En su articulo 1° ambas leyes en su objeto, pretenden distribuir la propiedad de la tierra
a la población rural, como propósito de una explotación económica, que permite abastecer de bienes y servicios a las familias agrícolas del país sin tierras. Colombia en ambos periodos de tiempo sigue bajo un modelo de propietarios de grandes extensiones de tierra, además de un conflicto armado acrecentado en las zonas rurales del país para los años 90s.
En su Capitulo II INSTITUTO COLOMBIANO DE LA REFORMA AGRARIA VS DEL
SISTEMA NACIONAL DE LA REFORMA AGRARIA Y DESARROLLO RURAL CAMPESINO, en la estructura de los sistemas, se pretende un mayor impacto bajo la Ley 160, con un sistema de mayores competencias y de mayor articulación, con el sector rural del país. La Ley 135 a través del INSTITUTO COLOMBIANO DE LA REFORMA AGRARIA, entregaba a entidades regionales, el poder y la libertad para ejercer funciones que le competían al INSTITUTO COLOMBIANO DE LA REFORMA AGRARIA. Esto podría evidenciar que la Ley 160 es de carácter más central, respecto a La Ley 135. La aprobación de proyectos rurales bajo documentos CONPES, para ser incluidos en el presupuesto nacional en la Ley 160, busca lograr un mayor impacto y eficiencia en los recursos destinados al agro, con una previa evaluación y viabilidad para su asignación.
Bajo la Ley 160 el INCODER como organización encargada de la negociación y
asignación de tierras en favor de las comunidades indígenas, afrocolombianas, y demás minorías étnicas, para afectados de calamidades naturales y para beneficiar a campesinos los cuales pertenezcan a programas especiales del Gobierno Nacional. La Ley 135 buscaba caracterizar e identificar a los propietarios de terrenos de gran extensión (2.000 Hectáreas o más), estos tenían que justificar la extensión de la tierra bajo una actividad productiva a fin de mantener la propiedad sobre la extensión. DE LA UNIDAD AGRICOLA FAMILIAR
LEY 135
Se entiende por "Unidad Agrícola Familiar" la explotación agraria de un fundo que
dependa directa y principalmente de la vinculación de la fuerza de trabajo de una misma familia compuesta por el jefe del hogar y su cónyuge, compañero o compañera, según el caso, o por parientes hasta el segundo grado de consanguinidad y primero civil, sin perjuicio del empleo ocasional de mano de obra extraña al núcleo familiar y que además reúna las siguientes condiciones:
a) Que la extensión del predio, que dependerá de la naturaleza de la zona, clase de suelos, aguas, posibilidades de irrigación, ubicación, relieve y potencialidad del tipo de explotación agropecuaria para el cual sea apto, pueda suministrar a la familia que lo explota, en condiciones de eficiencia productiva promedio, ingresos no inferiores a tres salarios mínimos (…)
Parágrafo 1º. El INCORA deberá observar para la determinación de la extensión de las Unidades Agrícolas Familiares, un promedio nacional de 22 hectáreas por parcela, pero podrá aumentar o disminuir la extensión correspondiente, según la naturaleza y características de la zona y del fundo y su potencialidad para la explotación agropecuaria.
LEY 160
Se entiende por Unidad Agrícola Familiar (UAF), la empresa básica de producción
agrícola, pecuaria, acuícola o forestal cuya extensión, conforme a las condiciones agroecológicas de la zona y con tecnología adecuada, permite a la familia remunerar su trabajo y disponer de un excedente capitalizable que coadyuve a la formación de su patrimonio. La UAF no requerirá normalmente para ser explotada sino del trabajo del propietario y su familia, sin perjuicio del empleo de mano de obra extraña, si la naturaleza de la explotación así lo requiere.
La Junta Directiva indicará los criterios metodológicos para determinar la Unidad
Agrícola Familiar por zonas relativamente homogéneas, y los mecanismos de evaluación, revisión y ajustes periódicos cuando se presenten cambios significativos en las condiciones de la explotación agropecuaria que la afecten, y fijará en salarios mínimos mensuales legales el valor máximo total de la UAF que se podrá adquirir mediante las disposiciones de esta Ley.
Como Unidad Agrícola Familiar se presentan algunas diferencias en su concepto, la
Unidad Agrícola Familiar sin condiciones para la contratación de mano de obra sin importar el periodo o duración de la contratación bajo la Ley 160. El promedio establecido en la Ley 135, no se tiene en cuenta en la Ley 160, ya que esta depende directamente de las diferentes condiciones mencionadas. La vinculación de la tecnología como un factor que interviene en la productividad de la tierra.