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DEDICATORIA

Dedicamos este trabajo principalmente a Dios, por

habernos dado la vida y permitirnos llegar hasta

este momento tan importante de nuestra formación

profesional. A nuestros padres con todo cariño y

amor por ser las personas que hicieron todo en

la vida para que pudiéramos lograr nuestros

objetivos, motivarnos constantemente y por

hacernos una persona con buenos sentimientos,

hábitos y valores.

Al Docente. JUAN RUBEN RODRIGUEZ CALDERON

por su valiosa guía en la realización

de esta investigación.
ÍNDICE

TITULO: FIDEICOMISO
INTRODUCCION

l fideicomiso (fiducia significa "fe, confianza", etc.) es una figura jurídica


que permite aislar bienes, flujos de fondos, negocios, derechos, etc. en un
patrimonio independiente y separado con diferentes finalidades. Es un
instrumento de uso muy extendido en el mundo. Su correlato anglosajón es
el trust y cuenta con antiguas raíces en el derecho romano.
En nuestro país se perfecciona a través de un contrato y está regulado por la
Ley N.º 26702
Existe fideicomiso cuando en un contrato una persona le transmite la
propiedad de determinados bienes a otra, en donde esta última la ejerce en
beneficio de quien se designe en el contrato, hasta que se cumpla un plazo
o condición.
El fiduciario, quien maneja los bienes, deberá actuar con la prudencia y
diligencia del buen hombre de negocios, sobre la base de la confianza
depositada en él, en defensa de los bienes fideicomitidos (ya que se
comporta como el nuevo "propietario") y los objetivos del fideicomiso. Si
no es así, el fiduciante o el beneficiario pueden exigir la retribución por los
daños y perjuicios causados.
El fideicomiso no es el único instituto que permite llevar adelante un
negocio, simplemente cuenta con ciertas ventajas por las cuales merece ser
evaluado.
En esencia, la utilización de la figura "fideicomiso" permite al inversor
invertir su capital en un negocio que será manejado por un experto que
actúa con la prudencia y diligencia del buen hombre de negocios. Se
propone como instrumento jurídico, puesto que es consistente con los
principios de confianza con los que muchos negocios se llevan a cabo
desde hace décadas.
El fideicomiso no asegura rendimientos, sino que asegura experiencia,
diligencia y honestidad en el manejo del negocio. Los intentos de empujar
la figura del fideicomiso como la panacea de los negocios, son maltratos
peligrosos que pueden condicionar la utilización de una herramienta útil.
Teniendo en cuenta la ausencia de sistema financiero y la imposibilidad de
las empresas de conseguir financiamiento formal e informal, se presenta
oportuno evaluar al fideicomiso como un mecanismo que permita
formalizar los negocios existentes y ampliarlo a inversores que antes no
participaban.

I. ORIGEN
El origen del fideicomiso moderno se encuentra en la fiducia
o fidecommissum del Derecho romano, una institución creada en el marco
del derecho sucesorio y al amparo de una pieza clave del modelo, la
relación de confianza. Así, el fideicomitente encargaba al fiduciario la
entrega de un patrimonio hereditario concreto a una persona, esto es, al
fideicomisario. Para constituir un fideicomiso no existió, en principio,
requisito alguno de forma: bastaba la voluntad del fideicomitente y la
aceptación del fiduciario. Si la relación de confianza se quebraba, el
fideicomitente podía revocar el fideicomiso en cualquier momento. Como
inconveniente, si el fiduciario hacía mal uso sobre el patrimonio, resultaba
muy difícil a las partes reclamar. Con la llegada del Imperio, se trató de
solventar este último problema creando una jurisdicción especial de
pretores fideicomisarios encargados de velar por el cumplimiento preciso
de la voluntad de los fideicomitentes. Con el tiempo, la figura del
fideicomiso decayó y prácticamente se asimiló a los legados, aunque los
fideicomisos siguieron ajenos al testamento, mientras que el legado debía
constar en él.
II. CONEPTO
El fideicomiso es una figura contractual de naturaleza mercantil, que carece
de personalidad jurídica y por medio del cual una persona propietaria
legítima de ciertos bines, denominada fideicomitente, entrega la propiedad
de los mismos a una institución autorizada para operar como fiduciaria, con
la finalidad de que disponga de ellos o los administre a través de actos y
fines lícitos, en beneficio de una tercera persona con capacidad para
recibirlos, a la cual se le denomina fideicomisario.
III. PARTES QUE INTERVIENEN EN UN CONTRATO DE
FIDEICOMISO

 Fiduciante o fideicomitente: Es quien constituye el fideicomiso,


transmitiendo la propiedad del bien o de los bienes al fiduciario para
que cumpla la finalidad específica del fideicomiso.
 Fiduciario: Persona de confianza a cuya buena fe la fiduciante
encomienda algún encargo reservado constituido en bienes, para
administrarlos y dar cumplimiento a la finalidad encomendada.
 Beneficiario: Es aquel en cuyo favor se ejerce la administración de
los bienes fideicomitidos. Puede ser una persona física o jurídica que
puede no existir al tiempo del contrato o testamento, siempre que
consten los datos que permitan su individualización futura. Se puede
designar más de un beneficiario y beneficiarios sustitutos. Si el
beneficiario no llegara a existir, no acepta, o renuncia, el beneficiario
será el fideicomisario y en defecto de este será el fiduciante.
 Fideicomisario: Es quien recibe los bienes fideicomitidos una vez
extinguido el fideicomiso por cumplimiento del plazo o la condición.
Este sujeto no aparece en todas las regulaciones referidas al
fideicomiso y será en definitiva quien reciba para sí los bienes en
última instancia, una vez concluido el fideicomiso, es decir, una
suerte de beneficiario final

IV. SUJETOS QUE INTEGRAN UN CONTRATO DE


FIDEICOMISO
a) Partes necesarias:
 El fiduciante: que es quien transmite los bienes.
 El fiduciario: es quien recibe y adquiere los bienes en
propiedad fiduciaria.

b) Terceros interesados
 El beneficiario: es quien recibe los beneficios del
fideicomiso.
 El fideicomisario: es el destinatario final de los bienes
fideicomitidos.

V. ¿PARA QUE SIRVE EL FIDEICOMISO?


El fideicomiso sirve de marco y sustento jurídico para la
asignación de beneficios económicos derivados de la propiedad
de ciertos bienes, conforme a la voluntad de su dueño y con
efectos hacia el futuro. Es un modo de disposición de la
propiedad que "ata" los bienes a un destino determinado, en
interés de personas distintas de aquella que recibe la propiedad.
Su interés práctico deriva precisamente de tres atributos: Los
bienes en cuestión son enajenados por su dueño, quien los
transfiere "a título fiduciario". No es lo mismo que la transmisión
de la propiedad a título oneroso o gratuito, pero se trata de un acto
de disposición del titular. La transferencia "a título fiduciario"
rodea a los bienes de inmunidad respecto de los acreedores de
quien los recibe, así como de los acreedores del dueño original y
de los destinatarios finales de los bienes. Los bienes quedan
amparados por un régimen de administración conforme a su
naturaleza y al destino previsto. El fideicomiso sirve para
instrumentar donaciones en vida del instituyente y también para
establecer disposiciones de última voluntad o a instituciones de
beneficencia y entidades de bien público que aprovechan el
beneficio para su objeto específico. El fideicomiso sirve para
articular las relaciones de índole comercial que deseen crear entre
sí, el dueño original de los bienes y sus contrapartes en un
negocio, el fideicomiso cobija con igual facilidad tanto
operaciones individuales promovidas por empresas constructoras
de edificios y viviendas, como grandes fondos de inversión con
multitud de participantes. El contrato de fideicomiso puede ser
esquematizado como un triángulo equilátero donde la base es la
relación entre el dueño de los bienes (fiduciante) y las personas a
las cuales ha elegido como destinatarias de los mismos
(beneficiarios).

existen cuatro factores que explican el desarrollo del


fideicomiso:

i. Enfoque comercial de la figura: Una figura que en


sus fundamentos conceptuales se presenta como un
contrato de naturaleza jurídica, trasciende esta
disciplina para convertirse en un negocio comercial y
especialmente un negocio bancario en razón de la
importancia que los bancos le han otorgado al mismo
como fuente generadora de negocios. Lo anterior
significa que se ha puesto el Fideicomiso al servicio
de los clientes de los bancos para que estos puedan
realizar nuevos negocios valiéndose de las ventajas y
versatilidad que ofrece.
ii. Finalidad por cumplir: El segundo factor es que todo
fideicomiso tiene implícita necesariamente una
finalidad, esto es, que todo fideicomiso se realiza por
algo y para algo. En un mundo donde tantas cosas se
inician y no todas llegan a su término, creer que un
negocio que se ha propuesto se lleve a cabo de la
manera más fiel como se le ha encargado a un
fiduciario, es una garantía que en vez de limitar las
posibilidades de su desarrollo, lo estimula y le da un
impulso renovador.
iii. Patrimonio autónomo: La conformación de un
patrimonio autónomo o de afectación constituye uno
de los elementos más sobresalientes del fideicomiso,
que permite que los recursos puestos en fideicomiso
no se confundan contable ni jurídicamente con los
del propio fiduciario, ni aun con otros recursos
fideicomitidos que este pudiera tener bajo su
administración. El establecimiento de tantos
patrimonios autónomos como fideicomisos
administrados por un fiduciario, rompe con el
principio clásico del derecho civil referente a «una
persona, un patrimonio» y da la posibilidad de que
con estos se puedan llevar a cabo múltiples negocios.

iv. Elasticidad de la figura: Finalmente, la enorme


flexibilidad que presenta la figura del fideicomiso
permite que se puedan llevar a cabo múltiples
negocios de acuerdo con las necesidades de los
clientes.

VI. CRACTERISTICAS BASICAS

I. Bilateral. Es necesario que existan dos partes, el fiduciante y el


fiduciario.
II. Consensual. Queda perfeccionado desde el momento en que las
partes hubieran dado su consentimiento.
III. Oneroso. Salvo estipulación en contrario, el fiduciario tendrá
derecho al reembolso de los gastos y a una retribución.
IV. Confianza. Es un aspecto fundamental en este contrato. El
fiduciante deposita una total confianza en el fiduciario.
V. Formal: El contrato deberá cumplir con ciertas exigencias
establecidas en la Ley.
VI. VENTAJAS DE FIDEICOMISO

Según el tipo de fideicomiso y las cláusulas pactadas se obtienen ciertas


ventajas, a continuación, algunas que suelen aplicar a todos o a la
mayoría de los contratos de fideicomiso:

 Los bienes administrados son inembargables.


 Contabilidad y auditorías independientes.
 Puede emplearse para la realización de fines ilimitados, en tanto
estos sean lícitos.
 Elimina el proceso judicial de ejecución y con ello las demoras y los
altos costos que lo caracterizan. Garantía autoliquidable por
excelencia.
 El fiduciario puede ser limitado en sus atribuciones, debe rendir
cuentas y sus actos gozan de tutela especial.
 Permite la realización de la garantía a valores de mercado por medio
de un procedimiento ágil, extrajudicial y confiable.
 Minimiza el riesgo de los negocios porque se constituye un
patrimonio distinto al del fiduciante, fiduciario y al beneficiario,
aislando los activos transferidos fiduciariamente. De esta forma, la
quiebra del fiduciante o del fiduciario, o de los beneficiarios, no
significa la quiebra del fideicomiso, y los acreedores de cada uno de
estos no tienen acción contra el fideicomiso.
 Posibilita el desarrollo de emprendimientos más allá de sus
participantes. Al disminuir el riesgo, por constituir un patrimonio
independiente de los bienes fideicomitidos, mejora la calidad
crediticia, posibilitando la baja del costo de endeudamiento.
 Permite una mejor planificación impositiva.
 Brinda transparencia en el manejo de los fondos.
 Brinda una herramienta flexible en economías complejas.
 Evita la creación de una sociedad con un objeto específico.
 Fortalece acuerdos societarios.

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