigadores, con la finalidad de asesorarles
en las decisiones que les correspondan tomar en la investigación o instrucción en la resolución
del plenario o en la ejecución.

9.2. TIPOS DE PERICIA MÉDICA


Podemos dividir las pericias médicas en tres tipos dependiendo del momento en que se efectúan con
relación al período procesal. Según este criterio, se establecen tres períodos diferentes:

1. Pericia médica extraprocesal: se efectúa fuera del proceso judicial, pero con la finalidad de pre-
sentarse más tarde ante el Juez instructor o Juzgador; podríamos decir que es una pericia priva-
da, muy útil para conseguir acuerdos previos al juicio.
2. Pericia médica preprocesal: aunque se realiza fuera del ámbito judicial, los informes elaborados
están destinados a este fin, especialmente cuando de ellos se deduce la existencia de un hecho
delictivo. Son los informes solicitados por el ministerio fiscal o la propia policía.
3. Pericia médica procesal: se presta ante el Juez en la instrucción en el propio juicio oral o en la eje-
cución de sentencia.

9.3. MÉTODO QUE DEBE UTILIZAR EL PERITO EN LA VALORACIÓN


DEL DAÑO CORPORAL
Los distintos informes periciales exigen que el perito médico utilice diferentes métodos, describiremos
a continuación los más frecuentes:

– Método inductivo. Se debe utilizar la inducción sobre gran número de los hechos observados y
experimentados, lo que permite formular principios generales que servirán de apoyo para resolver
los problemas que se planteen en la valoración del daño corporal.
– Método deductivo. La deducción, en forma silogística, permitirá al perito médico aplicar los prin-
cipios generales a las observaciones propias de cada caso particular.
– Método analógico. La analogía que permite reconstruir la totalidad a partir de datos parcelarios
es la situación más frecuente en la que el médico legista se encuentra: sólo posee datos aisla-
dos y se ve obligado a proceder por analogía.

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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

– Método de observación. La observación del perito en medicina -actuar ordenadamente con arre-
glo a un plan- debe ser atenta, precisa, minuciosa, pronta e imparcial: es atenta cuando basta por
sí sola para sostener la atención voluntaria hasta haber logrado el fin perseguido; es precisa cuan-
do cada una de las comprobaciones se efectúa con todo el detalle posible; es minuciosa, si no
descuida punto alguno, "sólo se ve lo que se mira y sólo se mira lo que se tiene en la mente". La
observación debe ser pronta, directa o inmediata para evitar que desaparezcan huellas o datos,
fáciles de observar en un primer momento, pero efímeros para su conservación.
– Imparcialidad de los hechos. Por último, el perito debe ser mero un coleccionista de hechos; la
imparcialidad de la observación exige que se realice sin supeditarla a prejuicios externos.

9.4. ÁMBITOS DE ACTUACIÓN

9.4.1. PERICIA MÉDICA PENAL

En el campo jurídico-penal, el Juez de instrucción o el Tribunal cuentan con un médico encargado de


auxiliar a la Administración de Justicia. Ésta actúa en todos los casos en que sean necesarios los ser-
vicios de un profesional de la medicina: se denomina médico forense. En cada Juzgado de instrucción
existe un médico forense, el cual presta sus servicios en uno o varios juzgados.

Cuando la plaza de médico forense está vacante o ausente por vacaciones, permisos oficiales o enfer-
medad, la sustitución puede corresponderle al médico titular de la localidad (si sólo hay uno en la loca-
lidad) aunque se intenta que sus funciones sean asumidas por el del Partido Judicial más próximo.

Asimismo, le corresponderá auxiliar al forense cuando el Juez precise que sean dos médicos los que
actúen, como es el caso de los sumarios o cuando sólo ejerza uno en el Partido Judicial.

En la práctica ha ocurrido pocas veces -y con la creación de los Institutos de Medicina Legal posible-
mente ya no ocurra más- pues, en ausencia del médico forense titular, será sustituido por otro del pro-
pio Instituto. Lo mismo ocurrirá cuando se necesiten dos médicos para firmar un informe.

• Objeto de la pericia penal: pueden ser personas, hechos o circunstancias importantes para la
investigación, instrucción, decisión o ejecución para cuyo esclarecimiento o apreciación fuesen
necesarios o convenientes conocimientos de medicina.
• Determinación específica de la pericia: en la fase de instrucción la concreción corresponde al
Juez: "el Juez manifestará clara y determinadamente a los peritos el objeto de su informe". (Art.
475 Ley Enjuiciamiento Criminal).

En la fase de Juicio oral, tendrán que solicitarlo las partes en sus escritos de acusación, conclusiones
provisionales o defensas. No se establece de una forma expresa que en tales escritos se especifique
el objeto de la pericia, pero es obvio que así sea para que el órgano judicial pueda resolver sobre su
pertinencia (así lo estableció el Tribunal Supremo en la sentencia de 14 de noviembre de 1980).

• Capacidad del perito: los peritos oficiales son los médicos forenses sustituidos por los médicos
titulares en casos de urgencia. La única titulación exigida para una pericial médica es la licencia-
tura de medicina, aunque el Juez o el Tribunal pueden valorar la importancia de poseer alguna
especialidad o titulación relacionadas con el contenido de la pericia.
• Proposición y admisión del perito: en la fase de instrucción pueden solicitarlo las partes perso-
nadas o acordarlo el instructor de oficio. Deberá concretarse el objeto de la pericia, así como el
nombre del perito. Contra la no admisión cabe recurso.

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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

En la fase plenaria solicitarán la pericial las partes en sus respectivos escritos de acusación, conclu-
siones provisionales o defensas; e incluso, con anterioridad como prueba anticipada. Pero siempre
deberán concretar además del objeto de la pericia, los nombres, apellidos y residencia de los peritos
que deben citarse. Contra la denegación de prueba, no cabe recurso sino formular una protesta.

• Número de peritos: en los sumarios serán siempre dos peritos, salvo que haya uno solo y no fuera
posible esperar otro sin graves inconvenientes. Para las diligencias previas, las faltas y los pro-
cedimientos abreviados basta uno solo.

• Designación del perito: cuando corresponde al juez instructor, puede nombrarlo directamente de
oficio o a petición de alguna de las partes. El Juzgador lo hará a petición de alguna de las partes
y excepcionalmente de oficio. El nombramiento se le comunicará al perito mediante un oficio, es
decir, por escrito; excepcionalmente, en casos de urgencia, puede hacerse verbalmente. Existe la
posibilidad de recusación de los peritos designados en cuyo caso las partes podrán designar otro
perito a su costa.

• Excusas e incapacidades del perito: el cargo de perito es obligatorio, "nadie podrá negarse a acu-
dir al llamamiento del Juez para desempeñar un servicio pericial, si no estuviera legítimamente
impedido" (art. 462, L.E. (rim). En dicho caso, deberá ponerlo en conocimiento del Juez en el acto
de recibir el nombramiento para que se provea en lo que haya lugar.
Las excusas legales son:
– Las causas de recusación (motivos por los que debe abstenerse el perito).
– Las inhabilidades.
– Motivos personales o laborales (serán valorados por el Juez).

• Recusación del perito: la aceptación de la recusación del perito va a depender de sí la prueba


puede practicarse nuevamente o si no es posible.
En la fase de instrucción sólo será posible la recusación cuando no quepa segunda practica en
el juicio oral.
Las causas de recusación del perito en el procedimiento penal son:
– Parentesco de consanguinidad o de afinidad hasta el cuarto grado con el querellante (debe
entenderse también perjudicado u ofendido) o con el reo (imputado).
– Interés directo o indirecto en la causa o en otra semejante.
– Amistad íntima o enemistad manifiesta.
No se incluyen aquí los posibles vínculos (por los mismos motivos) entre el perito y el Juez, ya que
serían de aplicación las causas de abstención-recusación del órgano jurisdiccional.

• La contradicción pericial en la instrucción (la contra-pericia): el nombramiento de los peritos en


la fase de la instrucción debe notificarse al imputado y a las partes personadas. El incumplimiento
de esta norma puede ser subsanado; pero, en caso de que no fuese posible y se hubiera produ-
cido indefensión, será nula la diligencia pericial practicada.
El querellado y el procesado (hoy imputado), cuando la pericia no pueda practicarse por segunda
vez, tendrán derecho a nombrar a su costa un perito. Pero, también pueden nombrarlo a su costa
cuando la pericia se reproduzca en el acto del juicio oral.

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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

El imputado y las partes personadas en la fase de instrucción tienen derecho a nombrar un peri-
to a "su costa" salvo que tengan reconocido el beneficio de asistencia jurídica gratuita (antiguo
beneficio de pobreza) el cual debe solicitarse al colegio de abogados que lo instruye mientras su
resolución corresponde a la comisión de justicia gratuita (se acostumbra a conceder a aquellas
personas con ingresos inferiores a dos veces el salario mínimo interprofesional, sin que sea un
impedimento ser propietario de su vivienda). Si hay varios querellantes o imputados se pondrán
de acuerdo entre sí para hacer el nombramiento.

• Derechos del perito


1. Honorarios e indemnizaciones: el perito médico tendrá derecho a honorarios e indemniza-
ciones si no tuvieran retribución fija satisfecha por el estado, por la provincia o el municipio
(debe incluirse la comunidad autónoma).
El pago de honorarios en el procedimiento judicial se produce una vez que el mismo ha fina-
lizado por sentencia o por auto que ponga fin al mismo de manera inamovible.
Los honorarios deberán ser satisfechos por la parte condenada al pago de las costas. Si no
hay condena en costas el perito cobrará de la parte a cuya instancia haya intervenido, salvo
que haya sido declarado legalmente pobre, en dicho caso -al igual que cuando se practica a
instancias del juez o del fiscal- el pago lo efectúa el Ministerio de Justicia.
La minuta de honorarios que presenta el perito puede ser impugnada ante el mismo juzga-
do o tribunal por ilegítimos o por excesivos.
2. Obtener del juez los medios materiales necesarios para practicar la pericia, reclamándolos
de la administración correspondiente.
3. Ser informados del objeto de la pericia, poniendo a su disposición los objetos o personas
sobre los que ésta haya de recaer. Disponer del tiempo necesario para emitir su dictamen
con suspensión de la diligencia.

• Deberes del perito


1. Comparecer cuando ha sido citado como perito, incurriendo en caso contrario en responsa-
bilidades (penales o disciplinarias), podría incluso llegar a ser conducido por la fuerza pública.
La incomparecencia del perito puede dar lugar a la suspensión del juicio.
2. Prestar juramento o promesa de decir la verdad (de proceder bien y fielmente, de no propo-
nerse otro fin más que el de descubrir y declarar la verdad).
3. Emitir su dictamen, según lo solicitado, después de realizar el reconocimiento o los reconoci-
mientos necesarios.

• Responsabilidades del perito


1. Penal: la incomparecencia injustificada al segundo llamamiento es un delito de denega-
ción de auxilio. La comparecencia negativa injustificada a practicar el reconocimiento o
emitir el dictamen es un delito de desobediencia grave y la declaración falsa en el dicta-
men es un delito de falso testimonio.
2. Disciplinaria: al perito se le puede imponer una multa por una incomparecencia injustificada
o por prestar dictamen concurriendo causa de incapacidad relativa, ya que está sometido a
los poderes disciplinarios del presidente del tribunal o del Juez en su actuación judicial.
3. Civil: se le puede exigir responsabilidad civil al perito por la vía extracontractual una vez fina-
lizado el proceso.
4. Deontológica: es exigible por los respectivos colegios profesionales aplicando sus códigos
de deontología médica.
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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

• Práctica procesal de la pericia médica


1. En la fase de instrucción: el órgano receptor es el Juez con el secretario, con cabida a la
delegación en algunas circunstancias. Las partes son el imputado y las personas que se
puedan someter a las preguntas y observaciones que los peritos estimen conveniente. El
dictamen emitido contendrá:
a) La descripción de la persona u objeto del mismo, en el estado en que se halle.
b) Descripción de todas las operaciones practicadas por el perito y su resultado.
c) Las conclusiones, distinguiendo claramente cuando existe:
- Certeza absoluta.
- Certeza relativa capaz de llevar a la convicción del perito.
- Certeza relativa, que no supone la convicción del perito.
- Exclusión o prueba contradictoria.
El Juez y las partes pueden formular las preguntas y solicitar aclaraciones, incorporándose
las respuestas del perito a su dictamen.
Los contraperitos pueden ser designados por el imputado y las partes personadas si no
pudiera reproducirse la pericia en el juicio oral; algunos consideran que debe hacerse en
todo caso.
Si el número de peritos es par, el juez nombrará otro. Si es posible, se repiten las opera-
ciones; en caso contrario, dictaminará el nuevo perito sobre el dictamen precedente formu-
lando sus conclusiones conjunta o separadamente de los otros peritos.
2. En la fase plenaria: los peritos serán examinados juntos cuando deban declarar sobre unos
mismos hechos y contestarán a las preguntas y preguntas ya formuladas que las partes
quieran dirigirles.
Si precisan nuevos reconocimientos lo harán en la misma audiencia o se suspenderá el
tiempo necesario para que se realicen.

9.4.2. PERITACIÓN MÉDICA EN LA JURISDICCIÓN CIVIL

La nueva Ley de Enjuiciamiento Civil ( LEC), o Ley 1/2000 de 7 de enero, que entró en vigor el día 8 de
enero de 2001, intenta hacer cumplir el principio de inmediación judicial.

Se pretende con esta ley la presencia del juez en todo tipo de actuaciones, a diferencia del sistema
anterior en que el juez dictaba las sentencias basándose en muchos documentos, declaraciones e infor-
mes periciales recogidos por los funcionarios. Pero las nuevas normas exigen que la prueba, y desde
luego la pericial, deban practicarse en presencia del juez.

En el ámbito de la jurisdicción civil, a partir de ahora, será necesario que la pericial médica, para aque-
llos asuntos que lo precisen, acompañe a los escritos de alegaciones, demanda y contestación. En tal
sentido los art. 265.4º y 337.1º, de la nueva LEC dicen que los dictámenes deberán ser acompañados
con la demanda y con la contestación.

Así pues, en este nuevo proceso que ha nacido, el informe pericial no puede esconderse, más bien al
contrario. Por ello, si una de las partes del proceso está en posesión de un dictamen en el que funda-
mentar sus pretensiones "debe acompañarlo en toda su amplitud". En el caso de los informes médi-
cos, es indudable que deberán aportarse también los antecedentes, radiografías, exploraciones, análi-
sis e incluso historias clínicas.
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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

Frente al anterior sistema en el que con gran frecuencia el dictamen preconstituido, se limitaba a expo-
ner una serie de conclusiones basadas en los antecedentes. Actualmente la pericial tiene que auto-
justificar las conclusiones, mediante exploraciones y argumentos objetivos, debiendo incluso contestar
a la pericial del contrario.

La nueva LEC permita excepcionalmente que las partes aporten dictamen pericial, con posterioridad a
los escritos alegatorios. Pero exigiendo el art. 337 "que justifiquen" el no haberlos "podido obtener
antes" o que sean precisos dichos informes para contestar a la demanda.

Vemos pues que si una de las partes quiere valerse de la pericial médica, debe aportarla con la deman-
da y la contestación. Sólo en caso de imposibilidad o en el supuesto de que, como consecuencia de
las alegaciones de la contraparte resulte necesario la emisión de un dictamen, se podrá solicitar con
posterioridad ese medio probatorio.

Las partes deberán manifestar si desean que los peritos médicos autores de los dictámenes acudan
a la comparecencia previa o a la vista del juicio verbal. El perito médico que emite el dictamen, tendrá
obligación de ratificarlo en la comparecencia previa o en el juicio, y explicarlo, así como contestar a las
preguntas que le formulen. Se impone al médico además la obligación de acudir ya que en caso de
incomparecencia puede ser sancionado con una multa de 180 a 600 euros.

9.4.3. PRUEBA PERICIAL EN MATERIA LABORAL

En el ámbito laboral, el perito médico puede ser requerido no sólo para valorar el diagnostico o la etio-
logía de un proceso que sufre el trabajador, sino también para relacionar dicha patología con su apti-
tud para desempeñar su trabajo e incluso para analizar la relación que existe entre el desarrollo de un
trabajo y la aparición de una determinada patología.

Los contenidos más frecuentes de las periciales médicas que se solicitan en los Juzgados de lo Social
suelen ser:

1. Impugnar un alta médica: el trabajador ha sido dado de alta y cree que no se encuentra en
condiciones de trabajar ya sea por problemas físicos o psíquicos.
2. Discrepancias en la valoración del origen de las patologías del trabajador: el caso más fre-
cuente es cuando el trabajador o sus familiares creen que se trata de un accidente laboral
o una enfermedad profesional y ha sido catalogado como enfermedad común enfermedad
común, e intenta que sea considerada como accidente laboral; o con una epicondilitis soli-
cita sea valorada como enfermedad profesional).
3. Valoración de la causa del fallecimiento de un trabajador.
4. Determinación de una incapacidad permanente o su grado.
5. Valoración de secuelas no incapacitantes.
6. Valorar la existencia de un riesgo laboral que permita considerar a un puesto de trabajo con
riesgo de tóxicos, penoso o peligroso. Esto puede traer como consecuencia, que la empre-
sa sea condenada al pago de un plus al trabajador, por el riesgo de su puesto de trabajo.
7. Las demandas por malpraxis contra las instituciones.

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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

En materia laboral no son de aplicación las reglas generales de insaculación de peritos, según hemos
descrito en el ámbito civil. Los litigantes pueden nombrar a su costa a los peritos para que interven-
gan en el juicio oral. Por su parte, el órgano Judicial, de oficio o a petición de parte, podrá requerir la
intervención de un médico forense. Antes del día señalado para el juicio, las partes también podrán
solicitar (dentro de las medidas precautorias que regulan la LPL, Ley de procedimiento Laboral)"la prác-
tica anticipada de pruebas" cuando no puedan ser realizadas en el acto del juicio oral o cuando su rea-
lización presente graves dificultades en dicho momento. Contra la resolución denegatoria del Juez (a la
pericial) no cabe interponer recurso alguno.

Los peritos, cuando sean aceptados, deberán responder en el curso de la vista dando las oportunas
explicaciones y aclaraciones sobre los extremos que se les planteen tanto por las partes como por el
propio magistrado.

En esta jurisdicción laboral, los dictámenes ratificados en el acto del juicio oral poseen el carácter de pericia.

9.5. INCOMPATIBILIDADES A EFECTOS DE PERITAJE PRIVADO


Las incompatibilidades para peritajes privados, en la mayoría de las ocasiones, son una consecuencia
de las disposiciones en materia de incompatibilidades de la Ley 53/84 y su desarrollo en el Real
Decreto de 30 de abril de 1985, BOE 4/5/1985.

Así, mientras el art. 12-a incluye esta incompatibilidad para aquellas actividades profesionales presta-
das a personas obligadas a atender en el desempeño de puesto público, el art. 15 añade que "el per-
sonal a que se refiere esta ley no podrá invocar o hacer uso de su condición publica para el ejercicio
de la actividad mercantil, industrial o profesional". De un modo similar, el Código de Deontología Médica
dice que "los médicos que ejerzan en el sector público no pueden utilizar sus cargos para incrementar
su clientela particular o privada".

Asimismo, el RD 589/1985 en su art. 11.2 dice que el personal que realice cualquier clase de fun-
ciones para la Administración y que pueda requerir su presencia en los tribunales durante el horario de
trabajo es incompatible.

En algunas provincias el INSALUD ha prohibido a sus facultativos (independientemente de encontrarse


como funcionarios, régimen estatutario o en régimen laboral) actuar como peritos en los juzgados de lo
social y, de modo especial, cuando su función pericial es solicitada por una parte privada para actuar
contra el INSS.

En diversas ocasiones se han producido advertencias e incluso sanciones disciplinarias a facultativos


del INSALUD por haber realizado peritaciones en juicios donde se solicitaba una incapacidad contra una
resolución del INSS. Los motivos de dichas sanciones han sido en su mayoría por "realizar actos en
pugna con los intereses de la Seguridad Social"; otras veces ha sido por mantener el régimen de la
dedicación exclusiva ejerciendo en la privada, mientras en otras ocasiones ha sido por ausentarse de
su puesto de trabajo sin autorización de su superior jerárquico.

A menudo han terminado en sentencias que revocaban estas sanciones disciplinarias, ya que consi-
deraban que no puede decirse que actúan contra la Seguridad Social aquellos profesionales cuyas
intervenciones en el juicio no tienen otro fin que el de ilustrar técnicamente al Juzgador, a quien no
vinculan sus dictámenes.

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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

En igual sentido se pronunció el Defensor del Pueblo ante una queja del Colegio de Médicos de Asturias
en que declaraba que la mera práctica pericial de los facultativos de la Seguridad Social a instancias
de parte no puede justificar la adopción de medidas disciplinarias, que sólo se pueden tomar si la prác-
tica pericial interfiere en el horario de trabajo o si se realiza en un paciente de su propio cupo.

Recordemos que a menos que se trate de una citación judicial, ante la cual no podrá negarse la auto-
rización, el médico que desempeñe su actividad habitual en un organismo dependiente del sector
público, si abandona su puesto de trabajo para personarse ante los tribunales a instancias de parte,
necesitará la correspondiente autorización de su superior jerárquico para que le autorice a hacerlo.

Así pues, vemos que las condiciones para realizar una pericial privada a instancias de parte para el
personal médico del INSALUD son:

1. Cumplir con las normas administrativas sobre incompatibilidades, el personal médico del
INSALUD tiene que haber renunciado al complemento específico de exclusividad, ya que
puede hacerlo de acuerdo con la resolución de 13 de febrero de 1998.
2. Solicitar autorización para ausentarse de su trabajo, si es durante horario laboral, cuan-
do se realiza la pericia médica.
3. Confirmar que no sea paciente de su cupo o con el que tenga deberes asistenciales, no se
trate de un asunto en el que haya intervenido él en los últimos años, ni esté bajo trámite,
decisión o informe del organismo público directo en donde trabaja.

Hasta hace pocos años los médicos forenses podían actuar como peritos privados, pero según esta-
blece el Reglamento Orgánico del Cuerpo de Médicos Forenses (BOE 1/3/1996), el ejercicio de la
función de médico-forense es incompatible con "cualquier actividad pericial privada".

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DOCUMENTOS MÉDICO-LEGALES
10.
10.1. EL PARTE
El parte médico es el comunicado (normalmente escrito) que expide el facultativo en medicina a las
autoridades o al público sobre un hecho del que tenga conocimiento en razón de su profesión o cargo.
Es en esencia el acto de comunicación de una noticia. En un sentido más amplio, es un documento
breve mediante el que se comunica un hecho a una autoridad o al publico. Etimológicamente "el dar
parte o participación" significa la obligación que tiene una persona de participar de algún hecho del
que tenga conocimiento en razón de su cargo u oficio.

Los principales partes médicos que se utilizan son:

– Parte de lesiones.
– Partes médico-forenses.
– Partes de esencia.
– Partes de estado y adelanto.
– Parte de sanidad.
– Parte prudencial (informe a la vista).
– Parte de accidente de trabajo.
– Parte de enfermedad profesional.
– Parte de incapacidad temporal.
– Parte de declaración de enfermedad infecto-contagiosa.
– Partes de información pública.

El parte médico de lesiones es obligatorio como consecuencia del art. 355 de la Ley de Enjuiciamiento
de Criminología: "Si el hecho criminal que motivare la formación de una causa cualquiera consistiere
en lesiones, los médicos que asistieren al herido estarán obligados a dar un parte de su estado y ade-
lanto en el período que se les señalen, e inmediatamente que ocurra cualquier novedad que merezca
ser puesta en conocimiento del Juez Instructor".

El parte médico de lesiones inicia gran número de juicios de faltas, diligencias previas e incluso de suma-
rios que sin su existencia no habrían podido iniciarse. Por ello, el parte es la comunicación preceptiva
que ha de hacer el licenciado en medicina de un hecho que puede ser delito o falta. No es una facultad
que debe darse o no, sino un deber ineludible cuya omisión puede tener consecuencias jurídicas.

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10.2. OFICIO
Es un documento que se utiliza para comunicarse por escrito con autoridades, corporaciones oficiales,
subordinados, etc. Es calificada por algunos autores como "carta oficial".

Se emplea para:

– Transmitir y pedir noticias.


– Acusar recibo.
– Remitir objetos.
– Hacer y aceptar nombramientos.
– Formular denuncias.
– Dar órdenes.

Con respecto a su redacción y disposición en le texto, podemos distinguir:

– Preámbulo: debe ser breve; para ello, se utiliza la fórmula "Tengo el honor de poner en conoci-
miento de V.S."
– Cuerpo del oficio: donde consta el contenido.
– Fórmula final: finaliza el oficio y acostumbra a ser siempre la misma con pocas variaciones:
"Lo que comunico a V.S. para su conocimiento y efectos oportunos..."

10.3. CERTIFICACIÓN
Es el documento mediante el cual el médico constata un hecho o hechos como ciertos. El certificado
médico tiene la característica de no ir dirigido a nadie en concreto, por ello puede usarse para cualquier
fin que no siempre coincide con el que verbalmente dijo el interesado a que iba destinado. Por ello se
debe ser muy cuidadoso en el contenido de las certificaciones, exponiendo sólo aquellos hechos exac-
tos y objetivos, utilizando términos precisos y prudentes sin complacencias ni miramientos personales.
De no hacerse así, el médico puede estar expuesto a una sanción penal como arresto mayor sin per-
juicio de responsabilidad al incurrir en delito de falsedad en documento público o privado.

El contenido del certificado médico tiene que referirse a conocimientos de carácter médico y ser exten-
dido por un profesional médico utilizando impresos que a tales efectos edita el Consejo General de
Colegio de Médicos de España y que distribuyen los colegios provinciales.

La expedición de los certificados médicos es de carácter gratuito por parte de los médicos, pero éstos
percibirán de los interesados los honorarios correspondientes por los reconocimientos y exploraciones
que tengan que realizar para poder extenderlos, es decir, que no se cobra por el Certificado Médico sino
por la visita que permite emitir el Certificado Médico. No obstante, algunos colegios de médicos adjun-
tan con el certificado un documento anexo que permite abonar al médico una parte del costo del cer-
tificado.

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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
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• Certificado médico ordinario: utilizados para todas las circunstancias que no exijan un modelo de
certificado específico. Consta de tres partes:
1. Preámbulo: consta el Colegio provincial a que pertenece el facultativo, así como su nombre,
apellidos, y número de colegiación en la exposición del hecho que se afirma.
Es conveniente al realizar este tipo de certificado y para evitar posteriores reclamaciones,
en los supuestos en que hubiera variado la salud de quien se hizo el certificado, poner siem-
pre "en el momento de la exploración, presenta", aunque sea obvio.
2. Parte expositiva: se encabeza con "Certifico que" y consiste en que la certificación hace
referencia al día de la exploración y no esta de más reseñarlo de un modo claro y explícito.
Los contenidos de este certificado médico ordinario son diversos: desde la existencia de un
defecto o enfermedad que impiden ciertas actividades, hasta la afirmación de que no exis-
te ni enfermedad ni defecto físico que impidan determinados trabajos o deportes.
3. Fórmula final: "para que conste donde convenga y a instancia de…" debemos designar "al
interesado" y entregárselo personalmente par que así no existan problemas de secreto médi-
co, pues es el interesado quien hace el uso que cree conveniente del certificado (ejemplos de
utilización del certificado médico ordinarioson: certificar la aptitud para ciertas prácticas depor-
tivas, para ingresar en una empresa, una imposibilidad de asistir a una citación oficial, etc.).

• Certificado médico de defunción: sirve para acreditar esta circunstancia, así que no puede reali-
zarse la inhumación del cadáver sin que un médico firme el certificado de defunción, que sólo
puede efectuarse cuando se conoce la causa del fallecimiento y éste es de causa natural. Es
decir, que en aquellos casos de muerte violenta, sea de la etiología que fuere, (accidental, suici-
da u homicida) y en aquellos casos en que se desconozca, aunque sea natural , no debe emitir-
se el certificado de defunción, sino que será preceptiva la autopsia judicial para esclarecer la
causa del fallecimiento.
Hasta hace pocos años había médicos del registro civil que verificaban antes de la inhumación la
no existencia de discordancia entre el examen externo del cadáver y el certificado de defunción.
La desaparición de estos médicos ha acarreado la no realización de estas funciones, lo cual exige
un mayor rigor y cuidado en estos certificados médicos de tanta transcendencia.
La causa de defunción fundamental, corresponde a la enfermedad o patología grave que padecía
el difunto, mientras la causa de defunción inmediata o desencadenante nos indicará la manera en
que esta patología ha afectado a las funciones vitales y a cuáles.

• Actas de exhumación y embalsamiento: se utilizan para la exhumación de los cadáveres o para


certificar que se ha efectuado una conservación cadavérica o un embalsamamiento.

• Certificados médicos para conductores de vehículos: Han desaparecido de la práctica habitual a


tenor del Real Decreto 1467/1982 de 28 de mayo, por el que se determinaban las enfermedades
y deficiencias que pueden impedir le obtención o renovación de los permisos de conducción o res-
tricciones a los mismos y las condiciones que deben reunir los certificados y reconocimientos
correspondientes.
Este Real Decreto junto con la Orden de Presidencia del Gobierno de 22 de septiembre de 1982
( BOE 5 octubre de 1982) imposibilitaba que un médico pudiera emitir -como se había hecho hasta
entonces- un certificado de aptitud para la conducción de vehículos de motor, sino que debía
hacerlo un centro de reconocimientos con un certificado que sólo podrían utilizar dichos centros.

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El Real Decreto 2.272/1985 de 4 de diciembre establecía unos cambios en las aptitudes psico-
físicas y psicológicas que deben poseer los conductores de vehículos de motor y sobre los requi-
sitos que han de reunir los centros oficiales o privados autorizados para hacer los reconocimien-
tos a los aspirantes a obtener o renovar el permiso de conducción. En la orden del Ministerio de
Interior de 13 de mayo de 1986, se establecía el modelo de impreso en el que se debe realizar
el dictamen sobre la aptitud o no aptitud del aspirante.

• Certificado médico para poseedores de armas de fuego: Estos impresos que emitía el Consejo
General de Colegio de Médicos a tal fin han sido anulados y la aptitud actualmente se evalúa median-
te informes o dictámenes emitidos del mismo modo que a los conductores de vehículos a motor.
• Certificado médico para enfermos psíquicos: este certificado se utilizaba con carácter general
para acreditar la existencia de afecciones mentales o neurológicas que justificaban el ingreso
de enfermos de este tipo en los establecimientos psiquiátricos.
No era posible autorizar su ingreso sin este certificado. Las razones para avalar la necesidad de
ingreso en un centro psiquiátrico cerrado eran:
– Existencia de enfermedad psíquica que aconseje aislamiento.
– Peligrosidad de origen psíquico.
– Incompatibilidad con la vida social.
– Las toxicomanías incorregibles que pongan en peligro la salud del enfermo o la vida o los
bienes de los demás.
Este certificado dejó de utilizarse al entrar en vigor la Ley 13/1983 de 24 de octubre que refor-
maba el Código Civil en materia de tutela y establecía en su articulo 211 que "el internamiento
de un presunto incapaz requerirá la previa autorización judicial, salvo que razones de urgencia
hiciesen necesaria la inmediata adopción de tal medida de la que se dará cuenta cuanto antes al
Juez, y, en todo caso, dentro del plazo de veinticuatro horas".

10.4. DECLARACIÓN
Exposición, normalmente verbal, que el médico presta bajo juramento como perito en las causas pena-
les, civiles etc. Se considera como documento porque queda escrito en las actuaciones judiciales pues-
to que es recomendable que el perito lo presente escrito para luego ser incorporado a los autos y evi-
tar así equivocaciones.

Se trata de una de las actuaciones más solemnes, de carácter de oficial porque es consecuencia del
mandato de un tribunal o de una autoridad y siempre se presta bajo juramento, lo cual dispensa del
razonamiento científico previo a las conclusiones. Tratará, sin excepción, sobre hechos examinados
delante de la autoridad que lo hace declarar, lo que le confiere gran transcendencia.

Se estructura en las siguientes partes:

• Preámbulo del secretario: se hace constar las personas que comparecen y que prestan juramento.

• Preámbulo del médico: es la autentica declaración donde figuran,


– La autoridad que le ha ordenado declarar, o , en el caso eventual de ser perito de una parte,
cuál le ha designado.
– El objeto de la declaración y reproducción del contenido de la orden recibida.
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– Lugar, día y hora en que se han llevado a cabo las operaciones necesarias al cumplimiento
de la misión.
– Si existen discrepancias con otros peritos, tendrá que declarar aparte.

• Exposición de hechos: deberá describir aquellos hechos que hayan llegado a su conocimiento, ya
sea por referencias o por examen directo. La exposición ha de ser sucinta y clara, sin términos
técnicos, ya que se declara bajo juramento.

• Conclusiones: se escribirán al terminar la exposición anterior, se formularán numerándose en


párrafos aparte.
• Fórmula final: suele concluirse con "Y leída que le ha sido, se ratifica en su contenido, firmando
después de Su Señoría, de lo que yo, el secretario, doy fe".

10.5. INFORME
El informe o dictamen es un documento médico-legal emitido en cumplimiento de lo ordenado por las
autoridades o a petición de particulares; su contenido suele versar sobre la significación de ciertos
hechos judiciales o administrativos. Puede ser evacuado por un perito o peritos e incluso por una cor-
poración científica (Real Academia de Medicina, colegio de médicos, cátedras, etc.). Se denomina infor-
me cuando se ha reconocido a la persona sobre la que versa la pericia, mientras que le llamamos dic-
tamen si se efectúa basándose exclusivamente en otros métodos.

La principal diferencia con la declaración es que en el informe no se presta juramento previo a su emi-
sión y, por tanto, en apoyo a sus conclusiones deben darse pruebas de cada afirmación, exponiéndolo
de un modo coherente y razonando científicamente los hechos.
Consta de diversas partes de las que se distinguen:

1. Preámbulo: donde constarán los nombres de los peritos o perito, sus títulos, domicilio para ser
citado, autoridad o persona que ha solicitado el informe y el objeto del mismo, siendo aconseja-
ble reproducir la orden recibida.
2. Relación y descrpción de los objetos sobre los que se debe emitir informe: se realizará una trans-
cripción de los documentos con la descripción de los objetos o de las personas de un modo minu-
cioso y fidedigno.
3. Operaciones y exploraciones practicadas: conviene describirlas puntualizando las técnicas usa-
das y haciendo constar los resultados objetivos logrados.
4. Valoración: es la discusión o análisis de los resultados. Precisa de un razonamiento lógico y claro
que sirva de nexo de unión entre los hechos recogidos y las conclusiones a las que se llega, para
así convencer a la persona o tribunal a quien va dirigido el informe, puesto que aquí falta el jura-
mento de la declaración.
5. Conclusiones: deben ser la consecuencia lógica de los razonamientos anteriormente expuestos.
Habitualmente va encabezado por la frase: "De los hechos apuntados y por los razonamientos
anteriormente expuestos se deducen lógicamente las siguientes conclusiones".
6. Fórmula final: es generalmente "Lo cual es cuanto puede manifestar en cumplimiento de la misión
que le había sido encomendada".

El informe se remitirá a quien lo solicitó, acompañado de un oficio. Si se trata de una autoridad judi-
cial, se deberá ratificar el contenido de la misma mediante una comparecencia.

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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

Existe una modalidad de informe denominado consulta, solicitado en ocasiones por la la autoridad judi-
cial cuando se encuentra con conclusiones contradictorios. Es denominado por algunos autores el in-
forme de los informes. Se trata de dictaminar acerca de ciertos hechos que han sido sometidos pre-
viamente a estudio e informe pericial en fases anteriores del procedimiento jurídico. En su estructura
interna no existen grandes diferencias con el informe, sólo una mayor extensión de la consulta y refe-
rencias a los informes anteriores, explicando y razonando cuándo y cuáles son contradictorios a su jui-
cio, si alguno está equivocado y a cuál atribuye mayor veracidad.

La tasación es un informe destinado a justipreciar los honorarios de los facultativos. Los hechos que
se analizan están constituidos por los actos médicos cuya valoración se discute. Por ello, debe estu-
diarse su naturaleza, dificultad técnica, exigencia de formación especializada para poderlos llevar a
cabo, categoría del facultativo, población, día, hora, si hubo que realizar desplazamiento, y a que dis-
tancia , así como cualquier otra circunstancia especial.

La tasación constituye siempre un problema muy delicado, cuya resolución requiere prudencia y una
consideración a todas las circunstancias. Por tanto, es una actuación más propia de corporaciones
(Colegio de Médicos o Reales Academias).

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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

CUALIDADES QUE DEBE REUNIR EL PERITO MEDICO


11. EN LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

11.1. FORMACIÓN MÉDICA

Una buena formación médica es imprescindible en todos los ámbitos de la actuación médico-legal, pero
es de especial importancia en este campo de la actuación pericial en valoración del daño corporal,
tanto en sus aspectos teóricos como prácticos, para poder saber cuando los cuadros y las evoluciones
clínicas corresponden a la normalidad y cuando no es así. También deben conocerse las demás cien-
cias biológicas y muy especialmente todos los aspectos relacionados con la medicina legal.

11.2. CONOCIMIENTOS JURÍDICOS


Serán necesarios para poder captar exactamente el sentido de las funciones que son encomendadas y
el alcance de las conclusiones aportadas en los informes. Según Palmieri (1964), los peritos deben acos-
tumbrarse a repensar con sentido jurídico los hechos biológicos adquiridos en la exploración clínica.

11.3. CUALIDADES Y APTITUDES GENERALES


Hemos agrupado aquí con esta denominación un numeroso grupo de aptitudes y cualidades impres-
cindibles para poder realizar una correcta valoración del daño corporal. Algunos autores hablan de pose-
sión de unas condiciones naturales, pero aunque es posible que algunas personas posean estas apti-
tudes y cualidades de un modo casi espontáneo es indudable que para la inmensa mayoría de los peri-
tos se consigue con un aprendizaje y una práctica. Entre estas cualidades destacaremos:

– Objetividad: para interpretar las pruebas, hay que diferenciar muy claramente aquellos signos clí-
nicos que son objetivos y los síntomas subjetivos. Valorar los signos y síntomas que se vayan des-
cubriendo y establecer relaciones con ecuanimidad para conseguir el oportuno diagnóstico.
En ocasiones estos síntomas objetivos necesarios son escasos, de difícil interpretación o están
ausentes (puede que lo esencial sea el dialogo médico-enfermo), habrá que distinguir diagnostico
de certeza de aquellas otras ocasiones en que la seguridad es inferior.
Una de las grandes dificultades del perito es valorar a qué síntomas de los que le refiere la per-
sona reconocida atribuye una verosimilitud y cuándo por el contrario no cree que son ciertos.

– Reflexión y sentido común: para explicar los hechos de un modo sencillo y claro. Para que el peri-
to pueda referirse a los extremos de interés para el juez, y que van a tener su repercusión en la
sentencia, es imprescindible que los conozca. Asimismo el perito médico tiene que recordar que
no debe confundir el informe pericial en el que sólo se deben comentar aquellos extremos de inte-
rés, con dar una lección de medicina.

– Juicio para jerarquizar los hechos: es necesario subordinar lo secundario a lo principal. Una con-
dición imprescindible para realizar un peritaje es que este sea factible. Cuando se solicita un
informe irrealizable el perito tiene que comunicar su imposibilidad de efectuarlo. Las conclusio-
nes que se obtienen nunca tienen que sobrepasar los límites que las posibilidades de la ciencia
permiten.

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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

La función del peritaje es asesorar al Juez, para ello es importante adjuntar los elementos que se
consideren necesarios tales como: fotografías, referencias bibliográficas, etc. Como los informes
periciales no vinculan al Juez, hay que aportar el mayor número de elementos objetivos para que
así pueda basar su sentencia en el informe pericial.
El perito médico no debe nunca reproducir textualmente lo que le explican, sino realizar una valo-
ración de lo que le refieren junto con la exploración y concluir qué hechos cree el perito que son
ciertos y cuáles no.

– Prudencia: obliga no sólo en la elaboración de los dictámenes y en la formulación de las conclu-


siones sino también para aceptar únicamente peritajes en aquello en lo que se es competente.
Una vez aceptado, si surgen dificultades, puede pedirse el apoyo de otro especialista en caso de
que crea necesario.
El médico que actúa como perito no debe hacer valoraciones sobre la actuación del abogado en
su competencia ni en otros aspectos ajenos a su función.
Cuando se actúa como perito en asuntos de especial resonancia pública se precisa mayor dis-
creción hasta que haya una sentencia firme.
Siempre hay que respetar las posiciones de los otros peritos y sus argumentos, nunca utilizar des-
calificaciones de ningún tipo sino exclusivamente argumentos.

– Imparcialidad: hay que tener presente que no se es perito de las partes sino de la verdad, aun-
que en ocasiones la prueba pericial sea solicitada por una de las partes, ello no debe ser motivo
para que disminuya la imparcialidad del perito.
Es aconsejable en muchas ocasiones rechazar el conocimiento de los autos hasta después del
examen técnico, con el fin de no sugestionarse.
El perito debe resistirse a las presiones y no dar a conocer otros aspectos que los estrictamente
técnicos para los que fue propuesto. En los peritajes privados es donde con mayor cautela se debe
actuar, para no sentirse vinculado a la parte que le ha propuesto sino vinculado a la verdad.

– Veracidad: debe servir a la verdad, es otra de las obligaciones primordiales del perito. En algunas
ocasiones es habitual encontrarse con conclusiones de otros médicos que difieren sensiblemen-
te de las nuestras; en esos casos hay que explicar en términos mesurados las razones de tal dis-
conformidad. Es importante en los informes hacer referencia al margen de error que conlleva el
método utilizado
Decía ya Don Pedro Mata y Fontanet en el año 1912, que el perito debe hacer gala ante todo de dili-
gencia, entereza, moderación, franqueza, consideración, inclinación al bien y dignidad profesional.

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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

CONCEPCIONES Creer que la valoración del daño corporal consiste en buscar en un baremo las pun-
ERRÓNEAS tuaciones de las secuelas descritas en los informes de asistencia, sin tener pre-
MÁS sente que es necesaria una formación en materia pericial y en significación de la
FRECUENTES misma.

Algunos peritos médicos, propuestos por algunas de las partes, actúan de tal mane-
ra como si su obligación fuera la de defender sólo las hipótesis de quien ha solici-
tado la pericia y olvidan que su deber sigue siendo el de servir a la verdad sea quien
sea la parte que le haya propuesto.

Creer que el Juez esta obligado a aceptar las afirmaciones de los informes pericia-
les, cuando estos son unánimes.

Reproducir textualmente lo que explican las personas reconocidas, convirtiendo el


informe pericial en una testifical.

Que las conclusiones sobrepasen lo que la ciencia médica nos permite afirmar.

Confundir el informe pericial con dar una lección magistral de medicina.

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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
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SÍNTESIS En este tema intentamos que el alumno pueda familiarizarse, con aquellos concep-
tos necesarios para conocer los diferentes ámbitos de la valoración del daño cor-
poral. Hemos desarrollado también, los elementos que deben utilizarse, en las dis-
tintas evaluaciones que se realizan en medicina.

Se estudian con todo detalle los informes periciales, desde muy diferentes pers-
pectivas; sus tipos, y su utilización en los ámbitos extrajudiciales y judiciales. Como
las valoraciones que se realizan fuera del campo judicial, pueden afectar no solo a
las relaciones de los particulares con la administración, sino que en ocasiones las
dos partes afectadas son particulares.

Se desarrollan con profundidad los informes periciales en la jurisdicción Penal, Civil


y laboral.

Tratamos de manera especial los derechos y obligaciones del perito médico, sus
incapacidades, incompatibilidades, recusaciones, responsabilidad del perito y sus
honorarios.

Hemos analizado también los documentos médico-legales de mayor interés, su uti-


lización y las peculiaridades de cada uno de ellos.

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VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL
IL3 T1 CONCEPTOS BÁSICOS DE LA VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

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