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San Juan Eudes: Maravilla de su Época

Actividad 4

Realizado por:

Agudelo, Jhon

Abril, 2020
Momentos claves de San Juan Eudes antes de entrar al Oratorio.

El primer momento clave en la vida de San Juan Eudes, fue cuando a la edad de 12

años, hizo un voto de castidad y lo significó deslizando un anillo de compromiso en

una estatua de María. Asimismo, en sus años de estudio fue afortunado, ya que la

dirección del colegio lo distingue como un alumno inteligente, e inclusive se

disputaba el primer puesto con un compañero. Otro de los momentos claves de su

vida, está representado por el recibimiento de las órdenes menores en 1620.

La vida misionera y separación del Oratorio.

En su vida misionera se destacarán sus más de 100 misiones; para San Juan Eudes

fue fundamental el formar a los presbíteros y futuros presbíteros, para que el pueblo

de Dios recibiera una buena formación. Por eso las ansias del padre Eudes en crear

seminarios para su propósito de vida, pues a él solo le importaba hacer la voluntad de

Dios y que Cristo reinara en todos los creyentes. También en su vida misionera se

destacó su catequesis al Pueblo de Dios y su énfasis en la hora de predicar sobre la

misericordia de Dios y la celebración de la Eucaristía.

En cuanto a la separación del Oratorio, se destacó su deseo de aplicar parte de la

espiritualidad infundida por el padre Berulle, y a ejercer su propio ministerio, debido

a que su más profundo deseo era el de fundar un seminario, ya que en el oratorio no

tenía esa oportunidad, decidiendo irse a cumplir su objetivo, pero siempre en busca de

hacer la voluntad de Dios.


Primeros pasos en los temas doctrinales (corazón de María y Bautismo).

Para San Juan Eudes, fueron fundamentales cuatro pasos cada uno de estos dos

temas. En cuanto al bautismo, este es una alianza y un acto amor trinitario, admirable

en la que se va a centrar no otro amor distinto que el amor del Padre, del Hijo y del

Espíritu Santo; un acto por el cual Dios se compromete y se obliga a nosotros en una

alianza entre iguales. El bautismo es punto de partida y fuente de unión a Cristo; para

San Juan Eudes, vivir el bautismo es renunciar a todo lo que nos separa de Cristo y

adherirnos por el mismo camino que él nos propone. De esta forma, el sacerdocio de

los bautizados también es punto clave en su espiritualidad, como en su libro “Vida y

Reino” desarrolla un pensamiento sobre el sacerdocio de los creyentes participantes

en la Eucaristía: participamos del mismo sacrificio de Jesús para la Gloria de Dios,

ofreciéndonos como víctimas en el altar, para un sacrificio agradable al padre, para el

favor del bien de todas las almas. De igual modo, los sacerdotes encuentran de nuevo

la dignidad de su ministerio sirviendo como su concepción de la vida cristiana, como

completar la obra de Jesucristo, ya que forman parte del Sacerdocio Real del Señor,

fundador y cabeza en orden superior de estos.

San Juan Eudes, como padre fundador, misionero y formador de la Congregación

de Jesús y María, buscó iluminar, guiando a los fieles y a sus pastores a una devoción

al Corazón de María. La mariología, desarrollada por el padre Eudes, fue totalmente

cristológica y cristo-céntrica: celebrar a María es celebrar a Jesús, ya que el corazón

de Jesús y María no se hacen sino un solo corazón. Es por esto que, el Corazón de

María al igual que el Corazón de Jesús se unen en un solo amor a Dios Padre, si Jesús
estaba en el dolor, María también lo estaba, y si Jesús estaba crucificado, María lo

estaba también (O.C. VI, 256-257). El Corazón de María, como modelo de la vida

cristiana, nos es dado a nosotros para que sea el corazón de nuestro corazón; la

existencia cristiana es un caminar en unión a Cristo y el culto litúrgico al Corazón de

“La Madre Admirable” es invitación a dar gracias con ella, por el amor tan grande

que Dios nos tiene.

Las alegrías finales.

Antes de morir, el padre Eudes fue colmado de grandes alegrías, de situaciones

que quizás le preocupaban en su mente y en su corazón. Una de estas fue la Bula que,

por intercesión del padre Bonefond, obtuvo por parte del Papa Clemente X, en la cual

se le autorizaba predicar en toda Francia, además se confirmarán los estatutos de la

congregación y se le permitirá establecer la cofradía de los Corazones de Jesús y

María. De igual forma, ya podría salir de Caen, de su largo tiempo de confinamiento

obligado. Cabe destacar, que el 25 de julio de 1680, San Juan Eudes expresa: “Dios

me hizo la gracia de acabar mi libro sobre el corazón admirable de la Madre de Dios”,

esto causó gran alegría, antes de partir a la casa del Padre. En sus últimos suspiros, al

recibir la unción de los enfermos, pide ponerse de pie ante el Santísimo Sacramento y

confesar todos sus pecados, pidiendo perdón a todos los de su Congregación y orando

en voz alta, ante todos los presentes, diría las palabras que fueron el resumen de toda

su vida: JESÚS ES MI TODO.

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