Homenaje a la flor del ceibo.

Ese ceibo arracimado en flores,

nos recibe en abrazo verdirrojo, 
con la sonrisa,
  hecha cofre,

      hecha pétalo,

           hecha grana,

Desafío pelirrojo,
evoca ensueños,
fantasía de alas enjoyadas,
saben danzar en vuelo,
desparramar rubíes,
aterciopelar suelos,
convertirse en un símbolo.
 

Carmen Molinas Bonilla, noviembre de 2021

 

A la flor del ceibo

 

Voy a dormir bajo el ceibal añoso,

me han invitado sus flores ardientes,
he prometido reunirme con ellas
y como almohada usaré alguna blanca.
Un retorno a mi infancia en que llegaba
a la costa de pájaros pintados
en mi Salto oriental donde los ceibos
agradecen la frescura del río
y le lanzan bellas ternuras rojas,
que como canoítas lo navegan.
 

Acostada a sus pies, miraré luego,

Hacia sus copas de esmeralda y rubíes.
¡Qué techo protector que me seduce
con su canto de brisas y de alas!
El susurro del agua lleva flores,
que me acunan, tan solo con mirarlas!
 

Flor de ceibo apasionada y tersa.

tu recuerdo se torna acariciante.
 

Carmen Molinas Bonilla, noviembre de 2021