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1. FEMINICIDIO ÍNTIMO
Es el asesinato cometido por un hombre con quien la víctima tenía o había tenido una
relación o vínculo íntimo: marido, exmarido, novio, exnovio o amante. Se incluye el
supuesto del amigo que asesina a una mujer -amiga o conocida- que rechazó entablar una
relación íntima con este. Para Ana Carcedo y Montserrat Sagot el feminicidio íntimo es el
asesinato de mujeres cometidos por hombres con quien la víctima tenía o tuvo una relación
personal, familiar, de convivencia o afines a éstas].
Ana García Perez era la menor de cuatro hermanos venezolanos que llegaron al país y vivía
en una zona cercana de Inírida, llamada El Porvenir. Por petición de una amiga fue allá a
cuidar una finca.
Pasaron casi tres meses en esa situación, hasta que la encontró, el 7 de junio.
“Lo que él le hizo, él mismo confesó, que ella se negó a lo que él quería (...) llevársela.
Y mi hermana como no quiso él empezó a darle golpes. Ella cayó, él la agarró, dice él para
que se levantara, la cogió por el cuello y entonces ella murió asfixiada.
El oficial relató que “después de ocurrido este lamentable hecho, que generó luto en toda la
comunidad Inírida, las unidades policiales iniciaron una investigación con entrevistas y
seguimiento para líneas telefónicas, donde se logró obtener suficiente acervo probatorio
para concluir que la persona que habría cometido el homicidio fue efectivamente su
expareja sentimental, por motivos personales”.
Ana García tenía 23 años y un hijo de 8; su familia la recuerda como una joven seria y
trabajadora.
2. Lesbicidio
Son aquellos casos en que la mujer es asesinada como castigo por ser lesbiana.
3. FEMINICIDIO JUVENIL
– Es el conjunto de delitos de lesa humanidad que contienen los crímenes, los secuestros y
las desapariciones de niñas adolescentes en un cuadro de colapso institucional. Se trata de
una fractura del Estado de derecho que favorece la impunidad. Por eso el feminicidio es un
crimen de Estado.
“Desde que mi mamá falleció ella se quedó a mi cuidado, Junto a mi hermano mayor me
criaron hasta mis cinco años”.
“Ya cuando fuí mayor la seguía llamando ‘mamá’ a mi hermana Ruth y decía que ella era
mi orgullo porque había estudiado para policía y yo quería seguir sus pasos”.
Tenía el sueño de estudiar para ser Policía, enfermera, profesora o tatuadora, yo tenía la
ilusión de convertirme en profesional y, recientemente, le había comentado a mi papá -con
quien vivía en la urbe alteña- que mi sueño era estudiar en otra ciudad.
“A mi papi la última vez le había comentado que yo quería estudiar para profesora. ‘Pero
quiero irme lejos, papi. Quiero irme a Cochabamba. Vámonos a Cochabamba’, le comenté.
‘Venderemos la casa y nos iremos’, ya no quiero vivir acá.
Mientras decidía qué camino tomar, me inscribí a un curso de diseño de uñas y aprendí a
maquillar y peinar.
Habíanpasadoapenastresmesesdesdemidécimoséptimocumpleaños,aprincipiosdediciembred
elañopasado,yoHelen me gradué del colegio con una ilusión única,y
aunquenoteníamuyclaroquéqueríaestudiardespués,teníalailusióndehacerlo.
4. Feminicidio Infantil
Por último, las consecuencias prácticas derivadas de las tipologías podrían comportar
importantes implicaciones en cuanto a la prevención del feminicidio, pues permitiría
aplicar estrategias de intervención adaptadas a cada escenario. Los “enfermos mentales”
podrían responder mejor a un tratamiento psicoterapéutico y farmacológico para ayudar a
paliar los efectos perniciosos de la sintomatología positiva asociada a las psicosis. Los
“antisociales y violentos” podrían requerir unas estrategias más intensas de supervisión y
control, e intervenciones centradas en el control de impulsos y de la ira junto al
tratamiento de los problemas vinculados al abuso de sustancias. En cuanto a los
“normalizados”, quizá resulten útiles las técnicas de control de la ansiedad y el estrés, las
terapias cognitivas o el apoyo de un profesional para ayudar a gestionar el proceso de la
separación. Finalmente, los “mixtos”, podrían beneficiarse de un tratamiento para afrontar
los celos patológicos en combinación con programas para paliar los efectos nocivos del
abuso del alcohol y otras drogas.