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RUPTURA DEL SENO MARGINAL DE LA PLACENTA


Dr. Luis Alba Palacios
Dr. B ernarrdo Handzer G.
Dra. Elsa Valde1·rama

La ruptura del seno marginal de la Historia


placenta ocurrida en el curso del em-
barazo, es un accidente que a pesar Según Ferguson la descripción más
de ser relativamente frecuente, sue le antigua que se conoce de la ruptura
quedar ignorado; el hecho de que la del seno marginal de la placenta, fué
hemorragia que ocasiona no adquiera hecha por Jacquemier, en Francia, en
caracteres dramáticos, ni imponga, 1839. Este autor pensó que era ocu-
por lo tanto, procedimientos terapéu- rrencia frecuente tanto en los emba-
ticos extremos, ha contribuído a que razos norma les como en aque l los
la entidad pase desapercibida o se complicados con desprendimiento pre-
confunda con otros problemas obsté- maturo de la placenta o con inser-
tricos o ginecológicos; es probable ción previa. En Edimburgo, Duncan
que en muchos hospitales de mater- y Simpson en 1870, inculparon a la
nidad la ruptura del seno marginal ruptura del seno marginal como una
de la placenta no haya figurado nun- de las causas de hemorragia observa-
ca en los ficheros estadísticos, pero, da al iniciarse el trabajo de parto.
en cambio, es indudable que un buen En 1893, Budin, en París publicó al-
número de casos rotulados como pla- gunos dibujos que describían exac ta-
centa previa o abruptio placentae, mente el problema . Posteriormente
sean evidentemente rupturas del seno el abruptio y la placenta previa man-
marginal. tuvieron en e l o lvido al seno margi -
nal como elemento potencialmente
p roductor de hemorragia en la ges-
En vista de que en nuestro medio tación tardía. En 1935, Spanner des-
no existe ninguna publicación acerca pertó nuevamente la atención al ob-
de esta entidad, emprendimos su es- servar el seno marginal en placentas
tudio en el Instituto Materno Infan- todavía adheridas a l útero, · utilizando
til "Concepción Vi lla veces de Acos- el método de la corrosión . La demos-
ta", de Bogotá, con el objeto de com- tración de la comunicación del seno
probar los hallazgos de autores ex- margina l con los senos venosos ma-
tranjeros y, especialmente, con la in- ternos, fue debida a B. Harris en
tención de despertar interés por el 1952, también estudiando placentas
diagnóstico y manejo de dicha com- in situ . En 1958 Schneider hizo su
plicación del embarazo . descripción anatóm ica detenida y W.
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Septiembre-Octubre 196<}
328 LUIS ALBA PALACIOS y cols . Rev. Col. Obst . y Ginec .

Coullier se ocupó de los aspectos clí- lulas germinales y una cápsula, el


nicos. J. De Rezende, R. Rocco y Bar- trofoblasto . Al final del 6º día esta
cellos, en 1958 destacaron la impor- estructura se adhiere al epitelio del
tancia de la histopatología para el útero y empieza a hundirse dentro
diagnóstico. Por último, los trabajos de la mucosa . La pared trofoblá sti-
de Ferguson ( 1951, 1956, 1959) y ca constituída inicialmente por célu-
los de Fish y co laboradores, hicieron las citotrofoblásticas, prolifera , las
de la ruptura del seno marginal una células pierden sus límites y se con-
entidad clínica e histopatológica de- vierten en sincicio, el que se coloca
finida. periféricamente y se pone en contac-
to con el tejido conectivo del endo-
DESARROLLO DE LA metrio.
CIRCULACION PLACENTARIA
Aproximadamente al 9~ día, el tro-
Embriología foblasto o futur o co ri ón in1c1a su
desarrollo especializado para favore-
Para comprender la embriología de cer el intercambio feto-materno. En
la circulación placentaria, tenemos las células sinciciales aparecen vacuo-
que estudiarla a partir de los prime- las, las que se van agrandando y
ros días de desarrollo del huevo fer- uniéndose con las vecinas formando
tilizado . Se sabe que la primera se- espacios irregulares o lagunas las
mana, este huevo fertilizado sufre que se comunican entre sí en forma
una serie de divisiones celulares has- laberíntica y comunicándose rápida-
ta su organización en blastómeras y mente con los vasos sanguíneos del
la formación de una estructura quís- útero. Estas laguna s son los que da-
tica, el blastocisto, el que está cons- rán origen a los futuros espacios in-
tituído por una masa interna de cé- tervel losos. ( Fig s. Nos. 1 y 2 ).

FIGURA N9 1 - Embrión de nueve días de desarrollo. Iniciación de


formación de vacuolas a partir de las células sinciciales. { Arey } .
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N9 S RUPTURA DEL SENO MARGINAL DE LA PLACENTA 329

FIGURA N9 2 - Trofoblasto de once días de desarrollo embrionario,


lagunas sanguíneas completamente formadas y anastomosadas. ( Arey ) .

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. Maternal capillary '!J


FIGURA N9 3 - Embarazo de trece días de desarrollo, muestra la proliferación
de células citotrofoblásticas y la iniciación de los tallos conjuntivos. ( Arey }.

Al 13º día de desarrollo, el primi- el centro de estas proliferaciones ce-


tivo mesodermo extraembrionario, se lulares, siendo al principio muy pe-
consolida en una sola capa definida queños, van creciendo progresivamen-
por debajo del trofoblasto, para dar te a medida que el citotrofoblasto
or igen al corion . Por su cara exter- prolifera, produciéndose ramificacio-
na, esta membrana está cubierta por nes en diferentes direcciones. Los va-
una so la hilera de células citotrofo- sos sanguíneos fetales, que corren
blásticas, las que empiezan a prolife- por la placa coriónica, se continúan
rar en forma localizada a partir del en estas ramificaciones. Al final de
16~ día del desarrollo embrionario. la 3! semana las vellosidades están
Al mismo tiempo se desarrollan pe- completamente constituídas y las re-
queños tallos de tejido mesodérmico cubre una doble hilera de células
del corion, los que se introducen en trofoblásticas, una interna citotrofo-
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FIGURA N9 4 Embarazo de tres se manas, desa rrollo completo
de las vellosidades coriales . ( Arey ).

blástica y una externa, s in cic iotrofo- En esta forma se constituía una sola
blástica, estas células son las que van circulación y la sangre materna cir-
a formar el revest imiento de los es- culaba a travé s del feto como si fue-
pacios i ntervel !osos por donde ci rcu - ra parte de su propio cuerpo.
Ia rá la sangre materna y permitirán
el intercambio de sus tanc ias nutriti- El s iglo XVI 11, se caracterizó por
vas de la madre a l feto. los estudios de grandes investigado-
res, en 1741 W ill iam Noo rt wck, in-
CIRCULACION PLACENTARIA yecta por primera vez, un útero em -
barazado. Al d iseca r el órgano en-
Reseña histór ica cuentra el líquido inyectado ba jo la
El estudio de la circu lación placen- superficie feta l de la placenta y al
taria se remonta a tiempos muy leja- examinarla por la cara materna en-
nos y presenta períodos de extraordi - cont ró múltiples vasos inyectados,
naria importancia por la grandeza de l::is que se prolongaban hasta la deci-
los trabajos. Es a estos períodos que dua y e l útero. El creyó, como hasta
nos referimos e n es ta breve reseña ahora se había dicho, que estos eran
histórica. vasos fetales que iban hasta el úte-
ro para con seguir la nutrición del
La primera comunicac1on, al pare- embr ión . -~
cer fue hecha por Galeno (A.O. 130-
200 q.v.) quien a l descr ibir el útero En 1754, Colin Mackenzie en cola-
embarazado decía: " Los vasos inter- boración con John Hunter, con el áni-
nos del útero abren las bocas y se mo de repetir las experiencias de
unen con los vasos fetales en la cu- Noortwyck, practican la autopsia a
bierta externa del embrión, ( cor ion), 13 p ac ientes e inyectan las placentas,
y lo hacen de tal manera, que se di secan cu idadosamente las ramifica-
unen vasos de la misma c lase, es de- ciones vasculares y comprueban que
ci r , arterias con arterias y venas con los vasos maternos so n los que lle-
venas, fo r mándose igual número de gan al tejido placentario. Se puede
vasos a los existentes en el útero". decir que este es e l primer trabajo
Vo l. XX
N9 5 RUPTURA DEL SENO MARGINAL DE LA PLACENTA 331

que define la parte materna de la centa humana, abriéndose así un am-


circulación placentaria, estos investi- p lio campo para la investigación .
gadores son los primeros en descri -
bir en sus trabajos la característica El ú ltimo gran período se inicia
espirilada de las a r terias u ter inas. No en 1893 con los t rabajos realizados
inyectaron los vasos feta les, pero ha- por W il hem Wa ldeyer, anatom ist a y
cen una descripción similar a la co- Ernst Bumm, ginecólogo . El trabajo
nocida hoy. lo rea lizan examinando directamente
y haciendo estudio histológico de las
A estos investigadores se les con- placentas. Estos autores dicen que
sidera actualmente como a los ver- cada coti ledón materno es una mitad
daderos iniciadores del estudio de la circu latoria independiente, las arte-
circulación placentaria , ya que todos r ias maternas corren a través de los
sus hallazgos han s ido confirmados septos, abriéndose al espacio interve-
y la base de los estudios modernos lloso por el borde o por el ápice de
tienen sus principios en los trabajo¡ estos septos, luego la sangre es dre-
rea Iizados por e l los. nada por las venas localizadas en la
serot ina o decidua basa l, las que co-
El estudio de las ve ll osidades co- munican con los senos venosos uteri-
riales y de la circulación feta l se ini - nos. Ellos demuestran que so lo hacia
cia en 1830 con el descubrimiento el espacio subcoriónico se comuni-
del microscopio, pero es Ernst Hein- can entre sí estas unidades circulato-
rich Weber de Leipzig, quien hace rias y que a nivel del coti ledón mar-
una descripción deta ll ada y además gina l, se comunican con el así ll ama-
describe la cubierta t rofob lástica de do "Seno Marginal" al cual solo se
las vellosidades. le puede atribuír pape l secundario
para e l drenaje de la sangre de los
cotiledones centra les. Es te traba jo es
En 1873 Wi lli am Turner, demues- muy importante debido a que actual-
tra que la p lacen t a de los monos mente es aceptado por muchos inves-
tienen igual estructura que la pla - tigadores. ( Fig. Nº 5 ) .

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FIGURA NQ 5 Diagra ma de la circulación placenta ri a.


Sept iembre-Octubre 1969
332 LUIS ALBA PALACIOS y cols. Rev. Col. Obst . y Ginec .

En 1935 R. Spanner pub[ ica sus explicaba en forma lóg ica la hemo-
propias experiencias, negando los con - rragia patológica durante e l embara-
ceptos de Bumm . El trabajo de este zo .
autor se basa en la inyección de sus-
tancias plásticas, tan to en la sangre Son muchos los estudios que se
materna como en la fe t al, en placen- han hec ho en los últimos años, para
tas in-situ y en p lacentas expulsadas confirmar las teorías anteriores y de-
en diferentes edades del desarro ll o jar una como c lásica, que sea acep-
del emba razo. tada mundialmente, pero no se ha
llegado a un concep to definitivo . La
El observa la entrada de la sangre Dra. Eli zabe th Ram sey, siendo una
arterial por la placa basal, la cual es de las más interesadas en estos pro-
guiada a l espacio subcoria l por sep- b lemas y no aceptando la teoría de
tos no comunicantes, la sangre dre- Spanner, dice refir iéndose a la fun-
na lateralmente al margen placenta- c ión del Seno Marginal: "Puede re-
rio en donde existe el so lo medio de p resenta r un área en la cual la san-
comunicación con las venas subp la- gre llega a estar congestionada bajo
centarias maternas, esta estructura circunstancias desusuales y aún pa-
recibe el nombre de Seno Marginal. to lóg ic as, as í podría ascribírsele a es-
ta es truct ura el papel de una válvu-
Esta teoría fue ampliamente acep- Ia de segu ri dad en casos de emergen-
tada por anatomis tas, embr ió logos y c ia, más que una im po rt ancia prima-
obstetras, ya que con este mecanis- ria en e l d ren aje venoso" . ( Fi g. N~
mo de la circulac ión p lacenta ri a se 6 ).

FIGURA N9 6 - Placenta In Situ.


Observar el seno marginal de la placenta .

Según el trabajo de Crottogine, Zu- o po r e l seno margi n al, dependiendo


biaurre, ( Mar de l Plat a), y Caldeyro- de la p res ió n ex istente en el espacio
Barcia presentado en e l IV Congreso inte rve lloso. Ell os demostraron a l in-
de Obstetricia y Gineco log ía , se de- yectar un medi o de co nt raste ( Hypa-
muestra que el drenaje venoso pla- que) en este espacio y controlando
centario puede hacerse por vía basal cont in uame nte por televisión, que
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N9 5 RUPTURA DEL SENO M ARGINAL DÉ LA PLACENTA 333

cuando se inyectaba lentamente ( 1 de éste y desgarro del seno. Este


ce. por minuto), la sangre drenaba cuadro se asocia genera lmente a las
por las venas del mismo cotiledón, placentas con inserción baja lesionán-
pero si la inyección era rápida ( 5 ce. dose en su borde inferior.
por minuto), el contraste pasaba a
los cotiledones vecinos y a través del Material y Método s
lago subcorial al seno marginal . Los
autores comentan que las vías de Entre el 1° de Mayo y el 31 de
drenaje venoso de la placenta no son Diciembre de 1965, se estudiaron
exclusivas como las describieron cuidadosamente 118 casos con hemo-
Bumm y Spanner sino que ambos me- rragia genital aparecida durante el
canismos pueden coexistir aseguran - tercer trimestre del embarazo. De
do la integridad de la circulación pla- el las 41 ( 34,7 % ) correspondieron a
centaria. ruptura del seno marginal de la pla-
centa, y son el motivo de la presente
Es en base de estos conceptos que publicación .
varios autores han descrito e l desga-
rro del Seno Marginal como una enti- Para efecto de clasificar la causa y
dad clínica, producida por múltiples el tipo de hemorragia, a cada pacien-
factores que alteran ya, la presión de te se llevó un registro especial en
la circulación en los espacios inter- donde se consignaron los siguientes
vellosos o cambios a nive l uterino datos:
que producen trauma sobre esta de li- a) Momento de iniciación de la he-
cada estructura margina l como son morragia genital ( anteparto, intrapar-
las contracciones uterinas, la forma- to, si en el período de dilatación o
ción del segmento, borramiento y di- en el período expulsivo);
latación del cuello o aún el mismo
feto puede producir presión y estira- b) Cantidad de la hemorragia, cal-
miento de las membranas, las que cu lada como abundante ( 500 ce. o
van a obrar sobre el margen placen- más), moderada ( de 200 a 400 ce.)
tario produciendo desprendimiento y escasa ( menos de 200 ce.);

_,

FIGURA N9 7
Septiem bre-Octu bre 1969
3 34 LU IS AL BA PALACIOS y cols. Rev. Co l. Obst . y Ginec .

c) Alteraci ones de la dinámica ute- via con el tacto vagina l. La compro-


rina ( hipertonía o polisistolia ); bación se hizo cuando e l examen en
fre sco de las placentas mostró coá-
d) Dol or abdominal; gulo organizado, adher ido al borde
e) Estado del fet o al aparecer la de la p lacenta, sobre una solució n de
hemorragia o en el momento del in- co ntinuid ad del seno marginal y que
greso; se prolongaba dentro de éste. ( Fig .
Nº 7).
f) Signología de toxemia.
La identificaci ón de una ruptura de
El criterio clínico para considerar la pared del se no marginal, no fue
que la hem orra gia había sido causa- por sí sola elemento para el diag-
da por la ruptura del seno marginal nóstico; es indispensable e l hallazgo
de la placenta, se basó en la presen- de u n trombo superfi c ia l que se con-
cia de hemorragia genital indolora y ti núa dentro de la cavidad del seno.
en la eliminación de la placenta pre- (Fig . Nº 8).

FIGURA N9 8

Resultados CUADRO N~ 1
De los 41 casos estudiados, en 19 SIGNOS Y SINTOMAS ASOCIADOS
la hemorragia apareció antes de la
1n1c1ac1on del trabajo de parto,
Casos Po rcen ta je
(46,3% ), en 2 1 duran te e l período
de dilatación y en 1 en la fase ex- Hemorragia 31 75 ,7 %
pulsiva (53,7 % ) . Hemorragia dolor 6 14 ,6 %
Hemorragia hipe r tonía 4 9,7 %
La hemorragia fue manifestación
única de la ruptura del se no margi -
nal en 31 casos, es decir en las tres La cantidad de sa ngre expulsada se
cua r tas partes de los casos. El dolor catalogó como escasa en 18 opo r tuni-
la acompañó en 6 y la hipertonía en dades, mode rada en 17 y abundante
4. únicamente en 6 casos.
(

....
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NY 5 RUPTURA DEL SENO MARGINAL DE LA PLACENTA 335

CUADRO N~ 2 CUADRO N~ 5
CANTIDAD DE LA HEMORRAGIA EDAD DEL EMBARAZO

Casos Porcentaje
Casos Po rcenta je
28 a 27 semanas 1 2,4 %
Abundante ( 400 ce. o más) 6 14,6% 28 a 36 13 31,7%
Moderada ( 200 a 400 ce.) 17 41,5 % 37 40 26 63,5%
Escasa ( 200 ce . o menos) 18 4 3,9% 41 o más semanas 2,4 %

Al ingresar las pacientes al hospi - En el cuadro correspondiente a la


tal el estado del feto era bueno en paridad (N? 6), observamos que el
32 casos, mientras que 2 presentaban grupo de 5 partos o más, figuran 27
signos de sufrimiento y siete ingresa- casos; en el de 3 partos, 6 casos y
ro n muertos. en e l de las primíparas 5 casos .
CUADRO N~ 6
CUADRO N~ 3 PARIDAD
ESTADO FETAL AL INGRESO
Casos Porcentaje

Casos Porcen ta je Uno 5 12, 1 %


Dos 2 4 ,8%
Bueno 32 78,0 % Tres 6 14 ,6%
Regular Cuatro l 2,5 %
( signos de sufr imiento) 2 5,0 % Cinco o más 27 66,0%
Mue rto 7 17,0 % ~~~~~~~~~~~~~~~~~

El estado de l feto al nacimiento,


Encontramos que f ue más frecue n- fue bueno en 24 casos, clasificados
te este accidente en e l grupo de pa- con Apgar de 7 a l 0/ 10; regular, con
cientes entre los 20 a los 30 años , se- Apgar de 4 a 6/10, 6 casos. Dos na-
guido de l de 31 a 40 años . cieron en ma las condiciones, Apga r
l a 3/ 1O y 9 nacieron m ue rtos.
CUADRO N~ 4 CUADRO N~ 7
EDAD DE LAS PACIENTES ESTADO DEL FETO AL NACER

Casos Porcentaje
Casos Porcentaje
Bueno ( Apgar 7 a 10/ 1O) 24 58,5 %
Menos de 19 años l 2,5%
Regular (Apgar 4 a 6 / 10) 6 14,7%
De 20 a 30 años 25 61 ,0%
Malo (Apgar de l a 3 / 10) 2 4,8%
De 31 a 40 años 15 36,5%
Muerto 9 22 ,0%

Los fetos tuvieron un peso de


Según la edad del embarazo, el 1.000 a 2.499 gramos en 17 casos
g rupo q ue con mayor frecuencia pre- (4 1,5 % ), de 2.500 gramos o más, en
sentó esta complicación fué e l com- 24 casos (58 ,5 % ) .
p rendi do entre 37 y 40 semanas ( 26
casos ), seg u ido del de 28 a 36 sema- Los partos fue ron espon táneos en
nas (13 casos). En los grupos de 20 38 casos ( 92,6 % ) y se requirió la
a 27 semanas, así como el de 4 1 o intervención cesárea en los 3 restan-
más, so lo figura un caso en cada uno. tes ( 7,4 % ).

,/
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Comentarios sentó signos de sufrimiento fetal, pe-


ro las madres es ta ban en buenas
La ruptura del seno marginal, co- condiciones generales . Siete fetos
mo hemos podido apreciar, determi- ( 17%) fueron hallados muertos al
na hemorragia genital externa como practicar la historia clínica de ingre-
signo único en las tres cuartas partes so de la madre; en ninguno de estos
de los casos (75,7%), lo cual es ca- casos la hemorragia fué de intensi-
pital para el diagnóstico diferencial dad suficiente como para explicar la
con otras entidades hemorrágicas del muerte fetal. Hay q ue tener en cuen-
último trimestre del embarazo. Ob- ta que de las 41 pacientes que estu-
servamos su asociación con dolor en diamos 11 tenían alguna forma de
una cuarta parte de los casos, el cual toxemia.
fue siempre de carácter moderado o
leve . Solamente 4 casos presentaron Relacionando la R. S. M. con la
hemorragia e hipertonía uterina, tam- edad ele las pacientes, encontramos,
bién de moderada intensidad. En como era de espera r, que es más fre-
ninguno de los casos observamos la cuente en e l grupo de 20 a 30 años
tríada de hemorragia, dolor e hiper- (61 % ), que corresponde igualmente
tonía, tan frecuente en el abruptio . al grupo de mayor actividad repro-
Ferguson y Haton en su interesante ductiva . En cuanto a la paridad, lla-
trabajo sobre abruptio placentae y ma poderosamente la atención el pre-
ruptura de seno marginal, hacen ano- dominio de este accidente en el gru-
taciones semejantes acerca de la sin- po de pacientes multíparas con cinco
tomatología. o más partos (66 % ). Estos datos
fu e ron observados igualmente en gru-
Fish y colaboradores, y F. Ripley pos estudiados de placentas previas
encontraron que la ruptura del seno y abruptio placentae, cuyo análisis
marginal se produce al hacer su apa- será motivo de un trabajo posterior.
rición las contracciones uterinas do-
lorosas y la mayoría de las veces en Un hecho interesante es la asocia-
e l período de dilatación, lo cual está ción muy frecuente de ruptura del
de acuerdo con lo observado por nos- seno marginal y prematurez. Fergu-
otros, pues la hemorragia apareció son v Haton hallaron esta asociación
en el 53,7 % de los casos una vez en el 46 % de sus casos; nosotros,
que el trabajo de parto se había ini- basados en el peso del recién nacido,
ciado. la encontramos en e l 41,5%. Puede
presumirse entonces que el desgarro
Generalmente la sangre es de as- del seno marginal está íntimamente
pecto rutilante, en cantidad modera- ligado con el par to prematuro y vie-
da o escasa, no sobrepasando los ne a co nstituir por esta razón una
200 ce., y, por lo tanto, no poniendo real amenaza para el porvenir fetal.
en peligro la vida fetal o materna. Esta relación, entre nosotros, no ha
Ninguna de nuestras pacientes mos- siclo tenida en cuenta para explicar
tró signos de anemia aguda. Tenien- las causas de l parto prematuro. En
do en cu enta que la sangre conteni- cambio, para Fish y colaboradores
da en e l seno marginal es de origen co nstituye la segunda causa después
mate rno, lógicamente la amenaza pa- de la ruptura prematura de las mem-
ra lu vida fe tal es muy remota. En branas.
los casos estudiados el estado fetal
al ingreso de la paciente fué bueno l::n cuanto a la vida fetal el pro-
en el 78 % de los casos; un 5 % pre- nóstico es bueno, habiéndose obteni-
Vol. XX
N? 5 RUPTURA DEL SENO MARGINAL DE LA PLACENTA 337

do un 73,2 % de fetos en condiciones Diagnóstico


generales aceptables . Nacieron 9 fe-
tos muertos (22 % ), de los cuales 7 Para una adecuada identificación
lo estaban al momento del ingreso, de este síndrome, insistimos en la
como dijimos anteriormente . Los 2 conveniencia de que el obstetra pien-
restantes murieron durante el traba- se en ella cuando se enfrente a una
jo de parto y se atribuyó su muerte hemorragia genital aparecida en el
más a prematurez que a la ruptura último trimestre del embarazo. Entre
del seno marginal. Depurando pues éstas las más importantes son el
la mortalidad fetal, no encontramos abruptio placentae y la placenta pre-
/
ningún caso de muerte atribuíble ex- via. Su diferenciación con el abrup-
clusivamente a la ruptura del seno tio debe hacerse teniendo en cuenta
marginal de la placenta. el estado general de la paciente y la
vitalidad fetal, generalmente no com-
No encontramos mortalidad mater- prometidos por la ruptura del seno
na atribuíble a ruptura de seno mar- marginal y seriamente afectados por
ginal, coincidiendo en esto con los el abruptio . La tríada sintomato lógica
diferentes autores que han estudiado de l abruptio -hemorragia, dolor, e
este síndrome. En los casos estudia- hipertonía-, no está nunca presente
dos hubo solamente una muerte ma- en el caso de Ia ruptura del seno
terna en una paciente nefrótica gra- marginal; solamente en algunos ca-
ve , cuya lesión renal fue la causa de sos aislados puede observarse, ade-
la muerte. más de la hemorragia, bien sea do-
lor o hipertonía y siempre de mode-
La toxe mia se presentó en conco- rada intensidad . El abruptio se aso-
mitancia con la ruptura del seña mar- cia de manera casi constante con la
ginal en el 26,8 % . Nelson, Breuer, ci- toxemia gravídica, mientras que la
tados po r Ferguson, y Ferguson, Ha- ruptura del seno marginal lo hace
ton encuentran una incidencia del con una frecuencia muy inferior.
14,4 % y del 17 % respectivamente; Respecto de la placenta previa su
e sta diferencia nos la explicamos por diferenciación básicamente se hace
el alto índice de toxemia en nuestro por la cantidad de la hemorragia, ge-
medio . neralmente abundante en ésta, y mo-
derada o escasa en ruptura de seno
El parto fue espontáneo en el marginal . De ahí que la anemia agu-
92,6 % , y solo requirió cesárea por da sea frecuente en la placenta pre-
la severidad de la hemorragia en tres v ia, poniendo en peligro la vida de
casos ( 7,4 % ). En ninguna oportuni- la paciente y la del feto, mientras que
.>· dad , observamos complicaciones in- de existir en la ruptura del seno mar-
traparto o postparto del tipo del gina l casi nunca constituye una seria
shock o de la hipofibrinogenemia . amenaza. Su identificación puede ha-
Solamente en 9 casos hubo necesidad cerse al practicar el examen vaginal,
de aplicar transfusión sanguínea . Se palpando los cotiledones o el borde
apeló al recurso de la amniotomía en placentario a través del cuello, mien-
15 casos. La inducción con ocitóci- tras en la ruptura del seno marginal
cos se utilizó en un solo caso y el esto no es posible.
refuerzo en 8. Los sedantes se em-
plearon en 11 casos y corresponden La comprobación de la ruptura del
a aquel los catalogados como "toxe- seno marginal se hace estudiando la
m ias". placenta después del alumbramiento;

/
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ha de observarse un coágulo sobre vera o coagulador, por cuanto la pu-


un desgarro del seno marginal y que trefacción se inicia rápidamente .
-se continúa dentro de éste.
Conclusiones
Manejo
De nuestras propias observaciones
En los casos en los cuales la he- podemos concluír que la ruptura del
morragia es indolora, y el diagnósti- seno marginal es una entidad obsté-
co presuntivo es de ruptura del seno trica definida y que, por lo tanto, de-
marginal, debe seguirse una conducta be tenerse en cuenta en el diagnósti-
expectante, excepto cuando la hemo- co diferencial de las hemorragias del
rragia compro.meta la vida fetal o último trimestre de la gestación. En
materna . nuestro estudio fue causa de hemo-
rragia en el 34,7 % de los casos.
La amniotomía es recomendable
para tratar de controlar la hemorra- El signo primordial para el diag-
gia; este es un recurso que debe uti- nóstico es la hemorragia genital mo-
Iizarse, de ser posible, en cualquier derada o escasa, que raramente com-
entidad hemorrágica del último tri- promete el estado materno o fetal y
mestre del embarazo. que aparece con más frecuencia du-
rante el curso del trabajo de parto.
Si la hemorragia ocurre en una
etapa temprana del último trimestre, Es una entidad que suele complicar
y no es posible el diagnóstico de pla- el curso de la gestación en las gran-
centa previa o de ruptura de seno des multíparas y es causa muy fre-
marginal, por encontrarse el cuello cuente de partos prematuros.
cerrado, la conducta debe ser así La conducta debe ser s iempre ex-
mismo expectante, procediendo úni- pectante en el período anteparto; en
camente a reponer la pérdida sanguí- el curso del parto la amniotomía es
nea. Se ha observado que con esta un recurso que debe utilizarse. Aun-
conducta no hay aumento de la mor- que el parto se sucede casi siempre
talidad fetal o materna; al contrario, en forma espontánea, es posible te-
la prolongación del embarazo permi- ner que recurrir a la operación cesá-
tirá una mayor madurez fetal. La in- rea para controlar la severidad de la
ducción o el refuerzo del trabajo de hemorragia .
parto, no tienen cabida como trata-
miento específico de la entidad; de- Finalmente, debe establecerse co-
berán aplicarse si existe otra indica- mo norma la rev1s1on cuidadosa de
ción para hacerlo. Durante el parto, la placenta en todos aquel los casos
bien sea por vía vaginal o abdominal, de hemorragia genital en el curso del ~-
debe manejarse con extremo cuidado último trimestre del embarazo. Solo
la placenta para evitar la ruptura
traumática del seno, la disgregación
o dislocación de los coágulos y el es-
cape de sangre del seno marginal;
así será posible clasificar con veraci-
dad las causas que la provocan.
Resumen
~ l
hay que tener presente que para po- Se estudiaron 41 casos de ruptura
der confirmar o descartar el diagnós- de seno marginal de la placenta, en
tico, es necesario estudiarla en fres- el I.M.I. "Concepc ión Villaveces de
co, inmediatamente después del alum- Acosta", de Bogotá . Se comprueban
bramiento. No es aconsejable aplazar los hallazgos de otros autores y se
su estudio ni su conservación en ne- hace nalgunas observaciones sobre la
Vol. XX
NI? 5 RUPTURA DEL SENO MARGINAL DE LA PLACENTA 339

gran importancia de este síndrome y 8 FERGUSON J . H. Late Pregnancy bleeding


su forzada inclusión dentro de l diag- and rupture of the marginal sinus, New En-
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