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Una empresa emprendida por una sola persona ya sea natural o jurídica, que cuenta con las
características necesarias para llevar a cabo la dirección de un comercio es conocido como
empresa Unipersonal. Este tipo de empresa permite a su propietario realizar diversas
actividades de carácter mercantil, como se establece en la ley 222 del año 1995, la cual dice
que “una persona natural o jurídica puede conformar una empresa denominada como
unipersonal”. Debemos tener bien claro que luego de que una empresa unipersonal es
inscrita en el registro mercantil esta pasa a ser reconocida como una persona jurídica y por
ende como una empresa, en este caso Unipersonal por ser de un solo dueño.
Debemos tener en cuenta que existen dos formas de instituir una empresa unipersonal; la
primera es como una empresa datada de personas jurídicas o como un patrimonio
autónomo y la segunda como sociedad igualada a las otras, esto solo se diferencia en
circunstancia donde se debe tener un socio único.
Para poder inscribir una empresa unipersonal al registro mercantil la empresa debe contar
con ciertos requisitos que deben llevarse a cabo antes de que legalmente la empresa sea
tomada en cuenta, pues los requisitos más importantes son:
La razón de la empresa esta seguido por la expresión “Empresa Unipersonal” esto para que
el empresario no tenga la obligación de responder de forma ilimitada a todas las
responsabilidades de la empresa.
La razón principal por la que existen las empresas unipersonales es porque permiten a los
empresarios dirigir gran parte de sus bienes a la creación de determinados negocios,
ofreciéndoles personería jurídica y haciendo que sus responsabilidades queden limitadas a la
cantidad asignada a la nueva empresa, además de que todos estos beneficios puede el
empresario alcanzarlos sin tener la necesidad de contar con otras personas para colaborar
como si fueran socios. Otro beneficio de las empresas unipersonales es que permite a los
empresarios finalizar con una gran cantidad de sociedades ficticias o como pluralidad
aparentes.
El propietario cuenta con los elementos jurídicos necesarios a su favor para poder crear una
empresa que está respaldada por la ley.
Le permite al empresario crear una nueva personalidad jurídica para protegerse de las
responsabilidades.
El empresario podrá ejercer el comercio como persona natural aunque la empresa se declare
en quiebra, pues su nombre no estará en riesgo solo el nombre jurídico que este crea con la
nueva empresa.