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BOLIVIA
PRESIDENTES DE BOLIVIA
09/02/21
GOBIERNO DE SIMÓN JOSE ANTONIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD BOLIVAR Y
PALACIOS
( 1825 – 1826 )
ACTOS ADMINISTRATIVOS
RASGOS BIOGRÁFICOS
Libertador, el título que le dieron los pueblos y que él prefirió a todos los que tenía y los que
se le brindaron, es sin duda alguna el mayor que puede darse a un estratega militar de
incomparables dotes, a un político de alto vuelo, a un legislador cuya obra perdura y
perdurará a través de los siglos y a un hombre superior que con su obra se ganó la
inmortalidad y el reconocimiento de los pueblos.
Nació en caracas, Venezuela, el 24 de julio de 1783; fueron sus padres Juan Vicente Bolívar
y María de la Concepción Palacios. Su educación, en su niñez, estuvo a cargo de sacerdotes
de la Orden de la Capuchinos; luego, con los mejores resultados, Simón Rodríguez, el
“Maestro del Libertador” y Andrés Bello, que pulió su educación y modeló su carácter.
Como era costumbre en esa época, Bolívar – criollo descendiente de españoles – sirvió en
la milicia real y alcanzó el grado de Subteniente siendo casi un niño.
Huérfano a temprana edad, a los 15 años se marcho a España; vivió también en Francia,
donde sus ideas sobre la independencia de su patria y la libertad de sus semejantes
adquirieron real consistencia. Enamorado a los 17 años de María Teresa del Toro, tuvo que
esperar dos o más años para casarse con ella, en cuya compañía retornó a América;
empero, su joven esposa pereció víctima de fiebre malignas. Ya viudo, juró no casarse
nuevamente, para poder dedicar su tiempo al estudio y sobre todo, a analizar las
posibilidades existentes para liberar a su patria del dominio español. Como era todavía muy
joven, efectuó un segundo viaje a Europa. En Roma, en compañía de su viejo maestro
Simón Rodríguez, ascendió al monte Aventino, donde juró que no daría “descanso a mi
brazo ni repos a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad
del poder español”.
Poco a poco, alcanzó situaciones de responsabilidad, hasta que fue designado por el
General Miranda Comandante de Puerto Cabello, plaza que resultó perdida por la traición de
uno de sus subalternos; se vio obligado a huir a Cartagena y luego a Jamaica y Puerto
Príncipe; de aquí regresó regreso para reiniciar la lucha, esta vez bajo su responsabilidad
exclusiva.
Pasó al Perú, donde recibió del Congreso los más amplios poderes; pero, aunque enfermó
de gravedad, comando sus tropas en Junín, en agosto de 1824.
Casi inmediatamente envió a Sucre al Alto Perú. Aquí, el Mariscal convocó a una asamblea
general que creó la República de Bolívar, llamada así en su honor. El Libertador llegó a la
Paz el 18 de agosto de 1825; visitó luego Potosí y Chuquisaca; se dedicó en ésta última a
organizar la nueva nación que seria su “Hija Predilecta”. El 1º de enero de 1826 abandonó
el país para siempre.
Cumplió su promesa enviando al Congreso “la Constitución más liberal del mundo”; pero,
no aceptó el Titulo de Presidente Vitalicio que le confirió la República agradecida.
16/02/21
GOBIERNO DE ANTONIO JOSE DE SUCRE Y ALCALA
(1826 – 1828)
ACTOS ADMINISTRATIVOS
El Mariscal Sucre que no sólo era un experto y valiente militar, sino también un político de
avanzadas ideas, práctico y prudente, supo desarrollar con infatigable laboriosidad todas las
leyes cuya ejecución le encomendara la representación Nacional, Organizó la hacienda
pública, reglamentando las contribuciones y fundando el crédito público; estableció escuelas
y colegios, cárceles y hospitales; sustituyó a la antigua demarcación territorial, la división
de departamentos, provincias y cantones; redujo el número de conventos, aplicando a la
instrucción parte de sus rentas; decreto la emancipación de los esclavos; proclamó la
libertad de prensa y, a mérito de una autorización legislativa, contrajo un empréstito de un
millón de pesos destinados a premiar los servicios de los defensores de la independencia.
En las relaciones, internacionales su acción fue patriótica y enérgica; celebró con el Perú,
un tratado de límites (diciembre 31 de 1826), por el que obtuvo la cesión a favor de Bolivia,
de
la costa que sobre el Pacífico, se extiende desde el cabo de Sama, hasta el río Loa,
comprometiéndose a dar en cambio una indemnización de cinco millones de pesos; pero el
general Santa Cruz, que mandaba el Perú, impulsado por sus ambiciones personales, negó
por segunda vez a su patria su amplio acceso al mar, desbaratando la previsora estipulación
que hiciera el gobierno de Bolivia. Además, el general Sucre intimó al Brasil la desocupación
de sus fuerzas que por entonces principiaban a invadir las regiones del Oriente Boliviano,
finalmente, el vencedor de Ayacucho, distinguiéndose no sólo por su carácter liberal y
progresista; era sincero, generoso y exento de toda vanidad. Por eso, los historiadores lo
llaman “el virtuoso Sucre”.
RASGOS BIOGRÁFICOS
Durante la administración de Sucre, el diputado por Potosí, Presbítero Manuel Martín Cruz,
hizo dictar la ley que reforma el nombre de la República Bolívar por el de Bolivia: Se
reformo el pabellón nacional, sustituyendo la franja superior verde, por la franja amarilla.
Organizó la Corte Suprema de Justicia el 16 de julio de 1827. Introdujo en Bolivia un
gobierno “modelo” al inaugurar el periodo republicano. Fue el verdadero creador de Bolivia,
su organizador inteligente y esforzado. Nació en Cumaná, ahora capital del Estado de
venezolano que lleva su nombre, el 3 de febrero de 1795. Hijo de Vicente Sucre y de
Manuela de Alcalá. Se alistó en las filas del ejercito patriota a la edad de 15 años,
destacándose como oficial de artillería y experto en fortificaciones. Rasgos notorios de su
educación y su carácter fueron su extraordinaria capacidad de análisis, su responsabilidad y
su resolución. Cumplió, en el ejército Libertador, una carrera meteórica, ya que a los 17
años de edad era miembro del Estado Mayor del Generalísimo Francisco Miranda. La derrota
de ese ejército lo llevó al exilio en
Cumplido su exilio, fue designado Jefe de Estado Mayor de Ejército comandado por el
General Santiago Mariño; sirvió también a órdenes de Urdaneta y finalmente en el ejército
de Bolívar, quien prontamente captó sus condiciones de militar superior, evidentemente
culto. Sucre ascendió rápidamente a General.
Bolívar le nombró Ministro interino de Guerra y Marina, haciéndose al poco tiempo su Jefe
de Estado Mayor. En tal calidad fue destinado a consolidar la libertad del Ecuador, con el
título de Comandante del Ejército Auxiliar de Colombia.
Las batallas de Yaguachi, la primera que libró en Quito, y la de Pichincha, dieron la ansiada
y total independencia al Ecuador, Sucre fue declarado libertador de este país. Cumplida esa
tarea, Bolívar destinó a Sucre a consolidar la libertad del Perú, en el que fue bien recibido
inicialmente. Impuso el orden, organizó el ejército y preparó la resonante
victoria de Bolívar en Junín, que constituyo un rudo golpe para la corona, ya en transe de
perderlo todo.
En el Alto Perú y contra voluntad de Bolívar, convocó a una asamblea general que proclamó
la independencia de este territorio y se constituyo en república, decisiones que fueron
confirmadas por el Libertador, contra su voluntad inicialmente.
Sucre fue Presidente pese a muchas dificultades creadas por miembros del Ejército
libertador descontentos y a los propios políticos bolivianos cuya ambición no les permitía
aceptar como primer mandatario a un extranjero. Sucre tenía el propósito de abandonar el
país en definitiva; pero la falta de recursos económicos le impedía trasladar consigo a las
tropas colombianas. Fue entonces que en un amotinamiento, resultó víctima de un
atentado consumado por los granaderos colombianos. Aprovechando de estas dificultades,
el general peruano Agustín Gamarra invadió el país lo que obligó al Mariscal a renunciar a la
presidencia, pese a los cual fue apresado por el Coronel Pedro Blanco para apresurar su
salida del país.
RASGOS FÍSICOS
Era de estatura mediana, delgado y de buena apariencia militar. Su rasgo facial más
característico era el pelo ensortijado y negro que ya retrocedía en las sienes, una
prominente nariz aguileña, ojos oscuros y penetrantes con cejas delineadas y arqueadas,
barba oscura, siempre bien afeitada, patillas elegantes y una boca sensual y delicada.
RASGOS DE SU PERSONALIDAD
Un hombre joven de gran inteligencia, fuerte, enérgico, audaz, muy afectuoso y cortés para
todos, muy apreciada por quienes le conocían. Su modestia era grande, así como su
abnegación y talento. Era la encarnación de los más avanzados principios republicanos y el
más completo caballero.
Luchó al lado Miranda (1812) de Piar y Bermúdez en 1813, y de Bolívar: Jefe del Estado
Mayor del Ejército Libertador (1819), negoció con Morillo el Tratado de regulación de la
Guerra en 1820.
El 24 de Mayo de 1822 ganó la Batalla de pichincha, que dio libertad al Ecuador, y la batalla
de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, que selló el destino del continente.
23/02/21
GOBIERNO DE PEDRO BLANCO SOTO
(1828 – 1829)
ACTOS ADMINISTRATIVOS
RASGOS BIOGRÁFICOS
Nació en Cochabamba el 19 de octubre de 1795. hijo de José Manuel Blanco y Vicente Soto,
adoptó la carrera de armas, como todos los jóvenes de su época, primero en el ejército
realista, del que se pasó a las huestes patriotas cuando pudo darse cuenta de que la causa
de los españoles era causa pérdida. De esta manera, Blanco resultó oficial de la patria el
año 1823, habiendo participado en las batallas de Vilcapujio y Ayohuma con indiscutible
valor. Su buen comportamiento en esas acciones le valió ascensos a Teniente y Capitán,
sucesivamente, pasando luego al ejército patriota que combatía en el Perú, lo que le
permitió participar en las decisivas batallas de Junín y Ayacucho. Herido en esta última
acción, fue ascendido al grado de Coronel. Ya en el periodo republicano, su escasa
Vigente ya en el Tratado de piquita, gracias a una infame rendición impuesta por el invasor,
el 3 de agosto de 1828 Gamarra ingresó a Sucre acompañado por Blanco que fue ascendido
a General de División por su protector peruano. Tiene todo el apoyo de Gamarra, quién al
dejar el territorio boliviano, le insta a apoderarse del gobierno como antes se había
apoderado del ejército. La Asamblea Nacional se reune el 16 de diciembre de ese año 1828
y designa Presidente a Blanco; que se posesiona el 26 de ese último mes del año. Medidas
adoptadas con precipitación contra tres influyentes jefes militares, provocan una
insurrección armada que termina tomando el Palacio de Gobierno y obliga a Blanco a buscar
escondite, con tan mala suerte, que se fractura un brazo. Encontrado por sus enemigos, es
conducido preso y escoltado por una patrulla militar. Su mandato duró exactamente seis
días. Es el 31 de diciembre. Al días siguiente, el 1º de enero de 1829, se le traslada al
Convento de Recoleta, donde sus enemigos simulan una reacción de sus partidarios,
circunstancia que es aprovechada para que la guardia que le escoltaba, cumpliendo órdenes
superiores, le asesine con varios disparos de fusilería. El hecho no fue investigado, ya que
se dijo también que fue victimado a sablazos por el oficial de guardia, y hasta por Ballivián
o Vera, la historia no ha perdonado el proceder de Blanco.
02/03/21
GOBIERNO DEL MARISCAL ANDRES DE SANTA CRUZ
CALAHUMANA
(1829 – 1839)
ACTOS ADMINSTRATIVOS
RASGOS BIOGRÁFICOS
Durante años combatió contra los ejércitos patriotas en las batallas de Potosí, Sipesipe,
Violota y Cinti, alcanzando en 1816 el grado de Teniente Coronel. En la batalla de La
Tablada, en Tarija, fue hecho prisionero por los patriotas y posteriormente trasladado a
Buenos Aires, de donde huyó a Lima para reincorporarse al ejército realista, siendo
nuevamente hecho prisionero en la Batalla de Cerro de Pasco, frente al ejército argentino.
En prisión, Santa Cruz tuvo oportunidad de analizar la situación y reflexionar sobre su
incómoda situación, lo que le llevó finalmente a incorporarse a los ejércitos patriotas.
Con esta decisión, en 1821, se incorporó al ejército comandado por el General José Martín
que luchaba en el Perú, quién le admitió con el mismo grado de Teniente Coronel.
Ascendido al grado inmediato por la victoria de Otuste, a cuyas órdenes participa en las
batallas de Riobamba y Pichincha, con tan excelente actuación, que el propio Libertador le
asciende a General de Brigada.
Por su actuación de Zepita, gana el grado de Mariscal, concedido por el Congreso Peruano,
y en la batalla de Junín actúa en el puesto de jefe de Estado Mayor.
Luego de cumplir misión diplomática en Chile, Santa Cruz, que anteriormente había sido
elegido Presidente de la República por el legislativo, se constituyó en La Paz y el 14 de
mayo de 1829, prestó el juramento de ley ante el prefecto del departamento.
Desde ese momento se dedicó a trabajar arduamente por la organización del país. Convocó
a una Asamblea Constituyente que le eligió Presidente Constitucional y aprobó, asimismo,
la segunda Constitución del país; puso en vigencia los códigos Civil, Mercantil, Penal, de
Procedimientos y de Minas; creó el 25 de octubre de 1830, la Universidad de San Andrés de
La Paz y el 5 de noviembre de 1832 la Universidad de San Simón de Cochabamba.
Como epílogo llega la batalla de yungay, con las fuerzas chilenas comandadas por el
General Manuel Bulnes. Esa batalla finaliza después de cuatro horas de sangriento combate,
con la derrota del Protector.
Al finalizar la batalla con su derrota, Santa Cruz huye hasta Arequipa, donde formula
renuncia a la presidencia de Bolivia, y luego se traslada a Ecuador, país amigo. En Bolivia,
los enemigos de Santa Cruz se movilizan para tomar el poder, e inicialmente el General José
Miguel de Velasco se hace cargo, nuevamente, del gobierno.
Santa Cruz reingreso al Perú clandestinamente; pero, fue apresado en Tacna y entregado al
gobierno chileno que le mantuvo confinado, durante dos años, en Chillán. Pasado ese
tiempo, el gobierno boliviano suscribió un acuerdo con el chileno, por el que quedó
establecida la salida de Santa Cruz del continente, para radicar en Europa, por espacio de
seis años.
Belzu, Ministro Plenipotenciario ante los gobiernos de Inglaterra, Francia, España y Bélgica.
Una vez más trató de ingresar al país; pero fue detenido y , a pedido del Presidente jorge
Córdova, reembarcado hasta Francia, donde falleció en Versalles, cerca de Perís, el 25 de
septiembre de 1865.
PARTIDA DE BAUTISMO
“En el año del Señor de mil setecientos noventa y dos en cinco de diciembre; yo el Dr. Don
Antonio Oliveira, Canónigo de la Merced de esta Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora
de La Paz, con licencia parroquial baptisé a un niño recién nacido, español, hijo legítimo del
maestre de Campo don Jossefh Santa Cruz y Villacencio y de Dña. Juana Bacilia
Calahumana; púsele por nombre Jossef Andrés, fue su padrino el Sr. Dr. Don Baltasar
Roques, Canónigo Doctoral, Provisor y Vicario General de este obispado y para que conste,
lo firmé D. Antonio Rodríguez de Oliveira”.
09/03/21
GOBIERNO DE JOSE MIGUEL DE VELASCO FRANCO
ACTOS ADMINISTRATIVOS
Su gobierno fue inestable. Se le consideró un hombre falto de carácter para sacar al país
del caos en que se debatía.
RASGOS BIOGRÁFICOS
Por esa circunstancia, tal vez, cuando Sucre se disponía a abandonar el país, le incluyó en
una terna para Presidente, junto con los generales Santa Cruz y Francisco López; luego, el
Guilarte no tiene apoyo alguno y su gobierno se prolonga por sólo 10 días. Velasco vuelve a
ingresar al país y el 18 de enero de 1848 asume la presidencia por cuarta vez; pero esta
gestión, como las anteriores, ha de ser breve, porque el General Belzu, luego de sucesivas
escaramuzas asume la presidencia el 13 de octubre de ese año luego de vencerle en la
batalla de Yamparáez.
Velasco, luego de intentar dos nuevas insurrecciones, sin resultado, se retiró a Santa Cruz,
su ciudad natal, donde falleció a los 64 años de edad el 13 de octubre de 1859.
RASGOS FÍSICOS
Era el General de delicados rasgos físicos, fino en sus maneras, simpático y afable en su
rato, muy sociable, generoso y desprendido, de sencillas costumbres y nobles sentimientos;
sin embargo, carecía de la penetración y la sagacidad indispensables al buen político y de la
firmeza de carácter que es una de las primeras y más necesarias cualidades de un buen
mandatario.
16/03/21
GOBIERNO DEL MARISCAL JOSE BALLIVIAN SEGUROLA
(1841 – 1847)
ACTOS ADMINISTRATIVOS
RASGOS BIOGRÁFICOS
Nació en La Paz el 5 de Mayo de 1805. Hijo de Jorge Ballivián e Isidoro Segurola, como
todos sus contemporáneos criollos, hizo sus primeras armas en el ejército realista,
incorporándose a los 13 años al Regimiento “Extremadura”.
Poco a poco, sin embargo, fue comprendiendo que su lugar no estaba en las filas
españolas, sino en las de los patriotas, por lo que tomó contacto con los revolucionarios
incorporándose de Ayopaya a una unidad irregular de los rebeldes. Participó en el combate
de Coloni y allí cayó prisionero de los realistas.
Cuando el Mariscal de Ayacucho llegó a La Paz, se puso a sus órdenes y fue destinado como
oficial de batallón Granaderos de Colombia Nº 3. Probó su valora y su lealtad contribuyendo
a sofocar la sublevación del batallón “Voltíjeros” contra el Presidente Sucre, que le
distinguió con su deferencia.
Ya con el grado de Teniente Coronel, comandó el batallón 1º. Que era escolta del General
Pedro Blanco, Presidente electo. Una orden del mandatario, destinándole a Tarija para
alejarle de la capital, provocó la reacción de Ballivián, que en conjura con otros jefes
militares, el día 31 de diciembre de 1828, provocó un amotinamiento,
sitió el Palacio de Gobierno y lo tomó, terminando por apresar al presidente Blanco que se
había escondido y fracturado un brazo al hacerlo. Traslado el mandatario al Convento de la
Recoleta en calidad de prisionero, y supuestamente para protegerlo, fue alevosamente
asesinado por orden de los insurgentes.
A la muerte de Blanco, que sólo había ocupado el Palacio por seis días, asumió la
presidencia interina el General Velasco, en tanto que Ballivián logró, como único beneficio,
que se le destinara a una unidad acantonada en Sucre. Al asumir la presidencia el Mariscal
Santa Cruz, fue ascendido a Coronel, a tiempo que se le confiaba el comando del Escuadrón
Escolta del mandatario.
Comandó esa unidad por mucho tiempo, tanto que marchó con ella al Perú, secundando los
avances del presidente que organizaba la Confederación, por lo que le fue dado participar
en la batalla de Yanacocha, el 13 de agosto de 1825, a cuyo término y por auténticos
méritos, fue ascendido al grado de General de Brigada. Sin embargo, su participación fue
más activa y decisiva en la
Los peruanos tienen 500 bajas; uno de los muertos es el propio Comandante en Jefe,
General Agustín Gamarra; los heridos son 466; los prisioneros 3.200 soldados encabezados
por el Jefe de Estado Mayor, General Ramón Castilla, veinticuatro coroneles, ciento
cincuenta jefes y oficiales.
Ballivián, con esta gloriosa acción se ha ganado la Presidencia de la República que ya nadie
le discute. A comienzos del año siguiente – 1842 – Ballivián acupa vairois distritos del Perú,
firmando posteriormente, el 7 de junio, el tratado de Pisco que restablece la paz y las
relaciones entre los dos países, aunque el mandatario comete el error de renunciar a toda
indemnización.
Ballivián tenía pasta de estadista. Desde la presidencia, trabajó esforzadamente para logra
algún progreso en el atrasado país. Creo el departamento del Beni; ordenó exploraciones
en amplia extensión del territorio patrio; creó impuestos; fundió la Escuela Militar; aprobó
el plan de enseñanza para las escuelas públicas; constituyó el teatro Municipal de La Paz.
Hizo obras con los exiguos recursos del Tesoro Nacional.
Se le dejó gobernar y hace obras durante tres años más, hasta que el 6 de junio de 1847,
el Coronel Manuel Isidoro Belzu, enemigo personal suyo, encabezó un motín de
proporciones en La Paz, que fue prontamente sofocado. Este fue el comienzo de una serie
de insurrecciones. Ballivián estaba cansado y los amotinamientos que se sucedían unos a
otros, le convencieron, como él decía, de que el pueblo es ingobernable, por lo que,
siguiendo los consejos de su inmediato colaborador, don Tomás Frías, dimitió entregando la
presidencia al General Eusebio Guilarte. Es el día 23 de diciembre de 1847.
El mandatario renunciante permaneció unos pocos días en el país y luego se dirigió a Chile,
después al Brasil, donde al igual que sus enemigos ahora en el poder, se dedicó también a
conspirar,
sin éxito alguno. Digno de destacar es el hecho de que Ballivián, pese a que al subir al
poder gozaba de una consecuencia, le atacó la fiebre amarilla, de peste en el país,
muriendo extremadamente pobre y abandonado, el 16 de octubre de 1852. A su entierro
asistieron sólo 13 personas, todas ellas exiliados bolivianos.
En el gobierno del Presidente Hugo Banzer Suárez, se le honró póstumamente confiriéndole
el más alto grado militar: Mariscal de Ingavi. RASGOS FÍSICOS
El General Ballivián era alto, y de gallardo continente, aunque un tanto metido de hombros.
Su figura era imponente. Una barba redonda, espesa y negra rodeaba su rostro, que tenía
el color sonrosado, al que realzaban dos ojos negros de mirada napoleónica.
Montaba un hermoso corcel blanco. Envuelto en una capa lacre, con la pluma tricolor en el
tricornio, se veía imponente y majestuoso. Durante la batalla de Ingavi destacó su
profesionalismo de militar de carrera y uno de los
“Soldado: a los enemigos que tenéis al frente, los veréis desaparecer como las nubes
cuando las bate el viento”.
ACTOS ADMINISTRATIVOS
RASGOS BIOGRÁFICOS
Eusebio Guilarte Mole, hijo del español don Miguel Guilarte y doña Lorenza Mole, nació en la
ciudad de La Paz el 15 de octubre de 1805. Estudiaba en las aulas del colegio Seminario
cuando ingreso a esta ciudad el General Santa Cruz a la cabeza de la división que realizaba
la campaña de los Intermedios en 1823. Entonces, el joven Guilarte, de 18 años de edad,
abandonó sus estudios para incorporarse en calidad de soldado. Tuvo su bautismo de fuego
luchando en la Batalla de Zepita.
Tenía el grado de General cuando asumió la presidencia, que él pretendía ejercer por poco
tiempo, el suficiente para que el Poder Legislativo eligiera a un mandatario constitucional.
Por su edad, sólo pudo participar en las últimas acciones militares de la Guerra de la
Independencia, incorporado en el batallón Zepita, participó en la batalla de Pichincha; luego
con el grado de Teniente Coronel, marchó el Perú participando
en las batallas de Yanacocha y Uchumayo, en las que se destacó por su valor y temeridad
hasta el extremo de ser gravemente herido. Ostentaba el grado de Coronel y por su heroico
comportamiento mereció el ascenso de General de Brigada.
Nuevamente exiliado, reapareció tres meses después en el Puerto de Cobija, donde sublevó
a la guarnición; pero ésta reaccionó cuando él se había declarado primera autoridad del
departamento. Un pelotón de la misma unidad que lo secundaba, ingresó a su despacho,
asesinándole con una descarga. Era el 5 de junio de 1849.
GOBIERNO DE MANUEL ISIDORO BELZU HUMEREZ
(1848 – 1855)
ACTOS ADMINITRATIVOS
Destacado y primer caudillo de masas sentenció al pueblo boliviano indicado “Con los
cholos de mi pueblo haré la felicidad de Bolivia”. A solicitud y sugerencia de Belzu el
Congreso sancionó la ley del 5 de noviembre de 1851 y se fijaron los colores del pabellón
nacional (rojo, amarillo y verde). Se realizó un nuevo censo nacional de la población que
arroja un total de 2.323.123 habitantes.
HECHOS CULTURALES
RASGOS BIOGRÁFICOS
No es cierto en absoluto que hubiera tenido ideas socialistas y que hubiera leído a Marx. Era
un militar inculto como muchos de su época. Hijo de Gaspar Belzu y de Manuel Humérez.
Su incorporación al ejército, sin estudios previos, como era corriente entonces, tuvo lugar
después de la creación de la República y a las órdenes del entonces Comandante José
Ballivián, siendo poco después ascendido al grado de Teniente.
Varios intentos de golpe, capitaneados por el General Velasco y otros militares, se suceden,
desanimado al cansado presidente, hasta que Belzu ingresa al país y se apodera de La Paz
el 6 de diciembre de 1847, apoyado por el pueblo que lo vitorea y le expresa su aprecio. Es
entonces que Ballivián, cansado y con su gobierno asediado, deja el Ejecutivo al General
Guilarte.
Lo hace porque sabe que las guarniciones del país lo respaldan. Efectivamente, el 6 de
octubre de 1848, Oruro le proclama presidente; en La Paz,. Fuerzas que le son adictas se
apoderan de la prefectura y lo reconocen también; en Sucre, el Capitán Casto Arguedas
obtiene una victoria militar y lo proclama asimismo, presidente. Igual cosa sucede en
Potosí, Tarija y Litoral.
Durante su prolongado periodo, no hizo obra alguna en el país, tal vez porque no le dejaron
gobernar. Más de treinta conatos y subversiones fueron sofocados por él, en distintos
distritos del país.
Ordenó la revisión de los códigos Penal, Civil y de Procedimientos y dispuso la reforma del
Escudo y de la Bandera Nacional. Finalmente, Belzu se cansó, como sus antecesores, del
poder y de la constante lucha a la que se veía obligado para defenderse, por lo que
renunció a la primera magistratura ante el Congreso Nacional reunido en Oruro, que
rechazó la dimisión. En esa situación convocó, mediante Decreto Supremo, a elecciones que
debían efectuarse el 1º de Mayo de ese año de 1855.
Así lo hizo y resultó elegido su hijo político, el General Jorge Córdova, a quién entregó el
mando el 15 de agosto de 1855. Cabe anotar que Belzu resultó el primer presidente que
entregó el alto cargo a su sucesor legal designado en elecciones democráticas.
RASGOS DE SU PERSONALIDAD
Manuel Isidoro Belzu era de un carácter altivo y generoso, fiel en sus amistades y en sus
opiniones, noble en sus acciones, sincero católico, inteligente, sagaz y profundamente
simpático para cuantos le trataban. Durante la época de su gobierno, empleó fuertes sumas
en proteger huérfanos y viudas y en socorrer a los menesterosos.
Era de estatura más alta que baja y de airoso continente. Una espesa barba negra
circundaba su rostro. Moreno, verdadero tipo árabe, se hacía atrayente por la mirada altiva
a la vez que lánguida de unos ojos que vulgarmente se llaman “dormidos”.
ACTOS ADMINISTRATIVOS
Política de impuestos, fue una administración muy pobre. Luchó por la inviolabilidad de la
persona humana.
RASGOS BIOGRÁFICOS
Nació en La Paz el 23 de abril de 1822. Carecía de segundo apellido porque era hijo de
padres desconocidos; por eso sus enemigos personales y políticos le llamaban el “Expósito”.
Militar por conveniencia más que por vocación o estudios, Córdova logró rápidos ascensos
en la guerra de la Confederación, en las batallas de Socabaya, Yanacocha y Yungay, así
como en la de Ingavi, oportunidad en la que ganó el grado de Capitán.
No puede negarse que sus ascensos más altos los ganó porque era yerno del Presidente
Belzu, pues estaba casado con su hija Edelmira, por lo que al asumir la Presidencia
ostentaba el grado de General de División, habiendo sido anteriormente de la república.
Como su padre político, nada hizo por el país porque tuvo que dedicarse, íntegramente, a
conjurar motines y subversiones encabezadas por civiles y militares; pero se mostró
siempre magnánimo; en muchas oportunidades dictó amnistías políticas y conmutó penas
de muerte dictadas por tribunales militares.
José María Linares, que había sido el más pertinaz conspirador en ese período, lo derroco
finalmente el 8 de septiembre de 1857, con el apoyo de todo el país.
Acosado por las fuerzas de Linares, que avanzaban de Oruro a La Paz, el Presidente,
cansado de la lucha sin tregua, decidió exiliarse, y se dirigió a la frontera únicamente
acompañado por el oficial ayudante, radicando en Puno para estar más cerca de sus
corresponsales en una conspiración que preparaba y alentaba para instalar en la
presidencia, por segunda vez, a su padre político.
Más tarde, volvió a la acción con el plan de recuperar el poder para su padre político, pasó
varias veces la frontera, con objeto de organizar sublevaciones de la indiada que quería
Belzu. Posteriormente ya en la presidencia de Achá, Córdova, que había ingresado
clandestinamente al país, fue detenido en La Paz y asesinado, junto con otros presos
políticos, en el Loreto, en la noche del 23 de octubre de 1861, en una masacre que la
historia conoce como las “matanzas de Yañez” por haber sido ese coronel, Plácido Yañez,
quién ordenó el cruel exterminio.
Jorge Córdova fue un joven militar de regular estatura, cabellos de oro y ojos celestes, en
los que se revelaba la bondad de su alma generosa. De índole apacible, el general Jorge
Córdova, estaba casado con una hija del General Belzu, doña Edelmira, una de las más
ilustres y virtuosas damas de La Paz.
ACTOS ADMINISTRATIVOS
Innovó la organización judicial y administrativa, creó un Consejo de Estado; dividió el país
en 32 jefaturas políticas. El año 1859 se publicó el primer mapa de Bolivia, el mismo que
fue premiado
con medalla de oro. Lo dibujó el Sr. Lucio Camacho en base a datos del General Mariano
Mejía y el General Juan Ondarza. Se caracterizó por ser el orgullo del civilismo, en Bolivia,
por ser el primero en una etapa de permanencia militar. Su ejemplo moralizador y austero
debe ser arquetipo de los políticos y gobernantes. Fue un gobierno altamente preocupado
por la Educación.
RASGOS BIOGRÁFICOS
Fue el primer presidente civil, que estableció el civilismo en Bolivia, víctima hasta entonces
de una enconada pugna, sólo de militares, por el poder.
Nació en Ticala, hoy Talavera (Puna), capital de la provincia potosina que lleva su nombre,
el 10 de julio de 1808. fueron sus padres José Linares y Josefa Lizarazu.
Así como fue el primer presidente civil, fue también el primero que luchó años, golpeando,
sufriendo derrotas, exilios y persecuciones, en pos del poder, sin ser militar. Cuando se
desempeñaba como Presidente del Congreso Nacional, el General José Miguel de Velasco le
entregó el mando de la nación interinamente; pero, como en la oportunidad Velasco fue
derrocado por un golpe de Estado, él perdió asimismo la presidencia que le había sido
delegada. No lo consideró así Linares y desde entonces se dedicó a conspirar y subvertir el
orden para recuperar la primera magistratura que había desempeñado sólo eventualmente.
Varios fueron los golpes subversivos que Linares organizó y llevó adelante, hasta que el 8
de septiembre de 1857, levantó la guarnición de Oruro con todo éxito, logrando de
inmediato el apoyo de la unidades militares que guarnecían otros distritos. Al día siguiente,
el doctor Linares, mediante decreto, asumía el “poder supremo de la república con el
carácter de presidente provisorio”.
Su gobierno no fue de trabajo y progreso, pues, si bien tenía las mejores intenciones y
hasta el propósito de llevar adelante una revolución moral, pues, pretendió gobernar con
mano dura para evitar manejos dolosos, la concupiscencia era casi norma en esa época,
junto con el abuso de las bebidas y, sobre todo, las dádivas a los favoritos o a los que tenía
influencia o mando de tropas. Se rodeó de los mejores, tuvo siempre gabinetes con
ministros que constituían la élite de la intelectualidad de entonces; pero su energía y sus
rígidos principios le crearon enemigos llevándole a presidir un gobierno despótico y
sanguinario. Cuanto más crecía la oposición más duro era él. Los fusilamientos que ordenó,
los presos que mantuvo en la cárcel y los perseguidos y exiliados, sumaron centenares.
Autócrata violento, fue muchas veces cruel y despiadado, aunque la verdad es que se
defendía, porque las conspiraciones, durante su régimen, se multiplicaron a medida que él
obraba con mayor energía.
Gobernó con los mejores y gobernó con honradez tal, que su propia fortuna, que era
cuantiosa, la derrocó para atender con ella los gastos del
gobierno. En los últimos meses, Linares ya no gobernaba, se concentraba a defenderse,
porque las conspiraciones se multiplicaban sin cesar. En tales circunstancias y cansado de
luchar, decidió convocar a elecciones legislativas para que fuera el Congreso Nacional el que
eligiera a su sucesor.
Casi inmediatamente abandonó también el país rumbo a Valparaíso, donde muy pobre y
viviendo con la ayuda económica de sus amigos, murió el 6 de octubre de 1861. lo
acompañaba solamente su secretario, Mariano Baptista Caserta.
ASPECTO FISICO
Linares era de mediana estatura, de temperamento nervioso, bilioso, espaciosa frete que
revelaba talento, rostro pálido y, bajo unas cejas obscuras y pobladas, ojos grandes y
negros de mirada imperativa y profunda, que reflejaban un carácter acerado capaz de
romperse pero jamás doblegarse. De ameno trato, profundos conocimientos, gran versación
en la política, genio sereno y algo taciturno, el Dictador es uno de los grandes hombres que
ha tenido Bolivia.