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PARA CELEBRAR
EL VÍA CRUCIS
Ángel María Lahuerta Millas

La Cruz de cada día tenticidad, y no somos fieles. Tra-


tamos de eliminar al que piensa
Quien no cargue con su cruz, no pue-
distinto, con posturas ideológicas,
de ser discípulo mío, dice Jesús. La
o sociales. A Jesús le condenamos
suya. La Cruz por la verdad, el bien y
cuando juzgamos, condenamos o
la justicia. Son menos importantes
eliminamos, si no físicamente sí
nuestras cruces de cada día: la limita-
con el menosprecio, la falta de
ción, las dudas, la desesperanza, el
consideración, el vacío, la nega-
cansancio, la apatía, la enfermedad.
ción a otras personas. «Como si
Queremos acompañar a Jesús. Así,
hubiera muerto», «para mí ya no
viendo bien su camino hacia la Cruz.
existes».
Hasta dar la vida. Sin trampa, sin
Por haber estado cerca de los niños,
medias palabras. Acompañar para
los enfermos, las mujeres y los peca-
sentirnos dentro. Y desde dentro
dores. Por haber dicho la verdad.
contemplar, actualizar e interiorizar.
Por decir qué es la Verdad, que vie-
Su Cruz y nuestras cruces.
ne de Dios. Y que Dios es un Padre
Un acompañar preñado de esperan-
para todos, que no hace diferencias
za. En la máxima debilidad, en la
entre Sus hijos. Jesús es condenado
mayor crisis (la pérdida de la vida,
a muerte, por el poder civil y religio-
el abandono) renace la Vida. Es la
so de aquel pueblo que no sabe re-
Vida nueva, Resucitada. El Vía Crucis
conocer la Verdad.
es sementera de Vida, es Vía de Luz.
La que necesitamos y queremos que Oración: Que en cada persona que
nos ilumine. vive a nuestro lado, Señor, seamos
capaces de reconocer tu imagen. Que
1ª ESTACIÓN: nunca seamos capaces de juzgar a
nadie, antes bien, reconozcamos su
JESÚS ES CONDENADO A MUERTE valía y estemos dispuestos a defen-
En unos lugares somos seguidores derla ante cualquier condena. Por
de Jesús, en otros no. Nos falta au- Jesucristo, nuestro Señor.
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2ª ESTACIÓN: 3ª ESTACIÓN:
JESÚS CARGA CON LA CRUZ JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ
Cuando no pactamos con los pro- No importan las caídas. Dios nos le-
blemas ni las dificultades. No nos vanta. Cuenta la decisión, el ánimo
dejamos vencer. Luchamos contra renovado, el rehacernos. Claro que
todo dolor, la enfermedad, la falta caemos, y nos vencen cualquier du-
de trabajo, la incomprensión. Cuan- da y vacilación. Caemos, pero pode-
do crecemos como cristianos, aun- mos levantarnos. Tenemos capaci-
que todo sea desesperanza y apatía. dad, y la Fuerza del Padre. Caemos
Cuando no nos hundimos. Y busca- cuando nos atrapa la incompren-
mos resortes, en nosotros y en los sión, la comodidad, los ídolos del
demás. No renegamos de nuestras consumo. Cuando miramos a los de-
seguridades y ahora nos ayudan a más para ver que podemos sacar de
cargar la cruz. Todos los que cargan ellos, cuando prima el interés. Y de-
grandes cruces son Jesús que carga jamos a tantas personas a la intem-
con su Cruz. perie de sus problemas, cuando casi
Que vuestro sí sea sí, dice Jesús. La no cuentan para nosotros.
fidelidad y la entrega, aunque con- Jesús cae porque todos caemos. El
lleve afrontar dolor y cruz. Jesús ca- dolor, el cansancio y el abandono
mina hacia Su Entrega. Y no renie- hacen flaquear Sus fuerzas. Cargar
ga, ni se hace a un lado. Si hay que con la Cruz es una decisión seria y
cargar con la Cruz, se carga. Si hay costosa. Exige esfuerzo total, no re-
que abajarse para aupar al caído, se blar, sin dudas. Y aun así, aun que-
abaja. Si hay que hacerse Hombre, riendo estar erguido y en camino,
se hace. La cruz no es un adorno. La Jesús cae. Si queríamos un Dios
Cruz es imagen de entrega y cohe- humano, igual a nosotros, esta es
rencia total. una buena imagen. Jesús con el pe-
so de la Cruz cae por tierra. Habrá
Oración: Que seamos capaces de otras caídas, para que lo entenda-
acoger la Cruz que conlleva seguirte mos bien.
a Ti, Señor. La cruz de la incompren-
sión, la enfermedad, la limitación. La Oración: Es humano caer, Señor. No
cruz que viene de no avergonzarnos importan las caídas, porque sabemos
de seguirte y de llamarnos cristianos, que Tú también caíste y que nos lla-
capaces de cargar con la cruz, segu- mas a levantarnos, y a seguir siempre
ros de que Tú, Señor, la llevas con adelante. Que en nuestras caídas es-
nosotros. Por Jesucristo, nuestro Se- tés siempre cerca, Señor, para levan-
ñor. tarnos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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4ª ESTACIÓN: 5ª ESTACIÓN:
JESÚS SE ENCUENTRA EL CIRINEO AYUDA A JESÚS
CON SU MADRE A LLEVAR LA CRUZ
Las madres que siempre están, espe- Vivir es convivir. Vivimos en rela-
ran y dan la vida. Que acogen, per- ción unos con otros. También para
donan y se duelen con sus hijos. En llevar la cruz, para aliviar, consolar,
la vida –aunque estén ya en el cie- curar y llorar. Es grande poder ayu-
lo– es la madre la que nos busca. dar, porque es signo de que esta-
Nunca se cansa de esperar. La Ma- mos cerca, que nos duele lo que los
dre es presencia de vida, de cariño, demás necesitan. También es gran-
de entrega, de amor sin condiciones. de que alguien nos necesite, y que
Dan vida, acompañan y guardan en acoja nuestra ayuda. Las cruces de
su corazón a cada uno de sus hijos. cada día es mejor llevarlas con los
Jesús se encuentra con Su Madre. O demás. Y llevarlas con Jesús, que
es la Madre la que se deja ver, por- es Quién lleva el peso mayor. A Je-
que nunca lo dejó solo. María ha he- sús todos le quisiéramos ayudar.
cho todo lo posible para estar cerca, Ser cirineo es lo mejor que nos pue-
para ser sentida. Nunca se puede de pasar.
abandonar a un Hijo, y menos en el Jesús nos necesita para llevar una
dolor y la soledad. Hay que ser va- carga tan grande. Ni siquiera Él es
liente, como María, para compartir capaz de hacerlo solo. Todos, y tam-
el dolor. Y Jesús descubre a María, bién Jesús, nos necesitamos. Y un
su Madre y nuestra Madre. Ella, co- hombre que venía ya cansado de su
mo todas las madres, es alivio, bál- trabajo es capaz de ayudar: está
samo, calor, lágrimas, en el camino ayudando a Jesús, al Hijo de Dios.
del Calvario. Quizá el cirineo nunca supo lo que
hacía, pero Aquel que caminaba a la
Oración: María, Madre de Misericor- Cruz no era uno cualquiera. Era un
dia, vuelve a nosotros esos tus ojos y Dios tan humano que necesitaba la
míranos con Amor y calor cuando ayuda de otro hombre.
sentimos dolor, abandono y soledad.
Dios Padre, que ha hecho en Ti, Ma- Oración: Acepta nuestra ayuda, Je-
dre María, obras grandes, nos siga sús. La ayuda que podemos darte en
mostrando a todos tus hijos Su cerca- este momento. Incluso si no es la
nía y consuelo. Por Jesucristo, nues- que más necesitas, ni la más entre-
tro Señor. gada. Aunque seamos limitados y
nos falte fuerza. Deja, Señor, que to-
da nuestra vida sea ayuda para lle-
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var tu Cruz y la de los hermanos. verónicas, ayudando y consolando,


Por Jesucristo, nuestro Señor. enjugando y limpiando el rostro de
nuestros hermanos necesitados. Por
6ª ESTACIÓN: Jesucristo, nuestro Señor.
LA VERÓNICA LIMPIA
EL ROSTRO DE JESÚS 7ª ESTACIÓN:
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ
Otra vez la ayuda: limpiar el rostro.
Que se vea la cara –espejo del al- Los mejores deseos de cambiar, de
ma–. El rostro que identifica y dife- marcarnos nuevas metas, de levan-
rencia a las personas. Rostros lim- tarnos, muchas veces no los cumpli-
pios, con ojos bien abiertos, que mos. Y volvemos a caer, porque nos
estén de pie, que puedan responder. vence de nuevo la incomprensión y
Porque somos hijos de Dios, imagen el desánimo. Y parece que todos nos
de Dios. Cada persona es imagen de apartan de sus vidas. Sin fuerzas.
Dios, pero con el rostro bien limpio. Casi es mejor mirar hacia atrás, a lo
Los rostros de los más humildes, de que ya habíamos conseguido. Qué
los más pobres, son imagen de Dios. difícil es sentir que te caes, aunque
Y a estos, a los elegidos de Dios, hay peor es sentir que nadie te ayuda.
que limpiarlos para que nada ni na- Jesús cae por segunda vez. Faltan
die oculte y ensucie su luz de hijos. las fuerzas, duele todo el cuerpo, y
Una mujer se acerca a limpiar el ros- la angustia del alma. Un Dios aban-
tro de Jesús, su sudor y sangre. Ros- donado, por el suelo. Pero Jesús es
tro de impotencia y de amargura. Dios y Hombre verdadero. Desde
Otra vez la necesidad de ayuda y el abajo, desde el suelo, se hace soli-
cariño que se expresa. De una mujer, dario y entregado a todos los caídos
de una marginada, a un Dios Hom- y abandonados, con todos los que
bre necesitado. Y en aquel lienzo sufren y cargan con su cruz de cada
quedó grabado el Rostro de Jesús, día.
porque allí quedó el esfuerzo por
traer la Salvación a los hombres. La Oración: Has venido a buscar y sal-
cercanía y delicadeza de una mujer var, Señor, a quien está caído y per-
que fue capaz de enjugar lágrimas y dido. Acoge nuestras caídas y leván-
sudor. tanos con tu Fuerza. Y ayúdanos a
ser alivio para cuantos caen a nues-
Oración: Que tengamos sentimientos tro lado, porque nunca una persona
de misericordia, Señor. Que nos deje- puede estar por el suelo ya que he-
mos conmover por toda persona que mos sido creados para vivir ergui-
sufre a nuestro lado. Y que seamos dos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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8ª ESTACIÓN: los que sufren. Danos, Jesús, Tu mira-


JESÚS CONSUELA da y ánimo, que nos hagan cercanos
A LAS MUJERES a Ti, es decir, a todos los hermanos,
capaces de consolar. Por Jesucristo,
DE JERUSALÉN
nuestro Señor.
De Jesús nos viene la luz, el ánimo
y el consuelo. Él nos guía por el ca-
mino de la vida. Con consuelo, con 9ª ESTACIÓN:
calor. ¿Quién mira a las mujeres, a
JESÚS CAE
los pobres, a los caídos? Pero no bas-
ta con mirar hacia afuera, sino mi-
POR TERCERA VEZ
rar hacia dentro, que se conmueva Más caídos que nunca. Si quedaba
nuestra vida, y estar dispuestos a algo de fuerza y de ánimo, ahora
actuar, a responder, a implicarnos ya no. Volvemos a caer, y ya ni si-
por dar dignidad y vida a los que quiera pensamos en levantarnos.
sufren. Nosotros podemos mirar, Llenos de duda y de incompren-
pero hay que dar más pasos. Y fi- sión. Todo lo que sentimos, y más
jarnos, y estar cerca. Como María y si miramos hacia adelante, es una
las mujeres de Jerusalén, recibimos verdadera cruz. Y no encontramos
el consuelo. ni cirineos ni verónicas. Pero debe-
«El día en que nadie se compadezca mos tener el coraje de levantarnos
ya de nadie será señal de que se y seguir adelante.
ahogó por completo la esperanza y ¿Qué sentiría Jesús? Caído por tierra
de que el infierno se propaga entre por tercera vez. Abandonado de las
los hombres» (Leonardo Boff). Lo de fuerzas, de la confianza, lleno de
Jesús son las entrañas de Misericor- dolor y amargura. Por los suelos.
dia. Incluso en su dolor, en medio Más tarde se sentirá abandonado
de tanto sufrimiento, mira antes a hasta de Dios Padre. En nada parece
los demás que a sí mismo. Porque quedar la verdad, el amor, el servi-
ha venido a traer Vida. Y su mirar y cio, el perdón que ha venido a traer.
consolar son Salvación. No lloréis En nada no, por los suelos.
por Mí, les dice. Acoger mi consue-
lo, mi mirada, desde el dolor y la en- Oración: Hay que levantarse una y
trega. otra vez, las veces que haga falta. Da-
nos, Señor, coraje, valentía y decisión
Oración: Queremos, Señor, recibir para levantarnos y ayudar a levan-
consuelo. Que todos estén atentos a tarse a todos los que caen a nuestro
nuestras necesidades. Pero qué lejos lado por el peso de sus cruces. Por
solemos estar cuando nos necesitan Jesucristo, nuestro Señor.
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10ª ESTACIÓN: 11ª ESTACIÓN:


JESÚS ES DESPOJADO JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ
DE SUS VESTIDURAS ¿Hasta dónde podemos llegar las
Los vestidos, que nos protegen de la personas con nuestro actuar? Están
intemperie, que nos dan «dignidad». eliminando al Hijo de Dios, claván-
A Jesús no solo le quitan la vida, y dole en un madero. Con todo, no es
hay muchas formas de ir quitando la esto lo que somos capaces de hacer.
vida. Sin defensa, sin posesión, ni Es más. Porque todos, aunque sea
seguridad. Hay muchas formas de por no defender la vida cuando po-
desnudar a las personas. Cuando demos hacerlo, clavamos a los her-
dudamos de ellas, cuando no las va- manos, que es lo mismo que clavar
loramos, cuando vaciamos lo que a Jesús. La indiferencia, el sálvese
les da calor, las estamos desnudan- quién pueda, el «este no es de los
do. Sin ningún miramiento, ni consi- nuestros», el consentir cualquier
deración, sin adornos, solo despo- afrenta y menosprecio, son formas
jando, desposeyendo con violencia. de eliminar el bien más querido de
Si Jesús viene a darnos Vida en ple- Dios: Su Hijo y Sus hijos.
nitud, qué importan sus vestiduras. Todo parece que llega a su fin. Los
Ya querían quitarle todo, y ahora soldados cumplen con su mandato,
hasta sus vestiduras, que además se pero no sabe lo que hacen. Clavan a
reparten para sacar provecho. No sa- Jesús en una Cruz, pero es uno de
bían aquellos soldados y gentes lo tantos, como todos los días. Y lo ha-
que hacían. Porque a Dios se le pue- cen con descaro, cumpliendo órde-
de despojar, pero nunca vaciar su nes de otros que ni se quieren man-
Amor y Entrega a los hombres. Je- char las manos. Jesús es un despojo,
sús es también «vestido», o sea, ca- un gusano como nos dice el Salmo,
lor, seguridad, delicadeza. Y es En- no un hombre.
trega –sin vestido, en desnudez– a
Dios y a los hombres. Oración: Tu Cruz adoramos, Señor.
De Ella nos viene la Salvación. Que
Oración: Para encontrarnos contigo, cuando veamos a las personas clava-
Señor, tenemos que despojarnos de das en su cruz de cada día por la
falsas seguridades, de egoísmo e in- amargura, la soledad y el abandono,
solidaridad. Ayúdanos, Jesús, a vivir seamos ángeles de consuelo, este-
abiertos y entregados a los hermanos mos dispuestos a servir y luchar pa-
que malviven en el desamor, despoja- ra que no crezcan las causas de la
dos de su grandeza de ser hijos de injusticia y del desamor. Por Jesu-
Dios. Por Jesucristo, nuestro Señor. cristo, nuestro Señor.
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12ª ESTACIÓN: 13ª ESTACIÓN:


JESÚS MUERE EN LA CRUZ EL DESCENDIMIENTO
Y nos quejamos de las complicacio- DE LA CRUZ
nes, de los problemas de la vida, de Aún hay algo que hacer. Aún se ne-
lo costoso que nos resulta todo. Con cesita la ayuda. Recoger, consolar,
Jesús sobran palabras y Su entrega es estar cerca del difunto y de los vivos,
total. Jesús muere por hacer posible guardar silencio, llorar. Es la Piedad,
la Verdad de Dios. La justicia, el bien, es recoger un cuerpo sin vida ni ca-
la hermandad. Una muerte que es se- lor. Cuántas personas recogen a sus
mentera de plenitud, de Vida digna y seres queridos, muertos por un acci-
dichosa para todos. En nuestras cru- dente, una enfermedad, o los mu-
ces podemos mirar la Cruz. Nuestros chos años. Cuántos hijos recogen a
pesares están clavados en la Cruz de sus padres, y cuántos padres recogen
Jesús. Todo fracaso, dolor y muerte a sus hijos. Hace falta una gran hu-
quedan en Jesús Crucificado. midad y grandeza humana, para tra-
Una Cruz sin rechazo. ¿Quién es Je- garse la impotencia y el dolor. Y por
sús? Hasta en la muerte se augura lo menos hay que estar cerca, hay
ya la Vida, es nuevo amanecer. Pare- que ayudar ahora más que nunca a
ce como si...; pero lo que ahora ve- descender de la cruz.
mos es fracaso total. Sin palabras. Jesús muerto en los brazos de Su Ma-
¿Habrá vencido la injusticia y el dre y de sus amigos. Hay que bajar-
mal? Un abandono incluso de Dios. lo de esa infamia, y lavarlo, vestirlo,
Un grito que ya no se oye. ¿Por qué, darle algo de la dignidad que otros le
Padre, me has abandonado? han quitado. Porque hasta en la muer-
te Jesús tiene dignidad. Es la Piedad.
Oración: Miramos tu Cuerpo muerto Es el mayor abandono de los hom-
en la Cruz. Señor. De ahí nos viene bres, y la mayor delicadeza de los
tu Salvación. Y se nos acaban las pa- hombres. Recoger el cuerpo muerto
labras y los ruegos. No puedes dar- de nuestros hermanos, y de Jesús.
nos más, nos lo has dado todo. Des-
de tu Cuerpo clavado nos prometes Oración: Danos, Señor, valentía para
Vida Resucitada. Con confianza te estar cerca de la cruz de nuestros
pedimos, Jesús, que en toda muerte hermanos. Y danos tu Fuerza para
nos sintamos llevados por Ti, sacia- ayudar hasta cuando todo está per-
dos de tu Semblante. Por Jesucristo, dido, cuando la muerte llega a nues-
nuestro Señor. tros seres queridos. Que también en
la muerte seamos consuelo y espe-
ranza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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14ª ESTACIÓN: Vida nueva y Resucitada. A la Vida


EL SEPULCRO VACÍO que todos estamos llamados y con-
vocados por un Dios Padre de Amor,
El sepulcro donde han puesto el que en Jesús nos llena de su Espíritu
cuerpo sin vida de Jesús está vacío. de Fuerza y Resurrección.
La muerte no lo ha podido retener.
Era verdad todo lo que había dicho.
Que viviría siempre con nosotros, y Oración: En Ti, Jesús, vivimos, nos
no nos dejaría solos. Esta es nuestra movemos y existimos. Tú eres la Vida
fe, la fe de la Iglesia que hemos reci- Resucitada que llega a todas las per-
bido de nuestros padres y de nuestra sonas. Tú eres la plenitud de nuestra
Madre la Iglesia. Y esto hay que vida. Que tu Luz Resucitada nos ha-
anunciarlo y llevarlo a todo el mun- ga ver siempre la Luz. Y que nunca
do. Porque es la noticia de la histo- haya duda, sino Presencia, Palabra
ria. Ir a anunciarlo a los hermanos, plena que se ha hecho realidad y que
les dice Jesús resucitado. Anunciar nosotros, como cristianos, tenemos
que nada puede la muerte cuando se que anunciar y llevar a los hermanos.
la juega con la Vida. Y que sí hay Por Jesucristo, nuestro Señor.

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