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El Silicio Orgánico y La Salud Cardiovascular
El Silicio Orgánico y La Salud Cardiovascular
CARDIOVASCULAR
IMPORTANCIA DEL SILICIO EN EL SISTEMA CARDIOVASCULAR
Dos elementos críticos determinan la calidad de nuestras arterias: su flexibilidad y su luz. El
silicio juega un papel fundamental en cuanto a la flexibilidad de las paredes arteriales que son
de hecho, uno de los tejidos del cuerpo que presenta mayor concentración de silicio orgánico,
siendo la aorta nuestro órgano más rico en silicio.
Este es uno de los campos más interesantes de aplicación del silicio. Podríamos decir que el
silicio es el gran olvidado de la salud cardiovascular. En esta área de la salud el silicio actúa a
tres niveles:
El deterioro de las fibras elásticas de las arterias está determinado por la pérdida de
silicio.
El nivel de silicio de las arterias decae con la edad: las arterias de los niños presentan 4
veces más silicio que las de personas de edad avanzada.
El proceso de la formación de las placas de colesterol corre paralelo con la pérdida de
silicio: Las placas de colesterol indican carencia de silicio en las arterias.
La pérdida de silicio hace que las fibras elásticas se fragilicen y se fragmenten,
favoreciendo su permeabilidad a los lípidos.
Este empobrecimiento de las fibras elásticas antecede a los depósitos de grasas y de
calcio en las paredes arteriales.
En general las concentraciones de silicio en arterias jóvenes son mayores respecto a las
viejas y esclerosadas. El nivel de silicio en relación a las arterias disminuye con los años y el
estado de las mismas. El descenso fisiológico de la tasa de silicio en la edad va ligado a
una pérdida de elasticidad vascular.
1. Daño de las paredes internas de las arterias causado por oxidación (radicales libres).
2. A causa del daño por oxidación las arterias se hacen más permeables y se posibilita el
depósito de grasas en las áreas dañadas, al mismo tiempo se genera la formación de
tejido cicatricial.
3. Depósito de calcio en las placas, lo cual lleva a su endurecimiento.
Los estudios clásicos al respecto son los de Loeper (citado por Pometan 1978). Loeper
demostró que el silicio se concentra de manera especial en las paredes de los vasos
sanguíneos y sobre todo de la aorta, y les confiere la elasticidad. Además comprobó que
el contenido de silicio decae con el proceso de formación del ateroma. Loeper también
observó que el silicio tiene un papel protector sobre la pared arterial. En estudios con
conejos demostró que la formación de las placas de ateroma pasa de 80% en animales no
tratados a sólo 25% en los animales tratados con silicio orgánico. Esta acción se debe al
papel protector del silicio sobre la pared arterial.
PAPEL ANTICOLESTEROL
El silicio orgánico contribuye a la salud cardiovascular al disminuir los niveles de colesterol y la
hipertensión arterial. En estudios realizados por Pometan (1978) con animales y
posteriormente corroborado en humanos, se ha observado que el silicio orgánico produce
una reducción de los niveles de colesterol en la sangre, hígado y aorta.
Mediante compresas sobre el hígado y toma oral se logran resultados muy positivos contra el
colesterol: en un estudio con centenas de casos los niveles bajaron de 3,5 a 2 g/lit. en 30 días.
La mayoría de las personas que comienzan la suplementación con silicio orgánico suelen
tardar relativamente poco tiempo en lograr una disminución del nivel de colesterol y los
demás factores de riesgo en la sangre. Se reduce la velocidad con la que el hígado produce
colesterol y otros factores de riesgo secundarios y, por tanto, reduce los niveles que estos
factores de riesgo alcanzan en la sangre.
Hace años que ya se empezó a estudiar el silicio orgánico en la hipertensión; fueron varios
estudios en humanos los que mostraron que en el curso de 4 o 5 días la presión arterial se
normalizaba. Numerosos estudios complementarios (Pometan 1978) han demostrado el
efecto antihipertensivo del silicio orgánico.
RESUMEN:
El silicio, ¿un elemento beneficioso para huesos, cerebro y vasos sanguíneos? Nutrition Today,
Agosto de 1993 por Carol D. Seaborn y Forrest H. Nielsen
Desde hace años hemos hecho investigaciones que indican que el silicio es esencial para
formar o mantener huesos sanos y normales, cerebro y vasos sanguíneos sanos y su ausencia
puede ser un motivo desencadenante de algunas enfermedades relacionadas con estos
tejidos. Este elemento merece más atención por parte de la comunidad clínica y científica.
Muchos estudios confirman el papel importante del silicio en prevenir enfermedades crónicas
ligadas a la edad. Sorprendentemente estos informes han sido ignorados o considerados de
menor importancia por los profesionales clínicos. Durante 20 años la batalla en devolver la
importancia que se merece al silicio ha sido liderada por la Dra. Edith Carlisle. Recientemente
decidí unirme a la lucha.
Desde hace mucho tiempo se ha creído que el silicio era susceptible de mantener la salud en
los humanos. Luis Pasteur predijo que el silicio se convertiría en un elemento químico con
propiedades terapéuticas para muchos problemas relacionados con la salud. Desde hace
tiempo se han registrado muchos éxitos terapéuticos en numerosas patologías, incluida la
aterosclerosis, hipertensión, dermatitis, etc. con derivados orgánicos del silicio.
El silicio tiene propiedades que hacen de él un posible elemento estructural o de enlace en los
organismos vivos.
1. El silicio influye en la formación del hueso y de los cartílagos.
2. Influye en la salud cardiovascular
3. Influye en la salud de cerebro
En tejido óseo in Vitro se requiere silicio para una actividad máxima de la enzima
prolilhidroxilasa. (La prolilhidroxilasa es una enzima intracelular requerida para la síntesis y
formación de los 20 tipos de colágeno conocidos. Trabaja dentro de la célula modificando las
cadenas polipeptídicas para permitir formar estructuras de triple hélice. La prolilhidroxilasa
forma la hidroxiprolina y permite conformar la triple hélice del colágeno y su carencia indica
formación de fibrosis).
Basándonos en evidencia sustancial acumulada hasta la fecha, no hay duda de que la carencia
de silicio afecta a la salud ósea. Ya que el silicio afecta a la composición del cartílago,
incluyendo el cartílago articular, una insuficiente absorción de silicio puede llevar a problemas
articulares como la osteoartritis.
En 1974 Carlisle constató que un aporte insuficiente de este elemento puede contribuir a
causar aterosclerosis e hipertensión, además de problemas óseos y al proceso de
envejecimiento ya que los vasos sanguíneos contienen glicosaminoglicanos y colágeno, que se
ven afectados por una insuficiente ingesta de silicio. No es sorprendente que el silicio haya
sido relacionado con el mantenimiento de unos vasos sanguíneos sanos y en la prevención de
la arteriosclerosis, aspecto este ya descrito en fecha tan temprana como 1911, confirmado
desde 1965.
Investigadores franceses han informado que el contenido de silicio en una aorta normal
decrece con la edad y que la concentración de silicio en la pared arterial decrece con el
El efecto benéfico del silicio en prevención del ateroma se produce al asegurar la integridad
de las fibras elásticas y así la impermeabilidad de la pared arterial a la infiltración lipídica y al
depósito de calcio.
Importancia en el cerebro
Por otra parte el silicio se necesita para prevenir cambios perjudiciales en el cerebro,
especialmente en condiciones de bajo aporte de calcio, alto aporte de aluminio y/o
inadecuado funcionamiento de la tiroides. De esta manera la ingesta de silicio puede ser de
importancia en algunos procesos de envejecimiento y de enfermedad que afectan al cerebro.
Absorción
La forma del silicio alimentario determina su idónea absorción y biodisponibilidad. En un
estudio, los humanos absorbían solo el 1% de una dosis de un silicato mientras que de un
compuesto de metilsilanotriol el 70% era absorbido.
Incide en el hecho de que a pesar de que es fundamental para el ser humano, el problema es
su absorción y biodisponibilidad: el envejecimiento y un nivel bajo de estrógenos disminuyen
su absorción.
El refinado de los alimentos disminuye su contenido en silicio. La mayor parte del silicio
presente en alimentos no se asimila y que las fuentes de silicio son granos sin refinar con alto
contenido en fibras, cereales y tubérculos.
Conclusión
El contenido del silicio en dietas humanas puede fácilmente ser más bajo de lo recomendable
(alimentos de productos refinados y de origen animal). Los problemas en animales a causa de
la privación del silicio empeoran en ciertas condiciones de falta de calcio, exceso de aluminio
o nivel bajo de estrógenos. Como estos factores de empeoramiento son encontrados con
mucha frecuencia en los seres humanos (como calcio dietético bajo, aluminio dietético alto y
el estado bajo de estrógenos, menopausia), entonces no sorprende encontrar condiciones
patológicas causadas por la privación del silicio. Así, el silicio se debe considerar un elemento
químico importante para los seres humanos.