En el siguiente escrito, daré mi apreciación de las escuelas que hasta ahora hemos visto en

clases.
Principalmente me enfocaré en la escuela del funcionalismo. Esta tiene sus inicios a
finales del siglo XIX. Considera la consciencia de las personas como una corriente que está
en continuo cambio, tiene las características de ser personal (refleja las experiencias
particulares de cada uno) y continua (no puede ser dividida para su análisis).
Para los funcionalistas, las suposiciones concernientes a la mente derivaban de la teoría
de la evolución y su objetivo era conocer el funcionamiento de la mente y la conducta, en
un intento por ayudar a la adaptación del organismo con el entorno. Para ello, las
herramientas de investigación incluían todo aquello que tenía un valor informativo,
incluyendo la introspección, el estudio del comportamiento animal y el estudio de las
enfermedades mentales.
Sus atores fueron: William James, Harvey A. Carr, James Rowland Angell, John Dewey.
La escuela del estructuralismo es conocida por el estudio de los problemas que sufren las
empresas, así como el origen de los mismos. Y todo ello, basándose en pilares como la
comunicación y la autoridad. La escuela estructuralista, por tanto, es una escuela que
centra su estudio en una determinada rama de las ciencias económicas: la Economía de la
empresa. En este sentido, se observa que los problemas para las compañías derivan de
cuatro elementos clave que son: la comunicación, la autoridad, la estructura de
comportamiento y la estructura de formalización. Por tanto, esta corriente de
pensamiento tiene como objetivo el estudio de los problemas que viven las empresas,
basándose en esos pilares citados previamente. En otras palabras, esta escuela combina la
economía con la psicología y la sociología. De esta forma, trata de dar respuestas con
ciencias complementarias que podrían tener relevancia en el estudio de las corporaciones.
El autor más conocido de la escuela estructuralista, es el economista y sociólogo de origen
alemán Max Weber.
La escuela de la Gestalt, proviene del movimiento de la psicología moderna, el cual se
originó en Alemania a principios del siglo XX. Max Wertheimer, Wolfgang Köhler y Kurt
Koffka, fueron los precursores de esta corriente de la psicología, en resistencia a los
principios establecidos en la psicología conductista, ellos rechazaban el establecimiento de
los estados subjetivos de la conciencia y del análisis del comportamiento de las personas
en el cual se le daba mayor importancia al entorno familiar, social y cultural.
La teoría de la Gestalt quería destacar la concepción de ser humano, desde la
representación activa en la percepción de la realidad y en la toma de decisiones, por lo
que establecen que la mente crea imágenes que son medianamente coherentes, sobre los
principios personales y su entorno, por lo que éstas imágenes no están consideradas como
simple secuencia de información, sino que ellas representan algo más para cada ser
humano.