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ESCUELA DE CONTABILIDAD EMPRESARIAL

PRESENTADO POR:

José D. Alcántara Vargas

MATRICULA:

202006130

ASIGNATURA:

Español Il
Trabajo final

FACILITADORA:

Pura Reinoso

Santo Domingo Este


República Dominicana
Pautas para el análisis de una novela
El análisis de diferentes tipos de textos es de suma importancia para los estudiantes
de los diferentes niveles, por lo que te facilitamos guías sencillas para que puedas
hacerlo.
Número 1     

Ficha de la novela

 Título de la novela: El Alquimista


 Nombre del autor: Pablo Coelho
 Época a la que pertenece el autor: Rio de Janeiro, 1947. (Contemporánea)
 Nombre de la editorial que la publicó: Coelho escribió El alquimista en dos
semanas y, después de un año, el editor le devolvió los derechos a Coelho, quien
sintió que tenía que recuperarse del revés, lo que lo llevó a pasar tiempo en el
desierto de Mojave.  Consiguió otra oportunidad en la Editora Rocco, que publicó
una nueva edición de la novela en diciembre. 
 Año en que la editorial publicó el libro: 1988.

Número 2
Resumen de la novela
cuenta la historia de un joven pastor llamado Santiago que es capaz de encontrar un
tesoro más valioso de lo que jamás haya imaginado en sus sueños más locos. En su
búsqueda, Santiago aprende a escuchar a su corazón y, lo que es más importante, se
da cuenta de que sus sueños, o su Leyenda Personal, también forman parte del Alma
del Universo.

Santiago es un humilde pastor de ovejas con pocas aspiraciones: solo busca ser libre
para explorar los campos con sus ovejas, con un poco de vino y un libro como
equipaje. Sin embargo, el destino se interpone en la forma de un sueño recurrente
sobre un gran tesoro escondido a miles de millas de allí, en la base de las Pirámides
de Egipto. Al conocer a Melquisedec, un hombre sabio y misterioso que clama ser el
rey de una tierra muy lejana, Santiago decide ir en busca de este tesoro. Al día
siguiente, vende sus ovejas y se embarca en su travesia a África en busca de su
sueño.

Al llegar a África, Santiago se da cuenta de que las cosas serán más difíciles de lo que
él había imaginado. En su primer día en Tánger, a Santiago le roban todo, y no puede
hablar una palabra de árabe. Al principio, contempla la posibilidad de rendirse y volver
a casa. Sin embargo, recuerda las palabras del sabio Melquisedec y decide continuar,
y, para eso, consigue un trabajo en una tienda de cristales. Después de trabajar en la
tienda de cristales por un año, y también de aprender más sobre la vida y sobre su
Leyenda Personal, Santiago reúne suficiente dinero para comprar nuevas ovejas y
regresar a casa. Sin embargo, a último minuto Santiago decide arriesgarlo todo y
unirse a una caravana con rumbo a Egipto. Una vez en la caravana, Santiago conoce
a un hombre inglés que ha ido hasta África en busca de un famoso alquimista.
Mientras viajan por el desierto, el inglés le cuenta a Santiago sobre los secretos de la
alquimia. Este encuentra las ideas del inglés muy similares a las del sabio
Melquisedec. Ambos hablan acerca del Alma del Mundo con la cual todos estamos
conectados, y también sobre la necesidad de un individuo de cumplir su Leyenda
Personal. Sin embargo, Santiago prefiere aprender sobre estos secretos observando
el mundo mientras que el inglés prefiere hacerlo mediante complejos libros. Mientras
viajan, oyen rumores sobre una guerra de tribus que se aproxima.

Cuando por fin llegan al oasis de Al-Fayum, el hogar del famoso alquimista, Santiago
conoce a una hermosa joven llamada Fátima de quien rápidamente se enamora.
Santiago se da cuenta de que el amor, así como también su Leyenda Personal,
proviene directamente del Alma del Mundo. Mientras camina por el desierto, Santiago
tiene una visión sobre una futura batalla que se aproxima. Vuelve de prisa al oasis
para alertar a los ancianos que están a cargo y, cuando su visión prueba ser
verdadera, es nombrado consejero. Santiago considera quedarse en el oasis con
Fátima, pero el Alquimista lo encuentra y le dice que lo llevará hacia su tesoro.

Otra vez en el camino, el Alquimista le enseña a Santiago a escuchar su corazón. Los


corazones pueden ser traicioneros, pero la mejor forma de evitar ser engañado por
ellos es escuchándolos atentamente. Casi llegando a las pirámides, Santiago y el
Alquimista son capturados como prisioneros por una de las tribus en guerra. El
Alquimista le dice a los miembros de la tribu que Santiago es un poderoso hechicero
que puede convertirse en viento. Los hombres quedan impresionados y prometen
perdonar las vidas de ellos si Santiago puede probarlo. El único problema es que
Santiago no tiene idea de lo que está haciendo. Después de tres días meditando,
Santiago utiliza su conocimiento sobre el Alma del Mundo para pedirle ayuda a los
elementos. Primero le pide ayuda al desierto, después al viento, después al sol, y
finalmente al Alma del Mundo. Inmediatamente el viento sopla y Santiago aparece y
desaparece al otro lado del campo.

El Alquimista se separa de Santiago, quien continua su viaje solo con rumbo a las
Pirámides. Una vez allí, es atacado nuevamente por ladrones. Cuando le preguntan
qué es lo que hace allí, Santiago les cuenta sobre aquel sueño en el que el tesoro está
escondido en la base de las pirámides. Uno de los ladrones se burla de él y le cuenta
que ha tenido el mismo sueño, solamente que en su sueño el tesoro se encuentra
enterrado en España. Santiago se da cuenta de que el tesoro ha estado en España
todo ese tiempo.

La historia avanza al futuro, cuando Santiago cava un pozo a la sombra del árbol bajo
el que tuvo su primer sueño. Pronto encuentra un cofre lleno de oro: lo suficiente para
que Fátima y él vivan felices por un largo tiempo.
Número 3                 
Resumen detallado
Parte I

La historia comienza con el personaje principal, un pastor llamado Santiago, llegando


a una iglesia abandonada con un árbol de sicómoro en su interior, en la región
española de Andalucía. Santiago decide pasar la noche en la iglesia y encierra a sus
ovejas adentro. Se queda dormido usando como almohada el libro que siempre carga
con él. Durante la noche tiene un sueño que ya ha tenido varias veces antes, y que
nunca ha sido capaz de comprender. Al despertar a sus ovejas, se da cuenta de tiene
una fuerte conexión con ellas: comparten el mismo horario y él las llama por su
nombre, ya que está convencido de estas entienden las conversaciones que él
establece con ellas. Sin embargo, las ovejas son criaturas simples y solo buscan
comida y agua.

Últimamente, todos los pensamientos de Santiago, así como sus conversaciones con
sus ovejas, han girado alrededor de una chica que conoció un año atrás en el pueblo
hacia donde se dirigen próximamente. Esta chica es a hija de un comerciante, y
Santiago ha estado pensando en ella desde que se marchó el año pasado después de
conocerla. Al acordarse de su primer encuentro, Santiago piensa en cómo fue a la
tienda del padre de la chica a venderle un poco de lana. Mientras esperaba al
comerciante, Santiago se sentó a leer un libro. Una voz detrás de él le dijo: “No sabía
que los pastores supieran leer”. La voz era la de la hija del comerciante, una hermosa
joven de Andalucía cuyos rasgos mostraban la influencia mora de la región. La chica y
Santiago esperaron juntos dos horas y, durante ese tiempo, charlaron sobre sus
respectivas experiencias: la de ella en la ciudad y la de él en los campos. La chica le
preguntó porque él era un pastor si había ido a la escuela y aprendido a leer, pero
Santiago cambia de tema. Entonces sintió algo que nunca había sentido antes: el
deseo de quedarse en un lugar para siempre. Desafortunadamente, el comerciante
aparece en ese momento y, después de comprar el equivalente de lana a cuatro
ovejas, le pide al joven Santiago que vuelva dentro de un año.

Saliendo de la iglesia por la mañana, Santiago se encuentra emocionado y también


nervioso al pensar en volver a ver a la chica. Puede que ella ya lo haya olvidado. En el
camino, piensa en la vida de sus ovejas y en cómo ellas no tienen que tomar ninguna
decisión. Solo buscan agua y comida y, para eso, dependen de él. Santiago se
sorprende de su poco resentimiento hacia los animales y se da cuenta de que su
sueño recurrente lo ha inquietado. Se propone explicarle a la chica, al llegar al pueblo,
cómo es que sabe leer, y contarle que asistió a un seminario para llegar a ser cura, y
que un día tuvo el coraje de decirle a su familia que el prefería viajar por el mundo
siendo pastor.

Al enterarnos de los recuerdos de Santiago, nos damos cuenta de que al principio su


padre trató de convencerlo de quedarse, diciéndole que muchos viajeros que han
pasado por esas tierras expresan su deseo de poder quedarse a vivir allí. Sin
embargo, al final, su padre acepta la decisión de Santiago y le regala tres monedas de
oro antiguas para que pueda comprar su rebaño de ovejas. Santiago entonces se da
cuenta de que su padre también compartió alguna vez el mismo sueño de viajar por
todo el mundo.

El trabajo de Santiago como pastor de ovejas también le ha brindado mucha libertad.


Lo único que tiene que hacer es dejar que sus ovejas dirijan el camino por un tiempo.
La diferencia entre él y sus ovejas es que ellas nunca se dan cuenta cuando se
encuentran en un camino diferente. Una vez más, ellas solo piensan en la comida y en
el agua. Santiago se da cuenta de que soñar con aquellas cosas que uno no posee es
lo que hace a la vida interesante.

Parte II

Una vez que llega a Tarifa, su última parada antes de llegar a la ciudad donde vive la
hija del comerciante, Santiago va a ver a una vieja gitana que interpreta sueños, con la
esperanza de poder entender su sueño recurrente. Cuando vuelve a tenerlo, despierta
justo antes de que el niño le muestre la locación del tesoro. La mujer gitana le dice a
Santiago que el tesoro es real, y que debe de ir a las Pirámides a buscarlo. Por esta
interpretación, ella le cobra a Santiago un diez por ciento de su futuro tesoro.

Después de irse de la casa de la gitana, Santiago se sienta en la plaza a leer un libro y


allí conoce a un viejo con quien empieza una conversación. Resulta que el hombre no
solo sabe leer sino que también ha leído el libro que Santiago está leyendo. El hombre
revela su identidad como Melquisedec, el rey de Salem, y le cuenta a Santiago sobre
lo que él llama “la mayor mentira del mundo.” La mayor mentira del mundo propone
que el destino se interpone entre una persona y su Leyenda Personal. Todo el mundo
tiene una Leyenda Personal, o algún sueño que ha deseado cumplir toda su vida. Las
Leyendas Personales provienen del Alma del Mundo, y este Alma del Mundo conspira
para ayudar a las personas a realizar sus Leyendas Personales. Desafortunadamente,
el miedo y la rutina se interponen. Melquisedec le explica a Santiago que él se
aparece ante aquellos que de verdad quieren cumplir sus Leyendas Personales: a
veces lo hace en forma de piedra, y otras veces como un rey. Melquisedec parece
poder leer la mente de Santiago y promete contarle sobre su sueño si le da un diez
por ciento de sus ovejas.

Después de mucho pensarlo, Santiago decide que sus ovejas, la hija del comerciante
y los campos de Andalucía solo fueron pasos que lo llevaron en camino a realizar su
Leyenda Personal, y es entonces que decide vender sus ovejas y regalarle seis a
Melquisedec. Este las acepta y le aconseja a Santiago que siempre siga las señales
que le manda el universo, ya que estas son la forma que el universo utiliza para
comunicarse con las personas. Melquisedec también le regala a Santiago dos piedras:
una negra, llamada Urim (que significa “ sí ”), y una blanca llamada Tumim (que
significa “no”). Santiago tendrá que consultarlas cuando no pueda interpretar las
señales que le manda el universo.

El protagonista compra un boleto de Tarifa a África, y viaja con el objetivo de encontrar


su tesoro y realizar su Leyenda Personal. Una vez que llega a Tánger, Santiago se da
cuenta de que su viaje será más difícil de lo que se esperaba. El problema es que
Santiago no habla árabe. Sentado en un bar solo, es abordado por un hombre que
habla español y que le ofrece ayudarlo a llegar a las Pirámides. Lo lleva a Santiago a
comprar un camello y, aprovechándose de la confusión del mercado, le roba a
Santiago todo su dinero. Este llora desesperado, pero le pregunta a las piedras Urim y
Tumim si aún cuenta con la bendición de Melquisedec. Estas le responden que sí y
Santiago decide entonces continuar su viaje.

Caminando por las calles de Tánger, Santiago encuentra una tienda de cristales que
está pasando por una mala racha económica. Después de que Santiago limpia las
piezas frente a la ventana, el dueño de la tienda le ofrece trabajo. Le dice que le
pagará lo suficiente para que se pueda comprar un nuevo rebaño de ovejas y regrese
a Andalucía. Santiago acepta y toma el trabajo.
En esta parte de El Alquimista, Santiago cambia el curso de su vida al decidir
abandonar su profesión, que es un refugio seguro para él, y decide seguir su sueño.
Este es uno de los muchos episodios de la novela en la que el deseo de tener algo
seguro y a apegarse a lo ya conocido casi previene a Santiago de seguir su sueño.
Irónicamente, Santiago tomó un gran riesgo al convertirse en pastor en primer lugar.
Él quería la libertad de viajar por los campos y conocer nuevas regiones y diferentes
pueblos. Pero después de conocer a Melquisedec, se da cuenta de que todas esas
cosas que, él creía, le ofrecían libertad, han llegado a hacerlo prisionero.

En esta sección también se introduce el tema de los sueños como algo portentoso y
también significativo. Ya hemos oído sobre el sueño de Santiago antes, pero ahora
podemos entender su significado: solamente ahora este sueño se vuelve una llamada
a la acción. La gitana clama que los sueños son el lenguaje que el Alma del Mundo
utiliza para comunicarse con las personas. Estos sueños son parte del lenguaje
universal que une a todos los seres.
El estilo mágico, de cuento de hadas, de Coelho toma forma gracias a esta
descripción de los sueños, así como a los eventos que suceden en la narrativa.
Melquisedec mismo es un personaje fantástico que sobrenaturalmente conoce
demasiado sobre Santiago, tiene piedras mágicas que ofrecer y clama poder
convertirse en diferentes cosas. De esta forma, El Alquimista muestra un ejemplo de
realismo mágico, un género literario en el que les suceden acontecimientos fantásticos
a personajes que responden de formas psicológicamente realistas. Este tono mágico
es uno de los temas más dominantes y característicos de la novela.
Cuando Santiago viaja a África, el lector puede ver la actitud escéptica que tiene hacia
los musulmanes que conoce. Mientras está en el bar, escucha la llamada a orar y
observa a los musulmanes postrarse en el suelo. Santiago remarca que sus acciones
son propias de personas infieles. También recuerda a San Matamoros (que
literalmente significa “mata moros”) como alguien que es usualmente representado en
un gran corcel asesinando a los infieles que están a sus pies. Al continuar la novela,
esta perspectiva cambiará y la imagen de San Matamoros volverá a aparecer en una
circunstancia muy diferente.

Parte III

Finalmente, la caravana llega al oasis donde el Alquimista espera su llegada. El


Alquimista sabe, gracias a las señales del desierto, que alguien en la caravana viene
en busca de él. Este hecho lo alegra mucho. Los viajantes se alegran también al ver
las palmeras verdes después de tanta arena.

La guerra entre las tribus convierte al desierto en un lugar muy peligroso para
atravesar. Por eso, la caravana debe de quedarse en el oasis indefinidamente. Este
hecho le brinda tiempo al inglés para poder buscar al Alquimista. Con la ayuda de
Santiago, el inglés comienza a preguntar sobre su paradero. Mientras ayuda al inglés
a buscar al Alquimista, Santiago conoce a una hermosa chica en un pozo de agua e
inmediatamente se enamora de ella. Santiago se da cuenta de que cuando una
persona se enamora puede escuchar perfectamente el lenguaje del Alma del Mundo.
El nombre de la chica es Fátima, y Santiago comienza a reunirse con ella todos los
días junto al pozo de agua, y le cuanta su historia y todo lo que ha aprendido.
Finalmente, le pide que se case con él. Santiago considera abandonar su búsqueda y
su viaje a las pirámides para poder estar con ella. Sin embargo, Fátima le dice que
comprende su necesidad de ir en busca del tesoro, y que quiere ayudarlo a cumplir
esa meta. Le explica que las mujeres del desierto se sienten orgullosas de la libertad
de la que disfrutan sus esposos. Este hecho confunde a Santiago, que es incapaz de
separar el amor y la posesión. Al pensar detenidamente en esto en las afueras del
oasis, Santiago tiene una visión sobre un ejército que planea invadirlos. Después de
consultar con uno de los guías de la caravana, decide contarle a los ancianos del
oasis lo que las señales del desierto le han mostrado. Después de mucho deliberar
entre ellos, los ancianos deciden prepararse para pelear, a pesar de que esto va en
contra de la tradición del oasis de permanecer neutrales. Los ancianos deciden que si
la visión de Santiago es real, le darán una pieza de oro por cada diez enemigos
asesinados. Sin embargo, si la visión es incorrecta, Santiago será asesinado.

Después de su reunión con los ancianos, Santiago se encuentra muy pensativo pero
seguro de haber tomado la mejor decisión. De pronto, es atacado por un hombre a
caballo, vestido completamente de negro y con un halcón en el hombro. El hombre
amenaza a Santiago con su espada y exige saber cómo supo Santiago de la llegada
del ejército invasor. Aterrorizado, este le cuenta sobre las señales del desierto y sobre
su Leyenda Personal, y concluye diciéndole que no tenía otra opción. Para sorpresa
de Santiago, el hombre comprende completamente y se marcha, no sin antes decirle
que lo busque si es que sobrevive los días que se aproximan. Mientras el hombre y su
caballo se marchan, Santiago se da cuenta de que acaba de conocer al Alquimista.

Al día siguiente, quinientos hombres armados entran al oasis, justo como predijo
Santiago. Los hombres del oasis, al estar prevenidos, asesinan a todos los intrusos, y
el jefe del clan de ancianos recompensa a Santiago con cincuenta piezas de oro y la
oportunidad de convertirse en el consejero del oasis.

Esa noche, Santiago busca al Alquimista y encuentra su tienda de campaña. El


Alquimista le pide que pruebe que realmente puede leer señales y encuentre vida en
el desierto. Santiago confía en su caballo para que lo guíe a donde haya vida, y
encuentra una serpiente a la que el Alquimista neutraliza con un hechizo. Satisfecho,
el Alquimista le ofrece a Santiago su guía para ayudarlo a encontrar su tesoro.
Santiago siente un conflicto interno porque también desea quedarse en el oasis con
Fátima. El Alquimista le responde que “el Amor nunca impide a un hombre seguir su
Leyenda Personal. Cuando esto sucede, es porque no era el verdadero Amor, aquel
que habla el Lenguaje del Mundo” (83). Es entonces que, al día siguiente, Santiago
decide marcharse con el Alquimista en busca de su tesoro.
Durante el curso de esta sección, el Alquimista escoge implícitamente a Santiago
como su discípulo en lugar del inglés. Este es un hecho sorpresivo, considerando que
el inglés conoce más sobre la alquimia que Santiago. Sin embargo, el Alquimista
parece preferir el método intuitivo de Santiago, y no la búsqueda intelectual del inglés.
Santiago ha intentado aprender más sobre el universo sumergiéndose en y
experimentando con él, escuchándolo, observándolo y probándolo, y no simplemente
leyendo sobre él.

Esta sección muestra también un incremento significativo de los poderes de Santiago.


El protagonista es ahora capaz de usar sus poderes de adivinación para proteger a
aquellos a quienes quiere. Sin embargo, es tentado a usar estos poderes con un fin
más egoísta y a corto plazo, en lugar de utilizarlos para poder lograr su Leyenda
Personal. De esta forma, el interés en el puesto de consejero del oasis resulta ser un
dilema ético. Santiago estaría malgastando sus habilidades si las utilizara para algo
tan poco ambicioso, a largo plazo, como lo es este rol. También podría uno
preguntarse si Santiago conservaría de hecho esos poderes en caso de decidir
quedarse en el oasis, ya que esto significaría el abandonar el compromiso sincero que
le permitió obtenerlos en primer lugar.

El tema del amor se destaca en esta parte de la historia, aunque se ve complicado por
la filosofía del libro. Fátima, la enamorada de Santiago, le dice que prefiere que este
logre alcanzar su Leyenda Personal en vez de quedarse a su lado. Fátima entiende
que, si de verdad ama a Santiago, también ella tiene que amar y compartir los sueños
de él. El Alquimista, que también anima a Santiago a perseguir sus sueños, tiene una
explicación un poco diferente: clama que, aunque Santiago sería extremadamente
feliz por un tiempo si se quedara, desarrollaría luego un resentimiento hacia Fátima
por interponerse entre él y sus sueños. Es mejor perseguir estos sueños que permitir
que se transformen en rencor. La otra razón que da el Alquimista es que el amor
verdadero no representa un obstáculo para cumplir la Leyenda Personal de una
persona, ya que es descrito como aquel que no se interpone entre uno y su Leyenda
Personal. De esta forma, la novela describe la Leyenda Personal como el principio
elemental para una vida espiritualmente llena. Una vez que la Leyenda Personal de
una persona es identificada y aceptada, todo lo demás se verá más claro.

Parte IV

Finalmente, la caravana llega al oasis donde el Alquimista espera su llegada. El


Alquimista sabe, gracias a las señales del desierto, que alguien en la caravana viene
en busca de él. Este hecho lo alegra mucho. Los viajantes se alegran también al ver
las palmeras verdes después de tanta arena.

La guerra entre las tribus convierte al desierto en un lugar muy peligroso para
atravesar. Por eso, la caravana debe de quedarse en el oasis indefinidamente. Este
hecho le brinda tiempo al inglés para poder buscar al Alquimista. Con la ayuda de
Santiago, el inglés comienza a preguntar sobre su paradero. Mientras ayuda al inglés
a buscar al Alquimista, Santiago conoce a una hermosa chica en un pozo de agua e
inmediatamente se enamora de ella. Santiago se da cuenta de que cuando una
persona se enamora puede escuchar perfectamente el lenguaje del Alma del Mundo.
El nombre de la chica es Fátima, y Santiago comienza a reunirse con ella todos los
días junto al pozo de agua, y le cuanta su historia y todo lo que ha aprendido.
Finalmente, le pide que se case con él. Santiago considera abandonar su búsqueda y
su viaje a las pirámides para poder estar con ella. Sin embargo, Fátima le dice que
comprende su necesidad de ir en busca del tesoro, y que quiere ayudarlo a cumplir
esa meta. Le explica que las mujeres del desierto se sienten orgullosas de la libertad
de la que disfrutan sus esposos. Este hecho confunde a Santiago, que es incapaz de
separar el amor y la posesión. Al pensar detenidamente en esto en las afueras del
oasis, Santiago tiene una visión sobre un ejército que planea invadirlos. Después de
consultar con uno de los guías de la caravana, decide contarle a los ancianos del
oasis lo que las señales del desierto le han mostrado. Después de mucho deliberar
entre ellos, los ancianos deciden prepararse para pelear, a pesar de que esto va en
contra de la tradición del oasis de permanecer neutrales. Los ancianos deciden que si
la visión de Santiago es real, le darán una pieza de oro por cada diez enemigos
asesinados. Sin embargo, si la visión es incorrecta, Santiago será asesinado.

Después de su reunión con los ancianos, Santiago se encuentra muy pensativo pero
seguro de haber tomado la mejor decisión. De pronto, es atacado por un hombre a
caballo, vestido completamente de negro y con un halcón en el hombro. El hombre
amenaza a Santiago con su espada y exige saber cómo supo Santiago de la llegada
del ejército invasor. Aterrorizado, este le cuenta sobre las señales del desierto y sobre
su Leyenda Personal, y concluye diciéndole que no tenía otra opción. Para sorpresa
de Santiago, el hombre comprende completamente y se marcha, no sin antes decirle
que lo busque si es que sobrevive los días que se aproximan. Mientras el hombre y su
caballo se marchan, Santiago se da cuenta de que acaba de conocer al Alquimista.

Al día siguiente, quinientos hombres armados entran al oasis, justo como predijo
Santiago. Los hombres del oasis, al estar prevenidos, asesinan a todos los intrusos, y
el jefe del clan de ancianos recompensa a Santiago con cincuenta piezas de oro y la
oportunidad de convertirse en el consejero del oasis.

Esa noche, Santiago busca al Alquimista y encuentra su tienda de campaña. El


Alquimista le pide que pruebe que realmente puede leer señales y encuentre vida en
el desierto. Santiago confía en su caballo para que lo guíe a donde haya vida, y
encuentra una serpiente a la que el Alquimista neutraliza con un hechizo. Satisfecho,
el Alquimista le ofrece a Santiago su guía para ayudarlo a encontrar su tesoro.
Santiago siente un conflicto interno porque también desea quedarse en el oasis con
Fátima. El Alquimista le responde que “el Amor nunca impide a un hombre seguir su
Leyenda Personal. Cuando esto sucede, es porque no era el verdadero Amor, aquel
que habla el Lenguaje del Mundo” (83). Es entonces que, al día siguiente, Santiago
decide marcharse con el Alquimista en busca de su tesoro.

Durante el curso de esta sección, el Alquimista escoge implícitamente a Santiago


como su discípulo en lugar del inglés. Este es un hecho sorpresivo, considerando que
el inglés conoce más sobre la alquimia que Santiago. Sin embargo, el Alquimista
parece preferir el método intuitivo de Santiago, y no la búsqueda intelectual del inglés.
Santiago ha intentado aprender más sobre el universo sumergiéndose en y
experimentando con él, escuchándolo, observándolo y probándolo, y no simplemente
leyendo sobre él.
Esta sección muestra también un incremento significativo de los poderes de Santiago.
El protagonista es ahora capaz de usar sus poderes de adivinación para proteger a
aquellos a quienes quiere. Sin embargo, es tentado a usar estos poderes con un fin
más egoísta y a corto plazo, en lugar de utilizarlos para poder lograr su Leyenda
Personal. De esta forma, el interés en el puesto de consejero del oasis resulta ser un
dilema ético. Santiago estaría malgastando sus habilidades si las utilizara para algo
tan poco ambicioso, a largo plazo, como lo es este rol. También podría uno
preguntarse si Santiago conservaría de hecho esos poderes en caso de decidir
quedarse en el oasis, ya que esto significaría el abandonar el compromiso sincero que
le permitió obtenerlos en primer lugar.
El tema del amor se destaca en esta parte de la historia, aunque se ve complicado por
la filosofía del libro. Fátima, la enamorada de Santiago, le dice que prefiere que este
logre alcanzar su Leyenda Personal en vez de quedarse a su lado. Fátima entiende
que, si de verdad ama a Santiago, también ella tiene que amar y compartir los sueños
de él. El Alquimista, que también anima a Santiago a perseguir sus sueños, tiene una
explicación un poco diferente: clama que, aunque Santiago sería extremadamente
feliz por un tiempo si se quedara, desarrollaría luego un resentimiento hacia Fátima
por interponerse entre él y sus sueños. Es mejor perseguir estos sueños que permitir
que se transformen en rencor. La otra razón que da el Alquimista es que el amor
verdadero no representa un obstáculo para cumplir la Leyenda Personal de una
persona, ya que es descrito como aquel que no se interpone entre uno y su Leyenda
Personal. De esta forma, la novela describe la Leyenda Personal como el principio
elemental para una vida espiritualmente llena. Una vez que la Leyenda Personal de
una persona es identificada y aceptada, todo lo demás se verá más claro.

Parte V
Después de reafírmale su amor a Fátima, Santiago viaja a través del desierto con el
Alquimista. Viajan en silencio, comiendo lo que el halcón del Alquimista les suministra.
Santiago se desespera por saber más sobre los secretos del alquimista. Este le
explica que ha aprendido mucho, pero que lo que le falta aprender no puede
enseñarse. Santiago debe aprenderlo por sí mismo. Al principio, explica el Alquimista,
los secretos del universo eran conocidos por todos, pero los hombres han complicado
las cosas porque buscan atesorar sus Leyendas Personales, pero no vivirlas. El
Alquimista le aconseja a Santiago seguir su corazón.

Los dos viajan ahora con mucha cautela debido a que se están acercando al área con
más tribus en guerra. Santiago escucha su corazón y lo encuentra agitado. Su
corazón comienza a contarle historias sobre el Alma del Mundo, específicamente
sobre aquellos que han fracasado en encontrar su fortuna. El corazón de Santiago
está asustado y quiere regresar a Fátima. Santiago le dice al Alquimista que su
corazón es traicionero y no quiere que continúe su viaje. “La traición es el golpe que
no esperas”, le responde el Alquimista. “Si conoces bien a tu corazón, él jamás lo
conseguirá” (89).

Mientras viajan, Santiago escucha su corazón y eventualmente llega a aceptar lo que


le dice. Al acercarse el final de su viaje, Santiago le dice al Alquimista que quiere
aprender algunos de los secretos de la alquimia. El Alquimista le responde que ya
conoce muchos secretos importantes, como que tiene que escuchar al Alma del
Mundo para poder encontrar su tesoro. Todo sobre la faz de la Tierra, incluyendo los
elementos, tiene una Leyenda Personal. Esta es la razón por la que los alquimistas
pueden convertir cualquier metal en oro: simplemente están ayudando al metal a
realizar su Leyenda Personal.

La guerra finalmente alcanza a los viajantes, que son llevados cautivos por una tribu
de la región. Los miembros de la tribu creen que Santiago y el Alquimista son espías y
amenazan con matarlos. Para salvar su vida y la de Santiago, el Alquimista le da a la
tribu todo el dinero de Santiago y les dice que este es un poderoso hechicero que
puede convertirse en viento y destruirlos. Los miembros de la tribu no le creen, pero le
dan a Santiago unos días para probarlo. Santiago entra en pánico porque no tiene
idea de cómo convertirse en viento. El Alquimista parece no estar preocupado.
Durante tres días, Santiago sube a la cima de un barranco y contempla el desierto,
escuchando su corazón. Finalmente, al tercer día, sube a la cima y usa su corazón
para hablar con el desierto, ya que ambos hablan el Lenguaje del Mundo. Santiago le
pide al desierto ayuda para convertirse en viento y poder regresar al lado de la chica
que ama, pero el desierto le responde que no sabe cómo ayudarlo. Santiago entonces
le pide ayuda al viento, pero este no sabe qué es el amor. Finalmente, Santiago le
pide ayuda al sol, que sí sabe qué es el amor, pero aun así no puede ayudarlo. El sol
le sugiere a Santiago que le pida ayuda a la Mano que lo escribió todo. Santiago
comienza entonces a orar, pero su oración no es una súplica sino un reconocimiento,
como si proviniera de alguna sabiduría interna que sugiere que su corazón y el Alma
del Mundo son lo mismo. Una vez que Santiago se da cuenta de esto, el viento
comienza a soplar con fuerza y los miembros de la tribu observan a Santiago
desaparecer. Luego, este reaparece al otro lado del campamento. Los jefes están tan
impresionados con esta demonstración que deciden dejar ir a los viajantes y ofrecerles
un guía para llegar a salvo a su destino.

Al día siguiente, el Alquimista y Santiago llegan al monasterio cóptico. El Alquimista


usa parte de su Piedra Filosofal para convertir plomo en oro, y le regala una parte a
Santiago y otra parte al monje. También le da al monje una pieza extra para que se la
guarde a Santiago en caso de que algo llegue a ocurrirle. El Alquimista y Santiago se
separan, y este se marcha rumbo a las Pirámides. Está radiante de alegría, y es
entonces que se da cuenta que ya puede volver en paz, porque el verdadero tesoro no
es oro o gemas preciosas sino la sabiduría que ha ganado y su amor por Fátima. Sin
embargo, el Alquimista le dice que escuche a su corazón. El corazón de Santiago le
dice que comience a cavar donde vea un escarabajo de desierto. Mientras está
cavando, un grupo de hombres se acerca a él y comienza a golpearlo salvajemente,
robándole todo su dinero. Cuando Santiago les cuenta qué está haciendo a pie de las
Pirámides, uno de los hombres le dice que es un tonto: él tuvo el mismo sueño, pero
su tesoro se encontraba en España. El hombre comenta que él no fue tan tonto como
para ir a buscar aquel tesoro. Después de que los hombres se marchan, Santiago se
levanta emocionado. Ahora sabe dónde se encuentra su tesoro.
Al viajar con el Alquimista, Santiago aprende muchas cosas que al comienzo, cuando
viajaba solo, no parecían obvias. Es cuando Santiago está con el Alquimista que se da
cuenta de que su corazón y su alma son parte del Alma del Mundo. Este hecho pone
en relieve el tema del panteísmo, sugerido a lo largo de toda la novela: Dios es un
gran alma, el Alma del Mundo. Por esta razón, todas la religiones que reconocen este
hecho son esencialmente la misma. Esta es la base detrás del tema ecumenista de la
novela.
Esta sección también contiene el clímax de la historia, en la que la parte mágica hace
sentir su presencia. En este clímax, Santiago habla con los elementos: el desierto, el
viento, el sol y, finalmente, el Alma del Mundo. Es importante destacar algunos
aspectos de esta escena. Primero, podemos ver que la comunicación de Santiago con
estas fuerzas inánimes ejemplifica la afirmación del Alquimista de que todas las cosas,
incluyendo a las piedras y los animales, poseen un alma. Este hecho niega en esencia
el dualismo al que normalmente estamos sometidos, y apoya la idea de que no hay
diferencia entre las cosas materiales y los seres vivos. Todos somos seres con almas,
aunque algunas de las características que poseemos sean diferentes a las de otros
seres.

En segundo lugar, es importante notar que, aunque Santiago utiliza su voz para hablar
con el viento, con el desierto y con el sol, se muestra incapaz de hablar cuando tiene
que comunicarse con el Alma del Mundo. Esto no quiere decir que Santiago no pueda
comunicarse, sino que las palabras no son suficientes. Comunicarse con el Alma del
Mundo es algo que requiere que Santiago abra su corazón. Esta representación del
lenguaje como algo insuficiente es coherente con otras partes de la novela en las que
la humanidad es descrita de una forma decadente. El problema no es que los secretos
de la vida sean complicados, sino que el hombre ha complicado estos secretos a
través del uso del lenguaje. Es por eso que el último paso en el viaje espiritual de
Santiago no es alcanzado por medio del habla, sino por medio de la escucha.

El giro al final de la historia (el hecho de que el tesoro siempre haya estado cerca de
Santiago) reafirma las enseñanzas del Alquimista. Así como el Alquimista insiste con
que los secretos que él guarda son fáciles de entender, igual de simple es el hecho de
que el tesoro siempre se haya encontrado cerca. Así, el secreto para vivir una vida
más feliz no se encuentra lejos, en un lugar exótico: muchas veces este secreto está
frente a nosotros, justo debajo de nuestras narices. El truco está en que a veces
debemos viajar lejos para poder darnos cuenta de ello.

Número 4  
              
Esquema de personajes y sus relaciones

Santiago:   Protagonista de la historia. Su única ocupación era la de pastor y su vida


consistía simplemente en cuidar de sus ovejas e ir viajando de un lugar a otro con
ellas. Pero unos constantes sueños hacen que tras la visita a una gitana adivina
decida dejar todo lo que tenía y viajar hasta Egipto en busca de su historia personal

• Fátima: Mujer árabe que conoció en un pueblo cercano a su destino. Santiago


encontró en ella su amor verdadero. Cuando decide partir de la aldea Santiago le
promete volver y al final de la historia el parte hacia su búsqueda de nuevo dejando en
el aire el final de aquel amor.

• Gitana: Adivina a la que acude al inicio de la historia para que le represente un


sueño repetido en varias ocasiones. Ella le explica que ese sueño es una realidad por
la que debe abandonar todo lo que tiene y viajar hasta Egipto y conseguir ese tesoro,
ella no le cobra la visita con la condición de que él le entregara un parte de ese tesoro
a su vuelta.
• Rey: Persona a la que encuentra en un pueblo andaluz con la que al principio no
muestra ningún interés en establecer amistad con él. Pero comienza a ayudarle en
sus problemas y dudas y finalmente mantiene una gran confianza. Con el tiempo le
confiesa que es un rey. Santiago solo consigue creerle cuando descubre que su pecho
es de oro macizo. En su partida hacia África este le regala dos piedras preciosas, Urim
y Tumim. Su significado es las respuestas sí y no. Debería llevarlas en un bolso y
cada vez que le surgiera una duda sacar una al azar sin mirarlas y ellas le darían la
respuesta a su pregunta.

• Vendedor de cristales: Propietario de una pequeña tienda de cristales en Tarifa.


Este acoge a Santiago en su casa y le da trabajo al contarle este su historia. Con el
paso de los años Santiago consigue hacer de aquella pequeña tienda una gran
empresa conocida en todo el país debido a sus nuevas ideas que hacen florecer de
nuevo ese pequeño negocio.

• Alquimista: Persona dedicada a la alquimia con la que se encuentra en la aldea de


Fátima y que enseña a Santiago este arte y con el que aprende otras cosas acerca de
la vida. Este le salva la vida gracias a los conocimientos que aprendió de él y más
tarde le acompaño hasta Egipto.

Alquimia: Es la técnica antigua practicada en la edad media, que se dedicaba


principalmente a descubrir una sustancia que transformaría los metales comunes en
oro y plata, y a prolongar de manera indefinida la vida humana. Aunque sus
procedimientos eran dudosos y puede que ilusorios, fue uno de los grandes
descubrimientos de aquella época. Con sus libros difíciles de entender este arte para
aquel que intentaba lograr realizarlo era muy complicado y solo unos pocos eran
capaces de lograrlo.

Número 5                 


Componentes de la novela
Escribe un texto que señale el tipo de narrador, el conflicto principal y las partes de la
novela. Incluye además una descripción física y psicológica de los personajes y una
descripción del ambiente en que se desarrolla la historia. Recuerda consultar la Ayuda
si no conoces estos conceptos.
El narrador de esta historia es en primera persona dando él siempre la historia y
describiendo, el conflicto es que, él quiere encontrar su propia leyenda personal a este
personaje principal me lo imagina de cara sencilla y simpático en su forma de pensar
él tiene en sus manos cada una de sus decisiones por lo cual es centrado pues lo
único que hace son cosas que al le gusten.

Santiago
Santiago es el protagonista de El Alquimista. Nacido en un pequeño pueblo en
Andalucía, Santiago asiste al seminario desde pequeño, pero sueña con recorrer el
mundo. Finalmente, tiene el coraje de pedirle a su padre que le permita ser pastor de
ovejas, para así poder viajar por los campos de Andalucía. Un día conoce a un
hombre misterioso en el pueblo de Tarifa, quien lo envía a un viaje al otro lado de
África. Santiago es un chico curioso a quien su mente abierta lo convierte en la
persona perfecta para una misión de este tipo, y para poder encontrar su Leyenda
Personal. Santiago también valora mucho su libertad, razón por la que decidió
convertirse en pastor, y por la que se niega a participar de actividades que la
restrinjan. Al final de la novela, Santiago se da cuenta de que no arriesgarse es una
amenaza aún más grande para su libertad que tomar riesgos.

Melquisedec
Melquisedec es el rey de Salem, una tierra lejana y misteriosa. Melquisedec se le
aparece a Santiago en la plaza del pueblo de Tarifa, donde le cuenta sobre El Alma
del Mundo y sobre su Leyenda Personal. Melquisedec siempre se le aparece a
quienes están tratando de vivir sus Leyendas Personales, aunque estas personas aún
no se den cuenta de ello. Aunque parece estar vestido con prendas árabes comunes,
en un momento remueve su capa exterior y revela una pechera de oro con piedras
preciosas. Le regala a Santiago las piedras mágicas Urim y Tumim.

El inglés
Santiago conoce al inglés en una caravana con rumbo a Al-Fayum. El inglés está
tratando de convertirse en un gran alquimista y está viajando a Al-Fayum para estudiar
con un famoso alquimista que, según se rumorea, tiene más de 200 años de edad y
cuenta con la habilidad de convertir cualquier metal en oro. Santiago aprende mucho
sobre la alquimia gracias a él, quien le presta sus libros mientras viajan por el desierto
del Sahara.

Fátima
Una hermosa chica que vive en el oasis de Al-Fayum. Santiago se enamora de ella en
el pozo de agua de este lugar. Santiago y Fátima hablan todos los días durante varias
semanas, y finalmente Santiago le pide casamiento. Sin embargo, Fátima le insiste
para que salga a buscar su Leyenda Personal antes de casarse. Esto deja perplejo a
Santiago, pero el Alquimista le enseña que el amor verdadero nunca se interpone
entre una persona y su Leyenda Personal. Si lo hiciera no sería amor verdadero.

El Alquimista
Un Alquimista muy poderoso que vive en el oasis de Al-Fayum, en Egipto. Al principio,
Santiago escucha sobre él a través del inglés, pero eventualmente es Santiago quien
demuestra ser su verdadero discípulo. El Alquimista viste completamente de negro y
usa un falcón para cazar por entretenimiento. El Alquimista tiene también en su poder
el Elixir de la Larga Vida y la Piedra Filosofal.

El Comerciante
El comerciante es quien le da trabajo a Santiago en Tánger, luego de que este sea
asaltado por ladrones. Santiago toma el trabajo en la tienda de cristal y aprende
mucho sobre la actitud del comerciante hacia la vida y sobre la importancia de soñar.
El comerciante, a pesar de tener miedo a tomar riesgos, es un hombre muy noble y
comprende la búsqueda de Santiago, a veces más que él mismo. Este es el caso
cuando el comerciante le dice que no volverá a España, ya que este retorno no está
en su destino.
Número 6                 
Comentario

El alquimista es un libro que aparte de la historia considero que además te quiere


motivar a seguir esos sueños que a veces nos parecen descabellados y que no se
podrían lograr además de las experiencias que estos te dan y al final como podemos
obtener algo bueno o malo.
El Alquimista alude reiteradamente al cumplimiento de la “Leyenda Personal”, un
concepto inventado por el autor del libro para referirse al cometido que cada persona
debe cumplir en la Tierra que le posibilitará encontrar la armonía. En palabras de
Melquisedec, el rey de Salem, “todo el mundo conoce cuál es su Leyenda Personal
desde la infancia”. Aunque, con el tiempo, “una misteriosa fuerza trata de
convencernos de que es imposible cumplir la Leyenda Personal”.
Me gusto el libro es el primer libro que leo de Paulo Coelho y me gusto te explica que
es un alquimista y bueno además te da un empujoncito a que tú mismo empieces a
buscar tu propio camino a mí en lo personal no me gustan mucho los libros de
superación personal y me parece que este toma a veces eso, pero aun así me gusto
la historia.

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