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Universidad Nacional Mayor de San Marcos

FIGMMG
Unidad de Posgrado – Recursos Mineros
Curso: Alteraciones hidrotermales

Fluidos en los sistemas


hidrotermales

Alberto Torres
Contenido
• Introducción
• Utilización y razón del agua
• Ciclos del agua
• Fases hidratadas en el manto
• El agua en la tierra
• Los volátiles y formación de agua
• Agua de mar
• Sistemas hidrotermales y agua de mar
• Aguas superficiales
• Aguas subterráneas
• Tipos de porosidad y permeabilidad
• Actividad de las aguas subterráneas
• Fluidos hidrotermales
• El agua de las soluciones hidrotermales
• Las aguas metamórficas
• Procesos metamórficos
Introducción
• En este capítulo se presentan aspectos de la física y química del
agua que son relevantes para la comprensión básica de las
soluciones hidrotermales, sus procesos y sistemas.
• El agua es un óxido de hidrógeno, compuesto de dos átomos de H y
uno de O forman una molécula polar, lo que significa que los
átomos de H poseen una carga positiva débil y el átomo de O una
carga negativa débil y esta polaridad es extremadamente
importante porque hace que el agua sea un buen ligando para
cationes, que permiten procesos de hidratación e hidrólisis. El agua
pura se disocia según:
H2O  H+ + OH-
• El ion OH– se conoce como grupo hidroxilo, que comúnmente
ingresa a la estructura de una gran cantidad de minerales, como
anfíboles, micas y arcillas.
Utilización y razón del agua
• El agua se utiliza como un estándar para las constantes físicas, es un
poderoso solvente, que transporta y deposita sustancias, y en la que
abunda la vida. Es decir, la vida, en el sentido en que la entendemos, se
originó en el agua y recordemos esto, el agua es el componente principal
de todos los organismos vivos. La propiedad biológica ubicua es la de estar
basada en agua y esto junto con otros bioelementos, C, N, P y S es todo lo
que hay en todos los seres vivos organismos desde bacterias hasta los
humanos.
• El agua en nuestro planeta se encuentra en las tres fases de líquido, sólido
(hielo) y vapor. El agua también está, y lo que es más importante, en el
contexto de nuestro curso, como un componente químico importante de
muchos minerales, que son calificado por el adjetivo hidratado. Hay pocas
dudas de que las primeras moléculas orgánicas fueron sintetizado por
primera vez en soluciones acuosas y que la biota más primitiva
probablemente ha surgido cerca o en sitios de descargas hidrotermales.
• El agua con sus propiedades únicas como solvente y el amplio rango de
temperaturas bajo las cuales mantiene su estado líquido, la convierten en
un medio ideal para que ocurran reacciones químicas (Bada 2004).
Ciclos del agua
• El agua participa en dos ciclos principales: (1) el ciclo endógeno, que
deriva su energía del interior de la Tierra y se involucra en tectónica,
procesos ígneos y metamórficos; (2) el ciclo exógeno, que deriva más
que el 99% de su energía proviene del sol, y promueve las interacciones
entre la hidrosfera, atmósfera y geósfera (ciclos hidrológicos y
meteorológicos).
• El agua juvenil es aquella que no forma parte del ciclo exógeno. Su
existencia es difícil de probar debido a la evidente contaminación con
agua reciclada.
• La detección de agua juvenil se puede identificar en fases minerales
que se originan en las profundidades del manto y para lo cual se puede
postular una composición isotópica única (Ohtani 2005), la posibilidad
de contaminación desde la superficie, cuando descienden por las losas
de subducción, no se pueden descontar, es decir, fases minerales
hidratadas que probablemente existen en el manto, las que se
enumeran en la tabla siguiente:
Fases hidratadas en el manto
Fases hidratadas en el manto
• Ringwood (1966, 1975), quien fue pionero en el estudio de las fases
minerales en el manto, estimó que la masa de agua en el manto sería
aproximadamente tres veces la masa total de los océanos actuales. La
desgasificación del manto comenzó ni bien se formó la Tierra, con un
período temprano de desgasificación en los primeros 500 Ma, que
produce el equivalente a una masa oceánica (Schubert et al. 2001).
• La historia de la hidrosfera y la atmósfera es esencialmente el resultado de
la interacción de la actividad volcánica, impactos de asteroides,
tectonismo y el papel cada vez mayor de actividad biológica (Holland
1984, 2003).
• El agua regresa de la superficie de la Tierra al interior profundo
principalmente a través de zonas de subducción. Se estima que el agua
regresa al manto desde sedimentos pelágicos transportados a lo largo de
una losa subductora es 0,7 x 10 11 kg año – 1 y aproximadamente 8 X10 11
kg año – 1 de la corteza oceánica, por lo que la cantidad total es de
aproximadamente 8,7 x 10 11 kg año – 1 (Peacock 1990, Ohtani 2005). Los
ciclos endógenos y meteóricos profundos y superficiales del agua, se
ilustran esquemáticamente en la Figura siguiente:
Modelos de circulación de agua en
A: Circulación global (tomado de
William y Hemley 2001; Ontani 2005)

Modelos de circulación de agua en B:


Circulación de agua y otros volátiles
en sistemas de dorsal meso-oceánica
y arco volcánico; C: Ciclos de agua
endógena y meteórica. (B y C) están
modificados por Pirajno (1992) Press
y Siever (1982).
La deshidratación donde se realiza
• La Deshidratación de la subducción
en la losa a través de la
descomposición de minerales
hidratados se lleva a cabo en cuatro
regiones principales (Ohtani 2005):
• (1) manto superior con
deshidratación de minerales como
serpentina, clorita, fengita; estos
procesos de hidratación transfieren
agua a la cuña del manto por
encima de la zona de subducción
provocando el derretimiento parcial,
resultando en magmatismo de arco;
• (2) en la zona de transición con la
descomposición de Fase E y
wadsleyita;
• (3) en el manto inferior con
• descomposición de la Fase B;
• (4) en el manto profundo, a
profundidades >800 km, con
descomposición de la Fase D.
El agua en la Tierra
• El agua no es un constituyente infrecuente en los planetas exteriores
del Sistema Solar (Júpiter, Saturno, Urano y satélites respectivos),
donde es abundante como agua helada. Por el contrario, los
planetas terrestres (Mercurio, Venus, Tierra y Marte) son
comparativamente secos, donde el agua puede no estar presente
en absoluto o existe sólo en estado de vapor, o como hielo en el
subsuelo o forma una película delgada en la superficie, como es el
caso de la Tierra.
• Aunque dos tercios de la superficie de la Tierra está cubierta por
agua, que constituyen nuestros océanos, esto es solo una delgada
película porque en términos de masa planetaria representa menos
del 0.03% del total de la masa del planeta.
• En profundidad, el agua se vuelve caliente y salina; en continente el
agua de las cuencas puede contener hasta un 40% en peso de
sólidos disueltos totales (TDS) y temperaturas superiores a 100°C. Estas
aguas también se conocen como salmueras de cuenca, las que
juegan un papel muy importante en la formación de sedimentos
que alojan depósitos minerales hidrotermales.
Origen del agua
• Los planetas terrestres recién formados se calentaron posteriormente a
través de tres procesos principales: energía de impacto, compresión
gravitacional y radiactividad. Como el calor se produjo mucho más
rápidamente de lo que podía fluir hacia el espacio, el derretimiento
comenzó a tener lugar. Esta fusión inicial condujo a la diferenciación de
los cuerpos planetarios en una serie de conchas con materiales
progresivamente más ligeros hacia su superficies. En la Tierra, Al, Si, K y
Na se acumularon para formar la capa más externa (corteza) hacia la
superficie, seguida de una capa interna (manto) compuesto de silicatos
de Fe y Mg con cristales más densos.
• El hundimiento de materiales metálicos más pesados a su vez dio lugar a
la formación de una capa más interna (núcleo), que se cree que
consiste principalmente en una aleación Fe-Ni. Una consecuencia
natural del calentamiento y el derretimiento parcial es la actividad
volcánica, que es la expresión de la transferencia de calor y masa hacia
afuera y hacia la superficie. Es aquí donde tuvo lugar el proceso de
liberación de volátiles, como ocurre hoy a través de volcanes y en las
dorsales oceánicas.
Los volátiles y formación de agua
• La desgasificación de agua y volátiles, incluidos CO2, CO, H2S, H2, N2,
CH4, NH3, HF, HCl y gases nobles (He, Ar, Ne, etc.), se produjo a gran
velocidad durante el período inicial de diferenciación.
• Cuerpos planetarios con suficiente gravedad, como la Tierra y Venus, y
en menor medida Marte, fueron capaces de retener la mayoría de
estos volátiles, con la excepción de H2 y He, que escaparon al espacio.
• La desgasificación del interior de la Tierra es corroborada por estudios
de isótopos de gases nobles, en particular el anómalo enriquecimiento
del isótopo 3He detectado en las dorsales oceánicas. Los análisis de
gases nobles primordiales en rocas ígneas derivadas del manto y
xenolitos juntos con el descubrimiento de radionucleídos extintos indica
que la desgasificación catastrófica ocurrió durante los primeros 100 Ma
después de la acumulación inicial de la Tierra (Pinti 2005).
• Pinti (2005) propuso un modelo para la formación de los océanos de la Tierra
como sigue:
• El escenario está ambientado en el comienzo de la acreción de la Tierra en
aproximadamente 4.56 Ga, con segregación del núcleo y la primera
desgasificación interior entre 4.5 y 4.45 Ga. Durante este bombardeo de
asteroides, gran parte de los volátiles se habrían dispersado en la atmósfera
primitiva y algunos se han dividido en la superficie de la Tierra fundida.
Además, también calculó que alrededor del 50% del agua entregada en este
momento podría haber sido disociado en H y O a través de la acción de la
radiación ultravioleta.
• Finalmente, en el Proterozoico las formaciones de hierro de aproximadamente
2,5 Ga pueden reflejar el cambio de un océano anóxico, de pH bajo, ácido a
un océano óxico y alcalino. Este cambio estuvo acompañado de la progresiva
oxigenación atmosférica. Un anóxico y océano ácido también requeriría que
gran parte del azufre agregado a la hidrosfera en el Arcaico se habrían
eliminado como sulfuros. Como señalado por Pinti (2005) este parece ser el
caso, porque los sulfatos, como la barita y la anhidrita, solo están presentes
localmente en las rocas volcánicas arcaicas (p. ej. Van Kranendonk y Pirajno
2004; Van Kranendonk 2006), donde el SO2 reaccionó con H2O a temperaturas
inferiores a 40 ° C para producir H2S y H2SO4, sin requerir oxígeno.
Agua de mar
• La principal característica del agua de los océanos de la Tierra es su
salinidad. La salinidad se deriva en gran medida de dos fuentes: (1)
descargas hidrotermales y (2) meteorización de materiales de la
corteza continental. Evidencias terrestres como de ambientes marinos
indican que la salinidad de los primeros océanos ya se había
establecido desde la formación de los primeros grandes cuerpos de
agua hace más de 4 Ga. Por lo tanto, los océanos primitivos deben
haber contenido concentraciones significativas de Cl–, Na +, Ca2 + y
Mg2 +, siendo el catión Na + y el anión Cl– los dominantes (Holland
1984, 2003).
• El agua de mar también contiene gases en solución (O2, N2, CO2, Ar,
H2S) así como una gran cantidad de otros elementos, incluidos Li, C,
Al, Si, P, Ti, V, Mn, Fe, Co, Ni, Cu, Zn, As, Se, Rb, Mo, I y Ba (Nightingale y
Liss 2003). Elementos como Au, Ag, Hg, Pb y U están presentes en
cantidades incluso menores que el carbonato y el sulfuro. El H2S
puede ser localmente abundante, especialmente en aguas
estancados ricas en orgánicos (por ej.: el Mar Negro) y en las dorsales
oceánicas y volcanes submarinos, donde la emisión de gas de los
respiraderos hidrotermales del fondo marino es común.
Sistemas hidrotermales y agua de mar

• El agua de mar puede ser un componente importante de los


sistemas hidrotermales, como aquellos que ocurren a lo largo de las
dorsales oceánicas, cuencas de arco posterior, en cuencas de rift,
en mesetas oceánicas y volcanes submarinos. En calderas
volcánicas en entornos de arco posterior forman depósitos de
sulfuros masivos alojados en un volcán (VHMS), mientras que las
exhalaciones hidrotermales en el fondo marino de las cuencas de rift
forman sulfuro sedimentario alojado en depósitos (SEDEX).
• Las chimeneas y los montículos de sulfuro en las dorsales oceánicas
son impulsados casi en su totalidad por la circulación del agua de
mar.
Aguas superficiales
• Aguas meteorológicas o terrestres, aunque son componentes menores
de la hidrosfera, son importantes porque son responsables de la mayor
parte del desgaste, la erosión y transporte de material de las masas
terrestres. El ciclo hidrológico del océano a la atmósfera, a la tierra y de
regreso al océano nos ayuda a entender este proceso. Se estima que el
agua meteórica transporta unos 27,4 x 10 14 g de materia disuelta al año.
• En comparación con el agua de mar, el agua de lluvia tiene una fuerte
acción de lixiviación en rocas debido a su baja concentración de sal y
mayor contenido de CO2, especialmente donde las lluvias abundantes
están cargadas con mucha materia orgánica. En consecuencia, los
carbonatos son dominantes en las aguas fluviales y más que los sulfatos y
cloruros, aunque estos últimos tienden a prevalecer en regiones áridas.
• La salinidad promedio del agua del río es de aproximadamente 100
ppm. En la tabla 1.4 se da la composición media de sólidos disueltos en
agua de río. La cantidad de sólidos disueltos transportados por los ríos
anualmente es sólo una pequeña fracción de la masa total de sólidos
contenidos en el mar (49,5 x 10 21 g). El catión Ca2+ y el anión HCO3- son
los iones dominante en las aguas del río.
Composición media de sólidos disueltos
en agua de río
Aguas subterráneas
• Al llegar a la superficie de nuestro planeta, el agua de lluvia o la
nieve y el hielo se derriten, parte cuesta abajo para formar o
alimentar arroyos y ríos y finalmente se descarga en el mar, parte se
evapora y se devuelve a la atmósfera, parte es absorbida por la
vegetación.
• El resto se filtra a través de los suelos hacia el lecho de roca para
formar agua subterránea o agua freática.
• El agua subterránea puede penetrar profundamente en el subsuelo y
viajar por distancias considerables, especialmente si es impulsado
por la gravedad y por pendientes topográficas empinadas.
Características del agua subterránea
• La percolación y retención del agua subterránea depende de la
porosidad y permeabilidad. La permeabilidad es la propiedad que
permite el paso de un fluido a través de los espacios porosos
interconectados en una roca, sin desplazamiento de las partículas
de la roca.
• La permeabilidad se mide en darcy, que es la tasa de flujo de un
fluido que pasa a través de un cm2 por la longitud de 1 cm en un
segundo (coeficiente de permeabilidad k = cm / s).
• La porosidad es la suma total de los espacios disponibles entre las
partículas o granos y se expresa como un porcentaje (coeficiente de
porosidad n) del volumen total de la roca. La porosidad puede ser
primaria si es una reliquia del depósito, tal que el espacio entre
granos no se eliminó completamente por compactación o cambios
químicos posteriores, o secundaria cuando hay disolución parcial en
los márgenes de los granos, fracturas o cambios químicos.
Tipos de porosidad y permeabilidad en
rocas sedimentarias

• (A) arenisca bien clasificada con alta permeabilidad; (B) arenisca


mal clasificada con baja permeabilidad; (C) arenisca bien
clasificada con clastos porosos, la permeabilidad es muy alta; (D)
arenisca bien clasificada con material de cementación intersticial,
mala permeabilidad; (E) y (F) rocas carbonatadas fracturadas, la
permeabilidad es alta (tomado de Desio 1959)
Tipos de permeabilidad
• Cathles y Adams (2005) distinguieron dos tipos de permeabilidad:
intrínseca y dinámico.
• La permeabilidad intrínseca se define por la propiedad del medio en
temperatura y presión estándar.
• La permeabilidad dinámica es aquella en la cual el medio puede
estar bajo condiciones no estándar.
• Ejemplo del primero es proporcionada por arenas de cuarzo y
arenisca, que están compuestas por granos de cuarzo y feldespato,
y su permeabilidad disminuye con proporciones crecientes de
feldespatos y fragmentos de roca.
• Ejemplo del segundo caso, es la contracción térmica en los
márgenes de una intrusión ígnea, esto inducirá una fractura que
aumentará la permeabilidad. En cuencas sedimentarias la
permeabilidad se controla dinámicamente, por ejemplo, donde las
presiones de poros fractura hidráulicamente las rocas, o donde hay
expansión térmica y cambios positivos de volumen a través de
reacciones químicas (Cathles y Adams 2005).
Actividad de las aguas
subterráneas
• El agua subterránea es el agua "meteórica" de los geólogos
económicos, y en las regiones de altos gradientes geotérmicos se
activará como un sistema hidrotermal meteórico que se eleva a lo
largo de fracturas o fallas. Donde llega a la superficie, esta agua se
convierte en una fuente termal. Sistemas hidrotermales meteóricos
en regiones volcánicas generalmente se calientan por magmas
subyacentes y pueden alcanzar temperaturas por encima de 350°C.
Durante su flujo ascendente se convierten en soluciones que
depositan metales y sulfuros. Donde descargan o cerca de la
superficie estas aguas se conocen como campos geotérmicos.
• Los fluidos de estos sistemas geotérmicos suelen tener pH neutro,
bajo contenido de S y salinidad.
• El flujo del agua subterránea puede ser muy importante para la
formación de algunos depósitos minerales, como epitermales,
radiactivos, entre otros.
Fluidos hidrotermales
• Un fluido hidrotermal se puede definir como una solución acuosa
caliente (50° a >500 ° C), que contienen solutos que comúnmente se
precipitan a medida que la solución cambia su propiedades en el
espacio y el tiempo. Debe señalarse desde el principio que los
términos fluido y solución se usan indistintamente, aunque fluido
sensu stricto se refiere a un fase a temperatura supercrítica en la que
ya no existe un líquido.
• En física el término fluido se refiere a una sustancia que puede fluir y,
por su propia naturaleza, se incluyen líquidos y gases, aunque
estrictamente hablando hay fluidos, como el vidrio, que se
comportan como sólidos durante períodos de tiempo
comparativamente cortos.
• Fluidos (y soluciones hidrotermales) están sujetas a variaciones de
temperatura, presión y densidad, tres parámetros muy importantes
en el estudio de los sistemas hidrotermales.
Temperatura, presión y densidad
• La temperatura en nuestro contexto es útil y debemos estar
familiarizados con la ley cero de la termodinámica y las escalas de
temperatura.
• Si un cuerpo A se siente frío en la mano y un cuerpo B idéntico se
siente caliente y estos son puesto en contacto entre sí, después de
un tiempo A y B darán la mismo sensación de temperatura; Se dice
que A y B están en equilibrio térmico.
• Esto es básicamente la ley cero de la termodinámica, que
establece: si A y B están en equilibrio térmico con un tercer cuerpo
C, entonces A y B están en equilibrio térmico juntos.
• Se utilizan tres escalas para medir temperaturas, Celsius (°C; o
centígrados), Kelvin (K) y Fahrenheit (F). Las escalas Celsius y Kelvin
tienen los mismos intervalos numéricos y
°C = K -273.15°
• Como es intuitivo, para líquidos la densidad varía poco en amplios
rangos de temperatura y presión, mientras que para los gases la
densidad es muy sensible a los cambios de temperatura y presión.
El agua de las soluciones hidrotermales
• El agua de las soluciones hidrotermales se puede derivar de los
siguientes fuentes: agua de mar, meteórica, connata, metamórfica,
juvenil o magmática.
• La mayoría de las soluciones hidrotermales son de origen mixto. Las
aguas meteóricas incluyen agua de lluvia, lago, aguas de río y aguas
subterráneas. Estas aguas pueden penetrar profundamente en la
corteza y puede calentarse y mineralizarse, adquiriendo así las
propiedades de Soluciones hidrotermales.
• La sistemática de isótopos estables indica que en regiones volcánicas,
las aguas de las fuentes termales son en gran parte, si no
exclusivamente, de origen meteórico. La corteza oceánica, dentro y
alrededor de las dorsales oceánicas, permite la penetración de agua
de mar a varios kilómetros por debajo del lecho marino. Como
resultado, el agua se calienta, se transforma en un fluido altamente
enriquecido con metales y se impulsa por convección, y
posteriormente se descarga en un campo volcánico o el fondo marino
como una fuente termal que deposita minerales.
El agua en sedimentitas
• Agua atrapada durante el depósito de sedimentos y producida durante
la diagénesis se conoce como agua connata. Se calcula que alrededor
del 20% en volumen de los sedimentos de la corteza terrestre consisten
en agua intersticial (Hanor 1979). También se conoce ampliamente que
los fluidos hidrotermales pueden desarrollarse durante la compactación
y la diagénesis, y alcanzar altas salinidades y temperaturas. Esta agua es
esencialmente agua no ligada, a la red de minerales formadores de
rocas.
• La eliminación del agua de las capas intermedias de las arcillas, el yeso y
la materia orgánica es una aspecto importante de los procesos
diagenéticos, con la liberación de importantes volúmenes de agua. Una
arcillita promedio puede producir 3.5 x 10 3 litros de agua por cada 1 m3
de material sólido depositado.
• La temperatura durante la diagénesis puede variar por debajo de 0°C
hasta 250°-300°C, pero la expulsión de agua durante los cambios
diagenéticos ocurre a temperaturas entre 90° y 120°C (Hanor 1979).
Durante la evolución de una cuenca sedimentaria, la expulsión de
fluidos tiene lugar y migran hacia arriba y hacia los márgenes. Donde se
agrega azufre de cualquier fuente (por ej.: materia orgánica), la
precipitación de sulfuros puede ocurrir en sitios favorables.
Las aguas metamórficas
• Las aguas metamórficas se derivan de la deshidratación de
minerales (agua ligada) a través del aumento de la presión y la
temperatura. La presencia de fluidos ricos en volátiles liberados
durante el metamorfismo es comúnmente aceptado, y se pueden
considerar como salmueras diluidas generalmente que contiene
H2O, CO2 y CH4.
• El pozo más profundo se perforó a una profundidad de 12 000m.
Entre 4500m y 9000m se intersecto una zona de roca metamórfica
desagregada, dentro de la cual se encontró abundante agua
caliente y altamente mineralizada. A tales profundidades, esta agua
es probable que sea de origen metamórfico liberada del agua
ligada con la formación de los minerales de las rocas. También
estaban presentes en el pozo abundantes gases como He, H2, N2,
CH4, CO2 y varios hidrocarburos, la mayoría de los cuales también se
cree que han sido liberados por profundos procesos metamórficos
(Koslovsky 1984).
Procesos metamórficos
• Es interesante tener en cuenta que la deshidratación de las rocas a gran
profundidad va acompañada de microfracturas o desagregación
hidráulica. Las temperaturas de alrededor de 180°C fueron medidos a 10
000m, mientras que las determinaciones isotópicas de azufre indican un
origen del azufre del manto.
• Además se estableció que en estas zonas profundas, los fragmentos de
roca están cementados por sulfuros de Cu, Zn, Ni, Fe y Co. Estos
descubrimientos indican que las interacciones gas-agua-roca están
activas a grandes profundidades, y que existen las condiciones para la
formación de depósitos hidrotermales de mineral totalmente
impulsados por metamorfismo.
• Los geocientíficos consideran que las aguas magmáticas son las que se
separan al enfriarse, generando un sistema magmático-hidrotermal, que
quizás sea el agente depositante de minerales más poderoso. Además
del agua, también pueden estar presentes componentes volátiles en los
magmas como: H2S, CO2, SO2, SO4-, HCl, B, F y H2. Además, el
contenido de agua de los magmas varía desde tan solo 0,2% hasta 6,5%
en peso. La presencia y abundancia de estos volátiles en un magma
está generalmente relacionado con su composición y la región de
origen de la que se originó.

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