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“AÑO DEL CENTENARIO DEL DESCUBRIMIENTO DE MACHU PICCHU PARA EL MUNDO”

INSTITUCIÓN EDUCATIVA EMBLEMÁTICA “SANTA ISABEL”

ÁREA : COMUNICACIÓN

DOCENTE : PORFIRIO RETAMOZO PARQUE

ESTUDIANTES : GUTIÉRREZ VERA, NICHOLS 7


MANTARI MENDOZA, JIMMY 14
OSORES DÁVILA, BRANDOM 17
REYNOSO CHÁVEZ, NICK 21
ROJAS TUPIÑO, JOSÉ 22
SOVERO FLORES, OSCAR 25

GRADO : 5TO.

SECCIÓN : “D”

HUANCAYO- PERÚ

2011
BIOGRAFÍA DE WILLIAM SHAKESPEARE

Los orígenes

En el sexto año del reinado de Isabel I de Inglaterra, el 26 de abril de 1564, fue


bautizado William Shakespeare en Stratford-upon-Avon, un pueblecito del condado de
Warwick que no sobrepasaba los dos mil habitantes, orgullosos todos ellos de su iglesia, su
escuela y su puente sobre el río. Uno de éstos era John Shakespeare, comerciante en lana,
carnicero y arrendatario que llegó a ser concejal, tesorero y alcalde. De su unión con Mary
Arden, señorita de distinguida familia, nacieron cinco hijos, el tercero de los cuales recibió el
nombre de William. No se tiene constancia del día de su nacimiento, pero tradicionalmente su
cumpleaños se festeja el 23 de abril, tal vez para encontrar algún designio o fatalidad en la
fecha, ya que la muerte le llegó, cincuenta y dos años más tarde, en ese mismo día.

Así, pues, no fue su cuna tan humilde como asegura la crítica adversa, ni sus estudios
tan escasos como se supone. A pesar de que Ben Johnson, comediógrafo y amigo del
dramaturgo, afirmase exageradamente que "sabía poco latín y menos griego", lo cierto es que
Shakespeare aprendió la lengua de Virgilio en la escuela de Stratford, aunque fuera como
alumno poco entusiasta, extremos ambos que sus obras confirman. La madre provenía de una
vieja y acomodada familia católica, y es muy posible que el poeta, junto con sus dos hermanos
y una hermana, fuese educado en la fe de su madre.

Casa natal de Shakespeare

Sin embargo, no debió de


permanecer mucho tiempo en las
aulas, pues cuando contaba trece
años la fortuna de su padre se
esfumó y el joven hubo de ser
colocado como dependiente de
carnicería. A los quince años, según
se afirma, era ya un diestro
matarife que degollaba las terneras
con pompa, esto es, pronunciando
fúnebres y floreados discursos. Se
lo pinta también deambulando
indolente por las riberas del Avon, emborronando versos, entregado al estudio de nimiedades
botánicas o rivalizando con los más duros bebedores y sesteando después al pie de las
arboledas de Arden.

A los dieciocho años hubo de casarse con Anne Hathaway, una aldeana nueve años
mayor que él cuyo embarazo estaba muy adelantado. Cinco meses después de la boda tuvo de
ella una hija, Susan, y luego los gemelos Judith y Hamnet. Pero Shakespeare no iba a resultar
un marido ideal ni ella estaba tan sobrada de prendas como para retenerlo a su lado por
mucho tiempo. Los intereses del poeta lo conducían por otros derroteros antes que camino del
hogar. Seguía escribiendo versos, asistía hipnotizado a las representaciones que las compañías
de cómicos de la legua ofrecían en la Sala de Gremios de Stratford y no se perdía las
mascaradas, fuegos artificiales, cabalgatas y funciones teatrales con que se celebraban las
visitas de la reina al castillo de Kenilworth, morada de uno de sus favoritos.
Según la leyenda, en 1586 fue sorprendido in fraganticazando furtivamente. Nicholas
Rowe, su primer biógrafo, escribe: "Por desgracia demasiado frecuente en los jóvenes,
Shakespeare se dio a malas compañías, y algunos que robaban ciervos lo indujeron más de una
vez a robarlos en un parque perteneciente a sir Thomas Lucy, de Charlecote, cerca de
Stratford. En consecuencia, este caballero procesó a Shakespeare, quien, para vengarse,
escribió una sátira contra él. Este acaso primer ensayo de su musa resultó tan agresivo que el
caballero redobló su persecución, en tales términos que obligó a Shakespeare a dejar sus
negocios y su familia y a refugiarse en Londres". Pero es más plausible que el virus del teatro lo
impulsara a unirse a alguna farándula de cómicos nómadas de paso por Stratford,
abandonando hijos y esposa y trocándolos por la a la vez sombría y espléndida capital del
reino.

Shakespeare en la ciudad del teatro

A partir de ese momento hay una laguna en la vida de Shakespeare, un período al que
los biógrafos llaman "los años oscuros". No reaparece ante nuestros ojos hasta 1593, cuando
es ya un famoso dramaturgo y uno de los personajes más populares de Londres. Entretanto se
le atribuyen los siguientes empleos: pasante de abogado, maestro de escuela, soldado de
fortuna, tutor de noble familia e incluso guardián de caballos a la puerta de los teatros.
Pasarían varios meses hasta que pudiera ingresar en ellos y meterse entre bastidores, primero
como traspunte o criado del apuntador, luego como comparsa, más tarde como actor
reconocido y, por fin, como autor de gran y merecido prestigio.

Prohibidos por un ayuntamiento puritano que los consideraba semillero de vicios, los
teatros se habían instalado al otro lado del Támesis, fuera de la jurisdicción de la ciudad y de la
molestia de sus alguaciles. La Cortina, El Globo, El Cisne o Blackfriars no eran muy distintos de
los corrales hispanos donde se representaba a Lope de Vega. La escenografía resultaba en
extremo sencilla: dos espadas cruzadas al fondo del proscenio significaban una batalla; un
actor inmóvil empolvado con yeso era un muro, y, si separaba los dedos, el muro tenía grietas;
un hombre cargado de leña, llevando una linterna y seguido por un perro, era la luna.

El vestuario se improvisaba en un rincón de la escena semioculto por cortinas hechas


jirones, a través de las que el público veía a los actores pintándose las mejillas con ladrillo en
polvo o tiznándose el bigote con corcho carbonizado. Mientras los actores gesticulaban y
declamaban, los hidalgos y los oficiales, acomodados a su mismo nivel sobre la plataforma, les
desconcertaban con sus risas, sus gritos y sus juegos de cartas, prestos a lucir su ingenio
improvisando réplicas y a echar a perder la representación si la obra no les complacía. En torno
al patio, las galerías acogían a las damas de alcurnia y los caballeros. Y en el fondo de "la
cazuela", envueltos en sombras, sentados en el suelo entre jarras de cerveza y humo de pipas,
se veía a "los hediondos", el maloliente pueblo.

En todo caso, se trataba de un público con más imaginación que el actual o, al menos,
buen conocedor de las convenciones teatrales impuestas por la penuria o por la ley.
Inspirándose en el severo primitivismo del Deuteronomio, los legisladores puritanos prohibían
la presencia de mujeres en la escena. Las Julietas, Desdémonas y Ofelias de Shakespeare
fueron encarnadas por jovencitos bien parecidos de voz atiplada, ascendidos a Hamlets,
Macbeths y Otelos en cuanto les despuntaba la barba y les cambiaba la voz. Tal era el teatro
en que Shakespeare empezó su carrera dramática.
La fecundidad

Hacia 1589, Shakespeare comenzó a escribir. Lo


hacía en hojas sueltas, como la mayoría de los poetas
de entonces. Los actores aprendían y ensayaban sus
papeles a toda prisa y leyendo en el original, del que no
se sacaban copias por falta de tiempo; de ahí que ya no
existan los manuscritos. Como cada tarde se ofrecía una
obra diferente, el repertorio había de ser muy variado.
Si la obra fracasaba ya no se volvía a escenificar. Si
gustaba era repuesta a intervalos de dos o tres días.
Una obra de mucho éxito, como todas las de
Shakespeare, podía representarse unas diez o doce
veces en un mes. Algunos actores eran capaces de
improvisar a partir de un somero argumento los
diálogos de la obra conforme se iba desarrollando la
acción. Shakespeare nunca los necesitó.

Retrato y firma de Shakespeare

Acuciado por este ritmo vertiginoso y espoleado por su genio, Shakespeare empezó a
producir dos obras por año. En su primera etapa, Shakespeare siguió la línea de estos dramas
isabelinos de capa y espada. De estos años (entre 1589 y 1592) son las obras con las que
inaugura su crónica nacional, sus dramas históricos: las tres primeras partes de Enrique VI y la
historia de quien lo asesinó,Ricardo III. La comedia de los errores, basada en un tema de
Plauto, marca su faceta burlesca, y Tito Andrónico, tragedia bárbara inspirada en Séneca, su
primera obra de tema romano.

Durante la peste de Londres de 1592 (que los puritanos aprovecharon para mantener
cerrados los teatros hasta 1594), Shakespeare se retiró a Stratford y desarrolló sus dotes
poéticas. En 1593 publicó Venus y Adonis y en 1594La violación de Lucrecia, dos poemas
largos, dedicados a su joven protector, Henry Wriothesley, conde de Southampton, a quien se
suele asociar con uno de los protagonistas de los afamados sonetos. Según figura en los
documentos, en 1594 ya era miembro destacado de la mejor compañía de la época, la Lord
Chamberlain's Company of Players (Compañía de Actores de lord Chamberlain), nombre
tomado de su protector, y había escrito La fierecilla domada, Los dos hidalgos de Verona, dos
comedias de inspiración italiana y una tercera,Trabajos de amor perdidos, ambientada en una
Navarra imaginaria.

Shakespeare empezó de actor en la compañía y aunque siguió haciéndolo hasta 1603,


nunca llegó a interpretar papeles principales. Sin embargo, la experiencia debió serle útil.
Como Molière, Brecht o Bulgákov, Shakespeare fue un verdadero hombre de teatro: lo conocía
desde dentro, participaba en los ensayos, presenciaba los espectáculos y concebía sus
personajes pensando en actores concretos. Paralelamente a su éxito teatral, mejoró su
economía. Llegó a ser uno de los accionistas de su teatro, pudo ayudar económicamente a su
padre e incluso en 1596 le compró un título nobiliario, cuyo escudo aparece en el monumento
al poeta construido poco después de su muerte en la iglesia de Stratford. Entre 1594 y 1597
escribió Romeo y Julieta y El sueño de una noche de verano, dos obras de amor y de juventud,
y los dramas históricos Ricardo II, El rey Juan y El mercader de Venecia.
En 1598 la compañía de Chamberlain se instaló en el nuevo teatro The Globe (El
Globo), cuyo nombre se uniría al de Shakespeare para siempre. Ésta parece que fue la etapa
más feliz del escritor, la época de las comediasMucho ruido y pocas nueces, Como gustéis, Las
alegres comadres de Windsor (que según la leyenda fue escrita en quince días por encargo
urgente de la reina), Noche de Reyes  y Bien está lo que bien acaba, escritas todas entre 1598 y
1603. De estos años son también (como anticipando su próxima etapa) Julio César, Troilo y
Crésiday su obra más famosa y perdurable, Hamlet.

A la muerte de Isabel l en 1603, Jacobo I, hijo de María Estuardo y rey de Escocia desde
1567, se convirtió también en rey de Inglaterra y la compañía de Chamberlain pasó bajo su
protección con el nombre de King's Men (Hombres del Rey). A pesar del cambio de nombre y
de protector, el teatro mantuvo su carácter público: hicieron representaciones para todo el
mundo, incluso para la corte.

Ante tal éxito, la compañía inauguró una pequeña sala cubierta en 1608, la Blackfriars,
con una entrada más elevada y para un público más selecto. Financieramente, la compañía
funcionaba como una sociedad anónima de la que Shakespeare fue uno de sus más
importantes accionistas. Debido a la buena administración, su posición económica se afirmó
aun mas: compró varias propiedades en Londres y en Stratford, hizo distintas inversiones,
entre ellas algunas agrícolas, y en 1605 compró una participación de los diezmos de la
parroquia de Stratford, gracias a lo cual (y no a su gloria literaria) sería enterrado en el
presbiterio de la iglesia.

El último acto

Shakespeare tuvo siempre obras en escena, pero nunca aburrió. Entre 1600 y 1610 no
dejó de estar en el candelero con sus príncipes impelidos a acometer lo imposible, sus
monarcas de ampuloso discurso, sus cortesanos vengativos y lúgubres, sus tipos cuerdos que
se fingen locos y sus tipos locos que pretenden llegar a lo más negro de su locura, sus hadas y
geniecillos vivaces, sus bufones, sus monstruos, sus usureros y sus perfectos estúpidos. Esta
pléyade de criaturas capaces de abarrotar cielo e infierno le llenaron la bolsa.

A fines de siglo ya era bastante rico y compró o hizo edificar una casa en Stratford, que
llamó New-Place. En 1597 había muerto su hijo, dejando como única y escueta señal de su
paso por la tierra una línea en el registro mortuorio de la parroquia de su pueblo. Susan y
Judith se casaron, la primera con un médico y la segunda con un comerciante. Susan tenía
talento; Judith no sabía leer ni escribir y firmaba con una cruz. En 1611, cuando Shakespeare se
encontraba en la cúspide de su fama, se despidió de la escena con La tempestad y, cansado y
quizás enfermo, se retiró a su casa de New-Place dispuesto a entregarse en cuerpo y alma a su
jardín y resignado a ver junto a él cada mañana el adusto rostro de su mujer. En el jardín
plantó la primera morera cultivada en Stratford. Murió el 23 de abril de 1616 a los cincuenta y
dos años, en una fecha que quedó marcada en negro en la historia de la literatura universal
por la luctuosa coincidencia con la muerte de Cervantes.

Los misterios de Shakespeare

Es cierto que la juventud del poeta ofrece los pasajes más desconocidos para el
biógrafo. Sin embargo, los verdaderos misterios de su vida pertenecen a aquellos años en que
su carrera puede ser reconstruida con bastante fidelidad. El más conocido de estos enigmas
está relacionado con sus Sonetos, publicados en 1609, pero escritos, en su mayor parte, unos
diez o quince años antes. Uno de los protagonistas de los 154 sonetos es un apuesto joven a
quien el poeta admira mucho, y el otro es la famosa dark lady, "dama morena", que le fue
infiel con el anterior.

Muchos intentaron encontrar en estos poemas claves de la vida interior de


Shakespeare, pruebas de su presunta homosexualidad, afirmando que el joven galán de los
sonetos o, tal vez, la "dama morena" no era otro que el conde de Southampton, mecenas del
debutante autor, a quien le había dedicado sus dos primeras obras poéticas. No se sabe con
certeza quién era el objeto de la adoración secreta del poeta. Sus únicas referencias
personales comprensibles y claras son menudencias: que sufría de insomnio, que le gustaba la
música, que reprobaba las mejillas pintadas y el uso de las pelucas.

Otra de las incógnitas es que sus años de más éxito social, económico y profesional,
entre 1603 y 1612, coinciden con la época de sus grandes tragedias, sus obras más amargas y
desilusionadas, como Otelo, El rey Lear,Macbeth, Antonio y Cleopatra, Coriolano y Timón de
Atenas. Incluso la última comedia de estos años, Medida por medida, es más sombría que
muchos de sus dramas. Además, sus últimas cuatro obras, Pericles, Cimbelino, El cuento de
invierno y La tempestad, su maravillosa despedida del teatro y del mundo, muestran una
curiosa incursión de elementos novelescos y pastoriles en su teatro, sin duda bajo la Influencia
de la nueva generación de dramaturgos como Francis Beaumont o John Fletcher. Hay otras dos
obras, Enrique VIII y Los dos nobles parientes, ambas de 1612-1613, cuya autoría parcial suelen
atribuírsele, ya que según todos los indicios fueron escritas en colaboración con el joven
Fletcher, con las que el número de sus piezas teatrales sumarían 38. Pero La tempestad es
considerada universalmente como su última obra.

Sea como fuere, lo cierto es que alrededor de 1613, es decir a los cuarenta y ocho años
de edad, en pleno poder de sus facultades mentales y en el cenit de su carrera, Shakespeare
rompió abruptamente con el teatro y se retiró a su ciudad natal como podría hacerlo un
pequeño burgués que después de una vida de trabajo quisiera gozar de sus bienes en la
quietud campestre. Sus últimos años transcurrieron como los de un respetado hidalgo rural:
participaba en la vida social de Stratford, administraba sus propiedades y compartía sus días
con sus familiares y vecinos.

Sus obras siguieron en cartelera hasta después de su muerte, y debió conservar algún
contacto, aunque sólo amistoso, con el teatro. Incluso se dijo, según una leyenda registrada
casi medio siglo después, que murió a consecuencia de un banquete celebrado en compañía
de su colega Ben Jonson. Contradice a esta historia el hecho de que un mes antes de su muerte
dictara su testamento rubricándolo con una firma temblorosa que permite imaginar que ya se
encontraba enfermo.

El testamento, extenso y minucioso, está relacionado con el último misterio de la vida de


Shakespeare, aunque sea sólo menor y de orden anecdótico: después de nombrar como
heredero principal al marido de su hija mayor, Susan, y de legar valiosos objetos de oro y de
plata a su otra hija, Judith, dejó a su mujer su «segunda mejor cama». Nadie ha podido
descifrar el significado verdadero de tan extraño legado, que, a su vez, dice mucho del cariz del
matrimonio del poeta.

La posteridad se ha ocupado de Shakespeare más que de cualquier otro autor, y no


sólo en el sentido positivo. Muchos querían negarle la autoría de su obra atribuyéndosela a
espíritus más elevados, preferiblemente de origen ilustre. A Voltaire y a Tolstói, por ejemplo,
les irritaba no la persona del poeta (o su origen plebeyo), sino su obra, que es lo contrario a
todo orden clásico, regla artística o realismo formal. Es la misma libertad: verbal, dramática,
emocional. Se expresa con veloces imágenes, en una misma obra salta años, países y mares,
cambia azarosamente los hilos de la trama y alterna el tono cómico con el trágico. Su obra es la
perenne inquietud y su perspectiva, el infinito. Hace caso omiso de los cánones de la
composición porque obedece a unas leyes más importantes y atávicas que las de la unidad de
tiempo o de lugar. Nadie logró inmortalizar a tantos personajes como ese dramaturgo que
prácticamente no llegó a inventar ni una sola historia propia.

En una de esas metáforas asombrosamente plásticas que tanto abundan en su obra,


Shakespeare define la gloria como «un circulo en el agua / que nunca cesa de agrandarse /
hasta llegar a ser tan ancho / que se disipa en la nada...». Pero la suya no fue así. No tendió a
desvanecerse, ni siquiera a languidecer: después del relativo desinterés por su obra en los
tiempos de moral puritana y de gusto neoclásico, a partir del prerromanticismo se le volvió a
descubrir de modo universal. Desde entonces todas las épocas y estilos tienen su propio
Shakespeare, corroborando la predicción de su amigo y rival, Ben Jonson: «Él no era de una
época sino para todos los tiempos».
FICHA DE ÁNALISIS LITERARIO

I.-IDENTIFICA

1.- TÍTULO : MERCADER DE VENECIA

2.- AUTOR : WILLIAN SHAKESPEARE

3.- GÉNERO LITERARIO : DRAMÁTICO

4.- ESPECIE LITERARIA : COMEDIA

5.- CORRIENTE LITERARIA : RENACIMIENTO INGLÉS

6.- ESTRUCTURA : CONSTA DE 5 ACTOS

II.- TEMA

“LA FALLIDA VENGANZA DE SHYLOCK HACIA ANTONIO”

2.1. Subtemas:

-Amistad entre Antonio y Bassanio

-El odio de Shylock hacia Antonio

-El amor entre Bassanio y Porcia

III. RESUMEN

Bassanio, noble veneciano que ha malgastado su caudal, pide al rico mercader


Antonio, amigo suyo, tres mil ducados para poder continuar dignamente su noviazgo con la
rica heredera Porcia, que vive en tierra firme, en Belmont. Antonio, que ha empleado todo
su dinero en especulaciones de ultramar, se propone hacerse prestar el dinero por Shylock,
usurero judío a quien antes había insultado por la usura que ejercía. Shylock consiente en
prestar el dinero bajo una condición: si la cantidad no es pagada el día fijado, Shylock
tendrá derecho a tomarse una libra de carne del cuerpo de Antonio.

Porcia, por disposición testamentaria de su padre, se casará con el pretendiente que


entre tres cofrecillos (uno de oro, uno de plata, otro de plomo) escoja el que contenga el
retrato de ella. De todas partes llegan ilustres aspirantes; fracasan el príncipe de Marruecos
y el de Aragón, que abren respectivamente el cofre de oro y el de plata; pero Bassanio, con
sensata reflexión, escoge el buen cofrecillo, el de plomo, y se casa con Porcia, que lo ama, y
su amigo Graciano con la doncella de Porcia, Nerissa.

Mientras tanto llega la noticia de que los navíos de Antonio han naufragado, que su
deuda no ha sido pagada dentro del plazo convenido, y que Shylock pide su libra de carne.
El asunto es llevado ante el Dux. Porcia se disfraza de abogado y Nerissa de escribano y, sin
saberlo sus maridos, se presentan ante el tribunal para defender a Antonio.

Después de haber intentado en vano obtener el perdón del judío, ofreciéndole el triple
de la cantidad debida, Porcia solicita que sea concedida la petición del hebreo, pero le
advierte que perderá su vida si derrama una sola gota de sangre, puesto que la obligación
sólo le da derecho a la carne. Argumenta después que Shylock debe pagar con la vida el
delito de haber atentado, siendo extranjero, contra la vida de un ciudadano de Venecia.

El Dux perdona a Shylock la vida, pero asigna la mitad de sus riquezas a Antonio, y la
otra mitad al Estado. Antonio renuncia a su parte si Shylock se hace cristiano, y deja su
caudal, cuando muera, a Jessica (hija de Shylock), que ha huido, después de haber tomado
dinero de los cofres del padre, para casarse con un cristiano, Lorenzo, y por ello ha sido
desheredada. Shylock acepta; Porcia y Nerissa, que no han sido reconocidas, piden por toda
paga los anillos que Bassanio y Graciano recibieron de sus esposas, y de los cuales
prometieron no separarse nunca. Ellos los ceden después de haber resistido en vano. Al
regresar a su casa sus esposas les reprueban aquella acción, pero al fin les revelan su
añagaza. Finalmente se sabe que tres de los buques de Antonio han regresado sanos y
salvos.

A punto de cortar el pecho de Antonio.

IV.PERSONAJES Y EL ROL QUE CUMPLEN EN LA OBRA

4.1. PERSONAJES PRINCIPALES

-Antonio : Es el mercader de Venecia.


-Shylock : Es el judío rico.
-Porcia : Es la heredera de Belmont.
-Bassanio : Amigo de Antonia y esposo de Porcia.
4.2. PERSONAJES SECUNDARIOS

-Nerissa : Doncella de Porcia.


-Duque de Venecia : Pretendiente de Porcia.
-Príncipe de Marruecos : Pretendiente de Porcia.
-Príncipe de Aragón : Pretendiente de Porcia.
-Leonardo : Criado de Bassanio.
-Graciano : Amigo de Antonio y Bassanio.
-Solanio : Amigo de Antonio y Bassanio.
-Salarino : Amigo de Antonio y Bassanio.
-Lorenzo : Es el enamorado de Jessica.
-Túbal : Judío, amigo de Shylock.
-Launcelot : Bufón, criado de Shylock.
-El viejo Gobbo : Padre de Launcelot.
-Baltasar : Criado de Porcia.
-Esteban : Criado de Porcia.
-Jessica : Hijo de Shylock.
V. DETERMINA ESCENARIOS

5.1. MACROCOSMOS.

- Italia.

5.2. MICROCOSMOS.

-Venecia
-Belmont
-Tribunal de Justicia.
VI. DEDUCE: LAS ENSEÑANZAS QUE DA LA OBRA LITERARIA

- No hay que ser usureros ya que eso no nos va a llevar a nada bueno.
- La venganza nunca es buena porque mata el alma y la envenena.
- La amistad es lazo que pocos lo pueden comprender ya que se trata de la
verdadera fidelidad mutua.
- Debemos de confiar en nuestros verdaderos amigos.
- No debemos engañar a nuestros padres.
- Siempre debemos de tratar con justicia.
- Debemos ser agradecidos con las personas que nos rodean.
- Cuando el amor es verdadero no debemos de ponerlos a prueba.

VII. RECONOCE

7.1. VALORES

- FIDELIDAD : De Nerissa hacia Porcia.

- RESPETO : De Bassanio a Antonio.

- AMISTAD : De Graciano, Solanio, Salarino, y Antonio.

- AMOR : De Jessica y Lorenzo.

- JUSTICIA : Que se rige a Antonio.

7.2. ANTIVALORES

- VENGANZA: De Shylock hacia Antonio.

- MENTIRA : De Launcelot a su padre.


- USURA : De Shylock.

- OCIOSIDAD: De Launcelot.

- ODIO : De Shylock hacia Antonio

- DESPRECIO: De Antonio a Shylock

- TRAICIÓN : De Jessica a su padre.

VIII. EXTRAE RECURSOS ESTÉTICOS

8.1. EPÍTETOS.

- “Antonio, el mercader”.

- “Shylock, el judío”.

- “Nerissa, la fiel doncella”

8.2. SÍMIL.

- Si vuestras miserias fuesen tantas como vuestras venturas.

- Los movimientos de su alma son sordos como la noche.

8.3. ANÁFORA.

- Adiós, mi lengua calla, pero hablan mis lágrimas. Adiós, hermosa judía dulcísima
gentil.

- El fuego ha probado siete veces este metal, siete veces también ha sido probado
el judío.

8.4. PARADOJA.

- Si hacer fuese tan fácil como saber lo que se ha de hacer.

- Tanto valdría iros a la playa y ordenar a la marea que no suba a su altura habitual.

8.5. HIPÉRBOLE

- Robó su alma con mil juramentos de fidelidad.

- Las palomas de Venus vuelan más aprisa cuando se trata de sellar lazos de amor.

- El mundo entero de deseo, de los cuatro extremos de la tierra vienen para besar a
esta casta.

8.6. IRONÍA

- Medea cogió las yerbas mágicas que rejuvenecieron al viejo Esón.

- Es lo que hay de más poderoso en lo que es todopoderoso.


8.7. PERÍFRASIS

- Malditos seas vuestros ojos.

8.8. METÁFORAS

- Un Daniel ha venido a juzgarnos, sí, un Daniel.

- La dulce lluvia del cielo sobre el llano.

8.9. DEPRECACIÓN

- Maldita sea sino la amo con todo mi corazón.

8.10. PERSONIFICACIÓN

- Los suaves céfiros besaban cariñosamente a los árboles silenciosos.

- Exhaló su alma es suspiros frente a las tiendas griegas.

8.11. EXCLAMACIÓN

- ¡Ay, me avergonzaría de dároslo!

- ¡Oh querido, despachad todos vuestros y partid!

8.12. INTERROGACIÓN

- ¿Es vuestro querido amigo el que se halla en semejante desgracia?

- ¿Qué suma debe el judío?

IX. CONTRASTA CON LA REALIDAD

- Venecia fue en el siglo XVI el eje comercial del mundo como ahora es Nueva York.

- En esa época el tribunal estaba regido por un Dux, en la actualidad lo rige un Juez.

- Para esa época las mujeres llegaban castas al matrimonio.

- El caso de Porcia, que era una princesa y que tenía que casarse con nobles, en la
actualidad vemos que la alta clase social las personal a una de su mismo entorno.

- La amistad Antonio y Bassanio es una muestra de verdadera amistad.

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