Está en la página 1de 5

Facultad de Artes y

Diseño
Licenciatura en
Artes Visuales

Seminario de Arte 
Contemporáneo
Séptimo Semestre
2022-1

Prof. Sergio Koleff Osorio

Alumna: Itzel Beltrán Orozco

UNIDAD 5. Tendencias y corrientes a fin de siglo


XX

Ana María Guasch


"El cuerpo como lugar de prácticas artísticas" y
"De la diferencia sexual al transgénero"
En las diversas manifestaciones artísticas surgidas a finales del siglo XX no podemos pasar
desapercibido la pluralidad y la diversidad de ideas políticas, artísticas, sociales etc. En este
ir y venir me concentrare en tres conceptos que me parecen de suma relevancia, pues se
presentan, en muchos casos, como puntos clave y motivos alrededor de los cuales funcionan
y se ramifican varias de dichas tendencias. En un primer momento, como Ana María
Guasch ,también lo destaca, el cuerpo es indudablemente un lugar de prácticas artísticas1,
como lugar el cuerpo genera una asociación distinta de posibilidades, es decir se disocia de
la persona para volverse un todo, la subjetividad, el subconsciente individual se relega por un
fin colectivo, para mi visión me interesa recuperar la idea de la enfermedad, la muerte, la
sexualidad y el placer. El cuerpo más allá de lo autobiográfico, es un dispositivo
antropomórfico, pos orgánico, semiótico, construido, pos humano y abyecto2, que
distorsionan de forma alusiva el fenómeno social.

En ambas lecturas asociaremos al cuerpo como un significante social, en estas


manifestaciones, la presentación del cuerpo va más allá del impacto, más allá de la
experiencia fenoménica del cuerpo, se trata de las relaciones con el todo, del sistema, de lo
simbólico, de lo real, del cuerpo humano como imagen del cuerpo social3, develar un
mecanismo presente en las acciones, en el hecho mismo de fotografiar o esculpir, en la
praxis de lo que la pieza construye, habilita y ejercita; el cuerpo desmembrado para
encontrar un organismo en conflicto, como una disección de aquello que la sociedad debía
en ese tiempo enfrentar: la violencia, la represión o el sexo. A través del “hacer del cuerpo”
lograr la capacidad del cuerpo de ser objeto, con sus aperturas, marcas, usos,
protuberancias e incluso hasta los aspectos mórbidos y desarticulados, en ese sentido llevar
el comportamiento del cuerpo a lo abyecto, siguiente concepto que encuentro menester
articular en muestras artísticas.

Como una necesidad por enfrentar lo social al conflicto, lo abyecto encontrara lugar en el
cuestionamiento a las ideas más urgentes de sus artistas contemporáneos; temas como el
sexismo, la identidad sexual, la desigualdad y la brutalidad serán la sombra de lo que se
reconoce como “válido” presentar en élite espectadora del arte, y que el espacio hegemónico
del museo debería exponer, así enfrentados al afuera el museo y la exposición se vuelven un

1
Ver Guasch, Ana María. El cuerpo como lugar de prácticas artísticas en El arte último del siglo XX. Del
posminimalismo a lo multicultural. Alianza Editorial. Madrid. 2005. p. 499.
2
Idídem.
3
Ibid. P. 50
espacios expandidos en donde el diálogo se vincula a lo oculto, apelar al sufrimiento y a la
degradación como reivindicación de la construcción social del arte, y poner el arte en vínculo
a una realidad social casi como un arma política. Los velos, los ilusionismos, lo puramente
simbólico esta relegado al cuerpo verdad , una suerte de post esencialismo abyecto.
Aquí me gustaría retomar la serie de fotografías 4 de pubis femeninas por la artista Zoe
Leonard, estás piezas comprenden la concepción del cuerpo abyecto y la búsqueda de ir sin
trapujos con el cuerpo hacia diferentes motivos, como la aclamada monstruosa feminidad
abyecta de Julia Kristeva5, un acto por feminizar el material. Esto también lo podemos
asociar a la exploración del transgénero indagado en el segundo apartado, donde las
polaridades entre sexos dominantes han forjado al género, al sexo y a las identidades de
género a esconderse del ojo público y volverse otra forma de abyección corporal, sin
posibilidad de apelar.

En este encuentro con lo real el conflicto de la representación da cabida al término


simulación, simulación en Cindy Sherman y el acto fotográfico donde figura una narrativa de
un acontecimiento recreado, que en sí mismo es un acto ficticio pero que asume uno real, el
cuerpo sexuado, el cuerpo visible, el cuerpo vestido debe negar lo real como también el
género como reapropiación de la feminidad, excava desde la imagen a la experiencia
femenina del cuerpo. La simulación de la acción como en Estral Star (1989) de Mike Kelley
donde los ahora cuerpos de peluche involucrados en actos sexuados son cuerpos
simulados, la visión humana permea el objeto dotando de connotaciones humanas, la
representación sin escenario6.

Simulación material en La cena (1979) de Judy Chicago, volvemos a recrear, no una acción
si no un motivo corporal como la vulva, la vulva esculpida, la vulva vista, la vulva consumida
en la pieza. El cuerpo abyecto, el cuerpo simulado, el cuerpo femenino, el cuerpo no
presente pero significado es vuelto consumo, es un ir y venir entre significados, entre apelar
a lo que no está pero si se presenta. El cuerpo como lugar, como artífice, como objeto, como
significado y significante navegan entre las necesidades contestatarias de l@s artistas en su
momento.

4
V. Zoe Leonard Untitled, Instalación presentada en la Documenta 9 de Kassel de 1992.
5
Véase Julia Kristeza, Pouvoirs de l’horreur, Essai sur l’abjection (Poderes de la perversión), París, 1990.
6
Según Foster, una de las diferencias entre lo obsceno y lo pornográfico radicaría en la presencia o ausencia de
escenario. Así mientras en lo obsceno el objeto sin escenario aparece muy cerca del espectador, en lo
pornográfico el objeto es escenificado exprofeso para el espectador, que de este modo adquieres distancia
suficiente para convertirse en voyeur.
Referencias visuales

Zoe Leonard Untitled, Instalación presentada en la Documenta 9 de Kassel de 1992.

La cena Judy Chicago, Estados Unidos, 1979


Mike Kelley, Estral Star , 1989

También podría gustarte