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Delimitaciónunidades
Delimitaciónunidades
INDICE
MEMORIA
0.- PRESENTACIÓN
1.1.- INTRODUCCIÓN
La cuenca del Ebro está situada en el Noreste de la Península Ibérica. Limita con las cuencas
hidrográficas del Norte, Duero, Tajo, Júcar y Pirineo Oriental, además de las correspondientes
a la vertiente francesa.
Tiene una forma aproximadamente triangular, con una extensión de 85,550 Km2 (el 17% de la
España peninsular), cuyos lados vienen definidos por las cordilleras Cántabro-Pirenaica, Ibérica
y Costero catalana. La Cordillera Cantábrica y los Montes Vascos se consideran como una
prolongación Pirenaica.
El río Ebro recorre su cuenca a modo de bisectriz del menor de los ángulos del triángulo,
recogiendo por su margen izquierda los caudalosos afluentes pirenaicos y por su margen
derecha los afluentes ibéricos, menos abundantes y caudalosos y de carácter generalmente
torrencial.
Cabe señalar la existencia de cuencas endorreicas, entre las que destaca la de la Laguna de
Gallocanta, situada en el Sistema Ibérico entre las provincias de Zaragoza, Teruel y
Guadalajara. Otras de menor extensión aparecen en las Bardenas, Campo de Borja, Monegros,
Tierras de Belchite y Bajo Aragón.
Desde el punto de vista geológico, la cuenca del Ebro se caracteriza por el predominio de
materiales miocenos, que cubren la mayor parte de la cubeta central, estando en algunos casos
representados materiales eocenos y oligocenos.
En las cordilleras limítrofes y en las subpirenáicas existen toda clase de terrenos, con
predominio de materiales triásicos y paleozoicos en los Pirineos y en las estribaciones de la
Ibérica. También hay representaciones del Jurásico y Cretácico en las formaciones montañosas
del interior de la cuenca y en los montes Cantábricos. Los depósitos cuaternarios no son muy
abundantes; están representados fundamentalmente por los aluviales de los ríos y los
piedemontes. Los tramos carbonatados mesozoicos son los más importantes desde el punto
de vista de las aguas subterráneas ya que, además de formar importantes relieves que recogen
la mayor parte de las precipitaciones, son los principales conductores de la infiltración debido
a sus excelentes características hidrodinámicas.
Una forma de caracterizar la cuenca del Ebro desde el punto de vista hidrogeológico es a partir
de sus caracteres macroestructurales, tal y cómo se hace en la propuesta para el Proyecto de
Directrices (C.H.E., 1992).
Se pueden agrupar por un lado los acuíferos de las serranías de la margen izquierda:
Pirineos, Montes Vascos y Cordillera Cantábrica. En general, estos acuíferos tienen tipología
cárstica s.s., con circulación rápida, están muy influenciados en su régimen de descargas por
las precipitaciones y el deshielo. Tienen, en consecuencia, poca capacidad de regulación. En
muchos casos estos acuíferos presentan doble flujo, con una componente más lenta (más
inercial) responsable de los caudales de estiaje de los ríos. En otras ocasiones cuentan con un
recubrimiento detrítico que suaviza el régimen de alimentación - descarga.
Estos acuíferos se recargan a partir de las precipitaciones, bien directamente, bien por
infiltración de los deshielos y escorrentías superficiales. Las principales descargas se producen
a través de manantiales y de forma difusa a los ríos.
En el eje central de la cuenca se sitúan los acuíferos aluviales, tanto del río Ebro como de sus
principales afluentes. Estos acuíferos son de naturaleza detrítica y forman junto con los ríos
sistemas hidráulicos únicos. Su capacidad de regulación es media-alta. En general su recarga
y descarga vienen condicionadas por el nivel relativo del agua en los ríos, cambiando su
comportamiento influente o efluente en función del mismo. Esta interconexión los hace muy
vulnerables a la contaminación.
Por último quedarían los acuíferos de las serranías de la margen derecha o acuíferos ibéricos.
La descripción de sus características globales se recoge de forma sucinta y clara en el
documento citado anteriormente (CHE, 1992) y se transcribe literalmente como sigue:
" El suave plegamiento que presenta la cordillera Ibérica, muchas veces recubierta por
materiales terciarios o pliocuaternarios, ha permitido la instalación de numerosos y extensos
acuíferos, principalmente en los niveles más calcáreos. La presencia de varios niveles de
calizas carstificadas intersedimentados con paquetes margosos de baja permeabilidad les
confiere en muchos casos el carácter de acuífero multicapa.
La regulación que supone para los ríos que los drenan es alta, sobre todos los acuíferos
cársticos de flujo difuso (facies Muschelkalk, formación Imón, formación cortes de Tajuña, etc...).
Los ríos que atraviesan la cordillera Ibérica no siempre actúan como puntos de descarga de las
aguas subterráneas; algunos permanecen gran parte de su recorrido colgados con respecto al
nivel piezométrico regional, perdiendo parcial o totalmente sus aguas (Huecha, Isuela, Grío,
Huerva, Aguas Vivas, Bergantes etc...)".
A la hora de establecer una zonificación de la cuenca del Ebro desde el punto de vista
hidrogeológico, el principal criterio es de índole macroestructural. La presencia de dos grandes
accidentes tectónicos a escala regional: el frente de cabalgamiento surpirenaico y la falla
noribérica permiten discernir sin discusión tres grandes áreas: el área cántabro-pirenaica que
al sur cabalga sobre la Cuenca Terciaria del Ebro; la propia Cuenca Terciaria del Ebro; y el
Sistema Ibérico con su enlace con la cordillera Costero Catalana, donde se superponen las
directrices estructurales ibérica y costero-catalana. La subdivisión de estas tres grandes áreas
en otras más funcionales con límites naturales bien definidos, debe regirse tanto por su
funcionamiento hidráulico como por los criterios habituales de la planificación hidrológica y de
la gestión y administración del recurso; por ello los límites entre estas áreas más funcionales
vendrán marcados por cauces fluviales de carácter efluente, alineaciones impermeables
regionales y divisorias hidrográficas o hidrogeológicas.
Las tres grandes áreas quedan delimitadas en la parte interior de la cuenca del Ebro por los dos
importantes accidentes tectónicos mencionados: el Frente de Cabalgamiento Surpirenaico y la
Falla Noribérica. El primero constituye un límite hidrogeológico y macroestructural neto, bien
definido, detectado mediante cartografía y, en algunas zonas donde aparece recubierto por
sedimentos terciarios, mediante criterios complementarios geofísicos e hidrogeológicos. La
Falla Noribérica es otro límite neto y bien definido desde el río Tirón hasta el Jalón; a partir de
allí diversos cabalgamientos se van relevando hasta enlazar con la cordillera Costero Catalana.
1.2.- OBJETIVOS
El objetivo del presente trabajo es la elaboración de un documento que sirva de base para la
planificación hidrológica en materia de aguas subterráneas, de manera que sea un instrumento
eficaz para su adecuada administración y gestión. Por este motivo, el principal objetivo se centra
en una correcta definición de las unidades hidrogeológicas, estableciendo sus límites, relación
con otras unidades, relación con los ríos, áreas de recarga y descarga, y acuíferos que las
componen.
Este trabajo tiene carácter de síntesis, por ello se ha prestado especial atención a todos los
trabajos anteriores desarrollados en la cuenca del Ebro en relación con la geología e
hidrogeología, en especial a aquellos que han permitido documentar las aserciones que se
hacen y justificar los limites que se han establecido.
1.3.- ANTECEDENTES
La delimitación del territorio español (con la exclusión del archipiélago Canario) desde el punto
de vista hidrogeológico ha tenido dos marcos sucesivos. El primero de ellos es el Proyecto de
Investigación de las Aguas Subterráneas (PIAS), abordado por el Instituto Tecnológico y
Geominero de España (ITGE) entre los años 1979 y 1983. El segundo se inicia a raíz de la
promulgación de la Ley de Aguas en 1985 y toma como punto de partida el anterior.
El PIAS comienza por la "selección" de los Sistemas Acuíferos como un extracto del territorio
(y al hablar de territorio se implica al menos unos centenares de metros de profundidad) en el
que se observan condiciones adecuadas para la recarga y la existencia de acuíferos, con
independencia del resto, unicidad en la gestión, etc. La idea de Sistema Acuífero, aunque
acertada, no comprende la totalidad del territorio. Tampoco admite esta idea una definición
lógica y rigurosa, ya que en ella se aúnan regiones y formaciones geológicas de naturaleza y
cualidades diversas. De hecho, muchos de los sistemas inicialmente definidos fueron
modificados a medida que se iban conociendo. Al mismo tiempo hubo cambios de criterio en
Estas ideas, cada vez más tendentes a facilitar la gestión conjunta de todos los recursos
hídricos, encuentran una excelente oportunidad de cambio con la promulgación de la Ley de
Aguas y de los reglamentos que la desarrollan, que incluye las subterráneas en el Dominio
Público Hidráulico (Art. 2d de la Ley de Aguas (L.A.)). Así se da pie a una nueva división, con
muchas semejanzas con la anterior y que define las "unidades hidrogeológicas" (Art. 2.2 del
Reglamento de la Administración Pública del Agua (RAPA) y de la Planificación Hidrológica
(PH)), con un criterio administrador del recurso.
Unos pocos años más tarde este catálogo de unidades resulta incompleto y se van añadiendo
y mejorando otras de manera sucesiva. Las últimas unidades hidrogeológicas se han
incorporado a la propuesta del Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro. En el documento de
Directrices, previo al del Plan y aprobado en 1993, queda patente la necesidad de establecer
una nueva catalogación tanto de unidades hidrogeológicas como de acuíferos, de sus
relaciones y de las transferencias subterráneas a través del límite geográfico del ámbito del
Plan.
Los artículos 7 y 8 de la Normativa del PHCE indican que, dentro del primer horizonte de la
planificación, se debería realizar una nueva delimitación de unidades hidrogeológicas que
recogiera los avances en el conocimiento hidrogeológico y una nueva evaluación de recursos
de las mismas. También se consideró necesario delimitar unas unidades de mayor rango
territorial que las hidrogeológicas, en las que quedarían englobadas estas últimas, y que
cubrirían todo el ámbito territorial considerado en el PHCE. Para estas unidades mayores se
apuntó el nombre de Sistemas Hidrogeológicos, a pesar de ello, ahora se ha escogido el
nombre de Dominios Hidrogeológicos para evitar confusión con los antiguos Sistemas
Acuíferos que utilizó el Instituto Tecnológico y Geominero de España.
Este planteamiento se realizó como producto de una inquietud técnica, ya que en la primera
delimitación y catalogación se evidenciaban algunas deficiencias, entre las que cabe destacar
las siguientes:
1. Los límites considerados para las unidades estaban concretados en los contornos de figuras
poligonales con un reducido número de vértices. Dicha poligonal debía estar referida a hitos
de la red geodésica nacional o a otros puntos del territorio que permitiesen su identificación
de manera permanente y sin ambigüedad, determinados en coordenadas U.T.M. (Orden del
Ministerio de Obras Públicas y Transportes de 24/12/92). El resultado que se alcanzó en la
cuenca del Ebro fue que las poligonales suponían una aproximación meramente
esquemática a la cartografía geológica del afloramiento de los acuíferos que componían
cada unidad hidrogeológica, haciéndose patente la falta de correspondencia entre la traza
de la poligonal y la extensión superficial del cuerpo rocoso al que se pretendía hacer
referencia. Se prescindió además de la visión tridimensional de las estructuras geológicas
que permiten explicar la geometría de los acuíferos.
Ebro.
4. El territorio situado fuera de las unidades hidrogeológicas, es decir, fuera del ámbito limitado
por las figuras poligonales, era considerado como de baja o muy baja permeabilidad y en
él se presumía que la explotación de la escorrentía subterránea no tenía interés o éste era
meramente local. Esta gran extensión quedaba codificada uniformemente con los dígitos
“99” incluyendo todo el territorio bajo la misma consideración, aunque se reconociesen
zonas de contextos hidrogeológicos claramente diferentes. Como ejemplo de ello, estaban
igualmente catalogados los páramos terciarios de Alcubierre o Bardenas y los depósitos de
transición de los Cameros, e igualmente, las sierras meridionales del Alto Aragón, plagadas
de pequeños manantiales, se catalogaban del mismo modo que el desierto monegrino.
5. A la hora de plantear, para cada una de las unidades hidrogeológicas, normas para el
otorgamiento de autorizaciones de investigación o concesiones, referidas al caudal máximo
instantáneo por captación y otras, y a la hora de evaluar y asignar sus recursos, tareas
todas ellas atribuidas a la planificación hidrológica, es preciso conocer el funcionamiento
hidrológico de la unidad y valorar los términos de su balance. Esta labor se facilita cuando
los límites de las unidades coinciden con barreras hidrogeológicas, lo que raramente se
tuvo en cuenta en la primera delimitación. Ahora bien, los límites de las unidades, para que
éstas resulten de un tamaño conveniente, no siempre pueden ser coincidentes con cierres
geológicos bien definidos que limiten las estructuras; por ello, en la parte Normativa del
PHCE (art. 7) se reguló la creación de unas regiones de ámbito geográfico amplio que,
englobando a las unidades hidrogeológicas que estuviesen situadas en el mismo contexto
geológico, permitan su estudio como sistema cerrado para la escorrentía subterránea.
administración del agua, de contar con elementos físicos y geográficos bien delimitados y
definidos que permitan su gestión de manera inequívoca. Por otro lado, esta delimitación tiene
que obedecer a unos principios lógicos, tanto de índole administrativa como técnica, que
respondan lo más fielmente posible a la realidad. Aunar estos criterios no es siempre sencillo;
por ello en algunos casos ha sido necesario recurrir a criterios complementarios o incluso a
convencionalismos (ríos sin clara función hidrogeológica, divisorias menores, etc.) no siempre
exentos de cierto voluntarismo. La desigual información que existe entre las distintas partes del
territorio que abarca el plan hidrológico de cuenca ha influido obviamente en la precisión
alcanzada. También consideraciones de tipo práctico, como la profundidad rentable de
explotación, han dado lugar a límites que pueden tildarse de provisionales (límites abiertos en
todos los casos) y que la previsible mayor carestía de agua en el futuro puede hacer que se
amplíen por construirse pozos cada vez más profundos.
Otro peldaño en la delimitación- el único que se cita con carácter obligatorio en la normativa-
son las unidades hidrogeológicas. Constituyen por antonomasia los elementos básicos de
gestión y como tales deben quedar bien delimitados. Los criterios de delimitación, que más
adelante se exponen, no siempre son fáciles de aplicar ya que su cumplimiento estricto daría
lugar a unidades poco manejables o poco lógicas bajo un enfoque hidrogeológico. A pesar de
ello y del cuidado que se ha puesto en mantener unas dimensiones areales relativamente
equiparables, algunos resultados pueden resultar llamativos (por ejemplo la unidad de la Sierra
de Alaiz frente a los Páramos del Alto Jalón o el Alto Jiloca). En todo caso, se ha tomado como
punto de partida la predefinición que se hace en el borrador del Plan Hidrológico de la cuenca
del Ebro, que a su vez se inspira en la delimitación establecida por SGOP-ITGE.
Otras divisiones más informales que se han introducido son los sectores de una unidad
hidrogeológica y las subunidades hidrogeológicas. Ambas se establecen dentro de las
unidades hidrogeológicas y pretenden añadir información que facilite la gestión del recurso y
del Dominio Público Hidráulico.
En esta revisión se ha evitado incluir aquellos trabajos sin relación directa con los objetivos
perseguidos o sin aportación sustancial; el fichero resultante es, pues, conciso y selectivo. En
general los principales trabajos consultados son documentos básicos en hidrogeología y
planificación hidrológica: Proyecto de Investigación de las Aguas Subterráneas (PIAS), Plan
Hidrológico de la cuenca del Ebro, diversa documentación generada por el SGOP, etc., y
aquellos que recopilan información preexistente o aportan novedades en cuanto a interpretación
y generación de datos: tesis doctorales, documentos de síntesis, etc. Entre estos trabajos se
encuentra el realizado por el SGOP sobre las unidades hidrogeológicas intercuencas, que
afecta sustancialmente a este trabajo ya que tanto la delimitación de estas unidades como su
gestión corresponden al Plan Hidrológico Nacional1. En el Anejo n1 1 se adjunta el fichero
bibliográfico. Este fichero se entrega en soporte informático junto con su aplicación en el
1
Real decreto 927/1988, de 29 de Julio, por el que se aprueba el Reglamento de la Administración Pública del Agua y de la
Planificación Hidrológica. Art 4: “Cuando un acuífero subterráneo esté situado en los ámbitos territoriales de 2 o más planes
hidrológicos de cuenca, corresponderá al Plan Hidrológico Nacional asignar los recursos a cada uno de ellos.
2. Los límites deberán coincidir, siempre que sea posible, con barreras hidrogeológicas.
Tendrán prioridad las negativas sobre las positivas, y entre estas últimas aquellas que
establezcan una equipotencial constante.
Los criterios guardan un orden jerárquico, considerando el primero que sea posible. En
cualquier caso, a la hora de su aplicación práctica ha sido preciso realizar una interpretación
de los mismos, apareciendo la escala como factor relativo; por ejemplo, cuando se trata de
extender una unidad sobre un afloramiento de rocas de baja permeabilidad (criterio 3). Otro
matiz surgió en el estudio de los aluviales, que han sido incluidos en las unidades
hidrogeológicas que los sustentan cuando existe conexión hídrica entre estos acuíferos y otras
formaciones permeables de la misma unidad, mientras que se han considerado unidades
independientes cuando se apoyan directamente sobre formaciones de baja o muy baja
permeabilidad y tienen una extensión de afloramiento claramente reconocible a escala
1:200.000.
Por otro lado la aplicación práctica de los criterios antes expuestos ha propiciado nuevas
discusiones acerca de algunos aspectos. En primer lugar se deduce la necesidad de diferenciar
varios tipos de límites y la conveniencia de establecer subdivisiones en algunas unidades
hidrogeológicas. En relación con el carácter de los límites se han diferenciado cuatro tipos:
2
A este respecto ver el apartado 9 de esta Memoria
abierto, cerrado, divisoria hidrogeológica3 y divisoria móvil; las definiciones de estos términos
se recogen en el apartado 5 de esta Memoria.
En este apartado se definen algunos de los términos que se utilizan en la redacción de este
trabajo. No se pretende con ello establecer definiciones de carácter científico sino precisar el
significado de términos que pueden resultar confusos ya que aparecen profusamente en la
literatura hidrogeológica con significados y matices diferentes.
En el Art. 7.2 de la Normativa del Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro se hace referencia a
este tipo de ámbito territorial bajo el nombre de Sistemas hidrogeológicos.
Unidad hidrogeológica: Uno o varios acuíferos agrupados a efectos de conseguir una racional
y eficaz administración del agua (Art. 2.2. del RAPAPH). La definición de las unidades
hidrogeológicas se realizará en los planes hidrológicos de cuenca.
Se entiende que la agrupación se realiza siguiendo criterios hidrogeológicos, de tal manera que
los límites corresponderán con alineaciones estructurales, contactos litológicos y de
permeabilidad, o divisorias hidrogeológicas bien definidas; están delimitadas de tal manera que
3
En algunos casos en que no se dispone de información suficiente para situar la divisoria hidrogeológica, se ha supuesto que
coincide con la divisoria hidrográfica.
Acuífero: Formación geológica que contiene agua, o la ha contenido, y por la cual el agua
puede fluir (Art. 15.1 del RDPH).
Sector de una unidad hidrogeológica: Parte de una unidad hidrogeológica con características
comunes desde el punto de vista de la captación y explotación de las aguas subterráneas; en
un sector los límites a veces no están muy definidos y dependen del nivel de investigación y
explotación de la misma.
Límite abierto: Límite de una unidad hidrogeológica que no constituye una ruptura física o
barrera hidráulica neta.
Límite cerrado: Límite neto identificado físicamente con un accidente tectónico, contacto
litológico o curso fluvial efluente.
Divisoria móvil: Divisoria hidrogeológica con superficie piezométrica muy aplanada y que
puede desplazarse en una banda muy amplia en periodos de bombeo, de recarga, de aguas
La codificación del territorio se lleva a cabo con una cadena de caracteres numéricos que
incluye dos dígitos que hacen referencia al ámbito del Plan del Ebro, en nuestro caso siempre
09. Les sigue un dígito referido al Dominio Hidrogeológico y después dos dígitos para las
Unidades dentro del Dominio. De forma complementaria se catalogan los acuíferos con dos
nuevos dígitos y las Subunidades Hidrogeológicas con letras mayúsculas en orden alfabético.
Las Unidades que resultan intercuencas se catalogan con un dígito “2” como primer carácter
de su numeración; por otra parte, la zona de cada Dominio que queda fuera de los recintos de
las Unidades ostenta la numeración “00” y se cataloga como “otros acuíferos”. Como ejemplos
de esta codificación, a la subunidad hidrogeológica de Andía se le asigna la cadena 09.01.10-B,
lo que se justifica por estar en la cuenca del Ebro (09), incluida en el Dominio hidrogeológico
Vasco Cantábrico (09.01), en la Unidad hidrogeológica de Urbasa (09.01.10), y se trata de la
segunda Subunidad definida a la que corresponde la letra B. Del mismo modo, al acuífero
formado en las calizas paleógenas que descargan por manantiales como Riezu o Arteta se le
cataloga como 09.01.10.03-B.
Se extiende en la cuenca del Ebro desde el Sur del a Sierra del Cadí, en la provincia de Lérida,
hasta el Arco de Rojas - Santa Casilda en la provincia de Burgos. Supone una importante
barrera hidrogeológica de tipo negativo, por contacto brusco y neto de diversos acuíferos
carbonatados con facies de muy baja permeabilidad. No se descarta el paso de flujos
subterráneos residuales, sin interés desde el punto de vista de la gestión y explotación del
recurso.
En principio, los límites hidrogeológicos externos de la cuenca serán coincidentes con los
hidrográficos, salvo cuando existan indicios para lo contrario. La definición de este límite externo
será la resultante de los que se definan para cada una de las unidades hidrogeológicas
periféricas que interseccione con los límites de la cuenca hidrográfica. Las unidades
hidrogeológicas afectadas en sentido horario a partir del vértice de cabecera son4:
1: Fontibre 3: Villarcayo
6: Subijana - Nanclares 53: Gorbea
52: Aitzgorri 13: Aralar - Ulzama
57: Alto Irati 16: Larra
17: Alto Gállego - A. Aragón 20: Ordesa - Monte Perdido
55: Esera - Garona 58: Cadí
56: Vicfred - Guissona 51: Cardó - Vandellós
31: Curso Bajo y Delta del Ebro 42: Puertos de Beceite
41: Portalrubio - Calanda 46-47: Alto Jiloca
45: Cella - Molina de Aragón 43: Alto Jalón
49:Alhama - Gómara 48: Moncayo - Soria
33: Ortigosa - Mansilla - Neila 32: Ezcaray - Pradoluengo
62: Bureba 2: Sedano - La Lora
4
La numeración y relación de estas unidades corresponde a la delimitación que figura en el Plan Hidrológico
de la cuenca del Ebro. La correspondencia entre la delimitación anterior y la actual, fruto de este trabajo, se incluye
en el apartado 8.2 de esta Memoria.
Para definir los dominios hidrogeológicos, se han seguido criterios similares a los utilizados por
el Servei Geològic de Cataluña para la elaboración del Mapa de Áreas Hidrogeológicas de
Cataluña a escala 1=250.000: tectónicos y sedimentarios; ahora bien, cuando al aplicar dichos
criterios el número y tamaño de los dominios resultantes dejaba de ser funcional, se han
añadido criterios de tipo hidrogeológico.
De acuerdo con lo anterior se han diferenciado, en una primera fase del trabajo, ocho dominios
hidrogeológicos cuyos límites y características se describen a continuación.
SIERRA DE ARALAR (Intercuenca con PH Norte III) y LA BUREBA (Intercuenca con PH del
Duero).
El único límite de carácter convencional es el río Arga, si bien coincide grosso modo con la línea
Pamplona-Estella (hipotética fractura de zócalo); además, en este río se localizan importantes
descargas de tipo regional como los manantiales de Ibero, Echauri y Belascoaín, que le
confieren un carácter de efluente indiscutible en prácticamente todo su recorrido.
2.- Dominio Pirenaico del Sinclinal de Jaca - Pamplona: Limitado al sur por el cabalgamiento
surpirenaico (frente de Gavarnie), los ríos Arga y Cinca por el oeste y este respectivamente, y
por el límite de los afloramientos permeables sobre la divisoria de la cuenca, al norte. Viene a
corresponder con la cuenca turbidítica de Jaca y con las dos alineaciones montañosas que
separa, al norte las sierras interiores pirenaicas: Ezcaurri, Telera, Tendeñera, Monte Perdido;
al sur las sierras exteriores: Santo Domingo, Gratal, Gabardiella, Guara. También son las rocas
carbonatadas del Cretácico superior, y en especial del Eoceno, las que dan lugar al
establecimiento de los principales acuíferos de este Dominio. En los trabajos del ITGE este
ámbito se venía denominando como Sistema Acuífero 67 (Sinclinal de Jaca y calizas eocenas
de borde). Comprende las unidades hidrogeológicas de parte de Navarra y el NO de Aragón:
ALTO IRATI, SIERRA DE ALAIZ, SIERRA DE LEYRE, PEÑA EZCAURRI - PEÑA TELERA,
TENDEÑERA - MONTE PERDIDO y SANTO DOMINGO – GUARA Y LARRA.
Este dominio se corresponde grosso modo con el Sinclinal de Jaca o cuenca turbidítica de Jaca
- Pamplona, disponiéndose diversas unidades hidrogeológicas al Norte (Sierras Interiores) y al
Sur (Sierras Exteriores).
El río Cinca coincide grosso modo con la divisoria entre las cuencas sedimentarias de Jaca y
Tremp, además de constituir el curso fluvial que se sitúa a menor cota y que se comporta como
efluente en la mayor parte de su recorrido.
3.- Dominio Pirenaico del Sinclinal de Tremp: Limitado al sur por el cabalgamiento
surpirenaico (frentes de la Unidad Surpirenaica Central y Pedraforca), por el río efluente Cinca
al O y por el límite de los afloramientos permeables por el N viniendo a coincidir con el de
cuenca. Es la unidad que alberga grandes mantos tectónicos. Topográficamente se
corresponde con las sierras de Cotiella, Turbón, Cadí, Boumort, Carrodilla, Montsec. Los
acuíferos más significativos de la zona se instalan en calizas del Cretácico superior y del
Eoceno, también en formaciones detríticas (Areniscas de Areny). Para el ITGE se trataba del
Sistema Acuífero 68 (Sinclinal de Tremp y calizas eocenas y cretácicas). Comprende las
unidades hidrogeológicas del Norte de las provincias de Huesca y Lérida:
ALTO ÉSERA - VALLE DE ARÁN, COTIELLA - TURBÓN, TREMP – ISONA, LITERA ALTA,
SIERRAS MARGINALES CATALANAS, CERDAÑA Y CADÍ - PORT DEL COMTE.
4.- Dominio de la Depresión del Ebro: Claramente inscrita entre las dos grandes estructuras
que limitan las cadenas, se extiende la depresión del Ebro. Aquí los principales acuíferos son
de naturaleza detrítica con porosidad intergranular, en general se trata de formaciones aluviales
o de glacis. También aparecen algunos acuíferos en rocas carbonatadas recientes (Calizas de
Tárrega). Para el ITGE se trataba del Sistema Acuífero 62 (Terrazas aluviales del Ebro y
afluentes). Incluye las unidades hidrogeológicas del SO de Burgos, La Rioja, el S de Navarra,
Zaragoza, Huesca y Lérida:
ALUVIAL DEL OCA, ALUVIAL DEL TIRÓN, ALUVIAL DEL OJA, ALUVIAL DEL EBRO:
CENICERO - LODOSA, ALUVIAL DEL EBRO: LODOSA - TUDELA, ALUVIAL DEL EBRO:
TUDELA - GELSA, ARGA MEDIO, ALUVIAL DEL CIDACOS, ARBAS, ALUVIAL DEL
GÁLLEGO, HOYA DE HUESCA, ALUVIAL DEL CINCA, ALUVIAL DEL SEGRE, ALUVIAL DE
URGELL, CALIZAS DE TÁRREGA.
5.- Dominio Ibérico de La Demanda y los Cameros: Limitado al norte por el cabalgamiento
noribérico, al sur y oeste por la divisoria de cuenca sobre materiales de baja permeabilidad y
al este por la traza del río efluente Alhama. Engloba a los materiales de la denominada Franja
Móvil de La Rioja. Los acuíferos se han desarrollado preferentemente en litologías
carbonatadas del Jurásico. En los trabajos del ITGE se denominaba Sistema Acuífero 63
(Sierras de la Demanda y Cameros). Comprende las unidades hidrogeológicas de Burgos y La
Rioja:
PRADOLUENGO – ANGUIANO, FITERO – ARENEDILLO, MANSILLA - NEILA
6.- Dominio Central Ibérico: Limitado al NO por el cabalgamiento Noribérico, al E por el relevo
estructural de la falla noribérica que bordea la sierra de Arcos, al SO por el umbral de Ateca y
al O por el río Alhama. Los acuíferos más importantes aparecen en rocas carbonatadas
Jurásicas (somontanos del Moncayo) y en piedemontes ibéricos (campo de Cariñena). Para el
ITGE se trataba de las zonas Queiles – Jalón, Jalón – Aguasvivas y Depresión de Calatayud
- Montalbán dentro del Sistema Acuífero 58 (Mesozoico Ibérico de la Depresión del Ebro).
Comprende principalmente las unidades hidrogeológicas de la provincia de Zaragoza:
AÑAVIEJA - VALDEGUTUR, SOMONTANO DEL MONCAYO, CAMPO DE CARIÑENA,
CAMPO DE BELCHITE, DEPRESIÓN DE CALATAYUD, ORICHE - ANADÓN, ARAVIANA -
VOZMEDIANO y BOROBIA - ARANDA DE MONCAYO.
Gran parte de este Dominio se encuentra recubierto por materiales terciarios continentales; son
frecuentes los trasvases subterráneos entre cuencas.
7.- Dominio Ibérico del Alto Jalón-Jiloca: El límite septentrional lo señala el umbral paleozoico
impermeable de Ateca y la prolongación de la estructura Ateca – Castellón; el límite meridional
viene dado por la extensión de los afloramientos permeables hasta encontrar el límite más
cercano a la divisoria de cuenca. Los acuíferos principales se encuentran asociados a laxos
sinclinales, a parameras carbonatadas jurásicas y cretácicas y al relleno detrítico de fosas
intramontanas (Alto Jiloca). Es coincidente con el Sistema Acuífero 57 (Mesozoico de Monreal
– Gallocanta). Comprende las unidades hidrogeológicas del SO de Aragón:
SIERRA DE MIÑANA, PÁRAMOS DEL ALTO JALÓN, GALLOCANTA y ALTO JILOCA, CELLA
y CAMPO DE VISIEDO.
8.- Dominio Ibérico Maestrazgo - Catalánides: Este dominio está limitado por el relevo de la
Falla noribérica que bordea la sierra de Arcos, continuando por el norte según la traza del río
Ebro en la zona de grandes embalses (Mequinenza, Ribarroja), al llegar a Flix el límite bordea
la cadena catalana hasta la divisoria de cuenca frente a la sierra de Prades. Al suroeste se
limita por la prolongación de la estructura Ateca – Castellón, y hacia levante queda abierto
mostrando la continuidad del Maestrazgo hasta el Mediterráneo. Incluye también toda la zona
de desembocadura del Ebro y su delta. Aquí se dan diversas tipologías de acuíferos. Engloba
a los antiguos Sistemas Acuíferos de la cuenca del Ebro números 59 (Mesozoico de los Puertos
de Beceite), 60 (Curso Bajo y Delta del Ebro), 61 (Bloque de Cardó – Vandellós), Plana de la
Galera y, también parcialmente al Sistema Acuífero 55 (Maestrazgo) asignado a la cuenca del
Júcar. Las unidades hidrogeológicas incluidas son:
CUBETA DE OLIETE, ALIAGA - CALANDA, PITARQUE, PUERTOS DE BECEITE, FOSA DE
En el Maestrazgo central predomina el relieve tabular mientras que hacia el N se complica con
la aparición de numerosos cabalgamientos imbricados que condicionan la dirección del flujo
subterráneo hacia los ríos que los atraviesan.
El territorio de los Dominios hidrogeológicos está parcialmente ocupado por las Unidades
hidrogeológicas que se inscriben en él; quedan unas zonas residuales de menor interés para
una gestión particular y, que en consecuencia, no han sido incluidas en ninguna unidad
hidrogeológica. El motivo puede ser la baja permeabilidad del terreno que motive que la
incidencia de los aprovechamientos sea escasa, local y reducida (miocenos arcillosos de
Monegros, facies de transición en Los Cameros, por ejemplo), o bien puede tratarse de terrenos
que a pesar de tener una permeabilidad media o alta carecen de otros aprovechamientos que
no sean sus descargas naturales y no tienen un particular significado hidrológico, así hay
diversos afloramientos de calizas karstificadas en el paleozoico pirenaico del Sinclinal de Tremp
que no forman parte de unidad hidrogeológica alguna, mientras que las mismas calizas sí que
forman parte de unidades cuando están relacionadas con la fosa de la Cerdaña o con el
trasvase natural Ésera – Garona.
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Ver a este respecto el apartado 4 de esta Memoria.
Las dificultades que dicha delimitación planteaba para el cumplimiento de la normativa sobre
aguas (fundamentalmente la Ley 29/85, de 2 de agosto, de Aguas y los RD 849/1986 y
927/1988 que la reglamentan) en lo referente al contenido de los Planes Hidrológicos, y para
el propio desarrollo del Plan Hidrológico de la cuenca el Ebro, de acuerdo con lo establecido en
el Documento de Directrices, propiciaron la revisión de las unidades hidrogeológicas en los
términos que establece el Pliego de Bases que rige la realización de este trabajo.
También se ha hecho preciso considerar recintos más pequeños que la Unidad hidrogeológica,
que hagan referencia a distintos afloramientos aislados de la misma Unidad, como ocurre en
la Franja Móvil de La Rioja o en ciertos cordones aluviales, o a sectores de la misma con
condicionantes distintos para su explotación. Se habla en estos casos de Subunidades
hidrogeológicas, siempre inscritas en una Unidad hidrogeológica con límites cerrados, abiertos
o de gestión. Además de esta división territorial cabe considerar una de tipo litoestratigráfico,
en función de sus características hidrogeológicas, que da lugar a la individualización de
acuíferos.
La unidad de los Montes Obarenes (09.01.04) comprende la totalidad de los montes Obarenes
y su prolongación occidental por los montes de Tesla, quedando limitada al N y al E por el río
Ebro, y al S y al O por el cabalgamiento sobre los materiales terciarios del surco Ebro – Rioja
y de la comarca de La Bureba. Corresponde a la anteriormente denominada unidad 09.04,
incluyendo en la unidad la denominada franja tectonizada anteriormente englobada en la unidad
09.02 por razones de continuidad litológica y estructural.
La unidad del Sinclinal de Treviño (09.01.05) ocupa la amplia depresión situada al N de Miranda
de Ebro, limitada al N por las Peñas de Cuartango y los Montes de Vitoria, y al S por el Ebro y
la Sierra de Cantabria. Corresponde a la anteriormente denominada unidad hidrogeológica de
Treviño (09.05) y una pequeña parte de las unidades de Villarcayo (09.03), Montes de Vitoria
(09.10) y Arana (09.08).
la divisoria entre las cuencas del Omecillo y Bayas. En la nueva delimitación, la unidad se ha
denominado Calizas de Subijana (09.01.06) y se extiende hacia el O para incluir todos los
afloramientos de estas calizas ubicados en el límite septentrional del domino Vasco –
Cantábrico entre las cuencas del Bayas y Trueba, anteriormente adscritas a la unidad de
Villarcayo (09.03).
La unidad de Basaburúa – Ultzama (09.01.11) constituye una nueva unidad ubicada en extremo
NE del dominio Vasco – Cantábrico. Engloba las cabeceras de los ríos Ulzama y Larraun.
Incluye parte de la anterior unidad Aralar-Ulzama (09.13).
Para la unidad de Sierra de Aizkorri (09.01.22) (intercuenca), que se identifica con la sierra de
Aizkorri, macizo cárstico de alineación NO-SE que forma parte de la divisoria Ebro – Norte,
La unidad del Alto Irati (09.02.01), ubicada en la cabecera de los valles pirenaicos desde el Arga
hasta el Escá (Escá, Salazar, Areta, Irati, Urrobi y Erro), se corresponde con la anteriormente
denominada unidad 09.57: Alto Irati
La unidad de Santo Domingo – Guara (09.02.06) se corresponde con las sierras de Guara y
Santo Domingo – Loarre, las últimas estribaciones del empuje pirenaico que produce el
cabalgamiento frontal de los materiales alóctonos procedentes del Pirineo. Corresponde de una
manera bastante aproximada a la anteriormente denominada unidad 09.18: Santo Domingo –
Sierra de Guara.
En la cabecera del Ésera y en el Val d’Arán (cuenca alta del río Garona) se ha definido la
unidad del Alto Ésera – Valle de Arán (09.03.01). Se corresponde con la anteriormente
denominada Ésera – Garona (09.55), ampliándose tanto en el Valle de Arán como en la
cabecera del Ésera en virtud de manifestaciones hidrogeológicas constatadas en ambas
cuencas.
La unidad de Tremp – Isona (09.03.03) comprende los relieves de las sierras del Montsec, Sant
Corneli, de Carreu, del Boumont, de Gurp y Prada que se extienden de E a O entre los ríos
Noguera – Ribagorzana y Segre. Engloba el sector de las antes denominadas Sierras Interiores
(09.21) y Montsec – Mediano (09.22) emplazado al E del río Noguera – Ribagorzana.
La unidad de La Litera Alta (09.03.04) se identifica con el sector de las unidades anteriormente
denominadas Montsec – Mediano (09.22) y Ésera – Segre (09.23) emplazado al O del río
Noguera Ribagorzana.
La unidad de las Sierras Marginales Catalanas (09.03.05) se identifica con las estribaciones
más meridionales de la Unidad Central Surpirenaica, localizada en le extremo occidental de
Cataluña entre los ríos Noguera Ribagorzana y Segre. Se corresponde con el sector situado al
O del Noguera Ribagorzana de la unidad anteriormente denominada Ésera – Segre (09.23),
ampliándose hacia el EN para englobar los afloramientos mesozoicos del anticlinal de Oliana,
antes incluido en la unidad Montsec – Mediano (09.22).
En la cabecera del Segre se ha definido una nueva unidad, La Cerdaña (09.03.6), identificada
orográficamente con la depresión homónima. No tiene equivalencia con ninguna de las
unidades anteriormente delimitadas.
La unidad Intercuenca de Cadí – Port del Comte (09.03.21) se identifica orográficamente con
las sierras del Cadí y de Port del Comte que constituyen la divisoria de aguas entre las cuencas
del río Segre y del Llobregat. Se corresponde básicamente con la anteriormente denominada
Cadí (09.58).
La unidad del Aluvial del Oja (09.04.03) se ha mantenido prácticamente igual en denominación
y delimitación.
La unidad de los Aluviales del Ebro I (09.25) pasa a denominarse Aluvial del Ebro: Cenicero -
Lodosa (09.04.04). Los aluviales del río Cidacos se han separado conformando una nueva
unidad: Aluvial del Cidacos (Margen Izquierda) (09.04.08).
La unidad de Los Aluviales del Ebro II (09.26) pasa a denominarse Aluvial del Ebro: Lodosa –
Tudela (09.04.05). De la anterior unidad se ha desgajado la actualmente delimitada como Arga
Medio (09.04.07).
La nueva unidad del Aluvial del Ebro: Tudela – Gelsa (09.04.06) recoge de forma muy
aproximada la anteriormente denominada Aluviales del Ebro III (09.27).
La unidad anteriormente denominada Vicfred – Guissona (09.56), con unos límites revisados
pasa a llamarse Calizas de Tárrega (09.04.15).
La anterior unidad Ortigosa – Mansilla – Neila (09.33) pasa a llamarse Mansilla – Neila (09.33),
manteniendo su delimitación.
La unidad Somontano del Moncayo (09.06.02) comprende el somontano del Moncayo entre los
ríos Queiles y Jalón donde predominan los mesozoicos recubiertos por detríticos terciarios. Se
corresponde con la anterior unidad Queiles – Jalón (09.36).
La unidad Campo de Cariñena (09.06.03) se extiende al pie de la sierra de Algairén, por los
Llanos de Alfamén o Campo de Cariñena entre los ríos Huerva y Jalón. Esta unidad ha
cambiado de nombre aunque mantiene básicamente la delimitación de la anterior Jalón –
Huerva (09.37), para englobar los acuíferos mesozoicos, terciarios y cuaternarios que existen
entre ambos ríos.
La unidad Campo de Belchite (09.06.04) comprende parte de las cuencas del río Aguasvivas,
así como las del Barranco Lopín, y Ginel, abarcando grosso modo el denominado Campo de
Belchite. Se ha mantenido básicamente la delimitación, cambiando el nombre, de la anterior
unidad Belchite – Mediana (09.38).
La unidad de la depresión de Calatayud (09.06.05) se encaja entre las sierras del Tablado, de
la Virgen, Vicort, Modorra y Cucalón en su flanco NE, y las sierras de Miñana, Caballero, Pardo
y Sta. Cruz en el SO. Engloba a la anterior unidad Calatayud – Montalbán (09.39)
prolongándose hacia el NO para incluir parte de la 09.48 (Moncayo – Soria). Se excluye de la
unidad la fosa de Montalbán, en el extremo SO de la unidad.
Se define una nueva unidad: Oriche - Anadón (09.06.06) para incluir los acuíferos mesozoicos
instalados en el flanco S del núcleo paleozoico del anticlinal de Montalbán, anteriormente
incluidos en la unidad de Calatayud – Montalbán (09.39). Se corresponde con el nacimiento de
los ríos Huerva, Aguasvivas, Marineta y Moyuela.
las sierras e Tablado, Toranzo y Madero, a caballo entre las cuencas del Ebro y Duero, y cuyos
drenajes visibles se efectúan mayoritariamente hacia la cabecera del Aranda. Se trata, por
tanto, de un área de trasvase hídrico cuya divisoria hidrogeológica no es posible trazarla a partir
del conocimiento actual de la zona. Se corresponde con parte de la anterior unidad (09.48).
La nueva unidad de los Páramos del Alto Jalón (09.07.02) recoge una amplia extensión de
afloramientos mesozoicos englobados en la Rama Castellana de la Cordillera Ibérica. Incluye
toda la cuenca alta del río Jalón y afluentes al SO del macizo paleozoico de Ateca y se
corresponde aproximadamente con la anteriormente denominada Alto Jalón (09.43).
La unidad del Alto Jiloca (09.07.04) comprende la fosa del Jiloca y sus serranías mesozoicas
adyacentes hasta las divisorias hidrogeológicas con el Tajo al O y Mijares al E. Engloba una
pequeña parte de la anterior unidad de Lidón – Palomera (09.47).
La unidad de Cella (09.07.21), intercuenca con el Júcar, sólo incluye una fracción de la anterior
delimitación (Cella – Molina de Aragón, 09.45), de la que se a prescindido de la parte
correspondiente a la cuenca del Tajo.
La unidad de Campo de Visiedo (09.07.22), intercuenca con el Júcar, abarca una fracción de
la anterior unidad Lidón – Palomera (09.47), de la que la parte de la sierra Palomera se incluye
ahora en la del Alto Jiloca (09.07.04).
La anterior unidad del Curso Bajo y Delta del Ebro (09.31) se ha separado en las unidades de
Fosa de mora (09.08.05) y Bajo Ebro – Montsiá (09.08.21), intercuenca con las cuencas
internas de Cataluña, Se identifican de forma muy próxima con las anteriores subunidades de
Cubeta de Mora la primera, y delta del Ebro y Plana de la Galera la segunda.
La anterior unidad Bajo Aragón (09.50) pasa a denominarse Puig Moreno (09.08.08).
Salvando los aspectos concretos de cada uno de los límites de las unidades hidrogeológicas,
y lo detallado anteriormente, la equivalencia entre las anteriores unidades y las que ahora se
proponen es:
- Creación de los Dominios Hidrogeológicos como entidades de mayor rango, cuya unión
comprende la totalidad del ámbito territorial del Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro. En ellos
se inscriben las unidades hidrogeológicas y los acuíferos, así como otras zonas no catalogadas
- Definición del carácter de los límites (permeable, impermeable, abierto, etc). Esta
cuestión tiene gran importancia para la realización e interpretación de los balances hídricos y
para la comprensión del funcionamiento de los sistemas hídricos.
Los nombres y códigos antiguos que aparecen en la tabla anterior hacen referencia a como se
catalogaba la mayor parte del territorio de las nuevas unidades hidrogeológicas en el PHCE,
en ningún caso se trata de una correspondencia exacta. Como se comprueba se ha pretendido
conservar las denominaciones habituales cuando ello ha sido posible, ya que en los últimos
años ha existido una cierta costumbre en el uso de esas denominaciones y su brusco cambio
podría dar lugar a equívocos. En cualquier caso se han buscado nombres geográficos que
tienen cierta difusión, en particular en la comarca en cuestión. En la denominación nueva se
han tenido en cuenta los siguientes criterios:
- Nombre geográfico y geológico: este criterio se ha utilizado siempre que ha sido posible
ya que permite una identificación bastante precisa de la unidad; como ejemplos se pueden citar:
Sinclinal de Villarcayo, Sinclinal de Tremp, Sinclinal de Treviño, Depresión de Calatayud,
Calizas de Subijana, Calizas de Tárrega, etc.
- Topónimos e hidrónimos cuando no se han podido aplicar los criterios anteriores: Alto
Jiloca, Alto Maestrazgo, Pitarque, Fitero – Arnedillo, etc.
Formato digital:
C Geología de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, escala 1= 500.000 (ficheros
*.DXF)
C Geología de la Unidad Hidrogeológica 09.01: Fontibre. (Ficheros *.E00)
C Hojas Geológicas a escala 1=50.000 de Zuriza, Hecho, Jaca, Yebra de Basa,
Sabiñánigo y Sallent (Ficheros *. DXF)
C Hojas Geológicas a escala 1=200.000 de Daroca , Teruel y Vinaroz. (Ficheros *.E00)
(ITGE)
C Litología de la Comunidad Autónoma de Aragón a escala 1=400.000. (Ficheros *.E00)
Formato analógico:
C Geología de la Comunidad Autónoma de Navarra. Mapa en poliester indeformable a
escala 1=200.000
C Geología de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Mapa en papel a escala
1=100.000
C Geología de la Comunidad Autónoma de Cataluña. Mapa en papel a escala 1=250.000.
C Hoja Geológica de Tortosa a escala 1=200.000 (Fichero *.TIFF)
C Hoja Geológica de Tarragona a escala 1=200.000 en papel.
C Varias hojas Geológicas en poliester indeformable a escala 1=50.000 (ITGE).
C Cartografía de la zona del embalse de Mularroya (Confederación Hidrográfica del Ebro).
C Geología del interfluvio Queiles – Jalón a escala 1:100.000. Tesis doctoral de Javier
San Román (1996)
C Geología de la cuenca del Alhama a escala 1:100.000. Tesis doctoral de Pablo Coloma
(1998)
Las fichas de las unidades hidrogeológicas se han elaborado a partir de un modelo cuyo
contenido es similar al que figura en el Pliego de Prescripciones Técnicas. La información
procede en su mayor parte de las fuentes bibliográficas que se reseñan en cada una de ellas.
Su contenido es suficiente para comprender la delimitación y principales características de cada
unidad hidrogeológica.
Se ha confeccionado una ficha por cada unidad hidrogeológica, que se agrupan por dominios
hidrogeológicos. Presentan una información sistemática de cada unidad hidrogeológica
desarrollando los siguientes aspectos:
Acuíferos: Nomina y cataloga los acuíferos integrados en cada unidad, señala el código
del cuerpo rocoso en la cartografía geológica de la base de datos de la Oficina de
Planificación Hidrológica e indica la extensión en km2 y el espesor máximo en metros
del cuerpo de roca; cita el estado en que se encuentra bien sea libre, confinado o mixto.
También aparece un pequeño listado de las descargas más significativas de cada
acuífero citando la toponimia del manantial, su cota, su caudal medio, su regularidad
(constante, irregular, ocasional o desconocida) u su número de inventario en la base de
datos I.P.A.