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María Alejandra Orozco Jiménez-10162951

¿El CV podrá ser una opción viable para el futuro si reconoce los límites planetarios y
garantiza una reducción radical de emisiones y justa distribución y consumo de
recursos?
La política de Crecimiento Verde cuenta con una muy buena base del diagnóstico social, ambiental,
geográfico, económico y político del país. De hecho, aún hoy refleja nuestra realidad, solo que ya
hemos venido avanzando significativamente con la responsabilidad empresarial, por lo menos en la
reglamentación de la gestión ambiental de los residuos de envases y empaques de papel, cartón,
plástico, vidrio, metal; dicho plan debía estar diseñado para 2020 y que su implementación
comience para 2022-2023. Hay algunas empresas que se han adelantado y el claro ejemplo es
Alpina, la cual ha demostrado un gran compromiso con el ecodiseño en sus empaques para alcanzar
las metas de porcentajes de aprovechamiento plasmadas en la norma. Este tipo de normatividad le
apunta a que las empresas, grandes responsables de la emisión de contaminantes a la atmósfera y de
generadoras de residuos por su producción masiva, comiencen a cambiar sus procesos de
producción implementando la economía circular (reincorporando las materias primas mediante un
proceso de aprovechamiento estratégico), el ecodiseño, los sistemas de gestión ambiental (los
cuales, por el momento no son obligatorios, pero lo terminarán siendo para todos los sectores
industriales). De esta manera se logrará ir aumentando la inversión dada en tecnología moderna, de
hecho, estas inversiones también se han evidenciado gracias a nuevos organismos que las facilitan,
como lo es actualmente la agencia de emprendimiento e innovación del Gobierno Nacional, la cual
se encarga de promover la competitividad empresarial del país, apoyando especialmente iniciativas
que le apunten a un desarrollo económico sostenible. Otro ejemplo similar es el Fondo Verde para
el Clima que surgió a partir de La Estrategia Nacional de Financiamiento Climático c on el fin de
garantizar el uso estratégico de los recursos, orientando a las entidades acreditadas y a los
formuladores de proyectos a metas congruentes con la mitigación de la crisis climática.
Como vemos, todas estas acciones están muy relacionadas con el modelo de Crecimiento Verde y
por ende son la evidencia de que este tipo de políticas, específicamente está en cuestión, permiten
dar las herramientas necesarias para esclarecer la hoja de ruta que ha llevado a ser conscientes de la
finitud de nuestros recursos, lo cual no va acorde a nuestro modelo de consumo actual y por ende se
requiere lograr esa justa distribución y consumo de recursos, contemplando en este caso de análisis
a la innovación, la cual según el CV debe estar atada a la protección del medio ambiente. Al igual
que el CV afirma la necesidad ineludible de financiar la investigación en temas estratégicos,
(primordialmente en salud, biotecnología, tecnologías verdes, tecnologías de la información,
ecotecnologías, energías renovables, economía de la energía y biodiversidad). Y por último también
hace la recomendación de que las agendas de investigación se ejecuten por los centros de
investigación y universidades en alianza con las empresas, para exaltar su impacto en los mercados,
lo cual actualmente hace innpulsa, como lo explicamos anteriormente.
Se ha ido cumpliendo y seguirá siendo así y se le debe en gran parte a este modelo de CV que ha
instaurado las pautas para hacerlo.

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