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NOMBRES:

Suscel Luna Arcani


Ximena Torrez Ramírez
Wendy Judith Umiña Flores
Magaly Carla Chavez
Yordi Machaca Aguilar
MATERIA: Interculturalidad
CARRERA: Fisioterapia Y Kinesiología
DOCENTE : Dra. Giovanna Ingrid Condarco Arispe
AÑO: 2021
Tipos de Feminicidios

1. FEMINICIDIO ÍNTIMO

Es el asesinato cometido por un hombre con quien la víctima tenía o había tenido una
relación o vínculo íntimo: marido, exmarido, novio, exnovio o amante. Se incluye el
supuesto del amigo que asesina a una mujer -amiga o conocida- que rechazó entablar una
relación íntima con este. Para Ana Carcedo y Montserrat Sagot el feminicidio íntimo es el
asesinato de mujeres cometidos por hombres con quien la víctima tenía o tuvo una relación
personal, familiar, de convivencia o afines a éstas].

CASO DE ANA GARCIA VICTIMA DE FEMINICIDIO OBSECIVO

Ana García Perez era la menor de cuatro hermanos venezolanos que llegaron al país y vivía
en una zona cercana de Inírida, llamada El Porvenir. Por petición de una amiga fue allá a
cuidar una finca. 

Alguna vez le habló a Rosa, su hermana, de un amigo llamado Alexander Matiz. “Ella sí un


día nos habló de él, que era un amigo, pero no vivían juntos. Tuvieron un romance al
principio, pero cuando él una vez le pegó en una fiesta ella lo dejó, lo abandonó, pero él la
seguía a donde fuera y donde estuviera metida”.

Pasaron casi tres meses en esa situación, hasta que la encontró, el 7 de junio.

“Lo que él le hizo, él mismo confesó, que ella se negó a lo que él quería (...) llevársela.
Y mi hermana como no quiso él empezó a darle golpes. Ella cayó, él la agarró, dice él para
que se levantara, la cogió por el cuello y entonces ella murió asfixiada.

El coronel Jimmy Bedoya, comandante de Policía del departamento de Guainía, lideró la


investigación que llevó a la captura.

El oficial relató que “después de ocurrido este lamentable hecho, que generó luto en toda la
comunidad Inírida, las unidades policiales iniciaron una investigación con entrevistas y
seguimiento para líneas telefónicas, donde se logró obtener suficiente acervo probatorio
para concluir que la persona que habría cometido el homicidio fue efectivamente su
expareja sentimental, por motivos personales”.

“La captura se realiza después de un minucioso seguimiento de la línea telefónica del


judicializado, con la cual se obtuvo información de los lugares donde se encontraba
momentos antes de que sucedieron los hechos. Hay que adicionar que esa persona se allanó
a los cargos después de ver todas las evidencias que se le presentó al juez", precisó.

Matiz tiene antecedentes penales por tráfico de estupefacientes, homicidio culposo,


amenazas de muerte y tráfico de hidrocarburos. 

Ana García tenía 23 años y un hijo de 8; su familia la recuerda como una joven seria y
trabajadora.

2. Lesbicidio

Son aquellos casos en que la mujer es asesinada como castigo por ser lesbiana.

No es difícil encontrar periodos históricos en que el asesinato de mujeres como


castigo por ser homosexuales fuera legal. Por ejemplo, en la Francia del siglo XIII se
aprobó una ley según la cual a las mujeres se les debía amputar una extremidad las
dos primeras veces que tuvieran sexo con mujeres, mientras que a la tercera debían
ser quemadas.

Un crimen similar y frecuentemente unido al lesbicidio es la violación correctiva;


consistente en abusar sexualmente de una mujer homosexual con el objetivo de hacer
que se comporte como si fuera heterosexual o simplemente como castigo. Es una
manera de intentar imponer un supuesto "orden natural" mediante la violencia y el
poder.

Hoy en día la homosexualidad, tanto en mujeres como en hombres, sigue siendo


condenada por la mayoría de religiones y es ilegal en países como Irán, Libia,
India, Pakistán, Marruecos y Nigeria. Estas condiciones favorecen la violencia
contra personas homosexuales, ya que la legitiman desde las instituciones.
Este mi caso me llamo Valeria muñoz soy afro boliviana una futbolista que fui violada
y asesinada por ser lesbiana.

Mi interés por el fútbol comenzó cuando solo tenía cuatro años.


Era feliz porque tenía vida tenia salud y era lo que me importaba. Mi familia siempre me
apoyo en todo mis proyecto, uno de mis sueño que tenia era ser una futbolista internacional
y que fuera admirada por muchos jóvenes.
Desde que tenía uso de conciencia, sabía que me atraían las mujeres, mi familia no lo
aceptaba ni la gente donde vivía, decías que eso era obra del diablo, excepto mi hermano
pablo el me aceptaba tal como yo era.
Estaba consciente que esto en el estatus social donde vivía muchos no lo aceptabas el
término de ser homosexual.
En mi ámbito cultural también sufría por discriminación tanto por ser afro boliviana pero
más que todo por mi color de piel y también por ser homosexual, aun por todo lo que me
pasaba seguí adelante.
Un día Salí de casa iba a mis entrenamiento y tenia partidos entre comunidades esa tarde
me fue muy bien estaba muy feliz porque habíamos ganado todo los campeonatos, al
terminar la noche me dirigía a casa estaba muy oscuro.
Me di cuenta que 3 hombres me seguían corrí pero me agarraron bruscamente mientras me
lastimaban uno de ellos decía que eso lo hacía para corregirme, y no ser lesbiana, fui
brutalmente violada y asesinada.

Al día siguiente me  encontrado en un arroyo a solo unos cientos de metros de mi casa.


Vi desde el cielo que mi familia estaba roba muy triste fue dolorosa para ellos, pero para las
autoridades y las demás personas mi muerte era como un caso más sin resolver.

3. FEMINICIDIO JUVENIL

– Es el conjunto de delitos de lesa humanidad que contienen los crímenes, los secuestros y
las desapariciones de niñas adolescentes en un cuadro de colapso institucional. Se trata de
una fractura del Estado de derecho que favorece la impunidad. Por eso el feminicidio es un
crimen de Estado.

– El feminicidio sucede cuando las condiciones históricas generan prácticas sociales


agresivas y hostiles que atentan contra la integridad, el desarrollo, la salud, las libertades y
la vida de las mujeres.

– En el feminicidio concurren en tiempo y espacio, maltrato, abuso, vejaciones y daños


continuos contra las mujeres realizados por conocidos y desconocidos, por violentos,
violadores y asesinos individuales y grupales, ocasionales o profesionales, que conducen a
la muerte cruel de algunas de las víctimas.

MI NOMBRE ES HELEN Y HOY QUIERO COMPARTIRLES MI HISTORIA.


La vida me arrebató a mi madre cuando yo nací, era la menor de ocho hermanos, entre los
que también estaba mi hermana Ruth, quien llevaba el título honorífico de “mamá” por
encargarse de mi desde que era bebé.

“Desde que mi mamá falleció ella se quedó a mi cuidado, Junto a mi hermano mayor me
criaron hasta mis cinco años”.

“Ya cuando fuí mayor la seguía llamando ‘mamá’ a mi hermana Ruth y decía que ella era
mi orgullo porque había estudiado para policía y yo quería seguir sus pasos”.

Tenía el sueño de estudiar para ser Policía, enfermera, profesora o tatuadora, yo tenía la
ilusión de convertirme en profesional y, recientemente, le había comentado a mi papá -con
quien vivía en la urbe alteña- que mi sueño era estudiar en otra ciudad.

“A mi papi la última vez le había comentado que yo quería estudiar para profesora. ‘Pero
quiero irme lejos, papi. Quiero irme a Cochabamba. Vámonos a Cochabamba’, le comenté.
‘Venderemos la casa y nos iremos’, ya no quiero vivir acá.

Mientras decidía qué camino tomar, me inscribí a un curso de diseño de uñas y aprendí a
maquillar y peinar.

Habíanpasadoapenastresmesesdesdemidécimoséptimocumpleaños,aprincipiosdediciembred
elañopasado,yoHelen me gradué del colegio con una ilusión única,y
aunquenoteníamuyclaroquéqueríaestudiardespués,teníalailusióndehacerlo.

Siemprefuídivertida,alegre, extrovertida yhabladoracontodoslos quemerodeaban,hastaque


un día degolpe, Abel que era mi enamorado y por el impulso de sus malditos celos
acallómisonrisaymissueños con golpes brutales hasta apagar mi luz una madrugada del
sábado 25 de Abril.

4. Feminicidio Infantil

Feminicidio infantil es la privación dolosa de la vida cometida en contra de mujeres


menores de edad o que no tengan la capacidad mental, ya sea hija descendiente o colateral
hasta en cuarto grado, hermana, adoptada, que tenga alguna relación afectiva o de cuidado
sabiendo el delincuente esta relación de responsabilidad, confianza o poder que les otorga
su situación adulta sobre la minoría de edad de la menor.
La mayoría de las investigaciones sobre tipologías de
maltratadores contra la mujer en las relaciones de pareja han
descrito las características de los distintos agresores en función
de tres dimensiones: a) el uso de la violencia más allá del
ámbito familiar, b) la severidad del maltrato y, c) la
psicopatología. Asumiendo que los maltratadores que
comportan un riesgo más elevado de agresión severa se
ubicarían en la zona de intersección de los niveles más altos de
cada dimensión. Y hasta cierto punto esto es así, pues se sabe
que los hombres antisociales y violentos someten a la mujer a
un contexto mayor de coerción, control y agresiones físicas.
Sin embargo, esta premisa no parece cumplirse en el caso del
feminicidio, ya que una gran parte de los crímenes se perpetran
por hombres sin un historial delictivo y psicopatológico
significativo. Además, no se puede pronosticar cuándo ocurrirá
el feminicidio atendiendo exclusivamente a las características
particulares de cada maltratador o a un solo factor de riesgo
como, por ejemplo, la separación, ya que este delito es
consecuencia de la compleja interacción entre factores
individuales, relacionales y ambientales.
Por consiguiente, para comprender mejor la etiología de este crimen es necesario
determinar qué clases de feminicidas existen, bajo qué circunstancias perpetran el crimen,
y hasta qué punto las alteraciones mentales que en ocasiones sufren estos hombres
imposibilitan que puedan controlar su conducta y comprender lo que hacen. Los resultados
de los estudios, sin obviar que todavía se necesita una mayor investigación en este ámbito,
apuntan a la existencia de tres taxonomías principales, junto a una cuarta tipología mixta
que compartiría rasgos de las demás.

a) Tipología 1: enfermos mentales. Hombres sin rasgos de peligrosidad criminal ni


antecedentes por violencia contra la pareja, pero que padecen algún trastorno mental con
sintomatología psicótica. El asesinato acaece fruto de crisis agudas derivadas de la
psicopatología descrita y no se vincula con otros factores de riesgo habituales como la
ruptura afectiva o los celos. Cuando agreden a la mujer, la afectación psíquica es tan
intensa que en la mayoría de los casos les impide comprender la ilicitud de su acto o
controlar su conducta. Según los informes del Consejo General del Poder Judicial, los
feminicidios a causa del trastorno mental no suelen superar el 10%.

b) Tipología 2: antisociales y violentos. Son maltratadores que recurren a la violencia


tanto dentro como fuera del ámbito familiar, con un amplio historial delictivo y abuso de
sustancias. Es frecuente que presenten trastornos o rasgos de personalidad antisocial o
narcisista, así como alteraciones mentales causadas por el abuso de sustancias. Por el
contrario, no sufren afectaciones psíquicas asociadas a estados de depresión, ansiedad o
estrés. Por este motivo, tampoco amenazan con suicidarse. Su violencia es voluntaria e
instrumental, y a pesar de que también son susceptibles de reaccionar violentamente ante
situaciones de abandono o infidelidad, su violencia es severa, coactiva y habitual, de ahí
que el feminicidio obedezca a un ataque de ira imprevisible, un exceso de violencia o un
duro castigo por algo que hizo la mujer en contra de la voluntad de su agresor.

c) Tipología 3: normalizados o no patológicos. Sin historial delictivo ni psicopatología


significativos, aunque pueden presentar rasgos dependientes de personalidad y problemas
de apego. Ejercen una violencia más psíquica que física, en muchas ocasiones originada a
partir de la ruptura afectiva. En estas situaciones suelen experimentar una elevada
sintomatología ansiosa o depresiva y pensamientos obsesivos en torno a los motivos de la
separación. Durante los meses que preceden al crimen, estos hombres pueden amenazar o
intentar suicidarse. Con todo, la afectación psíquica que padecen no impide que
comprendan perfectamente lo que hacen y obren en consecuencia.

d) Tipología 4: mixtos. Comparten atributos de las otras categorías, es decir, son


maltratadores que se encuentran en un lugar intermedio entre las dimensiones de
antisocialidad, psicopatología y severidad de la violencia contra la mujer. El feminicidio es
voluntario, si bien a veces puede observarse una ligera afectación mental en casos en los
que, por ejemplo, el deterioro por motivo del consumo de tóxicos, sobre un contexto de
maltrato previo, se entremezcla con el curso de celos patológicos.

De estos hallazgos se derivan dos conclusiones: a) el feminicidio es un acto voluntario, en


el que la psicopatología solo explica una pequeña proporción de estos crímenes; y b)
existen distintos tipos de feminicidios, resultado de la interacción particular entre variables
individuales, relacionales y ambientales.

Por último, las consecuencias prácticas derivadas de las tipologías podrían comportar
importantes implicaciones en cuanto a la prevención del feminicidio, pues permitiría
aplicar estrategias de intervención adaptadas a cada escenario. Los “enfermos mentales”
podrían responder mejor a un tratamiento psicoterapéutico y farmacológico para ayudar a
paliar los efectos perniciosos de la sintomatología positiva asociada a las psicosis. Los
“antisociales y violentos” podrían requerir unas estrategias más intensas de supervisión y
control, e intervenciones centradas en el control de impulsos y de la ira junto al
tratamiento de los problemas vinculados al abuso de sustancias. En cuanto a los
“normalizados”, quizá resulten útiles las técnicas de control de la ansiedad y el estrés, las
terapias cognitivas o el apoyo de un profesional para ayudar a gestionar el proceso de la
separación. Finalmente, los “mixtos”, podrían beneficiarse de un tratamiento para afrontar
los celos patológicos en combinación con programas para paliar los efectos nocivos del
abuso del alcohol y otras drogas.

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