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Renacimiento y Modernidad. Crítica al pensamiento medieval.

El paradigma de racionalidad
clá sica. Racionalismo y Empirismo.

Sumario:

Breve caracterizació n del pensamiento medieval.


Importancia del Renacimiento como antesala histó rica de la Modernidad al plantearse el
problema del hombre y la naturaleza como centro de la reflexió n teó rica.
Reposicionamiento crítico de la Modernidad en cuanto a la problemá tica Fe-Razó n.
Modernidad Filosó fica y sus conceptos esenciales: Método, Empirismo, Racionalismo,
Verdad, Paradigma clá sico de Racionalidad.

Objetivo: El estudiante debe ser capaz de:

Caracterizar el pensamiento medieval


Reconocer los elementos esenciales de la problemá tica del renacimiento.
Conceptualizar la modernidad y sus conceptos filosó ficos esenciales

CONTENIDOS:

1. Elementos esenciales del pensamiento medieval


 La filosofía medieval, toma como base, el estudio de las teorías de los filó sofos de la edad
antigua como Aristó teles y Plató n para dar una respuesta al problema del hombre; pero, solo
como base o aporte teó rico, ya que la antropología medieval estuvo notablemente demarcada
por un pensamiento propio como lo fue el cristianismo, ya que toda la filosofía de la época gira
en torno a esta corriente religiosa.
 El hombre, para la filosofía medieval, es un ser creado a imagen y semejanza de Dios,
compuesto de cuerpo y alma. La antropología medieval considera, entonces, al hombre como
una criatura de Dios, ordenada hacia la bú squeda de la felicidad en la vida eterna.

Representantes:

San Agustín:

 El proceso encaminado a reconciliar el énfasis de los griegos en la razó n con el que ponían
los romanos en las emociones religiosas de las enseñ anzas de Cristo y los apó stoles se concretó
en los escritos de san Agustín de Hipona
 elaboró un método sistemá tico de filosofía para la teología cristiana.
 Sus discusiones sobre el conocimiento de la verdad y la existencia de Dios parten de la
Biblia y los antiguos filó sofos griegos. Defensor enérgico del cristianismo, San Agustín elaboró
la mayoría de sus doctrinas resolviendo conflictos teoló gicos con el donatismo y el
pelagianismo, dos movimientos heréticos cristianos.
 considera al hombre formado por tres elementos; uno es el cuerpo material, al que no
considera elemento constitutivo esencial y solo lo toma como un instrumento de uso para el
alma; el alma, la cual define como “cierta sustancia dotada de razó n que está allí para dominar
y regir el cuerpo”. La considera como la causante de todos los males, ya que goza de libre
albedrío. También considera el alma como inmortal, la cual es una exigencia de la naturaleza
espiritual del hombre y una necesidad que nos explica el ser del hombre en la bú squeda de la
felicidad plena, a la cual solo se llega en la eternidad.
 la inmortalidad del alma, ademá s de ser una exigencia de su naturaleza espiritual, es una
necesidad para entender el ser del hombre que busca la felicidad plena y que no es asequible
en esta vida. Define ademá s las funciones del alma como la memoria, el entendimiento y la
voluntad.
 el hombre es un espejo de Dios, un reflejo de una Trinidad; o sea, que sus actividades
fundamentales: memoria, inteligencia y voluntad provienen también de la Divinidad. Entonces,
segú n San Agustín, esas tres facultades del hombre corresponden a las tres personas de la
Santísima Trinidad, y así como éstas constituyen una sola sustancia, de igual forma las tres
facultades constituyen un alma ú nica.
 Se puede decir que su pensamiento tiene una clara influencia plató nica que algunos tratan
de denominar neoplatonismo, diferenciá ndose en que el pensamiento de San Agustín es
basado en la fe del cristianismo. Esta exposició n antropoló gica nace porque San Agustín desea
acercar má s el hombre a Dios casi hacerlo parte de ese ser divino, es así que su visió n
antropoló gica, se basa en Dios al mostrar en el hombre un cará cter netamente de reflejo en
Dios.

Santo Tomás de Aquino:


 Filó sofo y teó logo italiano, en ocasiones llamado Doctor Angélico y El Príncipe de los
Escolá sticos, cuyas obras le han convertido en la figura má s importante de la filosofía
escolá stica y uno de los teó logos má s sobresalientes del catolicismo.
 se inspira en la filosofía griega, particularmente en Aristó teles, para darle un nuevo
cará cter a su filosofía, esclarecida por el pensamiento cristiano.
 nos muestra al hombre como la composició n de dos substancias incompletas: el alma y el
cuerpo; las cuales, cuando se unen, forman una naturaleza completa y singular. Alma y cuerpo
entran en la constitució n de su esencia, tanto es así que el hombre no es ni su alma, ni su
cuerpo, sino la unió n de ambos.
 el alma es individual e inmortal; no es sustancia separada, porque es forma de cuerpo, sino
sustancia espiritual. Santo Tomá s con un lenguaje má s preciso la llama “sustancia intelectual”.
Su creador es Dios; el alma está en todo el cuerpo y requiere de este para manifestarse.
 El pensamiento de Santo Tomá s es el resultado, no solo de una especulació n desarraigada
de la realidad histó rica, sino el producto de la encarnació n en las circunstancias y conflictos de
su época. Su objetivo central fue demostrar la existencia de Dios.
 buscó reconciliar la filosofía Aristotélica con la teología agustiniana. Tomá s utilizó tanto la
razó n como la fe en el estudio de la metafísica, filosofía, moral y religió n. Aunque aceptaba la
existencia de Dios como una cuestió n de fe, propuso cinco pruebas de la existencia de Dios para
apoyar tal convicció n.
 insistía en que las verdades de la fe y las propias de la experiencia sensible, así como las
presentaba Aristó teles, son compatibles y complementarias. Algunas verdades, como el
misterio de la Encarnació n, pueden ser conocidas só lo a través de la revelació n, y otras, como
la composició n de las cosas materiales, só lo a través de la experiencia; aun otras, como la
existencia de Dios, son conocidas a través de ambas por igual. Así, la fe guía al hombre hacia su
fin ú ltimo, Dios; supera a la razó n, pero no la anula. Así, en este caso, el hombre es una
reconciliació n entre el hombre y la fe.
 El éxito de Santo Tomá s fue inmenso; su obra marca una de las escasas grandes
culminaciones en la historia de la filosofía. Después de él, los filó sofos occidentales só lo podían
elegir entre seguirle con humildad o separarse radicalmente de su magisterio. En los siglos
posteriores a su muerte, la tendencia dominante y constante entre los pensadores cató licos fue
adoptar la segunda alternativa.

2. Caracterización del renacimiento como antesala de la Modernidad

 El Renacimiento fue un movimiento, en comienzo, intelectual y filosó fico que se gestó en la


Europa del siglo XV d.C. y se desarrolló durante el siglo XVI d.C. Las ciudades - estado italianas
fueron la cuna de tal ruptura con los cá nones existentes en el territorio del viejo mundo desde
la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo V d.C., generados por el poder de la Iglesia
cató lica sobre la política y, por tanto, sobre los diferentes aspectos en los que el ser humano se
desarrolla, imponiendo, de esta manera, la posició n necesariamente religiosa dentro de los
mismos.
 El arte, la literatura, la filosofía, entre otros; fueron los medios a través de los cuales el
Renacimiento tuvo su puente para desarrollarse y expresarse como origen de la ruptura
ideoló gica que traería consigo lo que hoy en día llamamos Modernidad
 El Humanismo buscó reposicionar al hombre como centro del universo, remplazando al
teocentrismo que había reinado en Occidente hasta el momento sin ninguna alternativa.
 El hombre adquiere el papel principal dentro de la sociedad siendo responsable de su
supervivencia bajo el concepto de individuo que actú a en beneficio propio dentro de una
sociedad y no como un individuo que actú a en beneficio colectivo dentro de la misma sociedad.
 El Renacimiento es, como su nombre lo indica, el nuevo nacimiento del hombre autó nomo
tras pasar por una fase que, durante un milenio, permitió que la Iglesia se apropiara del ser
humano, transformá ndolo en un elemento que só lo podía ser dignificado a través de la
expiació n de sus culpas sirviendo a Dios, siendo esto, seguir las normas establecidas
políticamente, que no le beneficiaban a menos que fuera noble o religioso. Si bien, es necesario
aclarar que el discurso cristiano no perdió su poder de convencimiento en esta etapa de la
historia, es imposible romper en menos de dos siglos con una tradició n que ha sido reafirmada
durante los ú ltimos mil añ os e impuesta en la cultura de mú ltiples personas a diferentes
niveles sociales.

EL Humanismo: expresión filosófica del renacimiento

 Como teoría filosó fica base para la concepció n de nuevas reglas bajo las cuales tendría que
jugar el hombre, encontró en el mundo griego la inspiració n para su sentido de existencia.
Rescatado por los á rabes, tras permanecer en el olvido durante un milenio, el legado
grecorromano aparece de nuevo en la escena europea debido a la coincidente aparició n de los
á rabes en la península ibérica de manera má s influyente en la Baja Edad Media
 El conocimiento griego y su expresió n a través de las artes, la escritura, la filosofía, las
matemá ticas, entre otras; iluminaron el camino del hombre renacentista que buscaba la forma
de entender mejor las diná micas sociales y ajustarlas a lo que estaba empezando a vivir.

Representantes:

 Tomas Moro
 Erasmo de Rotterdam
 Nicolá s Maquiavelo
 Nicolá s de Cusa

Algunos rasgos del humanismo renacentista:

 El antropocentrismo: el hombre es importante y su inteligencia, un valor superior.


 El optimismo (se restaura la fe en el hombre contemporá neo)
 La razó n humana adquiere valor supremo
 El pacifismo o irenismo
 El deseo de unió n política y religiosa de Europa
 El retorno a los clá sicos como fuentes primigenias del saber
 La ló gica aristotélica frente a la autoridad Medieval: imprenta y debate intelectual
 El reconocimiento de los valores humanos (declive de la Inquisició n y el poder de la
Iglesia)

3. Caracterización filosófica de la modernidad

La posibilidad del dominio racional del hombre sobre la naturaleza, la posibilidad no só lo de


transformarla, sino incluso de crearla, y también a la sociedad, y todo ello sobre la base de su
conocimiento.

Si la filosofía medieval colocó en el centro de su interés la reflexió n sobre la relació n del


hombre con un mundo entendido como algo está tico y ya creado, y como expresió n de una
fuerza trascendente, la filosofía moderna replanteó este problema y se lo representó como
problema de la relació n entre el sujeto y el objeto. La centralidad de la cuestió n de la relació n
sujeto-objeto marca lo específico de la filosofía moderna.

El desarrollo social llevó a los filó sofos a plantearse el problema de las relaciones del hombre
con el mundo como una relació n con fenó menos no só lo transformados, sino también creados
por él. Su existencia comenzó a ser pensada como existencia activa. Al considerar al ser
humano en términos de “sujeto” se puso en un primer plano su cará cter activo, su fuerza
creadora.

La realidad en la que existe ya no se podía seguir interpretando como un espacio creado de una
vez y para siempre, está tico e inmó vil, sino como el conjunto amplio, complejo y en expansió n
de objetos sobre los que recaía la actividad del ser humano, objetos que podían tener un
cará cter natural, pero que acusaban la huella de la actividad humana, que eran también
producto de esa actividad.

El propio desarrollo social llevó a que la relació n hombre-mundo, eje de la reflexió n filosó fica
medieval, pasara a plantearse y pensarse en términos de la relació n sujeto-objeto. Esa relació n
se convirtió en el centro de la reflexió n filosó fica moderna y en su punto de partida teó rico.
Esto, a su vez, determinó la importancia que el tema de la razó n y de la racionalidad tomó en la
filosofía moderna. Si el hombre puede dominar las fuerzas de la naturaleza ello se debe a que
es capaz de conocerlas, de desentrañ ar su esencia, de develar las conexiones esenciales, las
leyes que rigen el funcionamiento de esa naturaleza.

Si el ser humano es racional, y la realidad también, entonces es posible conformar a este


mundo en que vivimos, tanto en su faceta natural como en la social, de acuerdo a nuestra
conveniencia e intereses. Es preciso descubrir la racionalidad implícita en lo real para poderla
transformar. Esto comenzó siendo vá lido para la naturaleza, y necesariamente tendría que
extenderse también a lo social. Lo racional habría de funcionar como criterio legitimador de la
actividad humana y de las instituciones creadas por el ser humano.

Se deja de un lado la visió n cristiana que predominó en la edad media en la cual se destacaba el
desprecio por el mundo del má s acá y por el hombre corpó reo para dar paso a una nueva
valoració n del hombre como ser que piensa y siente. Se reconoce el valor del hombre como ser
terrestre o mundano, inserto en el mundo de la naturaleza y de la historia y capaz de forjar en
él mismo su propio destino. Es así que para la filosofía moderna el hombre y el mundo sensible
son el punto de partida para toda reflexió n y conocimiento.

El empirismo y el racionalismo, corrientes filosó ficas en la edad moderna, nos muestra


claramente esta visió n fraccionada de la realidad.
Corrientes filosficas

Empirismo Racionalismo

Baruch
John Locke David Hume Berkeley Descartes Leibniz
Spinoza

Ideas Centrales

Descartes:

 En el “Discurso del Método” Descartes se refiere muy específicamente al problema del


hombre. Pues bien, para Descartes el hombre es completamente diferente a los demá s seres de
la naturaleza; ya que este está dotado de razó n.
 El concepto antropoló gico de Descartes es expresado de manera mas acabada en el “Tratado
de las Pasiones”; allí, Descartes distingue en el alma, las acciones de las pasiones. Es así que
para Descartes o las acciones dependen de la voluntad; mientras que las pasiones son
involuntarias y está n constituidas por las percepciones, sentimientos o emociones.
 Descartes dice que la fuerza del alma radica precisamente en saber controlar las pasiones y
los movimientos del cuerpo; mientras que su debilidad consiste en dejarse llevar por las
pasiones, que al ser tan contradictorias entre si sumergen el alma en un movimiento
ambivalente, sin ninguna direcció n o sentido racional.
 las pasiones en tanto a que constituyen el cuerpo, tienen la funció n natural de incitar al alma
a consentir aquellas acciones que sirven para conservar el cuerpo y hacerlo má s perfecto.
 Descartes plantea la necesidad de unas normas morales que permitan el mejor uso de la
razó n para que el hombre pueda llegar a un conocimiento verdadero. El dominio de las
pasiones, la resolució n y la constancia de la voluntad en la acció n son las reglas fundamentales
de la moral cartesiana.
 Una de las razones por la cual Descartes dio su concepció n antropoló gica, era demostrar que
la desigualdad entre los hombres no era atribuida a un estado originario natural, sino al uso
que cada hombre le da a su razó n; como lo expresa Descartes “No basta en efecto tener el
ingenio bueno, si no lo principal es aplicarlo bien”.
 con la teoría de las pasiones, no quería decir que estas fueran malas o despreciables; si no
por lo contrario quería demostrar que las pasiones deben ser controladas y no ignoradas. Así
mismo quería demostrar que gracias a las pasiones, el alma se da cuenta de las cosas que
dañ an o que beneficia al cuerpo. Sin embargo también quiso infundir en la humanidad, que el
hombre no debe dejarse guiar por las pasiones si no por la experiencia; ya que esto es lo ú nico
que le permite al hombre distinguir el bien del mal.

Spinoza:

 Es un sistema cerrado, construido mediante un deductivismo naturalista rígidamente


matemá tico y cuyo contenido, un monismo panteísta, tiene en el fondo un marcado cará cter
religioso. É l era un defensor del libre pensamiento y un gran crítico de las Escrituras.
 No existe má s que una sustancia, la divina, y con base en ella se ha de explicar la
multiplicidad de seres como simples modalidades de esa misma sustancia. Así la ú nica
sustancia es Dios, que tiene dos atributos infinitos: la extensió n y el pensamiento, es decir la
inteligencia y la multiplicidad de seres corpó reos; desde ella todo se hace comprensible y
explicable; esta es el origen, la fuente de la multiplicidad de seres, tanto corpó reos como
humanos. La sustancia, entonces, se convierte en la unidad suprema y en la razó n de ser de
toda la realidad; por eso dice que Dios es la verdad.
 Con base en la teoría de la sustancia , de Dios como ú nica sustancia, Spinoza explica al
hombre como modos necesarios de los atributos de Dios; la extensió n al modificarse,
constituye los cuerpos; el pensamiento, diversificá ndose, constituye los espíritus (alma). Así el
hombre es el cuerpo humano y es el alma humana en cuanto cuerpo y alma son dos modos
infinitos. Pero ni el cuerpo ni el alma son sustancias.
 Spinoza fue claramente influido por el pensamiento de René Descartes, porque fue un
seguidor de sus ideas y un crítico de lo que consideraba erró neo de las ideas del filó sofo
francés.
 Su posició n es consecuencia de la de Descartes, pues basta establecer ciertas definiciones,
como la de sustancia, para deducir de ellas todo lo que respecta a la realidad, predominando el
criterio racionalista y subjetivista, antes que un examen real y objetivo de las cosas concretas.
 para llegar al concepto de sustancia Spinoza usa el método geométrico; de allí logra extraer
o forjar la idea de la ú nica sustancia, la presenta como origen y fuente de la multiplicidad de los
seres.
 Spinoza se propuso, criticar la concepció n erró nea de Descartes; así, dijo que no era
necesario suponer la existencia de algo (Dios) superior o por encima de la naturaleza, para
explicarla no se necesitaba de una causa mas allá de ella, ya que dicha explicació n se
encontraba en ella misma y solo dependía de su propia esencia. Luego, dice que Dios y la
naturaleza son una y la misma cosa.
 Spinoza reduce las dos sustancias de Descartes a una ú nica sustancia, afirma que es solo un
mal entendido, y en consecuencia estas dos sustancias, pensamiento y extensió n no pueden ser
sustancias. Spinoza para explicar el pensamiento y la extensió n las presenta, entonces, como
“atributos”, es decir, cada uno de los modos que aplica el pensamiento para entender la
naturaleza ú nica.
 habla del hombre para poder demostrar la existencia de una ú nica sustancia de la cual se
derivan todas las cuerpos, entre ellos el hombre, del cual dice que es un modo de dos atributos
de la sustancia: el pensamiento y la extensió n; así, de igual manera, explica todos los cuerpos,
como modos de los atributos, dejando solo a Dios o naturaleza como sustancia y fuente de la
multiplicidad de los seres. Así, por el método geométrico, aplicado por este filó sofo, logra llegar
al concepto de sustancia.

Gottfried Leibniz

 En la exposició n filosó fica de Leibniz, el Universo está compuesto de innumerables centros


conscientes de fuerza espiritual o energía, conocidos como mó nadas. Cada mó nada representa
un microcosmos individual, que refleja el Universo en diversos grados de perfecció n y
evolucionan con independencia del resto de las mó nadas; este reflejo no le venía de fuera, sino
que estaba dentro de la misma mó nada, ya que éstas "no tienen ventanas por donde nada
pueda entrar ni salir". Esto significaba que las mó nadas no se influían o relacionaban entre sí,
sino que cada una era su propio pequeñ o universo.
 Leibniz, expone a Dios como creador directo de las mó nadas y dice que solo él puede
destruirlas. Dice que los humanos, sin embargo, con su visió n limitada, no pueden aceptar la
existencia de las enfermedades y la muerte como partes integrantes de la armonía universal. La
mó nada es, entonces, la que determina el concepto de sustancia; entonces, mó nada y sustancia
son la misma cosa.
 Leibniz define la sustancia como simples, inextensas, espirituales y activas, escaloná ndolas
desde las inferiores, con solo percepció n y apetitos, pero no memoria, a las dotadas de ésta,
situando luego a las racionales y finalmente a Dios, mó nada suprema y causa de todas las
demá s. Las mó nadas poseen las ideas por innatismo, y la supuesta influencia de unas sobre
otras se debe a un orden previamente fijado por Dios, o “armonía preestablecida”.
 define al hombre como un animal racional; pero, también como un ser espiritual, como lo
expresa en su obra Monadología. Y es desde esta condició n de ser espiritual o racional que
Leibniz dice que el hombre también es el alma. Así surge un nuevo concepto, el del alma, que es
una especie viviente del universo que está por debajo de los espíritus. Leibniz dice que el
hombre es un ser semejante a Dios y es un ser inmortal; entonces, habla de la relació n que
existe entre Dios y el Hombre como compendio de toda perfecció n posible de los seres
espirituales. Así, el hombre es una representació n de Dios y por tanto es apto para irradiar su
bondad
 La filosofía de Leibniz es el resultado del estudio de los filó sofos anteriores a él, de los cuales
tomó bases que lo encaminaron a su propia definició n de substancia (mó nadas) y por ende del
hombre. Dicha filosofía se fundamenta en la idea de absoluta racionalidad del mundo, en la
armonía de todas las cosas, la infinitud tanto cuantitativa como cualitativa del universo y la
explicació n mecá nica del universo mediante su teoría de la “armonía preestablecida”.

John Locke

 Segú n Locke la ú nica fuente de ideas es la experiencia; de ahí el fundamento de todo nuestro
saber, y de allí es donde en ú ltima instancia se deriva. Las observaciones que hacemos acerca
de los objetos sensibles externos, o acerca de las operaciones internas de nuestra mente, que
percibimos, y sobre las cuales reflexionamos nosotros mismos, es lo que provee a nuestro
entendimiento de todos los materiales del pensar. Es esta, entonces, la fuente de ideas que
tenemos o que podamos, naturalmente, tener. Entonces, el hombre no posee ideas innatas.

 todo hombre es consciente para sí mismo de que piensa, y siendo aquello en que su mente
se ocupa , mientras está pensando, las ideas que está n allí, no hay duda de que los hombre
tienen en su mente varias ideas, tales como las expresadas en las palabras blancura, dulzura,
elefante, ebriedad etc.

 Locke atina de igual forma que Bacó n a atribuir a la experiencia el origen de los
conocimientos humanos. Locke se interesó mucho por averiguar el funcionamiento y los
procesos que ocurrían en la mente humana. Locke encuentra el innatismo como un dogma de
ideas empíricas o sin alguna explicació n o base que las sustente.

 habla del hombre para realizar un profundo análisis de la libertad humana. Así Locke reconoce en el
hombre la libertad de obrar, pero no de querer. Entonces, concluye diciendo que el hombre es libre
debido a que puede hacer lo que quiera.

 también pretende demostrar que el hombre es un ser pensante que se encuentra inmerso en un mar
de ideas, es decir, para Locke el hombre es un ser de ideas de las cuales depende su estado de
conciencia.

David Hume

 el hombre no puede alcanzar ni siquiera dentro de los límites de la experiencia, la estabilidad y la


seguridad de un auténtico saber. El saber humano es, todo lo má s, un saber probable; pero, aun este
saber probable falta cuando el hombre menosprecia los límites de la experiencia y se aventura por los
caminos de la metafísica.
 establece que todas las ciencias tiene algú n nexo o vínculo con la naturaleza del hombre, aun la física
y la matemá tica, puesto que ellas no son má s que los conocimientos que el hombre logra de acuerdo a
sus propias facultades.
 La investigació n filosó fica debe tener como centro dicha naturaleza. En el fondo esa naturaleza no es
má s que sentimiento e instinto, puesto que la misma razó n funciona como una especie de tendencia que
le permite aceptar o creer. Hume ademá s desmonta toda concepció n metafísica sobre el hombre,
especialmente el concepto de sustancia y de causa.
 la naturaleza humana, para él, es fundamentalmente sentimiento e instinto mas bien que razó n. Pues
la misma razó n investigadora es una especie de instinto que lleva al hombre a aclarar lo que
instintivamente se acepta o cree. De esta forma, el conocimiento humano esta limitado y definido por
las impresiones y por la vivacidad y fuerza que suscitan la imaginació n y las pasiones. Es así que las
impresiones constituyen el dato ú ltimo del hombre, el limite contra el cual él tropieza; estas
impresiones no admiten explicació n ni comprobació n; está n allí: esto es todo.
 considera que la experiencia es la ú nica fuente de conocimiento y que todas las ideas proceden, de
los datos facilitados por los sentidos.
George Berkeley

 convirtió el idealismo en una poderosa escuela de pensamiento al unirlo con el escepticismo y el


empirismo, y por ello ha sido muy influyente en la filosofía britá nica.
 Al radicalizar las dudas ya expuestas por Locke sobre el conocimiento del mundo fuera de la
mente, Berkeley declaró que no existe ninguna evidencia de la realidad material de ese mundo,
porque lo ú nico que uno puede observar son las sensaciones propias y éstas se encuentran en la
mente.
 Afirmaba que existir significa ser percibido (“esse est percipi”) y que para existir, cuando uno no
las observa, las cosas han de ser percibidas por Dios.
 al afirmar que los fenó menos sensoriales son los ú nicos objetos del conocimiento, Berkeley
estableció la visió n epistemoló gica del fenomenalismo (teoría de la percepció n que indica que la
materia puede ser analizada en términos de sensaciones) y orientó el camino que adoptaría el
movimiento positivista en el pensamiento moderno.

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