Universidad de los Andes

Núcleo Universitario “Rafael Rangel”

Departamento de ciencias sociales
Área de ciencias y técnicas jurídicas
Pampanito – Estado Trujillo

Análisis: Abandono de niños y

de otras personas incapaces

Kernelly Andara C.I. 27.152.582

Profesora: Lorena Andrade
Derecho Segunda Cohorte

Noviembre 2020
 Abandono de niños y de otras personas incapaces

Resulta pertinente enfatizar la evolución histórica en relación a este tipo penal,

su normativa legal tuvo su origen en el derecho francés, ya que en 1810 se crea el
primer código, en el cual estaba reconocido este delito como exposición de infantes, de
ahí que los demás países comenzaron a adoptar este delito, pero lo dividieron en dos
(exposición y abandono), posteriormente al resarcir este fundamento, se determinó que
la esencia del mismo apuntaba sólo al abandono.

En la legislación venezolana, se determinan tres ámbitos delictivos, en principio

se tiene el abandono de niños y personas incapaces por enfermedad intelectual o
corporal; el abandono de niños recién nacidos por causa de honor, y omisión de
asistencia y socorro. Ahora bien, en base al artículo 435 del código penal se establece
el delito de abandono de niños menores de doce años, y de personas incapaces,
partiendo de esta premisa, se puede sintetizar de la siguiente manera: Sujeto activo,
que se define como la persona que ejerce por su parte el cuidado del incapaz
abandonado, sujeto pasivo, que en este caso vendría siendo el incapaz afectado,
teniendo en cuenta que este delito es de acción pública porque se debe seguir un
procedimiento penal ordinario. En este sentido, su ejecución consiste en que el sujeto
activo quien tiene bajo su guarda a un niño menor de doce años u otra persona Incapaz
de proveer a su propia conservación, por enfermedad intelectual o corporal que
padezca, deje de brindarles los cuidados necesarios. Una vez cometido este delito
estará regulado por una pena comprendida entre 45 días a 15 meses. Del mismo modo
en este artículo se establece que la prisión será de 15 a 30 meses si el delito genera
daños al abandonado tanto físico como mental, y la pena será de 3 a 5 años de
presidio si acarrea la muerte del mismo.

Hay que mencionar además la diferencia que existe entre la exposición y el

abandono, en cuanto a la exposición no se considera delito porque en este caso se
mantiene la vigilancia del incapaz, en cambio en el abandono no.

Con miras al artículo 436 del código penal se establecen una serie de
agravantes los cuales aumentarán una tercera parte de la pena. En principio si el
abandono se realiza en un lugar solitario, con respecto a esta especie delictiva se
aumenta la pena porque es prácticamente imposible que el abandonado sea atendido.
Más adelante en su otro aparte establece el abandono de parientes cercanos, este se
basa en que el hecho se desarrolla por una persona que tiene para con el sujeto pasivo
un fuerte vínculo de afecto. Por otro lado, en el art 437 se establece el abandono
atenuado por causa de honor, que consiste en que el delito haya sido en un recién
nacido que no haya sido alistado en el registro civil dentro del lapso legal establecido
con el objeto de salvar el honor de una mujer, la pena disminuirá una sexta o tercera
parte.

En lo que atañe al artículo 438 del código penal, regula el delito de omisión de
socorro, que como su nombre lo indica, consiste en que una persona se niegue a
notificar algún niño menor de 7 años, o algún incapaz, que lo haya encontrado perdido
o en abandono, de igual forma que se haya negado a brindarle ayuda si se encontrase
en algún acontecimiento que lo amerite. En todo caso, lo punible se refleja en que en
su momento este sujeto no prestó el auxilio requerido, desde luego el castigo que
establece la ley es una multa de 50 U.T, a 500 U.T.

Derecho de corrección y disciplina familiar

En otro orden de ideas desde la reflexión y consideración de la familia como el
principal agente socializador, se aborda el tema del derecho de corrección de los
padres sobre sus hijos, y la posibilidad de que cierto modo de corrección por los padres
de las conductas de sus hijos conlleva la comisión de un delito de violencia familiar, o si
por el contrario, dicha corrección se encuentra contenida como función intrínseca del
derecho de educación, cuando no implícita o derivada del deber de obediencia, no
obstante, se hace obligado reflexionar también si se permite a los padres pegar a sus
hijos. La respuesta evidentemente ha de ser negativa, pues el derecho de corrección
en ningún momento ha permitido la violencia familiar ni por supuesto se trataba de una
facultad explícita de los padres para maltratar a sus hijos. Y ello, aun cuando dicha
facultad de castigo y corrección están revestidos los padres, pues el simple hecho de
ser padres, tampoco entonces, permite extralimitaciones en el ejercicio de las
facultades inherentes a dicho derecho

La existencia del delito de corrección se debe a que una persona valiéndose de

los medios de corrección o disciplina ocasione algún daño al sujeto pasivo que en este
caso se reconoce como la persona víctima que se encuentra bajo la guarda del sujeto
activo. Este delito por su parte, está tipificado en el artículo 439 del código penal,
teniendo como castigo, prisión de uno a doce meses según sea la gravedad.
 No obstante, la naturaleza del delito se deriva, de que el agente obra sólo con la
intención de corregir o disciplinar al sujeto pasivo, y de ello que resulte un mero peligro
para la víctima En este punto el examen del delito en cuestión es de acción pública, y
para enjuiciar al agente se debe seguir el procedimiento penal ordinario.

En cuanto a los padres o la persona que abusando de los medios de

corrección o disciplina, haya ocasionado un perjuicio o un peligro a la salud de alguna
persona que se halle sometida a su autoridad, educación, instrucción, cuidado,
vigilancia o guarda, o que se encuentre bajo su dirección con motivo de su arte o
profesión, es por esta razón que existe este delito, además es obligatorio que el sujeto
activo le haya ocasionado al sujeto pasivo un daño, o siquiera un peligro, a la salud. De
igual forma es necesario advertir que se requiere que la persona no tenga intención de
matar ni de lesionar a la víctima, porque si obra con tales intenciones, habrá homicidio
o lesiones. En este sentido el delito que se estudia, el agente obra con la intención de
corregir o disciplinar al sujeto pasivo, pero del abuso del medio disciplinario se deriva el
resultado dañoso o peligroso para la víctima.