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¿Por qué hacemos lo que hacemos?


¿Alguna vez te has preguntado por qué haces lo que haces?

O ¿por qué sientes lo que sientes ante determinadas situaciones?

O incluso ¿por qué a veces sabes que lo que haces no te hace sentir bien y sin embargo no sabes cambiarlo?

Pues déjame explicarte algo:

El cerebro se programa, instala programas que repites una y otra vez, es decir te enfrascas en determinada forma de
pensar, de hacer y de sentir de manera que ese modo de vivir se vuelve parte de quien eres y funcionas en
automático, te vuelves mecánico, rutinario y vives la vida sin reflexionar. Ese comportamiento queda como tatuado
en una parte de nuestro ser, en lo más profundo, en el inconsciente, y los gnósticos los llamamos ‘yoes’. Entonces
vivimos ‘dormidos’, como máquinas, puesta nuestra psiquis y nuestro cuerpo al servicio de esos ‘yoes psicológicos’
que terminan convirtiéndose en unas especies de entes autónomos que, cuando actúan, muchas veces no nos hacen
sentir bien pero no podemos cambiarlos.

El sistema operativo de nuestro cerebro funciona con un equipamiento lógico tal que todo lo que nos sucede en la
vida, incluso los aprendizajes, crea una representación interna, filtrada a través de las creencias individuales,
actitudes y valores. Es decir, todo el funcionamiento de nuestra vida depende de la
representación interna que nos hagamos de las cosas. Esa representación interna
está directamente relacionada con el significado que le damos a los
acontecimientos; por eso es que dos personas viviendo una misma situación cada
uno la representa diferente y por lo tanto la vive de manera diferente. Vivimos en
mundos interpretativos.

SI QUIERES CAMBIAR ALGO DEBES CAMBIAR EL SIGNIFICADO QUE LE DAS

Estos conceptos que representan todas nuestras experiencias y aprendizajes de la


vida y que tienen valor o relevancia significativa en nuestra vida personal son una
programación, es decir, instalamos programas cerebrales a lo largo de nuestra
vida, en todos los contextos y de todos los acontecimientos y eventos que se viven.
Nos programamos y nos programan. Conseguimos los resultados en la vida según
estos programas.

Lo bueno es que estos programas se pueden desinstalar o instalar otros más apropiados para nuestra vida a través
de aprender a entrenar nuestro propio cerebro a generar nuevos circuitos neuronales.

No es suficiente entender que te pasa para cambiarlo, porque como tu cerebro no sabe hacerlo de manera diferente
se quedará en un bucle o secuencia de instrucciones que se repiten en una sucesión de conexiones neuronales que
deben ser cambiadas; para ello necesitas aprender, entrenar, programar tu cerebro a generar distintas conexiones
neuronales mediante nuevas estrategias que te permitan obtener resultados diferentes.

Esto se aplica para todas las áreas de tu vida.

Te sugiero empezar por generar hábitos que mejoren tu calidad de vida, que incluyan principalmente pensamientos
adecuados. Tus hábitos repetitivos son los que determinan tu vida.
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Los programas cerebrales se instalan con pensamientos, con el uso del lenguaje verbal y no verbal (o sea con el
manejo del cuerpo mediante gestos, postura, expresión facial, contacto visual, la comunicación de objetos tales
como ropa, peinados, etc.) y la emoción que les acompaña, que es algo determinante.

Una situación que pasó hace mucho pero que generó una emoción fuerte queda tatuada en tu ser y de ahí
determina muchas de las cosas que haces y como las haces, porque la emoción es el pegante de la programación.

Así que ¡¡se responsable de tus pensamientos!! Cámbialos y cambiaras tu vida

Los pensamientos generan emociones y sensaciones y se reflejan en el manejo de tu fisiología. Si quieres empezar a
hacer cambios serios en tu vida, cambia tus pensamientos y tus emociones cambiaran.

Alguien te trata con desprecio o te perjudica de algún modo y es posible que estés sintiendo ira durante todo el día o
a veces incluso durante semanas o meses o años. Tras una discusión con tu pareja puedes revivir lo sucedido en tu
mente una y otra vez sin descanso. Cometes un error, o tienes cualquier tipo de experiencia negativa, y lo sucedido
permanece en tu mente mucho más tiempo del que resulta mentalmente saludable.

Esto es algo que nos sucede a todos en mayor o menor medida. Pero no tiene por qué seguir siendo así. La psicología
gnóstica planteada por el Avatara de Acuario, V.M. Samael Aun Weor, surgida de la unión de las enseñanzas de los
maestros del esoterismo del siglo XX, de las técnicas budistas de la meditación, de la doctrina cristiana y, por sobre
todo, de la experiencia mística de nuestro maestro nos enseña que podemos construir estados mentales de
felicidad, amor y sabiduría. Las técnicas y herramientas que yo, como maestro gnóstico, me esfuerzo enérgicamente
en implantar en el seno de nuestra amada institución, el PGCU, combatiendo para erradicar las actitudes egóicas del
funcionamiento de nuestros hermanos y hermanas gnósticos, tienen como objetivo despertar conciencia sobre los
estados cerebrales que subyacen a los estados mentales de felicidad, amor y sabiduría de forma que aprendan a usar
la mente para estimular y fortalecer esos estados mentales positivos, de forma que la lucha personal contra el
propio ego se convierta en una tarea espiritual accesible a todos nuestros queridos discípulos y demás miembros del
PGCU.

En nuestros últimos talleres hemos explicado, junto con las enseñanzas prácticas del uso de la clave S.O.L., que todos
podemos usar nuestra mente para cambiar nuestros pensamientos y las emociones producidas por ellos, de forma
que el funcionamiento de nuestro cerebro cambiará para mejor. Si, por ejemplo, estás reproduciendo en tu mente
continuamente escenas de ira y resentimiento hacia los demás, estás activando y fortaleciendo las neuronas
responsables de esos recuerdos y emociones, de manera que te estás convirtiendo en una persona cada vez más
iracunda y resentida. Pero si haces lo mismo con estados emocionales y mentales más positivos, estarás
transformándote en una persona más feliz, más amorosa y más sabia.

Las técnicas de nuestra Escuela Gnóstica de Educación Continua, que se basan en las enseñanzas de los V.M. Samael
Aun Weor y Gargha Kuichines, tienen como objetivo activar esos estados cerebrales que nos permiten alcanzar los
pilares de la práctica gnóstica: conciencia despierta, felicidad, amor y sabiduría.

La virtud, esa cualidad personal de actuar buena y correctamente, consiste en ser capaz de regular tus actos,
palabras y pensamientos para producir beneficio en vez de daño, tanto para ti como para los demás. La meditación
es la técnica de entrenamiento del uso adecuado de la atención, tanto a tu mundo interior como al exterior. Dado
que el cerebro aprende principalmente de aquello a lo que atiende, la meditación es fundamental para tomar las
experiencias positivas y hacerlas parte de ti. Por ello el maestro Samael la llamó ‘el pan diario del sabio’. La sabiduría
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consiste primero en conocer las causas del sufrimiento personal y cómo acabar con él y en base a ese conocimiento,
eliminar aquello que te hace daño y fortalecer aquello que es útil: ese es el proceso de la eliminación del ego y el
nacimiento segundo a que nos invita la doctrina gnóstica cristiana.

El camino hacia el despertar

En tu camino hacia el despertar atraviesas cuatro fases que son las siguientes, que el maestro Samael llamó Los
Cuatro Estados De Conciencia en El Matrimonio Perfecto, tomadas de las enseñanzas del filósofo griego Platón:

 El primer estado de la Conciencia se denomina Eikasia.


 El segundo estado de Conciencia es Pistis.
 El tercer estado de Conciencia es Dianoia.
 El cuarto estado de Conciencia es Nous.

<<Eikasia es ignorancia, crueldad humana, barbarie, sueño demasiado profundo, mundo instintivo y brutal, estado
infrahumano.

Pistis es el mundo de las opiniones y creencias. Pistis es creencia, prejuicios, sectarismos, fanatismo, teorías en las
cuales no existe ningún género de percepción directa de la Verdad. Pistis es la Conciencia del nivel común de la
humanidad.

Dianoia es revisión intelectual de creencias, análisis, sintetismo, conceptual, Conciencia cultural-intelectual,


pensamiento científico, etc. El pensamiento dianoético estudia los fenómenos y establece leyes. El pensamiento
dianoético estudia los sistemas inductivo y deductivo con el propósito de utilizarlos en forma profunda y clara.

Nous es perfecta Conciencia despierta. Nous es el estado de Turiya, La perfecta iluminación interior profunda. Nous
es legítima clarividencia objetiva. Nous es intuición. Nous es el mundo de los arquetipos divinales. El pensamiento
noético es sintético, claro, objetivo, iluminado.

Quien alcanza las alturas del pensamiento noético despierta la Conciencia totalmente y se convierte en un Turiya.

La parte más baja del hombre es irracional y subjetiva y se relaciona con los cinco sentidos ordinarios. La parte más
alta del hombre es el mundo de la intuición y Conciencia objetiva espiritual. En el mundo de la intuición se desarrollan
los arquetipos de todas las cosas de la Naturaleza.

Sólo aquellos que han penetrado en el mundo de la intuición objetiva, sólo quienes han alcanzado las alturas
solemnes del pensamiento noético están verdaderamente despiertos e iluminados. Ningún verdadero Turiya puede
soñar. El Turiya, quien ha alcanzado las alturas del pensamiento noético, nunca lo anda diciendo, jamás presume de
sabio, es demasiado sencillo y humilde, puro y perfecto. Es necesario saber que ningún Turiya es médium ni
pseudoclarividente, ni pseudomístico, todos esos que hoy en día abundan como la mala yerba en todas las escuelas
de estudios espirituales, herméticos, ocultistas, etc.

El estado de Turiya es muy sublime y sólo lo alcanzan aquellos que trabajan en la Fragua encendida de Vulcano
durante toda la vida. Sólo el Kundalini puede elevarnos al estado de Turiya. Es urgente saber meditar profundamente
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y luego practicar Magia Sexual durante toda la vida para alcanzar después de muy difíciles pruebas el estado de
Turiya.

La meditación y la Magia Sexual nos llevan hasta las alturas del pensamiento noético. Ningún soñador, ninguna
médium, ninguno de esos que entran en una escuela de enseñanza oculta puede alcanzar instantáneamente el
estado de Turiya. Desgraciadamente muchos creen que esto es como soplar y hacer botellas, o como quien se fuma
un cigarrillo, o como quien se emborracha. Así vemos a muchos alucinados, médiums y soñadores, declarándose
maestros clarividentes, iluminados. En todas las escuelas incluso dentro de las filas de nuestro Movimiento Gnóstico,
no faltan esos sujetos que dicen ser clarividentes sin serlo realmente. Estos son los que, fundamentados en sus
alucinaciones y sueños, calumnian a otros diciendo: fulano está caído; zutano es Mago Negro, etc., etc.

Es necesario advertir que las alturas del Turiya pre-requieren muchísimos años de ejercitamiento mental y Magia
Sexual en Matrimonio Perfecto. Esto significa disciplina, estudio largo y profundo, meditación interior muy fuerte y
profunda, sacrificio por la humanidad, etc., etc.

Impaciencia. Por lo común los recién entrados a la Gnosis están llenos de impaciencia, quieren manifestaciones
fenoménicas inmediatas, instantáneos desdoblamientos, iluminación, sapiencia, etc.

La realidad es otra. Nada se nos da regalado. Todo cuesta. Nada se consigue con curiosidad, instantáneamente,
rápidamente. Todo tiene su proceso y su desarrollo. El Kundalini se desarrolla, evoluciona y progresa muy lentamente
dentro del Aura del Mahachoham. El Kundalini tiene el poder de despertar la Conciencia. Empero el proceso del
despertar es lento, gradual, natural, sin hechos espectaculares, sensacionales, emocionales y bárbaros. Cuando la
Conciencia ya ha despertado totalmente no es algo sensacional, ni espectacular. Es sencillamente una realidad tan
natural como la de un árbol que lentamente creció, se desarrolló y desenvolvió sin sobresaltos y cosas sensacionales.
Naturaleza es Naturaleza>>

En el mundo de la pedagogía contemporánea, y específicamente en las enseñanzas de coaching, estos cuatro


estados de conciencia son conocidos como las cuatro etapas del aprendizaje y se denominan:

1. Incompetencia inconsciente. Sucede, por ejemplo, cuando reaccionas con ira porque tu pareja ha olvidado
comprar el pan sin ni siquiera ser consciente de que tu reacción es exagerada.
2. Incompetencia consciente. Sucede cuando te das cuenta de que tu reacción es exagerada pero no eres capaz
de evitarla.
3. Competencia consciente. Suceden cuando surgen algunos aspectos de dicha reacción y te sientes irritado
pero te das cuenta de que no es para tanto y de que tu pareja hace muchas cosas por ti.
4. Competencia inconsciente. La ira ni siquiera llega a producirse. Aceptas que no hay pan y piensas con calma
el mejor modo de actuar ante dicha situación.

El objetivo humano y espiritual a alcanzar sería, por tanto, esta cuarta fase en la que has adiestrado tu cerebro para
que responda por sí mismo del mejor modo posible, sin necesidad de reacciones exageradas, de rumiar durante días
o meses experiencias desagradables o desagravios, aceptando las cosas como son, cambiado lo que puedas cambiar
y tratando de sacar el mayor partido posible al momento presente mediante la meditación y la eliminación de tus
condicionamientos egóicos.

Como maestro gnóstico les digo que yo soy un bodhisattva. En Budismo, un bodhisattva es un ser consciente que ha
generado bodhicitta, es decir, un ser que ha generado el compromiso de trabajar en sus vidas sucesivas para reducir
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el sufrimiento de todos los seres. El estado de bodhisattva es uno de los cuatro sublimes estados espirituales que un
ser humano puede alcanzar, según la doctrina de los maestros budistas tibetanos. Los otros tres estados sublimes
del ser son los arhats, los budas y los budaprayekas. Los bodhisattvas reconocemos el sufrimiento de la humanidad
y, motivados por un sentimiento de amor y gran compasión, les enseñamos que no esperen a que mejoren las
condiciones externas negativas hasta que hayamos transformado las mismas condiciones en nosotros mismos. El
dolor y el sufrimiento por las dificultades de la vida no se transforman en el mundo si primero no eliminamos sus
causas en nosotros mismos.

Debemos comprender que sólo al cultivar nuestras cualidades inherentes como el amor y la compasión, podemos
despertar lo que en sánscrito se llama " bodhi", la conciencia iluminada, la fuente de todas las cualidades positivas,
aquella parte de nuestro ser que realza la efectividad y profundidad de nuestro trabajo gnóstico, siendo mucho más
poderosa que nuestra mente común. Nosotros los bodhisattvas trabajamos haciendo un gran sacrificio por la
humanidad: hemos decidido darle la espalda al nirvana (un estado de divinidad que no tiene nada en común con el
mundo terrenal) para permanecer en la Tierra y ayudar a la raza humana a evolucionar cada vez más hasta alcanzar
la iluminación.

SE NECESITA UN CAMBIO CULTURAL EN LA EGEC

Para que la EGEC en Colombia funcione correctamente no basta con que se planifique maravillosamente, se necesita
un cambio cultural en los miembros de la Escuela. El egoísmo debe morir y debe nacer la cooperación altruista.
Trabajemos juntos y apoyemos al Patriarca, al Delegado Patriarcal, a Rectores y Rectoras, a instructores e
instructoras y misioneros. Convirtámonos en una familia unida con un objetivo muy claro: difundir la doctrina del
Cristo Vivo y las enseñanzas del Avatara de Acuario.

La sociedad humana es la extensión del individuo. Así pues la EGEC, como sociedad humana que es, es la suma
de sus miembros. Si queremos realmente un cambio radical en la EGEC, si queremos una comunidad gnóstica mejor,
necesitamos cambiar individualmente, cambiar dentro de nosotros mismos, alterar dentro de nuestra propia
individualidad los abominables factores que producen la maledicencia, la envidia, la chismografía, el desprecio por el
bien que otro quiere hacer y la obstaculización a las ideas que surgen del otro. Recordemos que la EGEC es una suma
de individuos. Si cada uno de ustedes cambia a mejor, la Escuela cambiará a mejor.

Es urgente acabar con el egoísmo y cultivar el Cristo-centrismo en el seno del PGCU. Sólo así podemos hacer una
organización mejor y contribuir a la construcción de un mundo mejor; es indispensable eliminar la maledicencia, la
envidia, la chismografía y la crueldad que cada uno lleva dentro, sólo así, sólo cambiando el individuo cambiará la
sociedad porque esta sólo es la extensión del individuo.

La falta de respeto por el otro lo contamina todo; la forma de relacionarse con los demás, con el otro, que ha
operado en la Iglesia Gnóstica de Colombia desde los tiempos de Joaquín Amórtegui y que consiste en querer obligar
al otro a hacer lo que yo digo por las buenas o por las malas y de ‘estás conmigo o contra mí’, lamentablemente se
ha perpetuado en nuestra amada institución. Los conflictos, flagrantes casos de imposición de las ideas propias, de
unos y otros, completado todo con la descalificación del otro, por el ninguneo y la ridiculización del que tiene ideas
distintas, son funcionamientos del ego.

El ego formula frases como “lo haces porque te lo digo yo”, “no me vas a decir tú a mí que tengo que hacer”, “quién
se cree usted para decirme aquello”, y un largo y variado etcétera de expresiones terroríficas que al final significa
que no existe el diálogo, y la discusión la gana no quien tiene mejores razones, no el más equilibrado ni el más
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sensato, sino quien, a fuerza de vociferar estas escalofriantes fórmulas, logra condenar al otro a la inexistencia. Esa
es la reacción típica del fanático. Cuando vivimos en descalificaciones de unos y otros e incapacitados para ponerse
en el lugar del otro, todo se resuelve con esas escalofriantes fórmulas egóicas que se usan con gran inconsciencia y
desparpajo. Cuando vivimos así, vivimos en las antípodas de la conciencia despierta. Esa falta de respeto por el otro,
ese ninguneo, esa incapacidad de ponerse en sus zapatos, lo contamina todo y tiene su origen, probablemente, en
que durante muchos años se fomentó, más que el conocimiento gnóstico, la fe ciega, el dogma, la creencia y ahí,
precisamente, está la clave del éxito de la subsistencia del ego: al que cree no es necesario explicarle nada, basta con
decir, vociferando con mucha autoridad, lo que tiene que hacer.
<<No se deshacen las tinieblas a manotazos, sino trayendo la luz. Tampoco
se deshace el error combatiendo cuerpo a cuerpo con él, sino difundiendo la
verdad, sin necesidad de atacar el error. Todo cuanto la verdad avance, todo
eso el error habrá de retroceder, no hay que resistir al mal sino practicar
incondicionalmente el bien y enseñar sus ventajas por la práctica: atacando el
error provocaremos el odio de los que yerran, y así de equivocados llegarán a
hacerse malos. Atacando el mal provocaremos el rencor de los malos, y así los
malos serán peores>>

Apliquemos esta enseñanza del Avatara de Acuario en nuestra amada institución y en nuestra vida diaria. Lo que
necesitamos es difundir la gnosis, la luz del conocimiento del despertar de la conciencia, para disipar la ignorancia, la
raíz de todos los males.

Con mi afecto profundo, vuestro maestro,

Patriarca Jorge

Floridablanca, Santander, Colombia, a 10 de enero de 2015

Palabras del maestro Jorge en la reunión nacional de Colombia realizada en la Sala de Encuentros Jorge Medina
Barranco del Lumisial Sanat Kumará de Floridablanca, área metropolitana de Bucaramanga.

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