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IMPORTANCIA DE LA PSICOLÓGIA EN LA ECOLOGÍA HUMANA.

La psicología ambiental estudia la interrelación que surge entre el ser humano y el

ambiente; de cómo influye el ambiente en el comportamiento de las personas y al mismo

tiempo en relación dinámica de cómo los humanos interactuamos y modificamos el

ambiente. En esta dinámica se conocen una serie de variables psicológicas, por citar

algunas, las emociones, las creencias, los valores, las actitudes, y las conductas

proambientales. En específico, el área de la psicología para la conservación de la naturaleza

o psicología para el desarrollo sostenible (o sustentable) dedica gran parte a la comprensión

de cómo los seres humanos podemos contribuir a mitigar el daño ambiental, adoptando

voluntariamente, nuevos estilos de vida sustentables, cambiando actitudes a favor del

cuidado ambiental y teniendo nuevas conductas que disminuyan el impacto negativo de

nuestra actividad humana actual sobre la naturaleza y el entorno inmediato en el que

vivimos. (Bethelmy, 2015).

Es relevante como el ser humano descubre y organiza lo que siente al estar frente al

ambiente natural; éste busca interpretar significados entre el espacio o entorno donde

habita, es por esto que la psicología ambiental indaga sobre la relación del hombre, como

el espacio tiene influencia en el comportamiento del mismo. Cierto es que en Psicología ha

dominado cierto enfoque epistemológico que ha priorizado el estudio del

comportamiento de manera aislada e individual.

A finales del milenio, Amos Rapoport (1997) emplazaba a buscar formulaciones

más generales en las teorías sobre el diseño ambiental, indagando en otras conexiones

laterales (otras disciplinas) mediante modelos sistémicos, para estudiar las relaciones

1
ambiente-comportamiento. Este autor estadounidense, nacido en Varsovia, es considerado

uno de los fundadores de lo que el mismo apremiaba a convertir en una nueva disciplina —

sin obviar muchos de sus problemas. Nos referimos a los Estudios Ambiente-

Comportamiento, inexacta traducción del Environment Behavior Studies (EBS) y que

constituye otra de las etiquetas aplicada al estudio de la interacción con los entornos.

En torno a la causalidad y las formas de contemplar el cambio y la estabilidad —

siguiendo lo apuntado por Altman (1997) —, David Uzzell y Nora Rätzel (2009)

reivindican el enfoque transaccionalista para abordar la máxima asumida por todos los

psicólogos ambientales, es decir, la idea que personas y entornos se hallan vinculados de

forma mutua y compleja y que deben abordarse conjuntamente. Para Uzzell y Rätzel, lo

sorprendente es la escasa evidencia de que el enfoque transaccionalista haya sido entendido

y operacionalizado, a pesar de ser una aproximación verdaderamente pertinente para la

Psicología Ambiental.

Esta apreciación es confirmada por el propio Gifford, de manera bastante gráfica, al

decir que “[el enfoque transaccional] es raramente utilizado, al menos en los estudios que

han pasado por mi mesa, como editor [del JEP]” (Gifford, 2009, p. 388).

Para los autores, Uzzell y Rätzel (2009), la Psicología Ambiental debería priorizar

el estudio de la reciprocidad entre personas y entornos y las formas en que ambas

reproducen, mutuamente, las condiciones materiales para su existencia, aportando el

ejemplo de la sostenibilidad. Lo que podemos considerar como parte de la agenda temática

y metodológica de la Psicología Ambiental actual, para los dos autores, una psicología

ambiental “transformadora” debería poner el acento en las relaciones de producción y

2
consumo, las relaciones sociales y políticas en las que se forman valores, actitudes y

comportamientos, y las insostenibles formas de vida y de trabajo, además de los entornos

producidos y reproducidos (Uzzell y Rätzel, 2009, p. 340).

Del periplo realizado a partir de significadas aportaciones de la Psicología

Ambiental y/o de los Estudios Ambiente-Comportamiento, queremos subrayar algunas de

las tensiones observadas en torno a la interdisciplinariedad, asumida de manera amplia

como característica del campo de estudio o disciplina.

Consolidando los aportes de algunos autores se puede afirmar, que la psicología

Ambiental juega un papel importante en la ecología humana, es notable que en el desarrollo

personal no solo influyen factores biológicos, sociales o culturales también lo determinan

los espacios en el que nos criamos; dependiendo del lugar en que una persona habita es su

comportamiento, trascienden en nuestro comportamiento psicológico y estado emocional,

es decir, los espacios transmiten efectos negativos o positivos en el ser humano.

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