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A LOS HUMANOS DEL MUNDO

Presidente Duque objeta independencia judicial y la posibilidad de la verdad

Nosotras y nosotros afectados por la violencia política en Colombia, en los últimos 40


años, queremos expresar nuestra profunda preocupación ante las objeciones formuladas
por el presidente Iván Duque y su anuncio de presentar una reforma constitucional al Acto
Legislativo 01 de 2017, por ser claramente un irrespeto y una burla a los principios de
independencia de los poderes públicos y la vigencia del Estado de Derecho, y en
particular, los derechos a la paz, y los derechos de las víctimas.

La decisión del gobierno es grave pues valiéndose de su facultad de hacer objeciones


desconoció la independencia de poderes, en particular, la de la Corte Constitucional, y
pretende mostrar como inconveniente lo que en realidad es una interpretación para los
intereses de quiénes se benefician del conflicto armado y temen a las verdades.

La decisión del presidente Duque está generando un enfrentamiento institucional con el


llamado Estado de Opinión, aplaudiendo el populismo punitivo. Evitar, dilatar, entorpecer
que muchas verdades sobre los responsables de la guerra que hemos vivido, se
conozcan en la JEP y se aplique el derecho restaurador ante planes criminales
consumados es el inconfesable propósito que se encierra detrás de las objeciones.

Hoy, aunque el gobierno intente negarlo, ante ustedes y el mundo, la arquitectura y el


espíritu de la JEP pretende seguir siendo desmoronado con artilugios a la medida de
muchos de los planificadores y beneficiarios de la violencia, desconociendo que este
proceso de paz intenta enfrentar la impunidad y es el mecanismo mejor diseñado hasta
hoy para lograr que los derechos de nosotros las víctimas y la sociedad a la verdad y la
justicia sean resguardados.

Nuevamente el presidente Duque desconoció nuestro pensar y la búsqueda del bien


común de toda la sociedad sobre la base de la verdad y el respeto a los derechos de
todas las víctimas con la verdad, la reparación y las garantías de no repetición frente a las
conductas victimizantes calificadas como Crímenes de Lesa Humanidad y Crímenes de
Guerra en planes criminales. La realidad de una judicialización de todos los ex
combatientes es un imposible que solo beneficia a aquellos que quieren evitar la eficacia
del sistema transicional, asegurando de este modo el silencio y la impunidad, en
particular, de agentes de Estado que operaron para beneficiar a políticos y empresarios.

Las objeciones pretenden dejar el esclarecimiento de las conductas victimizantes en


Crímenes contra la Humanidad en cabeza de la Fiscalía General de la Nación, en donde,
pese a la contundencia de las pruebas de muchos de nuestros casos, no existe la
identificación y la sanción de los responsables. Allí las investigaciones de situaciones de
violencia sexual, de desplazamiento y despojo, son ineficaces, nulas o precarias. Y esto
para dejar de referirnos a que su máxima cabeza, el señor Néstor Humberto Martínez,
está posiblemente inmiscuido en delitos de corrupción.

Es errado lo que afirma el presidente Duque. Efectivamente, la Fiscalía sigue conociendo


de los todos los procesos hasta que la Sala de Reconocimiento de Verdad de la JEP
anuncie la presentación de la resolución de conclusiones ante el Tribunal de Paz, así
como, de otras conductas que no tengan que ver con el conflicto.
Las víctimas consideramos que contrario a lo expuesto por el presidente, la garantía de
nuestra reparación material integral debe estar en cabeza del Estado, y estamos a la
espera de la ampliación y la corrección de los déficits de la ley 1448 del 2011 como quedo
en el punto 5 del Acuerdo final de Paz.

Desde nuestros territorios estamos observando como el incumplimiento de los acuerdos


con incorporados, con los PDTS, con PNIS, están generando en una nueva dinámica de
violencia, entre ellas, el paramilitarismo de Estado. Estas objeciones parecieran
prepararnos a nueva etapa de la guerra. En nuestros territorios la violencia se recrudece,
la zozobra, el confinamiento y las graves violaciones de derechos humanos se intensifican
sin que nuestras denuncias y nuestras peticiones sean escuchadas por este gobierno.

La verdad y el derecho restaurador son la salida por lo que hemos respaldado a la


Jurisdicción Especial para la Paz y estamos esperando que continúen actuando en
derecho para enfrentar la impunidad.

Apostamos a la consolidación de la justicia restaurativa para el desmonte pleno del


paramilitarismo, los modelos económicos de despojo y el esclarecimiento de verdades
para la configuración de reales y eficaces garantías de no repetición.

Llamamos al Congreso de la República que se distancia razonablemente de la coalición


del partido de gobierno, a que en el marco de su autonomía cumplan con los derechos
constitucionales y rechacen las objeciones planteadas por el presidente.

Invitamos a todos los medios de información a profundizar sobre las posibilidades de la


justicia restaurativa y a contextualizar de manera adecuada el debate político y jurídico
ante la evidente fragmentación y polarización que está generando el gobierno.

Llamamos al ELN a ubicar la gravedad de desconocer las situaciones que vive el país en
la construcción de una nueva sociedad. Sus decisiones territoriales serán fundamentales
para abrir otro escenario distinto a la militarización de la mente de la sociedad y a la
justificación del guerrerismo.

A todos los excombatientes, de todas las fuerzas, que han sido responsables de muchas
de nuestras victimizaciones, los invitamos a mantener en su corazón las convicciones
más profundas, de afrontar el miedo y la actual situación, con la claridad que el camino de
la verdad hará real la paz y la justicia. En sus manos, de manera particular, y en nuestras
manos, está la posibilidad de un país sano, con nuevas generaciones que heredan la
posibilidad de vivir en un real Estado Socio Ambiental de Derecho.

Firman,

ADISPA como organización representativa de las 24 Comunidades de la Zona de Reserva


Campesina Perla Amazónica, (Putumayo):
Comunidad de Agualongo.
Comunidad de Bajo Cuembí.
Comunidad de Bajo Lorenzo.
Comunidad de Bajo Mansoyá.
Comunidad de Baldío.
Comunidad de Belén.
Comunidad de Bocana de Cuembí.
Comunidad de Buen Samaritano.
Comunidad de Camios.
Comunidad de Angosturas.
Comunidad de Chufiyá.
Comunidad de Comandante.
Comunidad de Frontera.
Comunidad de Guadalupe.
Comunidad de Juvenil.
Comunidad de La Alea.
Comunidad de La Española.
Comunidad de La Piña.
Comunidad de La Rosa.
Comunidad de Puerto Playa.
Comunidad de San Salvador.
Comunidad de Sevilla.
Comunidad de Toaya.
Comunidad de Zamora.

Comunidad Civil de Vida y Paz – CIVIPAZ, El Castillo, (Meta).

Comunidades Autodeterminación, Vida, Dignidad de Cacarica, CAVIDA, (Chocó).

Resguardo Sikuani de Caño Ovejas, Mapiripán, (Meta).

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