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UN LUGAR A PERTENECER 2da PARTE

Ya son ustedes... miembros de la familia de Dios, ciudadanos del país de Dios y conciudadanos de los
cristianos de todas partes. Efesios 2:19 (BAD)

...la familia de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, la cual sostiene y defiende la verdad. 1º Timoteo 3:15b
(DHH)

TODO ESTÁ EN LA IGLESIA

Él creó la iglesia para satisfacer las cinco necesidades más básicas de tu vida: un propósito para vivir,
personas con quienes vivir, principios para vivir, una profesión para desarrollar y el poder para vivir. Sólo hay
un lugar en la tierra donde es posible encontrar estos cinco beneficios reunidos en el mismo lugar.

Los propósitos de Dios para su iglesia son los mismos que tiene para tu vida. La adoración te ayudará a
concentrarte en Dios; la comunión te ayudará enfrentar los problemas de la vida; el discipulado te ayudará a
fortalecer tu fe; el ministerio te ayudará a descubrir tus talentos; el evangelismo te ayudará a cumplir tu misión.
¡No hay nada como la iglesia en la tierra!

TU ELECCIÓN

Cuando nace un bebé, él o ella se convierte automáticamente en parte de la familia universal de los seres
humanos. Pero ese bebé también necesita ser miembro de una familia en particular para recibir el cuidado y el
cariño que requiere para crecer, tener salud y ser fuerte. Lo mismo es cierto en el aspecto espiritual. Cuando
nacemos de nuevo, automáticamente pasamos a formar parte de la familia universal de Dios, pero también
necesitamos ser miembros de una expresión local de ese núcleo.

La diferencia entre ser un mero asistente al templo y un miembro de la iglesia es el compromiso. Los
asistentes son espectadores frente al escenario; los miembros están comprometidos con el ministerio. Los
asistentes son consumidores; los miembros, contribuyentes. Los asistentes desean tener los beneficios de la
iglesia sin compartir las obligaciones. Son como parejas que quieren vivir juntas sin comprometerse y formar
un matrimonio.

¿Por qué es importante unirse a la familia de una iglesia local? Porque es en la práctica, no en la teoría, como
demuestras tu compromiso con tus hermanos y hermanas. Dios quiere que ames a personas reales, no
ideales. Puedes pasarte toda tu vida buscando la iglesia perfecta, pero nunca la encontrarás. Dios nos llama a
amar a los pecadores como Él nos amó.
En los Hechos, los cristianos de Jerusalén tenían compromisos muy específicos entre sí. Se dedicaban a la
comunión. La Biblia nos dice “que se comprometían con la enseñanza de los apóstoles, la vida en comunidad,
las comidas comunitarias y las oraciones” Hechos 2:42-47.
Dios hoy espera el mismo compromiso de tu parte. La vida cristiana es más que el simple compromiso con
Cristo: también implica el compromiso con otros cristianos. Los creyentes de Macedonia entendieron esto.
Pablo dijo de ellos: “Se entregaron a sí mismos, primeramente, al Señor y después a nosotros, conforme a la
voluntad de Dios” 2 Corintios 8:5 NVI. Después de convertirte en hijo de Dios, el siguiente paso natural que
debes dar es convertirte en miembro de una congregación local. Cuando te comprometes con Cristo, te
conviertes en cristiano; pero te conviertes en miembro de una iglesia cuando te comprometes con un grupo
específico de creyentes. La primera decisión trae la salvación; la segunda, la comunión.
Ya son ustedes... miembros de la familia de Dios,
ciudadanos del país de Dios y conciudadanos de los
cristianos de todas partes. Efesios 2:19 (BAD)

...la familia de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, la


cual sostiene y defiende la verdad. 1º Timoteo 3:15b (DHH)

Y eran fieles en conservar la enseñanza de los apóstoles,


en compartir lo que tenían, en reunirse para partir el pan y
en la oración. Todos estaban asombrados a causa de los
muchos milagros y señales que Dios hacía por medio de los
apóstoles. Todos los creyentes estaban muy unidos y
compartían sus bienes entre sí; vendían sus propiedades y
todo lo que tenían, y repartían el dinero según las
necesidades de cada uno. Todos los días se reunían en el
templo, y en las casas partían el pan y comían juntos con
alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y eran
estimados por todos; y cada día el Señor hacía crecer la
comunidad con el número de los que él iba llamando a la
salvación. Hechos 2:42-47 DHH94I

Incluso hicieron más de lo que esperábamos, ya que se


entregaron a sí mismos, primeramente, al Señor y después
a nosotros, conforme a la voluntad de Dios. 2 Corintios 8:5
NVI

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